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1. INTRODUCCIÓN
La esencia del seguro consiste en la cobertura recíproca de una necesidad pecuniaria fortuita y
valorable en dinero por parte de personas sometidas a riesgos del mismo género.
• Existencia de una necesidad pecuniaria que es eventual, futura e incierta.
• Grupo de personas sometidas al mismo riesgo que contribuyen a la satisfacción de esa
necesidad
• las aportaciones de esas personas cubren la necesidad del sujeto que sufra el evento
que la genere
• La necesidad pecuniaria que se cubre es eventual, la persona mediante el seguro quiere
obtener la satisfacción inmediata del deseo de previsión de futuras y eventuales
necesidades.
El contrato de seguro es un instrumento jurídico que consiente la participación de una persona
o varias en la operación del seguro. El contrato es realizado por regla general de forma voluntaria
entre las partes, pero en ocasiones (ejem. automóviles), la ley impone la obligación de contratar.
ELEMENTOS FUNDAMENTALES
Interés: la relación que tenga un contenido económico entre un sujeto y un bien, así los
elementos son:
• Sujeto que siempre ha de existir
• Un objeto, un bien de cualquier naturaleza (mueble, inmueble, material, inmaterial,
personas..)
• Relación económica entre el sujeto y el bien, de manera que obtenga utilidad de él y
que esa relación sea susceptible de una valoración pecuniaria.
Daño: la lesión total o parcial del interés existente (daño emergente) o previsto (lucro cesante),
que se produce cuando se realiza el riesgo asegurado.
Riesgo: es la posibilidad de un evento dañoso. La posibilidad se encuentra entre la imposibilidad,
es decir, cuando no se puede verificar, y la certeza, cuando es seguro que un evento se verificará
en un momento determinado. La posibilidad tiene diversos grados y se denomina probabilidad
a cada uno de estos grados.
La posibilidad del evento, viene indicada cuando se dice que ha de ser futuro e incierto, porque
no se sabe si se producirá o no (ejem. el incendio de una casa) o porque se sabe que el hecho se
producirá pero se ignora cuando (ejem. La muerte de una persona)
RÉGIMEN JURÍDICO
Fue regulado por los Códigos civil y de comercio mediante escasas normas. Este vacio fue
cubierto por las condiciones generales de los contratos y las normas de carácter administrativo
dictadas para el control de la actividad aseguradora.
Los preceptos de la Ley no tienen carácter imperativo, a no ser que en ellos se disponga otra
cosa. No obstante, se entenderán válidas las cláusulas contractuales que sean más beneficiosas
para el asegurado. También establece la Ley que las cláusulas limitativas de los derechos de los
asegurados deberán ser aceptadas por escrito.
2. CONCEPTO Y CARACTERES DEL CONTRATO DE SEGURO
El art. 1 LCS lo define como aquel contrato por el que el asegurador se obliga, mediante el cobro
de una prima y para el caso de que se produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura, a
indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño producido al asegurado o a satisfacer un
capital, una renta u otras prestaciones convenidas.
Así el asegurador mediante la percepción de una prima, se obliga frente al asegurado al pago de
una indemnización, dentro de los límites pactados, si se produce el evento previsto.
Tiene como finalidad la satisfacción de una futura necesidad pecuniaria y que esa necesidad
equivale a una provocación de un daño, así es necesaria la existencia de un interés para la validez
de contrato de seguro durante toda su vigencia.
Ante la dificultad de probar el daño en algunos supuestos, se establece por el ordenamiento
jurídico una presunción de que ciertos acontecimientos son dañosos, sin que quepa prueba en
contrario, como cuando se produce la muerte de una persona.
En cuanto a la valoración del daño, en algunos casos es sencillo (robo de un coche), y la
indemnización es efectiva. Pero en otros no es posible, bien por la difícil valoración del daño
(seguros de personas) o porque no puede llegarse a su pleno resarcimiento porque su valor es
ilimitado. Para resolverlo se establece en el contrato, en el momento de su conclusión una suma
que indica el valor del daño que debe resarcirse por el asegurador, sin que se haga una
valoración en el momento de la verificación del daño.
El elemento esencial del contrato es el riesgo, de forma que el contrato será nulo si en el
momento de la conclusión del contrato no existía riesgo o había ocurrido el siniestro ( art. 4 LCS).
• Es un contrato aleatorio, las partes ignoran en el momento de su conclusión si se
verificará el siniestro, o al menos cuándo y generalmente cuál será la entidad de las
prestaciones económicas de las partes, de manera que desconocen el beneficio que
cada una de las partes podrá obtener con el contrato.
• Oneroso y bilateral, ya que las prestaciones de las partes son correlativas. La
prestación del asegurador, que deriva de su garantía, que se concreta en su obligación
de pagar una cantidad si se verifica el siniestro, se corresponde con la del contratante,
relativa al pago de la prima.
• De ejecución continuada y único, aún cuando se subdivida en períodos.
• Consensual, se deriva que el asegurador tiene la obligación de entregar un documento
probatorio del mismo tomador del seguro.
• Normalmente es un contrato de adhesión, ya que el asegurador predispone las
condiciones generales.
La solicitud del seguro no vincula al solicitante, sin embargo la proposición del seguro hecha por
el asegurador, vincula a éste durante 15 días.
• Póliza: documento que recoge el contrato de seguro que debe constar por escrito. La
póliza debe contener una serie de menciones que recogen los elementos esenciales del
contrato, como las partes, el riesgo cubierto, el interés, la suma asegurada, el importe
de la prima… También las condiciones generales del contrato, que en ningún caso
podrán tener carácter lesivo para los asegurados. Ser han de redactar en forma clara y
precisa y se destacará de modo especial las cláusulas limitativas de los derechos de los
asegurados.
Los preceptos de LCS solo tienen carácter imperativo cuando las cláusulas sean más
beneficiosas para el asegurado. Sin embargo, cuando se aseguran grandes riesgos, las
normas de la LCS son dispositivas, prevalecen las condiciones pactadas. En caso de
extravío de la póliza, el asegurador tendrá obligación de expedir una copia.
Las condiciones generales y los modelos utilizados por los aseguradores están sometidos
a la supervisión de la Administración pública que puede prohibir la utilización de pólizas
que entienda que no se ajusten a las leyes. No es necesaria la aprobación previa antes
de su utilización, salvo en determinados supuestos. Aun cuando hayan sido aprobados
por la Administración, las condiciones no se transforman en Derecho objetivo, por lo
que pude declararse su nulidad por los Tribunales.
La póliza se redactará normalmente en forma nominativa, aunque puede emitirse a la
orden y transmitirse por la simple entrega del título.
El asegurador tiene el deber antes de la celebración del contrato de informar al
asegurado de las condiciones del mismo. Información que varía según la clase de
contrato de seguro y también si se concluye entre presentes o a distancia.
• Otros documentos: la póliza puede completarse por un apéndice o suplemento, que
tiene el mismo régimen de documento probatorio de documento:
1. Solución del seguro que no vincula al solicitante
2. Proposición para el asegurador, que le vincula 15 días.
3. Documento de cobertura provisional.
El contratante, antes de la conclusión del contrato, tiene el deber de declarar las circunstancias
que delimitan el riesgo que quiere que cubra el asegurador. Se requiere de él la información
precisa para la concreción y valoración del riesgo (en los formularios suele existir un
cuestionario). Como el asegurador ha de confiar en la descripción del riesgo que hace la otra
parte, se dice que el contrato de seguro es de buena fe.
El tomador del seguro tiene el deber de hacer una exacta declaración que comprende el decir
exactamente cuánto se declara y declarar cuanto sabe. La declaración ha de hacerse por el
tomador a la vista del formulario presentado por el asegurador. De manera que el asegurador
quedará exonerado de este deber tanto si el asegurador no presenta el cuestionario como
cuando se trate de circunstancias que, aun cuando puedan incluir en la valoración del riesgo, no
están incluidas en dicho cuestionario.
La póliza fijará la duración del contrato, que salvo en los de vida, no podrá ser superior a 10 años.
Sin embargo, podrá establecerse que se prorrogue una o más veces por un período no superior
al año cada vez. Las partes pueden oponerse a la prórroga del contrato mediante una
notificación por escrito a la otra parte, dos meses de anticipación del período del seguro en
curso. Para esta oposición tenga validez, no es suficiente la declaración verbal. Pero finalizado
el contrato si se produce el siniestro, éste se encuentra fuera de la cobertura del asegurador.
Las acciones que derivan del contrato de seguro prescribirán en dos años si es seguros de daños
y de cinco si el seguro es de personas. Los plazos de prescripción se refieren tanto a los derechos
que tenga el asegurador contra el tomador del seguro o, en su caso, contra el asegurado o el
beneficiario, como los que puedan corresponder a estas personas contra el asegurador.
Pago de la prestación