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2010
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Índice
I. Introducción
II. Metodología
1. Protección jurídica del derecho a la igualdad en relación con los derechos sociales
1.1. Protección de la maternidad y derechos laborales
1.2. Protección de la maternidad y derecho a la salud
1.3. Igualdad en cuestiones laborales y beneficios sociales
1.4. Hostigamiento sexual como discriminación. Responsabilidades del empleador
2. Protección jurídica del derecho a la igualdad en relación con los derechos civiles
2.1. Ampliación de sujetos de protección en las obligaciones de manutención en la
separación de cónyuges
2.2. Edad mínima del matrimonio, protección del derecho al desarrollo libre,
armónico e integral
2.3. Patrimonio y derecho a heredar
2.4. Beneficios de compensación por labores reproductivas y de cuidado en la
separación
3. Protección jurídica del derecho a la igualdad en relación con los derechos políticos
3.1. Disposiciones especiales para garantizar la participación política de las
mujeres
3.2. Participación política en sistemas de derecho propio
III. Conclusiones
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I. Introducción
Las sentencias fueron seleccionadas por sus probables aportes al contexto mexicano. En
este sentido, las sentencias seleccionadas brindan elementos para evitar prácticas
discriminatorias en el ámbito de los derechos laborales y civiles, así como para hacer
efectivos el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y a participar en las
actividades públicas y políticas. El eje central de la selección de las sentencias es la
consideración según la cual la igualdad y la no discriminación son derechos fundamentales.
Mujeres (CEDAW).
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Los principales instrumentos de Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIDH) 2
establecen un catálogo muy avanzado de derechos, los cuales han sido reconocidos por la
comunidad internacional como los estándares más altos de protección de los derechos
humanos de las mujeres. Sin embargo, estos estándares no se agotan en su formulación, ya
que su naturaleza dinámica les permite enriquecerse continuamente por otras fuentes de
derecho tales como las interpretaciones y los informes de los Comités de seguimiento a los
Tratados Internacionales 3 , los Informes de las Relatorías Especiales del Sistema Universal
de Derechos Humanos, los informes y sentencias de los órganos del Sistema Interamericano
de Derechos Humanos, así como por las resoluciones y fallos de las cortes nacionales.
Del conjunto de estos instrumentos, se pueden extraer los siguientes elementos constitutivos
de los estándares más altos de protección de los derechos humanos de las mujeres, los
cuales se construyen partiendo del reconocimiento de:
2 Ver: Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación en Contra de las Mujeres (CEDAW, en
ingles, 1979) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres
(Convención de Belém do Pará, 1994).
3 Existen ocho órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos que supervisan la aplicación de los
principales tratados internacionales de derechos humanos: el Comité de Derechos Humanos (CCPR); el Comité de
Derechos Económicas, Sociales y Culturales (CESCR); el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial
(CERD); el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW); el Comité contra la Tortura
(CAT) y el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes; el Subcomité para la Prevención de la Tortura; el Comité de los Derechos del Niño (CRC); el Comité
para la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares (CMW); Comité sobre
los derechos de las personas con discapacidad (CRPD).
Para acceder a las recomendaciones específicas y por país de estos órganos se recomienda el sitio:
http://www.ohchr.org/SP/HRBodies/Pages/HumanRightsBodies.aspx revisado el 8 de junio de 2009. Finalmente,
recomendamos la compilación SRE et al. Derechos de las Mujeres: Normativa, Interpretación y Jurisprudencia
Internacional, México: 2006. El documento “Jurisprudencia sobre Derechos Humanos de las Mujeres – Comités
Monitores de Derechos Humanos de Naciones Unidas – Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas”
editado en febrero de 2009 en Lima, Perú, y accesible en la página web: www.cladem.org , compila las
recomendaciones realizadas por Comités de Tratados del Sistema Universal a México por tema. Actualizado a febrero
de 2009. Revisado 8 de junio 2009.
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II. METODOLOGÍA
De esta forma, el análisis comparado de sentencias permite destacar los argumentos que
reflejan la aplicación e interpretación de los estándares más altos de protección de los
derechos de las mujeres. Estos argumentos son importantes porque entienden la asignación
de roles femeninos y masculinos como susceptibles de transformación en tanto prácticas
social e históricamente construidas.
4 La selección se realizó en dos etapas utilizando un método de selección dirigida. En un primer momento, se
utilizaron los buscadores de sentencias alojados en los portales de las Cortes referenciadas que tuvieran por litis el
derecho a la igualdad de género y el derecho a la no discriminación de las mujeres. La muestra que se conformó
constaba de sesenta y dos sentencias. Sin embargo, por ser la argumentación judicial el interés principal de este
trabajo, se procedió, en un segundo momento, a la selección de las sentencias que presentaran elementos de calidad
argumentativa y posibles aportaciones a la transformación de las prácticas jurisdiccionales de discriminación.
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1. Protección jurídica del derecho a la igualdad en relación con los derechos
sociales
Este apartado presenta argumentos con el fin de lograr un acceso igualitario y sin
discriminación a los derechos sociales por parte de las mujeres. En especial, las sentencias
seleccionadas tratan la protección de la maternidad y la igualdad en el trabajo y de los
beneficios sociales.
El Amparo 17/2003 de la Primera Sala del Tribunal Constitucional de España, con sustento
en la Directiva Europea 76/207/CEE, presenta un argumento jurídico que ofrece un alto
estándar de protección de la maternidad, incluso por encima de la CEDAW:
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Un primer mecanismo construido jurisprudencialmente consistió en reconocer a las mujeres
el derecho a no comunicar su estado de embarazo al empleador(a), partiendo de la realidad
social en la cual esta condición constituye un motivo de discriminación. En el ya citado
Amparo 17/2003 de la Primera Sala del Tribunal Constitucional de España se dice:
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Finalmente, otro mecanismo originado en el Amparo 17/2003 de la Primera Sala del Tribunal
Constitucional de España, vincula el carácter público del empleador con la protección
reforzada para empleadas en proceso de gestación y lactancia, al establecer un estándar
probatorio mayor a cargo de las instituciones públicas:
matrimonio y asegurar la efectividad de su derecho a trabajar; los Estados Partes tomaran medidas adecuadas para:
a) prohibir, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo o licencia de maternidad y la discriminación en
los despidos sobre la base del estado civil.”
6 “La protección especial aportada a las mujeres trabajadoras durante el embarazo y después del parto no se
contempla como una excepción a la igualdad de trato sino más bien como una condición para la no discriminación en
el empleo”, OIT, Informe V(1), Comisión de expertos,“La protección de la maternidad en el trabajo”, Conferencia
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Directivas 2002/73/EC y 76/2007/EEC del Parlamento y Consejo Europeos, sobre igualdad
en el empleo [discriminación por sexo] respectivamente, la Corte inglesa consideró que la
regulación nacional de dichas Directivas era regresiva en los siguientes aspectos.
En primer lugar, las nuevas disposiciones legales, al no considerar ilegal privar a una mujer
que está ausente por licencia de maternidad de cualquier beneficio establecido en los
términos y condiciones de empleo relativos a la remuneración, constituyen una reducción de
la protección jurídica de la maternidad respecto del criterio emitido por el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos (TEDH). 7
Por otro lado, la nueva legislación introduce una distinción entre mujeres que se encuentran
en periodo ordinario de licencia y mujeres que se encuentran en periodo adicional de
licencia, acerca de las condiciones de ausencia y las posibilidades de alegar discriminación
en una demanda, distinción arbitraria que ya había sido prohibida por la sentencia del TEDH
en el caso Land Brandenburg v. Sass.
Se argumenta que el embarazo es una situación biológica que no es comparable con otra
condición vivida por un hombre o por una mujer no embarazada. Es un estado que merece
un tratamiento particular con la finalidad de salvaguardar la salud y seguridad de la mujer
embarazada. Cuando la ley omite responder razonablemente a estas diferencias es también
discriminatoria.
Internacional del Trabajo, 87ª reunión 1999, Ginebra.
7 Caso Lewin v. Denda, 2000, IRLR 67 (« the Denda point »).
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1.2. Protección de la maternidad y derecho a la salud
Según la Corte Constitucional de Colombia, el despido por embarazo viola derechos tanto
laborales como de salud y económicos. En la sentencia TT291/05, este tribunal
constitucional afirma que el despido por embarazo, además de vulnerar el derecho a la no
discriminación y la protección de la maternidad, viola el derecho al sustento mínimo y el
acceso a la salud de la madre y del hijo por nacer. Este tribunal, además, hace una
interpretación garantista al establecer el mínimo vital con base en el ingreso de la mujer,
descartando los estereotipos de género que califican al hombre como el proveedor y a la
mujer como la cuidadora en la estructura familiar.
8 En la demanda, la accionante señaló que para la época del parto adquirió un crédito y se afilió como trabajadora
independiente, para poder de esta manera recibir la atención médica que por su estado requería. Se desconoce si con
posterioridad al nacimiento del menor, la accionante continuó pagando las cotizaciones correspondientes.
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Esta perspectiva es compartida por el Tribunal Constitucional de España, en el ya
mencionado Amparo 17/2003, en el cual establece la protección de varios derechos
relacionados con la maternidad más allá del embarazo, y desarrolla una concepción integral
de protección a la salud.
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de la especie, sino que, además, ha ingresado al mercado de trabajo,
contribuyendo al aumento de la riqueza nacional y al sostenimiento de la
familia. […] La visión histórica del rol de la mujer no debe afectar, por tanto,
el reconocimiento de beneficios que significan el mejoramiento de sus
ingresos en su condición de pensionada, como es la extensión de los
servicios médico-asistenciales a determinados miembros de su familia. Una
razón de menor peso para sustentar la facultad exclusiva de los hombres
pensionados de afiliar a su cónyuge o compañera permanente se expresa en
el estereotipo de que es menos ’hombre’ aquel que es ’sostenido’ por su
mujer. Este prejuicio social, no obstante, es contrario al dato de un creciente
número de mujeres ‘cabeza de familia’ que, por diversas circunstancias, se
hacen cargo de los gastos del hogar.
La Corte Constitucional de Colombia explica los efectos dañinos que han provocado los
estereotipos de género y los perjuicios a la libre determinación de la mujer. Resalta la
necesidad de brindar protección especial a los derechos de las mujeres, mientras en el
sistema jurídico y en la realidad social persista la discriminación de género.
El rol social asignado a la mujer como esposa y madre de los hijos legítimos
ha inspirado un estricto código de comportamiento marital y social que incide
sobre su libertad sexual, en contraste con la del hombre. La virginidad y la
sexualidad han tenido tradicionalmente diferente valor y significación social
según el sexo, dando lugar a diversa sanción social y moral de los
comportamientos del hombre y de la mujer, en perjuicio de la libre
autodeterminación de la segunda.
El acto discriminatorio en contra de la (demandante) en el trámite de la
inscripción de su esposo es explicable, más no justificable, a la luz de la
histórica discriminación a la que ha sido sometida la mujer, en multiplicidad
de campos y actividades de la vida social, condición que pretende ser
superada en parte con la adopción de un régimen jurídico más favorable a la
mujer y de protección especial de sus derechos.
1.3.2. Medidas especiales para mujeres jefas de familia
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La sentencia C964/03 de la Corte Constitucional de Colombia aporta argumentos centrales
para responder a la pregunta frecuente sobre la validez de las medidas especiales frente al
principio de igualdad. Al respecto, reafirma los preceptos de la CEDAW.
El primer derecho consiste en que los hombres y las mujeres sean tratados
igual, es decir, impide la discriminación por razones de sexo. El segundo
derecho consiste en que las mujeres, habida cuenta de una tradición de
discriminación sexual que el constituyente no sólo quiso abolir sino remediar,
sean titulares de medidas legislativas específicas en favor de ellas, no de los
hombres. La norma acusada constituye un desarrollo de este segundo
derecho amparado por una concepción sustantiva no formal de la igualdad,
encaminada a que, como se recordó en la Asamblea Constituyente, se pase
de una igualdad formal ante la ley a una igualdad real ante la vida.
Por otro lado, la Corte Colombiana aporta una definición interesante de las medidas
especiales:
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La sentencia 20241 de la Corte Suprema de Canadá retoma los parámetros de la CEDAW al
señalar la responsabilidad del empleador y sanciona su complicidad por omisión cuando
ocurran conductas de hostigamiento laboral en su empresa.
La justificación del empleador para la reasignación fue que las labores que
realizaba la empleada antes correspondían a un perfil distinto, a alguien con
más antigüedad. Así, admiten virtualmente que la empleada fue degradada
cuando sus responsabilidades fueron reasignadas a otra persona.
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2. Protección jurídica del derecho a la igualdad en relación con los derechos civiles
Los estereotipos y roles de género dentro de la familia han formado parte, históricamente,
del Derecho Civil. Éste, mediante diversas figuras jurídicas, incorporó la visión de la
mujer y los hijos e hijas como parte del patrimonio del hombre. Si bien es posible afirmar
que esto ya no es así, la influencia de dicha visión permanece aún en algunas figuras y
principios interpretativos que perjudican los derechos de las mujeres.
En adición a lo anterior, esta resolución permite ampliar los sujetos de protección a las
parejas del mismo sexo y establecer que su exclusión de los beneficios de esta medida
especial, constituye una discriminación por motivo de orientación sexual.
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Finalmente, como una medida para garantizar la implementación de su resolución, la corte
canadiense resuelve suspender la legislación en tanto la Asamblea Legislativa no modifique
la definición de “cónyuges”, en el sentido de eliminar la referencia a parejas heterosexuales,
e incluir la de esposos y esposas, para abarcar tanto relaciones del mismo sexo como de
sexo distinto.
2.2. Edad mínima del matrimonio, protección del derecho al desarrollo libre,
armónico e integral
Una de las disposiciones que permanece en los códigos civiles es la que establece edades
mínimas diferenciadas para hombres y mujeres.
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El problema afecta tanto a los niños como a las niñas, el informe advierte que
el efecto en las primeras es peor. A las niñas se les perjudica por tener corta
edad, al igual que a los niños, pero también por ser mujer. El informe señala
que el problema es más grave para ellas por cuanto padecen de las
consecuencias del matrimonio precoz un mayor número de veces y con una
intensidad incomparablemente superior.
La Corte de Colombia establece un estándar avanzado, al reconocer a las adolescentes
como sujetos de protección especial, entendiendo que la protección estatal debe tener como
objetivo la garantía de la libertad y la integridad personal. De esta manera, la Corte interpreta
de manera más garantista el principio pro libertatis 10 , al enfatizar el papel que tiene el Estado
en la protección de los derechos de sujetos de protección especial. Esta interpretación
pretende revertir los efectos nocivos de la permisión normativa del matrimonio precoz que,
de forma implícita, protege la virginidad y la honra familiar como bienes jurídicos.
Uno de los obstáculos que enfrentan las mujeres para constituir un patrimonio es la
permanencia normativa de ciertas restricciones basadas en el sexo. La CEDAW establece
como obligación de los Estados, en su artículo 2, inciso f), la modificación de disposiciones
normativas que, por objeto o por efecto, discriminen a las mujeres. La permanencia de este
tipo de disposiciones ha sido señalada por la Convención de Belém do Pará, en su artículo 6,
inciso a), como una forma de violencia contra las mujeres.
10 El principio pro libertatis es un principio hermenéutico para la interpretación de los derechos fundamentales, según el
cual los derechos deben interpretarse del modo más amplio posible en el sentido de encontrar los factores que tanto
favorecen, como restringen la libertad.
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En este sentido, la sentencia CCT 50/08 de la Corte Constitucional de Sudáfrica analiza el
carácter discriminatorio de una norma de derecho consuetudinario, con base en el régimen
de obligaciones estatales establecido en la CEDAW.
La exclusión de las mujeres de la herencia sobre las bases del género es una
clara violación de la sección 9(3) de la Constitución. Es una forma de
discriminación que afianza los modelos de desventaja de un grupo
vulnerable, exacerbado por las viejas nociones del patriarcado y de la
dominación masculina, incompatibles con la garantía de igualdad otorgada
por el orden constitucional. El principio de herencia patrilineal viola también el
derecho de las mujeres a la dignidad humana ya que implica que las mujeres
no están en condiciones o son competentes para poseer y administrar
propiedades.
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responsabilidades del hogar, u otros sacrificios financieros o en la carrera
profesional o laboral, por uno de los compañeros/as para el beneficio común
de la pareja lo que ocasiona una disparidad económica entre las partes.
Para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en el ejercicio y goce de los derechos
políticos, ha sido necesario instalar medidas específicas -como las cuotas de género- para
promover la participación política de las mujeres.
En la sentencia 371/00, la Corte Constitucional de Colombia afirmó que las cuotas de género
no rompen con el principio de igualdad entre hombres y mujeres, apoyándose en la noción
de igualdad sustantiva y en los estándares de la CEDAW, en especial la obligación estatal de
establecer medidas especiales temporales.
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Existe numerosa evidencia que sugiere que las leyes de cuotas han triunfado
en hacer que la paridad de los géneros en la toma de decisiones se convierta
en un asunto nacional. Las congresistas que han propuesto proyectos de ley
de cuotas, han influido en sus colegas del género masculino para que
formulen y defiendan opiniones en relación con la equidad de los géneros. En
muchos países, la difusión de la prensa sobre las leyes de cuotas, ha servido
para estimular debates sobre la historia del liderazgo de la mujer y sobre la
necesidad de adoptar medidas de acción afirmativa en otras áreas.
3.2. Participación política en sistemas de derecho propio
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Además, reconoce y afirma la posibilidad para las comunidades indígenas de referirse
directamente a los estándares más altos de igualdad, en este caso establecidos en la
Constitución, por encima de sus reglas consuetudinarias e incluso de leyes estatales
discriminatorias.
Desde finales del siglo XX, los Estados han modificado el concepto de la protección a la
integridad física de las mujeres en espacios privados y la han hecho parte de sus
obligaciones en materia de derechos humanos. Además, la violencia contra las mujeres se
ha definido como una forma de discriminación sexual, reconocida como un trato cruel,
inhumano y degradante.
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4.2. Violencia sexual
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Para remediar la permanencia de disposiciones discriminatorias en las definiciones
normativas del delito de violación y las consecuencias que tienen para el acceso a la justicia
de las víctimas, la Corte Constitucional de Sudáfrica, en la sentencia CCT 54/06, adopta el
estándar de la CEDAW que señala que el objeto de la penalización de la violación contra las
mujeres es proteger la dignidad, la autonomía sexual y la privacidad de las mujeres y niñas
jóvenes. La Corte también hace referencia al estándar de protección fijado por el Tribunal
Penal Internacional para Rwanda, que enfatiza la asimetría de poder y los daños que genera
en las víctimas.
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circunstancias, los intereses de la sociedad, en la exigencia de una sentencia
adecuada para mostrar su repugnancia y disgusto por los delitos por los que
el recurrente ha sido condenado, es tal que supera las pretensiones del
recurrente como primer autor a no ser condenado a una período de
encarcelamiento.”
4.3. Hostigamiento sexual
El hostigamiento sexual está definido por los estándares internacionales como una forma de
discriminación y de violencia contra las mujeres que implica la obligación para los Estados de
sancionar a las instituciones permisivas de esta práctica.
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III. Conclusiones
El análisis de las sentencias seleccionadas ofrece una serie de argumentos que permiten
una interpretación jurídica garantista de la protección jurídica de los derechos humanos de
las mujeres.
La interpretación de los principios pro libertatis y pro persona que examina violaciones a los
derechos a la igualdad, al acceso a una vida libre de violencia y la libertad de las mujeres
muestra elementos vanguardistas. Entre ellos, se encuentra cómo las Cortes reconocen
nuevos sujetos de derechos (las adolescentes, las trabajadoras, las jefas de familia) y cómo
les otorgan una protección jurídica especial necesaria para garantizar la igualdad sustantiva.
Adicionalmente, las Cortes han desarrollado una interpretación del principio pro libertatis más
allá de su sentido clásico, al hacer un examen exhaustivo de los factores que restringen el
ejercicio pleno de los derechos de las mujeres. Así, su aplicación del principio pro libertatis
evita caer en el vicio de confundir la protección jurídica de los derechos de las mujeres con la
protección de las mujeres como una forma de dominio, señalando la necesidad de garantizar
condiciones para el ejercicio de la autonomía y la libertad.
Finalmente, la interpretación vanguardista del principio pro persona permite a las Cortes
incorporar los estándares internacionales de protección de los derechos humanos de las
mujeres.
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Los derechos de protección son mecanismos que las Cortes han desarrollado para
garantizar y proteger el derecho a la igualdad de las mujeres. Las sentencias se sustentan
en el compromiso estatal de reconocer el valor social de las labores de reproducción y de
cuidado, así como la protección de la maternidad, tomando en cuenta que en estas etapas
del ciclo vital las mujeres son más propensas a sufrir discriminación sexual.
La protección de los derechos sociales y económicos para las mujeres en México constituye
un reto impostergable para el Poder Judicial. Los avances que se encuentran residen en la
garantía de los derechos de las trabajadoras en el empleo formal. Sin embargo, en México la
mayoría del trabajo femenino no es remunerado y cuando lo es se encuentra en el sector
informal, dificultando la protección de los derechos.
Otro de los obstáculos reside en que las instituciones mexicanas no parten de la premisa de
que las funciones reproductivas y las labores de cuidado generan beneficios sociales, y
constituyen la base de las actividades productivas.
En el ámbito laboral una de las formas de discriminación contra las mujeres en edad
reproductiva es la exigencia por parte de los empleadores de pruebas de embarazo. Esta es
una forma de discriminación sexual ante la cual el sistema jurídico mexicano enfrenta el reto
de sancionar a las instituciones que implementan estos mecanismos discriminatorios.
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La impunidad de la violencia contra las mujeres es otro reto central de las instituciones de
justicia. Si bien se ha dado un avance legislativo importante para sancionar la violencia
contra las mujeres en sus distintas manifestaciones, el gran desafío es poder articular esta
legislación avanzada con el resto del cuerpo normativo en el que persisten estereotipos y
estructuras discriminatorias.
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