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“On ne tue point les idées”

A los hombres se degüella: a las ideas no

Esta es la frase que llega a nuestros días con una traducción más agiornada a los tiempos, pero
con igual peso en su contenido: “Las ideas no se matan” y lo ponen como autor intelectual a
Sarmiento. Sin embargo, con esa frase comienza la edición de ”Facundo ó Civilización i
Barbarie en las Pampas Argentinas” escrito por Domingo F. Sarmiento; en su 4° edición de
1874. Esta fue la última publicada en vida del autor.

Este libro tiene numerosas y variadas críticas, como no podía ser de otra manera viniendo de la
pluma y el pensamiento de Sarmiento.

Domingo Faustino Sarmiento, fue un educador,


periodista, escritor y político que llegó a ser
presidente de la nación. Siempre fue un personaje
polémico debido a sus ideas tan radicalizadas
unas y tan adelantadas a su época otras. Desde el
punto de vista literario –que es el que vamos a
abordar en este escrito- la escritura fue su
máxima expresión de sus ideas volcadas en papel.
Hombre de ideas firmes y que abogaba por la
grandeza de la patria a través de la educación,
destilaba un odio intenso hacia los federales y su
impronta caudillesca y pensaba –entre otras
cosas- que el país estaba sumido en la barbarie y
por ese motivo no podía adelantar y crecer en su
comparación con tierras europeas o grandes
capitales urbanas en el mundo. Sarmiento creía
que la barbarie (se refería así cuando hablaba del gaucho de estas tierras) no iba a permitir al
país convertirse en una primera potencia porque su vida de vago, sin educación ni afán de
progreso no le permitiría construir un porvenir fructífero y enriquecido.

En este libro, relata la vida del caudillo riojano Juan Facundo Quiroga, conocido como “El Tigre
de los llanos”; cuya sinopsis y detalle vamos a transcribir de wikipedia 1, podemos analizar no
solo su pensamiento, sino también repasar los aspectos políticos de la época, la geografía de la
Argentina y otros países, que muestran a un Sarmiento muy conocedor de muchas latitudes.

1
https://es.wikipedia.org/wiki/Facundo_o_civilizaci%C3%B3n_y_barbarie_en_las_pampas_argentinas
Sinopsis

Facundo. Portada de la cuarta edición en castellano, realizada en París, 1874.

Luego de una extensa introducción, los quince capítulos de Facundo se dividen


simbólicamente, según la crítica literaria, en tres secciones: los primeros cuatro capítulos
describen la geografía, antropología e historia argentina; los capítulos del quinto al
decimocuarto relatan la vida de Juan Facundo Quiroga; y el último capítulo expone la visión de
Sarmiento de un futuro argentino bajo un gobierno unitario. Según Sarmiento, la razón por la
que describe el contexto argentino y utiliza a Facundo Quiroga para condenar la dictadura de
Rosas es porque «en Facundo Quiroga no sólo se ve a un caudillo, sino también una
manifestación de la vida argentina, consecuencia de la colonización y de las peculiaridades del
terreno»

Juan Facundo Quiroga. Como personaje principal de Facundo representa a la barbarie,


antítesis de la civilización.
Como se plantea al inicio, las críticas a este escrito han sido disímiles. Pero siempre tenemos
que tener en cuenta la época en que fue escrito. Puede considerárselo un ensayo, una
biografía, una autobiografía y hasta una crónica –ya que relata la vida de Facundo hasta su
muerte- sin embargo lo que plantea la diversidad es el género y el estilo del mismo, que es
difícil de identificar. Los que lo encasillan en una obra histórica, encuentran errores históricos;
los que la miran desde lo literario encuentran una mezcla de historia y literatura pudiendo
definir a la obra como una novela histórica. Asimismo lo críticos de la lengua expresan que el
texto no tiene una coherencia ni “musicalidad” literaria, que es un poco como un montón de
palabras con gran sentido y significado en si mismas, pero que en ese relato se pierde la
belleza de la escritura.

Y están los que le dan una categoría personal y política; como clara expresión de lo que
Sarmiento piensa. Un mensaje a Rosas –a quién detestaba- a partir de la vida de Facundo.

En el relato de los distintos capítulos puede


verse la pasión y la furia en el uso de las
palabras. La categorización cruel del
hombre de estas pampas, el desprecio por
el habitante autóctono –sin mencionar al
indio-, la mirada etiquetadora y
desvalorizadora del otro a consecuencia
de no haber nacido ni blanco, ni alto, ni
rubio, ni haber tenido la oportunidad de
contar con educación o vivir en Buenos
Aires. De hecho caracteriza en Facundo a
ese hombre, cuando dice “era de estatura

baja y fornida; sus anchas espaldas


sostenían sobre un cuello corto, una
cabeza bien formada, cubierta de pelo
espesísimo, negro y ensortijado», con «ojos
negros llenos de fuego»

Sarmiento categoriza a ese hombre, al gaucho –de hecho lo describe en el capítulo 2


(Originalidad y caracteres argentinos) en las 4 categorías del gaucho: rastreador – baqueano –
gaucho malo – cantor; sosteniendo siempre en esa descripción su escaso afán de trabajo, su
poca moral y su falta de conocimientos que no sean los que tienen que ver con su vida al aire
libre en las pampas argentinas.

Pero el libro es el pasaporte a la crítica sostenida al gobierno de Juan Manuel de Rosas. Una y
otra vez lo critica –incluso en relatos de hechos históricos de la época, donde aparecen
también otros caudillos y las decisiones de los representantes del poder político y militar del
período- describiéndolo como un personaje cruel, despiadado y ansioso de poder.
Cuenta literalmente la organización y muerte de Facundo en la tercera parte y analiza las
consecuencias de su muerte. También lo relaciona con el gobierno de Rosas poniéndolo en el
mismo lugar de rivalidad entre la civilización y la barbarie; destacando –con asombro tal vez- el
origen no bárbaro de Rosas ya que proviene de una familia de clase y de dinero en
contraposición con la familia de Facundo, que si bien es una familia con recursos y educación,
nunca dominó el espíritu de liderazgo y el carácter taciturno y violento de su hijo, que
finalmente se aleja de ellos.

Para finalizar, podría decirse que Facundo, no es solo una crítica al gobierno de Rosas, aunque
esta motivación transversalice la obra; sino que es también una detallada y extensa
descripción de la cultura argentina de la época; que era justamente la que Sarmiento quería
cambiar a través de la educación. Tal vez la mejor descripción de ese motivo esté en el título
mismo de la obra… “Civilización i barbarie”, en un claro anticipo de lo que vamos a encontrar
en su lectura. Facundo es un salvaje, opuesto al progreso; cuando Sarmiento piensa en ideales
culturales europeos y sostenes de toda sociedad civilizada y en progreso. Y en algún punto
también podemos extender esta descripción a toda la América latina, que está aún por ese
entonces acomodándose a las consecuencias de su independencia. Educación y cultura como
ordenadores de la letanía de los males de la sociedad personificados en los salvajes que
representa Facundo en esta obra.

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