Está en la página 1de 4

La función e importancia del

ingeniero

Es importante resaltar la función e importancia que ha tenido el ingeniero


en el desarrollo social de la historia.
Diversos autores definen al ingeniero como un profesional-especialista,
encargado del desarrollo y aplicación del conocimiento tecnológico. De
manera que se puedan utilizar adecuadamente los recursos de la
naturaleza en el beneficio de la humanidad, considerando en todo momento
las restricciones éticas, físicas, económicas, ambientales, humanas,
políticas, legales y culturales. Inicialmente se consideraba la ingeniería
como un arte, ya que sus creaciones eran producto de la inventiva y de ahí
el origen de la palabra, la cual proviene del vocablo latino “ingenium”
(ingenio), formado por in y por gignére, genûi, genîtum, que significa
“engendrar”.
Algunos afirman que la ingeniería es tan antigua como la humanidad, ya
que desde la primera vez que el hombre utilizó su inventiva para dar forma
a una piedra y, de esta manera, convertirla en su herramienta. O cuando
usó de forma consciente la energía del fuego, se dice que nació este
importante arte. En la historia se pierden los inicios del uso de la rueda, la
palanca, la polea y de los metales fundidos para la creación de distintos
objetos, entre otros, pero es evidente que se requirió capacidad intelectual
para su desarrollo.
Posterior al siglo XVIII, con la revolución industrial y la invención de las
máquinas de vapor y las relacionadas con las industrias textiles, y del
acero, otra cara se da de la ingeniería y de las nuevas formas de organizar
el trabajo. Lo que origina la ingeniería como profesión, por el conocimiento
que se requiere para la aplicación de las nacientes tecnologías. De allí
proviene el anglicismo de “engineer”, es decir, “máquina” y en países como
Italia, el término ingeniero se emplea como una derivación de
constructores.

El ingeniero y sus funciones

La función de un ingeniero es la de realizar diseños o desarrollar soluciones


tecnológicas a las cambiantes necesidades sociales, industriales y/o
económicas. Siempre se ha relacionado al sector industrial, pero basta
pensar, a manera de ejemplo, en los acueductos de las ciudades romanas,
desarrollados por los ingenieros, para ver que realmente es una profesión
con un importante aporte social. Actualmente, son diversas sus ramas que
van desde las carreras como ingeniería industrial, civil, mecánica, eléctrica
y otras, hasta las más recientes como la ingeniería biomédica, que es el
resultado de la aplicación de esta profesión a la medicina, buscando el
bienestar del hombre.

Sin embargo, la complejidad que refleja la sociedad actual muestra que la


función del ingeniero tiene un mayor alcance en cuanto a su influencia se
refiere. La incursión y el avance de la tecnología en la sociedad, así como
las consecuencias que tiene su uso incorrecto, le asignan una importante
cuota de responsabilidad por el producto de su trabajo y el uso que se hace
de éste. Desde el punto de vista legal, las responsabilidades jurídicas se
presentan tanto por acción como por omisión. En este sentido, debe
considerarse abierto a ser juzgado, tanto legal como moralmente, por sus
actos u omisiones. Considerando el impacto y la relevancia que la
tecnología representa actualmente sobre la sociedad, la responsabilidad del
ingeniero es directamente proporcional a la repercusión de su producto.

Las habilidades que tradicionalmente se le han solicitado a los ingenieros


son diversas entre las que destacan: dominio de las ciencias matemática,
física y química y de diversos idiomas; aptitudes mecánicas; comprensión
espacial y del tiempo; sentido común; capacidad de liderazgo y
comunicación; creatividad, ingenio y capacidad para resolver problemas;
habilidades para escuchar, negociar y ser diplomática. Todo en la búsqueda
permanente de lograr la eficiencia en las organizaciones y su mejora
continua; pasión por el mejoramiento continuo, buen sentido común, ética
y otras, que hacen complejo su proceso de formación.

Un poco de historia

En Francia, en el año 1747, se considera que nace la primera escuela de


Ingeniería, con la idea de dedicarse a investigar, estudiar y aplicar los
procesos tecnológicos concretos. Posterior a los años 80, la Unexpo otorga
los títulos de Especialización, Maestría y Doctorado, dando respuesta a las
necesidades de actualización permanente que tienen los ingenieros en su
profesión.
El ingeniero debe ser capaz de identificar y entender los problemas
actuales, de interpretar las necesidades sociales y de responder a ellas con
soluciones fundadas en su comprensión y dominio. En este sentido, los
ingenieros necesitarán estructuras intelectuales sólidas, resistentes a los
fuertes y continuos desarrollos tecnológicos. La calidad de estos
profesionales y de la de sus instituciones educativas depende de quienes
producen, transforman y transmiten el conocimiento, es decir, de los
profesores, docentes e investigadores. De ahí la importancia que tiene para
este profesorado, no sólo realizar labores docentes, sino dedicarse
igualmente a ejecutar trabajos de extensión y de investigación.
Reflexiones
A manera de cierre, es importante recordar las palabras expresadas por el
expresidente norteamericano Herbert Hoover, en el año 1936, al inaugurar
la importante represa y obra de la ingeniera que lleva su nombre: “La gran
responsabilidad del ingeniero, en comparación con las personas que ejercen
otras profesiones es que sus obras están expuestas a la vista de todo el
mundo. Sus actos, paso por paso, están materializados. No puede llevarse
errores para la tumba, como los médicos. No puede, como el arquitecto,
cubrir sus fallas con árboles y enredaderas. No puede, como los políticos,
encubrir sus deficiencias culpando a sus oponentes y tener la esperanza de
que la gente lo olvide. El ingeniero simplemente no puede negar lo que
hizo. Si sus obras no funcionan, está condenado. Esa es la fantasmagoría
que lo acosa en las noches e inquieta sus días. Regresa al trabajo al final
del día resuelto a hacer los cálculos otra vez. Despierta en la mañana y
durante todo el día se sobrecoge con el pensamiento de los contratiempos
que inevitablemente aparecerán para estremecer su limpia consumación.
Por otro lado, a diferencia de los médicos, su vida no transcurre entre los
débiles. A diferencia del soldado, la destrucción no es su propósito. A
diferencia del abogado, los pleitos no son el pan de cada día. Al ingeniero
corresponde la tarea de arropar los huesos desnudos de la ciencia con vida,
comodidad y esperanza”. (Doctora Carmen Vásquez)

También podría gustarte