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Y… seguimos con la leyenda de los trece muchachos de navidad, que todo el


año viven en una cueva escondida en las montañas de Islandia y que cada
diciembre bajan para repartir alegría, regalitos y golosinas. Dijo la cuentera,
dirigiéndose al público de la plaza.

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Skyrgámur o en español: Tragaskyr. Baja de las montañas el 19 de diciembre y


se queda hasta el 1° de enero. Antes de seguir, te tengo que contar que el skyr
es como una mezcla entre yogur y queso crema que se come en Islandia desde
la época de los vikingos y que a este trol le encanta.
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Tragaskyr es el octavo de los hermanos en llegar. Lo describen como un glotón,
pero de skyr y que causa mucho desorden al encontrarlo. Dicen que podría
comer este yogur islandés hasta casi explotar y sin importarle acabar con las
existencias de este producto. ¿Qué tal lo egoísta? exclamó la cuentera.
Ahora te narraré un cuento sobre este trol.

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Ocurrió en una granja de skyr; el dueño como deseaba salir de vacaciones


después de navidad, llenó los grandes barriles de madera con leche de oveja y
demás ingredientes. Tenía skyr en diversas etapas de preparación, o sea era
mucho yogur…
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Con lo que no contaba el dueño, era con la visita de Tragaskyr, quien parece
que tiene un radar para encontrar el sitio donde puede hallar esa delicia láctea.
Explicó la cuentera.

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Así que el primer lugar al que llegó al bajar de las montañas, fue a esa granja.
Y por supuesto… Tragaskyr fue directo a los barriles y se dio el gran banquete.
A parte de dejar regado skyr por todas partes. ¿Recuerdas que te dije que era
muy desordenado? Preguntó la cuentera.
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Dicen que cuando amaneció, el dueño de la granja, casi se desmaya cuando
llegó al sitio donde tenía los barriles, pues aparte del desorden, casi todos
estaban vacíos. Aclaró la cuentera.

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Y en un rincón encontró a Tragaskyr, profundamente dormido y con los botones


de su ropa desabrochado, pues su barriga parecía un globo a punto de reventar.
Pobre dueño, yo creo que se le dañaron las vacaciones. Comentó la cuentera,
solicitando un aplauso para todo el público que se encontraba reunido en la
plaza e indicándoles que iba a iniciar la leyenda del noveno muchacho de
navidad.

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