Está en la página 1de 28

P. P. 12005-2015-00443.

Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos

contra el Ambiente del departamento de San Marcos. San Marcos, veintiocho

de abril de dos mil veintiuno.

En nombre del pueblo de la República de Guatemala se pronuncia sentencia,

en el proceso penal arriba identificado, donde figura como acusado Luis David

Bautista Barrios, por el delito de Lesiones Gravísimas. En el debate el acusado

Luis David Bautista Barrios, manifestó ser de los datos de identificación personal

siguientes: de nombre correcto como quedó escrito, de veinticuatro años, soltero,

agricultor, guatemalteco, nació en el municipio de Nuevo Progreso, departamento

de San Marcos, con residencia en Aldea El Pijuy, municipio de Champerico,

departamento de Retalhuleu, se identificó con el documento personal de

identificación, código único de identificación tres mil ciento dos, cero nueve mil

trescientos veintitrés mil doscientos doce (3102 09323 1212), extendido por el

Registro Nacional de las Personas de la República de Guatemala. La acusación

fue formulada por la Fiscalía Distrital de Malacatán, departamento de San Marcos,

a través del Fiscal Juan Eduardo Cux Sajché, quien actuó en debate. Participó

también en el debate el Fiscal Luis Guillermo Antonio Angel. La defensa técnica

del acusado en el debate fue ejercida por el Abogado Kevin Noe Salazar Ochoa

del Instituto de la Defensa Pública Penal de Malacatán. En el presente proceso

ninguna persona se constituyó como querellante adhesivo, tampoco se ejerció

acción contra algún Tercero Civilmente Demandado.

II

La enunciación de los hechos y circunstancias que hayan sido objeto de la

acusación o de su ampliación y del auto de apertura del juicio, los daños

1
cuya reparación reclama la parte agraviada y su pretensión reparatoria

El Ministerio Público le imputó al acusado Luis David Bautista Barrios, el

siguiente hecho: “A usted Luis David Bautista Barrios se le sindica que el

día veinticinco de octubre del año dos mil quince, siendo diez horas

aproximadamente, en el patio de su casa ubicada en aldea El Rubí del

municipio de Malacatán del departamento de San Marcos, le estaba pegando

a su conviviente Delmy Aracely Ramirez López, ella en ese momento pedía auxilio;

quien se encontraba embarazada y con una hija en brazo, por lo que el señor

Darinel León Gonzalez quien pasaba por el lugar ingresó al patio de la casa y eso

no fue de su agrado porque fue a tomar un machete y con éste le pegó con

dirección en la cabeza y don Darinel para defender su vida levanta (colocando)

(sic) su brazo izquierdo para esquivar el golpe, y, no conforme le siguió pegando

en el brazo y la cabeza, esto con el ánimo de darle muerte, como resultado de su

acción le causó las siguientes lesiones: herida en cuero cabelludo en occipital

izquierda, (sic) herida en mejilla izquierda y amputación de la mano izquierda,

muerte que no se consumó por la intervención médica oportuna”. El Ministerio

Público consideró tal hecho como delito de Homicidio en el grado de Tentativa,

de acuerdo a lo regulado en los artículos 14, y 123 del Código Penal. El tres

veintiséis de enero de dos mil veintiuno, el Juez de Primera Instancia Penal,

Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente del municipio de Malacatán,

departamento de San Marcos, emitió auto de apertura a juicio, dándole la

calificación jurídica al hecho, por el delito de Lesiones Gravísimas, confirió

participación definitiva a las partes y admitió la acusación formulada por el

Ministerio Público, sin modificación alguna al hecho. En debate la víctima Darinel

León González, asesorado por el fiscal, solicitó en concepto de reparación digna la

2
cantidad de treinta mil quetzales (Q.30,000.00).

III

La determinación precisa y circunstanciada del hecho que el juzgador estima

acreditado

Los hechos que quedaron acreditados en el debate son los siguientes: a) El

veinticinco de octubre del año dos mil quince, aproximadamente a las diez horas,

en el patio de la casa ubicada en aldea “El Rubí” del municipio de Malacatán,

departamento de San Marcos, el procesado Luis David Bautista Barrios le

estaba pegando a Delmy Aracely Ramirez López, quien pidió auxilio, siendo

auxiliada por el agraviado Darinel León Gonzalez quien pasaba por el lugar. b)

Ante tal situación, el acusado Luis David Bautista Barrios con un machete,

agredió al agraviado Darinel León Gonzalez con machetazos dirigidos a la

cabeza, por lo que el agraviado por defenderse puso su brazo izquierdo, pero el

procesado Luis David Bautista Barrios le siguió pegando con el machete en

brazos y cabeza, con la intención de darle muerte, causándole heridas en la

cabeza, cara y amputación de la mano izquierda. c) El agraviado Darinel León

Gonzalez, no murió por la asistencia médica recibida.

IV

Los razonamientos que inducen al juez a condenar o absolver

En el debate no se interpusieron cuestiones incidentales. Quien juzga, basado en

el sistema de valoración de la prueba de sana crítica razonada, conforme a los

medios de prueba diligenciados en el debate, hace las correspondientes

inferencias y conclusiones que se plasman a continuación: De la existencia del

delito y su calificación legal: En el debate, en el alegato de apertura, el fiscal

3
argumentó que el hecho por el que acusó el Ministerio Público, constituía delito de

Homicidio en el grado de Tentativa, por lo que el juez, de acuerdo al contenido del

hecho y la argumentación del fiscal, de oficio advirtió a las partes sobre el posible

cambio de calificación jurídica de conformidad con lo regulado en el artículo 374

del Código Procesal Penal, haciéndoles saber que se procedería a recibir

declaración al acusado ya enterado, siempre con el derecho de declarar o

abstenerse de hacerlo, además del derecho de las partes de pedir la suspensión

del debate para ofrecer nuevas pruebas o preparar su intervención, el cual fue

ejercido por el Abogado Defensor y acusado. De la declaración del procesado:

El acusado Luis David Bautista Barrios enterado de la advertencia de oficio,

además de su derecho de declarar o abstenerse de hacerlo, sin que esto último

pudiera afectarle, decidió declarar y para el efecto manifestó que él se encontraba

en la tienda, fue a vender, estaba con su pareja adentro de su casa, en esa tienda

robaban con frecuencia, sabia de palabra que don Darinel estaba metido con ellos,

una vez él –agraviado- pidió permiso para entrar después rompió la malla para que

salieran los animales y se los “hueviaran”, antes que sucediera ese caso, tronaron

la puerta de noche, querían romperla, su pareja estaba con él, tenía temor que

hicieran averías, unos días antes habían violado a una su hermana, uno de ellos le

dijo “ya te empezamos, te vamos acabar”. Ya en relación a los hechos, el acusado

dijo que al poco tiempo, estaba adentro de la tienda, uno de ellos le pidió una

cerveza, la despachó, después lo invitó a él –acusado- a una cerveza, se la recibió,

había música, esa persona dijo que no iba a tomar más, él le dijo que saliera a la

puerta, de tanta insistencia lo convenció, el muchacho llevaba “coca”, era droga,

entró a sacar las cervezas, le dijo a su pareja que no saliera por nada, cuando

regresó la cerveza subía bastante, se estaba derramando, la persona le dijo que se

4
la tomara, él la tomó, empezó a perder la vista, le dolió el corazón, y empezó a

perder el conocimiento, otros de ellos y don Darinel estaban escondidos en un

“piñal” atrás de la tienda, como a las cinco y media ellos lo estaban velando, su

intención era matarlo con esa droga, él se confió bastante, “no pensó que iba a

pasar a mayores”, regañó a unos patojos, su hermana se fue, ellos entraron sin

permiso donde estaba viviendo, los regañó y los sacó, ellos en grupo se estaban

burlando, dijeron que ya habían empezado y lo iban a terminar, después perdió el

conocimiento, está arrepentido de lo que pasó, nunca quiso que eso pasara, él

estaba bien con su pareja, salió perdiendo, lamenta lo que a él –agraviado- le

pasó, pero se considera limpio porque él –agraviado- no tenía que entrar ahí y

ocasionarle problemas, “él ya le había dicho cositas”, “yo me defendí porque me

drogaron”. Manifestó el acusado que con su pareja vivió seis años, después del

problema se separaron. Cuando entraron a robar a la tienda fue hace cinco años,

cuando “lo agarraron” tenía cuatro años que había pasado el problema, no se dio

cuenta si don Darinel entró por la puerta, o entró con los otros, solo escuchó sus

voces, alcanzó a ver que estaban ahí en el piñal, don Darinel no le dijo nada, no

recuerda bien que pasó, cuando reaccionó ya estaba retirado de ahí, él decía “qué

pasó, eso no pasó”, su mente decía “que ese señor había quedado herido y que

no había quedado”, pensó en no regresar porque podía ser cierto, no recuerda

quien hirió a Darinel. En el debate declaró como testigo, el agraviado Darinel León

González, quien manifestó el veinticinco de octubre de dos mil quince, iba por el

evento de las “votaciones” a Malacatán, cuando la mujer de David –acusado- lo

llamó, porque el acusado le estaba pegando con machete, a él le pegó con

machete “ahí metió la mano”. Él iba pasando en la calle, al frente, ahí venden de

todo, él se metió para defender a la mujer, ella estaba embarazada con una niña

5
en brazos, él –agraviado- le dijo al acusado que dejara de estarla molestando, el

acusado agarró el machete y lo agredió. Al testigo se le exhibieron siete fotos

tomadas en Aldea El Rubí, municipio de Malacatán, departamento de San

Marcos, el cuatro de diciembre de dos mil quince, por Mario Roberto

Velásquez Tiney, fotógrafo del Ministerio Público, relacionadas al lugar del

hecho. El testigo reconoció la casa donde entró auxiliar a la esposa del acusado,

dijo que “en ese pasillo le estaban pegando a la muchacha”. Refirió también el

agraviado, que el día que el acusado le pegó iba solo, David desapareció, la mujer

de David fue avisarle a una su sobrina que a él lo estaban matando, ella fue a ver,

buscó un pick up, su sobrina se llama Oraivi, no recuerda cuando estaba en el

hospital, muerto lo levantaron. En el lugar no había nadie, solo ellos dos y la

chamaquita de él, el pick up iba pasando, era de pasajeros, su sobrina lo paró para

llevarlo al hospital, en veinte minutos llegaron al hospital. Respondió el testigo que

el acusado agarró el machete “le quiso dar aquí (mostró la cabeza) y metió la

mano (mostró la mano izquierda), se pesó, le dio machetazos en la cabeza, la

cara, le sacaron muelas en la capital, tiene el filazo, fue enfrente de la tienda, ella

no pudo hacer nada cuando le estaban pegando, la señora se corrió, después fue

avisar a su casa, cuando lo llamó le grito “Darinel, me está pegando David”, la

mujer fue con su cuñada, le fue a decir que a él “ya lo habían matado”, él estaba

tirado, el pick up que paró su sobrina para auxiliarlo a él, lo manejaba una persona

que le dicen “El Negro Díaz”. A esta declaración testimonial se le da valor

probatorio por los siguientes motivos: a) De lo manifestado por el agraviado, es

lógico inferir que vivió los hechos narrados, pues es evidente la amputación que

tiene en una extremidad, y en su relato mencionó que en efecto, en uno de los

momentos de la agresión sufrida por él en manos del acusado, quien lo agredía a

6
machetazos, el metió una de sus manos sufriendo aquella herida que

posteriormente ameritó la amputación de una de sus extremidades. b) El relato del

agraviado en su contexto es creíble, pues relata que él pasaba por esa tienda

(atendida por el acusado) quien en esos momentos agredía a su mujer y esta le

pidió ayuda al agraviado quien acudió a prestársela, siendo evidente que ya se

conocían por la forma en que el agraviado se refirió al acusado en el debate,

aparte que el acusado en el ejercicio de su derecho de declarar también mencionó

esta circunstancia. c) Por ende, siendo creíble el relato del agraviado, constituye

un testigo presencial al ser el mismo quien padeció los efectos lamentables del

evento, mostrando incluso lesiones también en su cráneo, aspectos referidos con

mayor detalle en la pericia referida en esta sentencia. d) Sobre lo dicho por el

agraviado, en relación a la forma en que el acusado lo atacó, el tipo de arma que

utilizó para causarle diferentes lesiones, especialmente en las extremidades y la

cabeza, de las cuales una ameritó que se le amputara parte de una de sus

extremidades, es incuestionable que esos datos objetivos extraídos de los medios

de prueba, demuestran en su contexto la intención o “dolo” del acusado por

cegarle la vida al agraviado. No fue solo una herida provocada, es decir, no fue

solo un machetazo el que le propinó al agraviado, sino varios, dirigidos a un área

del cuerpo vital como es la cabeza, siendo precisamente el tipo de agresión lo que

ameritó en su momento que el agraviado se defendiera con una de sus manos, en

donde recibió el machetazo que posteriormente implicó la amputación de parte de

esa extremidad utilizada como mecanismo de defensa. A las fotos mencionadas

también se les da valor probatorio por robustecer lo dicho por el testigo en relación

al lugar donde fueron los hechos. En el debate declaró el testigo Doctor Diego

Alejandro Morales Alcázar, al que se le exhibió un oficio de fecha doce de

7
junio de dos mil veinte, signado por Walter Alfredo Forno Foncea, en su

calidad de Director Médico Hospitalario del Hospital General de Accidentes

Ceibal, en respuesta al fiscal encargado del caso, en el que remitió certificación

médica y fotocopia del expediente médico del paciente Darinel León González.

Dentro de la documentación adjunta, se encuentra la certificación médica de

fecha once de junio de dos mil veinte, extendida por Marvin Aceituno España,

Traumatólogo y Ortopedista, con el visto bueno de Giovanni López Laines, en

su calidad de Jefe del Departamento de Cirugía del Hospital de Accidentes Ceibal,

del Instituto de Seguridad Social de Guatemala, en la que se detalla que el señor

Darinel León González, ingresó a ese centro asistencial el día veinticinco de

octubre de dos mil quince, por accidente común causado el mismo día. En el

apartado de diagnóstico de ingreso detalla: Herida cortocontundente mano en

miembro superior izquierdo. Fracturas expuestas de base de primero, segundo,

tercero, cuarto y quinto metacarpianos izquierdos. Tenosección de aparato flexor

de dedos pulgar, índice, anular y meñique mano izquierda. Trauma

craneoencefálico leve. Fractura frontoparietal izquierda. Contusión hemorrágica

temporal izquierda. Neumoencéfalo frontal bilateral. En el apartado de diagnóstico

de egreso detalla: Heridas cortocontundentes severas, fracturas expuestas,

tenosección de flexores mano izquierda. Amputación quirúrgica de mano y muñeca

indicada por infección severa. Post remoción de fragmentos óseos y duroplastía.

En el tratamiento instituido describe: Amputación a nivel de tercio distal de radio

y cúbito, antebrazo izquierdo, craniectomía y remoción de fragmentos fronto

parietal izquierda y duroplastía. Consta que el paciente fue trasladado a medicina

física y rehabilitación. En uno de los folios, obra un oficio firmado por el director del

hospital Ceibal, dirigido a la Doctora Carol Alejandrina Mendoza Menchú, en el que

8
informa la ampliación del diagnóstico del paciente Darinel León Gonzalez: 1.

Fractura frontotemporal izquierda. Contusión hemorrágica parietal izquierda.

Neumoencefalo frontal bilateral. 2. Fractura expuesta compleja con pérdida de

tejido del uno al cuarto metacarpiano izquierdo. 3. Lesión completa aparato flexor

mano izquierda. En la hoja de evolución del señor Darinel González, de fecha

treinta de octubre de dos mil quince, sellado por el Doctor Diego A. Morales

Alcázar, detalla una nota operatoria de esa misma fecha, en la que consta que el

Cirujano que intervino fue el Doctor Godínez y su Ayudante, el Doctor Morales. En

el apartado de hallazgos y procedimiento detalla: Se evidencia herida en cara

palmar de mano en zona II, se extiende de manera circular en todo el pulgar y en

región dorsal del meñique, es evidente tejido necrótico en pulgar, desfacelación en

cara palmar, presencia de tejido necrótico y presencia de músculos de región tenar

licuefactos; se realiza desbridamiento extenso de tejido desvitalizado hasta obtener

tejido sangrante, se sugiere tratamiento radical para paciente, ofrecerle

amputación. En los siguientes folios, consta la evolución del paciente. En una hoja

de enfermería detalla, que el paciente Darinel León González, ingresó a la sala de

operaciones el veintinueve de octubre de dos mil quince, a las veintitrés horas,

para un procedimiento en la mano izquierda; el Doctor Diego Morales tomó

muestras de cultivo. En el debate, el testigo, reconoció su firma y sello en la nota

operatoria y refirió que el agraviado tenía lesiones en la mano, las “flictenas” son

ampollas, al paciente se le estaba cayendo la piel, había pus, tejido necrótico,

tejido licuefacto, estaba muerta la carne, esto ubicado en la zona dos debajo de la

mano. El procedimiento que se realizó fue quitar el tejido muerto hasta el músculo,

se sugirió amputación porque la mano ya no era viable, los dedos no tenían

llenado, era mal pronóstico, estaba súper infectado. El testigo ratificó el contenido

9
de la nota que firmó y manifestó que estuvo presente el día de la cirugía. La lesión

que presentaba el paciente no era reversible, el plan era lavar la mano, en el

hospital de Occidente no se puede tomar la decisión de amputación sin el

consentimiento del paciente, por esa razón se extendió una certificación para que

quedara por escrito; encontraron músculo vivo hasta la región de los huesos del

carpo. El objetivo de hacer un lavado es encontrar tejido sangrante, si ya no sangra

es tejido muerto, es un miembro letal y de riesgo para el paciente, en el presente

caso, la mano estaba muerta, durante la cirugía no cree que haya estado en riesgo

la vida del paciente, pero en el caso de la amputación, cuando hay una infección la

presión puede subir, hay alteración de laboratorios, por eso es importante hacer un

lavado, si no se hubiera hecho, el pus hubiera bajado comprometiendo el

antebrazo, provocando una sepsis y el paciente pudo haber muerto. Contestó el

testigo que las lesiones pudieron haber sido provocadas por un arma blanca, era

una herida cortocontundente. Manifestó el testigo que las heridas

cortocontundentes fueron en la mano izquierda y en la cabeza, parece ser que fue

para protección. El testigo explicó que ninguna persona que ataca a otra lleva un

arma limpia, esta lleva bacterias, es maquinaria contaminada, en la piel tenemos

ciertas bacterias que sirven de barrera, lo que está por debajo de la piel es estéril,

limpio, si alguien llega con una herida, se irriga, se limpia y se inicia antibiótica, si

la herida es provocada por algo sucio, está en grave riesgo que la bacteria se

coma la carne, si una bacteria se inocula puede provocar una infección severa.

Una herida cortocontundente, quiere decir que además del golpe rasgó los tejidos,

si la mano sufre una herida puede sufrir la circulación asociado a la infección.

Mientras más rápido se atienda una herida, es mejor, a todos los pacientes que

llegan al hospital Ceibal, se le quitan las suturas y se irrigan, al paciente del

10
presente proceso se irrigó en emergencia y se le aplicó antibiótico, llevaba heridas

extensas, para que haya tenido un neumocéfalo fue un trauma fuerte, si el paciente

hubiera llegado inmediatamente al hospital corría el mismo riesgo que el tejido

muriera. A la declaración del testigo se le da valor probatorio por los siguientes

motivos: a) El testigo es un profesional de las ciencias médicas, quien por motivo

de su propio trabajo tuvo conocimiento de las lesiones sufridas por el agraviado en

la presente causa, ya que fue parte del equipo médico que lo atendió en el Hospital

de Accidentes Ceibal, del Instituto de Seguridad Social de Guatemala, constando

que el agraviado ingresó en ese centro el día veinticinco de octubre del año dos mil

quince –el mismo día que sufrió la agresión en manos del acusado-, infiriéndose

lógicamente que todo ese proceso de atención inicial, hospitalización y amputación

de una parte de una extremidad superior del agraviado Darinel León Gonzalez fue

consecuencia dela agresión sufrida. b) Dentro de las lesiones detalladas en los

documentos que se le pusieron a la vista al Doctor Diego Alejandro Morales

Alcázar, consta que presentaba heridas cortocontundentes en extremidades y área

de la cabeza, congruente con lo referido por el agraviado sobre la forma en que lo

atacó el acusado y el arma blanca que utilizó (machete). c) El testigo, quien por su

profesión posee conocimientos especializados en el campo de la medicina,

manifestó en el debate que el área de la lesión de la extremidad que ameritó la

amputación de parte de la extremidad, tenía tejido o carne muerta, por lo que se

convertía en algo letal que no de haberse atendido oportunamente, podía

presentarse una sepsis, es decir, una infección mortal que desencadenara en

muerte del agraviado. Por ende, además del lugar hacia donde indiscutiblemente

iban dirigidos los machetazos (cabeza), las áreas del cuerpo donde fueron

producidas las heridas y las posibles consecuencias al no haber recibido atención

11
médica el agraviado, robustecen la conclusión detallada ya: El dolo de matar

presente en el acusado al momento de herir al agraviado. A los documentos ya

detallados se les da valor probatorio por haber sido extendidos y signados por

empleado público en el ejercicio de sus funciones y tener relación con todo lo

expuesto por el perito que, en el presente caso, se trata de uno de los doctores

que participaron en la intervención quirúrgica que en su oportunidad se le realizó al

agraviado, señor Darinel León González. Se incorporó al debate por su lectura el

dictamen pericial de fecha veinte de noviembre de dos mil quince, signado por

Luis Adolfo Aguilar Maldonado, Médico y Cirujano, Perito Profesional I de la

Medicina Área Patología Forense y Clínica Forense del Instituto Nacional de

Ciencias Forenses de Guatemala, relacionado a la evaluación médico legal

realizada a Darinel de León González, el día diecinueve de noviembre de dos mil

quince. En el apartado de antecedentes hospitalarios, el perito detalló que el

agraviado refirió haber sido atendido en el Hospital Nacional de Malacatán, luego

fue enviado al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social de la ciudad de

Guatemala. En el apartado de reconocimiento médico legal, describe: Herida

suturada de forma lineal de bordes irregulares de trazo horizontal en región

frontal, lado izquierdo que va hacia cuero cabelludo de área occipital con un

diámetro de quince por cero punto tres centímetros. Herida suturada de forma

lineal de bordes irregulares de trazo vertical en región de cuero cabelludo de área

temporal lado izquierdo con un diámetro de dos por cero punto tres centímetros.

Cicatriz de color rosada de forma lineal de bordes irregulares de trazo oblicuo

localizada en mejilla izquierda con un diámetro de dieciséis por cero punto dos

centímetros. Herida suturada de forma lineal de bordes irregulares de trazo oblicuo

con un diámetro de diez por cero punto dos centímetros, localizada en el hombro

12
izquierdo. Herida suturada de forma lineal de trazo oblicuo con bordes irregulares

con un diámetro de doce por cero punto dos centímetros localizada en tercio medio

de antebrazo izquierdo. El perito arribó a las siguientes conclusiones: Tiempo de

tratamiento médico, treinta días provisionalmente. No podrá laborar por treinta días

provisionalmente. Quedará cicatriz en el rostro. En cuanto a impedimento y

deformidad deberá evaluarse al finalizar tratamiento médico. Evaluado necesita ser

examinado por médico especialista en traumatología. El perito ratificó su dictamen

y manifestó que la lesión de amputación de mano, pudo haber sido producida por

un arma blanca con filo y peso, como un machete. Si el paciente no hubiese sido

atendido oportunamente, por las lesiones que presentaba pudo haber estado en

peligro su vida. Al dictamen ratificado y declaración del perito en el debate se les

da valor probatorio por los siguientes motivos: a) No se cuestionó en el debate la

idoneidad del perito, quien además en el tiempo de la evaluación, lo hizo en su

calidad de perito profesional de la institución legitimada en Guatemala para

encargarse de las pericias forenses. b) Porque su dictamen solo complementa lo

dicho en el debate por el Doctor Diego Morales Alcázar quien refirió la gravedad de

las lesiones del agraviado, su tratamiento y los probables resultados si no hubiera

recibido atención médica; la evaluación médico legal realizada por el Doctor Luis

Adolfo Aguilar Maldonado fue posterior a la atención recibida por el agraviado en el

Hospital del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social de la ciudad de

Guatemala, lugar a donde fue necesario referirlo por el tipo de lesión, ya que como

se lo refirió el propio agraviado al Doctor Aguilar Maldonado, fue atendido

inicialmente en el Hospital Nacional de Malacatán, departamento de San Marcos y

se le trasladó a Guatemala. c) En el dictamen rendido por el Doctor Aguilar

Maldonado, a pesar de estar ya suturadas, se detalla con precisión el lugar de las

13
heridas que presentó el agraviado, las que se ubicaron en la cabeza, cara, hombro

y extremidades, lo que robustece lo ya dicho en la presente sentencia, sobre el

lugar donde fueron provocadas las heridas y el tipo de tipo de arma que utilizó el

acusado cuando atacó al agraviado, lo que evidencia objetivamente la intención de

quitarle la vida, es decir el dolo de muerte presente en la conducta desplegada en

su oportunidad por el acusado Luis David Bautista Barrios. Se incorporó también la

prevención policial de fecha veinticinco de octubre de dos mil quince,

signada por Oscar Gumercindo Pérez Cabrera, Jefe de la Sub Estación de

Policía Nacional Civil de Malacatán, San Marcos, dirigida a la Fiscalía Distrital

del Ministerio Público de Malacatán, departamento de San Marcos, documento en

el que detalla que el Agente de Policía Nacional Civil, de turno en la emergencia

del hospital nacional local, informó vía telefónica que ese día a las once horas a

bordo del vehículo tipo pick up, conducido por Aquino Díaz, ingresó el señor

Darinel de León González, quien a la entrevista refirió que momentos antes había

sido herido con un arma blanca por el señor Luis David Bautista Barrios. Consta

que el médico de turno en la emergencia del hospital, diagnosticó en el agraviado,

trauma de cráneo grado uno, amputación parcial de la mano izquierda, herida

cortocontundente cabeza, hombro izquierdo y mejía izquierda, debido a la

gravedad de las heridas fue trasladado hacia el Instituto Guatemalteco de

Seguridad Social, de la ciudad de Guatemala. documento al que se le da valor

probatorio únicamente por demostrarse con el mismo, el ingreso primario del

agraviado en el Hospital Nacional de Malacatán, departamento de San Marcos. Se

incorporaron por su exhibición doce fotos tomadas en el interior de la Fiscalía

Municipal del Ministerio Público de Malacatán, departamento de San Marcos,

el dieciséis de noviembre de dos mil quince, por José Alfredo Arreaga

14
Cifuentes, fotógrafo del Ministerio Público, en las que se documentó las

lesiones de Darinel de León González, en ellas se observa varias heridas

suturadas en la cabeza, una herida en la mejilla izquierda, en el hombro izquierdo,

fotos a las que se les da valor probatorio, únicamente por complementar lo dicho

por el agraviado en la presente causa en relación a las heridas que le causó el

acusado. Declaró como testigo de cargo, la señorita Engli Oraivi León Hernández

quien sobre los hechos manifestó que ese día veinticinco de octubre de dos mil

quince, ella se encontraba en su casa cuando llegó la esposa del acusado, -este

fue quien le hizo daño a su tío David- la señora llegó gritando y llorando, le dijo a

la testigo que fuera a ver a su tío, porque su esposo “lo estaba matando”, su tío

vivía en su casa, la única grande era ella, dejó a sus niños y fue a ver, cuando

llegó su tío estaba inconsciente tirado en la orilla de la calle, ahí es una cantina,

había mucha gente mirando pero nadie lo quería levantar porque les podían echar

la culpa, ella le dijo al conductor de un pick up que hiciera favor de levantarlo y ella

se hacía cargo, el señor dijo que si ella se hacía cargo en el hospital se lo llevaba,

ella le pidió favor a dos hombres que levantaran a su tío y lo “echaran” al carro

para llevarlo al hospital. Su casa está a diez minutos a pie, del lugar donde estaba

su tío, ella se fue corriendo, la señora la siguió. La tienda estaba del lado izquierdo

y su tío estaba tirado en la calle, pero él –acusado- ya había huido. El fiscal le

exhibió a la testigo las siete fotos, ya relacionadas, identificando en ellas el lugar

donde encontró tirado a su tío, le contaron que ahí había empezado el problema,

su tío se corrió y él –acusado- lo siguió. Refirió la testigo que se asustó de ver a su

tío, la mano la tenía colgando, los pedazos de aquí (mostró la mano) los tenia

colgando, se le miraban “los gonces de aquí” (mostró las articulaciones de la

mano), la cabeza la tenía partida, él estaba gravísimo, ella se enfermó de verlo,

15
decidió llevarlo para darle auxilio, pensó que estaba muerto, “la manita le estaba

colgando”, de aquí estaba mal (mostró el hombro), la cabeza la tenía mal, lo llevó

al Hospital Nacional de Malacatán, en un pick up que estaba pasajeando, le

ayudaron a subirlo porque estaba inconsciente, el hospital está como a veinticinco

minutos del lugar, el pick up lo manejaba el señor al que le dicen “El Negro”, ella

iba atrás, iban otros, uno se llama Florindo, cuando ingresaron al hospital,

atendieron a su tío, le curaron las heridas, dijeron que iba bien grave y lo iban a

trasladar a la capital, ella llegó a su casa como a las tres horas después del hecho.

Refirió la testigo que la señora que llegó avisar, decía que fueran a ver a Darinel

porque su esposo lo estaba matando con machete, su esposo –acusado- le estaba

pegando y don Darinel se metió a defenderla. En el hospital un policía le preguntó

porque motivo lo llevaban, ella dijo lo que pasó y él hizo un apunte. En el lugar del

hecho, habían muchas personas pero no querían ayudar porque el señor –

acusado- tenía un machete y estaba muy furioso, ahí estaban sus hermanos pero

ellos no se metieron, les preguntó porqué no defendieron, dijeron que “no querían

que les dieran”, porque oyeron cuando él –acusado- dijo “al que se meta le voy a

dar”, supuestamente él se había drogado, cuando dice que tenía un machete y

estaba furioso se refiere a David, a él no lo vio, ya no estaba. El pick up ya estaba

ahí, no podía pasar por la gente, cuando ella llegó inmediatamente se llevó a su tío

al hospital, sus hermanos que estaban ahí y vieron el hecho se llaman Luis David,

William y Faiber, además de un vecino de nombre Aroldo, ellos dijeron que vieron

que él –acusado- no estaba bien, escucharon gritos de la esposa de él –acusado-,

después los gritos de su tío cuando el acusado lo estaba agrediendo. A la

declaración de la testigo se le da valor probatorio por los siguientes motivos: a) Su

relato se complementa con el del agraviado Darinel León González, quien refirió

16
que una su sobrina fue quien llegó a auxiliarlo y quien lo trasladó a un Hospital a

bordo de un pick-up, infiriéndose que, aunque él estaba tirado e inconsciente al

momento que ella llegó, después se enteró de quien fue la persona que lo auxilió.

b) Aunque la testigo no es presencial del momento en que el agraviado fue

atacado, fue alertada por la propia esposa del acusado quien buscaba ayuda

porque este último según sus palabras, estaba matando al agraviado,

constituyéndose al testigo inmediatamente al lugar ubicado relativamente cerca de

acuerdo a las aproximaciones que hizo la testigo en tiempo, encontrando al

agraviado inconsciente, bastante lastimado, como lo dijo ella “le colgaba la mano”

signo inequívoco de aquel machetazo recibido por el agraviado en una extremidad

que posteriormente significó la amputación de parte de esa extremidad y que en el

debate fue evidente tal circunstancia (ausencia de la mano y parte del brazo). c)

Algo importante, es que la testigo adujo que en el lugar de la agresión se

encontraban unos jóvenes a quienes identificó con sus nombres, a quienes ella

cuestionó no haber defendido al agraviado, pero estos le replicaron que no lo

habían hecho porque el acusado dijo que quien se metiera también le iba a dar,

indicios claros de la intención del acusado cuando desplegó su acción en contra

del agraviado de quitarle la vida, reflejado también en las heridas, arma utilizada y

lugar del cuerpo a donde fueron dirigidos los “machetazos”. d) Otro extremo

importante narrado por la testigo es mencionar que cuando ella llegó el acusado ya

había huido del lugar y el agraviado estaba inconsciente y tirado, lo que refleja la

tentativa acabada cometida por el acusado, pues haberlo dejado ahí tirado no

evidencia ningún acto de desistimiento o arrepentimiento como se sugirió en el

debate, pues todos los elementos del delito en realidad se realizaron, no

interviniendo en el escenario in situ algo que impidiera que el acusado detuviera su

17
accionar, pero de acuerdo a las circunstancias demostradas, se puede inferir que

huyó de la escena creyendo que el agraviado estaba ya muerto, lo que no estuvo

lejos de pasar, pues de no haber recibido atención médica tanto en el Hospital

Nacional de Malacatán y posteriormente en el Hospital del Instituto Guatemalteco

de Seguridad Social de Guatemala, las lesiones provocadas hubieran derivado

probablemente en su muerte, por lo que el hecho cometido por el acusado si

encaja en el supuesto de Homicidio cometido en el grado de tentativa. Al debate se

incorporaron además los documentos que se detallan y valoran a continuación: 1)

Acta en la que se documentó la diligencia de inspección ocular realizada el

cuatro de diciembre de dos mil quince, a las once horas, en la Aldea El Rubí,

municipio de Malacatán, departamento de San Marcos, por el Auxiliar Fiscal

Darwin Moisés González González, en compañía de los técnicos en escena del

crimen del Ministerio Público. Se dejó constancia que estuvo presente la sobrina

del agraviado, señorita Engli de León Hernández, quien señaló que en la entrada

de una casa que se encuentra a la orilla de una calle de tierra, en la que funciona

una tienda, fue el lugar donde encontró tirado a su tío, y a tres metros vio un

charco de sangre, donde posiblemente el señor Luis David Bautista Barrios lo

macheteó, documentó al que se le da valor probatorio por ser signado por

empleado público en el ejercicio de sus funciones y además por complementar lo

dicho en el debate por la señorita de León Hernández quien declaró como testigo.

2) Certificación del documento personal de identificación de Luis David

Bautista Barrios, de fecha nueve de diciembre de dos mil quince, extendido por el

Registrador Civil de las Personas del municipio de San Pablo, departamento den

San Marcos, en el que consta que a Luis David Bautista Barrios, le corresponde el

código único de identificación tres mil ciento dos, cero nueve mil trescientos

18
veintitrés mil doscientos doce (3102 09323 1212), documento al que se le da valor

probatorio por acreditarse formalmente con documento idóneo los datos del

procesado en la presente causa. 3) Constancia de carencia de antecedentes

penales de Luis David Bautista Barrios, extendida por la unidad de

Antecedentes Penales del Organismo Judicial, el diecinueve de enero de dos

mil veintiuno, en la que consta que a dicha persona no le aparecen antecedentes

penales, documento al que no se le da valor probatorio por no ser tener relación

con los hechos que se juzgan. 4) Dos oficios, ambos de fecha treinta y uno de

enero de dos mil veintiuno, signado el primero por Pedro Liceo Vásquez

Sierra, en su calidad de Presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo, del

municipio de Champerico, departamento de Retalhuleu; el segundo signado por

Fredy Salomé Martínez Barrios, Pastor de la Iglesia Pentecostal Pan de Vida

Puerta del Cielo, Sector Pijuy, Champerico, Retalhuleu, en las que consta que el

acusado es una persona con valores morales, principios y buen vecino. 5)

Constancia de fecha ocho de enero de dos mil veinte, signada por Edy

Gaytán Grijalva, en su calidad de Presidente del Consejo Comunitario de

Desarrollo, Parcelamiento El Rosario, Champerico, Retalhuleu, en el que describe

que Luis David Bautista Barrios, es una persona trabajadora, responsable, con

buenas relaciones humanas e iniciativa. A estos tres últimos documentos no se les

da valor probatorio por no tener relación con los hechos que se juzgan en la

presente causa. Valoración de la prueba en elenco: Con la prueba recibida en el

debate, especialmente a la que se le confirió eficacia probatoria, la que será

relacionada solo de forma general en este apartado, para evitar inútiles

repeticiones pues cada medio de prueba ya quedó debidamente identificado e

individualizado, se acreditó con suficiencia la participación del acusado en los

19
hechos suscitados en la fecha, hora aproximada y lugar que se menciona en la

acusación, demostrándose que ese día veinticinco de octubre de dos mil quince,

cuando eran aproximadamente las diez horas, en el lugar que se menciona en la

acusación, el acusado estaba pegándole a la señora Delmy Aracely Ramírez

López, siendo auxiliada por el agraviado en la presente causa, señor Darinel León

González, quien pasaba por el lugar, pero el acusado Luis David Bautista Barrios

entonces la emprendió contra él agrediéndole con un machete con el que le asestó

varios machetazos en la parte de la cabeza, cara, tórax y extremidades superiores,

causándole varias heridas, dentro de ellas, una en la extremidad superior izquierda

que utilizó el agraviado como mecanismo de defensa, dejándolo tirado e

inconsciente en el lugar, huyendo el acusado. La conviviente del acusado logró

pedir ayuda a la señorita Engly Oraivi León Hernández, familiar del agraviado,

quien acudió en su ayuda encontrándolo inconsciente, gravemente herido

especialmente en la cabeza y una extremidad en la que el machetazo propinado

casi le cercena una de sus manos, pidiendo ayuda para trasladarlo de inmediato a

un centro hospitalario. Como se ha dicho antes, por las condiciones en que el

acusado dejó al agraviado en el lugar y los diversos machetazos propinados, el

lugar del cuerpo a donde los mismos fueron dirigidos son evidencia objetiva de la

intención del acusado por cegarle la vida, lo que no logró, pues aunque desplegó

todos los elementos de la conducta para quitarle la vida (tentativa acabada), el

hecho de verlo en las condiciones que lo había dejado, hacían pensar

indudablemente que lo había matado, además, por la atención médica recibida

tanto en el Hospital Nacional de Malacatán, San Marcos como en el Hospital del

Instituto Guatemalteco de Seguridad Social con sede en la ciudad de Guatemala –

lugar a donde fue trasladado el mismo día- evitaron que se presentara un

20
desenlace fatal, por lo que se presentaron causas independientes a la voluntad del

sujeto activo que evitaron que el homicidio se consumara. Estos hechos quedaron

demostrados en juicio con las declaraciones testimoniales del propio agraviado

quien forma clara dijo el lugar, fecha, hora aproximada y forma en que fue agredido

especialmente por el acusado, además del testimonio de la señorita Engly Oraivi

León Hernández. Declaró el perito del Instituto Nacional de Ciencias Forenses que

posteriormente evalúo al agraviado, quien ratificó el dictamen de acuerdo a la

evaluación médico legal que practicó, detallando las lesiones, complementando así

lo dicho por el médico Diego Morales Alcázar quien aportó detalles especialmente

sobre aquella lesión de la mano, la que necesito de intervención quirúrgica para

amputarle la mano, manifestando que de no hacerse ese procedimiento, por la

infección –sepsis- el agraviado pudo haber muerto. Dicho medico fue parte del

equipo profesional que atendió al agraviado durante la intervención quirúrgica,

incorporándose en su declaración el expediente clínico del agraviado. Todo lo

anterior se complementó además con fotos y documentos ya referidos. Quedó

demostrado entonces que el acusado, actúo con la clara intención de cegarle la

vida a la víctima, especialmente por la cantidad de machetazos que asestó en la

humanidad de la víctima y reflejado por las lesiones y lugar del cuerpo donde

fueron producidas, incluyendo la cabeza, quien no murió como ya se explicó, por

causas ajenas a la voluntad del sujeto activo. El dolo de muerte no es necesario

acreditarlo mediante un órgano vital lesionado en el cuerpo de la víctima, sino de

acuerdo a las circunstancias en que se cometió el hecho, el tipo de objeto usado,

la zona donde se lesiona, y en el caso concreto, queda claro para quien juzga, que

aquellos machetazos propinados con fuerza especialmente en el área de la

cabeza, son reflejo objetivo de la intención implícita del acusado de quitarle la vida

21
al sujeto pasivo, demostrándose que el acusado desplegó acciones idóneas,

penalmente relevantes. La conducta desplegada por él, de la manera que ya se

detalló, al intentar quitarle la vida al agraviado es típica, pues actualiza el tipo penal

de Homicidio en Grado de Tentativa, de acuerdo a lo establecido en el artículo 123

del Código Penal, el que regula que “Comete homicidio quien diere muerte a

alguna persona. Al homicida se le impondrá prisión de quince a cuarenta

años”, norma legal que se complementa con el artículo 14 del mismo cuerpo legal

el cual establece: “Hay tentativa, cuando con el fin de cometer un delito, se

comienza su ejecución por actos exteriores, idóneos y no se consuma por

causas independientes de la voluntad del agente”. En el caso objeto de

juzgamiento, el acusado con el objetivo primordial de quitarle la vida al agraviado,

lo hirió con sendos machetazos en varias partes del cuerpo incluyendo la cabeza,

no logrando consumar el homicidio por causas que fueron independientes a su

voluntad, quedando acreditado en juicio de manera objetiva la intención, dolo o

elemento subjetivo del tipo penal, el cual inexcusablemente fue quitarle la vida a la

víctima. El dolo está constituido por la conciencia y la voluntad del sujeto activo de

realizar los elementos objetivos del tipo penal, integrado por dos elementos: el

elemento cognoscitivo (conocer) y el elemento volitivo (querer) todas las

circunstancias del tipo legal y en el caso concreto, el acusado tenía la plena

conciencia que, con la conducta desplegada por él, quería y podía quitarle la vida a

su víctima, desplegando acciones idóneas para conseguirlo, sin lograrlo por la

razón ya explicada. La conducta desplegada por el acusado es antijurídica porque

puso en riesgo inminente la vida del señor Darinel León Gonzalez, bien jurídico

protegido por el tipo penal de Homicidio, atenuado en su sanción al ser cometido

en el grado de tentativa, desvalorando el acusado una conducta valorada por el

22
Estado por medio del tipo penal actualizado en grado de tentativa, sin que existan

causas de justificación que hagan legitimo su actuar. El acusado es culpable

porque desplegó su conducta en el pleno uso de sus facultades mentales, siendo

una persona mayor de edad, sin que pueda considerarse ninguna causa de

inimputabilidad o de inculpabilidad a su favor, reprochándosele haber actuado de la

forma que lo hizo pues siempre tuvo la oportunidad de actuar de manera distinta.

La conducta del acusado es punible porque el tipo penal de Homicidio tiene

asignada la pena de prisión que ya se mencionó, rebajada en una tercera parte al

ser en grado de tentativa, estando el acusado en condiciones de cumplirla, sin que

opere ninguna eximente de la pena a su favor. Del cambio de calificación

jurídica: En el presente caso, la acusación fiscal se autorizó en la etapa intermedia

por el delito de Lesiones Gravísimas, sin embargo, de la sola lectura de la

acusación se infiere que se detallaron circunstancias propias del Homicidio en

Grado de Tentativa. En el debate, el fiscal en su alegato de apertura, postuló que

se iba a demostrar que el delito cometido por el acusado era el de Homicidio en el

grado de Tentativa, por lo que de acuerdo al contenido de la acusación y de tal

alegato, el juez de la causa, recién iniciado el debate hizo la advertencia de oficio a

las partes sobre el posible cambio de calificación jurídica, dándole oportunidad al

acusado de declarar, además de darles la oportunidad a las partes de ejercer los

derechos de pedir la suspensión del debate para ofrecer nuevos medios de prueba

o preparar su intervención, de acuerdo a lo establecido en los artículos 374 y 373

del Código Procesal Penal, derechos a los que se acogió la defensa del acusado.

En el debate, como ya se razonó, lo que se demostró es que el procesado cometió

el delito de Homicidio en el grado de Tentativa y no Lesiones Gravísimas, sin

que para tal efecto, sea necesario acreditar hechos distintos a los contenidos en la

23
acusación, pues como se dijo, ya venía formulada con circunstancias que permiten

su calificación jurídica de esa forma. Por ende, de conformidad de acuerdo a lo

regulado en el segundo párrafo del artículo 388 del Código Procesal Penal, el cual

regula que “En la sentencia, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica

distinta de aquella de la acusación o del auto de apertura del juicio, o imponer

penas mayores o menores que la pedida por el Ministerio Público”, procedente es

hacer tal cambio en la presente sentencia, en el entendido que se respetó el

debido proceso al hacerse la advertencia de oficio para que las partes se

enteraran antes del diligenciamiento de la prueba y ejercieran sus respectivos

derechos. De la responsabilidad penal del acusado: En la acción realizada por

el acusado de la forma que ya quedó explicada, desplegó actos propios del delito

de Homicidio al participar en forma directa en el hecho, delito que no se consumó

por las razones también ya explicadas, teniendo por ello la calidad de autor de

acuerdo a lo regulado en el artículo 36 numeral 1 del Código Penal. De la pena a

imponer al acusado: El tipo penal de Homicidio establece un mínimo de quince y

un máximo de cuarenta años de prisión, límites que deben ser rebajados en una

tercera parte por haber sido actualizado en grado de tentativa, de acuerdo a lo

regulado en el artículo 66 del Código Penal, por lo que realizada dicha rebaja en la

proporción mencionada, la nueva pena queda establecida en un mínimo de diez

años y un máximo de veintiséis años con siete meses de prisión, dentro de cuyos

límites quien juzga debe determinar la pena aplicable al acusado en el caso

concreto, de acuerdo a los extremos regulados en el artículo 65 del mismo cuerpo

legal, lo que se razona de la siguiente forma: a) No se toma en consideración la

mayor o menor peligrosidad del acusado por no haber quedado acreditada en el

proceso y además, por ser éste un aspecto de un Derecho Penal de autor y no de

24
acto, al igual que sus antecedentes personales, b) En relación a la víctima, se trata

de una persona adulta. c) Lo que se demostró fue que el acusado agredió al

agraviado por auxiliar a una persona a quien el acusado agredía inicialmente. d) La

extensión e intensidad del daño causado fue grave, por la herida y el riesgo de la

perdida de la vida, pero tales aspectos están ya incluidos en el tipo penal

actualizado en el grado de tentativa. e) El fiscal argumentó como circunstancias

agravantes la alevosía y el menosprecio de la edad de la víctima. En el caso de la

primera, por supuesto que no soporta el mínimo análisis jurídico, pues de haberse

presentado, la conducta dejaría de ser Homicidio porque la alevosía es una

circunstancia especifica del Asesinato, por lo que de considerar la fiscalía que se

presenta, no se explica entonces por qué acusa por Homicidio. En todo caso, en el

caso concreto, no solo no está descrita está circunstancia en el hecho imputado al

acusado ni quedó demostrado que haya existido alevosía alguna. En cuanto al

menosprecio de la edad, tal circunstancia no está taxativamente regulada en el

artículo 27 del Código Penal, asumiendo que se pudo haber referido a la agravante

de “menosprecio del ofendido”, en el caso concreto no quedó demostrado que el

hecho se haya cometido con desprecio de edad avanzada, enfermedad, condición

de incapacidad física o penuria económica de la víctima. No se argumentaron ni se

acreditaron circunstancias atenuantes a favor del procesado. Quien juzga

atendiendo a los aspectos ya mencionados y, a los fines constitucionales de la

pena tales como el de resocialización, humanidad y proporcionalidad de la pena,

considera justo imponerle al procesado la pena mínima de diez años de prisión con

carácter inconmutable. Sobre las costas procesales: Aunque el procesado es la

parte vencida en la presente causa, por la condena inconmutable impuesta, es

procedente eximirlo del pago total de costas procesales, de acuerdo a lo

25
establecido en el artículo 517 del Código Procesal Penal. Sobre la reparación

digna: En la audiencia fijada para el efecto, el agraviado Darinel León González

por medio del fiscal, solicitó en concepto de daño moral, la cantidad de treinta mil

quetzales, en virtud que por las lesiones que sufrió por la agresión del procesado,

le amputaron la mano izquierda, ofreciendo como único medio de prueba el

dictamen pericial ofrecido en el debate, signado por el Doctor Luis Adolfo Aguilar

Maldonado, el cual ya fue relacionado en la presente sentencia y al que se le

confirió valor y eficacia probatoria. Sobre tal petición y de acuerdo al principio de

comunidad de prueba, dicho dictamen sirve en efecto para demostrar la

amputación que se le realizó al agraviado en una de sus extremidades, lo que

lógicamente, sin necesidad de pericia alguna, es obvio que le produjo sufrimiento

emocional que seguramente se prolongará en el futuro. La Corte Interamericana de

Derechos Humanos en el caso Balacio vs Argentina, 1


razonó que “La

jurisprudencia internacional ha establecido reiteradamente que la sentencia

constituye per se una forma de reparación. No obstante, por las graves

circunstancias del presente caso, la intensidad de los sufrimientos que los hechos

causaron a la víctima y a sus familiares, el cambio en las condiciones de existencia

de la familia y las demás consecuencias de orden no material o no pecuniario que

sufrieran estos, la Corte estima pertinente el pago de una compensación por

concepto de daños inmateriales conforme a equidad”. En el presente caso, la

amputación sufrida por el agraviado producto de las lesiones causadas en su

cuerpo, ineludiblemente provocaran cambios en su vida personal, familiar y laboral,

siendo pertinente entonces considerar una compensación en este rubro como

parte de la reparación integral o reparación digna. Por ende, quien juzga considera

justo que el procesado lo compense con la cantidad de veinte mil quetzales en


1
Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 18 de septiembre de 2003. Serie C, núm…100, párrafo 96.

26
concepto de daño inmaterial, como parte de la reparación digna e integral, pago

que deberá efectuarse al tercer día de quedar firme el presente fallo y que, en caso

de incumplimiento, la sentencia constituye ejecutivo para la acción civil

correspondiente.

Parte resolutiva con mención de las disposiciones legales aplicables

Quien juzga, con fundamento en lo considerado y en lo que para el efecto

preceptúan los artículos: 1, 2, 12, 14, 203, 204, 251 de la Constitución Política de

la República de Guatemala; 1, 8 y 9 de la Convención Americana de los Derechos

Humanos; 1, 4, 10, 11, 13, 14, 19, 20, 27, 35, 36, 41, 42, 44, 50, 59, 62, 65, 66, 68,

123 del Código Penal; 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 11, 11Bis, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 19, 20,

21, 24, 24bis, 37, 38, 39, 40, 43, 46, 47, 48, 70, 71, 72, 85, 86, 92, 93, 94, 95, 100,

101, 107, 108, 109, 112, 117, 124, 142, 143, 144, 146, 147, 148, 149, 153, 160,

161, 162, 163, 165, 166, 167, 168, 169, 170, 171, 173, 177, 178, 181, 182, 183,

184, 185, 186, 207, 211, 212, 215, 219, 220, 222, 285, 354, 355, 356, 358, 359,

360, 362, 363, 364, 366, 368, 369, 370, 372, 373, 375, 377, 378, 380, 382, 383,

385, 386, 387, 388, 389, 390, 392, 395, 396, 397, 415, 416, 418, 419, 493, 494,

507, 508, 509, 511 del Código Procesal Penal; 49, 141, 142, 143, 144, 145, 146,

de la Ley del Organismo Judicial, al resolver, declara: I) Que, Luis David Bautista

Barrios, es responsable en la calidad de autor del delito de Homicidio en el

grado de Tentativa, cometido en agravio de la vida de Darinel León González,

motivo por el que se le impone la pena de diez años de prisión con carácter

inconmutable, la que deberá de cumplir en el centro de cumplimiento de condenas

que designe el Juzgado Segundo Pluripersonal de Ejecución Penal de la ciudad de

Quetzaltenango, con abono a la prisión padecida desde el momento de su

27
detención, sujeto al régimen, trabajo y disciplina del mismo, órgano jurisdiccional a

donde deberá remitirse el presente proceso al quedar firme el fallo. II) Como pena

accesoria, se suspende al condenado Luis David Bautista Barrios en el ejercicio

de sus derechos políticos durante el tiempo que dure la condena, debiendo darse

el aviso correspondiente al Registro de Ciudadanos. III) Se exime a Luis David

Bautista Barrios al pago total de costas procesales, por las razones ya

consideradas. IV) Constando que Luis David Bautista Barrios, se encuentra

actualmente en libertad por aplicación de medidas sustitutivas, otorgadas por el

juez que conoció de la etapa preparatoria e intermedia, se ordena que continúe en

la misma situación jurídica en tanto quede firme la presente sentencia. V) Ha lugar

la pretensión de reparación digna en forma parcial, ejercida en este proceso por el

agraviado Darinel León González, en consecuencia, se condena a Luis David

Bautista Barrios, al pago de veinte mil quetzales (Q. 20,000.00) a favor de

Darinel León González, el cual deberá hacerse efectivo al tercer día de quedar

firme el fallo y, en caso de no hacerlo, la sentencia constituye título ejecutivo para

la acción civil correspondiente. VI) Léase el presente fallo en presencia de las

partes que comparezcan a la lectura del mismo, a la sala de debates de este

tribunal, valiendo tal lectura como legal notificación, entregándose copia del mismo

a quien así lo solicite, y a quien no comparezca, notifíquesele por medio de la

notificadora del Tribunal en el lugar señalado.

Carlos Enrique Barrios Orozco

Juez

Oscar Humberto Barrios Escobar

Secretario

28

También podría gustarte