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INTRODUCCIÓN.

El presente trabajo tiene como objetivo continuar el análisis de la película “Nise, el


corazón de la locura” a partir de las categorías conceptuales trabajadas en el marco de la
materia Salud Pública y Comunitaria, retomando algunos puntos ya trabajados en el
primer trabajo para abordarlos desde nuevas perspectivas en el ámbito de la psicología
comunitaria respecto de las políticas en salud mental, redes comunitarias, epidemiología y
planificación.

En primer lugar podemos hacer referencia a las políticas públicas en salud mental que
fueron implementadas por el estado de Brasil, que derivaron en las prácticas que los
profesionales médicos del Centro Psiquiátrico Nacional Pedro II llevaban a cabo con los
usuarios. A partir de lo que plantea Galende (1997) podemos pensar que el modelo de
estado que imperaba en Brasil en 1944, año en el que se contextualiza la película, era un
modelo de estado economicista. Esto implicaba una concepción individualista respecto de
la responsabilidad de la salud mental del otro, en el que las políticas públicas no estaban
orientadas a la integración social sino que imperaba una lógica manicomial, produciendo
así un menoscabo a los valores de solidaridad y derechos sociales en lo que se refiere a
la asistencia pública. Las políticas de salud mental que se derivan de este modelo de
estado determinaron que en esta institución psiquiátrica los sujetos se encontraran en
condiciones de encierro y fueran objeto de múltiples castigos e experimentos, funcionando
como un dispositivo de alienación y exclusión social. Asimismo, estas prácticas derivaron
en lo que Galende (1997) plantea como des-ciudadanización, en tanto los sujetos fueron
despojados progresivamente de todos sus derechos.
Por otro lado, podemos pensar que el sistema de salud de Brasil y un sector del
componente formal de esta institución, abordaban los procesos de salud-enfermedad
desde una epidemiología de riesgo. Según Almeida Filho (2008) la epidemiología de
riesgo resulta funcional al interés de los estados respecto al control social de los grupos y
de las comunidades y a la mercantilización de la enfermedad, en consonancia con el
modelo economicista de estado. Mediante el liderazgo moral e intelectual de los
profesionales médicos de este Centro Psiquiátrico el estado de Brasil se procura el poder
y el dominio sobre la comunidad de usuarios de este servicio de salud mental.

Retomando los aportes de Breilh (2003) podemos pensar que al momento de abordar el
proceso de salud-enfermedad Nise se posicionó desde una epidemiología crítica, ya que
no puso el acento en las patologías o deficiencias de los usuarios del centro psiquiátrico,
sino en sus modos de vida, en sus búsquedas de bienestar respecto a la salud mental.
Estas búsquedas de bienestar las pudo visualizar, por ejemplo, en los dibujos que los
usuarios producían en las paredes, en sus intereses por las semillas o en el cuidado
especial hacia un muñeco. En este sentido, el posicionamiento epidemiológico del que
parte Nise incorpora otros saberes que la epidemiología de riesgo sostenida por el resto
del componente formal del sistema de salud no considera. Estos modos de vida están
vinculados al saber-hacer de los sujetos, con la historia propia de cada uno de ellos. En
este sentido, en términos de Breilh (2003), Nise logra articular la praxis histórica con los
modos de intervención, interpretación e investigación. En función de lo que plantea este
mismo autor, Nise se posicionó como una intelectual orgánica comprometida con su
época, que pone su saber en función de los intereses de los usuarios, propiciando el
desarrollo humano de estos. Adquirir conocimientos respecto a las necesidades de los
sujetos a partir de la Investigación Acción Participante permite la incorporación de nuevas
actividades que permiten una mejora en la calidad de vida de los usuarios. Nise descubre
que a través de la pintura los sujetos podían dar cuenta de su historia y expresar su
contenido inconsciente, a la vez que descubre que la incorporación de mascotas permitía
establecer nuevos vínculos y trabajar en la responsabilidad del cuidado de un otro.
Estas nuevas prácticas llevadas a cabo por Nise apuntaban a la inclusión social de los
usuarios, que para Galende (1997) constituye un intercambio de significación y sentidos.
Ella observaba sus conductas y encontró que ellos se potenciaban a través de la
socialización y la comunicación con sus compañeros. Asimismo recuperó la libertad y
autoestima de los clientes a partir de la expresión de su subjetividad, logrando que reciban
reconocimientos y aceptación en la sociedad.

A partir de lo que plantea Jaime Breilh (2003) podemos pensar que la praxis llevada a
cabo por Nise parte de una mirada contra-hegemónica, que tiene el objetivo de
democratizar las relaciones y soltar las ataduras. Esto implica una mirada emancipadora
de las comunidades, a partir de la organización colectiva, comunitaria y solidaria. A lo
largo de la película la protagonista enfoca su objetivo en establecer redes sociales desde
un pensamiento relacional, que como plantea Nuñez (2008), le permite pensar en
actividades más flexibles, en las cuales no existan los roles y en las que cada sujeto tenga
la misma posición dentro de la red. Mediante la perspectiva psicosocial comunitaria, la
comunidad logra crear un flujo y reflujo, una relación dialéctica entre los sujetos para que
se establezcan metas comunes en pos de un fin común, ya sea cuidando una mascota u
organizando una fiesta. Entonces la apuesta de Nise consistió no solo en depositar
confianza en las posibilidades de cada uno, sino también en la fuerza del vínculo en pos
de la inclusión social.
En la organización estructural de las redes, cada sujeto es parte de una realidad que
consiste en un número de sistemas de diferentes niveles. El primer nivel es el
microsistema, constituido por personas del entorno inmediato, podríamos pensar que uno
de los microsistemas está formado por los usuarios del centro psiquiátrico, otro por el
personal de salud (enfermeros, doctores y personal administrativo) y otro por la familia, y
la conjunción o relación de estos conforma el mesosistema. En este último, existe el
ecosistema, que se constituye cuando el ambiente externo de un sujeto, influencia en otro,
es decir, cuando un sistema influye en un sujeto sin necesidad de que este forme parte de
él, ya que este es transmitido por otro sujeto, por ejemplo, el artista que transmite sus
conocimientos en arte a los usuarios, estos últimos aprenden este conocimiento sin ser
necesariamente ser artistas o estudiantes de arte. Entonces las redes no solo incluyen
solo a los usuarios y profesionales del Sector de Terapia Ocupacional, sino que se
extiende a actores extra-institucionales como artistas y familias. Por último podemos
identificar el macrosistema, que es el nivel que abarca todos los sistemas anteriores y se
produce una dependencia y cooperación entre unos y otros, se producen valores
culturales que condicionan el funcionamiento de los mismos, por ejemplo, al activar la red
Nise transmitió a sus colegas el valor de ver a los pacientes como sujetos, transformando
el funcionamiento del sistema hacia un trato más empático y respetuoso.
A lo largo de la película el equipo del sector de terapia ocupacional trabajó en el desarrollo
de estrategias que permitieran un abordaje comunitario, entre estas encontramos el
trabajo interdisciplinario e intersectorial, en tanto el equipo fue incorporando disciplinas
como la pintura, la psiquiatría, la enfermería, la alfarería, etc. que asistieron las
problemáticas del sector desde distintas perspectivas. A su vez podemos observar una
estrategia que implica la apertura hacia la comunidad mediante la exposición de los
trabajos hechos por los pacientes, resaltando su valor y permitiendo que los visitantes
conocieran el trabajo que se realizaba en el sector y cooperaran con los mismos (Nuñez;
2008).

Testa (1997) introduce la idea de una planificación que se ocupe del valor de uso de las
instituciones, es decir la finalidad de las mismas. El centro psiquiátrico de Rio de Janeiro
es una institución que se tenía la finalidad de la salud mental. Sin embargo, la lógica
manicomial, los castigos y las diferentes prácticas que se llevaban adelante en esta
institución, lejos estaban de producir salud mental, de modo que no guardaba coherencia
con su finalidad de velar por la salud mental de los usuarios. Las prácticas de encierro,
electroshock, lobotomía, planificadas desde la hegemonía médica, lejos estaban de
cumplir con lo que proponen actualmente los diferentes documentos que regulan las
prácticas de salud mental. Los profesionales que sostienen una mirada hegemónica del
proceso de salud y enfermedad elaboran planes o programas a partir de la selección de
algunas necesidades de los usuarios que son creadas por quienes están en el poder. En
este punto Nise establece una diferencia, ya que planifica proyectos en el marco de la
Investigación Acción Participante, es decir, a partir del análisis de las necesidades
sentidas, que según Breilh (2003) son concientizadas y construidas colectiva y
socialmente.
Sin embargo, las prácticas implementadas por Nise no eran legitimadas por el estado de
Brasil, por ende tampoco por la institución psiquiátrica. En términos de Onocko Campos
(2007) podemos pensar que fue la posición ética, política y deseante de Nise como
agente de salud mental el motor que le posibilitó planificar proyectos que tengan como
objetivo transformar la realidad, para llevar a cabo la finalidad de la institución de producir
salud mental. En términos de Onocko Campos (2007) Nise se posicionó como un tercero
de apelación en la encerrona trágica en la que estaban inmersos los usuarios y los
profesionales del sector de terapia ocupacional. Desde su posición ética, Nise hizo circular
una narración que cuestionaba las prácticas instituidas y planificó un proyecto comunitario
que hizo de soporte narcisístico para los sujetos, permitiendo que se lleven a cabo tareas
más ligadas al deseo y al placer, posibilitando la construcción de subjetividad y la
transformación del malestar de este grupo humano en otra cosa. Como mencionamos en
el trabajo anterior, las intervenciones llevadas a cabo por Nise no sólo produjeron efectos
sobre el componente informal, sino también sobre el componente formal. Podríamos
pensar que los enfermeros que se encontraban posición fatalista, de resignación y
sumisión respecto a su lugar como trabajadores (Sarriera y Saforcada, 2008) que fueron
relegados al sector menos jerarquizado de la institución, logran articular su tarea con el
deseo y el placer en términos del modelo analítico institucional (Onocko Campos, 2007), a
partir de la participación en el proyecto que llevan adelante con Nise y usuarios.
Por último podemos decir que el viraje del estado de Brasil hacia un modelo de estado
benefactor permitiría que este ejerza una función de protección social de los ciudadanos
de los riesgos de la existencia, entre los que podemos ubicar a las enfermedades
mentales. En este sentido, mediante las políticas públicas que se enmarcan por ejemplo
en la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 (2010), el estado se posicionaría como
garante de derechos de los usuarios de salud mental, a partir de una lógica de
desmanicomialización. A diferencia del estado economicista, en el estado benefactor la
asunción de la responsabilidad de lo que se refiere a la salud del otro va a ser colectiva.
Las políticas que esta ley nacional contiene se componen de acciones preventivas que
están orientadas a evitar el aislamiento de los usuarios de los intercambios socio-
comunitarios, y énfasis esta puesto en reestructurar los servicios, limitar las internaciones
y desarrollar cuidados en el primer nivel de atención en hospitales generales. Prohibiendo
el funcionamiento de manicomios, se establece que en caso de internación se debe
apuntar a la más pronta recuperación y resocialización de la persona, y se debe tender a
la externación y tratamiento ambulatorio. Asimismo, se procura Bajo estas políticas los
usuarios de este centro psiquiátrico tendrían garantizado el acceso a un piso mínimo de
integración social, mediante la implementación de medios adecuados para el acceso al
empleo, a la vivienda y a la educación, procurando el mantenimiento de los vínculos,
contactos y comunicación con sus familiares directos y amistades. Algo de lo que
promulgan estas leyes se reflejan en la externación de uno de los usuarios, quien regresó
con su familia y se dedicó al arte como actividad laboral, luego de haber sido reconocido
socialmente por su tarea.

CONCLUSIÓN
A partir de este análisis pudimos arribar a la idea de que la posición ética, política y
deseante de los trabajadores de salud implico un reconocimiento de los usuarios como
semejantes, alejándose de la pretensión de objetividad y el poder de dominación
sostenida por los profesionales al momento de llegada de Nise a la institución (Galende,
1997). La construcción de redes implicó lazos donde no existía la asimetría o jerarquía,
sino que predominaba la horizontalidad de las relaciones, instando a los usuarios a que
tomen la palabra y se sientan libres de proponer y crear, para ser partícipes activos en la
promoción, prevención y rehabilitación respecto de su salud integral. De esta forma los
sujetos recuperaron su dignidad, identidad y respeto, objetivos que podemos encontrar en
la Ley 2440 que en 1991 se estableció en Rio Negro.
Bibliografía utilizada
- Almeida Filho; Rouquaryol, Maria Zelia. (2008). Introducción a la Epidemiología. Cap. lV,
Vll. Lugar Editorial. Bs. As. Argentina.
- Bertucelli, Sebastián. Pensar en Red. Revista La Fuente Revista de divulgación
Psicológica y Social, Córdoba, Junio de 2000.
- Breilh, Jaime. (2003). Epidemiología Crítica. Ciencia Emancipadora e Intercultural. Cap.
Vl. Lugar Editorial. Bs.As. Argentina
- Galende, Emiliano. (1997). De un Horizonte incierto. Cap. lll, lV. Paidós. Bs As.
Argentina.
- Núñez,Rodolfo Alberto. (2008). Redes Comunitarias. Afluencias teórico metodológicas y
crónicas de intervención profesional. Cap.II - lll, Ed.Espacio. Bs.As.Argentina.
- Ley Nacional de Salud Mental N° 26657 (2010)
- Onocko Campos, Rosana. (2007). La Planificación en su Laberinto. Un Viaje
Hermenéutico. Cap.V- Vl. Lugar Editorial. Bs.As. Argentina.
- Saforcada, Enrique; Castellá Sarriera, Jorge. (2008). Enfoques Conceptuales y Técnicos
en Psicología Comunitaria. Parte l. Paidós. Bs. As. Argentina.
- Testa, Mario. (1997). Pensar en Salud. Cap. lll. Lugar Editorial

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