Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
montaña (Momiji)
Guía Básica para trabajar los Acer palmatum
AGUA Y RIEGO
Uno de los problemas que hay con el arce palmatum es que
tiene los poros de las raíces finos y por tanto le viene muy mal las
aguas duras o con mucha cal (sales), que taponan los poros,
impidiendo que llegue suficiente agua a las hojas, las cuales
terminan por secarse.
Debes regar con agua de ósmosis si vives en una zona con
agua dura.
El agua del grifo, si no es muy dura no suele dar problemas,
así que no te vuelvas loco.
Si no tienes un sistema de Ósmosis que te elimine sales que
alcalinizan el agua, tendrás que recurrir a métodos rudimentarios,
pero que funcionan (como añadir vinagre para que el agua sea
más ácida).
Con añadir medio litro de vinagre a 20 litros de agua,
dejándolo reposar 3 ó 4 días para que las sales precipiten (se
vayan al fondo) y puedas regar tranquilamente con un agua
mejorada para tus bonsáis.
El agua del grifo es perfecta para regar un bonsái, al
principio no hace falta volverte loco con éste tema. Pero es muy
importante que el agua la dejes reposar en algún barreño o en un
bidón abierto, para que el cloro escape. Con un día es suficiente
para que el cloro escape, así no dañará la flora bacteriana tan
necesaria para la vida de tu bonsái.
El riego como siempre debe ser abundante, no dejes secar el
sustrato nunca, cuando veas que empieza a secarse la superficie lo
riegas.
Si lo que quieres es trabajar para obtener ya un pequeño
bonsái o trabajar un bonsái ya grande y mantenerlo, evitando
entrenudos cortos, riega en pequeñas dosis (siempre pensando en
tu clima y el calor que tengas). Observa la superficie de la tierra y
espera a que se seque, después riega de nuevo.
Sobre todo en primavera es importante, cuando la fase de
desarrollo es fuerte y las ramas se disparan.
Remoja las hojas en verano, por la mañana y por la tarde,
aunque corras el riesgo de que los hongos afecten un poco las
hojas, es mejor pasarse en verano y que el árbol se encuentre
fresco sin que se marchite.
A veces, para evitar estar regando todo el tiempo, yo le
pongo un 10% de turba negra o mantillo. Así espacio más los
riegos.
Si tienes árboles en macetas muy pequeñas, ponlos en una
bandeja con agua, que no toque el fondo, para no pudrir las raíces
(puedes poner piedras de 1 a 2 cm en el fondo), se crea un
ambiente más húmedo de seguridad. Esto sirve también para
cuando te marches de casa o si vuelves tarde del trabajo. En
verano es fundamental.
Si no puedes regar con una regadera especial con agujeros
finos, para que no se caiga el sustrato, puedes comprar unas
boquillas en cualquier vivero o tienda para adaptar a la manguera.
También puedes sumergir la maceta en agua hasta que saque todo
el aire, después la sacas y dejas que salga el agua.
Lo importante es asegurarse que todo el interior de la
maceta se humedece y renueva el aire, recuerda que las raíces
respiran.
SUSTRATO
En el mundo del bonsái cada vez utilizamos más sustratos como los
japoneses, que absorben agua y mantienen la porosidad (huecos con aire
para que respiren las raíces) sin causarles daño por exceso de humedad,
encharcamiento o ahogo de las raíces, que es fatal.
En el punto de trasplantes te digo lo que debes poner como sustrato al arce
palmatum.
Akadama, es una arcilla cocida que utilizan los japoneses para sus bonsáis,
es más cara, pero tiene muchas cosas buenas, como sustrato es de los
mejores. Lo que no aporta es alimento y con las heladas a los 2 ó 3 años se
debe volver a trasplantar. De todas formas si tienes un árbol joven no
importa porque lo trasplantarás cada año o cada dos.
Para acer palmatum en general uso: 3 partes de Akadama y 1 parte de
Kiryuzuna.
Yo utilizo sustrato volcánico japonés: 3 partes de Akadama y 1 parte de
Kanuma (para especies más ácidófilas).
Ubicación
Trabajos
Trasplante
Los árboles jóvenes se deben trasplantar cada año, los árboles viejos cada 3
ó 5 años.
Este debe hacerse antes de que empiecen a abrirse las hojas, cuando las
yemas empiecen a hincharse.
Cuando trasplantes debes sanear las raíces que veas podridas, de color
negro o marrón oscuro. También hay que podar las ramas que no sean
buenas para el diseño para reducir la masa aérea o copa. Si quitas muchas
raíces debes también reducir ramas en la misma proporción que las raíces
que has cortado.
Si tienes dudas sobre cuanto cortar o cuanto dejar, lo mejor es dejar 1/3
más de raíces que de ramas, o si no te decides es mejor no podar raíces y
preguntar para la próxima vez a un experto o aficionado, nunca en tiendas
no profesionales (muchas veces donde lo compras no tienen ni idea).
De todas formas humedece las raíces durante el trasplante para evitar que
se sequen, ya que son raíces muy sensibles. Las nuevas raíces son muy
quebradizas, cuidado al manipularlas.
Si no tenéis akadama ni kyriu, una mezcla buena es siempre que sea algo
ácida:
Arena gruesa o gravilla fina (que sea de grano superior a 2mm) un 40%,
puedes sustituirlo por granos de tierra volcánica o similar.
Mantillo o mezcla preparada para bonsái en tiendas especializadas, llevan
fibra de coco, perlita, mantillo, turba, arena…de esta mezcla le echas un
60%.
Para algunas especies de palmatum es importante que tengan algo más de
acidez, con un 5,7 de ph (variedades atropurpureum, y algunos disectum),
es mejor utilizar 3 partes de Akadama y 1 una parte de Kanuma.
Lo importante es que la mezcla tenga un buen drenaje (desagüe), que el
agua no se estanque, que salga rápido por los agujeros de drenaje de la
maceta. También es importante que sustrato no se deshaga, mantenga la
humedad y el aire.
Poda y pinzado
El Pinzado se hace en primavera una sola vez, luego si no abonamos en
exceso, no saldrán brotes nuevos. Si salen más brotes es que los estamos
abonando mucho (solo si son jóvenes y queremos que crezcan mucho).
No podar en invierno, tan sólo ramas finas muy largas como te digo en éste
vídeo,
La mayoría de los autores dicen que la época mejor para la poda de los
arces palmatum es cuando éste tira la hoja a finales del otoño e invierno.
Sin embargo, el maestro Murata Isamu, de la vieja escuela dice que es
mejor podar cuando se sabe que las ramas no se han secado en invierno y
han brotado bien, cosa que ocurre sobre todo en las puntas de las ramas (o
la rama entera) si ha sido un invierno muy frío.
Las yemas de los futuros brotes se van abriendo de dos en dos, en forma de
V, así tendremos un par de yemas que son las que salen hacia arriba y hacia
abajo, corta desde la base el que sale inferior y deja el superior.
También quita todos los chupones o brotes en la base del tronco o ramas,
que le restan fuerza al árbol.
El maestro Murata Isamu, suele trabajar sus bonsáis con las podas y
pinzados, de manera que deja crecer las ramas y poda según la dirección
deseada, ya que los brotes son opuestos y dobles, debes ver la dirección
hacia dónde quieres que se dirija la nueva rama, dando forma helicoidal a
las ramas y eliminando los brotes no deseados.
Para evitar que las hojas sean más grandes, debes exponer los arces a zona
muy luminosa e incluso a pleno sol, cuidando eso sí, las épocas de verano y
sol fuerte, de esa manera obtendrás mejores hojas, fuertes y en otoño un
color precioso.
Recuerda que no debes podar un árbol que veas débil, con hojas marchitas
o de mal aspecto. Solo poda árboles que estén fuertes y sanos.
Alambrado
Se alambra en octubre, dejando el alambre hasta marzo.
Defoliado
La defoliación es perjudicial para esta especie, por tanto, no defolies tu arce
palmatum.
Cuando defolias un arce palmatum salen brotes irregulares por todas partes,
se ponen más feos y se debilitan.
Además las hojas de la segunda brotación son más feas, tiernas y por tanto
más sensibles, cogiendo fácilmente el oídio.
Acodo
El acodo es quizás la mejor manera de conseguir rápidamente un bonsái de
pequeño tamaño.
Esta técnica del acodo se realiza cuando los árboles tienen más fuerza, a
mediados de primavera o finales. No podes ramas porque son las que harán
que crezca más rápido las raíces en el acodo.
El acodo es retirar una banda de corteza (anillo de ancho igual o superior al
grosor del tronco del árbol) alrededor del tronco, por la zona donde
queremos que las raíces salgan.
Si hay pocas raíces mal porque la planta puede morir ya que todavía no
tiene suficientes raíces. Si hay muchas raíces formando un bloque también
mal, porque las raíces jóvenes del arce son muy quebradizas y
desenredarlas sería difícil sin romperlas.
Al plantarlo en una maceta debes tener cuidado con las raíces, que en los
arces palmatum son muy quebradizas.
Debes sujetar y fijar muy bien, atando el tronco con cordel, fuertemente a
la maceta, impidiendo que se mueva en unos meses para que las raíces
crezcan sin romperse por causas del viento, lluvia, etc…
Semillas
Las semillas son otra manera muy buena de conseguir plantas de una forma
muy barata y gratificante, ya que ver crecer desde semilla para mí es de lo
mejor de éste arte. Puedes conseguirlas por internet o en algún parque o
vivero.
Tendrás que estratificarlas, es decir, si no vives en una zona con frío donde
bajen las temperaturas por debajo de 5ºC en invierno, tendrás que mantener
las semillas en la zona baja del frigorífico, en un pequeño tupper donde
conserve la humedad y el frío, que no estén encharcadas (que no se vean las
gotitas de agua).
Puedes guardarlas con arena fina o con perlita que puedes conseguir en
vivero o centros de jardinería, tienen buenas características para guardar la
humedad.
Truco para conseguir que salgan bien las semillas de Acer palmatum
(vídeo).
Además deberás de echarle fungicida cada mes y controlar que estén bien y
que no germinan.
Esquejes
Se hacen en primavera, con ramas de unos 10 a 15 cm.
Aguantan bien al exterior, pero protégelos del viento y del sol excesivo,
hasta que empiecen a enraizar ya avanzada la primavera. Después habrá
que sobrearlos del intenso calor del verano.
Yo suelo hacerlos de Acer palmatum arakawa, Acer palmatum deshojo,
Acer palmatum kiyohime y Acer palmatum híbrido.
Los esquejes en el arce palmatum suelen dar raíces débiles que hacen que
el árbol no prospere tanto como los que provienen de semilla.
Abonado
Según quieras trabajar tu árbol debes de abonar:
Los más normales suelen ser los pulgones, cuando las hojas están tiernas y
en los brotes nuevos, en primavera hay que vigilar para que no los dañen.
Suelen ir acompañados de hormigas que se alimentan del azúcar que los
pulgones eliminan, así que si ves hormigas en tu bonsái hay pulgones. De
todas maneras suelen centrarse en los brotes tiernos, cuando el árbol crece
y las hojas maduran los pulgones tienden a desaparecer.
Las cochinillas dañan más que los pulgones y pueden llegar a matar el
árbol, pero lo mejor es utilizar polisulfuro diluido en invierno, cuando se lo
apliques al resto de tus bonsáis.
Los hongos en las raíces son mucho más peligrosos y es una de las formas
en las que un arce palmatum puede morir si no se ataja rápido el problema,
aunque suele ser difícil verlo y a veces es demasiado tarde.
Los arces palmatum no soportan bien los químicos, así que ten cuidado con
las dosis y no insistas mucho con los tratamientos, porque suele tener malas
reacciones. Lo mejor es utilizar sistémicos y tratamientos ecológicos que se
aplican sobre el suelo para que lleguen por las raíces a las hojas. A no ser
que persista la plaga o enfermedad y tengas que utilizar químicos
específicos para dicho mal, es mejor no utilizar los químicos.
Las cochinillas pueden llegar a matar al árbol, pero lo mejor es utilizar
polisulfuro diluido en invierno, cuando se lo apliques al resto de tus
bonsáis.