Está en la página 1de 4

RELACiÓN DE SABERES

o VARIACIONES SOBRE EL MISMO TEMA


THEODOR W ADORNO

FRAGMENTO
SOBRE LAS RELACIONES
ENTRE MÚSICA Y LENGUAJE*

1
a música ofrece una similitud con el lenguaje. Hablar
como se hace de "idioma musical" o de "dicción musical"
no es metafórico. Pero la música no se confunde con el
lenguaje. Su similitud con éste lleva al corazón del pro-
blema, pero también a su indefinición. El que tome la música literal-
mente por un lenguaje, se extraviará.
Como el lenguaje, la música se presenta como una sucesión en el
tiempo de sonidos articulados, que son más que simples sonidos.
Estos sonidos dicen alguna cosa, frecuentemente alguna cosa huma-
na. y lo dicen con tanto más vigor, cuanto más elaborada sea la mú-
sica. Esta sucesión de sonidos se parece a la lógica: puede ser verda-
dera o falsa. Pero lo que se dice no es separable de la música; esta no
es un sistema de signos.
Esta similitud con el lenguaje comprende todo, desde la unidad
organizada de sonidos con sentido, al sonido aislado, a la nota como
umbral de la simple existencia, como puro vehículo de expresión. Y
no es solamente como unidad organizada de sonidos que la música
presenta una analogía con el discurso, una similitud con el lenguaje:
es también la manera como está concretamente dispuesta. La teoría
tradicional de las formas musicales, habla de frases, de períodos, de
puntuaciones; de interrogaciones, de exclamaciones, de paréntesis;
se escuchan voces que suben y bajan, yen todos esos casos la música
toma prestado su gesto a la voz que habla. Cuando Beethoven pide
que una Bagatella del opus 33 sea tocada "con una cierta expresión
hablada", no hace sino subrayar con esto, reflejándolo, un elemento
que está presente siempre en la música. Existe la tendencia a distin-
guir la música, del lenguaje diciendo que ésta ignora todo concepto.
La música está sin embargo muy próxima, por más de un aspecto, a
los "conceptos primitivos" de los que habla la teoría del conocimiento.

* Este texto ha sido traducido por el prof. Luis Bernardo López Caicedo, Universidad Na-
cional de Colombia, como documento de trabajo y para ser publicado, exclusivamente, en
la Revista Colombiana de Psicología.

Nos. 5-6 AÑO MCMXCVII


174 U. NACIONAL DE COLOMBIA
BOGOTA,D.C.
THEODOR W ADORNO FRAGMENTO SOBRE LAS RELACIONES ENTRE MÚSICA Y LENGUAJE

Utiliza siglas que se repiten. Estas


siglas han sido forjadas por la to-
nalidad. Esta a falta de conceptos
ha producido vocablos: comen-
zando por los acordes, que se
reemplean constantemente con la nuestro tiempo, la relación entre el
misma función, así como ciertos lenguaje yJa música se ha vuelto
encadenamientos estereotipados, crítica. "
como los de las cadencias, y aún El lenguaje music~r es de un
con frecuencia fórmulas melódi- tipo completamente diferente al
cas, parafraseando la armonía. lenguaje significante. En esto resi- lenguaje en el cual el contenido
Esas siglas generales podían for- de su aspecto religioso. En el fenó- mismo se encontraría revelado,
mar parte de cualquier contexto meno musical, lo dicho esta a la pero al precio de la univocidad,
particular. Dejaban lugar a la es- vez precisado y escondido. Toda trasladada al lenguaje significan-
pecificación musical como el con- música tiene por Idea la forma del te. Y como si el más elocuente de
cepto a la individualidad, mien- Nombre divino. La música, -sú- todos los .lenguajes debiera ser
tras el contexto las salvaba, como ~l~ca desJ):litificada, li~.~ICldade la consolado de esta maldición del
en el lenguaje 4e ·~U:i.~rá~t~ral>Ei; ~agié\ 'I.flief~ct().••
,-...r~1it~~n~ la ~qW"OC?;sQ.¡l?~temítíca-, hay in-
tracto. Sim.plemen.teí!laiderttidad téntativa humana"tan {raftacomo tencionesqueaflllyen en él. Sin
de esos conceptos musicales resi- ella sea de enunciar el Nombre tregua, la música indica aquello
día en su p.ropianaturaleza y no en mismo, en lugar de comunicar sig- que quiere decir, y lo precisa. Pero
cualquier rélerente:' . nificaciones. la intenciÓ(l ft() deja al mismo tiem-
La inva.ri~bilidad de ésos ele- La música busca un lenguaje po de permanecer oculta. No es
mentos ha revestido, al depositar- desprovisto de intenoíoaes. No por azar que Kafka le haya asigna-
se, el aspecto de una segunda. na- hay.s~ erobargoentre eRáy el len- do,justamente, en algunos textos
turaleza. as eso lo.qae hace tan guaje significante una separación importantes, un lugar que no ha-
bía tenido jamás en la literatura.
difícil para la conciencia el aban- franca.icomoentre dos dominios
dono de lf1.. tqtlaltl;ial;i.~
.La. I"\~Yia distintos. A.qw.f~n~iona •una dia- Procedió con las significaciones
música, rnian1:'lis tantó, se leyanta léctica: la mÚ9ic~está en dedo pe- del lenguaje hablado, del lenguaje
contra la ilusión de esa tal "segun- netrada por todas partes de inten- significante, como si fueran las de
da naturaleza". Considera que las ciones, sin que haya'sídunecesario la.música, parábolas truncas, opo-
fórmulas estereotipadas y su fun- esperar para esto el siile rappresen- niéndose así radicalmente a la len-
ción no son mecánicas. No es, sin tativo, que puso la racionalización gua "musical" de Swinburne o de
embargo, la similitud con el len- de la música al servicio de la simi- Rilke, que imita los efectos de la
guaje como tal lo que se rechaza, litud con el lenguaje. Una música música, y permanece extraña a su
sino únicamente la forma cosifica- vacía de toda intención, reducida punto de partida. Es "musical" lo
da, que trata los elementos indivi- a un simple encadenamientode fe- que inerva las intenciones más fu-
duales como fichas,~ñales despo- nómenos sonoros serí~se~ejante gitivas sin perderse en ellas, pero
jadas de toda. calidap propia, a un kaleidoscopio acuático. Pero 'domeñándolas. Es así como la mú-
remitiendo a significaciones sub- si, a la inversa, sólo quisiera decir sica se constituye en estructura.
jetivas no menos rígidas. En la mú- algo dejaría de ser música, y gira- Esto nos envía ala interpreta-
sica también el subjetivismo y la ría falsamente a la palabra. Las in- ci6n. Música y lenguaje la recla-
reificación van a la par. Pero su co- tenciones le son esenciales, en la man al mismo grado, pero de ma-
rrelación no circunscribe una vez exacta medida, en tanto perma- nera completamente diferente.
por todas la semejanza de la músi- nezcan intermitentes. La música Interpretar el lenguaje, es com-
ca con el lenguaje en general. En reenvía al verdadero lenguaje: un prenderlo; mterpretar la música,

REIjISTA
COLOMBIANA
p~.!(~(1[ C'(;IA 175
RELACiÓN DE SABERES

es ejecutarla. En música, se llama


interpretación, la ejecución que,
globalmente, conserva la similitud
con el lenguaje, borrando en el de-
talle todo aquello que presentaría
esta similitud. Es la razón por la
cual la idea de interpretación le valor. La forma musical, la totali-
pertenece a la música, y no le es dad al seno de la cual tal encade-
accidental. Pero ejecutar bien la namiento musical toma un carác-
música, es antes que todo hablar ter de autenticidad, de ninguna
bien su lenguaje. Este lenguaje ne- manera se puede asilar de la tenta-
cesita ser imitado y no descifrado. tiva de dar a la música -ese mé-
Es sólo en la práctica mimética - dium al cual todo juicio es ajeno- reenvían las unas a las otras, sino
que puede por supuesto inte- el gesto del juicio. El éxito es a ve- en su mortal absorción al seno de
riorizarse bajo la forma de la ima- ces tan completo que el umbral del un todo al que sólo salva la signi-
ginación muda, como en la lectura arte no resiste más el asalto que la ficación que neutraliza al nivel del
mental- donde la música puede lógica libra contra él, en su volun- detalle. La música rompe las inten-
eclosionar; nunca en una contem- tad de dominación. ciones de las cuales está cubierta,
plación que la interprete inde- Para distinguir música y len- sirviéndose de la fuerza de éstas,
pendientemente de su ejecución. guaje, conviene por consiguiente para reunirlas en la configuración
Si se quisiera encontrar en el len- considerar, no uno de sus aspectos del Nombre .
guaje un acto comparable al de la aislados, sino su estructura global. Para distinguir la música de
música, sería la copia de un texto O más bien su dirección, su "ten- una simple sucesión de estímulos
más que la aprehensión de su sig- dencia", -tomando aquí la palabra sensibles, se le denomina como
nificado. en su sentido mas fuerte, de telas "unidad de sentidos" o "de estruc-
Contrariamente al carácter de de la música-o El lenguaje signifi- tura". Estos términos pueden ser
conocimiento propio a la filosofía cante querría decir lo absoluto de tolerados, en la medida en que
y a las ciencias, jamás, en el arte, manera mediata, y este absoluto nada en la música permanece ais-
los elementos reunidos para el co- se le escapa permanentemente, de- lado, donde cada detalle no toma
nocimiento se unen para formar jando cada intención particular, sentido sino por el vínculo que lo
un juicio. ¿Pero el lenguaje musical debido a su finitud, muy detrás. une -concretamente- con aquello
ignora realmente todo juicio? Una La música por su parte alcanza el que está a su alrededor y -por el
de sus más sorprendentes inten- absoluto inmediatamente, pero en espíritu- a aquello que está lejos:
ciones parece ser aquella que con- ese mismo instante este absoluto por el recuerdo y la espera. Sin em-
siste en confirmar, bajo la forma de se le oscurece, así como el ojo se bargo, el sentido de tal unidad es
un juicio, incluso de una sentencia, enceguece por una luminosidad diferente de aquel que se encuen-
algo que sin embargo no esta ex- excesiva, no pudiendo ver aquello tra en la base del lenguaje signifi-
presamente formulado. ¿Esta in- que es perfectamente visible. cante. El todo musical se realiza
tención aparece sin equívoco por Un segundo aspecto acerca la contra las intenciones, que integra
la sola fuerza del contexto, en los música al lenguaje: su fracaso, en negando cada intención particu-
momentos más importantes?, e efecto, la condena como al lengua- lar, inasible. Recoge en él las inten-
igualmente, es cierto, los mas im- je a errar sin fin, para traer lo im- ciones, no diluyéndolas para obte-
periosos de la gran música, como posible, por la vía de la mediatiza- ner una intención mas abstracta y
el inicio de la reexposición del pri- ción. Esta se efectúa simplemente superior, sino abriéndose, al lla-
mer movimiento de la Novena Sin- según una ley diferente para la mado de la intencionalidad, en el
fonía. Su eco resuena parodialmen- música y para el lenguaje signifi- momento en que se constituye en
te en composiciones de menor cante: no en las significaciones que unidad. Así la música es casi lo

Nos. 5·6 AÑO MCMXCVII

176 U. NACIONAL DE COLOMBIA


BOGOTA,D.C.
THEODOR ve "'.DORNO FRAGMENTO SOBRE LAS RELACIONES ENTRE MÚSICA Y LENGUAJE
~~--------- -- -----

contrario de una unidad de senti-


do, aun allí donde, en compara-
ción de la simple presencia sensi-
ble, aparece como tal. De aquí la
tentación que surge en la música aquella de las "formas ",...,,,'"',,,,
de substraerse a todo sentido por madas", desemb~.s~~éceLéstí .. -
su propia voluntad: de hacer como mulo puro o sobre 1á";siÍnplejÍre,.
si fuera, así no más, directamente sencia del fenómen.o,'
el Nombre. privados de ese ví'ri'Cll-::
Heinrich Schenker ha zanjado figura estética a e~ ¿:~·'I,J,~"* ~:, ':k,:~:#"
el nudo gordiano de la antigua con- misma y que sólo ' , <,7.,4:.,1 L'~ ~"

troversia, pronunciándose tanto figura estética. L .á~álid~slfod-oa\ll1fUO que eS,t("l.en


contra la estética de la expresión esta misma raz »: ~i?'~~g)'a~~~atY~~~~f"
como contra la de la forma. Les ha boga, que dirige;~ u;a~.,",L." t~,ª.~;~lá mú.a."Tó~!J·lWtÓ1ll.eno
sustituido -de la misma manera ficante se paga cé,\!ets:~_ musital en virñrd de lo qtie recaer-
que Schoenberg, quien lo ha me- arte. Si la música no se agota en las da, de aquello de lo cual se des-
nospreciado groseramente-la no- intenciones, no hay tampoco mú- prende, de la expectativa que hace
ción de un "contenido" musical. La sica carente de todo elemento ex- nacer, remite a mas allá de sí mis-
estética de la expresión confunde presivo: en música, aun la ausen- mo. Es esta trascendencia del de-
las intenciones veladas, no apre- cia de expresión se vuelve expre- talle musical lo que define su con-
hensibles desde el detalle, con el siva. "Sonoro" y "animado" son tenido: lo que pasa en la música.
contenido no intencional del todo; casi la misma cosa en música, y el Pero para que la estructura o la for-
la teoría wagneriana es insuficien- concepto de "forma", lejos de acla- ma musical sean más que simples
te, ya que para ella el contenido de rar algo, no hace sino volver a la esquemas didácticos, es necesario
la música esta representado a la pregunta de saber que se expresa
que, lejos de englobar el contenido
imagen de la expresión, extendido al interior de esta entidad sonora
de manera exterior, lo determinen
al infinito, de todos los momentos animada, y que no puede ser redu-
musicales, mientras que el "decir" íntimamente, en tanto que realidad
cida a la forma. Aquella no existe
del todo es cualitativamente dife- espiritual. La música se llena de sen-
sino en relación a esto que es ex-
rente del "querer-decir" del detalle. presado bajo una forma determi- tido en la medida en que se deter-
Si es consecuente con ella mis- nada. La necesaria especificidad mina más perfectamente de esta
ma, la estética de la expresión lo- de este proceso, su lógica inma- manera y no simplemente cuando
gra la seductora arbitrariedad de nente, desaparece; no es más que sus elementos aislados expresan
hacer pasar la comprensión efíme- un simple juego, en el cual todo, algo simbólicamente. Es alejándose
ra y contingente por la objetividad literalmente, podría ser diferente. del lenguaje como la música logra
de la cosa misma. La tesis opuesta, El contenido musical reagrupa en su semejanza con él" 1.1'

r">[VISTA
COLOMBIANA
[lE pC"~IC(il 177

También podría gustarte