Anexo 1:

La ecoetiqueta europea
En el mes de marzo de 1990, el Consejo de Ministros de la CEE aprobó una resolución en la que
se invitaba a la Comisión a “proponer criterios ecológicos para la fabricación de productos que
tuviesen en cuenta la mejor tecnología disponible sin incurrir en gastos excesivos, y que
incluyesen en su caso, el uso de materiales reciclables, reutilizables, o biodegradables, así como
un sistema adicional de etiquetado ecológico de ámbito comunitario que contemplase el impacto
medioambiental durante todo el ciclo de vida del producto” 1 .

La Comisión elaboró un proyecto a finales del año 1991, que fue definitivamente ratificado
mediante el Reglamento (CEE) 880/92 de 23 de marzo de 1992, en el que se aprobaba la
etiqueta ecológica europea.
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En definitiva, se trataba de conceder, por parte de un organismo neutral, un sello o logotipo a

aquellos productos que, tras someterse a una evaluación, demuestren un impacto ambiental más
reducido que otros productos similares.

Figura 1. Etiqueta ecológica europea.

1. De hecho, ya existía un precedente de resolución similar en 1989 y diversos mandatos de Parlamento Europeo en el
mismo sentido.

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 Anexo 1: La ecoetiqueta europea

Las principales características de la etiqueta ecológica europea o sistema de ecoetiquetado son

las siguientes:

• Es un sistema para identificar aquellos productos más respetuosos con el medio ambiente.
• Tiene carácter voluntario.
• Es único y válido para todos los estados miembros de la unión Europea.
• Es compatible con otros sistemas nacionales de concesión existentes o que se puedan crear
en el futuro.
• Es complementario a otros sistemas comunitarios de etiquetado, actuales o futuros.
• Es un sistema participativo, al tener en cuenta los intereses de los grupos afectados.
• Es descentralizado. La concesión es competencia de los países miembros; no obstante, el
establecimiento de grupos de productos y criterios ecológicos se realiza a nivel comunitario.

La poca aceptación del Reglamento de 1992, llevó a las autoridades comunitarias a realizar una
profunda revisión del sistema de concesión del distintivo. Este hecho se tradujo en la aprobación
del Reglamento 1980/2000, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de julio de 2000,
relativo a un sistema comunitario revisado de concesión de etiqueta ecológica.

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Al ser un Reglamento emanado del poder legislativo de la UE, su aplicación directa es de obligado
cumplimiento en todo Estado miembro, sin perjuicio de que los Estados miembros puedan dictar
normas para facilitar su aplicación.

El objetivo que se busca con el nuevo Reglamento es el mismo que el de 1992, con la salvedad
que se pretende “aumentar su eficacia, mejorar su planificación y racionalizar su funcionamiento
(punto 3 del Reglamento)”.

La concesión de la etiqueta ecológica europea se basa en la definición de familias de productos y

de criterios ecológicos, los cuales constituyen los requisitos que debe cumplir el producto para
acceder a la ecoetiqueta.

En este sentido, podrá concederse la etiqueta ecológica comunitaria a productos existentes en la

Comunidad y que cumplan los objetivos de calidad ambiental reflejados en el artículo 4 del
Reglamento. Asimismo, los productos importados debían cumplir como mínimo los mismos criterios
rigurosos de evaluación a los que se sometían los productos fabricados dentro de la Comunidad.

Algunas de las categorías de productos para los que se aprobaron criterios ecológicos en un
primer momento fueron: lavadoras, lavavajillas, mejoradores del suelo, productos de papel tisú,
detergentes para ropa, bombillas, bombillas de doble casquillo, camisetas y ropa de cama, papel
para copias, frigoríficos, etc.

1. CERTIFICACIÓN

Una vez comprobada la eficacia del Sistema de Gestión Ambiental y el cumplimiento de todos los
requisitos exigidos por la norma ISO 14001:2004, la empresa se encuentra ya en condiciones de
solicitar la certificación de su SGMA según esta norma.

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 El proceso de certificación del SGMA de una empresa según la norma ISO 14001:2004 tiene las
siguientes fases:
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Figura 2. Proceso de certificación de un SGMA según la norma ISO 14001:2004.

Esta certificación se realiza por organismos de certificación acreditados, con total independencia
de la empresa objeto de estudio, con competencia técnica y con una cualificación acreditada por
organismos competentes.

Una vez concedida la certificación ambiental, y después de satisfacer el pago de las tasas
correspondientes, se le asignará a la empresa un número de registro y se le dará consentimiento a
la empresa para la utilización del logotipo del organismo de certificación certificando la
implantación de un SGMA que cumple los requisitos de la norma.

A partir de este momento la empresa mantendrá su certificación ambiental según la norma ISO-
14001 siempre y cuando se realice una auditoría anual basada en auditorías internas de la
empresa y no existan actas de infracción de la normativa ambiental.

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 Anexo 1: La ecoetiqueta europea

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