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Acer palmatum o Arce palmado japonés de

montaña (Momiji)
Guía Básica para trabajar los Acer palmatum

Los Arce palmatum o arce palmado japonés (también


conocido como arce de montaña)es una de las especies que menos
problemas da a la hora de formarlos como bonsáis.
Con un pinzado y un trasplante al año irán fenomenal. Yo
los suelo reproducir desde semilla, de árboles de viveros donde
me dejan coger.
Las especies silvestres son mucho mejores y más fáciles de
cultivar, que las que se trabajan y obtienen en jardinería (que
aunque son más bonitas son menos resistentes a plagas y a
cambios bruscos del clima).
Con los arces palmatum tenemos muchas diferencias,
incluso dentro de una misma variedad, cambian de forma y
características.
Por tanto, tienes que tener claro las características para
formar uno u otro tipo de bonsái.
Si tienes un árbol con hojas pequeñas y los entrenudos
cortos, lo mejor es formar bonsáis compactos, pequeños y más
dulces.
Pero si tenéis hojas más grandes con entrenudos largos, es
lógico ir a por bonsáis con más fuerza y de mayor tamaño
(aunque sea poco popular hoy día según las modas).

AGUA Y RIEGO
Uno de los problemas que hay con el arce palmatum es que
tiene los poros de las raíces finos y por tanto le viene muy mal las
aguas duras o con mucha cal (sales), que taponan los poros,
impidiendo que llegue suficiente agua a las hojas, las cuales
terminan por secarse.
Debes regar con agua de ósmosis si vives en una zona con
agua dura.
El agua del grifo, si no es muy dura no suele dar problemas,
así que no te vuelvas loco.
Si no tienes un sistema de Ósmosis que te elimine sales que
alcalinizan el agua, tendrás que recurrir a métodos rudimentarios,
pero que funcionan (como añadir vinagre para que el agua sea
más ácida).
Con añadir medio litro de vinagre a 20 litros de agua,
dejándolo reposar 3 ó 4 días para que las sales precipiten (se
vayan al fondo) y puedas regar tranquilamente con un agua
mejorada para tus bonsáis.
El agua del grifo es perfecta para regar un bonsái, al
principio no hace falta volverte loco con éste tema. Pero es muy
importante que el agua la dejes reposar en algún barreño o en un
bidón abierto, para que el cloro escape. Con un día es suficiente
para que el cloro escape, así no dañará la flora bacteriana tan
necesaria para la vida de tu bonsái.
El riego como siempre debe ser abundante, no dejes secar el
sustrato nunca, cuando veas que empieza a secarse la superficie lo
riegas.
Si lo que quieres es trabajar para obtener ya un pequeño
bonsái o trabajar un bonsái ya grande y mantenerlo, evitando
entrenudos cortos, riega en pequeñas dosis (siempre pensando en
tu clima y el calor que tengas). Observa la superficie de la tierra y
espera a que se seque, después riega de nuevo.
Sobre todo en primavera es importante, cuando la fase de
desarrollo es fuerte y las ramas se disparan.
Remoja las hojas en verano, por la mañana y por la tarde,
aunque corras el riesgo de que los hongos afecten un poco las
hojas, es mejor pasarse en verano y que el árbol se encuentre
fresco sin que se marchite.
A veces, para evitar estar regando todo el tiempo, yo le
pongo un 10% de turba negra o mantillo. Así espacio más los
riegos.
Si tienes árboles en macetas muy pequeñas, ponlos en una
bandeja con agua, que no toque el fondo, para no pudrir las raíces
(puedes poner piedras de 1 a 2 cm en el fondo), se crea un
ambiente más húmedo de seguridad. Esto sirve también para
cuando te marches de casa o si vuelves tarde del trabajo. En
verano es fundamental.
Si no puedes regar con una regadera especial con agujeros
finos, para que no se caiga el sustrato, puedes comprar unas
boquillas en cualquier vivero o tienda para adaptar a la manguera.
También puedes sumergir la maceta en agua hasta que saque todo
el aire, después la sacas y dejas que salga el agua.
Lo importante es asegurarse que todo el interior de la
maceta se humedece y renueva el aire, recuerda que las raíces
respiran.
SUSTRATO

En el mundo del bonsái cada vez utilizamos más sustratos como los
japoneses, que absorben agua y mantienen la porosidad (huecos con aire
para que respiren las raíces) sin causarles daño por exceso de humedad,
encharcamiento o ahogo de las raíces, que es fatal.
En el punto de trasplantes te digo lo que debes poner como sustrato al arce
palmatum.
Akadama, es una arcilla cocida que utilizan los japoneses para sus bonsáis,
es más cara, pero tiene muchas cosas buenas, como sustrato es de los
mejores. Lo que no aporta es alimento y con las heladas a los 2 ó 3 años se
debe volver a trasplantar. De todas formas si tienes un árbol joven no
importa porque lo trasplantarás cada año o cada dos.
Para acer palmatum en general uso: 3 partes de Akadama y 1 parte de
Kiryuzuna.
Yo utilizo sustrato volcánico japonés: 3 partes de Akadama y 1 parte de
Kanuma (para especies más ácidófilas).

Ubicación

¿Qué puedes ofrecer a tu bonsái?


¿Vas a poder ubicarlo en el exterior o será imposible?
Todos los árboles necesitan estar al aire libre, en exterior, incluso los que
sean de otro clima (lo único es que tendrás que tener cuidado cuando llegue
el frío y protegerlo adecuadamente).
Nuestro Acer palmatum es de montaña, vive debajo de árboles de mayor
tamaño.
En primavera y otoño a pleno sol sin dudarlo. Hasta cierto punto podemos
tener quemadura en las hojas, hay que sopesar dependiendo mucho de tu
clima.
Los viento secos y cálidos puedes afectar mucho a tu arce, en ésta situación
es bueno pulverizar agua sobre las hojas.
En verano sombréalo con malla de sombreo del 50%, si no tienes o no
puedes conseguir, evita que le dé el sol directo fuerte.
En invierno aguanta bien las heladas, pero mejor protegerlo con plástico
cuando lleguen las temperaturas a -3 grados o por debajo. Las raíces sufren
y pueden congelarse. Lo peor son heladas seguidas, impidiendo que se
descongele la maceta. Riega solo cuando se haya descongelado la maceta.
Cuidado con las macetas muy pequeñas, tanto en verano como en invierno,
se secan muy rápido y se hielan muy rápido. Se deben proteger sí o sí.
No lo protejas dentro de un invernadero, porque el acer palmatum necesita
sentir el frío, si no puede brotar antes de tiempo y eso lo debilitaría.
En sombra total los colores se desvanecen mucho, a pleno sol (siempre
cuidando de los riesgos que te he dicho), la coloración de los arces es
expectacular.
En éste artículo hablo sobre la ubicación de tu bonsái.

Trabajos
Trasplante
Los árboles jóvenes se deben trasplantar cada año, los árboles viejos cada 3
ó 5 años.

Este debe hacerse antes de que empiecen a abrirse las hojas, cuando las
yemas empiecen a hincharse.

Puedes hacer trasplantes de urgencia, pero evita el viento y el excesivo


calor. Lo mejor es hacerlo un día lluvioso o nublado, protegido del viento.

Cuando trasplantes debes sanear las raíces que veas podridas, de color
negro o marrón oscuro. También hay que podar las ramas que no sean
buenas para el diseño para reducir la masa aérea o copa. Si quitas muchas
raíces debes también reducir ramas en la misma proporción que las raíces
que has cortado.

Si tienes dudas sobre cuanto cortar o cuanto dejar, lo mejor es dejar 1/3
más de raíces que de ramas, o si no te decides es mejor no podar raíces y
preguntar para la próxima vez a un experto o aficionado, nunca en tiendas
no profesionales (muchas veces donde lo compras no tienen ni idea).
De todas formas humedece las raíces durante el trasplante para evitar que
se sequen, ya que son raíces muy sensibles. Las nuevas raíces son muy
quebradizas, cuidado al manipularlas.

Coloca un montículo donde vayas a ponerlo y aprieta haciendo giros con el


árbol, para evitar que debajo quede aire que pudra las raíces.

Es muy importante que inmovilices el árbol, puedes hacerlo de muchas


maneras.

Como sustrato échale akadama en un 70%, kyriu en un 20% y turba negra o


mantillo en un 10%. Si no tienes kyriu pon hasta un 15% de mantillo o
turba negra.

Si no tenéis akadama ni kyriu, una mezcla buena es siempre que sea algo
ácida:

Arena gruesa o gravilla fina (que sea de grano superior a 2mm) un 40%,
puedes sustituirlo por granos de tierra volcánica o similar.
Mantillo o mezcla preparada para bonsái en tiendas especializadas, llevan
fibra de coco, perlita, mantillo, turba, arena…de esta mezcla le echas un
60%.
Para algunas especies de palmatum es importante que tengan algo más de
acidez, con un 5,7 de ph (variedades atropurpureum, y algunos disectum),
es mejor utilizar 3 partes de Akadama y 1 una parte de Kanuma.
Lo importante es que la mezcla tenga un buen drenaje (desagüe), que el
agua no se estanque, que salga rápido por los agujeros de drenaje de la
maceta. También es importante que sustrato no se deshaga, mantenga la
humedad y el aire.

Recuerda que el mantillo o la mezcla preparada comercial para bonsái no


es lo ideal, sólo te la recomiendo si no encuentras otra cosa. Y sobre todo
no para una maceta de bonsái.
Muy importante es el post-trasplante, situando el árbol en zona sombreada
e iluminada, pero fuera de los rayos de sol directo, al menos hasta que
empiece a brotar bien.

En dos o tres semanas empezará a brotar, si no espera y no te pongas


nervioso, a veces cada árbol tiene sus peculiaridades.

Sobre la elección de maceta, si quieres que tu Arce empiece a desarrollar


las raíces, encaminadas a un nebari bonito y a que no desarrolle en exceso
un vigor que haga que se disparen las ramas, es importante que pongas
macetas no muy profundas (a no ser que quieras que engorde y se
desarrolle mucho hasta que empieces a trabajarlo para hacerlo bonsái). Por
tanto, suelen ser buenas las macetas poco profundas o bajas y ovaladas.

Mira éste artículo donde hablo de trasplantes.

Poda y pinzado
El Pinzado se hace en primavera una sola vez, luego si no abonamos en
exceso, no saldrán brotes nuevos. Si salen más brotes es que los estamos
abonando mucho (solo si son jóvenes y queremos que crezcan mucho).

No podar en invierno, tan sólo ramas finas muy largas como te digo en éste
vídeo,

aunque sea un acer buergerianum, la poda de otoño es igual.

La mayoría de los autores dicen que la época mejor para la poda de los
arces palmatum es cuando éste tira la hoja a finales del otoño e invierno.
Sin embargo, el maestro Murata Isamu, de la vieja escuela dice que es
mejor podar cuando se sabe que las ramas no se han secado en invierno y
han brotado bien, cosa que ocurre sobre todo en las puntas de las ramas (o
la rama entera) si ha sido un invierno muy frío.

Otro problema al podar en invierno es el sangrado de los arces, que puede


dejar el árbol en muy malas condiciones, incluso la muerte si las ramas que
podas son gruesas. Puedes podar algunas ramas finas, pero también podrás
apreciar cómo tu arce sangra aunque pongas pasta cicatrizante.

El Pinzado suele hacerse cuando veas que los brotes en primavera se


desarrollan y paran, es entonces cuando es mejor pinzar, dejando un solo
brote corto de las ramas nuevas, de los que tienen hojas en la base de la
rama y cortando donde se empiezan a alargar los entrenudos.

Este pinzado suele hacerse durante la primavera, no antes de que maduren


para que la fuerza se distribuya bien.

Las yemas de los futuros brotes se van abriendo de dos en dos, en forma de
V, así tendremos un par de yemas que son las que salen hacia arriba y hacia
abajo, corta desde la base el que sale inferior y deja el superior.

También quita todos los chupones o brotes en la base del tronco o ramas,
que le restan fuerza al árbol.

Cuando un bonsái está ya formado, para mantener la forma de éste,


también puedes pinzar tan pronto como crezcan los brotes de ramas no
deseadas.

El maestro Murata Isamu, suele trabajar sus bonsáis con las podas y
pinzados, de manera que deja crecer las ramas y poda según la dirección
deseada, ya que los brotes son opuestos y dobles, debes ver la dirección
hacia dónde quieres que se dirija la nueva rama, dando forma helicoidal a
las ramas y eliminando los brotes no deseados.

Es básico el pinzado, sobre todo en la punta de las ramas y ápice, para


evitar que brote solo por éstas zonas y brote en zonas interiores.

Para evitar que las hojas sean más grandes, debes exponer los arces a zona
muy luminosa e incluso a pleno sol, cuidando eso sí, las épocas de verano y
sol fuerte, de esa manera obtendrás mejores hojas, fuertes y en otoño un
color precioso.

Recuerda que no debes podar un árbol que veas débil, con hojas marchitas
o de mal aspecto. Solo poda árboles que estén fuertes y sanos.

Alambrado
Se alambra en octubre, dejando el alambre hasta marzo.

Te recomiendo no alambrar un arce en primavera, porque el crecimiento es


rápido en ésta época y el alambre dañará la corteza de tronco y ramas,
dejando marcas muy difíciles de quitar incluso durante años.

Defoliado
La defoliación es perjudicial para esta especie, por tanto, no defolies tu arce
palmatum.

Cuando defolias un arce palmatum salen brotes irregulares por todas partes,
se ponen más feos y se debilitan.

Además las hojas de la segunda brotación son más feas, tiernas y por tanto
más sensibles, cogiendo fácilmente el oídio.
Acodo
El acodo es quizás la mejor manera de conseguir rápidamente un bonsái de
pequeño tamaño.

Esta técnica del acodo se realiza cuando los árboles tienen más fuerza, a
mediados de primavera o finales. No podes ramas porque son las que harán
que crezca más rápido las raíces en el acodo.
El acodo es retirar una banda de corteza (anillo de ancho igual o superior al
grosor del tronco del árbol) alrededor del tronco, por la zona donde
queremos que las raíces salgan.

En éste vídeo te enseño cómo se hace en un manzano everest.

Siempre evita la deshidratación, regándolo (si dejamos una abertura por


arriba) o inyectando agua con una jeringuilla si lo has cubierto
completamente con plástico.
Las raíces aparecerán en la zona donde pelamos la corteza en dos o tres
meses.

El momento crítico viene cuando retiramos la bolsa y vemos cómo ha ido


el acodo, ya que no debemos quedarnos cortos ni pasarnos de tiempo.

Si hay pocas raíces mal porque la planta puede morir ya que todavía no
tiene suficientes raíces. Si hay muchas raíces formando un bloque también
mal, porque las raíces jóvenes del arce son muy quebradizas y
desenredarlas sería difícil sin romperlas.

Por tanto, miras de alguna manera para intentar calibrar si hay o no


suficientes raíces antes de retirar el acodo.
Retirar el Acodo
Para retirar el acodo tendrás que cortar la rama o tronco, con cuidado
siempre sin dañar las raicillas nuevas de la zona del acodo.

En el siguiente vídeo tienes diferentes variedades de acer palmatum donde


retiro el acodo.

Separación de Acodo en Acer palmatum.

Separación de Acodo en Acer palmatum mikawa yatsubusa.

Separación de Acodo en Acer palmatum Shishighashira.

Separación de Acodo en Acer palmatum benichidori.

Separación de Acodo en Acer palmatum seigen.

Una vez retirado, cortamos el sobrante de rama o tronco hasta la zona de


raíces nuevas.

Al plantarlo en una maceta debes tener cuidado con las raíces, que en los
arces palmatum son muy quebradizas.
Debes sujetar y fijar muy bien, atando el tronco con cordel, fuertemente a
la maceta, impidiendo que se mueva en unos meses para que las raíces
crezcan sin romperse por causas del viento, lluvia, etc…

Cuida tu árbol de forma normal como a cualquier otro, regando,


sombreando, abonando, etc…

Semillas
Las semillas son otra manera muy buena de conseguir plantas de una forma
muy barata y gratificante, ya que ver crecer desde semilla para mí es de lo
mejor de éste arte. Puedes conseguirlas por internet o en algún parque o
vivero.

Tendrás que estratificarlas, es decir, si no vives en una zona con frío donde
bajen las temperaturas por debajo de 5ºC en invierno, tendrás que mantener
las semillas en la zona baja del frigorífico, en un pequeño tupper donde
conserve la humedad y el frío, que no estén encharcadas (que no se vean las
gotitas de agua).

Puedes guardarlas con arena fina o con perlita que puedes conseguir en
vivero o centros de jardinería, tienen buenas características para guardar la
humedad.

En el siguiente vídeo te doy algún consejo y te hablo sobre éste tema.

Truco para conseguir que salgan bien las semillas de Acer palmatum
(vídeo).
Además deberás de echarle fungicida cada mes y controlar que estén bien y
que no germinan.

Si empiezan a germinar tendrás que plantarlas en una maceta o semillero


(protegido de las heladas hasta que llegue la primavera, suelen aguantar
bien las inclemencias del tiempo), puedes poner de sustrato akadama o en
si lo prefieres 50% arena mezclada con turba rubia y negra.

Protégelas de babosas, caracoles y pájaros, con una malla y con antilimacos


(granos verdes que se venden en centros de jardinería), sino corres el riesgo
de quedarte en una sola noche sin ellos, después de todo el trabajo.

Mantén la humedad, pero no encharques. Aun así deberás de seguir


cuidando los plantones de los hongos que atacan, cada 3 semanas o 1 mes
sigue echándole fungicida.

El tema de las semillas merece un documento por sí solo, cuidados, etc…

Esquejes
Se hacen en primavera, con ramas de unos 10 a 15 cm.

Además te aconsejo éste artículo para que no tengas errores al realizar


esquejes y tengas más éxito.

Aguantan bien al exterior, pero protégelos del viento y del sol excesivo,
hasta que empiecen a enraizar ya avanzada la primavera. Después habrá
que sobrearlos del intenso calor del verano.
Yo suelo hacerlos de Acer palmatum arakawa, Acer palmatum deshojo,
Acer palmatum kiyohime y Acer palmatum híbrido.

También puedes esquejar a principios de verano funcionan bien y aguantan,


pero no los saques hasta la primavera siguiente(debes protegerlos del frío y
de heladas directas, aunque sea debajo de otros árboles o debajo de aleros).

Los esquejes en el arce palmatum suelen dar raíces débiles que hacen que
el árbol no prospere tanto como los que provienen de semilla.

Abonado
Según quieras trabajar tu árbol debes de abonar:

Si quieres que tu árbol engorde y crezca mucho, porque es joven, entonces


tendrás que abonar para ese fin.
Debes usar abonos cargados en N (nitrógeno) y menos cargados en P
(fosforo) y K (potasio).

Si el árbol está ya trabajado o tiene una edad de 15 a 20 años o más,


entonces debes abonar con cuidado y controlar mejor las dosis para evitar
que el bonsái se dispare en crecimiento y estropee todo el trabajo.
Para un bonsái trabajado o que queremos que no crezca demasiado
tendremos cuidado y si vemos que tiene las hojas muy verdes y brota sin
parar, sin secar ninguna ramita, es que estamos abonando demasiado.

Los arces palmatum secan las ramas al principio de la primavera, al


contrario que el resto de caducos que lo hacen en otoño. Tendremos que
fijarnos bien en primavera y reducir o aumentar la cantidad de abono.
Es importante dejarlo a pleno sol (exceptuando el verano, no lo olvides)
para que las hojas tengan menor tamaño y mejor color, dando bonitos
colores en el otoño.

También debes cambiar el abonado, con más cantidad de P y K que de N,


de esta manera mejora su fructificación y fortaleces el árbol, frenando su
crecimiento con ramas de entrenudos cortos en vez de largos.

En primavera abona a finales de abril, para que el árbol no se dispare en


crecimiento (a no ser que tu deseo sea el contrario, que crezca y engorde).
Se suele abonar bien hasta el verano, que según las regiones y el calor, el
árbol hace un parón en el crecimiento, por tanto, no hace falta abonar.

En otoño es cuando el árbol guarda fuerzas para pasar mejor el invierno. Se


debe abonar siempre con abonos ricos en P y K, con menos N. El árbol
suele engordar más que nunca, por eso no es buena idea tenerlos
alambrados.

Y no olvides que un árbol recién trasplantado no debe ser abonado hasta


que veas que brota. Después puedes abonarlo con tranquilidad.

En éste artículo te hablo y aconsejo sobre qué abonos puedes utilizar.

Protección contra enfermedades y plagas


El arce suele ser una especie fuerte, se adapta bien y tiene pocas plagas que
le ataquen.

Los más normales suelen ser los pulgones, cuando las hojas están tiernas y
en los brotes nuevos, en primavera hay que vigilar para que no los dañen.
Suelen ir acompañados de hormigas que se alimentan del azúcar que los
pulgones eliminan, así que si ves hormigas en tu bonsái hay pulgones. De
todas maneras suelen centrarse en los brotes tiernos, cuando el árbol crece
y las hojas maduran los pulgones tienden a desaparecer.

Las cochinillas dañan más que los pulgones y pueden llegar a matar el
árbol, pero lo mejor es utilizar polisulfuro diluido en invierno, cuando se lo
apliques al resto de tus bonsáis.

A pesar de todo el arce palmatum es sensible a los hongos, en hojas (sobre


todo en algunas variedades como shishigashira y kotohime) y debe de
combatirse con un fungicida. Las hojas que estén marchitas o con hongos
es mejor quitarlas para no extender las esporas por el resto del árbol o sus
vecinos.

Los hongos en las raíces son mucho más peligrosos y es una de las formas
en las que un arce palmatum puede morir si no se ataja rápido el problema,
aunque suele ser difícil verlo y a veces es demasiado tarde.

El ácaro de las agallas en las hojas, es microcópico y provoca granos


amarillos o rojos como abultamientos en las hojas, no es perjudicial solo se
debe eliminar las hojas.

El amarilleamiento de las hojas se puede deber a la falta de riego, se secan


o marchitan y caen.

Los arces palmatum no soportan bien los químicos, así que ten cuidado con
las dosis y no insistas mucho con los tratamientos, porque suele tener malas
reacciones. Lo mejor es utilizar sistémicos y tratamientos ecológicos que se
aplican sobre el suelo para que lleguen por las raíces a las hojas. A no ser
que persista la plaga o enfermedad y tengas que utilizar químicos
específicos para dicho mal, es mejor no utilizar los químicos.
Las cochinillas pueden llegar a matar al árbol, pero lo mejor es utilizar
polisulfuro diluido en invierno, cuando se lo apliques al resto de tus
bonsáis.

La peor enfermedad que ataca a los arces palmatum es el verticillum, cuya


solución no es sencilla. Se debe aplicar varios fungicidas en diferentes
fases e ir cambiando para conseguir erradicar el hongos u hongos
asociados. Actualmente sólo si consigues éstas sustancias (algunas de ellas
prohibidas como el Beltanol), ahora en Europa necesitas el carnet
fitosanitario, podrás conseguir salvar tu arce.

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