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FISICA
Vivimos en un mundo cambiante donde los referentes éticos y morales, es decir los
valores socialmente dominantes tienden a variar modificarse constantemente creando en
muchas ocasiones contradicciones de difícil resolución.
La escuela no puede estar ajena a estos cambios y actúa muchas veces como caja de
resonancia de dicha problemática.
Los valores hacen referencia a modelos ideales de actuar y existir que el ser humano
desea, aprecia y busca y a través de los cuales interpreta el mundo y da significado a su
existencia.
Debido a su consideración ideal de algo a lo que se tiende, posee una naturaleza
abstracta e intangible y solo se hacen explicitas a través de las conductas o modos de
comportamiento que manifiesta una persona en determinadas situaciones.
En este sentido la tendencia(o predisposición aprendida) a comportarse de una manera
ante determinadas realidades vividas, problemas, ideas, situaciones, o acontecimiento
recibe el nombre de actitud.
En este sentido para favorecer una educación en valores en nuestras clases, nuestros
primeros pasos como docentes debe ir dirigido a explicitar cual es nuestra filosofía de
vida, nuestra idea de hombre, nuestro modelo educativo derivado de ella. El siguiente
paso es vivir coherentemente con lo expresado. En definitiva debemos poner de
manifiesto nuestra integridad, que valores son los que nos guían dentro y fuera de la
escuela, ya que desde esta concepción” uno solo transmite lo que contiene”: por lo
tanto no le puedo pedir que sea honesto, solidario democrático sensible si yo no lo soy.
Educar para la paz implica explicitar una serie de valores por los que se aboga y
al mismo tiempo (esto es lo novedoso) un rechazo tajante a los anti – valores que
se oponen a ellos.
AMBITO PERSONAL
Cabe señalar aquí: que una educación para la paz, requiere de acciones alineadas en un
todo con los objetivos institucionales.
Con la puesta en practica, irán apareciendo contradicciones que iremos resolviendo.
Ejemplo: ¿como podemos educar para la responsabilidad si las clases se basan o
sustentan solo en la obediencia indiscutible de la autoridad centrada en le uso del poder?
¿Cómo pretendemos que los alumnos trabajen cooperativamente si los docentes no
somos capaces de encontrar en los claustros, en las reuniones, soluciones consensuadas
a los problemas que nos afectan .
¿Cómo promover valores para la educación para la paz si en muchas ocasiones los
profesores nos auto-marginamos de la integración del colectivo escolar.
Se hace imprescindible comprender que las enseñanzas en el área actitudinal responden
directamente a: solo se trasmite lo que se contiene por lo que se hace necesario revisar
los abordajes, la coherencia entre lo que se siente se piensa y se hace (sobre todo: como
puedo pretender que el otro aprenda si yo no me muestro aprendiendo)
Pero como es sabido a todo cambio se le manifiestan resistencias al cambio por ello las
contradicciones mas fuertes están en nosotros mismos (elementos que deberían
colocarnos en situaciones de revisión y aprendizaje permanente).
Algunos docentes e instituciones justifican la educación en valores a través del
desarrollo de una unidad didáctica completa, de una jornada de juegos cooperativos, de
juegos para la paz, del día de las montañas limpias, etc. El hecho de que acciones
puntuales justifiquen total o parcialmente un proyecto global de educación en valores
impide una verdadera reflexión sobre lo que este noble fin nos exige.
En definitiva, esta propuesta, este documento, apunta a: pensar y repensar nuestra tarea
no solo desde la coherencia personal, sino fundamentalmente desde la coherencia
institucional, impúlsanos a una verdadera tarea cooperativa de cambio.
AUTOR: JOSE LUIS FLORIDIA
BIBLIOGRAFIA: