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Continuando con las leyendas de los trece muchachos de navidad, los cuales
son una tradición que aman en Islandia, donde estos extraños personajes son
recibidos, en estas fechas tan especiales, por niños y adultos con alegría. Dijo
la cuentera, sonriéndole al público de la plaza.

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Vamos a conocer a Hurðaskellir o en español podríamos llamarlo Azotapuertas


y así le diremos en este cuento.
Este trol baja de las montañas del 18 al 31 de diciembre.
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Azotapuertas es el séptimo de los hermanos en hacer su visita y uno de los
menores. Y tiene una costumbre muy molesta: dar portazos muy tarde en la
noche, cuando todos duermen. Además, le encanta el chirrido de las viejas
bisagras, sin engrasar. ¿Qué tal?, exclamó la cuentera.
Ahora te contaré una historia de este trol.

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Le ocurrió a mi hijo un diciembre que estaba de vacaciones en Islandia. Él nunca


ha creído en duendes ni nada de eso… Pero una noche, muy tarde, lo despertó
un portazo en la casa del vecino y luego otro en la suya.
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Muy asustado, se levantó y cuando se asomó por la ventana, vio a varios vecinos
reunidos en la calle. Él sacó su cabeza y preguntó qué pasaba.

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Los vecinos le contaron, que Azotapuertas había llegado al vecindario y que lo
más seguro era que desde esa noche, iban a tener muchas serenatas de portazos
hasta que se cambiara de barrio o se regresara a las montañas, pues a diferencia
de los otros hermanos a este trol no le importa la comida. Explicó la cuentera.
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Si, la comida, recuerdas que sus hermanos son muy golosos y se les puede
entretener dándoles su alimento favorito, pues a este no. Dicen que este trol hace
juiciosamente su tarea, que además espera pacientemente a que todos estén
dormidos para realizarla. También es uno de los favoritos de los chicos
islandeses, que lo imitan muy bien. Aunque yo espero que de día. Aclaró la
cuentera.

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El hecho es que mi hijo nunca supo si era broma de algunos niños o si


efectivamente esa noche los había visitado Azotapuertas. Comentó la cuentera,
invitando al público que continuaran sentados, pues pronto iniciaría la leyenda
del octavo muchacho de navidad.

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