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El aprendizaje y la enseñanza de la interpretación musical: cambiando las

concepciones y las prácticas

Los autores de este artículo, docentes de la universidad autónoma de Madrid


como profesionales en filosofía y psicología se han destacado en la
investigación y propuesta de una nueva pedagogía musical que se adecúe a los
nuevos paradigmas en educación, aplicando para ello de las teorías
constructivistas. En este artículo se proponen hacer un análisis y una critica a
cerca de as razones que no permiten que nuevas propuestas en el campo
educativo de la música se hagan efectivas. Al mismo tiempo que busca
responder a las principales dudas que las nuevas prácticas pedagógicas
generan, en especial por el cambio en las teorías de educación que se apoya en
la innovación e investigación.

Al revisar las creencias tradicionales, los rasgos más sobresalientes se


encuentran en el uso epistémico de la notación musical, su competencia, la
memorización de partituras, y la gestión metacognitiva, entre otros. Esto dio
lugar a que se analizara la competencia instrumental desde la cantidad de
práctica con el instrumento y la calidad con la que esta se hacía, con lo cual se
desmitificó la importancia del talento, lo que conllevó a que los procesos
selectivos se fundamentaran en la disposición al esfuerzo, por lo que hace que
la estrategia en la enseñanza deba ser mayor y mejor. Asimismo, se empezó a
cuestionar el uso del profesor directo ya que generaba estudiantes repetitivos
e imitativos. Esto generó que aparezcan planteamientos constructivistas con
excelentes resultados en diferentes países.

Los autores critican el modelo de enseñanza de los conservatorios en España


que producen un gran ausentismo debido a la disciplina, la exigencia y la
competividad que producían en los alumnos tal como las decodificaciones de la
notación musical, agotadoras horas de práctica y acumulación de repertorios
cada vez mas complicados que según los maestros, tenían un mejor resultado.
Sin embargo, para los escritores de este artículo, eran teorías implícitas de
enseñanza que se aplicaban sin mayor reflexión acerca de sus resultados.

En 1992, se puso en ejecución el LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General


del Sistema Educativo de España) que planteó algunos cambios en los
programas curriculares, tales como: la práctica de un enfoque educativo
constructivista y capacitación psicopedagógica que permitiera al profesorado
crear estrategias metodológicas que permitieran a los alumnos un desarrollo
más integral y potencial que fomente un estudiantado experto y autónomo. No
obstante, el esfuerzo del legislador en España, las herencias tradicionalistas
en la educación se han resistido al cambio por lo que es necesario establecer
cuales son las razones de fondo que impiden a este nuevo modelo pedagógico
avanzar. Dentro de los cuales, según los autores están las concepciones y
prácticas de los mismos profesores, y en segundo lugar la cultura institucional
de los centros.

A cerca de las concepciones o teorías implícitas sobre el aprendizaje, se


pueden identificar: la concepción o teoría directa en que el aprendizaje se
reduce al dominio técnico y a la práctica repetitiva de las obras y su fin es
ejecutar obras musicales con rigor a la partitura sin que el alumno pueda
construir sus propias soluciones. En segunda concepción, está la teoría
interpretativa en la que el profesor (director) promueve un dominio técnico y
conceptual de los procedimientos motores y cognitivos que al igual que en el
anterior, se convierten en un monólogo unidireccional, cuyo único objetivo es
reproducir la partitura y evitar que el alumno se desvíe de ello, con lo que se
distancia del enfoque constructivista que evita que el alumno tenga control y
regulación autónoma y que ejerza un control mental y sentido de su propio
cuerpo que es el que en definitiva interpreta, y así, bajo la teoría
constructivista, el profesor que se convierte en un guía, le permite al alumno
de forma metacognitiva, construir su propia representación artística de la
partitura a través de su reflexión y comprensión personal.

La teoría constructivista, según los autores, propende por concebir la


educación musical como un espacio de reflexión y metaconocimiento para los
alumnos, quienes en su actividad musical pueden gestionar autónomamente los
contenidos musicales, de tal manera que la enseñanza de la música interpretada
no sea el fin de la enseñanza instrumental, sino el medio para desarrollar las
capacidades de los alumnos, permitiendo distintas formas de analizar y
concebir la música, con doble función de las partituras: ser objeto de registro
y herramientas de conocimiento.

Para todo lo anterior se requiere definitivamente de un cambio institucional, de


una nueva cultura educativa en la que se involucren no solamente las
instituciones, sino también los profesores, alumnos, directivos, etc. En donde la
innovación y la investigación se fomenten.

En relación con el artículo, considero de suma importancia que se le enseñe a


los alumnos a ser capaces de desarrollar una autonomía e independencia de su
maestro, aportando desde su análisis musical una interpretación que sea
personal y que a partir de ahí permita construir nuevas formas de transmitir,
ya que en música el rigorismo y la radical en la ejecución puede conllevar a que
se pierda la particularidad y subjetividad que puede entregar el alumno desde
su propia vivencia. Sin embargo, considero que el planteamiento constructivista
que hace el autor puede ser implementado gradualmente, a medida que el
alumno se va enriqueciendo de otros saberes, para que sus decisiones
autónomas interpretativas no vulneren la esencia de lo que el compositor quiso
manifestar, y entender que su autonomía interpretativa no salga de las
cuestiones básicas de la partitura.

Ahora bien, el constructivismo no puede despreciar el material teórico musical,


pues, aunque el enfoque esté en el instrumento, el conocimiento del solfeo, la
teoría, la historia, etc., generan que el intérprete sea un músico más integral.

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