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Artículo 1˚.- La presente ley tiene por objeto regular la publicidad de medicamentos de venta
libre en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Artículo 3º.- La autoridad de aplicación de la presente ley podrá determinar que se agregue,
dentro del espacio previsto por el artículo 2º, otras leyendas de contenido sanitario con el objeto
de prevenir a la población del mal uso de medicamentos.
Artículo 4º.- La publicidad deberá transmitir las acciones terapéuticas y sus indicaciones de
forma comprensible y no podrá inducir a error de forma manifiesta, sobre los efectos que puede
tener el consumo del medicamento para la población.
Artículo 5º.- Verificada la infracción a la presente ley en cuanto a la información brindada a los
consumidores y usuarios, se aplicarán las sanciones previstas en la Ley Nacional Nº 22.802,
rigiendo su procedimiento la Ley Nº 757 de defensa de los derechos del consumidor de la Ciudad
de Buenos Aires.
Artículo 6º.- El incumplimiento puntual de la presente ley en casos de publicidad exterior, dará
lugar al inicio del procedimiento y régimen sancionatorio previsto por la ley Nº 2936.
Artículo 7º.- En caso de publicidad no exterior regirán las sanciones establecidas en el artículo
8º.
Artículo 8º.- Incorpórase a la Ley Nº 451, “Régimen de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires“,
Sección 3ª, Capítulo I, “Prohibiciones en Publicidad“, el siguiente inciso 3.1.14
Sr. Vicepresidente:
Los medicamentos de venta libre son medicamentos que, precisamente por sus
características intrínsecas, se consideran como de venta irrestricta para la población. Es
precisamente la consideración de su poca peligrosidad lo que torna de venta libre al
medicamento.
Coincidimos en que las publicidades deben aclarar que en caso de existir la más
mínima duda el consumidor debe consultar el prospecto del medicamento o consultar a
su médico, enfatizando el carácter medicinal del producto. Esto no quita que sea de
venta libre, precisamente por ello se permite su publicidad y venta libre, sino que
implica tomar ciertos recaudos para evitar la automedicación y el consumo no
responsable. Cabe agregar que la autoridad de aplicación podría incluir otras leyendas en
igual sentido, a fin de proteger a la población.