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zonas de trituracion,
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pueda demostrar que las lavas sean de origen reciente, no son prueba de que la escarpa
con la que sc vincula tiene corno origen una falla, porque pueden representar una
renovaciÓn del vulcanismo a lo largo de una falla inactiva desde mucho tiempo atrás.
Hay otros caracteres topográficos que pueden sugerir la presencia de una falla,
pero no representan demostración específica alguna de que la falla, si está presente,
sea dc edad reciente o antigua. Entre éstos tenemos fenémenos tales como:
1. Frecuentes deslizamientos de tierra.
2. AlineaciÓn dc hendiduras, "cols" v muescas cuadradas en crestas que no
revelan controles de origen litológico.
3. Cursos de ríos paralelos, largos v derechos, a través de rocas de vanos tipos v
estructuras.
4. Desplazamiento de cursos de ríos en ángulo casi recto. A medida que los
desplazamientos sean m{lltiples v en contra de la pendiente regional, pueden ser
explicados de otras maneras.
Parece posible que todos los caracteres mencionados aparezcan tanto a lo largo de
escarpas dc línea de falla como en las de falla. Una combinación de varios de ellos
puede sugerir firmemente un origen de falla, pero debería contarse con pruebas más
decisivas antes de llegar a la conclusión de que se trata de una escarpa de falla.
Caracteres típicos de las escarpas de falla. En esta clase se incluyen varios
caracteres topográficos v geológicos, algunos de los cuales son pruebas positivas de
que la escarpa con la cual están asociados fue producida directamente por fallamiento:
otros sólo son pruebas presuntas.
l. CorreiaciÓn deficiente entre dureza de la roca Y formas topográficas. Si cn una
falla las rocas del lado de la escarpa son más débiles que las del lado hundido, o si los
materiales de ambos lados son débiles, por ejemplo sedimentos no consolidados,
entonces la comprobación de que la escarpa fue producida directamente por fallamiento
es positiva, porque a lo largo de una escarpa de línea de falla siempre habrá una
correlaciÓn estrecha entre la topografía v la dureza de la roca.
2. Presencia de caracteres "rift" a lo largo de una cscarpa. Caracteres varios tales
como escarpas pequeñas, lagunas de desplome o cuencas, v cerros pequeños en forrna de
cuña que están en re]aciÓn de discordancia entre sí, han sido denominados caracteres
"rift" por su predominio a lo largo del famoso "Tift" de San Andreas, en California.
Donde están presentes, proporcionan la certeza de fallamiento reciente, pero con mavor
frecuencia no aparecen.
3. Desagüe estancado aguas arriba de una escarpa. Si una escarpa mira aguas arriba e
interseca un valle transversal para formar un lago en su base, es signo evidente a favor dc
un fallamiento reciente.
4. Conos aluviales anormalmente pcqueños en la base de una escarpa.
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272 TOPOGRAFÍA SOBRE ESTRUCTURAS FALLADAS
después del fallamiento, con las formas topográficas más antiguas v más altas del
lado levantado de la falla. Los valles decapitados en la pendiente trasera de un
bloque levantado, son ilustrativos de este tipo de testimonio. Donde tales valles son
cortados abruptamente en e] borde de una escarpa, hav una presunción firme de una
escarpa de falla, aunque en raros casos pueden estar asociados con una cscarpa de
falla resurrecta.
7, Dislocación de depósitos pleistocémcos o recientes. La dislocacion de
materiales geológicos tan ióvenes indica firmemente fallamiento reciente, pero esta
prueba no siempre es posible.
8. Terrazas alabeadas. Las terrazas fluviales pueden mostrar pendientes
anormalmente empinadas o aun inversión de la pendiente, que puede ser
atribuida a fallamiento y, por consiguiente, confirmar el origen de falla de una
escarpa de las proximidades.
9. Presencia de louderbacks. El término louderback fue propuesto por Davis
(1930) para segmentos de una colada de lava desplazados en ambos lados de una
falla. Si se puede establecer que la colada de lava es de edad geológica reciente
(preferiblemente del Pleistoceno o del Reciente), hav justificación para suponer que
las escarpas asociadas fueron producidas por fallamiento. En realidad, éste es un
tipo especial de desplazamiento de superficies topográficas más antiguas.
IO. Identificacion real del plano de falla a lo largo de una escarpa.
Raramente sucede que la cara de un plano de falla esté expuesta o conservada a
lo largo de una escarpa de falla, porque la mavoría de éstas han sufrido
modificación por meteorizaciÓn y erosión. Sin embargo, si se encuentra la
superficie de un plano de falla, sugiere firmemente fallamiento reciente.
1. Escarpa a través de depósitos aluviales. Las escarpas aluviales son escarpas
bajas, generalmente en el aluvión, que se encuentran en las bases de las crestas de
los bloques de falla. Varían en altura desde unos pocos decímetros hasta más de 30
m. Gilbert (1928) pensó que eran producidas principalmente por desmoronamiento
acompañando al movimiento a lo largo de un plano de falla. v, por consiguiente,
prefirió denominarlas escarpas dc pie de monte melar que escarpas de falla. La
escarpa Cucamonga, en la base de la cadena de San Gabriel, en el sur de California,
es una muestra excelente de una escarpa aluvial (Eckis, 1928). Tiene una altura de
18 a 23 m en aluvión v de 60 a 76 m donde separa al aluvion del substrato. La
presencia de tales escarpas constituvc prueba positiva de fallamicnro rcciente,
porque no podrían persistir mucho en materiales no consolidados.
Prueba firmemente presuntiva de escarpas de línea de falla. 1. Escarpas
situadas en el lado hundido de una falla. Donde esto se puede observar, es
prueba concluvente, pero será válido únicamente para escarpas de línea de falla
obsecuentes.
TOPOGRAFÍA DE CUENCAS Y CADENAS 273
2. CorrelaciÓn estrecha entre la dureza dc roca, la
estructura y la topografía. Ésta es una de las
meJores pruebas que se pueden lograr; es aplicable a
los dos tipos de escarpas de línea de falla.
3, Trazado de una falla sin marcada expresiÓn
topográfica que se extiende a través de los espolones
laterales en vez de indicar sus extremos. Si el
trazado de una falla corta los espolones que se
extienden desde una escarpa antes que terminarlos, la
prueba en favor dc una escarpa de línea de falla es
firme, porque si la escarpa fuera de falla deberíamos
esperar que una línea de falla cruzara las puntas de
los espolones.
4. Pruebas de que la falla es de edad
pleistocénica. Si se supone que la mayoría de los
detalles de la topografía presente se desarrollaron en
tiempos posterciarios, es probable que se trate de una
escarpa de línea de falla. Algunos dudan de la validez
de esta suposición y, por consiguiente, sostienen que
las escarpas de fallas pueden persistir por períodos
más largos. Cotton( 1950a) sostuvo que este criterio
debería ser rechazado porque prácticamente supone que
no puede haber escarpas de fallas sin fallamiento
activo a lo largo de ellas.
5. Desagüe sobreimpuesto a través de una falla. El
testimonio en favor de una escarpa de línea de falla
es concluvente si se puede demostrar con seguridad que
el desagüe está sobreimpuesto a través de una falla.
Sin embargo, la distincion entre ríos sobreimpuestos y
antecedentes es comunmente difícil de realizar, v, a
no ser que hava verdaderos remanentes del manto
superficial desde cl cual se sobreimpusieron los ríos,
la validez de la interpretación puede ser dudosa.
A causa de la posibilidad de confundir las escarpas
de falla con las de línea de falla, es difícil dar
ejemplos específicos de cada tipo con Ja seguridad de
que sean correctos. Como e] emplos de escarpas de
falla, podemos citar el frente este de la cadena
Vtlarner, en . el nordeste de California; la ladera
oeste del Schwarzwald, en la rnargen . este del valle
del Rin; v la ladera oeste de los Vosgos, al poniente
del Rin. El frente este de la sierra Nevada, en
California, v el frente oeste de los montes Wasatch,
en Utah, comúnmente son citados como escarpas de
falla, pero más bien pueden ser de naturaleza
compuesta, corno también es cl caso del frente este
de los montes Teton. Las escarpas que se pueden
clasificar como líneas de falla con un grado
razonable de seguridad son: las nmnerosas cscarpas de
la regiÓn del valle del Connecticut, en bloques de
falla triásicos, ciemplificados por el monte Holvoke,
el monte Tom, v el monte Tobv; la escarpa Ramapo, de
Nueva Jcrsev; y los Grand Wash Cliffs, de Colorado.
TOPOGRAFÍA DE CUENCAS Y CADENAS Y SU ORIGEN
La provincia de Cuencas v Cadenas del oeste de los
Estados Unidos de América, delimitada al oeste por la
sierra Nevada v al este por los Iliontes
Wasatch v las mesetas dc Colorado, es ei área tipo
para topografía des-
-4 TOPOGR. SOBRE E.S 1 R CCTV RAS FA 1.1. ,
nr roll•ada sabre bloques (Ic falla inclinados. Johnson ( 1929 ) se ha rcferido al tipo de
bloques de fnlln en esta como b/ozl,'l'cs
71/0/1 l' sras formas tambien han si do dcscriptns como nunque este tcrnnno
es cmplead() por alrrunos para inclui!' csos bloques ascendldos que nille.str•an poca 1
uncruna
tañas de bloques inclinados resecuentes, y los terrenos bajos adyacentes a ellos como
valles de bloques inclinados resecuentes. Las escarpas delimitantes serán escarpas de
línea de falla resecuentes. Si, por otra parte, la topografía de erosiÓn es opuesta a la
topografía original producida por fallas, los bloques de montañas serán montañas de
bloques inclinados obsecuentes, las cuencas valles de bloques inclinados obsecuentes,
Y las escarpas delimitantes, escarpas dc línea de falla obsecuentes.
Aunque estos términos pueden conducir a un significado claro de la historia
geolÓgica v geomÓrfica de un area, siempre existe la dificultad de determinar
inequívocamente si las escarpas son escarpas dc falla o escarpas de líneas de falla.
Como consecuencia de esto se ha desarrollado una amplia divergencia en la
interpretación de la topografía de cuencas v cadenas, La siguiente reseña condensada
de las cambiantes interpretaciones de la topografía de cuencas v cadenas ha sido dada
por No]an (1943), King, cn 1870, fuc cl primero en tratar el área, y pensó que las
montañas eran remanentes dc pliegues erosionados. Gilbert, en trabajos dc 1874 v
1875, presentÓ por vez primera la idea de que las montañas cran, esencialmente,
grandes bloqucs delimitados por fallas en uno o en ambos lados. Powcll v Dutton
reconocieron la evidencia de un antiguo período de plegamiento seguido por
peneplanización, pero pcnsaron que el período de fallamiento, responsable de la
topografía actual, era de fecha mucho más tardía. Los geÓlogos aceptaban en gcneral
que cl origen de la topografía era una falla, hasta que Spurr disentiÓ. Aunque
reconociendo que hav escarpas dc falla en e] átea de la meseta dc Colorado, creía que
la topografía de la provincia de Cuencas v Cadenas había sido producida
principalmente por la erosión fluvial que desde los tiempos jurásicos actué) sobre
bloques de fallas, v que relativamente pocas fallas recientes tienen expresión
topográfica. En otras palabras, la mavoría de las escarpas son escarpas de líneas de
falla. Él explicó la gran erosión suponiendo que hubo un clima más húmedo durante la
mavor parte del tiempo en que las montañas se estaban formando. Baker ( 1913) fue,
aparentemente, el primero en poner en tela de juicio la idea de que las fallas son
directas y en sugerir que son inversas. producidas por compresiÓn lateral.
Louderback (1923), al tratar ]a sierra Nevada, el mavor de los bloques inclinados,
llegó a la conclusión de que:
1. El bloque de la sierra Nevada ha sido ascendido en su borde oriental 1.500 m o
más, mientras que su borde occidental permaneció cerca del nivel del mar.
2. Este levantamiento fue acompañado por mucho fallamiento, particularmente en
el lado este del bloque.
3. El fallamiento y la elevaciÓn del bloque tuvieron lugar durante el Terciario
superior y/o Cuartario, y por lo tanto no era "relativamente viejo
4. El fallamiento ha sido el causante directo de los caracteres topográ-
276 TOPOGRAFIA SOBRE ESTRUCTURAS FALLADAS
ficos principales, aunque reconoció que habían sido modificados por la erosion.
5. La pendiente oriental de la cadena fue determinada principalmente por
fallamiento.
6. Fallas reales sc presentan en la base oriental de la sierra Nevada, y están
demostradas por caracteres tales como escarpas de fallas, brechas de falla, superficies
con espejos de fricción y estriadas, v coladas de lava desplazadas.
7. Las fallas están donde deben estar, de acuerdo con la hipótesis de que la
topografía fue producida esencialmente por fallas.
8. Los valles V las cuencas al este de la sierra Nevada son básicamente bloques de
fallas deprimidos, v han estado en el área principal de la aoradación.
Estas conclusiones de Louderback representan esencialmente los conceptos de los
que creen que la topografía de cuencas v cadenas es primariamente un producto
directo del fallamiento.
Fallas de edades diferentes fueron reconocidas por Davis v utilizadas por él
para dar razón de las diferencias en las características geomÓrficas de las diversas
cadenas. Gilbert, en uo trabajo póstumo (1928), presento informaciones
adicionales, principalmente de carácter geomÓrfico, para apovar su argumento de
que la topografía era producida principalmcnte por fallas.
La idea de que las fallas son inversas se continuo sosteniendo. Smith (1927)
sostuvo este punto de vista, al igual que Lawson (1936), quien crevo que el frente
oriental de la sierra Nevada es, en realidad, la cara de un bloque de corrimiento
abrupto. Sin embargo, no extendieron este concepto a otros bloques en el área de
Cuencas v Cadenas.
Blackvvrelder (1928b) reiteró su creencia de que muchas de las cuencas
interrnontanas fueron producidas en fajas de roca débil, v que muchas de las
escarpas que constituyen el frente de la montaña son escarpas de línea de falla. De
este modo, el origen de la topografía de cuencas v cadenas permanece siendo una
cuestión polemística. La mavoría de los geÓlogos están en favor del punto de vista
de que gran parte de la topografía debe sus características a efectos directos del
fallamiento, pero está siendo reconocido, al menos por algunos, que no toda la
topografía puede ser incluida en esta categoría v que cada cadena individual
necesita ser considerada como un problema especial. La opinión predominante es
que la mavoría de las fallas son directas más bien que inversas. Un juicio
ponderado parecería sugerir que el fallamiento en bloques comenzó tal vez va en el
Oligoceno v ha continuado intermitentemente hasta el presente. Bien puede haber
escepticismo respecta a que las escarpas de falla, formadas en el Oligoceno,
perduren hasta hoy en día.
FALLAS DE DESPLAZAMIENTO HORIZON
_•bie.::
sino ta;nbién a largo de otras fallas del sur de California, tal como la falla \ V
hittier, a lo largo de la cual hubo rnovirmcnt() de desplazamicnto horizontal.
En otras loca lidades no se han señalado surcos tcctomcos similares a los que
corren a lo largo de la falla Snn Andreas. .F..xccpto en el de San
Andreas, al sur de San Francisco* el surco de la falla no coincide con los
I latera/ del desagite hacia la derecha, debido la falla Andremç, 8 kl" al t-»este de Taft, en California. (Fotografía de l. S. S/aelton v R. C. Frawnpton.)
ríos por largo trecho. Alás comúnmente, los ríos cruzan la falla, pero donde lo
haccn, la siguen por un trecho corto v luego la. deian.
Asociadas con ia falla San Andrcas, en el sur de California hav numerosas
otras fal]as caracterizadas por un tipo similar de Inovimiento. Entre éstas se
cuentan las fallas San Jacinto, San Gabrie], sierra Aladre, ,Mi.ssion v VVhitticr.
Crowel] ( 1952) ha dernostrado que el movimiento a lo largo de falla San Gabriel,
quc tiene rumbo paralelo a de San Andreas por unos 144 km, también ha sido de
naturaleza de desplazamiento de rumbo v alcanza un movimiento lateral derecha
de 24 a 40 km, como Io demuestra
PILARES Y FOSAS TECTóNICOS 279
D
FIG. 10.15. Etapas que conducen a inversión de la topografí,z en una fosa tectónica. A.
Formación de una fosa. B. Destrucción por erosión de la topografía producida por el
fallamiento. C. Reanudación de la erosion acompañando al ascenso. D. Desarrollo de una
montaña de bloque tipo rift obsecuente, donde originariamente estaba ta fosa.
(Tonzada de Douglas Johnson.)