Está en la página 1de 34

“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

Universidad Nacional de la Amazonía Peruana

Facultad de ciencias económicas y de negocios

Escuela profesional de Economía

TRABAJO MONOGRÁFICO

Asignatura:
Seminario de Demografía y Realidad Socioeconómicas

Tema:
“Economía circular y su posible aplicación en Loreto”

Docente:
Econ. Alberto Cambero Alva, Mgr.
Estudiante:
Moisés Claudio Amat Reátegui

Erick Willy Coelho Silva

Fernando Jesús Del Águila Paredes

Amanda Loreta Huamán Freitas

Lesly del Carmen Martínez Dorado

Sarita Giovanna Montero Llaja

Julio Cesar Pastor Katayama

Ligier Yammid RuizDel Águila

Fernando Frank Saberbein Caballero

Janice Almendra Quispe Hidalgo

Nivel/ Ciclo:
Quinto nivel/ IX ciclo

Loreto, Iquitos – Perú

2021
ECONOMIA CIRCULAR
La economía circular llega como alternativa latente, ya que la misma propone
ser el cambio que se necesitan en los sistemas productivos, así como en los de
consumo. Todo esto, con la única finalidad de que se pueda fortalecer el
desarrollo social, cultural y económico, fomentando lecciones de una mejor
integración. Y que también, se toma en cuenta el factor climático para la
reducción de daños, los factores como la salud humana y biodiversidad se
incluyen dentro de este sistema.
Este modelo, plantea distintos sistemas regenerativos y restauradores, para
mantener en curso la materia prima y los productos que generan el desarrollo
positivo. Así también, trata de desvincular el desarrollo económico global de
recursos finitos, tratando de conservar, preservar y dar mejor al capital natural,
dándole un uso mucho más optimizado.
La Economía Circular, trata de reducir o cerrar el círculo respecto a los ciclos
de vida de diversos productos, fomentando el reciclaje y reutilización de
productos como medio alternativo a una economía más sostenible en el tiempo,
la cual es la visión principal hacia un mejor futuro, tratando de reducir los temas
de contaminación.
Por ende, cabe mencionar al “crecimiento verde”, que servirá como plataforma
para impulsar el crecimiento económico manteniendo intacto al factor de
biodiversidad y la riqueza existente en los recursos naturales con lo que cuenta
una nación.

ESCUELAS DE PENSAMIENTO
Permacultura
Sus exponentes son Bill Mollison y David Holmgrem, quienes lograron proponer
este sistema, la cual trabajaría en favor de la naturaleza, lo que se espera una
mejor respuesta ambiental y sociocultural, lo que busca crear asentamientos
humanos sostenibles en el tiempo y viables en materia económica.
Diseño Regenerativo
Su exponente es John T. Lyle (1970), quien diseñó la idea de un proceso
regenerativo, la cual se podría aplicar a los sistemas partiendo del factor
agricultor.
Esto hizo que, se plantearan procesos por si mismos para renovar o regenerar
fuentes de energía y fuentes materiales que lo consumen.

Economía de Rendimiento
Tiene como representante a Walter Stahel (1976), quien fue el encargado de
fundar el movimiento, el cual se enfoca en el diseño industrial de productos y
procesos, tomando la manufactura sostenible consigo. Y, tiene la finalidad de
optimizar el ciclo total de materiales, originales gasta materia prima
transformada. Este sistema, explica la necesidad de poder considerar la
actividad industrial como cíclica y simbólica, también con la naturaleza.

Cradle to Cradle
Walter Stahel lo introdujo, Bill McDonough y Michael Bramgart lo retomaron.
Tratan de modificar el consumismo y eliminar residuos contaminantes,
utilizando al sol como fuente de energía principal. La Economía Circular, apoya
los fundamentos de la escuela ecologista, que propone reducir, reutilizar y
reciclar por una transformación profunda y duradera.
Biomímesis
Su fundadora Janine Benyus en los 90’s, lo define como la innovación inspirada
en la naturaleza, esto como precepto de cuidado y de lo que se puede extraer
de la misma.

Capitalismo Natural
Paul Hawken y Amory Lovins son sus principales exponentes. La Economía
circular no tiene fecha ni autor único, se aplica en procesos industriales y
sistemas económicos desde los 70’s, gracias al esfuerzo de empresas y
academias que fomentan su empleo y desarrollo.

Desarrollo del Concepto y Principios


La Economía Circular hace referencia al principio del ciclo de vida, donde nada
se destruye, sino se transforma. La Economía Circular se basa en tres
principios:
1.- Preservar y mejorar el capital humano
2.- Optimizar el rendimiento de recursos
3.- Promover la eficacia de sistemas que describen acciones para llevar a cabo
para cumplir los objetivos de la economía circular y obtener beneficios de la
misma.

Esto, representa el reto que deben afrontar las industrias y superarlas,


adaptarse y lograr conseguir la extracción de recursos y reduciendo la
generación de residuos. Los retos son:
 Primero, buscar proteger y mejoras los recursos naturales, controlando
el uso de no renovables y promoviendo la utilización y sustitución de
materias primas.
 Segundo, aumentar la vida útil de productos, reestructurando y
diseñando el bien, tal que los componentes y materiales recirculen y
recontribuyan en la economía.
 Último, se basa en alcanzar el sistema eficiente que logre eliminar las
externalidades negativas, para lograr reducir el impacto negativo de
actividad humana con la contaminación ambiental.

Características de la Economía Circular


Dentro de sus características se logra identificar cinco de ellas los cuales son:
la primera es esquematizar sin residuos, el modelo de encomia circular muestra
cuando se producen los commodities, los residuos se convierten en un recurso,
en este caso todos los materiales biodegradables regreses a su ambiente, y los
materiales no biodegradables serán reutilizados porque después del tiempo de
uso de un solo producto sigue siendo aprovechable.
Una característica más es la estabilidad que genera la diversidad, el sistema
circulatorio aprecia a la diversidad como un modo de representar el equilibrio
económico, por lo que deben existir empresas con diferentes atributos,
cualidades y calibre que puedan sobrevivir a los cambios y cubrir todos los
mercados.
El tercero está relacionado con el primero, esfuerzos por utilizar energías
renovables, el sistema requiere un menor consumo de energía, reduciendo la
dependencia de los restos fósiles, porque la economía circular asume la
prestación de servicios básicos, no produce residuos tóxicos, además, aumenta
la flexibilidad del sistema.
La siguiente característica es considerar el sistema, es decir, es esencial
comprender cómo las partes de un todo se afectan entre sí y la relación que
existe entre el todo y las partes. Específicamente, debe haber un enfoque
holístico, los escenarios cíclicos entienden que el mundo es interdependiente y
que el trabajo de un sistema necesita el ecosistema, la empresa, el personal y
otros.
La última de las características que se presenta es la de plasmar los costes
reales en los precios y mecanismos de retroalimentación, en una economía
circular, “los precios actúan como mensaje y, por consiguiente, deben reflejar
los precios totales para ser efectivos”. (Crandle to crandle)

Economía Circular en América Latina


La situación ambiental en América Latina y el Caribe es bastante compleja. El
uso insostenible e irrazonable de los recursos naturales, la deforestación a gran
escala ha aumentado significativamente, y no solo los niveles de contaminación
del aire sino también del agua son demasiado altos. Sin embargo, ciertos
ecosistemas han sufrido daños irreversibles. cambios., Las frágiles medidas de
control ambiental de las actividades productivas son factores que amenazan el
equilibrio ecológico y sostenible de la región. Por otro lado, la industrialización
ha generado escenarios en múltiples áreas urbanizadas, esta concentración de
población plantea un gran desafío para el tratamiento de residuos sólidos y
aguas residuales, que se acumulan a un ritmo alarmante.
América Latina tiene un gran potencial para el uso eficaz de sus recursos y el
desarrollo de políticas de gestión de residuos que pueden crear oportunidades
lucrativas para la expansión de nuevas innovaciones y cultura empresarial de la
región durante la última década. Adoptar nuevos modelos de negocio,
desarrollar nuevas capacidades, estimular la investigación y adoptar
tecnologías que les permitan avanzar hacia el mencionado modelo de
contribución. Para ello, la empresa debe contar con fondos suficientes y un
marco legal adecuado. Recientemente diferentes países como Brasil, Uruguay,
México, Perú, Chile, entre otros, han mostrado interés en fomentar la transición
a un entorno regulatorio para la recuperación y el reciclaje de materiales, lo que
presenta una perspectiva positiva a medida que más políticas de reciclaje
exploran planes de responsabilidad de los coproductores para minimizar el
impacto de los residuos. Sin embargo lo que realmente se busca lograr es
prevenir la creación de más residuos, reciclar y mantener.
Los países se enfrentan al desafío de proyectar, esquematizar e implementar
políticas que no solo se centren en los retos ambientales existentes, sino que
también inciten, fomenten una transformación estructural hacia un cambio
progresivo que busca mejorar la calidad del empleo junto con la productividad.

De una economía lineal a una economía circular.


El modelo económico que se utiliza en la actualidad es un modelo lineal, que se
basa en un sistema de producción consumo, un esquema que prácticamente
consiste en extraer grandes cantidades de nuestros recursos naturales que
luego servirán en la producción de algún bien que será ofrecido a los
consumidores, que luego lo desecharan con el tiempo. Este modelo con lo
explicado anteriormente se entiende que es un modelo que resulta ser bastante
agresivo con el medio ambiente, que más pronto que tarde resultara en el
agotamiento de nuestras fuentes de energía como de nuestros recursos
naturales; además de esto el modelo lineal depende demasiado de las materias
primas, lo que tendría como resultado la volatilidad de ellas y el alza exagerada
de sus precios, y así como estas consecuencias existen muchas más como la
disminución de nuestros recursos naturales, entre otros.
Este modelo solo promueve el consumo a corto plazo y por lo tanto ayuda a
que nuestros recursos se terminen agotando, es un modelo insostenible. En el
modelo lineal lo que hacen las empresas es producir bienes o servicios que los
consumidores utilizaran y consumirán, después cuando las empresas vuelvan a
sacar productos y servicios más novedosos, los consumidores desechan los
productos que ahora les resulta viejo e inservible y compran los nuevos, lo que
se repite todo el tiempo.
Tomaremos el ejemplo que nos da Ignacio Belda Hriz en su libro Economía
circular: un nuevo modelo de producción y consumo sostenible:
“Mientras que un árbol está generando materia orgánica y vida
constantemente, durante décadas o siglos, empleando el 100 % de la materia
orgánica que necesita, un ordenador portátil o cualquier aparato tecnológico,
que emplea efectivamente una ínfima parte de las materias primas requeridas
para su elaboración, solo puede ser utilizado durante 3, 4 o 5 años,
desechando el resto de los materiales, así como el producto final, una vez
concluida su vida útil, a un vertedero donde lo único que se genera son
residuos contaminantes de los que solo un porcentaje muy pequeño se vuelve
a emplear”
La economía circular lo que pretende es cambiar el modelo lineal que como ya
se dijo anteriormente que es un modelo básicamente de usar y tirar a uno que
ayude a la reducción de los residuos, optimizando la utilización de los recursos.
Por lo que la economía circular lo que busca es en pocas palabras que los
productos que se fabriquen estén en circulación constantemente no solo
alargando su vida útil, sino que cuando ya llegue a término de su vida útil dicho
producto sirva en la fabricación de nuevos productos y que de esta manera se
eviten de una vez extraer grandes cantidades de nuestros recursos, sino
reutilizar aquellos productos cuyos materiales ya fueron extraídos y utilizados
para que de esta manera cortar la dependencia que creo el modelo lineal con
unos recursos naturales que poco a poco se están agotando.
LA ECONOMÍA AZUL
El azul y el verde son los colores que predominan en nuestro planeta cuando lo
observamos desde el espacio. Es por eso que estas dos economías: la verde y
la azul, están profundamente relacionadas y pretenden, precisamente, proteger
los recursos de la Tierra mediante un sistema sostenible de explotación de los
mismos.
Cuando hablamos de sostenibilidad y de economía verde, baja en carbono,
eficiente en el uso de recursos y socialmente inclusiva, no podemos olvidar que
más del 70% de la superficie de nuestro planeta está ocupada por mares y
océanos y, por tanto, vestida de azul. Es ahí donde la economía azul, es el uso
sostenible de los recursos oceánicos para lograr un crecimiento económico,
para así obtener oportunidades y generación de empleo, al tiempo que se
preserva la salud del ecosistema oceánico. Son todas las políticas que
permitan aprovechar los recursos oceánicos de manera sostenible; lo que
significa un desafío importante para los países Andinos que aun cuentan con
una brecha de infraestructura y tecnología.
En concreto, la economía azul contempla actividades como la pesca, la
acuicultura, la minería de lecho marino, la utilización del medio marino para
producir distintos tipos de energías renovables, y actividades derivadas como el
turismo o la biotecnología azul, que explora la diversidad del medio acuático y
para elaborar diferentes productos y materiales de consumo, incluidas
medicinas y sustancias claves para la investigación científica.
Abarca una “gama de sectores económicos y las políticas relacionadas que en
conjunto determinan si el uso de los recursos oceánicos es sostenible”. Tiene
por objetivo incorporar el valor real del capital natural (azul) dentro de los
diferentes aspectos de actividades económicas en su conceptualización e
implementación (infraestructura, comercio, turismo, aprovechamiento de los
recursos naturales, generación y consumo de energía).
Economía Azul: un experimento de más de 20 años

La economía azul de la Unión Europea engloba a todas las industrias y


sectores relacionados con los océanos, los mares y las costas, tanto si están
directamente apoyados en el medio marino (por ejemplo, el transporte
marítimo, el marisqueo o la generación de energía) como si están enclavados
en tierra (por ejemplo, puertos, astilleros o infraestructuras costeras). Según el
último Informe sobre la economía azul, los sectores tradicionales de esta
economía proporcionan 4,5 millones de empleos directos y generan más de
650 000 millones EUR en volumen de negocios.
Aunque el término está consolidado dentro del lenguaje europeo de la
estrategia de sostenibilidad de la región, en su versión en inglés, la expresión
“blue economy” tiene otra acepción que acuñó el economista belga Gunter
Pauli en 1994, como respuesta a una petición de Naciones Unidas para
preparar la COP3 de Japón, donde se decidió el Protocolo de Kioto, en 1997.
El término definido por Pauli, calificado por algunos medios como “el Steve
Jobs de la sostenibilidad”, define una filosofía en la que el modelo económico
permita a los productores ofrecer lo mejor a los precios más bajos, gracias a la
introducción de innovaciones que generen múltiples beneficios, y no solo
mayores ganancias, tal y como explica en su web personal.
Más allá de la versión europea centrada en mares y océanos, el concepto de
Pauli es de aplicación global y además hace hincapié en las economías
locales, aunque se aplica a cualquier sector empresarial, siempre poniendo el
foco en eliminar aquello que no sea necesario. Desde 1994, Gunter Pauli ha
corroborado su propuesta económica con más de 180 análisis de casos
concretos, disponibles en la web de su proyecto. Un dilatado experimento de
este economista y escritor, que le ha permitido confirmar cómo es posible
generar más ingresos, a la vez que se generan más puestos de trabajo y aun
así poder competir en el mercado global. Sin duda, la economía azul, sea cual
sea su definición, está siempre alineada con los objetivos de la economía
verde.
La Comunicación de hoy sustituye a la Comunicación sobre el crecimiento azul
de 2012. La Directiva sobre la ordenación del espacio marítimo requiere a
todos los Estados miembros una planificación formal de su espacio marítimo
para 2021.
Principios de la economía azul:
o Principio de Sostenibilidad: se busca desarrollar economía azul, pero de una
forma sostenible, garantizando el mantenimiento del ecosistema marino,
además de fomentar la coordinación con la comunidad, así como al ser
humano en un horizonte de largo plazo

o Principio de Sostenibilidad: se busca desarrollar economía azul, pero de una


forma sostenible, garantizando el mantenimiento del ecosistema marino,
además de fomentar la coordinación con la comunidad, así como al ser
humano en un horizonte de largo plazo

o Principio de Prevención: Constituye las medidas a realizarse en la actualidad


para garantizar que las generaciones futuras y las presentes puedan gozar de
una seguridad alimentaria y el aprovechamiento de los recursos naturales y
culturales necesarios que permitan su sobrevivencia ante los impactos por
cambio climático y que no permita la necesidad de emigrar; por ello, se
procurará una estrategia a largo plazo entre los países Andinos el intercambio y
colaboración de ciencia y tecnología, así como investigaciones que permitan
enfrentar proactivamente los desafíos al cambio climático

o Principio de Salvaguardas: Ante todo tipo de proyecto de inversión en los


países miembros del Parlamento Andino, aplicará y aprobará el sistema de
salvaguardas ambientales, sociales, de género y de patrimonio; asegurando
que la nueva actividad económica no sea perjudicial a las actividades
tradicionales de la población local y/o comunidades costeras

o Principio de Justicia: Asegurando que en una economía azul el trabajo sea


justo para los ciudadanos sin ningún riesgo a la explotación o al incumplimiento
de los beneficios de acuerdo a Ley. Será prioritario generar trabajo a las
poblaciones costeras

o Principio de Salud Oceánica: Referida a la necesidad de garantizar la


protección y conservación de los ecosistemas marinos, la biodiversidad marina
y la calidad del océano ecosistemas saludables son más productivos y
representan la única manera de garantiza que las economías que dependen
del mar sean sostenibles

o Principio Sistémico: El desarrollo de las actividades productivas en economía


azul deberá de desarrollarse con una visión sistémica, apoyado por las
diferentes herramientas de gestión y planificación considerando las
externalidades. En una economía azul, se realizará la evaluación y valoración
económica, social y ambiental, se realizarán estudios de análisis costos y
beneficios para la sociedad, con horizonte de mediano y largo plazo

Programas:
La Comunicación establece un programa detallado:
 Alcanzar los objetivos de neutralidad climática y contaminación cero;
especialmente mediante el desarrollo de energías renovables en alta mar, la
descarbonización del transporte marítimo y la ecologización de los puertos.
Una combinación de energía oceánica sostenible que incluya la energía eólica
flotante, la térmica, la de las olas y la de las mareas podría generar una cuarta
parte de la electricidad de la UE en 2050. Los puertos son cruciales para la
conectividad y la economía de las regiones y países de Europa y podrían
utilizarse como centros energéticos.

 Pasar a una economía circular y reducir la contaminación; entre otras cosas,


mediante normas renovadas para el diseño de artes de pesca, para el reciclado
de buques y para el desmantelamiento de plataformas marinas. Así como
medidas para reducir la contaminación por plásticos y micro plásticos.

 Preservar la biodiversidad e invertir en la naturaleza. La protección del 30% de


la superficie marina de la UE revertirá la pérdida de biodiversidad. Aumentará
las poblaciones de peces. Contribuirá a la mitigación del clima y a la resiliencia,
y generará importantes beneficios financieros y sociales. El impacto ambiental
de la pesca en los hábitats marinos se reducirá aún más.

 Apoyar la adaptación al clima y la resiliencia de las costas. Las actividades de


adaptación, como desarrollo de infraestructuras verdes en las zonas costeras y
la protección de litorales frente al riesgo de erosión e inundaciones. Esto
contribuirá a preservar la biodiversidad y los paisajes, al tiempo que
beneficiarán al turismo y a la economía costera.

 Garantizar la producción sostenible de alimentos. La producción sostenible y


las nuevas normas de comercialización de los productos del mar; el uso de
algas y pastos marinos, un mayor control de la pesca y la investigación e
innovación en materia de alimentos marinos de origen celular contribuirán a
preservar los mares de Europa. Con la adopción de las directrices estratégicas
de acuicultura sostenible, la Comisión se ha comprometido a aumentar la
acuicultura sostenible en la UE.

 Mejorar la gestión del espacio marítimo. El nuevo Foro Azul para usuarios del
mar, destinado a coordinar el diálogo entre operadores, partes interesadas y
científicos dedicados a la pesca, la acuicultura, el transporte marítimo, el
turismo, las energías renovables y otras actividades. Esto estimulará el
intercambio cooperativo para el uso sostenible del medio marino. En 2022 se
publicará un informe sobre la aplicación de la Directiva de la UE sobre
ordenación del espacio marítimo, tras la adopción de los planes nacionales de
ordenación del espacio marítimo en marzo de 2021.
La Comisión también seguirá creando las condiciones para una economía azul
sostenible a nivel internacional siguiendo la agenda de gobernanza
internacional de los océanos.
Financiamiento de la economía azul:
La Comisión Europea y el Grupo del Banco Europeo de Inversiones,
compuesto por el Banco Europeo de Inversiones y el Fondo Europeo de
Inversiones (FEI), aumentarán su cooperación en materia de economía azul
sostenible.
Las instituciones trabajarán conjuntamente con los Estados miembros. Lo
harán para satisfacer las necesidades de financiación existentes para reducir la
contaminación en los mares europeos y apoyar la inversión para la innovación
azul y la bioeconomía azul.
El nuevo Fondo Europeo Marítimo, de la Pesca y de la Acuicultura -
especialmente con su plataforma «Blue Invest» y el nuevo Fondo Blue Invest-
apoyará la transición hacia cadenas de valor más sostenibles basadas en los
océanos, los mares y las actividades costeras.
Para seguir financiando la transformación, la Comisión ha instado a los Estados
miembros a incluir inversiones para una economía azul sostenible en sus
planes nacionales de resiliencia y recuperación, así como en sus programas
operativos nacionales para diversos fondos de la UE de aquí a 2027. También
contribuirán otros programas de la UE, como el programa de investigación
Horizonte Europa, y se creará una misión específica sobre los océanos y las
aguas.
Por lo que respecta a las inversiones privadas, en las decisiones de inversión
pertinentes deberían utilizarse principios y normas de sostenibilidad. Estas
normas están acordadas específicamente para los océanos, como la Iniciativa
de Financiación de la Economía Azul Sostenible patrocinada por la UE.

Economía azul en el mundo:


Para los países del Caribe, cuyas economías turismo-dependientes han sido
impactadas por la crisis del COVID, hay una expectativa colectiva de que la
economía azul y sus tecnologías asociadas puedan ser una nueva fuente de
crecimiento económico. Esta expectativa se deriva de la confluencia de varios
factores. Por un lado, los países caribeños – especialmente aquellos insulares
– desean poder capitalizar sobre los recursos marinos de sus zonas
económicamente exclusivas (ZEEs), que son varias veces más grandes que su
área terrestre. Por ejemplo, las ZEEs de Barbados, Bahamas, Jamaica y
Trinidad y Tobago se estiman en 3.73 millones de kilómetros cuadrados – casi
10,000 veces el tamaño de sus áreas terrestres (de 379,000 kilómetros
cuadrados). Por el otro, en la situación actual de alto endeudamiento externo
que enfrentan muchos de estos países, el financiamiento concesional luce
altamente atractivo, y las organizaciones multilaterales que pueden ofrecerlo
están muy interesadas en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo
Sostenibles (ODS) acordados en el marco de las Naciones Unidas para el
2030. Varios de los ODS están directamente relacionados con el océano – por
ejemplo, el ODS 14: “Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los
mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible” – mientras que
otros lo están indirectamente – por ejemplo, el ODS 2 concerniente a la
seguridad alimentaria, el ODS 7 a energía, el ODS 6 al agua, y el ODS 13 a
combatir el cambio climático. Finalmente, existen varios fondos privados de
impacto globales que buscan activamente oportunidades de inversión en la
economía azul en el Caribe. Esto es indicio de que el mercado detecta una
oportunidad de crecimiento en la economía azul del Caribe y a la vez reconoce
el alto potencial de impacto social y ambiental que tendrían estas inversiones.
Perú y Ecuador:
Perú y Ecuador están conectados por las aguas frías y ricas en nutrientes de la
corriente de Humboldt, que permite espectaculares floraciones de plancton,
alimentando al sector pesquero peruano e impulsan la increíble biodiversidad
de las Galápagos.
Las aguas peruanas son tan ricas que posicionan al país como uno de los
mayores productores a nivel mundial de calamar, anchoveta y muchas otras
pesquerías. Sin embargo, la gestión a largo plazo de estas pesquerías es un
desafío frente a la pesca ilegal o no reglamentada a nivel nacional e
internacional, y frente a los limitados recursos existentes para financiar una
pesca artesanal sostenible. Al mismo tiempo, los sectores azules emergentes
como la acuicultura, el turismo y las energías renovables se pasan por alto,
perdiendo la oportunidad de aprovechar todo su potencial para contribuir a la
economía del Perú.
La situación de Ecuador es similar, incluyendo una alta vulnerabilidad a las
flotas pesqueras internacionales, y ecosistemas invaluables que son admirados
en todo el mundo. Las aguas alrededor de Galápagos atraen a miles de turistas
y presentan un enorme potencial para el desarrollo de la industria del turismo
marino como complemento al terrestre. Otras oportunidades para la acuicultura
y las energías renovables también pueden ayudar a la recuperación económica
del país y el crecimiento futuro.
El mar de ambos países ofrece la oportunidad de desarrollar una economía
azul integrada, que gestione de manera sostenible los sectores existentes,
como la pesca y el transporte marítimo, y promueva el crecimiento de otros
emergentes como el turismo, las energías renovables y la acuicultura, entre
otros.
Consciente de este increíble potencial, el Banco Mundial está trabajando
estrechamente con Perú y Ecuador para desarrollar algunos de los
componentes básicos que permitirán la transición hacia la economía azul,
apoyando a los pescadores artesanales para que emprendan negocios
innovadores y sostenibles, y preparando un diagnóstico de la situación actual
de los recursos marinos y los sectores azules.
Los pescadores artesanales son irremplazables conocedores del océano, que
podrán ayudarnos a identificar muchos de los cambios que están ocurriendo
silenciosamente y los que vendrán. Es por eso que el Banco Mundial se
enfoca en trabajar con las comunidades locales, incluyendo a mujeres y
jóvenes, tratando de mejorar la calidad de vida de las personas y la salud del
océano al mismo tiempo. Se espera que los proyectos futuros fomenten estos
objetivos junto con los gobiernos de ambos países.
Con estas acciones, los océanos pueden convertirse en un aliado en la lucha
contra el cambio climático en línea con las llamadas Contribuciones
Determinadas a Nivel Nacional (NDC), y en el cumplimiento de otros acuerdos
internacionales.
También se necesita planificar estratégicamente cómo aprovechar al máximo el
potencial de los océanos, incluyendo la protección de algunas áreas para
resguardar ecosistemas críticos y asegurar la reproducción de los peces,
asegurando así la rentabilidad de los sectores azules a largo plazo frente al
cambio climático y otros desafíos Más allá de la planificación y las políticas
públicas, es solo a través de las comunidades costeras y los trabajadores
El gran potencial económico de los mares y los océanos abre el debate sobre
cómo generar riqueza sin dejar de lado la sostenibilidad y un acceso igualitario
a los recursos y el conocimiento. ¿Qué riesgos y oportunidades plantea la
economía azul? ¿Qué sectores emergentes están surgiendo? ¿Qué países
lideran esta carrera?

«Toda la economía azul es sostenible»


Pues no, lo que se conoce como economía azul no tiene por qué ser
sostenible. Por ejemplo, la pesca tiene problemas crónicos de sobrexplotación
de algunas especies como el atún rojo, merluza, lenguado o rape. Para la FAO,
hasta un tercio de los bancos de peces están sobreexplotados. Y desde los 90
la producción pesquera se ha estancado, a pesar de las mejoras tecnológicas y
el aumento de la demanda.
Según la OMT, el turismo internacional crece a un ritmo de 7% anual, muy por
encima de la media de otros sectores económicos, principalmente en destinos
de costa. Este turismo costero masivo tiene un impacto importante sobre los
ecosistemas naturales, generando numerosos residuos que contaminan los
mares y las costas, en particular en el mar Mediterráneo o el océano Pacífico, a
través de la generación de gases nocivos, plásticos sin reciclar o aguas sin
tratar. Para 2050 se calcula que habrá más plástico en el mar que peces –en
términos de biomasa. Las emisiones de carbono asociado al turismo
internacional, sector excluido del acuerdo de París, alcanzan ya un 8% del total
mundial, según un reciente artículo de la revista Nature.
En cuanto a la energía offshore, se basa históricamente en la extracción de gas
y de petróleo, principal emisor de gases de efecto invernadero que contribuyen
al cambio climático, si bien es cierto que se empieza ahora a instalar las
primeras plantas eólicas y solares ubicados en el mar para producir energía
limpia. Pero estas plataformas offshores tienen un impacto visual significante,
alteran los ecosistemas marinos locales y ocupan un espacio valioso a escasos
kilómetros de la costa, generando protestas de las comunidades locales,
colectivos de pescadores o empresas turísticas como en Francia, que hasta la
fecha no ha conseguido iniciar ningún proyecto a pesar de tener tecnología
puntera y zonas costeras extensas.
Por otra parte, la biotecnología marina se basa en la extracción del ADN de las
especies presentes en los océanos con el fin de crear tratamientos para la
salud, teniendo en cuenta que alrededor de 60% de los medicamentos
existentes ya provienen, en mayor o menor medida, de fuentes naturales. De
hecho, se anticipa que nuevas curas para enfermedades complejas como el
cáncer vendrán de organismos marinos todavía desconocidos, escondidos en
los fondos del mar donde han podido desarrollar una gran capacidad de
adaptación y supervivencia en condiciones extremas. No obstante, la
comercialización del patrimonio genético marino puede provocar la
privatización de estos conocimientos, es decir, que solo sea usado por pocas
empresas, Estados o ciudadanos de los países ricos, excluyendo del avance
de la ciencia a las comunidades más pobres y frágiles.
El transporte marítimo, que mueve más de 90% de las mercancías en el
mundo, genera también importantes consecuencias negativas como la emisión
de C02, Nox o Sox, gases particularmente nocivos para la salud de los
habitantes de las ciudades que alberguen instalaciones portuarias o acogen
cruceros. Aunque las nuevas tecnologías están mejorando la eficiencia de los
motores y reduciendo la contaminación ambiental, este sector en pleno auge
en un mundo cada vez más globalizado ha quedado sorprendentemente
excluido del acuerdo de París y no tiene –todavía– objetivos oficiales de
reducción de gases de efecto invernadero.
«Se vigila el buen uso de los recursos marinos»
No está muy claro. A la diferencia de los espacios terrestres, el mar no tiene
fronteras o límites geográficos fácilmente identificables y controlables. La
ausencia de vigilancia ha sido aprovechada por algunos países o empresas sin
escrúpulos que buscan ser los primeros en explotar –y privatizar– estos
recursos colectivos limitados. Para los economistas, este fenómeno de
expoliación de los bienes públicos se define como la tragedia de los comunes.
La comunidad internacional está poniendo en marcha espacios de diálogo y de
negociación para regular el acceso y la explotación de los recursos marinos,
pero estas instituciones son todavía muy desconocidas y publican
recomendaciones sin poderes reales de imposición o castigo.
La Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 es el
único marco institucional vigente para impulsar un uso pacífico y compartido de
los océanos. Con 168 países firmantes, ha puesto en marcha varios
instrumentos para anticipar o solucionar posibles conflictos en los espacios
marítimos, como la Autoridad internacional de los fondos marinos, que
supervisa la extracción de recursos mineros en aguas profundas, o el Tribunal
internacional de derecho del mar, para resolver discrepancias jurídicas entre
Estados. No obstante, esta convención no ha sido firmada por Estados Unidos,
Turquía o Venezuela, lo que en la práctica le resta credibilidad y legitimidad.

Bajo el liderazgo de Singapur y de ONG internacionales, la ONU ha iniciado el


año pasado la negociación del primer tratado internacional para la protección
de la alta mar, con el objetivo de regular el uso de todas las aguas situadas a
más de 200 millas marinas (320 km) de las costas, fuera de las zonas
económicas exclusivas gestionadas directamente por los países costeros. Si
las negociaciones siguen su curso –y es quizás mucho esperar debido al poco
interés de EE UU en la diplomacia internacional– este nuevo tratado podría
ponerse en marcha en 2020, con el objetivo de proteger el 30% de las
superficies marinas globales, que tienen un papel clave en la regulación del
clima y el suministro de proteínas animales en gran parte del mundo.
«Los países europeos están apostando por la economía azul»

Sí, pero no son los únicos. Los Estados con grandes líneas de costas tienen
obviamente más actividades y beneficios relacionados con la explotación del
mar. A nivel europeo y en términos absolutos (valor añadido bruto), los países
líderes son Reino Unido (básicamente debido a sus plataformas petroleras),
España, Italia, Alemania o Francia, sobre todo gracias al turismo. En términos
relativo, Croacia (7%), Dinamarca (5%) o Grecia (5%) encabezan el ranking
europeo.
A escala global, según un estudio de la OCDE con cifras de 2010, la economía
azul representa –con datos conservadores– el 2,5% del PIB a nivel mundial y
unos 31 millones de empleos, sobre todo en el sector de la pesca y el turismo
costero. Los principales países son China (10% del PIB), EE UU (4%), Canadá
(4%) o Australia (3,6%). Pero pequeños Estados como Islandia tienen hasta un
25% de su economía basado en actividades marinas.
En cuanto a España, es la primera potencia mundial en turismo costero con un
80% de sus visitantes extranjeros alojados a menos de 10 kilómetros del mar.
Varios puertos españoles son referentes en el campo de los cruceros y
transporte marítimo, como Barcelona, Valencia, Algeciras o Palma de Mallorca.
Las previsiones anticipan un fuerte crecimiento de estos sectores muy superior
al resto de la economía, lo que genera también gran preocupación por el
impacto ambiental en los ecosistemas costeros y marinos, ya frágiles por el
impacto del cambio climático y de la presión humana.
En el mundo de la energía offshore, Europa, en la cabeza de la carrera hacia
una economía bajo en carbono, lidera la instalación de grandes plataformas
eólicas en el litoral atlántico, principalmente en Reino Unido o Alemania. Según
el último informe de la asociación empresarial WindEurope, en 2017 se conectó
a la red europea una capacidad récord de 3.148 MW de eólica offshore, lo que
representa dos veces más que en 2016. A fines de 2017, casi el 84%
(15.780MW) de todas las instalaciones de eólica marina se encontraban en las
aguas de la costa de 11 países europeos. El 16% restante se encuentra en
China, seguido de Vietnam, Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y Taiwán.
«Sectores tradicionales y emergentes conviven en la economía azul»
Así es, por el momento. Una gran parte de la economía azul actual se basa en
sectores maduros como la pesca, la acuacultura, el turismo, el transporte
marítimo o el petróleo y el gas offshore. Algunas de estas actividades
disminuirán por el propio agotamiento de los recursos disponibles, como la
pesca – estancada debido a la sobrexplotación– o la extracción de energía fósil
– condenada por la implementación del acuerdo de París. Al contrario, otros se
desarrollarán para dar respuesta al crecimiento demográfico y el cambio de
estilo de vida, como la acuacultura –que representa ya más de 50% del
consumo de animales acuáticos en el mundo; o la producción offshore de
energía solar, eólica, undimotriz (gracias al movimiento de las olas) o
mareomotriz (aprovechando las corrientes creadas); o el transporte marítimo –
que mueve más de 80% de los bienes internacionales.
En cuanto al turismo costero, su pauta de crecimiento es exponencial a nivel
global. El desarrollo de las infraestructuras viarias, ferroviales, marítimas o
aéreas; la multiplicación de compañías de viaje a bajo coste; o el auge de la
clase media en países emergentes como China, India, Brasil o Rusia son
algunos de los factores que permiten anticipar la masificación del turismo
costero en los océanos y mares. Si el Mediterráneo representa casi 50% del
turismo internacional, las grandes cadenas hoteleras y turoperadores
transnacionales han empezado a planificar y construir resorts y otras
instalaciones en destinos todavía fuera de las guías turísticas tradicionales
como Mozambique, Cabo Verde, Angola o Montenegro.
Si hablamos de los sectores emergentes, la biotecnología tiene un potencial
inmenso en la búsqueda de nuevos medicamentos para curar enfermedades
crónicas como el cáncer o la diabetes. Farmacéuticas en Estados Unidos,
Alemania, Francia o España tienen proyectos de extracción de ADN de
especies marinas con el objetivo de replicar su capacidad de adaptación y
sobrevivencia en condiciones extremas. Nuevos alimentos o fuentes de energía
limpia se producen también gracias a la transformación de algas, medusas o
plancton en proteínas, nutrientes o calorías.
La extracción de minerales en los fondos marinos está también en pleno auge
debido a la demanda creciente de cobre, aluminio, cobalto y otros metales, que
se utilizan para productos de alta tecnología como los teléfonos inteligentes o
las baterías. Según el IUCN, la agitación de sedimentos pueda nublar el agua y
sofocar a los animales. Alertan también de la contaminación ambiental debido a
fugas y derrames, además del ruido, las vibraciones y la contaminación
lumínica. En mayo de 2018, 29 proyectos de investigación han sido iniciados,
principalmente en el Atlántico y el Pacífico. En Japón la exploración minera en
aguas nacionales empezó en 2017 y se prevé que la explotación minera
comercial se inicie en Papúa Nueva Guinea en 2020.
«Pueden explorarse y explotarse todos los océanos»

Depende. De todos los espacios marítimos, océanos y mares, solo unos pocos
han sido explorados, y de manera muy limitada, en general alrededor de las
costas de los países más poblados e industrializados. El turismo marítimo y
costero se concentra alrededor del Mediterráneo y el Caribe. La pesca está
presente en todos los Estados con mar, de manera industrial en las regiones
más ricas, y artesanal en países en vías de desarrollo. El transporte marítimo
se agrupa en grandes ejes este-oeste del Atlántico, Pacífico, Índico y el mar
Mediterráneo, basado principalmente en suministrar a los países occidentales
productos baratos made in Asia.
Existen espacios totalmente protegidos –de momento– donde está prohibido
explorar recursos marinos como la Antártida o el Ártico, a pesar de las
presiones cada vez más fuerte de países como EE UU o Rusia, en busca de
nuevos recursos mineros y fósiles presentes masivamente en estos territorios
vírgenes de actividad humana.
La gran dificultad –y oportunidad para limitar su desarrollo incontrolado– es la
profundidad de los océanos que complican la exploración y explotación de sus
recursos marinos, pudiendo llegar a decenas de kilómetros en las plataformas
continentales. No obstante, el desarrollo de submarinos autónomos o robots
acuáticos con capacidades de permanecer un largo tiempo debajo del agua y
resistir a temperaturas y presiones extremas hacen más fácil y barato la
investigación en aguas profundas. La necesidad de buscar fuentes de
proteínas alternativas, medicamentos nuevos o energías renovables
adicionales generará fuertes presiones y posibles conflictos en el medio
marino. La ausencia de supervisión y regulación en espacios sin presencia
humana aumentará también el número de Estados o empresas sin escrúpulos
que buscarán privatizar en su beneficio unos recursos cada vez más escasos y
valiosos.

DESARROLLO DE LA ECONOMÍA VERDE


El término economía verde fue hablado por primera vez en un informe pionero
1989 para el Gobierno del Reino Unido por un grupo de los principales
economistas del medio ambiente, titulado "Blueprint for a Green Economy"
(Pearce, Markandya y Barbier, 1989). El informe fue encargado de asesorar al
Gobierno del Reino Unido si había o no una definición consensuada del término
"desarrollo sostenible" y las implicaciones que el desarrollo sostenible tenía
para la medición del progreso económico y la evaluación de proyectos y
políticas. Además de en el título del informe, no hay ninguna referencia
adicional a la economía verde y parece que el término fue utilizado en el último
momento por los autores. En 1991 y 1994 los autores publican las
continuaciones al primer informe tituladas "Blueprint 2: Greening the world
economy" y "Blueprint 3: Measuring Sustainable Development". Si bien el tema
del informe del primer Blueprint fue que la economía puede y debe acudir en
ayuda de la política ambiental, las siguientes partes extendieron este mensaje
a los problemas de la economía mundial - cambio climático, el agotamiento del
ozono, la deforestación tropical, y la pérdida de recursos en los países en
desarrollo y en el mundo. Todos los informes realizados sobre la investigación
y la práctica de la economía ambiental abarcan varias décadas.
En 2008, el término fue recuperado en los debates sobre la respuesta política a
múltiples crisis mundiales. En el contexto de la crisis y preocupaciones de una
recesión global financiera, el PNUMA defendió la idea de "green stimulus
packages" (Fomento de ayudas verdes) y áreas específicas identificadas donde
la inversión pública a gran escala podría poner en marcha una "economía
verde" (Atkisson, 2012). Inspiró a varios gobiernos a implementar paquetes
significativos "de fomento verde" como parte de sus esfuerzos de recuperación
económica.
En octubre de 2008, el PNUMA lanzó su Iniciativa de Economía Verde para
proporcionar análisis y la política de apoyo a la inversión en sectores verdes y
para la ecologización de sectores hostiles con el medio ambiente. Como parte
de esta iniciativa, el PNUMA encargó uno de los autores originales de
"Blueprint for a Green Economy" para preparar un informe titulado "Global
Green New Deal" (GGND, Nuevo Acuerdo Ecológico Global), que fue lanzado
en abril de 2009 y propuso una combinación de medidas de política que
estimule la economía recuperación y al mismo tiempo mejorar la sostenibilidad
de la economía mundial. El "Global Green New Deal" pidió a los gobiernos a
destinar una parte importante de los fondos de estímulo a los sectores verdes y
establece tres objetivos: (i) la recuperación económica; (ii) la erradicación de la
pobreza; y (iii) redujo las emisiones de carbono y la degradación de los
ecosistemas; y propuso un marco para los programas de estímulo verdes, así
como las políticas nacionales e internacionales de apoyo (UNEMG, 2011).
En junio de 2009, en el período previo a la Conferencia sobre el Cambio
Climático de la ONU en Copenhague, la ONU lanzó una declaración
interinstitucional de apoyo a la economía verde como una transformación para
hacer frente a múltiples crisis. La declaración incluye la esperanza de que la
recuperación económica podría ser el punto de inflexión para una respuesta
internacional ambiciosa y eficaz a las múltiples crisis que enfrenta la
humanidad basada en una economía verde global.
En febrero de 2010, los ministros y jefes de Delegación del Foro Ambiental
Mundial a Nivel Ministerial del PNUMA en Nusa Dua reconocieron en su
declaración que el concepto de economía verde "puede abordar de manera
significativa los retos actuales y ofrecer oportunidades de desarrollo económico
y múltiples beneficios para todas las naciones." También reconoció el liderazgo
de PNUMA en la definición y promoción del concepto de economía verde y
alentó al PNUMA a contribuir a este trabajo a través del proceso preparatorio
de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible de 2012 (Río + 20).
En marzo de 2010, la Asamblea General acordó que la economía verde en el
contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza formaría uno
de los dos temas específicos para Río + 20 (resolución 64/236). Esto llevó a un
gran acuerdo que captó gran atención internacional sobre la economía verde y
conceptos relacionados y la publicación de numerosos informes recientes y
otros escritos con el objetivo de definir y desmitificar el concepto. Uno de los
informes claves era el "Flagship green economy report" publicado por el
PNUMA en noviembre de 2011 en virtud de su Iniciativa de Economía Verde.
PNUMA se asoció con grupos de expertos y actores comerciales (incluyendo
Deutsche Bank), dando credibilidad a su análisis económico (Atkisson, 2012).
Es importante destacar que el informe también proporciona una definición
básica "economía verde", que desde entonces ha sido citado en numerosas
otras publicaciones. Una serie de otras publicaciones del PNUMA, la UNCTAD,
el DAES y la Secretaría de la CDS han tratado de profundizar en el concepto y
delinear principios rectores, beneficios, riesgos y emergente experiencia
internacional.
En diciembre de 2011, el Grupo de Gestión Ambiental de la ONU (un órgano de
coordinación de todo el sistema de más de 40 organismos especializados,
programas y órganos de las Naciones Unidas) también dio a conocer una
perspectiva amplia y sistémica de la economía verde "Working Towards a
Balanced and Inclusive Green Economy" que identifica y aclara el uso de la
economía verde y otros términos relacionados. Este informe adopta la
definición establecida por el PNUMA en su Economía Verde Informe 2011. Una
serie de organizaciones no gubernamentales y asociaciones también han
desarrollado en los últimos años el propósito de promover la economía verde
como concepto a aplicar y llevar a cabo la investigación, el análisis y la
divulgación. No existe una definición acordada internacionalmente de la
economía verde y al menos ocho definiciones separadas se identificaron en
publicaciones recientes. La definición de PNUMA ha sido citada en una serie
de informes más recientes, incluyendo e
l UNEMG y la OCDE. Otra definición de economía verde que ofrece la
Coalición Economía Verde (un grupo de organizaciones no gubernamentales,
grupos sindicales y otros que hacen trabajo de base en una economía verde)
define sucintamente economía verde como "una economía resistente que
proporciona una mejor calidad de vida para todos dentro de los límites
ecológicos del planeta".
¿Qué es una economía verde?
El concepto de Economía Verde no es un concepto nuevo, fue introducido en
1984 por Pearce, Markandya y Barbier en su libro Blueprint for a Green
Economy, donde se define como “un sistema de actividades económicas
relacionadas con la producción, distribución y consumo de bienes y servicios
que resulta en mejoras del bienestar humano en el largo plazo, sin
comprometer a las generaciones futuras a riesgos ambientales y escasez
ecológicas significativas” (Zúñiga et al., 2015; Gasparatos et al., 2017), sin
embargo, hasta Río+20 fue introducido oficialmente (UNEP, 2012).
El concepto de economía verde se relaciona con el de “economía ecológica”,
término que surge de la traducción al español de “green economy” (PNUMA,
2012). De tal manera, la economía verde fue presentada por el Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente – PNUMA, a finales de 2008,
como un mecanismo integral y práctico de trabajo, que busca mediante el
análisis y apoyo a las políticas de inversión incentivar los sectores verdes y
cambiar los sectores económicos hostiles con el ambiente (Ambec et al., 2013;
Castro, 2016). Actualmente, la economía verde se describe como una
economía que busca mejorar el bienestar humano y alcanzar la equidad social
(Morganti, 2015; Fuentes & Lopez, 2015; Charan & Venkataraman, 2017),
mediante la reducción significativa de los riesgos ambientales y el uso
sostenible de los servicios ecológicos. Es la economía que busca un desarrollo
con bajas emisiones de carbono, eficiente en el uso de los recursos y
socialmente inclusiva (Campos, 2010; Morganti, 2015).
Tabla: Definiciones sobre “ECONOMÍA VERDE”
Al principio de su uso, el término "economía verde" fue tratado como sinónimo
del concepto de desarrollo sostenible, como se señaló anteriormente (Pearce et
al., 1989; Jacobs, 1991). Más recientemente, se han propuesto una variedad
de otras definiciones, algunas de las cuales se enumeran a continuación
(Newton y Cantarello, 2014):
 El PNUMA define como Economía Verde aquella que se traduce en “la
mejora del bienestar humano e igualdad social, reduciendo
significativamente los riesgos medioambientales y la escases ecológica.
Dicho de otra forma, una Economía Verde es “aquella que produce bajas
emisiones de carbono, usa los recursos eficientemente, y es socialmente
incluyente”. Por otra parte, “el crecimiento de los ingresos y el empleo es
impulsado por las inversiones públicas y privadas que reducen las
emisiones de carbono y la contaminación, aumentan la eficiencia
energética y de recursos y evitan la pérdida de la biodiversidad y de los
servicios de los ecosistemas.
 La Coalición Economía Verde (2012), que es una gran alianza de
múltiples partes interesadas, define la economía verde como "aquella
que genera una mejor calidad de vida para todos dentro de los límites
ecológicos del planeta '. Estos autores destacan la necesidad de
economías verdes para mejorar el bienestar humano, además de
mejorar el capital y los sistemas naturales.

 UNCTAD (Conferencia Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo)


(2010) define la economía verde como "una economía que se traduce en
la mejora del bienestar humano y en la reducción de las desigualdades,
sin exponer a las generaciones futuras a riesgos ambientales
significativos, así como a la escases ecológica. Pretende traer beneficios
sociales a largo plazo a través de las actividades previstas a corto plazo
orientadas mitigar los riesgos ambientales".

 La Cámara de Comercio Internacional (2011) define la economía verde


desde una perspectiva empresarial, La Cámara de Comercio
Internacional (2011) define la economía verde desde una perspectiva
empresarial, como "una economía en la cual el crecimiento económico y
la responsabilidad ambiental trabajan de forma conjunta reforzándose
mutuamente y prestando apoyo al desarrollo social".

 El Grupo 92 danés (2012) define la economía verde como El Grupo 92


danés (2012) define la economía verde no como un estado sino como un
proceso de transformación y una progresión dinámica constante. La
economía verde elimina las distorsiones sistemáticas y
disfuncionalidades de la economía actual y tiene como resultado el
bienestar humano y el acceso equitativo a las oportunidades para todas
las personas, salvaguardando al mismo tiempo la integridad ambiental y
económica con el fin de permanecer dentro de la capacidad finita del
Planeta. La economía no puede ser verde sin ser equitativa.

 UNU-IHDP (Universidad Naciones Unidas- International Human


Development Programme) (2012) define la economía verde como
aquella que se centra en hacer posible que las personas de todo el
mundo puedan perseguir y alcanzar una vida que tenga sentido para
ellas, y reducir al mínimo los impactos negativos de la humanidad sobre
el medio ambiente. Es una economía que emplea unos mecanismos o
estándares de medición diferentes a los del bienestar humano y su base
productiva. Es una economía que está anclada en su pasión por la
equidad y el ingenio.

 Chapple (2008) Chapple (2008) define una economía verde como ' la
economía de energía limpia, formada por cuatro sectores: energías
renovables (por ejemplo: solar, eólica, geotérmica); eco-edificación y
tecnología de eficiencia energética; infraestructura y transportes de
energía eficiente; y reciclaje y residuos hacia energía. La economía
verde no es sólo la capacidad de producir energía limpia, sino también
tecnologías que permitan procesos productivos más limpios, así como el
crecimiento del mercado para productos que consuman menos energía.
Así, podrían incluir productos, procesos y servicios que reducen el
impacto medioambiental o mejoran el uso de los recursos naturales - A
esta definición le faltaría los aspectos humanos y sociales de equidad,
inclusión y otros.
Estas diferentes definiciones destacan la falta de consenso sobre precisamente
lo que implica la economía verde. Por el contrario, esta es un área de debate
activo. Para muchos analistas, particularmente de la comunidad empresarial, la
economía verde es sinónima de la 'economía de energía limpia' descrito por
Chapple (2008). Muchas de las definiciones mencionadas anteriormente, sin
embargo, también se refieren a los objetivos de mejorar el bienestar humano y
equidad social. Algunos mencionan también explícitamente el medio ambiente,
haciendo referencia al concepto de límites ambientales o capacidad de carga.
Como señaló Peters y Britez (2010), la existencia de varias definiciones indica
que el término 'economía verde' es ambiguo y puede contener múltiples
significados. También ha sido descrito y disputado (Newton y Cantarello, 2014).

Tabla: Discursos de organizaciones destacadas sobre el concepto de


economía verde
Organización Discurso
Iniciativa Verde del Programa del Surge el 2008 como respuesta a la
Medio Ambiente de las Naciones crisis financiera, alimentaria y
Unidas (UNEP). energética, llevó al Nuevo Acuerdo
Verde Global (Global Green New
Deal - GGND), que recomienda
inversiones en las políticas públicas
para impulsar la transición verde.
Estrategia de crecimiento verde También como respuesta a la crisis
(Green Growth Strategy - GGS) de la de 2008, como marco de su posición
Organización para la Cooperación y política para la Conferencia Rio+20.
el Desarrollo Económico (OCDE) Con estrategias como los indicadores
de progreso y una caja de
herramientas para la elaboración de
políticas para los países miembros.
“Estrategia Europa 2020” (Europe Otra respuesta a la misma crisis,
2020 Strategy) de la Unión Europea donde la se adopta una estrategia de
“crecimiento inteligente, sostenible y
inclusivo” para un periodo de tiempo
máximo de diez años
Enfoque “Transición e Inovación Surge en el 2009, publicando
Verde” (Green Transition and reportes sobre energía; ambiente y
Innovation approach) de Asia cambio climático; los recursos
naturales; y las perspectivas
culturales; introduciendo el concepto
de “desarrollo verde”, mediante
innovaciones verdes.
El G-20 (Grupo de los 20 países Que incluyó entre sus objetivos “una
industrializados y emergentes) recuperación inclusiva, verde y
sostenible”.
Confederación Sindical International Surge el concepto e iniciativa de
(International Trade Union empleos verdes
Confederation - ITUC),
Organizaciones de negocios Cuyos temas de desarrollo son
europeas tecnología de medio ambiente y
ecoindustrias.
Fuente: (IBON, 2011)
La economía verde ha de ser la economía que tiene en cuenta las siguientes
componentes:
 Componente económica cuyo marco sería el desarrollo económico
sostenible un crecimiento condicionado a las limitaciones de los
ecosistemas, recursos naturales y limitaciones planetarias.

 Componente ambiental basado en energías limpias, descarboxilación de


las fuentes de energía, el equilibrio con los ecosistemas, minimización
de los impactos ambientales y aprovechamiento sostenible de los
recursos naturales.

 Componente social: Quizás el aspecto más relevante de esta


componente se traduce en el empleo verde generado basado en el
acceso las oportunidades para todo/as y equidad social, inclusión social.
En este apartado yo añadiría con especial atención la igualdad de
género. El objetivo básico de esta componente es la erradicación de las
pobrezas y las diferencias sociales.

 Componente espacial: El contexto son los territorios donde se


encuentran los recursos naturales a ser explotados y que no pueden ni
deben ser deslocalizados.

 Componente temporal: El concepto transgeneracional, no sólo importa el


presente sino las consecuencias que se percibirán en el futuro las
próximas generaciones.
CRADLE TO CRADLE
El desarrollo del termino Cradle to cradle (de la cuna a la cuna), es un nuevo
paradigma del desarrollo sostenible, no es absolutamente nuevo y
trascendental en su definición, dado que sigue los lineamientos de anteriores
paradigmas y/ o corrientes como por ejemplo las 3R (Reciclar, Reutilizar,
Reducir), la economía circular o en bucle, entre otros.
Lo que propone esta nueva corriente de pensamiento del desarrollo sostenible
es la eliminación total del residuo o residuos que trae consigo la elaboración de
un bien y/o servicio, es por ello que la máxima lección del cradle to cradle es
que la basura es igual a alimento, basura = alimento, quiere decir que una vez
finalizada la vida útil del bien, esté puede volver a la naturaleza en forma de
nutrientes, para ello tiene que ser totalmente inocua tanto para el medio
ambiente, los animales y también el ser humano.
Para que pueda cumplir lo anteriormente mostrado, tuviera que replantearse
desde el principio la fabricación de los productos, es decir en las industrias
antiguas, primero se crea el bien (producto) con la finalidad inmediata de
satisfacer la necesidad o necesidades con la que fue creado, sin importarles el
destino último de los residuos creados (basura), por dicho bien una vez
consumidos o usados en toda su vida útil, en las industrias más actuales
orientadas al “desarrollo sostenible” se prioriza que los residuos de los bienes
sean mínimos, reutilizables o tenga un segundo propósito, pero de acuerdo al
desarrollo del cradle to cradle esto no basta, porque los residuos perjudiciales
para el medio ambiente, animales o personas deben ser inexistentes.
Es por ello que se plantea la eliminación del residuo desde la concepción inicial
del producto, es decir desde el principio el bien es concebido para satisfacer la
necesidad final con la que fue concebido y además poder ser reutilizado en su
totalidad y/o sus componentes ser nutrientes inocuos para el medio ambiente.
Infrareciclaje, reciclaje y suprareciclaje
Se considera Infrareciclaje al reciclaje en el cual un material reciclado para un
fin distinto o igual a bien con el que fue creado tiene que volver a utilizarse
algún aditivo, químico o proceso extra para que sea similar a la materia con el
que fue creado, como por ejemplo cuando se recicla acero, este al volver a
derretirse se disuelve con otros aditivos como pinturas, relieves, otros
compuestos que le quitan la pureza y se tiene que mezclar con acero de alta
pureza.
Es por esto que, deberíamos aspirar al supraciclaje (“upcycling”), que, por el
contrario, utiliza todo el producto con el fin de hacerlo útil otra vez o darle una
nueva identidad o valor sin perder sus propiedades. Es decir, la solución no es
producir menos, tal y como ha sido planteada por los ecologistas hasta ahora,
es producir y diseñar bien.
Por explicarlo claramente, actualmente, la mayoría de productos no son
diseñados para que al final de su vida útil puedan ser desensamblados o
descompuestos. Estos suelen contener diversos componentes que son
procesados conjuntamente, perdiendo parte de sus propiedades.

Es por esto que, deberíamos aspirar al supraciclaje (“upcycling”), que por el


contrario, utiliza todo el producto con el fin de hacerlo útil otra vez o darle una
nueva identidad o valor sin perder sus propiedades. Es decir, la solución no es
producir menos, tal y como ha sido planteada por los ecologistas hasta ahora,
es producir y diseñar bien.

Objetivos

Actualmente la filosofía Cradle to Cradle (C2C), que pretende promover una


nueva revolución industrial en la que se reinventen los procesos industriales
aportando soluciones saludables, es una tesis en pleno desarrollo.

Hoy en día, ha comenzado aplicándose en su mayoría a productos y sistemas


de pequeña escala, pero el objetivo es que en un futuro también pueda
aplicarse a la arquitectura de forma extendida.

Para el desarrollo de esta idea, es crucial que esta filosofía se dé a conocer, es


decir, es muy importante su difusión para su aplicación a escala global, por lo
que objetivo será la realización de un manual que recoja todas estas ideas y
que defina y que ponga sobre la mesa los pasos que deben seguir los
arquitectos y diseñadores en sus proyectos, para que cumplan con esta
filosofía.

En definitiva, el objetivo será acotar la filosofía Cradle to Cradle (C2C), y


facilitar su desarrollo e implantación mediante el estudio de su posible
aplicación a la arquitectura.

El manual, cuyo objetivo último sería reestructurar el diseño en la arquitectura


utilizando como modelo el equilibrio de los ecosistemas naturales, tan sólo
servirá como punto de partida, pero no será algo definitivo, sino un método de
difusión del C2C que irá cambiando en función de las dificultades de aplicación
que vayamos encontrando.

Así, se analizarán las ventajas, inconvenientes y problemas de aplicación, para


que se vayan proponiendo soluciones y mejoras.

Principios Cradle to Cradle


Este concepto surge en 2002 como respuesta a la insostenibilidad del modelo
tradicional de producción. En el libro Cradle to Cradle: rediseñando la forma
en que hacemos las cosas, Michael Braungart y Willian McDonough lanzan
una innovadora propuesta a la industria, basada en tres principios:
 Entender los residuos como si fueran nutrientes: reintroducir los
productos que ya no cumplen su funcionalidad inicial al circuito
económico.
 Usar energías limpias y renovables.
 Fomentar la diversidad: diseñar los productos teniendo en cuenta las
características biológicas, sociales y culturales del lugar al que van
destinados.

Máximos representantes

 Walter R. Sthael, es un arquitecto de origen suizo, en el año 1976 en un


informe de investigación para la comisión europea en Bruselas introduce
el termino de economía en espiral o economía en bucle, en la cual
propone una economía en que todos los bienes puedan reutilizarse una
vez que termina su ciclo útil, en la misma cadena en la que fue creado
como si fuera un bucle, es decir los componentes del bien seguirían
sirviendo en la cadena productiva indefinidamente,  además hace
hincapié en el impacto en la creación de trabajo, competitividad
económica, ahorro de recursos y prevención de desechos. 

Dicho informe fue publicado en 1982 como un libro “Trabajos para


Mañana, el Potencial de Sustituir Mano de Obra por Energía”. Hoy esos
factores son comúnmente referidos como lo tres pillares de un desarrollo
sostenible: ecológico, económico y socialmente compatible.

Tiempo después sus detractores consideraron que la síntesis de su obra


podría ser mejorada y cambia en el “de la cuna a la tumba” como
una alternativa a la economía circular, con la ventaja de que de principio
a fin era compatible con modelo de economía lineal, es decir que la
responsabilidad y último fin de las empresas en la economía seria
alargar lo máximo posible la vida útil de los bienes y que estos al final de
su vida útil sean desechados de manera integral y que no causen
inocuidad a los seres humanos (pero si al medio ambiente).
Walter R. Stahel, mostró que esta idea señalando que “de principio a
fin” o de la cuna a la tumba es simplemente una superación de
marketing para enterradores, porque se apoya en soluciones al final de
la línea. Stahel insistió que la solución realmente sostenible era usar
bienes durables en un bucle desde “la cuna y volviendo a la cuna”,
dando así el comienzo de este nuevo paradigma que luego fue
continuado y mejorado por otros exponentes del movimiento.
 William McDonough y Michael Braungart, el primero es un arquitecto
paisajista americano y el segundo un químico alemán, ambos escritores
del Libro “Cradle to Cradle: Rediseñando la forma en la que hacemos las
cosas, es libro en donde publicado en el año 2002, en donde se ve a
profundidad las bases y principios de este novedoso movimiento, en
donde se critica el uso tanto ya comercializado de las 3R (Reutilizar,
Reciclar y reducir) y de la ecoeficiencia, en donde la primera es criticada
porque no planteado una solución real al problema de la contaminación
y del uso de los materiales ya desechos o que ya cumplieron su ciclo de
vida útil y el segundo es porque ecoefiencia se presenta como una
mirada en como maximizar el uso de los recursos con menor cantidad
de daño al medio ambiente, pero no plantea una solución excata para
ser efecto a la hora de no dañar el medio ambiente.
Además, no es algo teórico o utópico. En 2010, Braungart y McDonough
fundaron el Instituto de Innovación de Productos Cradle to Cradle que
certifica los productos para permitir transformar esta filosofía en un
estándar global y, como veremos a continuación, algunas empresas
punteras ya están
colaborando con ello. En la unión europea tenemos el Cradle to Cradle
Network (C2CN) que ha sido un proyecto de cooperación interregional
financiado por la UE en el que 10 regiones de distintos países (Holanda,
Bélgica, Finlandia, Francia, Reino Unido…) pusieron en práctica esta
idea en 2010, con una puesta de resultados en común un año después
y, una segunda fase de actuación que asegurara la continuidad del
progreso en el campo de la gestión de recursos.
De hecho, tenemos que incluso el instituto C2C está colaborando con
países de América, donde lo han denominado, concepto de Producción
en Ciclo Cerrado (PCC) Allí, la primera aplicación de este programa se
llevó a cabo en Ecuador entre el año 2010-2013 con el objetivo de
introducir y demostrar la viabilidad de la metodología PCC en el sector
productivo ecuatoriano.

Clasificar los materiales que se utilizan para la producción en tres listas 

Inicialmente propuestas como 3 listas ( o 3 listas “buenas”), luego se incorporó


otras listas de materiales que en la actualidad están presentes en los procesos
productivos y es imprescindible nombrarlos, lista X, para las sustancias más
problemáticas, por ejemplo, las que pueden liberar sustancias tóxicas en su
fabricación; la lista gris, que contendría sustancias problemáticas cuya
erradicación no sea tan urgente o aún no sea posible por no existir alternativas,
y las listas A, B y C o positiva, que contendría, al final, las sustancias
saludables y seguras. En esta fase, se debe intentar que, sin cambiar las
pautas de producción, la última lista sea cada vez más amplia respecto a las
dos primeras. Hasta este paso, si hiciéramos una comparación con una receta
de cocina, estaríamos escogiendo los mejores ingredientes, los más saludables
y producidos de forma justa, pero el paso a paso de la receta se mantendría
igual. 
A partir de este paso, se pasa de una producción “menos mala” para
convertirse en “más buena”. En primer lugar, se aboga por potenciar el uso de
productos de las listas “A, B Y C”, de materiales positivos, cambiando las
pautas de producción cuando sea necesario para poder dar cabida a más
sustancias seguras y excluir más sustancias peligrosas. Siguiendo el
paralelismo con una receta de cocina, estaríamos haciendo la misma receta,
pero cambiando sus pasos, sus instrucciones y sus tiempos de cocinado, para
facilitar que la lista de ingredientes “buenos” sea más larga. 

El último paso es reinventar, es decir, abrir la mente a posibilidades nuevas que


puedan resolver las necesidades de las personas de manera diferente, con
mayor sostenibilidad. Cambiamos de receta y hacemos otra que en su conjunto
es mucho más saludable para nosotros, y sigue cubriendo nuestra necesidad
de alimentarnos. 

Se puede tomar el ejemplo de la construcción de un vehículo. Para que su


diseño y construcción fuesen más sostenibles, haría falta que se descartaran
de plano los materiales con compuestos tóxicos desde el principio en su
elaboración, por ejemplo, los interruptores de mercurio (algunos fabricantes ya
lo han hecho). Se deberían, seguidamente, clasificar todos los materiales que
se utilizan para su fabricación y sustituir los que no sean del todo saludables y
seguros por algunos que sean mejores, sin volver a concebir la producción
desde sus fundamentos. Por ejemplo, utilizar pintura que no contenga cromo. Ir
un paso más allá consistiría en modificar el proceso de fabricación si eso
facilita potenciar la lista de materiales seguros y reutilizables, por ejemplo,
diseñar el coche con vistas a su desembalaje cuando acabe su ciclo de vida,
para que todos sus materiales sean fácilmente separables y reciclables. El
máximo exponente de la eco-efectividad sería replantearse cómo satisfacer la
necesidad del transporte de personas de forma más sostenible, y si quizás el
coche es la solución más eficiente para ello.

DESARROLLO DE UN CUADRO COMPARATIVO SOBRE LAS


DIFERENCIAS, CRITICAS Y EJEMPLOS
CUADRO COMPARATIVO

ECONOMIA ECONOMIA AZUL ECONOMIA VERDE CRADLE TO


CIRCULAR CRADLE

-Los materiales y -Consiste en -Pretende ofrecer -Pretende generar


recursos se entender los productos ecológicos que los productos
mantienen en el ciclo residuos como que respetan el medio finalizada su vida
productivo recursos y buscar ambiente que sean útil, no se
conservando su vida soluciones accesibles a una elite conviertan en
útil (reducir, reutilizar inspiradas en el de alto poder basura inútil, sino
y reciclar). diseño de la adquisitivo. que puedan ser
naturaleza. devueltos al suelo
-No desecha el -Requiere que las para que se
Diferencias producto final ni lo empresas inviertan descompongan y
convierte en basura, -Busca que todos los más y que los sean nutrientes.
por lo que lo utiliza residuos y desechos consumidores paguen
como recurso para sean reintroducidos más para obtener lo -Replantean el
un nuevo ciclo de de nuevo al proceso mismo a cambio de diseño de productos
vida. económico como preservar el medio y abogan por la
materias primas de ambiente. optimización de los
otros productos. productos en el
-Este sistema busca -Busca sostenibilidad mercado debe
nuevas fuentes de debido a su diseño de comenzar con la
recursos y de -Es accesible para sus operaciones es optimización de
energía para atender todo tipo de ineficiente en su componentes que
el desarrollo del consumidores, se objetivo, por eso es los forman.
planeta.( utiliza aprovecha la energía poco rentable para los -Este sistema es
materias primas y los materiales al empresarios y sostenible que
renovables y de bajo máximo lo que consumidores, pues brinda productos
impacto ambiental). reduce los precios. requiere gran certificados, ya que
esfuerzo económico. ningún otro sistema
abarca la
sostenibilidad a
nivel de producto de
manera extensa y
consistente, los
materiales
conservan su
calidad y no hay
desperdicios.
Criticas -The Guardian - Gunter Pauli: -Critica de Gunter - Cuando
(Watts, 2018): La Todos los residuos Pauli (la economía reciclamos,
economía circular no generados se verde para él es un en muchos casos el
desmonta deberían reintroducir sistema de material pierde
crecimiento en el proceso producción prohibido). valor, porque no ha
económico ni mucho productivo de nuevo Es decir, que eleva sido diseñado para
menos el sistema como nuevas los costes de ello,
capitalista-industrial. materias primas, producción a lo que a y tenemos que
No se podría decir igual que hace la su vez eleva los añadirle aditivos,
que tendría una naturaleza. El precios para que así como químicos
contribución ante la aprovechamiento de las elites puedan perjudiciales, para
actual crisis los residuos para adquirir este tipo de que suplan
ecológica ni otros procesos sería productos y las carencias o la
contribuiría con además bueno para contradice su falta de calidad del
nuevas soluciones la economía al concepto ecológico. material; es decir;
socioculturales; por generar nuevos no es hacer lo
el contrario, puestos de trabajo. - imposible para
entorpecería el reducir, reutilizar y
camino hacia un reciclar nuestra
nuevo modelo de basura, sino diseñar
vida, hacia el post- los residuos desde
desarrollo el inicio para que
puedan
ser reutilizados sin
ningún esfuerzo.

Ejemplo - Sinba: Esta - Biocombustibles - Construcción - Silla giroflex: El


empresa recolecta generados a partir sostenible plástico de las
los residuos de maíz o soja, -Empresas de ruedas se recupera,
orgánicos de algunos hongos comestibles economía circular el resorte de gas se
restaurantes a partir de los -Reciclaje vuelve a tratar, el
peruanos para luego desechos del café, -Consumo tejido
procesarlos y bioplásticos responsable se convierte en
convertirlos en elaborados con -Infraestructuras abono, etc. Las
alimento para desperdicios de verdes piezas se
animales. Así, usa lo frutas y verduras o -Agricultura ecológica separan en función
que muchos podrían biocombustibles -Energías renovables del material de cual
considerar basura utilizando los -Huertos compartidos estén fabricadas
como un recurso, excrementos de los -Tiendas a granel para poder
alargando su ciclo de osos panda. -Productos sin recuperar
vida. plástico fácilmente la
- Las alfombras de -Movilidad sostenible materia prima.
los automóviles y las -Cuidado del medio
bandejas de los ambiente
maleteros están -Silvicultura
hechas, en su -Preservación de la
mayoría, a partir de biodiversidad
pet reciclado.
APLICACIÓN DEL CRADLE TO CRADLE
La empresa se dedica a la venta, procesamiento y exportación de uvillas (pourouma
cecropifolia), este fruto es una drupa semejante a la uva, ovoide o esférica de 2 a 4 cm
de largo y de 1 a 4 cm de diámetro; epicarpio áspero, fibroso y de color verde en
estado inmaduro y violáceo negro al madurar, pulpa blanca cristalina jugosa con fibras
entrecruzadas dulces o aciduladas, con una sola semilla blanca marrón acorazonada,
embrión basal con 2cm de largo y 1.5 de ancho.
Gracias a este fruto la empresa tiene diferentes fuentes de ingreso, en su
procesamiento, importancia económica y valor agregado lo explicaremos
detalladamente:
Se encuentra en las zonas con precipitación pluvial en el rango de 1599 mm a 4000
mm al año; con temperaturas medias entre 20 y 28° C, sin presencia de heladas, se
adaptan bien a los suelos con inundaciones periódicas temporales y a suelos con muy
buen drenaje y de baja fertilidad.

IMPORTANCIA ECONÓMICA
la parte comestible es la pulpa del fruto maduro, que es de coloración blanca, jugosa y
de sabor dulce o subácido. Se consume directamente en estado natural. También se
utiliza la fruta para hacer vinos y jaleas. Sirve como alimento de la fauna silvestre y se
utiliza también en la alimentación de cerdos y peces. Algunas veces se usan las
semillas molidas como sustituto del café. La fruta comercial debe cosecharse
madura en el árbol, por su calidad y sabor óptimo. Se expende en los mercados
amarrados en racimos de fruta fresca. Es un alimento básicamente energético,
portador de carbohidratos y minerales.

Desde el punto de vista agroindustrial, el bajo contenido de azucares, esencia de


almidón, bajo contenido de pectina, contenido medio de taninos y la presencia de
flavonoides le confieren características promisorias para la industrialización en
procesos de fermentación como el vino.
PROCESAMINETO Y VALOR AGREGADO
-UVILLAS DE ALMÍBAR
Para la elaboración de uvillas en almíbar se requiere de frutos selectos por su tamaño
y su estado de maduración. Estos frutos son lavados con agua potable y
desinfectante(lejía). Posteriormente son pelados manualmente y sometidos a una
solución que contiene antioxidantes (los frutos de uvillas poseen un alto poder de
oxidación en el oxígeno atmosférico). Los frutos de uvillas pelados, son colocados en
los envases (frascos de vidrios) y rellenados con almíbar, una solución que contiene
agua, estabilizantes y ácido cítrico, de acuerdo a los estadares permitidos para el
consumo humano. Posteriormente los frascos llenos y abiertos son pasados por un
túnel de vapor durante 8 minutos, a una temperatura de 90-95°C y tapados
inmediatamente después de la salida de los frascos . seguidamente los frascos son
colocados en una autoclave a 110°C, por un tiempo de 15 minutos y enfriado con agua
potable hasta una temperatura de 25-30°C. finalmente son embalados y almacenados
en lugares frescos y secos.

-LICOR DE UVILLA
Para este subproducto se necesita contar con frutos selectos y fisiológicamente
maduros estos son lavados con agua y desinfectante. Posteriormente son separados
los pedúnculos de los frutos, así como la cascara y las semillas en el proceso de
pulpeado. A esta pulpa se le adiciona agua, azúcar, levadura y se deja para la
fermentación en recipientes plásticos o de otro material. Luego de completar la
fermentación, se eliminan los solidos de suspensión(sombrero) se filtra y se adiciona
albumina de huevo, para después pasteurizar a 75-80°C durante 3-5 minutos. Se deja
enfriar a la temperatura del medio y se refrigera por 2 a 3 días para que, por acción del
frio, los solidos suspendidos en el vino sean eliminados. A este liquido filtrado se le
calienta a 60-65°C por espacio de 2 a 5 minutos para eliminar las posibles esporas de
levaduras. Finalmente se envasa y se sella.
LOS COLORANTES OBTENIDOS Y OTROS DERIVADOS
Los colorantes obtenidos de la especie obtenidos de la especie POUROUMA
CECROFILIA (UVILLA) de la cascara y semilla, pueden ser utilizados ampliamente en
la industrialización de diferentes tipos de alimentos, como las bebidas alcohólicas y no
alcohólicas, dulces, caramelos, gelatina, helados, yogurt, etc. Así como también en
productos farmacéuticos por la presencia de diferentes tipos de flavonoides, cuyos
flavonciides neutralizan los radicales libres de oxidantes.
Bibliografia

Capítulo I del Libro Economía circular: un nuevo modelo de producción y


consumo sostenible. BELDA HÉRIZ, Ignacio. Editorial Tébar Flores, 2018.
MCDONOUGH W. y BRAUNGART M.: Cradle to cradle. Rediseñando la forma
en que hacemos las cosas. Edición a cargo de Antonio García Brage. España,
McGraw-Hill, 2005

También podría gustarte