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Juan 1:14.
Este es el inicio de una serie de sermones que pude preparar a raíz de entender que significa el
evangelio y que es lo que Dios nos quiere mostrar en particular en ese evangelio, el evangelio de
Juan.
¿Qué es el evangelio?
La palabra evangelio, significa buenas noticias y en la antigüedad era ocupada para referirse a una
buena noticia que en concreto tenía que ver con el reino de un pueblo:
Hoy en día el evangelio únicamente se ocupa para referirse a las buenas noticias de salvación que
nos trajo el Señor Jesús.
El evangelio de Juan.
El evangelio de juan forma parte de otros 3 evangelios que narran la vida de JESÚS, los otros
evangelios son conocidos como evangelios sinópticos por su similitud de información.
Todos los evangelios nos muestran la vida de Jesús, pero el evangelio de Juan nos muestra una
forma particular de él.
El propósito del evangelio según juan es presentar al Jesús como el Cristo, el hijo de Dios.
Y los primeros versículos lo dejan claro, juan desde la primera frase que escribe muestra el
enfoque que le quiere dar a este libro.
La palabra griega que se traduce en el ese pasaje es la palabra logos, y puede significar palabra,
verbo, expresión o mensaje. Aunque el principal uso que se le daba era para la expresión
“Palabra”.
En el tiempo que se escribe este pasaje juan y la iglesia tenía problemas porque los griegos creían
que el “logos” era un ente que solo se encargaba de dar conocimiento, y que en realidad era un
ser creado, por esta razón juan escribe estas palabras.
El versículo 11 termina por enseñarnos esto de forma más clara que Dios vino con un propósito
específico, pero los judíos no le recibieron.
Todos los que recibimos este gran llamado, los que creemos en Dios, el mismo nos adoptó y nos
dio su identidad.
Aquí se denomina a Cristo la luz verdadera por la razón expuesta en 1:5. El vocablo traducido por
verdadera es ἀληθινός, que significa real, ideal, genuina. El Verbo es aquella luz perfecta ante cuya
brillantez todas las demás luces parecen casi oscuras.
El hecho de que Dios mismo se haya hecho carne con el propósito de salvarnos nos muestra la
gran humillación que él tuvo por nosotros.
Filipenses 2:5-11.
Comparativa
Juan
Cristo