Proyecto de ley

Programa de Desarme Civil Voluntario

Artículo 1°: Créase el Programa de Desarme Civil Voluntario de la Ciudad Autónoma

de Buenos Aires con el fin que las personas físicas y jurídicas procedan a depositar las
armas y municiones que poseen, sean de guerra o de uso civil, y recibir los beneficios
y/o incentivos que la reglamentación establezca.

Artículo 2°: Son objetivos del Programa:

a) aumentar la seguridad pública por medio de la reducción de armas ilegales en
circulación;
b) concientizar a la población en general del problema de la tenencia y portación
de armas;
c) motivar a todos los ciudadanos y grupos a entregar anónimamente armas
legales o ilegales dando un incentivo a cambio;
d) recolectar armas pequeñas y ligeras, en forma anónima y voluntaria;
e) resolver temas de violencia con la disminución en el uso de armas;
f) realizar campañas haciendo pública la conexión de las armas y la violencia;
g) reducir el número de armas disponibles para la delincuencia y la violencia;
h) tomar conciencia de las consecuencias negativas de la posesión y uso indebido
de armas;
i) disminuir el número de accidentes y casos de violencia doméstica:

Artículo 3°: El Ministerio de Justicia y Seguridad será la autoridad de aplicación de la

presente ley. Establecerá según el tipo de arma y/o munición, calibre, marca o año de
fabricación, el beneficio y/o incentivo que se entregará al depositante en el momento
de la entrega de la misma.

Artículo 4º.- El depositante deberá ser mayor de edad.

Artículo 5°: Créase el Fondo Especial Canje de Armas que tendrá como objetivo
recepcionar los recursos destinados al canje de armas, los que entre otros podrán ser:
a) aportes económicos oficiales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y/o
nacional;
b) aportes económicos privados provenientes de empresas o particulares invitados
a participar del Programa;
c) aportes económicos de fundaciones y/o asociaciones locales, nacionales o
internacionales interesadas en las temáticas de la violencia y el desarme;
d) aportes de recursos educativos, pedagógicos, científicos, profesionales,
provenientes de las distintas instituciones oficiales o no de la Ciudad de
Buenos Aires;
e) aportes comunitarios de recursos humanos, que pretendan la colaboración con
los objetivos del Programa;
f) aportes publicitarios de los medios de comunicación locales y nacionales;
g) aportes de distintos bienes de consumo; y
h) aportes que sean determinados por la autoridad de aplicación.

Artículo 6°: Créase un Registro con los datos y números de serie e identificación de
las armas recibidas a fin de realizar la evaluación final, sin identificación personal que
asegure el anonimato de quien la entrega.

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Artículo 7°: El Plan de Evaluación debe contener un registro de beneficios recibidos y
distribuidos entre los participantes que debe coincidir con el Registro de armas
entregadas debiéndose establecer una forma de verificación del destino final de las
armas.

Artículo 8º.- La autoridad de aplicación realizará campañas publicitarias para la

promoción del desarme a través de los medios masivos de comunicación y las
escuelas, a los fines de concientizar a la población sobre los peligros que conlleva la
tenencia de armas de fuego en los hogares y para favorecer el canje de las mismas.

Artículo 9º.- La autoridad de aplicación publicará en la página web los datos

relacionados con los resultados de la implementación del programa, estadísticas
vinculadas a la tenencia y tráfico ilegal, a la información sobre legislación vigente, así
como también información sobre actividades y todo tipo de eventos que constituyan
un aporte a la difusión sobre la problemática.

Artículo 10º.- Todas las armas depositadas bajo este programa serán destruidas en la
forma y modalidad que la reglamentación determine, disponiendo la autoridad de
aplicación un destino diferente para aquellas armas cuyo estado así lo justifique o que
por sus características puedan tener valor histórico.

Articulo 11°: El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley dentro de los 60 días de
su promulgación.

Articulo 12°.- Comuníquese.

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 FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

La lucha contra la violencia y la promoción de la paz constituyen un objetivo

que la mayoría de los Estados democráticos del mundo debe promover y buscar a
través de políticas activas y concretas.
El control y la eliminación de armas constituyen uno de los pilares
fundamentales para garantizar la paz.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde su programa de
desarme a nivel mundial, no sólo se halla empeñada en la eliminación de armas de
guerra, nucleares, químicas y biológicas de gran porte, sino también de las armas
pequeñas y medianas que circulan ilegal o legalmente entre la población civil.
Las estadísticas realizadas por la organización mundial indica que 500.000
personas mueren cada año en el mundo a causa de las armas pequeñas y ligeras, razón
por la cual se ha sostenido que ellas son verdaderas armas de destrucción masiva que,
aunque no pueden devastar ciudades enteras o pueblos en el espacio de pocos
segundos, son sin embargo la causa de más de 1.300 muertes cada día.
Varios países como Estados Unidos, Venezuela, Australia, Pakistán, El
Salvador, Panamá, Albania, Camboya, Mozambique y Brasil, entre tantos otros, han
emprendido campañas de desarme que pueden calificarse de exitosas, ya que han
reducido en gran medida los homicidios con armas de fuego. En nuestro país, en la
provincia de Mendoza durante la experiencia desarrollada durante los años 2000-2003,
se redujeron en un 18%.
El éxito obtenido en Mendoza como primera experiencia en el país de un
programa de desarme voluntario, hace indispensable que los demás gobiernos, en este
caso en particular el de la Ciudad de Buenos Aires, asuma la necesidad de
implementar un plan similar, como una acción preventiva y de largo aliento.
En nuestro país, la ley vigente autoriza a los civiles la tenencia de revólveres
hasta el calibre 32, pistolas hasta 6.25 mm y carabinas hasta el calibre 22. Durante el
año 2002 se registraron 3.129 homicidios dolosos, de los cuales 2.052 fueron
perpetrados con armas de fuego, es decir el 66%. La gran mayoría eran portadas por
civiles.
Por otra parte, el 77% de los robos de autos se producen a mano armada, y de
esta manera se realizan el 36% de los otros robos.
Según el RENAR (Registro Nacional de Armas) hay registrado un total de
805.097 usuarios legales de unas 2.625.000 armas. Se calcula que esto se duplicaría si
se sumaran las que existen ilegalmente o sin registrar.
Estas cifras son elocuentes, y resultan evidentes sus conclusiones: no puede
haber un diseño serio de mejorar la seguridad ciudadana sin desarrollar políticas para
controlar y limitar la fabricación, circulación, tenencia, portación y uso de armas de
fuego.
Dentro de estas políticas, resulta imprescindible desarrollar un Programa de
desarme en la Ciudad de Buenos Aires para disminuir la cantidad de armas en
circulación, registradas o no, y promover la toma de conciencia por parte de la
población sobre los peligros que conlleva la tenencia de armas de fuego.
Los lamentables casos sucedidos en escuelas, como el de Carmen de
Patagones, donde un menor mató a tres de sus compañeros e hirió a otros tantos, o el
sucedido en La Plata, donde una adolescente mató a su madre, son ejemplos dolorosos
que muestran cuán letal puede ser un arma en los hogares y la relevancia que por ello
adquiere profundizar y acelerar todo tipo de políticas que confluyan a desvincular
particularmente a los adolescentes de este riesgo potencial. En ambos casos los

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adolescentes accedieron al arma que destruyó sus vidas y la de sus semejantes en su
propia casa. El desequilibrio psíquico de un adolescente, aún transitorio, puede
transformarse en una tragedia cuando un arma de fuego cargada se encuentra
disponible.
Con un arma que se adquiere a pocos pesos en el mercado negro, un ladrón se
transforma en un asesino.
El proyecto de ley propicia el desarme de la población tanto de las armas de
uso civil como de guerra mediante un incentivo que recompense esta actitud de
desprendimiento.
Debemos tener conciencia que resulta necesario instrumentar en la Ciudad de
Buenos Aires un programa de desarme voluntario que sirva para reducir el número de
muertes, accidentes y lesiones reforzando la idea de la relación que existe entre las
armas y la violencia.
Se debe acrecentar el conocimiento del público sobre el problema de las armas
promoviendo la discusión pública sobre el tema.
Las armas de fuego generan una falsa sensación de seguridad y un arma
guardada en casa aumenta el peligro para los miembros familiares de ser heridos
accidentalmente.
Por lo expuesto solicito la aprobación del proyecto.

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