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Buenas prácticas

profesionales para
el apoyo a la
parentalidad positiva
Directores del Proyecto:

Félix Barajas Villaluenga


Subdirector General de las Familias
Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad

Joaquín Corcobado Romo


Subdirector de Cohesión y Convivencia Social de la FEMP

Coordinadoras del Proyecto:

Carmen Lago de Lanzós y Tomás


Jefa del Servicio de Familias
Subdirección General de Familias
Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad

Sara Gil Romero


Técnica FEMP

Autores:
3
María José Rodrigo López
Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación.
Universidad de La Laguna

María Luisa Máiquez Chaves


Profesora Titular de Psicología Evolutiva y de la Educacion.
Universidad de La Laguna

Juan Carlos Martín Quintana


Profesor Ayudante-Doctor del Departamento de Educación de la
Bue
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Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
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Coordinador de la Edición:

Jaime Vázquez de Lucas

Edita:
FEMP. C/ Nuncio, 8 28005 Madrid. Tfno 91 364 37 00. Fax 91 365 54 82.
femp@femp.es
Depósito Legal: M-XXXXX-2011.
Diseño e impresión:
Gráficas Nitral SL. Arroyo Bueno, 2. Tfno 91 796 77 02. Fax 91 795 13 85.
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

2. Las competencias de los profesionales de ayuda y las


necesidades de formación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
a. Habilidades requeridas en el trabajo con familias. . . . . . . . 12
b. Conocimientos de los profesionales de ayuda . . . . . . . . . . . 14

3. Las buenas prácticas en el trabajo con familias. . . . . . . . . . . . .16


a. De los supuestos implícitos a las buenas prácticas . . . . . . . 19
b. Las buenas prácticas en el ámbito de la prevención
y promoción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
c. Las buenas prácticas en la intervención de caso . . . . . . . . . 23 5
d. Creencias de los técnicos que dificultan las
buenas prácticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

4. La relación de ayuda entre los profesionales y los


usuarios de los servicios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
a. Las primeras impresiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

Indice
b. Construir alianzas con el usuario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
c. Habilidades discursivas en la relación de ayuda. . . . . . . . . 32
d. La aceptación y legitimidad en la relación de ayuda. . . . . 34

5. Los equipos profesionales y servicios de apoyo a la familia. 36


a. Organización del equipo y coordinación. . . . . . . . . . . . . . . . 38
b. La innovación de las prácticas profesionales . . . . . . . . . . . . 42
c. El sistema de calidad del servicio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

6. Conclusiones y retos para el futuro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

Referencias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
1 Introducción
Este tercer trabajo cierra la serie de documentos
en torno a la parentalidad positiva, que se han
desarrollado siguiendo las directrices del Conve-
nio Marco de colaboración entre el Ministerio de
Sanidad, Política Social e Igualdad y la Federa-
ción Española de Municipios y Provincias (FEMP)
destinadas a promover la parentalidad positiva
desde el ámbito local. La Recomendación (2006)
19 del Comité de Ministros del Consejo de Europa
a los Estados Miembros sobre Políticas de Apoyo al
Ejercicio Positivo de la Parentalidad, ha sido el eje
inspirador de todos ellos.

Así, en el primer documento titulado Parentali-


dad Positiva y Políticas Locales de Apoyo a las fa-
milias. Orientaciones para favorecer el ejercicio
de las responsabilidades parentales desde las cor-
poraciones locales (Rodrigo, Máiquez y Martín,
2010a) se planteaba una reflexión sobre el ejerci-
cio de la parentalidad positiva y sus necesidades
de apoyo, se caracterizaban las medidas locales
de apoyo a la parentalidad positiva siguiendo el
enfoque psicoeducativo y comunitario y se pro-
porcionaban orientaciones prácticas sobre cómo
favorecer en las corporaciones locales el desa-
rrollo de servicios y programas destinados a este
fin. Entre dichas orientaciones se mencionaba la
creación de recursos psicoeducativos estables
para la promoción de la parentalidad positiva
como son los Programas de Educación Parental.
Precisamente en el segundo documento La Edu-
cación Parental como recurso psicoeducativo para
promover la parentalidad positiva (Rodrigo, Mái-
quez y Martín, 2010b) se caracteriza la educación
parental como recurso psicoeducativo, enmar-
cando y justificando la utilidad de este recurso
desde la filosofía de la prevención y promoción,
se describen los programas de educación paren-
tal estableciendo los objetivos, metodología y
contenidos que deben desarrollarse en los mis-
mos basados en las competencias y resiliencia
familiares y parentales y se definen los criterios
de calidad que deben regir el desarrollo de los
programas de educación parental.
El presente documento gira en torno a la tríada:
profesional, usuario y servicio, piezas clave para
llevar a cabo las políticas locales de apoyo a la
familia siguiendo los principios de la parentali-
dad positiva. La propia Recomendación (2006)19
del Comité de Ministros del Consejo de Europa a
los Estados Miembros sobre Políticas de Apoyo al
Ejercicio Positivo de la Parentalidad, señala la im-
portancia de contar con buenos profesionales
y buenos servicios para poder llevar a cabo la im-
portante labor de apoyar a los padres, a las ma-
dres y figuras parentales en general, de modo que
se garantice dicho ejercicio. Así, propone unas
directrices para los profesionales y los servicios
entre las que destacan las siguientes: el princi-
pio de igualdad y accesibilidad que subyacerá a
cualquier medida tomada, el principio de asocia-
ción (se entiende alianza y colaboración) con los
padres que supone un reconocimiento de la ex-
periencia de éstos y del conocimiento de sus pro-
pios hijos, favorecer la cooperación y coordina-
ción interdisciplinar entre entidades, facilitando
el compartir los medios y trabajando en una red
interdisciplinar, evitar crear una dependencia

Este tercer trabajo cierra la serie de


documentos en torno a la parentalidad
positiva, que se han desarrollado
siguiendo las directrices del Convenio
Marco de colaboraciòn entre el
Ministerio y la FEMP destinadas a
promover la parentalidad positiva

excesiva de las familias con el servicio aumen-


tando su confianza en sí mismos, realizar inter-
venciones basadas en promover las fortalezas
y los recursos de la familia, posibilitar a los me-
nores la comunicación de sus sentimientos y ne-
cesidades, y, por último, procurar la formación
7
inicial y continua de los profesionales interesa- La promoción de la parentalidad positiva supone a punto a los profesionales y a los servicios para El presente documento gira en torno a
dos y asegurar la continuidad y evaluación de un giro copernicano en la actuación de los pro- que puedan satisfacer las múltiples necesidades
las acciones que lleven a cabo en sus respectivos fesionales y la organización de los servicios de de las familias en la sociedad actual. la tríada: profesional, usuario y servicio,
servicios. apoyo a la familia con objeto de que abarquen no piezas clave para llevar a cabo las
solo los casos límites de protección al menor sino En el presente documento ponemos nuestro gra-
todo un rango de situaciones familiares muy di- no de arena para avanzar hacia las mejoras en
intervenciones de apoyo a las familias
En el primer documento titulado versas. Dentro de la nueva sensibilidad se ha he- el ejercicio profesional y en la organización de siguiendo los principios de la
Parentalidad Positiva y Políticas cho también evidente la necesidad de abordar la los servicios de apoyo a la familia siguiendo los parentalidad positiva
asignatura pendiente de la prevención y la pro- principios de la parentalidad positiva. Las pro-
Locales de Apoyo a las familias. moción a partir del análisis conjunto de los pro- puestas se basan en los siguientes principios de
Orientaciones para favorecer el blemas de la comunidad y que tiene en los servi- actuación: en el trabajo con familias, se requieren comu-
cios sociales próximos a las familias su principal nidades más sensibles y cooperativas con las
ejercicio de las responsabilidades baza. En efecto, gracias a estos servicios, dispen- 1. Salvaguardar los derechos de los menores familias en la protección de sus menores.
parentales desde las corporaciones sados en su entorno social y cultural, las familias y de las familias, recogidos en los marcos le-
beneficiarias y usuarias de los servicios sociales gales vigentes, proporcionando a los menores 6. Potenciar una red local de servicios y recur-
locales, se planteaba una reflexiòn sos próximos para atender las múltiples nece-
pueden normalizar sus vidas hasta donde sea po- un entorno estable y seguro en el que tengan
sobre el ejercicio de la parentalidad sible e integrarse en la comunidad haciendo uso satisfechas sus necesidades básicas: físicas, sidades de las familias y de los menores a su
positiva y sus necesidades de apoyo de una red de recursos municipales creados para emocionales, sociales y cognitivas. cargo con el fin de que las figuras parentales
satisfacer sus necesidades personales y sociales. puedan ejercer una parentalidad responsable.
2. Fomentar en los servicios sociales municipa-
8 Ya hemos enumerado en el primer documento Junto con el mayor énfasis en la prevención y les un modo de actuar proactivo y no solo 7. Propiciar en el servicio la colaboración, res- 9
las ventajas de fortalecer las políticas locales de promoción de competencias personales y socia- reactivo ante las situaciones familiares que ponsabilización y el fomento de la autono-
apoyo a las familias consideradas como un pilar les en las familias, se hace también necesario un comprometen en menor o mayor medida el mía de las familias, acorde con la tendencia
básico para asegurar la protección de los meno- cambio en la imagen pública de los servicios so- desarrollo del menor, apoyando a las familias actual a constituirse en servicios de apoyo a la
res y su bienestar, así como el de toda la familia y ciales, que estaban frecuentemente asociados a para que proporcionen un ambiente educativo familia con un continuo muy amplio de nece-
la comunidad. Sin embargo, al convivir los servi- graves situaciones de desventaja psicosocial y de más adecuado para sus hijos e hijas. sidades.
cios sociales de la administración local, tan varia-
bles de unos lugares a otros, con los provinciales 3. Garantizar y propiciar la preservación fa- 8. Respetar los principios deontológicos y los
y autonómicos en un mismo espacio de protec- En el segundo documento La Educación miliar y los vínculos afectivos existentes en perfiles profesionales planteados por los di-
ción al menor y de apoyo a la familia se pueden Parental como recurso psicoeducativo las familias con vulnerabilidad psicosocial, versos Colegios Profesionales cuyos colectivos
dar problemas de coordinación y sobre todo de para que sea posible la continuidad del menor trabajan en el ámbito del menor y la familia.
disparidad de criterios, objetivos, métodos y para promover la parentalidad positiva, en la familia siempre que no se ponga en peli-
actuaciones. Asimismo, la amplia distribución se caracteriza la educaciòn gro la protección del menor. Con estos principios asumidos, los puntos a tra-
geográfica en la que se ubican dichos servicios y tar en este documento son los siguientes: a) Las
su pertenencia a diferentes marcos legislativos
parental como recurso psicoeducativo 4. Promover en los profesionales de los servicios competencias de los profesionales de ayuda y las
autonómicos incrementa dicha disparidad. Todo sociales una visión positiva de las competen- necesidades de formación; b) Las buenas prácti-
ello apunta a la necesidad de contar con instru- maltrato y a las consiguientes actuaciones de se- cias de la familia con el fin de identificarlas y cas en el trabajo con familias sobre todo en lo que
mentos de reflexión como el que proporciona el paración de los hijos del hogar familiar. En su lu- promoverlas, ya que se trata de un contexto atañe a la prevención y promoción y a la inter-
presente documento para plantear principios de gar, los servicios sociales deben presentarse a la básico de desarrollo del menor. vención de caso; c) La relación de ayuda de los
actuación y buenas prácticas de los servicios so- comunidad como servicios de apoyo a la familia profesionales con los usuarios de los servicios; y
ciales municipales dirigidos al menor y a la fami- y acordes con una concepción más moderna de 5. Adoptar un punto de vista más comunitario d) Los equipos profesionales y servicios de apo-
lia que garanticen una buena calidad del servicio las relaciones con los usuarios de estos servicios. y preventivo al considerar que la familia es yo a la familia en sus diferentes dimensiones de
prestado a dichas familias cualquiera que sea su Ello supone embarcarse en un proceso de cambio parte integrante de la comunidad y al tener en funcionamiento. Por último se plantearán una
municipio de residencia. y de búsqueda de la calidad que permita poner cuenta que, para lograr una mayor efectividad serie de conclusiones y de retos para el futuro.
2
Las competencias de los
profesionales de ayuda y las
necesidades de formación
Las profesiones de ayuda son aquellas que se di-
rigen a procurar el bienestar físico, psíquico, in-
telectual, emocional o espiritual de las personas
o de los grupos humanos. En el ámbito psicoso-
cial de la familia, las profesiones de ayuda abar-
can múltiples facetas. Informar, orientar, derivar,
gestionar prestaciones, investigar presuntos caso
de abuso o maltrato, valorar a las familias para
realizar un plan de caso, acompañar y apoyar,
controlar y supervisar a las familias, ayudarles
a desarrollar habilidades y competencias para
enfrentar con éxito los desafíos a los que se en-
frentan, sensibilizar a la comunidad, evaluar
determinados programas o servicios, etc. Estas
actuaciones pueden ser desarrolladas por psicó-
logos, pedagogos, psicopedagogos, trabajadores
sociales, educadores sociales u otros profesiona-
les del ámbito psicosocial que traten de favorecer
y facilitar los procesos de cambio en las personas,
en los grupos y en los sistemas sociales en los que
se enmarcan utilizando estrategias psicoeducati-
vas y comunitarias. Los profesionales de ayuda
provienen por tanto de muchas tradiciones disci-
plinares lo que complica extraordinariamente la
definición de sus competencias.

Por otra parte, no hay estándares de formación


consensuados a nivel nacional sobre las habilida-
des que se requieren para el trabajo con familias.
Los profesionales suelen afrontar su formación,
una vez que acaban sus carreras, de modo errá-
tico y en función de las oportunidades que se
les brindan por lo que, a menudo, no se alcanza
una formación coherente y completa. El campo
profesional en el que van a actuar tampoco les
ayuda a desarrollar su formación ya que, a me-
nudo, suele estar mal definido por lo que los
profesionales comienzan a trabajar sin un marco
claro que les oriente en su quehacer diario. Así,
pueden darse en el servicio dispersión de méto-
dos, criterios, protocolos de actuación, con metas
improvisadas que responden más a la respuesta
inmediata a los problemas que a la planificación
pensada con metas a largo plazo. Para compli-
carlo más, a menudo los servicios cuentan con
una dotación insuficiente, con excesiva rotación
y/o eventualidad de los profesionales, con falta
de coordinadores que sepan bien el trabajo que
se traen entre manos. Todo ello conlleva el que
los servicios solo cumplan una parte de la impor-
tante labor que tendrían que afrontar. Así, por
ejemplo, dejan de realizar una verdadera acción
preventiva y de promoción de competencias en
las familias y en las comunidades por estar satu-
rados con la atención a los casos familiares más
graves o los ya cronificados. Los profesionales
observan que solo practican un tipo de interven-
ción en crisis pero no pueden llevar a cabo el tipo

Las profesiones de ayuda son aquellas


que se dirigen a procurar el bienestar
físico, psíquico, intelectual, emocional
o espiritual de las personas o de los
grupos humanos
de intervención sosegada y sostenida en el tiem-
po que permite lograr objetivos de más amplio
alcance para las familias.

Con todo este transfondo, no es extraño que los


técnicos de dichos servicios sean los profesiona-
les de ayuda que tienen una de las mayores tasas
de bajas laborales y de abandono del servicio,
debido a la dureza de las condiciones de trabajo
y a su permanente exposición a situaciones fami-
liares altamente conflictivas, que pueden afectar
a su rendimiento laboral e incluso llegar a alterar
su equilibrio personal y familiar. Están también
necesitados de acciones de formación perma-
nentes que les permitan actualizar sus conoci-
mientos sobre las nuevas realidades familiares,
las nuevas estrategias de intervención familiar, o
los nuevos modos de organización del servicio.
Para satisfacer las necesidades de apoyo y for-
mación continua lo mejor es poder contar con
espacios de reflexión sobre la propia práctica y
espacios de formación interdisciplinar.

A pesar de todas las dificultades anteriores pode-


mos comenzar con una primera aproximación de
lo que sería el conjunto de conocimiento y habi-
lidades de muy variado signo que serían necesa-
rias en dichos profesionales y que se recogen en
el Cuadro 1 tomado de Rodrigo, Maiquez, Martín
y Byrne (2008).

El proceso de aprendizaje de este conjunto de


saberes y habilidades o destrezas es complejo.
Se parte de las experiencias directas, es decir,
del trabajo de cada cual y de las actividades que
desarrolla en el servicio. A continuación, se des-
encadena la observación y reflexión vicaria me-
11
Cuadro 1. Conjunto de saberes y habilidades Figura 1. Proceso de actualización
necesarias en los profesionales de ayuda del profesional
diante la búsqueda y análisis de otros ejemplos: jar con los padres para que las observen en
qué actividades hacen otros, cómo funcionan, la vida diaria y reconozcan su importancia.
cómo solventaron las dificultades, etc. Sin embar- Construcción del contexto profesional Identificar sus capacidades resilientes y sus
Experiencia
go, sólo con la observación directa o la vicaria es competencias parentales para satisfacer di-
muy complicado el cambio, porque no se cuenta • Conocimiento disciplinar directa chas necesidades y fortalecer su papel como
con instrumentos para formalizar dicha expe- • Características y necesidades de las poblacio- padres y madres les ayuda a reconocer sus
nes con las que se trabaja necesidades como adultos.
• La cultura de referencia
Los profesionales suelen afrontar su • Contexto legal Experimentación
• Trabajar con los padres a nivel individual y
grupal según las necesidades que presenten
Observación
formaciòn, una vez que acaban sus • El rol profesional de nuevas
prácticas y reflexión y la intensidad de las ayudas que requieran.
Estimular el encuentro entre padres con ta-
carreras, de modo errático y en funciòn Procedimientos de evaluación e intervención lleres, programas de educación parental en
los que tengan oportunidades de reflexionar
de las oportunidades que se les brindan • Modelos y enfoques profesionales sobre sus propias experiencias y aprendan
por lo que, a menudo, no se alcanza una • Instrumentos y protocolos
Conceptualizar Repensar sobre de las de otros. Fomentar el reconocimiento
• Programas de intervención de la importancia de sus prácticas educati-
formaciòn coherente y completa • Diseños de evaluación y difusión de resultados
la práctica vas en el buen desarrollo de los hijos.

riencia. El paso siguiente es la conceptualización 3. Actualizar el conocimiento profesional y


Planificación y gestión de la acción reflexionar sobre la propia práctica y apo-
abstracta mediante una formación que permita
repensar sobre la práctica, volver sobre ella con yar el conocimiento y la práctica de los
• Identificar necesidades, planificar, tomar de- 1. Construir y mantener relaciones positivas y compañeros.
nuevos marcos conceptuales para entender lo
que ocurre, para lo cual, hay que trazar puentes cisiones y llevar a cabo estrategias de acción efectivas con las familias, compañeros/as y
• Trabajar en la organización, en la cultura de la • Actualizar los conocimientos que posee y
12 activamente entre la teoría y la práctica durante con la comunidad. reflexionar sobre la práctica. Seleccionar 13
esta fase. No sirven, por tanto, modelos mera- evaluación, de la formación continua, la inno- indicadores cuantitativos y cualitativos y
• Negociar las bases de la relación con las fa-
mente repetitivos del conocimiento. Por último, vación y de los procesos de cambio institucio- milias basadas en la confianza y en el res- evaluar la efectividad en el trabajo. Identi-
se vuelve a la práctica real mediante la experi- nal peto mutuo. Reconocer sus necesidades de ficar las oportunidades para aprender de las
mentación activa de nuevos planes, proyectos, • Moverse desde la organización hacia la coor- información, orientación y comunicación. experiencias propias. Incorporar el cono-
actividades, estrategias de acción. Todo ello, no dinación con otros ámbitos con los que se tra- Asegurar la confidencialidad de sus datos y cimiento y las experiencias de otros en su
es ya mera acción sino que, este paso respaldado baja llevar un registro fidedigno de todas las ac- propio quehacer profesional y reconocer las
por la práctica, genera nuevas oportunidades de tuaciones. necesidades de formación continua.
aprendizaje para seguir construyendo el conoci- Relaciones interpersonales
miento profesional. Ello a su vez nos proporcio- • Establecer y mantener buenas relaciones
na experiencias directas con las que comienza el con los compañeros que trabajan en el servi- 4. Promover servicios para las familias de
ciclo de nuevo. Todo este proceso de aprendizaje • Respeto cio. Comunicarse con efectividad de modo acuerdo con los valores y principios de ac-
profesional lleva su tiempo pero es fundamental • Delicadeza/disponibilidad que no influyan las cuestiones personales tuación del sector correspondiente (salud
completar todo el ciclo, si no queremos estancar- • Compresión/ Empatía en el trabajo. Reconocer, valorar y apoyar el mental, discapacidad, protección de meno-
nos en una práctica rutinaria (Figura 1). • Comunicación/Apoyo trabajo de los compañeros y del equipo. res, etc.).
• Afecto/cordialidad • Establecer y mantener relaciones con los • Contribuir a desarrollar servicios basados
• Flexibilidad/creatividad agentes sociales y responsables de la comu- en la valoración y el respeto a los padres y a
a. Habilidades requeridas • Negociación/Mediación nidad. Buscar oportunidades para conve- las familias. Escuchar a los padres y validar
• Control del estrés/tolerancia niar con ellos y llegar a acuerdos. Compartir sus sentimientos y experiencias. Reconocer
en el trabajo con familias información y desarrollar planes conjuntos las fortalezas como familia y como padres
para mejorar el apoyo a las familias y su in- para basarse en ellas. Reconocer la diversi-
Vamos a desmenuzar con más detalle las habili- tegración social. dad de familias y roles parentales en nuestra
dades requeridas en el trabajo con padres, ma- requeridas cualquiera que sea su procedencia sociedad actual para no imponer modelos
dres y familias en general. Para ello nos hemos disciplinar, a la vez que ayudan a identificar las 2. Promover las capacidades de los padres únicos. Analizar las dificultades de funcio-
inspirado en los estándares ocupacionales desa- necesidades de formación de los profesionales para educar a los hijos y sus habilidades namiento de las familias y consensuar con
rrollados en el Reino Unido para el trabajo con que trabajan con familias. Las unidades de aná- para afrontar sus problemas. ellas el apoyo y los recursos que necesitan.
familias (Nacional Occupational Standards, NOS, lisis desarrolladas por NOS para identificar las
2005). Estos estándares permiten delimitar mejor habilidades requeridas en el trabajo con familias • Identificar las necesidades físicas, cogniti- • Proporcionar servicios que satisfagan las
el rol del profesional al identificar las habilidades son las siguientes: vas y emocionales de los menores y traba- múltiples necesidades de la familia de for-
ma coordinada teniendo como primer ob- competenciales para mejorar la coordina- que consideraban como imprescindibles para la • Formación en intervención familiar, inclu-
jetivo la participación y colaboración de la ción y el trabajo conjunto con otros servi- práctica profesional durante el transcurso de las yendo las diversas formas de intervenir, los
familia. Ayudar a los padres a reconocer los cios. Jornadas Familia y Sociedad: Nuevos Retos en la protocolos para llevar a cabo la intervención,
progresos que van realizando y apoyarles Práctica Profesional celebradas en el año 2005 en y los sistemas de evaluación de la misma.
en la búsqueda de estrategias más efectivas 8. Mantener un buen funcionamiento en los Tenerife.
para alcanzar los cambios deseados. Rom- servicios que asegure la calidad de los mis- • Formación en mediación familiar.
per las barreras de uso de los recursos que mos. 1. Contenidos de habilidades profesionales • Formación en la orientación y el asesora-
están fuera del alcance real o psicológico de miento a los padres ante las múltiples difi-
los padres y las madres. • Sentirse corresponsable de la salud y seguri- • Formación en técnicas y habilidades para
dad de los padres y de los menores así como cultades que puedan éstos encontrarse.
trabajar en equipo, para establecer objetivos
5. Crear y promover ambientes cohesivos, in- de los miembros del servicio. Desarrollar comunes, acuerdos y pautas de intervención • Aprender modelos de evaluación de los pro-
clusivos y seguros para las familias. sistemas y procedimientos de toma de deci- conjuntas, además de dinamizar las relacio- gramas y de las actuaciones de los profesio-
siones y de actuación así como asegurar que nes entre los diferentes miembros del grupo. nales y los servicios.
• Estimular aquellos entornos respetuosos se comparta dicha información para evitar
con los derechos de los menores que sean preguntar continuamente a la familia por • Formación en estrategias y habilidades de
3. Contenidos instrumentales
seguros y confortables para las familias. las mismas cosas. Asegurarse de que todas mediación, resolución de conflictos y nego-
Desarrollar factores de protección contra el las actuaciones se lleven a cabo en el mar- ciación, pero no sólo enfocadas a las prácticas • Formación en la utilización de las nuevas
abuso y /o la violencia contra los menores y co legal adecuado y con los requerimientos profesionales de los expertos, sino también a tecnologías como herramientas indispensa-
de genero. Seguir los protocolos de actua- éticos que exigen las diversas actuaciones las relaciones que se establecen entre los di- bles de mejora en la intervención.
ción en emergencia en dichos casos. Pro- profesionales. Promover una cultura de la ferentes profesionales y las instituciones.
• Formación en el conocimiento y mejora de
porcionar ambientes que sean respetuosos y innovación en las prácticas y de la calidad • Formación sobre estrategias para afrontar el la coordinación de los recursos sociales que
sensibles con las diferencias de género, de en la provisión de los servicios a las familias. estrés, sobre estrategias emocionales ante el se encuentran a disposición de todos los
discapacidad, culturales y religiosas de las dolor y la frustración que experimentan los usuarios.
familias. Promover la creación de recursos
profesionales ante determinadas situacio-
comunitarios para que sirvan de apoyo a to- • Conocimiento interdisciplinar de los méto-
14
das las familias de forma inclusiva.
b. Conocimientos de los nes familiares.
dos de trabajo de los demás profesionales
15
profesionales de ayuda • Formación en comunicación no verbal y para conocer sus funciones y saber lo que
6. Planificar y desarrollar servicios de apoyo verbal. pueden aportar y en qué medida es posible
a la familia que sean innovadores y de cali- Con todo este panorama de habilidades requeri- la coordinación con ellos.
dad. • Formación en estrategias de creatividad e
das ¿qué tipo de conocimiento han de construir
los profesionales de ayuda? ¿Sólo los aspectos innovación. • Conocer planes integrales de actuación a ni-
• Identificar buenas practicas en los profe- vel de la comunidad donde los profesionales
sionales y programas psicoeducativos y más conceptuales (modelos, enfoques, progra- • Formación en valores como la tolerancia, el
mas, instrumentos), propios de cada disciplina? o vean nuevos modelos de actuación.
comunitarios basados en evidencias para respeto, la solidaridad, indispensables para
implementarlos en los servicios. Publicitar ¿también los aspectos procedimentales referidos el trabajo con personas, a la vez que se de-
a la realidad de la práctica y del funcionamiento En suma, los profesionales de ayuda en el ámbi-
convenientemente dichos programas. Plani- sarrolla una especial sensibilidad hacia los
institucional (identificación del problema y ne- to de la familia deben construir su conocimiento
ficar cuidadosamente la manera de reclutar colectivos desfavorecidos.
cesidades, procesos de comunicación, coordina- profesional en condiciones bastante adversas. Su
los posibles usuarios de dichos programas, campo de trabajo es amplio, mal definido, con
asegurando su correcta implementación, su ción y negociación, estrategias de diagnóstico y 2. Contenidos generales sobre el trabajo con
valoración de las situaciones, procesos de planifi- la concurrencia de múltiples perfiles profesio-
evaluación y continuidad en el servicio. familias
cación y toma de decisiones, estilos de liderazgo, nales que cuentan con sus bagajes disciplinares
control del estrés)? Evidentemente, la respuesta • Formación sobre los nuevos modelos y reali- correspondientes, se desarrolla en servicios muy
7. Influir y contribuir al desarrollo de políti- dades familiares: familias monoparentales, diferentes dirigidos a múltiples metas y con un
cas y estrategias de actuación que creen es que se trata de un aprendizaje muy complejo
que requiere conocimientos de muy variado sig- familias reconstituidas, homoparentales, fa- marco legal complejo a nivel internacional, na-
oportunidades para los servicios de apoyo milias inmigrantes, adolescencia en riesgo, cional, comunitario y provincial. Sólo con un
a la familia. no, no todos ellos fácilmente adquiribles durante
los años de formación académica. etc. esfuerzo continuado y una búsqueda constante
• Desarrollar esquemas de partenariado entre de actualización en el quehacer profesional es
• Formación para saber realizar análisis de la
los sectores implicados en el trabajo con fa- Todo ello implica que estos profesionales tienen posible alcanzar una buena práctica en las pro-
realidad que permitan conocer cuáles son
milias y aquellos de la sociedad que tengan necesidades de formación que muchas veces fesiones de ayuda. Precisamente en el siguiente
las necesidades reales de las familias, y a
a los menores y las familias como destinata- no reciben respuesta desde el servicio en el que apartado nos adentraremos en el concepto de
través de ellas, poder diseñar y desarrollar
rios de sus servicios. Promover plataformas trabajan. Así por ejemplo, los profesionales que buenas prácticas profesionales, un concepto que
intersectoriales para el análisis conjunto de actuaciones en prevención y promoción.
trabajan en el ámbito de la prevención, riesgo y nos ayuda a reflexionar sobre los nuevos retos
los problemas de las familias en los entornos protección del menor y la familia seleccionaron • Formación en contenidos legales y normati- que han de afrontarse en el ejercicio de las profe-
próximos donde viven. Establecer límites el siguiente conjunto de contenidos formativos vos relativos a la familia y al menor. siones de ayuda.
3
Las buenas prácticas en el
trabajo con familias
En general el concepto de buenas prácticas se
refiere a toda experiencia que se guía por prin-
cipios, objetivos y procedimientos apropiados o
pautas aconsejables que se adecuan a una deter-
minada perspectiva normativa o a un parámetro
consensuado. También se refiere a toda expe-
riencia que ha arrojado resultados positivos, de-
mostrando su eficacia y utilidad en un contexto
concreto. Sobre la base del sentido común o del
uso tradicional de determinadas formas de hacer
o de actuar se eleva la necesidad de establecer
criterios comunes entre los profesionales de un

En general el concepto de buenas


prácticas se refiere a toda experiencia
que se guía por principios, objetivos
y procedimientos apropiados
determinado campo para la detección y selec-
ción de buenas prácticas que contribuyan a me-
jorar la cultura profesional, de acuerdo con los
actuales planteamientos sobre los criterios de
calidad de la intervención psicosocial (Figura 2).
Así, mientras que en el Nivel 1 el profesional se
basa en el conocimiento práctico recibido, en su
propia experiencia o en la observación directa de
la de otros en su entorno, en el Nivel 2 se requiere
un paso más, que es el esfuerzo de transmisión
de las prácticas de unos a otros hasta crear una
base y unas condiciones suficientes para llegar
al consenso entre los profesionales y propiciar el

Figura 2. Niveles de la práctica profesional

NIVEL 1
Práctica profesional
individualizada
intercambio con otras áreas de trabajo y otras or-
ganizaciones. A este nivel ya se puede hablar de
buenas prácticas.

El concepto de buenas prácticas se utiliza en una


amplia variedad de contextos para referirse a las
formas óptimas de ejecutar un proceso que pue-
den servir de modelo para otras organizaciones.
Es bastante frecuente el que existan barreras o
dificultades para la detección y transferencia
de buenas prácticas entre organizaciones. Estos
problemas pueden deberse al desconocimiento,
a la falta de sistematización del saber, a la des-
confianza en la información o simplemente a la
consideración de que estas transferencias care-
cen de utilidad. Para vencer estos prejuicios u
obstáculos que se dan en el Nivel 2, es necesario
contar con un vocabulario común y coherente
para todos, que permita expresar y compartir
los procesos experimentados. De ahí se deriva la
preocupación de que las buenas prácticas sean
transmisibles y se puedan diseminar convenien-
temente.

En el área psicosocial y comunitaria con familias


está emergiendo todavía tímidamente el tema de
las buenas practicas (Gibbs, 2003; Serra, 2002;
Salvador, 2000). Otros ámbitos como el sanitario
y, en menor medida el educativo, cuentan con
una tradición más larga. En estas áreas, el grado
de desarrollo de las investigaciones aplicadas en
este campo y la presión social hacia un uso más
razonable e informado de los recursos públicos
ha llevado a ir más allá del consenso de los pro-

NIVEL 2
Práctica profesional
consensuada
NIVEL 3
Práctica profesional
basada en evidencias
17
Figura 3. Criterios de calidad de las Figura 4. Supuestos científicos consensuados
buenas prácticas sobre los que se basan las buenas prácticas
fesionales sobre un determinado conjunto de ello implica que las buenas prácticas deben tener
prácticas. Así, se ha dado el salto hacia el Nivel en cuenta al usuario y recipiente de las mismas, Mirada
3 de lo que se denomina la práctica profesional así como a la situación concreta como parte inte- constructivista
Eficacia
basada en evidencias (Figura 1). Así por ejemplo, grante del proceso. Se deben también incorporar
en el ámbito sanitario en el Reino Unido, todos técnica en las buenas prácticas consideraciones éticas y sobre la realidad
Adecuación
los médicos, enfermeras, farmacéuticos y demás al usuario y valores culturales que son imprescindibles para
personal sanitario tienen el deber contractual de la situación regular la intervención con personas y grupos
proporcionar cuidados clínicos basados en las (ver Figura 3). Estando todavía lejos de alcan-
mejores evidencias científicas de las que se dis- Acuerdo zar el nivel 3 en el ámbito del trabajo con fami- Concepción
pongan. Ello requiere contar con revisiones sis- con valores lias, proponemos en los siguientes apartados un compleja de Supuestos Modelo
temáticas y de alta calidad sobre los efectos de y ética acercamiento a las buenas prácticas basado en la actuación científicos ecosistémico
determinados tratamientos e intervenciones te- el consenso de los profesionales de los servicios profesional
rapéuticas según los tipos de trastornos, que les sociales y en algunas investigaciones puntuales
asistan en la toma de decisiones en determina- llevadas a cabo en el ámbito de la familia.
dos casos.
Concepción
En el campo de las ciencias sociales, de la pro- a. De los supuestos implícitos discontinua
tección de menores y de la educación se cuenta del cambio
también con alguna iniciativa al respecto proce- a las buenas prácticas
dente de compañías privadas (Campbell Collabo-
ration), o de las propias agencias gubernamenta- Antes de dar el salto a las buenas prácticas nos
les que tratan de asegurarse de que el cuidado de parece muy oportuno desvelar los supuestos im-
los menores se proporcione siguiendo los resulta- plícitos que operan en la mente de los profesio- construcción social tiene como consecuencia
CRITERIOS DE CALIDAD que el profesional debe «flexibilizar sus propias
18 dos de investigaciones llevadas a cabo en dichos nales cuando realizan su tarea. Sin desvelar estos
nociones de familia y hogar para poder interve-
19
ámbitos (Child and Family Service (CFS) Reviews supuestos, que forman la base del conocimiento
en Estados Unidos). Todo ello implica reforzar profesional, corremos el riesgo de que los profe- nir» (Vega, 1997, p. 169). Se disuelve por tanto la
los lazos de conexión entre la investigación y la sionales se vean abocados a un proceso de cambio tradicional jerarquía entre la superioridad del
práctica de modo que se retroalimenten mutua- de intervención que dan mejores resultados con superficial, que no surge de la revisión profunda conocimiento científico y el desprecio al conoci-
mente. El Nivel 3 requiere una ciencia aplicada familias en riesgo, conocer aquellos programas de sus convicciones no solo científicas sino muy miento práctico o cotidiano generado a partir de
muy desarrollada que proporcione resultados de educación parental basados en evidencias a menudo de aquellas convicciones transferidas experiencias e interacciones con las personas en
de investigación útiles para los profesionales. A (Rodrigo et al., 2010b), entre muchos otros temas desde la vida cotidiana (Rodrigo et al., 2008). Y es sus entornos culturales. Ello supone un acto de
su vez, exige profesionales comprometidos con de investigación. Este es un modo de acortar el que las buenas prácticas deben asentarse en un humildad por parte de los profesionales al admi-
su actualización continua y habituados a con- lapso temporal que suele haber entre los resulta- conjunto de supuestos científicos consensuados tir que su conocimiento profesional ya no es un
dos de investigación y su aplicación en el ámbito y marcos epistemológicos óptimos para entender
profesional correspondiente. la realidad sobre la que se pretende intervenir Las buenas prácticas deben asentarse
El concepto de buenas prácticas se con dichas prácticas. A continuación haremos
La aplicación del concepto de buenas prácticas alusión a algunos de estos supuestos sobre los en un conjunto de supuestos científicos
utiliza en una amplia variedad de a las áreas de intervención psicosocial tropieza que ya va existiendo dicho consenso (Figura 4).
consensuados y marcos epistemològicos
contextos para referirse a las formas también con algunos obstáculos debido a su sin-

òptimas de ejecutar un proceso que


gularidad. Así, una buena parte de los resultados En primer lugar, el conocimiento profesional re- òptimos para entender la realidad
a considerar en las acciones con personas y gru- quiere una mirada constructivista de la reali-
pueden servir de modelo para pos deben ser coproducidos por el propio clien- dad humana según la cual se deben aceptar en sobre la que se pretende intervenir con
te/usuario, que siendo objeto de la atención ha principio como válidas las construcciones socia-
otras organizaciones de ser también sujeto activo de las mismas (Gam- les propias de la comunidad en que se desenvuel- dichas prácticas
brill, 1999). En este sentido es importante intro- ven las familias. Dichos constructos son el mar-
ducir criterios de calidad en las buenas prácticas co en el cual las pautas de la familia cobran un conocimiento experto puro, objetivable, definido
sultar resultados de investigación conveniente- que no solo se basen en criterios técnicos sino sentido específico; si el profesional es capaz de al margen de los contextos en los que se aplica.
mente sistematizados para facilitar su lectura. que consideren hasta qué punto dichas prácticas desarrollar una actitud de interés y respeto por Este conocimiento es fruto de una amalgama
Por ejemplo, estos profesionales deben conocer aseguran un trato igualitario y respetuoso con los este marco, gana en apertura y empatía, facili- de teorías y puntos de vista, entre los cuales se
cuáles son los programas de reeducación más efi- derechos de los usuarios, o si éstas satisfacen sus tándose el proceso de negociación de esas rea- cuentan también los puntos de vista cotidianos
caces para las afasias, cuáles son las estrategias necesidades y favorecen su participación. Todo lidades. La noción de la realidad humana como de los propios profesionales y de aquellos a los
que debemos atender. El resultado es un cono- de prevención y promoción del cambio social, resultan protectoras y cuáles son tóxicas para su En definitiva, estamos ante un conocimiento pro-
cimiento potencialmente muy válido siempre lo que conlleva, en último extremo, promover recuperación. fesional que exige decidir en la incertidumbre y
que sea flexible, basado en la reflexión y en la valores como la igualdad de oportunidades, la actuar en la urgencia, en un contexto cambiante,
interpretación contextualizada de la realidad. justicia social y el desarrollo integral de todas las Por último, el profesional debe considerar que sometido a presiones sociopolíticas de enverga-
Aunque es un conocimiento ligado a contextos personas, con especial interés por los menores la actividad profesional se caracteriza por ser dura, que se sitúa en la encrucijada de distintos
situacionales específicos puede transcender esta (Rodríguez Romero, 1996; Sánchez Vidal, 1991); compleja, relacional, incierta, estratégica conocimientos disciplinares, en la intersección
se trataría de acciones preventivas complemen- y dinámica, y demanda profesionales cuyas de redes constituidas por sistemas complejos
tarias al trabajo desarrollado a niveles más indi- competencias les permitan trabajar dentro de (educativos, sociales, sanitarios, judiciales...),
Si el profesional es capaz de desarrollar viduales o del grupo familiar. estos parámetros (Luque, 2005; Monereo, 2002; que exige una actualización constante de cono-
una actitud de interés y respeto por este En tercer lugar, el conocimiento profesional re-
Solé, 2005). No debe concebir la intervención
como resultado de la aplicación de un proceso
cimiento y a la vez la capacidad de usarlos de
forma estratégica para la identificación de pro-
marco, gana en apertura y empatía, quiere una concepción del cambio como un pro- simple de análisis de la realidad familiar (v.g. blemas y su resolución (Solé, 2005).
ceso discontinuo en contraposición a una noción unos padres incapaces de educar a sus hijos, ne-
facilitándose el proceso de negociaciòn de cambio lineal, gradual, progresivo y acumula- gligentes o irresponsables), a partir del cual se
de esas realidades tivo. El profesional necesita tener una guía clara aplica la legislación y las diferentes normativas b. Las buenas prácticas en el
de las posibilidades de cambio en estas familias. dejan muy claro lo que se debe hacer (Vg. el ob-
Sin ello, no es posible desencadenar, conducir y jetivo último es proteger al menor apartándolo ámbito de la prevención y
limitación siempre que se enmarque en visiones promover el cambio. Pero, sobre todo, necesita de la situación de desprotección) y cómo debe promoción
amplias de los problemas que les permitan trans- aprender a reconocer y valorizar los procesos de responder todo el dispositivo de protección. A
cender de unos contextos a otros y dar un sen- cambio mínimo o de mejoría ligera que pueden diferencia de este punto de vista tan ingenuo, la En el primer documento sobre parentalidad posi-
tido de continuidad a la práctica (Fook, Ryan y ser el anuncio de importantes reorganizaciones realidad es compleja y relacional por la diversi- tiva hemos recalcado la importancia de adoptar
Hawkins, 2000). No obstante, existen principios en la mente de las personas y en su repertorio dad de situaciones y circunstancias personales un enfoque evolutivo-educativo y comunitario
y valores morales y éticos que permiten en un de acciones (Vega, 1997). Necesita ver en los re- y familiares a las que hay que atender; porque que sitúe la prevención y promoción en un pri-
20 momento dado cuestionar determinadas inter- trocesos que puede experimentar una persona los técnicos tienen que sobrevivir en un siste- mer plano (Bueno- Abad, 2005; Rodrigo et al., 21
pretaciones de la realidad familiar, lo que evita el o una familia, oportunidades de reorientación y ma que les hace responsables de lo que ocurra, 2008; Rodrigo et al., 2010a). Ya hemos señalado
peligro relativista del todo vale. de alcance de nuevos objetivos de cambio mejor sabiendo que pueden verse en problemas si no en varios momentos que el trabajo de caso se
encaminados que los anteriores que aseguren siguen los procedimientos establecidos; por- suele llevar la mayor parte de los recursos hu-
En segundo lugar, el profesional debe adoptar una mejor consecución de los mismos. Además, que los profesionales tienen que compaginar la manos y materiales de los servicios sociales que-
una visión ecosistémica de la realidad fami- el proceso de cambio inducido debe proyectarse tensión que les producen los casos difíciles y la dando desgraciadamente muy poco espacio para
liar, sustentada en los conceptos de causalidad en el proceso de cambio evolutivo. La conside- presión social e institucional a la que se pueden
circular, complejidad y emergencia de nuevos ración de los problemas desde un punto de vista ver sometidos si no se obtienen los resultados
fenómenos, que permite, al trabajar con siste- evolutivo supone conocer la trayectoria de los deseados. La realidad es incierta ya que a menu- Recordemos que en prevenciòn
mas humanos, buscar conexiones y relaciones problemas de las personas, en qué etapa de su do los términos que utilizamos para describirla
más allá de la comprensión reduccionista de los vida están ocurriendo, qué significado tienen en (desprotección, riesgo, peligrosidad) son equí- tratamos, por un lado, de evitar la
problemas (Bronfenbrenner, 1987; Rodrigo et al., el conjunto de su vida y qué influencia de ida y vocos y porque además no existe una fórmula
2008). Así la búsqueda de culpables y de víctimas de venida tienen los sucesivos contextos (familia, única válida para todos los casos tratados, ni
incidencia de un problema y, por otro,
en la realidad familiar que es eminentemente escuela, iguales, barrio, trabajo, ocio) en el desa- siquiera dos o tres tipos de soluciones estánda- reducir la prevalencia, es decir,
relacional no hace justicia a esta visión ecosis- rrollo y mantenimiento de dichos problemas. res que puedan aplicarse con un procedimiento
témica compleja donde las causas portadoras de Considera a las familias no como entes aislados de si tal entonces cual, entre otras cosas por la intentar que se reduzca el número
factores más negativos se interrelacionan y son formados por individuos con determinadas con- continua realidad cambiante de la propia socie- de afectados por el problema
contrarrestadas por otras que actúan en sentido ductas o síntomas, sino como individuos inmer- dad y de los casos familiares. En consecuencia,
más positivo. Esta visión ecosistémica tiende sos en sistemas de influencia y de relaciones mu- la actividad que debe desarrollar el profesional
además a elevar la óptica del nivel individual de tuas donde las personas desarrollan sus tareas se caracteriza por ser estratégica y dinámica en la prevención y promoción. Recordemos que
análisis al nivel colectivo y comunitario, donde vitales y sus proyectos de vida. Así, por ejemplo, la que hay que cuidar al máximo las variables en prevención tratamos, por un lado, de evitar
se gestan la mayoría de las situaciones que son no se debe analizar el consumo de alcohol de un de actuación: analizar detenidamente el medio, la incidencia de un problema, esto es, evitando
un caldo de cultivo favorable para la aparición adolescente como una conducta problemática planificar adecuadamente y con rigor, priorizar que aparezcan nuevos casos y, por otro, reducir
de dichos problemas en la familia. Bajo esta óp- que pudiera haberse dado en cualquier otra per- de forma acertada, elegir la estrategia adecuada la prevalencia, es decir, intentar que se reduzca
tica, no se trata sólo de ayudar a individuos con- sona y a cualquier edad. Habría que analizar qué que fomente el cambio personal o social, saber el número de afectados por el problema. Por su
cretos aquejados de extraños síndromes, sino papel juega la conducta de beber en el proyecto utilizar los recursos disponibles, proporcionar parte, la promoción pone el acento en los aspec-
de intervenir en grupos sociales o comunidades de vida y el desarrollo de las tareas evolutivas los apoyos adecuados, y acompañar en el pro- tos positivos para el desarrollo personal, familiar
vulnerables o en desventaja como unidad básica de ese adolescente y qué influencias del entorno ceso. y de la comunidad. Va asociada a factores más
Cuadro 2. Ejemplos de estrategias preventi-
vas y/o de promoción
amplios que los relacionados con los factores fa- les de pertenencia, incluso en situaciones de la evaluación de los usuarios y modifican su
miliares de riesgo; esto es, se asocia a los facto- • Programas de formación sobre «los derechos riesgo psicosocial. curso de acción en base a ello.
res de protección y de fomento de la resiliencia de los niños y las niñas» para profesores y
que operan a escala más social y que permiten alumnos en los centros escolares. • Mejorar la red de recursos psicosociales para • Estimular el trabajo en red y la coordinación
la optimización del ambiente que rodea al me- • Promover programas para que los profesores las familias después de un riguroso análisis con otros servicios.
nor, de forma que se convierta en un contexto de y los técnicos de los servicios sociales puedan de su uso y efectividad
protección, apoyo y sostén desde el respeto a la ser agentes de cambio y referentes positivos • Hacer un uso eficiente, creativo e inteligente
cultura, la equidad, la justicia social y la dignidad para los niños y la familia. • Estar convencidos de la eficacia a medio y de las nuevas tecnologías de la información y
personal. • Favorecer la participación y cooperación fa- largo plazo de las acciones desarrolladas aun- comunicación.
que no se tengan resultados inmediatos.
milia-escuela, especialmente en aquellos ca-
En esta lista no exhaustiva se observa un con-
La promociòn pone el acento en los sos de familias en riesgo psicosocial. • Desarrollar una actitud optimista y una pre- cepto amplio de práctica que incluye no solo ac-
• Actividades de ocio y tiempo libre en los ba-
aspectos positivos para el desarrollo rrios.
disposición positiva hacia las posibilidades tuaciones sino también las creencias, actitudes y
de cambio de las situaciones familiares. sentimientos del profesional que están en la base
personal, familiar y de la comunidad. • Servicios/centros de día. de las mismas y que pueden facilitar y dinamizar
• Programa de educación de calle. • Evitar un posicionamiento inmovilista y de pe- el uso de buenas prácticas.
Va asociada a factores más amplios • Fomentar la participación social de los meno- simismo hacia el futuro de los menores, dado
que los relacionados con los factores res promoviendo asociaciones, fundaciones u que éste dificulta las posibilidades de cambio.
otras formas de autoorganización.
familiares de riesgo • Programas grupales de educación parental. • Trabajar las estrategias de afrontamiento de
c. Las Buenas prácticas en la
• Información sobre las consecuencias de per- las personas y de los grupos sociales ante pro- intervención de caso
Por ello, el punto de vista preventivo o de pro- mitir el acceso de menores a productos prohi- blemas o cualquier otro aspecto que les capa-
moción del desarrollo exige un giro en la orienta- bidos. cite en el control de su propia vida. Ya hemos comentado en ocasiones anteriores
22 ción desde el rescate de los niños de sus familias, • Desarrollo de actuaciones que posibiliten la (vg. Rodrigo et al., 2010a, b) que los servicios so- 23
al concepto de ayuda y apoyo a las familias y sus detección de situaciones problemáticas o de • Sensibilizar y promover actitudes prosociales ciales municipales, constituidos en servicios de
entornos para que cumplan su función protecto- marginación. en la población y la asunción de responsabi- apoyo a las familias, deben tratar un rango muy
ra, confiando en las habilidades inherentes de las lidades sociales como factores de protección amplio de situaciones familiares que van desde
• Puntos abiertos de orientación e información
personas para resolver los problemas y en que el de primer orden. aquellas situaciones normalizadas o incluso de
en los barrios. riesgo bajo que requieren apoyos ocasionales y
cambio social es posible (Martín, 2005). El objeti- • Programa de radio/televisión o cualquier otro
vo de los servicios de protección no se dirige sólo • Trazar líneas de vertebración social de la co-
medio de comunicación masivo con carácter
a proteger al menor, sino que debe convertirse en munidad ya que una sociedad bien articu-
una actuación global cuyo fin es la rehabilitación
de continuidad. lada, cuyos miembros están organizados en Los servicios sociales municipales deben
y capacitación de la familia para que pueda asu- • Elaborar una guía de recursos educativos y de asociaciones cívicas, con cauces de participa-
mir el cuidado de los hijos, y esto es posible por ocio constructivo para niños, adolescentes y ción ágiles y eficaces, tiene más posibilidades tratar un rango muy amplio de
sus familias.
medio de la prevención/promoción. de dar respuesta ante cualquier problema que situaciones familiares que van desde
se le presente.
La prevención y la promoción nos permiten in- aquellas situaciones normalizadas o
crementar las habilidades y capacidades de las • Dar importancia a las creencias y actitudes de • Fomentar la participación de todos los agen-
personas favoreciendo los elementos de autoes- la población sobre el tema objeto de la inter- tes sociales e instituciones que tengan un pa- incluso de riesgo bajo que requieren
tima personal, de capacidad para satisfacer sus vención. pel que desempeñar en relación a la acción apoyos ocasionales a las situaciones de
necesidades, resolver sus situaciones problemá- preventiva que se haya determinado, promo-
ticas y movilizar los recursos necesarios para • Detectar y analizar las necesidades de la po- viendo actuaciones coordinadas y evitando la riesgo medio y alto que requieren
poder mejorar el control de la propia vida. En duplicidad de éstas.
el Cuadro 2 se incluyen ejemplos de estrategias
blación, en particular de los menores y sus fa-
milias.
además de estos apoyos, otros prestados
preventivas y de promoción que pueden ser muy • Sentirse facilitadores y mediadores de los a nivel grupal o incluso a nivel individual
útiles en los servicios sociales municipales. • Priorizar la eliminación de aquellos factores procesos de cambio personales y familiares y
de riesgo que más impacto tienen sobre las con una gran dosis de compromiso por lograr
A continuación se incluye una lista de buenas familias y los menores el cambio social. de carácter comunitario a las situaciones de ries-
prácticas en prevención y promoción que puede go medio y alto que requieren además de estos
dar idea de cómo debe moverse el profesional • Hacer hincapié en las potencialidades y re- • Contar con instrumentos y estrategias me- apoyos, otros prestados a nivel grupal o incluso
que trabaja en este sentido: cursos de las personas y de los grupos socia- todológicas participativas para incorporar a nivel individual. Sin duda estos casos de medio
Cuadro 3. Estrategias en la intervención de caso
y alto riesgo son los que más dificultades presen- p. 36). De otro, el traspaso de responsabilidades
tan a la hora de desarrollar buenas prácticas den- parentales y familiares ocurre como producto de Remediación Supone trabajar con el menor para propiciar el ajuste a la familia. Es el menor el que debe adaptarse a la familia y
tro de un plan de trabajo con las familias. No en la multi-asistencia sostenida en el tiempo y la in- lograr su ajuste a la misma.
vano se las ha denominado multiproblemas, mul- vasión progresiva en todas las áreas de la vida fa- Reeducación Se trata de enseñar a los padres comportamientos y nuevas habilidades para la relación con el hijo/a, cambiar sus
tiasistidas, desestructuradas, disfuncionales, u miliar por parte de los profesionales. Las propias hábitos de vida familiar, mejorar en definitiva el escenario educativo para ajustarse a las necesidades del menor y
familias no ponen nada fácil la coordinación en- favorecer así su ajuste personal y social.
tre profesionales y entre servicios para respetar Redefinición Se centra en la opinión y la interpretación que los padres hacen del comportamiento de los hijos/as. En este sentido
Es muy frecuente que en familias que en lo posible la intimidad de la vida de la familia se le da sentido a la experiencia de los padres o del menor, y se reorganizan sus actitudes y comportamientos desde el
cambio de sus creencias y actitudes.
con la consiguiente dependencia de la figura del
presentan una amplia gama de profesional. Acompañamiento En un sentido activo se trata de acompañar a alguien para desarrollar una acción. En sentido pasivo, estaría
vinculada a la presencia de otros profesionales que intervienen con los usuarios y lo que hace el técnico social es un
problemas complejos y graves se de un seguimiento del tratamiento o la actividad.
Finalmente, la petición de ayuda rara vez pro- Apoyo Esta ayuda se desarrolla sobre dos formas concretas: La valorización y la protección. Valorizar es concienciar a una
intento de transferencia de las viene de la propia familia, siendo usualmente persona de que tiene valores que merecen la estima de los demás. Proteger es preservarla de situaciones difíciles para
otro sistema de la red (policía, escuela, vecinos) favorecer el desarrollo personal y social.
responsabilidades parentales y quien da la alerta y/o deriva a diversas orga- Relevo Provisión de ayuda a la familia ante la imposibilidad de que alguna otra persona pueda asumir sus competencias
familiares hacia los servicios nizaciones de ayuda (Matos y Sousa, 2004), lo
que implica que la motivación al cambio rara
legales, hasta que el usuario encuentre las fuerzas y las posibilidades suficientes para asumir sus propias competen-
cias.
vez se encuentra garantizada al inicio de la in- Comprensión Es comprender al otro y la situación por la que atraviesa a través de la comunicación que se establece entre los que
otros términos que a nuestro juicio no hacen sino tervención profesional. Como veremos, es por intervienen en el proceso de ayuda.
predisponer en contra de sus posibilidades de tanto crucial lograr la implicación de la fami- Mediación Actuar como tercera parte neutral en algún conflicto familiar o entre la familia y alguna persona o instancia externa
para llegar a conclusiones consensuadas por todos y que tengan en cuenta prioritariamente el beneficio del menor.
recuperación (Escudero, 2009; Gómez, Muñoz y lia y su colaboración durante todo el proceso
Haz, 2007; Rodrigo et al., 2008; Walsh, 2004). Las (Cunningham y Henggeler, 1999). Son señales Orientación/guía Está basada en la idea de presentar las posibilidades de elección del usuario, trasladarle el puntode vista del profe-
sional pero esperar y fomentar la toma de decisiones del usuario.
razones de esta dificultad son varias. En primer positivas de dicha implicación de la familia las
Información/ Está basada en la necesidad del usuario de recibir información puntual y adecuada a sus capacidades sobre lo que
24 lugar, estas familias presentan una amplia gama siguientes: (1) altas tasas de asistencia; (2) cum- formación demanda. 25
de problemas complejos y graves que requie- plimiento de «tareas para la casa»; (3) activación
ren una buena coordinación entre los servicios, emocional durante las sesiones; y (4) progreso
mientras que los servicios sociales comunitarios hacia las metas acordadas. Como indicadores
se encuentran organizadas casi invariablemente de problemas en la implicación familiar se men- actuaciones que deben incorporarse al concepto familiar aguda que pueden agravar la situa-
por áreas de intervención (Matos & Sousa, 2004). cionan: (1) constantes dificultades y obstáculos de buenas prácticas (ver Figura 2). Asimismo, en ción familiar
En consecuencia, la compleja matriz de conflic- para fijar citas; (2) frecuentes inasistencias; (3) el proceso de plan de caso hemos distinguido las
tos familiares involucra y afecta diferentes siste- no seguimiento de los planes de intervención; y buenas prácticas durante la valoración del caso • Ser conscientes de la posible interferencia de
mas simultáneamente: al sistema escolar en si- (4) mentir sobre datos importantes. de las buenas prácticas realizadas durante la in- los propios prejuicios y de las concepciones
tuaciones de ausentismo, problemas de conducta tervención o el desarrollo del trabajo con las fa- implícitas sobre la familia
y problemas de integración escolar; al sistema Se trata pues de un campo de actuación especial- milias.
de salud en casos de adicción a drogas y alcohol, mente difícil donde hay que contar con un buen • Hablar con las personas, no con los proble-
psicosis, depresiones, etc.; al sistema judicial en repertorio de estrategias de actuación según lo Buenas prácticas en la valoración familiar: mas
situaciones de violencia intrafamiliar, abandono, requiera el caso como primera premisa para rea-
vulneración de derechos, y así sucesivamente. lizar una buena práctica. Ofrecemos en el Cuadro • Procurar una mirada compleja y consensuada • Recabar la información no solo mediante pre-
3 una relación de las estrategias más utilizadas del funcionamiento familiar siendo conscien- guntas sino gracias a la narración y el diálogo
En segundo lugar, es muy frecuente que en estas en la intervención de caso (Rodrigo et al., 2008). tes de que siempre será una aproximación a en un contexto de respeto y confianza
familias se de un intento de transferencia de las Estas estrategias guardan relación con los objeti- la verdadera vivencia familiar
responsabilidades parentales y familiares hacia vos de cambio que se propongan en el caso y el • Conocer de las familias su visión de la reali-
los servicios. Ello ocurre no solo por voluntad de tiempo de que se dispone para alcanzarlos. • Valorar aspectos positivos y negativos de di- dad familiar, que puede ser en sí misma bas-
las propias familias sino paradójicamente ocu- cho funcionamiento y su impacto en el desa- tante plural dependiendo de los miembros
rre como resultado de la propia intervención Sin embargo, a pesar de su importancia, no he- rrollo del menor, teniendo en cuenta sus ne- y tener en cuenta las posibles discrepancias
del profesional o profesionales. De un lado, es- mos incluido la lista de estrategias dentro de las cesidades evolutivo-educativas y también los entre dichas visiones
tas intervenciones «son a veces necesarias, pero buenas prácticas porque de nuevo aquí el con- factores de vulnerabilidad y resiliencia que
siempre desarticulan las estructuras familiares. cepto de prácticas trasciende el mero hecho de éste o ésta presenta. • Usar muchas fuentes de información: infor-
Se llevan a cabo sin tomar en cuenta los vínculos lograr una actuación técnica correcta para incluir mes previos, entrevistas, visitas domicilia-
emocionales positivos, y anulan recursos poten- otros elementos basados en la consideración al • Tener en cuenta la presencia de aconteci- rias, cuestionarios, etc., para no basarnos en
ciales» (Minuchin, Colapinto y Minuchin, 2000, usuario y a los valores sociales y la ética de las mientos vitales negativos, cronicidad o crisis primeras impresiones.
Cuadro 4. Creencias de los técnicos que
dificultan las buenas prácticas y debilitan su
resiliencia ante las adversidades
• Promover relaciones de colaboración con la • Ayudar a las familias a que descubran sus ca- • Más que dar directrices y orientaciones saber
familia desde el primer momento pacidades para el cambio y potenciarlas hacer las preguntas adecuadas a las familias • Los problemas de las familias son siempre so-
para promover sus fortalezas y activar la mo- lucionables
• Concebir la valoración de la familia como • Pedir a cada familia lo que puede hacer, te- tivación para el cambio • Lo que he aprendido sobre la intervención fa-
parte de un proceso circular y no lineal ya que niendo en cuenta sus recursos y capacidades miliar no se puede aplicar en la vida real
se interviene desde la primera visita resilientes, para proporcionarles experien- • Desarrollar las intervenciones en una atmós- • Las familias aceptan la ayuda del profesional
cias de éxito que resulten gratificantes fera libre de juicios y condenas, en donde se porque la necesitan
• No centrarse en encontrar las causas de la si- estimule la expresión libre de las vivencias y • Me debo sentir bien porque mi tarea es siem-
tuación actual en el pasado, buscar culpables emociones, haciéndoles ver la valentía de en- pre bien vista por los demás
o reprochar actitudes y comportamientos La peticiòn de ayuda rara vez proviene frentarse a los desafíos de su situación fami- • Me voy a sentir seguro y libre de riesgos
de la propia familia, siendo usualmente liar. • Estoy aquí para resolver los problemas de las
• Saber que la valoración está dirigida a de- • Supervisar y evaluar la consecución de los familias
terminar los objetivos de la intervención así otro sistema de la red (policía, escuela, objetivos de la intervención • Los padres son incapaces y hacen daño a los
como su priorización en función de los recur-
sos que están a su alcance. vecinos) quien da la alerta, lo que implica hijos con su torpeza, por eso hay que buscar al
culpable de dicho daño
que la motivaciòn al cambio rara vez se d. Creencias de los técnicos • Mi tarea es manejar la vida de las personas
Buenas prácticas en la Intervención familiar: • Los padres esperan que les digamos lo que de-
encuentra garantizada al inicio de que dificultan las buenas ben hacer, no los defraudemos
• Saber que está para ayudar a los padres, a las la intervenciòn profesional prácticas • S iempre recibiré el apoyo de mis compañeros
madres u otras figuras parentales a construir, porque tenemos los mismos objetivos
durante el proceso de cambio, su propio traje Como contrapunto a la relación de buenas prácti- • Hay que dar buenas directrices y orientacio-
a medida • Identificar los pequeños cambios: una acti- cas proponemos leer detenidamente esta lista de nes a los padres y el resto vendrá por añadidu-
tud que ya ha dejado de tener, una decisión pensamientos y actitudes del técnico que pueden ra
26 • Conectar los objetivos de la intervención con concreta que acaba de tomar, un comentario dificultar o distorsionar el uso de buenas prácti-
27
• Hay un solo modo de educar bien a los hijos,
las necesidades y preocupaciones de la fami- optimista sobre los hijos, etc., y ayudar a los cas (Cuadro 4). Es importante hacer un ejercicio enseñémoslo a los padres
lia y priorizarlos teniendo en cuenta el bien- miembros de la familia a que los reconozcan de autorreflexión para comprobar hasta qué pun- • Con suerte se puede lograr un cambio global y
estar y seguridad del menor para que se refuerce la tendencia positiva de to hemos albergado, aunque sea desde lo implíci- rápido
cambio y se incremente la confianza en su pa- to, algunas de estas ideas para intentar erradicar- • Conozco todas las herramientas necesarias
• Establecer un plan consensuado de trabajo pel. las. En suma, solo desde la revisión de nuestros para ayudar a las familias
con las familias donde se describen los ob- • Mi rol está perfectamente definido
• Abrir puertas y crear oportunidades de desa-
jetivos a alcanzar, las actuaciones y recursos
necesarios para lograrlos y el grado de cum- rrollo para la familia cuidando su integración
Es importante hacer un ejercicio de • Soy siempre empático con todos los padres
• Conozco todas mis limitaciones, debilidades y
plimiento de dichos objetivos, así como la social en la comunidad autorreflexiòn para comprobar hasta reacciones
temporalidad de todo el proceso.
• Esperar las crisis y lo inesperado pero saber qué punto hemos albergado algunas de • Conozco mi forma de pensar sobre las fami-
lias, hasta mis pensamientos más ocultos
• Incluir no solo objetivos personales sino re- aprovechar la elevada motivación al cambio estas ideas para intentar erradicarlas • Las familias sólo necesitan las ayudas que yo
lacionales, como por ejemplo aumentar las que tienen las familias en los momentos de les proporciono
redes informales para fomentar la autonomía crisis como incentivo para el cambio, sin olvi- marcos conceptuales y pensamientos podemos • Lo primero que hago es estudiar a las familias
y la integración social de la familia y evitar la dar las prioridades de la intervención defini- mejorar nuestra práctica. Hay que tener en cuen- y luego ya comenzaré con la intervención
dependencia de los técnicos. das en el plan consensuado con las familias. ta como se ha dicho que el profesional tiene que • Les dejo muy claro a los padres lo que tienen
actuar adecuadamente en situaciones inciertas, que hacer, por eso tienen que colaborar
• Llevar un registro compartido con los demás • Saber complementar los roles de supervisión, en contextos complejos donde a lo mejor se está • Diseño para cada niño el entorno familiar que
profesionales implicados de todas las actua- control, acompañamiento y apoyo psicoedu- poniendo en cuestión su propia actuación. Tiene necesita y luego se lo digo a los padres para
ciones y recursos utilizados durante el proce- cativo, sin contaminar unos con otros. que dar sentido a un conjunto de prácticas, cada que lo traten de conseguir
so de intervención vez más consensuadas y basadas en evidencias • Pienso que las familias tienen el derecho a que
• Saber secuenciar las derivaciones a otros re- pero sin perder de vista a los usuarios y a los se les de un diagnóstico correcto del origen de
• Promover un sentimiento de unidad y de tra- cursos, tal como se priorizan las metas de la principios éticos de actuación. Por último, debe sus problemas
bajo conjunto con la familia hacia los mismos intervención, ya que la simultaneidad satura mantener su legitimación y credibilidad ante los • Hay familias que colaboran y otras no, esto no
objetivos de cambio y solicitar su compromi- las capacidades de respuesta de las familias y usuarios y los servicios que piden cada vez más depende de nosotros
so formal conduce al fracaso de la intervención. información y justificación de sus actuaciones.
4
La relación de ayuda entre
los profesionales y los
usuarios de los servicios
En el corazón de las buenas prácticas descritas
en el apartado anterior está la caracterización
correcta de lo que significa una relación de ayu-
da entre el profesional y el usuario del servicio.
Por ello vamos a dedicar este apartado a desgra-
nar el concepto de ayuda. Comencemos aludien-
do a lo que serían visiones parciales del concepto
de ayuda. La primera idea es que la ayuda de la
que estamos hablando es algo más que dar con-
sejo y orientación al usuario. Ambos pueden ser
parte de la relación de ayuda pero no cubren to-
dos los aspectos que ésta contempla. La segunda
idea es que la ayuda requiere una implicación
relacional con el usuario que trasciende el mero
concepto de prestación de servicios.
La tercera idea es que la ayuda debe estar enca-
minada a promover un proceso de cambio en el
usuario, de modo que trasciende el mero hecho
de mostrarle comprensión o empatía. Por últi-
mo, la relación de ayuda no se traduce sin más a
aquellas acciones encaminadas a controlar o su-
pervisar los avances del usuario como si el profe-
sional no formara parte integrante del proceso de
cambio ¿Entonces de qué clase de ayuda estamos
hablando?

Para capturar mejor el concepto, pensemos en


aquellas personas que acuden al profesional con
situaciones difíciles que afrontar, con estados de
confusión mental y mezcla de emociones nega-
tivas muy variadas, con la sensación de que no
pueden hacer nada para superar los problemas,
paralizados en su toma de decisiones, sin enten-
der lo que les está pasando, con sensación de que
están perdiendo sus oportunidades para vivir
una vida satisfactoria o de sacar adelante a sus
hijos e hijas, etc. Siguiendo a Egan (2002) las dos
metas de la relación de ayuda son: a) ayudarles a
identificar sus necesidades, manejar sus proble-
mas y descubrir posibilidades y oportunidades
en su entorno que estaban infrautilizadas, y b)
ayudarles a mejorar sus capacidades para que
puedan resolver las situaciones por sí mismos.
En ambas metas, late la idea de que la relación
de ayuda debe promover el empoderamiento de
los usuarios no su dependencia del profesional.
Se trata pues de una ayuda que capacita y que
permite a los usuarios recuperar la confianza en
sí mismos, tomar decisiones fundamentadas y
recuperar el control de sus propias vidas. Desde
el punto de vista ético, la relación de ayuda su-
pone para el profesional el compromiso de estar
atento a reconocer los propios prejuicios, a no
imponer los propios valores, a no manipular la
conciencia ajena ni crear sentimientos de culpa
que aumenten el sufrimiento.

Pensemos en aquellas personas que


acuden al profesional con situaciones
difíciles que afrontar, con estados de
confusiòn mental y mezcla de
emociones negativas muy variadas
Este tipo de ayuda no está garantizada por el
mero hecho de contar con un buen arsenal de
técnicas y protocolos de actuación. Por el con-
trario, se instala adecuadamente en el tejido su-
til de las prácticas discursivas que se siguen con
los usuarios, algo que muy a menudo dejamos
de prestar atención. Es más, parece que como
técnicos nos sentimos más seguros si seguimos
un discurso pleno de tecnicismos, amurallado
en procedimientos rígidos, desconsiderado con
el punto de vista del usuario y dirigido a metas
no comprensibles por el mismo. Por el contrario,
establecer una relación de ayuda implica escu-
char y explorar cuestiones y problemas de inte-
rés para el otro, aconsejar y modelar con nuestro
ejemplo, proporcionar apoyo y acompañamiento
en el proceso de cambio y ser percibidos como
personas íntegras y confiables en la relación
(Smith, 2008). Resumimos en la siguiente Figura 5
algunos de los ingredientes fundamentales para
construir una buena relación de ayuda y que se-
rán objeto de análisis en los siguientes apartados.

a. Las primeras impresiones


La relación de ayuda se establece entre personas-
de modo que todo lo que hemos aprendido sobre
la interacción humana es pertinente en este caso
por mucho que nos parezca que estamos hablan-
do de una relación en un marco profesional. En
dicha interacción humana resultan clave las pri-
meras impresiones.Al primer saludo, al primer
gesto del otro quedamos encantados con su per-
sona y deseamos conocerle más o bien nos sen-
29
Figura 5. Proceso de actualización
del profesional
etc. En muchas de estas situaciones se puede vis- • Que el profesional examine con la familia hay que añadir que dicha colaboración no es una
lumbrar además un transfondo de graves conflic- las dificultades y que busque el sentido de su característica intrínseca de la familia sino preci-
Relación de tos y desacuerdos en la familia sobre la utilidad problema, sin juzgarla, ya que por algo ésta samente el resultado de ese proceso discursivo
ayuda o la pertinencia de pedir ayuda que puede difi- ha decidido compartirlo. al que aludíamos antes entre el profesional y el
cultar el establecimiento de una relación de ayu- usuario. Escudero (2009), basándose en el mode-
da. En cualquiera de estos casos, las expectativas • Que el profesional ayude a buscar pistas vita- lo SOATIF (Sistema de Observación de la Alianza
del profesional sobre cómo va a transcurrir la les para salir de tal situación, para tomar una Terapéutica en Intervención Familiar, www. sof-
interacción quedan truncadas lo que puede dar decisión o para vivir de otra forma aquello ta-soatif.net) señala los siguientes componentes
Aceptación y Primeras lugar a reacciones improvisadas, evaluaciones que no tenga visos de solución. que hay que trabajar en dicho proceso.
legitimidad impresiones erróneas basadas en prejuicios, o en decisiones
prematuras sobre el caso sin contar con el punto Pero a su vez el profesional puede seguir un mo-
de vista de la familia. delo tradicional de experto, según el cual recibe Muchos autores hablan de que
Pero incluso en el caso de que la motivación del
a la familia y aplica el protocolo burocrático co-
rrespondiente buscando encuadrar el caso que
establecer buenas relaciones de ayuda
Habilidades Construir usuario y la de su familia sea la que esperamos, tiene delante con alguna de sus categorías diag- es un arte, existen una serie de
discursivas alianzas esto es, que vengan voluntariamente y que ten- nósticas o para ver si es elegible para ese servicio
gan claro que necesitan ayuda pueden darse y tiene derecho a las ayudas correspondientes. habilidades fundacionales que,
algunos desencuentros por el choque sutil de
expectativas entre el usuario y el profesional.
Para ello, plantea un proceso discursivo basado
en un formato de interrogatorio según el cual él o
afortunadamente, pueden entrenarse
Según Cian (1994) la persona o la familia que re- ella es el que sabe, hace las preguntas pertinentes
timos a disgusto y deseamos cortar cuanto antes quiere ayuda suele seguir la siguiente dinámica para recabar la información que cree necesaria, La implicación en el proceso de intervención
el flujo de comunicación con la otra persona. Es en el primer encuentro con el profesional: plantea un posible diagnóstico del caso, decide
por ello que hay que reflexionar sobre la impor- las líneas de actuación para resolverlo, recaba el Se considera que el usuario está implicado cuan-
30 tancia del escenario físico, las primeras formas • Está viviendo una situación que le supone compromiso formal de la familia para llevarlas a do trabaja conjuntamente con el profesional, 31
de acoger a la familia, la privacidad otorgada al una dificultad concreta. Nadie mejor que ella cabo y supervisa la consecución de las mismas. considera que los objetivos de la intervención
encuentro y la importancia prestada al mismo. conoce lo que está viviendo, las implicacio- se pueden discutir y que su punto de vista es va-
Una acogida fría, después de haber esperado de- nes y los elementos en juego. El choque entre ambos tipos de expectativas no lioso, confía en que el cambio es posible. Se nota
masiado tiempo, rodeados de otros compañeros deja cabida para una relación de ayuda enmarca- que esta implicado porque participa en dichos
que sin querer pueden oír su historia, con prisa y • La dificultad, el conflicto que está experimen- da en un contexto comunicativo más rico, donde objetivos, cumple las tareas de la intervención
sin cuidar la comunicación no verbal puede dar tando genera sufrimiento. el proceso transaccional de intercambio entre el y reconoce expresamente sus mejoras y sus di-
al traste con todo nuestro trabajo. profesional y la familia cree las condiciones para ficultades. Pero para ello es muy importante que
• El sufrimiento se expresa en diferentes sen- una buena resolución conjunta de la situación el usuario no vea el problema como algo ajeno
A la configuración de esta primera impresión timientos: inseguridad, miedo, ansiedad, cul- y para una buena activación de la motivación que escapa a su control o debido meramente a
ayudan también las expectativas con las que nos pabilidad, confusión... para el cambio y de los recursos de la familia. De circunstancias ambientales y externas. Hay que
enfrentamos a esta situación interactiva (Escude- modo que hay que cuidar los primeros momentos trabajar previamente la sensación de que «ha-
ro, 2009). Así, el profesional puede esperar que el La familia sigue, por tanto un proceso en la si- de la relación y explorar las motivaciones de la ciendo cosas puede lograr cosas» lo que se va lo-
usuario que viene a nosotros es porque reconoce guiente dirección: situación-dificultad-sufri- familia sin precipitarnos, con el fin de comenzar grado recordando con el usuario otras ocasiones
sus problemas, entiende que tiene que cambiar miento-sentimientos, pero suele esperar que el con buen pié la relación de ayuda. en que haya sabido resolver un problema, con ta-
algo y que es parte del problema y de la solución. profesional siga un proceso de recorrido inverso reas sencillas para casa que pueda resolver ade-
En cuyo caso da por sentados muchos aspectos al suyo: cuadamente y haciéndole ver la causa-efecto.
y se dirige directamente a valorar el caso. Pero b. Construir alianzas
puede encontrarse con que el usuario viene a la • Que el profesional comprenda, ante todo, los La seguridad y confianza en el sistema de in-
entrevista con otras motivaciones muy diferen- sentimientos que está viviendo, que acepte su con el usuario tervención
tes: pedir ayuda para otros problemas diferentes confusión, su incertidumbre, su miedo, su in-
a los que el profesional espera, pedir ayuda para quietud. Muchos autores coinciden en señalar que las re- Este componente de la alianza se logra cuando
otros miembros de la familia sin que por ello se laciones de ayuda no surgen de la nada sino que el usuario considera que el contexto de la inter-
sienta implicado en el problema, solicitar la ayu- • Que el profesional participe de alguna mane- se construyen poco a poco, tras las primeras im- vención, incluyendo todas las acciones de va-
da por presiones familiares o externas ya que por ra del sufrimiento que está experimentando, presiones (Egan, 2002; Escudero 2009; Rogers, loración y las de intervención, es un ambiente
su parte espera que las cosas pasen solas, o que que se ponga en su lugar, con una actitud em- 1989). Este es un proceso muy importante pues donde se siente seguro, cómodo, puede mostrase
trata de evitar la situación de encuentro con los pática, y que vibre con ella. El sufrimiento es si no nos aseguramos la colaboración del usua- abierto y vulnerable, contar sus problemas sin
servicios sociales por miedo a las consecuencias, menor si es compartido. rio nada va a funcionar ni a tener sentido. A ello temer las consecuencias, puede abrirse a nuevas
perspectivas de comprensión de los mismos, sa- y el profesional y que, afortunadamente, pueden obstaculizan y transfieren el protagonismo de la que el flujo empático se interrumpa y la con-
biendo que no debe estar a la defensiva y que el entrenarse (Bermejo, 1998; Culley y Bond, 2004) relación de ayuda sobre el profesional (Bermejo, versación se convierta en un interrogatorio.
resultado de la ayuda va a ser positivo. Para ello, 1998; Rogers, 1989):
el profesional debe estar atento a las señales de Empatía y escucha activa • Respuestas de solución de problema. Consis-
hostilidad del usuario que no debe interpretar • Respuesta de valoración o juicio moral. te en proponer al otro una idea o resolución
como un ataque personal sino como una mani- La empatía supone entender el punto de vista Consiste en expresar la propia opinión en para salir inmediatamente de la situación,
festación de los temores e inseguridad que le ge- del otro y experimentar sentimientos similares a cuanto al mérito, la utilidad o moralidad de indicándole el método, el camino, dándole
nera al usuario la intervención. También puede los del usuario poniendo entre paréntesis, aunque lo que el ayudado comunica. Es altamente pe- consejos de carácter definitivo que pondrían
observar el uso constante de autojustificaciones sólo sea temporalmente, las propias opiniones, ligrosa sobre todo cuando supone una crítica fin a su problema y, quizás, también a la con-
lo cual indica que el usuario se está sintiendo ata- creencias, gustos... Ello permite comprender de directa a la actuación del otro y una descalifi- versación. Estas respuestas desarman al otro
cado y que siente la necesidad de defender conti- manera ajustada y precisa el mensaje que el otro cación. También es peligrosa ya que revela en que inmediatamente transfiere su responsa-
nuamente su postura y sus acciones. comunica. Para alcanzar este objetivo es necesa- muchos casos los prejuicios del profesional bilidad ante el problema al profesional que es
rio una disciplina, un sentido del límite y un respe- sobre el tema en cuestión. el que sabe.
La conexión emocional con el usuario to de la diversidad. Es necesario también saberse
retirar de la implicación en el plano de los senti- • Respuesta interpretativa. Al usarla, el pro- • Respuestas de busquemos juntos son la alter-
La conexión emocional se logra cuando el usua- mientos para restablecer cierta distancia emocio- fesional reinterpreta el mensaje del otro bajo nativa a la anterior ya que se trata de buscar
rio ve al profesional como una persona impor- nal con el usuario. Ello permite darle al usuario un una nueva luz lo que puede ayudarle a clari- juntos, de razonar juntos, de comprender jun-
tante en ese momento de su vida, entabla relacio- modelo de serenidad y entereza para responder al ficar y tomar conciencia de algún aspecto del tos, de contrastar las distintas posibilidades, de
nes de confianza, familiaridad, respeto mutuo, problema. Sin esta fase de separación, hay grave mensaje que el otro no había contemplado. ayudar a descubrir recursos en el otro que se
valora el interés que se toma el profesional por su riesgo de sufrir un gran desgaste emocional con Sin embargo, el abuso de este tipo de respues- pueden movilizar. Estas respuestas capacitan,
caso, piensa que el profesional puede entender cada una de las situaciones familiares que el pro- tas puede frenar la expresión espontánea de movilizan, sitúan el locus del agente en el usua-
y prestar atención a su visión de la realidad fa- fesional se encuentra en su trabajo. la propia teoría a favor de la del profesional, rio y hacen crecer la confianza en sí mismos.
miliar, confía en la experiencia y buen hacer del lo cual puede provocar desinterés, irritación o
El impacto del tipo de respuesta del profesional
32 profesional y considera que éste está accesible La persona que está en disposición empática será bloqueo en la comunicación.
no solo se observa en la intervención de caso sino
33
cuando lo necesita. capaz de escuchar activamente, porque sólo así
podrá tener acceso a la comprensión de la expe- • Respuesta de consuelo. El profesional inten- también en la intervención grupal. Así por ejem-
plo estudiando el impacto de la dinámica discur-
Sentido de compartir el propósito con la familia riencia de aquel a quien quiere ayudar. Escuchar ta animar haciendo alusión a una experiencia
siva que establece el mediador con su grupo de
es un proceso psicológico que implica atención, común o minimizando la importancia de la
madres se ha encontrado que cuando el profesio-
Ocurre cuando el usuario siente que la consecu- interés, motivación… por tanto es un proceso situación e invitando a desdramatizar. Es una
nal actúa de mediador o facilitador del cambio,
ción de los objetivos de la intervención no queda mucho más complejo que la simple pasividad que actitud que puede favorecer la sensación de animando a que éstas intercambien ideas y de-
solo a cargo de la familia, mientras que el profe- asociamos al dejar hablar. Escuchar es centrarse víctima en el otro incrementando la depen- batan sobre episodios de la vida cotidiana pero
sional se siente fuera de ello y dedica su tiempo en las verdaderas necesidades del ayudado, lo dencia del profesional. También puede pro- dejando el protagonismo a las participantes, se
a supervisar los resultados. Por el contrario, se que la persona está diciendo, a veces mediante el vocar irritación o frustración cuando se trata refuerza extraordinariamente la confianza de las
siente en el mismo lado del profesional cuando se uso de monosílabos o de interjecciones que nos de rebajar la importancia de la situación para madres en sus propios recursos, esto es, su agen-
plantea la consecución de los objetivos como un permiten mantener el diálogo. Sin interrumpir la el otro. cia parental (Rodrigo, Máiquez, Martín y Byrne,
compromiso que afecta a todos, a la familia y al exposición del otro, respetándole, dejándole ha- en prensa). En cambio para facilitar el cambio de
profesional, y se pasa del «tú» al «nosotros». Como blar e incluso respetando el silencio. Son obstá- • Respuesta empática. Consiste en comuni- las prácticas educativas, aunque debe predomi-
consecuencia de ello, la unidad familiar se ve re- culos a la escucha empática la tendencia a juzgar, carle al otro que ha comprendido lo que está nar también el papel mediador, habría que com-
forzada en la búsqueda de objetivos comunes y se a imponer inmediatamente las propias ideas y viviendo para darle a entender que hay una binarlo con un papel más directivo para recalcar
plantean los obstáculos como oportunidades para decir lo que es justo y lo que no lo es, o la ten- buena comunicación entre ambos sobre su aquellas pautas educativas de riesgo que no se
la mejora de las capacidades familiares. dencia a pasar rápidamente de la narración del experiencia y sus sentimientos. Es altamente deben realizar. Asimismo, se ha encontrado que
otro a lo prescriptito diciéndole lo que debe o no provechosa sobre todo como respuesta a la el tipo de discurso del mediador no suele tener
debe hacer. apertura y confianza del otro. tanto efecto sobre el cambio de creencias educa-
c. Habilidades discursivas en tivas o teorías implícitas de las madres, ya que en
La respuesta en el diálogo de la relación de • Respuesta de indagación. El profesional res- este caso lo crucial es que el propio discurso de
la relación de ayuda ayuda ponde haciendo preguntas para obtener más las madres de la oportunidad de situarse en otros
datos y profundizar en la situación expuesta modelos alternativos al propio y que les permi-
Aunque muchos autores hablan de que estable- En la relación de ayuda, es muy importante es- por el ayudado. Aunque es muy útil, hay que ta reflexionar sobre su propio modelo. En suma,
cer buenas relaciones de ayuda es un arte, exis- cuchar pero también hay que saber responder al planear bien cuándo se lleva a cabo porque si mediante el discurso del mediador, las madres
ten una serie de habilidades fundacionales que otro. Hay diversos tipos de respuesta que facili- se abusa o se utiliza cuando el otro está con- mejoran su agencia parental y el repertorio de
alimentan el proceso discursivo entre la familia tan la relación de ayuda y otras en cambio que la tando sus emociones se corre el peligro de comportamientos educativos con sus hijos.
Figura 6. Indicadores del malestar profesional en el trabajo con familias
d. La aceptación y profesional no es el protagonista del cambio sino
el usuario y todo lo que haga por conseguirlo será
legitimidad en la doblemente eficaz.
relación de ayuda
La tercera clave es la acogida del otro en todos
Es fundamental en una relación de ayuda el que los aspectos, sobre todo los del mundo emotivo.
el otro se sienta aceptado de manera incondicio- Muchas personas tienen dificultades en identi-
nal. El miedo al rechazo y al juicio crítico restrin- ficar sus emociones y hacen todo lo posible por
ge el pensamiento y paraliza la conducta. Asimis- acallarlas. El poder reconocerlos y darles un FRUSTRACIÓN
mo, cuanto más se siente aceptado el otro más se nombre les ayuda a ser más dueños de sí mismos DESMOTIVACIÓN
abre y se adentra en el difícil camino del análisis e iniciar el camino para regular su expresión o INTRANSIGENCIA
HIPERRESPONSABILIDAD
de la situación y la exploración de alternativas encauzarla de manera apropiada para que no
ABURRIMIENTO
de solución (Bermejo, 1998; Rogers, 1989). haga daño a los otros. En este sentido se reco- INSEGURIDAD
mienda entrenar la asertividad que es una forma PESIMISMO
Las claves de la aceptación del otro son las si- de generar la afirmación propia y la de aquel con
guientes. En primer lugar, implica una ausencia quien nos relacionamos; hace que los demás se
de juicio moralizante sobre el otro. Ello se tradu- sientan más a gusto con nosotros, porque somos
ce en la suspensión de todos aquellos sentimien- más transparentes al comunicar los sentimientos
tos, actitudes y juicios nocivos para la relación de y pensamientos. Las personas asertivas se ex-
ayuda con el otro. Ello no implica que se apruebe presan con frecuencia de esta manera: «yo pien-
toda conducta del otro como buena, sino que se so...», «yo creo...», «me gustaría...», «yo quiero...»,
aceptan las emociones que la acompañan y se «necesito...», «según mi experiencia...», «mi opi-
valida la experiencia del otro (vg. Lo ha vivido y nión es...», «a mí me parece...» y evitar expresio- dono de la intervención por parte de la familia y mas de la familia, no se confía en las capacida-
34 sentido así). Esta aceptación se traduce en evitar nes como «tú debes...», «Tú eres...»... que ésta no vuelva a solicitar ayuda en los servi- des de los usuarios y se pierde toda esperanza 35
dar órdenes o directrices, exhortar o moralizar, cios sociales. en el cambio personal y social. El aburrimiento
dar consejos y formular soluciones hechas, ex- Por último, se recomienda la cordialidad en el ocurre cuando se cae en rutinas y recetas que
presar juicios positivos o negativos, poner en ri- trato para que el otro se sienta aceptado. El he- En suma, cuando el profesional y el usuario esta- anulan el pensamiento estratégico e impiden
dículo o ironizar sobre las confidencias del otro, cho de que se trate de una relación profesional blecen una buena relación de ayuda ello no solo explorar y aportar un desarrollo creativo en la
utilizar etiquetas, imponer el propio criterio so- no impide el que se trate a la familia con afabi- supone un gran beneficio para las familias sino intervención. La inseguridad se siente cuando
bre lo que es bueno o malo, emitir un veredicto lidad, gentileza, buenas formas y de manera res- que también se refleja en el bienestar del profe- se adoptan medidas precipitadas e insuficientes,
sobre la persona y sus comportamientos. petuosa. Todo ello se traduce en la necesidad de sional. Lo contrario ocurre cuando la relación es- se buscan soluciones sin analizar los problemas,
controlar el lenguaje del rostro, el tono de la voz, tablecida no es la correcta. Proponemos una ima- no se negocia con la familia, se inicia un proceso
La segunda clave para la aceptación es la con- las actitudes, las palabras y los gestos apropia- gen que representa la carga que el profesional con una confrontación abierta o encubierta, en
fianza y consideración positiva del ayudado dos. No son nuestros amigos pero son nuestros debe arrastrar en su relación con la familia, las- definitiva, cuando se produce una intervención
por el mero hecho de ser persona. La confianza aliados y compañeros de viaje en el proceso de trada por una serie de indicadores que reflejan su compulsiva con pérdida de control técnico. La
ayuda a vencer el miedo y las barreras, libera, la intervención. malestar, para que sirva de motivo de reflexión y intransigencia aparece cuando se antepone el
armoniza e ilumina a la persona. La considera- de acicate a su proceso de cambio (Figura 6). rol profesional y el deber ser a las demandas del
ción positiva supone fiarse del otro, de sus recur- Además de la aceptación hay una última cuali- contexto, se imponen los principios propios o las
sos, para afrontar su situación; de su capacidad dad que favorece la relación de ayuda, la legiti- La frustración se produce cuando el profesional concepciones implícitas como norma universal,
de desear el bien y de decidir en consecuencia, midad del profesional. El profesional adquiere no sigue una perspectiva constructiva basada en lo que conduce todo ello a mantenerse alejados
aun a riesgo de equivocarse; de aceptar incon- una autoridad legítima ante el usuario cuando se las potencialidades del usuario y del entorno, no de la realidad e imponer un modelo ideal a la
dicionalmente la decisión del otro y su misma muestra verdadero, confiable, auténtico, genui- se fija en indicadores sutiles de cambio o espera familia. Por ultimo, el desgaste emocional y el
persona. Ello no supone caer en la ingenuidad, no, legal como se diría ahora en términos colo- cambios inmediatos en la vida de las personas pesimismo se instala por el exceso o el mal uso
en el permisivismo o en la falta de compromiso quiales. Dice y expresa lo que siente y el usuario sin contar con su colaboración y sin tener que de la empatía con el usuario, por gastar un enor-
del profesional. El profesional es capaz de ver los sabe que no va a defraudarle porque quiere lo acompañar todo el proceso. La híper-responsa- me esfuerzo en consolar y quedarse en el nivel
límites y las dificultades, pero confía en que hay mejor para la familia. No muestra su legitimidad bilidad se produce cuando el profesional asume de la experiencia compartida («a mí también me
posibilidades de afrontarlos. En la medida en que cuando utiliza su poder de modo arbitrario, toma el papel de experto con exceso de protagonismo ha pasado»), lo que impide reforzar la conciencia
el profesional vea que esto no es posible, deberá decisiones sin contar con el usuario, esconde in- en el proceso de cambio, no construye conjun- de superviviente en el usuario, analizar y buscar
poner más el acento en echar mano de los recur- formación crucial para su caso, o mantiene un tamente con los usuarios los objetivos a lograr soluciones de forma objetiva y, en definitiva, pro-
sos externos y del apoyo formal pero no debe discurso ambiguo ante la familia. Esta falta de y crea dependencia del usuario. La desmotiva- duce una pérdida de control emocional sobre la
apresurarse a hacer el camino por el usuario. El legitimidad puede ser el detonante para el aban- ción aparece cuando solo se buscan los proble- actuación profesional.
5
Cuadro 5. Preocupaciones de los gestores
y profesionales de los Servicios Sociales
(tomado de Breznes, 2010)
Hasta aquí, hemos venido aplicando una lente de
aumento para analizar la relación del profesional • La identidad de los servicios sociales munici-
con el usuario ya que ésta es una de las claves del pales sigue sin estar clara, no están bien deli-
éxito en el trabajo con familias. Pero es obvio que mitadas las competencias.
los profesionales y las familias no se mueven ni • Los servicios sociales municipales no son sufi-
se comunican en un espacio vacío sino en un en-
torno organizacional que es el que proporciona el cientemente valorados por las estructuras po-
servicio de apoyo a la familia. Para ello, tenemos líticas; tampoco por otros departamentos del
que alejar ahora nuestra lente hasta alcanzar una ayuntamiento.
perspectiva mucho más macro de todo el escena- • La imagen social de los servicios sociales mu-
rio. Con ello pretendemos señalar el impacto que nicipales es pobre y limitada a la asistencia a
tienen algunos de estos aspectos organizaciona- la población marginal.
les en el trabajo con la familia. Estamos conven- • Siempre hay que pelearse por el presupuesto y
cidos de que, de no hacerlo así, caeríamos en un el personal.
reduccionismo al achacar al microsistema de las • La coordinación con otros sistemas de bien-
interacciones personales algunos de los proble- estar social y hasta con otros departamentos
mas que tienen su origen en el nivel macrosisté-
mico de las organizaciones. municipales... es débil, no está estructurada.
• Estamos fragmentados y mal organizados: ne-
Lo primero que se advierte al adentrarse en este cesitamos tener más claras las funciones y las
campo es que los servicios sociales de las corpo- responsabilidades.
raciones locales están embarcados en un proceso • La prevención y la intervención comunitaria
de cambio que tiene sus luces y sombras. Entre han cedido casi todo su terreno a la gestión de
las luces están el que los servicios sociales muni- prestaciones. 37
cipales forman parte de un sistema público reco- • Las relaciones con el entorno próximo están
nocible, con normativas, prestaciones, servicios llenas de obstáculos que se podrían superar,
y equipamientos identificados y con un creci-
pero habría que dedicarle un tiempo que no
miento progresivo de equipos profesionales, de
recursos y de ámbitos de intervención. Existe tenemos.
además un gran consenso entre los profesionales • Estamos instalados en la insatisfacción, y la
y los responsables o gestores de los servicios res- queja que no lleva a ninguna parte. Nos esta-
pecto a los objetivos últimos a alcanzar con este mos acostumbrando a la desmotivación.
proceso de cambio. Sin embargo, son todavía • No tenemos mucha información estructurada
muchos los obstáculos que se experimentan en el sobre lo que dicen los usuarios de los servicios
día a día según la Propuesta para la Configuración sociales municipales.
de un Modelo Actualizado de los Servicios Sociales
Municipales (Brezmes, 2010). Recogemos, en el

Los equipos profesionales Cuadro 5 por su alto valor ilustrativo, algunas de


En todo lo anterior laten preocupaciones y aspi-
raciones muy realistas y acertadas, que no hacen
Los profesionales y las familias no se
y servicios de apoyo
sino corroborar lo que venimos comentando.
Existe, por tanto, por parte de los gestores y de
mueven ni se comunican en un espacio los profesionales de estos servicios, una concien-
vacío sino en un entorno organizacional cia muy lúcida de las sombras que oscurecen el
a la familia que es el que proporciona el servicio
proceso de cambio a las que aludíamos antes. En
nuestro breve repaso queremos aportar algunas
claves que permitan avanzar en este proceso de
de apoyo a las familias cambio. Así, trataremos de la organización del
equipo y la coordinación, del compromiso con la
las expresiones de gestores y profesionales reco- innovación en las prácticas profesionales y del
gidas en el informe (pág. 29, 30 y 31). sistema de calidad del servicio.
Cuadro 6. Perfil de tareas a realizar
en el equipo
a. Organización del equipo Todo ello parece razonable teniendo en cuenta ción adecuados. Y lo que es más grave es que este
la creciente especialización de los profesionales. • Investigación y/o detección de necesidades en trabajo adicional no se suele reconocer como
y coordinación Sin embargo, esta forma de organización con- la comunidad para la elaboración de progra- parte integrante de sus horas de trabajo. Además,
lleva una grave compartimentalización en los mas preventivos y de promoción. el coordinador del servicio tiene ya su quehacer
Ya hemos comentado la pluralidad de perfiles marcos conceptuales a la hora de entender los definido a este respecto ya que debe dinamizar,
profesionales que se reúnen en un servicio de • Coordinador de caso o de programa
problemas y definir las acciones, que se refleja • Interlocutor y mediador con los responsables promover, priorizar o diseñar planes y acciones a
apoyo a la familia. Ello permite enriquecer al en un quehacer incompleto y fragmentado en el seguir en cada uno de estos aspectos.
equipo con un gran aporte interdisciplinar pero del servicio, con otras organizaciones e insti-
servicio. Esto conduce a que nadie se haga cargo tuciones con el fin de fomentar la coordinación
también es fuente de mutuo desconocimien- de las labores de prevención y análisis de la rea- Veamos con más detalle la coordinación de caso
to sobre los diversos perfiles profesionales que y la mejora en la eficacia del trabajo con fami-
lidad circundante a las familias, a que cada pro- como modelo de trabajo en los servicios sociales
se traduce en cierta disparidad de criterios a la lias.
fesional haga las mismas preguntas a las familias de apoyo a la familia (Rodrigo y Máiquez, 2007).
hora de organizar los equipos. Por ello siempre • Evaluador de las prácticas innovadoras en el
en lugar de compartir información, que se eva- Como señala Brezmes (2010), la figura del «pro-
hemos defendido la necesidad de que la forma- servicio. fesional de referencia» aparece en las nuevas le-
cuen informes por separado y no se llegue a valo-
ción de posgrado en temas de familia se aborde raciones conjuntas de la familia, a la priorización yes de servicios sociales, como garantía de acom-
desde estos marcos interdisciplinares para facili- de los objetivos de la intervención, o al plan de pañamiento a la persona que necesita servicios
tar estas visiones más complejas e integradas de caso consensuado. Desde el punto de vista de la sociales, para facilitar el acceso a los servicios
Dentro de ésta óptica, existen diferentes tareas
la realidad familiar cualquiera que sea el perfil familia ello conlleva que ésta tenga diferentes y prestaciones del sistema, desbrozando, hasta
en el equipo que deben asignarse a aquellas
profesional de partida. La pregunta clave que se interlocutores según el tema que se trate, que las donde es posible, la complejidad de itinerarios
personas que resulten más idóneas para des-
plantea a la hora de organizar los equipos es la acciones a llevar a cabo con la misma se solapen que presenta actualmente para la ciudadanía. En
empeñarlas (Cuadro 6). No hay que olvidar que
siguiente: ¿se equiparan los perfiles profesiona- y no exista coordinación, que se sobre-exploten el ámbito de la protección de menores, todo caso
las aportaciones que cada técnico pueda hacer
les concretos a determinadas funciones y tareas unos recursos psicoeducativos y comunitarios y de familia debería tener asignado un profesional
al trabajo en equipo provienen no sólo de su ti-
del servicio de atención al menor y la familia? se dejen sin uso otros, entre otros problemas. (ya sea del área del Menor y Familia de la Direc-
tulación académica básica, sino también de su
Algunos servicios han optado por responder afir- ción del Menor y la Familia o del Servicio Social
formación especializada en el ámbito de la pro-
mativamente a esta cuestión. Así por ejemplo, el Municipal, según la gravedad del caso), que asu-
38 profesional de la psicología realiza diagnósticos
Lo cierto es que, como hemos visto en el segundo tección de menores, su experiencia de trabajo, la
miría la responsabilidad de liderar, dirigir y co-
39
apartado de este documento, la realidad comple- formación adicional no específica pero útil para
y tratamientos en los casos más graves median- ja, relacional, incierta, estratégica y dinámica ordinar la intervención con dicho caso. Habrá
este ámbito y su propia experiencia e historia casos en los que la coordinación será asumida
te entrevistas y sesiones de terapia individual o en la que tienen que moverse los profesionales personal. El equipo debe valorar estas particula- desde el área del Menor y la Familia y casos en
grupal. Por su parte el profesional de la educa- de ayuda hace que estos planteamientos, aunque ridades y aprovechar al máximo las capacidades que será desde los Servicios Sociales. La asigna-
frecuentes, no sean los más acertados. Sobre todo de cada profesional, incluidas las propias de la ción del servicio que asuma la coordinación de
teniendo en cuenta la efectividad en las inter- titulación académica.
Los problemas y las tareas de un venciones, con vistas a prevenir los problemas o
un caso podrá cambiar en función de las modi-
ficaciones que se produzcan en la situación del
servicio de atenciòn a los menores y resolverlos. Los problemas y las tareas de un ser- Podría argumentarse que la mayor parte de es- menor de edad y su familia, lo que significa que
vicio de atención a los menores y a las familias tas tareas las debería llevar a cabo el coordina-
a las familias no pertenecen a no pertenecen a profesiones específicas, son de dor del servicio, como por ejemplo, el estudio de
habrá casos en los que en determinados períodos
sean coordinados desde los servicios sociales y
profesiones específicas, son de todos y todos y cada profesión debe aportar su ángulo
específico en la solución, en cooperación con los
necesidades de la población, la coordinación en- otros desde la Dirección General.
tre servicios o la evaluación del servicio. De este
cada profesiòn debe aportar su ángulo planteamientos complementarios de otras profe- modo los profesionales quedarían destinados Las funciones asignadas al Coordinador de caso
siones. Por todo ello, no podemos hablar de un exclusivamente al trabajo de casos como parece
específico en la soluciòn, en perfil profesional idóneo ligado a una titulación ocurrir en muchos servicios.
son las siguientes:

cooperaciòn con los planteamientos académica básica, sino de competencia profesio- a. Ser el profesional principal de referencia para
nal entendida como la «capacidad para movili- Pero la experiencia demuestra que si no se reco- el resto de personas/profesionales/servicios
complementarios de otras profesiones zar los propios recursos cognitivos, de relación nocen estas tareas de los profesionales se corren implicados en la intervención con el caso.
social e incluso emocionales para hacer frente dos peligros: que éstas no se lleguen a realizar
ción se ocupa de los problemas escolares de los a una situación, recursos personales que tienen con el consiguiente perjuicio para el servicio, o b. Centralizar la información del caso, mante-
menores y visita a los orientadores y profesores que estar actualizados y adaptados a condicio- que los profesionales tengan que dedicarles mu- ner la información completa y actualizada.
de éstos. Por último, el profesional del trabajo so- nes de trabajo en evolución» (Perrenuod, 2004, cho tiempo que no queda reconocido como parte
cial se ocupa de la valoración sociolaboral de las p.133). Hay que adaptarse a un nuevo formato de de su trabajo. Así ocurre cuando el profesional, c. Establecer una relación profesional de ayuda
familias y del entorno de las mismas para detec- funcionamiento que suponga perfiles profesio- dentro de su trabajo con una familia, tiene que con la familia y el menor.
tar sus necesidades de salud, vivienda, empleo, nales que no respondan tanto a las característi- dedicar mucho tiempo a relaciones personales
etc., para lo cual se basa sobre todo en entrevistas cas de las disciplinas como a las necesidades del con otros profesionales del servicio o de otros d. Velar para que en todo el procedimiento de
y las visitas domiciliarias. servicio. porque faltan los cauces formales de coordina- intervención se consideren los intereses y ne-
cesidades específicas del menor así como el • Proponer los cambios pertinentes en el Plan excepción de todos aquellos procedimientos que les estables para el intercambio, apoyo técnico y
respeto a sus derechos. de trabajo y acordar dichas modificaciones sólo son preceptivos en el caso de familias refe- coordinación, así como canales de comunicación
con los agentes implicados en la interven- ridas por los servicios de protección del menor. informales abiertos de forma permanente que
e. Informar a la familia y al menor (según su ni- ción (menores, familia, otros profesionales permitan que dicho intercambio, apoyo y coordi-
vel de desarrollo y grado de madurez) de for- y servicios). Respecto a la coordinación, según Horwath y Mo- nación se dé en el momento en que sea necesario.
ma clara y razonada de las decisiones adopta- rrison (2007) uno de los mayores retos que tiene
das y promover su colaboración e implicación j. Propuesta de medida definitiva para el caso: planteada la protección de menores es lograr una La coordinación externa posibilita la relación
en el plan de caso desde el primer momento. • Presentar ante el órgano responsable la de- mejor coordinación entre los servicios implica- del equipo con otros profesionales, servicios e
cisión del equipo de la medida definitiva dos: autonómicos, provinciales, locales, y ONGs.
f. Ocuparse de las fases de recepción, investiga- para cada niño. Varias son las razones de esta necesidad de coor-
ción valoración y propuesta de plan de caso: dinación: 1) la propia naturaleza multicausal de La coordinaciòn de caso no implica que
• Recibir y estudiar la información contenida k. Cierre de expediente: los problemas de los menores y las familias nos
en la notificación. • Proponer el cierre de expediente y analizar lleva a recabar apoyos de múltiples servicios, el coordinador asuma la responsabilidad
• Proceder a la recogida de información so- con el equipo dicha propuesta. 2) la convicción de que las familias vulnerables exclusiva sobre la intervenciòn o la toma
bre la situación del menor y la familia (me- • Proceder a la derivación del caso a otro ser- tienen necesidades planteadas a muchos niveles
diante los métodos que sean necesarios: vi- vicio, si procede. (económicas, educativas, sanitarias, ocio) lo que de decisiòn, ni siquiera que asuma en todo
sitas domiciliarias, entrevistas personales, • Realizar las comunicaciones oportunas so- también conlleva dicha cooperación para po-
consulta de expedientes, etc.) y valorar la bre el cierre de expediente. derlas satisfacer, 3) el reconocimiento de que los momento el protagonismo principal
situación de desprotección en que se puede servicios sociales tienen un papel importante en en la intervenciòn directa con el caso
encontrar. La coordinación de caso no implica que el coordi- todo el proceso de colaboración ya que necesitan
• Garantizar que las tareas correspondientes nador asuma la responsabilidad exclusiva sobre lograr una acción conjunta de todos los servicios
a las fases de investigación y valoración se la intervención o la toma de decisión, ni siquie- e instituciones implicadas para mejorar su efica- instituciones públicas o privadas dentro del es-
lleven a cabo de manera adecuada y en los ra que asuma en todo momento el protagonismo cia y 4) la necesidad de que la sociedad, a través pacio de atención al menor y a la familia, que por
40 plazos de tiempo previstos. principal en la intervención directa con el caso. de sus instituciones y asociaciones cívicas tome sus cometidos comparten objetivos o finalidades 41
• Analizar, junto al equipo, la situación del Puede que en algunos momentos sea así, mien- conciencia de la importancia de su participación con el servicio. El objetivo de la coordinación
caso, elaborar la propuesta de plan de caso tras que en otros momentos o para determinadas en la promoción del bienestar de los menores y externa consiste en consensuar mecanismos y
y, en su caso, proponer con carácter priori- sus familias. Así pues, la coordinación es absolu- procedimientos de actuación que permitan a las
tario las medidas de protección que se esti- tamente imprescindible para el buen funciona- diferentes instituciones y profesionales implica-
men oportunas. En el ámbito de la protecciòn de menores, miento de los servicios de apoyo a la familia. dos cooperar de manera eficaz para conseguir
la protección del menor, evitando duplicidad
g. Garantizar que cada menor de edad y cada todo caso de familia debería tener Se distinguen dos niveles de coordinación: in- de servicios y disparidad de criterios y objeti-
familia dispongan de un plan de de trabajo, asignado un profesional que asumiría terna y externa. La coordinación interna hace vos. Serían ejemplos de coordinación externa,
gestionar y coordinar la provisión de los re- referencia a la propia relación de equipo y su la planificación, diagnóstico y evaluación de las
cursos y servicios acordados en dicho plan, y la responsabilidad de liderar, dirigir y conexión con el servicio y la institución que la intervenciones con otros dispositivos institu-
asegurar la revisión periódica del mismo. sustenta. Así, por ejemplo dentro de esta catego- cionales de carácter provincial y/o autonómico.
coordinar la intervenciòn con dicho caso ría se encuentra la coordinación que se produce También supone una coordinación externa la
h. Elaborar informes sobre el caso cuando así dentro del equipo especializado de atención al relación que se establece entre los servicios so-
sea necesario o requerido por servicios o ins- tareas sea otro servicio o profesional quien asuma menor y la familia cuando realizan la valoración ciales y otras iniciativas privadas (ONGs) con el
tancias superiores. un papel de mayor protagonismo o implicación. o la intervención. Se cuenta también la relación fin de coordinar actuaciones. O la relación en-
Todo depende de las características del caso y de del equipo con su responsable, gestor o coordina- tre el servicio y las personas, familias o grupos
i. Puesta en marcha del Plan de Trabajo: lo que se considere más adecuado para la bue- dor. También está la coordinación entre el equipo usuarios de los servicios municipales con el fin
• Gestionar la provisión a la familia y a los na marcha y la eficacia de la intervención. En los especializado y los profesionales de la unidad de de facilitar la participación e integración social.
menores de los recursos y servicios acorda- casos coordinados por la dirección General, los trabajo social o servicio comunitario de la zona Por eso la importancia de consignar este tipo de
dos en el plan. Servicios Sociales funcionarán como un servicio para garantizar la complementariedad entre am- actividades de coordinación dentro del perfil de
• Dirigir y apoyar técnicamente y coordi- más, parte integrante del conjunto de servicios bos tipos de servicios. Asimismo, se da una co- tareas a realizar por el equipo. El profesional po-
nar la actuación de los recursos y servicios implicados en la intervención (como los servicios ordinación interna cuando el equipo se relaciona dría ir contactando con los demás servicios para
puestos en marcha. de salud mental, escolares, sanitarios,...). Asimis- con otras áreas de la propia institución (juventud, cada caso o circunstancia, pero es crucial diseñar
• Recoger información permanente sobre la mo, cuando se trate de intervención con familias cultura, deportes, vivienda,…) con el fin de opti- acciones que rebasen este nivel específico y que
evolución del caso, valorar periódicamente fuera del ámbito de la protección de menores, mizar el uso de los recursos de la zona. Para que se planteen la coordinación como una acción es-
la evolución y resultados de la interven- también se utilizará la figura del coordinador del realmente funcione la coordinación interna, se tratégica de primera importancia para apoyar la
ción. caso con funciones similares a las anteriores a debe fomentar la existencia de canales forma- intervención en multitud de casos.
Cuadro 7. Importancia de las buenas
prácticas en el servicio

Como fruto de la coordinación interna y externa los líderes de dichas organizaciones, estructuras • Su efecto movilizador de actuar sobre la misma, lo que posibilita y ga-
se puede potenciar el trabajo en redes lo que per- organizativas poco flexibles, ideologías profesio- • Favorecen la difusión de la innovación y la rantiza un adecuado desarrollo profesional. Está
mite optimizar recursos y coordinar las acciones nales en conflicto, problemas con el control del creatividad también una vocación de atención hacia el usua-
dentro de la propia comunidad. Por ejemplo: co- presupuesto, problemas de comunicación y de • Estimulan los procesos de excelencia y mejora rio que cumpla con todas las garantías de calidad
laborar con las asociaciones de padres para po- falta de tiempo, dificultades en la comprensión continua posibles, cualquiera que sea su situación y su in-
tenciar el asociacionismo, integrar a los menores de los roles y el reparto de responsabilidades así • Hacen avanzar la cultura de la calidad en la tención de colaborar con el mismo. Está también
en actividades dirigidas a la infancia y la fami- como desconfianza entre los servicios y entre los organización que se incorpora a estas dinámi- implicada la mejora de todo el servicio, ya que la
lia que se desarrollen desde el tejido asociativo, profesionales. cas implementación de buenas prácticas y su trans-
fomentar la colaboración con los colegios como • Representan una oportunidad para mirar más feribilidad hacia otros servicios asegura también
agentes comunitarios, con los servicios de día y En suma, aunque la coordinación al máximo ni- allá de nuestros marcos cotidianos de actua- una mayor coordinación entre todos. Por últi-
las ludotecas sensibilizadas para recibir a los ni- vel es deseable las instituciones no siempre están ción mo, la presencia de actividades innovadoras en
ños en situación de riesgo, con los servicios de- internamente preparadas para lograr relaciones • Permiten aprender de los errores y se orientan el servicio es un indicio clave de la calidad del
portivos para estructurar el ocio de los jóvenes, sólidas y efectivas con otras organizaciones. Así, hacia el futuro mismo y una garantía de su vocación de mejora.
recursos de formación para el empleo para los por ejemplo, una institución con una larga his- • Incrementan la confianza del público en ge- En el Cuadro 7 se resumen estas ideas que dan
padres, entre otras acciones toria de conflictos, regida por normativas poco neral, y también entre los actores y entidades cuenta de la importancia de las buenas prácticas
flexibles, poco mentalizada y motivada para la implicadas en el procedimiento en el servicio (Cabrera, 2003).
Aunque nadie niega los beneficios de la coordi- colaboración, difícilmente será una buena can- • Reducen brechas entre ámbitos, servicios y or-
nación, en la práctica profesional se observan didata para lograr dicha coordinación. La falta ganizaciones Sin embargo, la innovación y las buenas prácti-
todavía muchas deficiencias al respecto. Enume- de incentivos políticos o materiales, la falta de • Favorecen el intercambio por la vía de los he- cas son flores delicadas que no nacen ni se desa-
remos algunas de las situaciones que podemos implicación de sus miembros pueden constituir chos y las prácticas compartidas rrollan en cualquier entorno organizacional. En
encontrar en los servicios de apoyo a la familia: importantes obstáculos incluso entre organiza- • Facilitan la coordinación de actuaciones con el ámbito de los servicios de apoyo a la familia
ciones idóneas para ello. Por último, los proble- otros agentes y actores institucionales impli- estamos todavía lejos de encontrar las condicio-
• Una ausencia de todo tipo de coordinación, mas en la determinación de las metas conjuntas cados y el trabajo en red nes óptimas para que se de este desarrollo. Pero
42 cuando como mínimo debe darse al menos y en las estrategias de planificación para alcan- 43
una coordinación interna. para avanzar en esta línea es bueno que se vayan
zar los niveles más altos de coordinación pueden
reconociendo algunas de las barreras que obsta-
dificultar dichos procesos.
• Una coordinación únicamente como respues- la movilización del profesional hacia la búsque- culizan este avance así como las soluciones que
ta a las exigencias burocráticas del servicio o da de nuevas formas de entender la realidad y se pueden aplicar para superarlas (Cuadro 8).
institución.
b. La innovación de las
• Actuaciones puntuales de un recurso o servi- prácticas profesionales
cio solicitando apoyo o información ocasio- Cuadro 8. Barreras y soluciones para fomentar la innovación y las buenas prácticas
nal a otros. A nadie se le escapa que la promoción de bue-
nas prácticas puede ser un instrumento muy efi-
Barreras Soluciones
• Casos en los que se mantiene una coordina- caz para estimular y garantizar los procesos de
ción estable con apoyos continuos entre re- innovación en la práctica profesional. Ya hemos • Falta de marcos conceptuales consensuados y lenguaje común. • Adopción conjunta del marco de análisis de la parentalidad po-
cursos. descrito anteriormente el concepto de buenas • Sobrecarga en el trabajo y poco tiempo para la reflexión sobre la sitiva.
prácticas y hemos ejemplificado algunas de ellas, práctica para superar una práctica profesional inmovilista. • Planificar un tiempo para la reflexión y el debate crítico sobre las
• Coordinación para el diseño e implementa- aplicables tanto en el campo de la prevención/ • Falta de incentivos externos para iniciar un proceso de innova- prácticas en el servicio.
ción de programas estables. promoción como en el de la intervención de caso. ción en la práctica. • Dedicar esfuerzos para la identificación de buenas prácticas ya
Se recordará también que hemos definido la eva- • Falta de apertura y desconfianza hacia otras instituciones o ser- existentes dentro y fuera del servicio.
• Coordinación para el diseño de planes inte- luación de programas y de prácticas innovadoras vicios con mayor bagaje de innovación en la práctica. • Objetivos consensuados de mejora de la práctica cuya consecu-
grales, como nivel máximo de coordinación como una de las tareas del servicio de apoyo a la • Escepticismo sobre la dificultad de evaluar, transferir y genera- ción se estimula e incentiva desde el servicio.
que se concreta en convenios y contratos en- familia. En este apartado, conjugaremos ambos lizar un tipo de conocimiento que es tan situacional. • Establecer conexiones con las universidades o instituciones para
tre instituciones. aspectos para argumentar que el fomento de la • Escasos canales de comunicación sobre la práctica entre profe- garantizar una actualización relevante para la práctica.
parentalidad positiva requiere profesionales y sionales de diversos servicios. • Estimular la evaluación de la práctica profesional.
Obsérvese que de las seis situaciones presen- servicios implicados en este proceso de innova- • Escasa tradición del movimiento de práctica basada en eviden- • Crear escenarios y redes de diseminación de buenas prácticas
tadas sólo las tres últimas pueden considerarse ción y desarrollo de buenas prácticas. cia en el ámbito de la familia. entre profesionales.
un ejemplo de coordinación. Ello es debido a los • Avance muy incipiente de la cultura de la calidad en los servi- • Incluir el fomento de las buenas prácticas profesionales en las
múltiples obstáculos que se presentan (Horwath La razón de todo ello es que en el propio corazón cios. políticas locales de apoyo a la familia.
y Morrison, 2007): mentalidades inadecuadas de de la idea de buenas prácticas está el germen de
Para ser positivos, se están dando actualmente experiencia de innovación que se ha producido los mediadores entre sí. Por último, los coordina- sis que identifique la situación de partida de los
algunos pasos firmes en la línea de adoptar algu- fruto de la implementación del programa de edu- dores reflejan un alto grado de satisfacción con el servicios locales para el ejercicio de la parenta-
nas de las soluciones que se recogen en el Cuadro cación grupal Educar en familia bajo nuestra di- programa: lo conocen, su opinión es muy buena lidad positiva y sistematice las orientaciones y
9 y que van a permitir ir sorteando los obstáculos. rección en la Comunidad de Castilla y León para sobre el mismo, lo recomiendan como un recurso propuestas de intervención, a partir de los re-
familias usuarias de los servicios sociales de las para las familias en riesgo y se coordinan ade- sultados del estudio y del análisis de las mejores
corporaciones locales pero también para aque- cuadamente con los mediadores y mediadoras. prácticas. Entre los datos a recabar están los obje-
En el ámbito de los servicios de apoyo a llas familias que quieran acudir para mejorar su Ello es una buena señal de que han asumido des- tivos, destinatarios y tipología de los Programas y
servicios locales para el apoyo de la parentalidad
la familia estamos todavía lejos tarea educadora. En esta implementación parti-
ciparon prácticamente todas las corporaciones positiva, eficacia de los mismos, equipos técnicos
de encontrar unas condiciones òptimas. locales de la comunidad de Castilla y León. En el El contacto diario durante las sesiones con los que cuentan, estructura de coordinación
y cooperación interinstitucional, el modelo de
Pero para avanzar es bueno documento anterior sobre la Educación parental grupales ha favorecido un entorno de gestión y los recursos disponibles: equipos técni-
grupal señalábamos que la introducción de estos
que se vayan reconociendo algunas de programas puede ser un motivo de innovación en comunicaciòn más favorable y un cos, estabilidad presupuestaria y financiera. Sin
duda, éste informe va a ser un instrumento muy
la práctica del servicio, más centrada en la inter- punto de vista más positivo para
las barreras que obstaculizan este vención de caso con familias en situación de alto
útil para la mejora de las prácticas profesionales
y de la calidad de los servicios, así como para el
avance así como las soluciones riesgo. Pues bien, este ha sido el caso de acuerdo evaluar a las familias puesto que han desarrollo de las políticas locales de apoyo a la
con los resultados de la evaluación del programa
que se pueden aplicar para superarlas a largo plazo (Rodrigo et al., en prensa). Así pues, tenido ocasiòn de verlas realizando parentalidad positiva.
un año después de terminado el programa los esfuerzos para completar ejercicios
resultados positivos no sólo se observan en las
Así, estamos asistiendo a un consenso bastante familias sino también en los mediadores/ as de C. El sistema de calidad
importante sobre el marco conceptual propiciado los grupos y en el servicio en general. Participar de el principio la importancia del mismo y han del servicio
en torno a la parentalidad positiva. Son muchas en el programa les ha reportado a los mediadores participado estrechamente en su desarrollo y se-
44 las demostraciones de interés por conocerlo y es una mejora en sus habilidades profesionales para guimiento, a partir de un contacto muy estrecho Hemos señalado en varios momentos que los ser- 45
muy alto el acuerdo existente en adoptarlo como comunicarse con las familias, entender mejor sus con los mediadores/as. En suma, la implementa- vicios de apoyo a las familias que sigan el mar-
marco conceptual cualquiera que sea el nivel de problemas, observar indicadores de mejora que ción de este programa ha contribuido al desarro- co conceptual de la parentalidad positiva deben
especialización del servicio y el ámbito concreto antes le pasaban desapercibidos, y más acep- llo profesional de los mediadores y a afianzar los liberarse de algunas connotaciones negativas de
de actuación. Con el marco conceptual de la pa- tación y colaboración por parte de las familias. canales de comunicación interna, ha cambiado y los servicios sociales que todavía pesan en los
rentalidad positiva se empieza también a hablar El contacto diario durante las sesiones grupales mejorado algunas prácticas del servicio y ha am- ciudadanos. Hay que hacer esfuerzos para do-
un mismo lenguaje cualquiera que sea la proce- ha favorecido un entorno de comunicación más pliado la red de recursos psicoeducativos de la tar a estos servicios de un funcionamiento mo-
dencia disciplinar del profesional, lo cual facilita favorable y un punto de vista más positivo para zona lo que ha contribuido a reforzar y capacitar derno como el que actualmente se ha alcanzado
enormemente la posibilidad de iniciar procesos evaluar a las familias puesto que han tenido oca- a la comunidad. en otros sectores de la administración local. Para
conjuntos de innovación sobre la práctica. Otro sión de verlas realizando esfuerzos para comple- ello hay que renovar su imagen y dotar al servi-
signo positivo es que los profesionales hoy en día tar ejercicios, esforzarse en el aprendizaje, razo- La segunda experiencia, que se está llevando a cio de las garantías de calidad que ya son nor-
ven la imperiosa necesidad de destinar tiempo nar sus puntos de vista, y llevarse compromisos a cabo en el momento de la redacción de este do- males en otros sectores. En este último apartado
del servicio para sesiones conjuntas donde se casa para realizarlos. cumento, consiste en un Estudio descriptivo de la abordaremos un aspecto que nos parece clave
de cabida a la reflexión y al debate crítico sobre oferta de programas, proyectos y servicios de pa- para mejorar la atención a las familias: lograr un
la práctica actual. También se van produciendo Respecto a los cambios en el equipo, los mediado- rentalidad positiva en el ámbito local (Capitales de servicio centrado en la valoración del usuario y
ciertos escenarios de encuentro con expertos, in- res y mediadoras del programa Educar en familia provincia, Diputaciones provinciales, Cabildos y comprometido con la calidad del servicio presta-
vestigadores u otros profesionales experimenta- son más conscientes de la necesidad de integrar Municipios de más de 100.000 habitantes), reali- do. De hecho, la calidad se va entendiendo cada
dos donde se dan las condiciones de transferen- a las familias en su entorno social lo cual es muy zado en el marco del convenio de colaboración vez más como la orientación de toda la organiza-
cia necesarias para conocer las buenas prácticas bueno porque se suele adolecer en la interven- del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igual- ción a la satisfacción del usuario en un entorno
de otros y poder determinar los propios objetivos ción familiar de no marcar un énfasis en dicha dad, Dirección General de Política Social, de las cambiante, orientación que requiere flexibilidad
de mejora para los profesionales de los servicios. integración. Además, se intercambian informa- Familias y de la Infancia con la Federación Es- estratégica, prestar atención a los procesos, ge-
ción con otros profesionales sobre los usuarios de pañola de Municipios y Provincias. Teniendo en nerar la participación de todos los miembros de
Los autores de este documento tenemos la firma los programas lo que indica que se han mejorado cuenta la importancia de identificar experien- la organización y evaluar constantemente los
creencia de que «el movimiento se demuestra las prácticas de referencia de las familias de unos cias de buenas prácticas, este estudio pretende resultados, en una dinámica de mejora continua
andando », por ello describimos dos experiencias servicios a otros. Opinan además que los otros como primer objetivo el establecer un inventario (Cabrera, 2003; Setién y Saca Nell, 2003).
que indican que se ha iniciado el camino hacia la profesionales han aportado ayuda o información de programas, proyectos y servicios de parenta-
innovación, sin pretender con ello que éstas sean de interés para el trabajo del mediador/a, lo cual lidad positiva en el ámbito local. Como segundo Lograr un servicio centrado en la valoración del
las únicas que existen. La primera de ellas es una ha sido posible gracias a los varios encuentros de objetivo se trata de elaborar un informe de sínte- usuario es el resultado de un proceso muy com-
Figura 7. Creencias del servicio sobre Figura 8. Características del servicio
los usuarios centrado en el usuario
bajo. Se hace lo posible para que los usuarios es- momento sobre su proceso, se comunican fluida-
tén bien atendidos, la organización trabaja para mente con el usuario, le transmiten seguridad y
el usuario («qué podemos hacer por usted»), y Espacio bienestar durante la intervención, se coordinan
Tipo1. Creer en el usuario
los principales cambios organizativos se llevan a Son relacional entre sí y con otros servicios, actúan con transpa-
Práctica profesional ética cabo pensando qué es lo mejor para el usuario. Se transparentes adecuado Satisfacen rencia en los procedimientos y con agilidad bu-
incorporan herramientas de calidad para la escu- en los necesidades rocrática y le sitúan en un entorno de derechos y
Tipo2. Creer que creemos en el usuario cha del usuario. procedi- deberes (Figura 8).
mientos
Práctica profesional de ética fronteriza El Tipo 3, Actuar como si creyéramos en el Un servicio centrado en la valoración del usua-
Centrado
usuario, implica una práctica profesional en la rio como el que acabamos de describir tiene un
en el
Tipo3. Actuar como si creyeramos en el usuario frontera pero aún más alejada que en la anterior Promueven fuerte compromiso ético con el mismo. Cuando
Se coordinan usuario
situación. La atención se centra en la acción del participación no existe tal compromiso no se da una práctica
Práctica profesional de ética más fronteriza profesional de carácter paliativo mediante la profesional ética, ni se les dan a conocer sus de-
aplicación de un protocolo de actuación rígido rechos y obligaciones como usuarios del servicio.
Tipo4. No creer en el usuario muchas veces dirigido a la concesión de presta- No están claras las reglas del juego y se pueden
ciones. La preocupación sobre el ejercicio del rol Tramiten Informan y
transgredir éstas en varias direcciones, tanto de
Práctica profesional no ética profesional se focaliza en la falta de medios, en la bienestar en la comunican
los profesionales y el servicio hacia los usuarios
organización, en la sobrecarga, etc., y el usuario sobre
intervención como viceversa. Tampoco existen indicadores
pierde todo el protagonismo. «Hacemos lo posi- el proceso
claros para evaluar la calidad del trato recibido
ble con los medios de los que disponemos», «A por los usuarios, ni se les da la relevancia nece-
plejo que comienza con algo tan sutil como son veces parece que no hay quien los cambie», la saria dentro del conjunto de los elementos a eva-
las creencias. Se trata de un verdadero cambio organización trabaja (opera) en el usuario y los luar. Veamos con cierto detalle cada uno de estos
de cultura organizativa lo que se requiere. En principales cambios los ha de efectuar el usuario tran en las causas individuales de los problemas, aspectos.
46 este sentido, las organizaciones también tienen para adaptarse a la organización, la relación con son fragmentarios, reactivos a las crisis, inacce- 47
creencias en relación con el usuario que tienen el usuario es asimétrica. sibles y definidos por los profesionales para los En el Cuadro 9 se resumen algunas característi-
implicaciones importantes sobre el trato que éste clientes» (Walsh, 2004, p. 329). No creen en las cas de una práctica profesional situada en el te-
va a recibir y la ética profesional que se despliega El Tipo 4, No creer en el usuario, implica una potencialidades del usuario, saben lo que le con-
en las actuaciones con la familia. Veamos algu- práctica profesional claramente alejada de la viene sin tener en cuenta su punto de vista y le
nas de estas creencias (Figura 7). ética. La atención es de carácter asistencial y los crean dependencia de los técnicos. Serían servi-
procedimientos están orientados a la justifica- cios con creencias del tipo 2: creer que creemos Cuadro 9. Características de una práctica
El Tipo 1, Creer en el usuario, implica una prác- ción de la acción y a la defensa de responsabili- en el usuario. profesional ética
tica profesional ética y un enfoque valorativo ba- dades en el caso de que aparezcan problemas o
sado en las potencialidades del usuario y del en- reclamaciones. La organización ignora al usuario Por su parte, aquellos casos en los que el servicio
torno, con confianza en el cambio y en la cultura y trabaja a pesar del usuario. «No hay nada que está volcado hacia dentro, han olvidado la satis- • Respecto al usuario: información clara y
de la calidad del servicio prestado. El usuario es hacer. No quieren cambiar». La participación del facción del usuario, se trabaja con lentitud e in- adaptada a cada caso, confidencialidad, pro-
el centro de esta organización, de hecho la orga- usuario está prohibida. satisfacción, no hay tiempo para coordinarse ni tección a su intimidad, protección de datos,
nización trabaja para el usuario («qué podemos formarse, casi no hay tiempo para valorar a las dignidad y trato considerado, respeto al honor
hacer juntos tú y yo»), porque el usuario es una Evidentemente el tipo 4 es muy extremo y se- familias y se actúa con precipitación, los usuarios y a la propia imagen, respeto a sus decisiones
parte muy importante de la solución y es el pro- guramente hay pocos ejemplos de este tipo de no reciben información puntual sobre su caso, no y a su manera de sentirse siempre que no pon-
tagonista del cambio y porque tiene sus derechos saben a quien referirse, se les hacina en salas de gan en peligro la seguridad y el bienestar de
y sus deberes. espera, etc., serían ejemplos de creencias del tipo
Lograr un servicio centrado en la 3: actuar como si creyéramos en el usuario.
los menores a su cargo.
• Respecto a la intervención: La colaboración
El Tipo 2, Creer que creemos en el usuario, im-
plica una práctica profesional de ética fronteri-
valoraciòn del usuario es el resultado de Por último, serian ejemplos de creencias del tipo con los usuarios basada en el respeto, la com-
za, que se realiza a partir de la clasificación de un proceso muy complejo que comienza 1 aquellos servicios que sitúan al usuario en el prensión, la confianza mutua, la tolerancia, la
los usuarios según las necesidades y los proble- lugar preferente, le reciben en un espacio que flexibilidad y la cooperación.
mas, y se basa en la identificación por parte del con algo tan sutil como son las creencias reúna las condiciones de confidencialidad, pri- • Respecto al servicio: Eficacia, responsabili-
profesional del déficit que ha de paliarse y en la vacidad, consideración y respeto para conocer dad, equidad, compromiso con valores, eva-
aplicación de un protocolo de actuaciones ade- creencias pero los otros son mucho más frecuen- la narrativa de la situación familiar, identifican luación de la calidad y búsqueda de innova-
cuado al usuario. El usuario es importante pero tes. A menudo se critica aquellos servicios que y satisfacen sus necesidades, promueven su par- ción.
solo para que el profesional pueda hacer su tra- tienden a «basarse en las deficiencias, se concen- ticipación y colaboración, le informan en todo
Cuadro 10. Derechos y deberes de los usuarios de los servicios de apoyo a las familias
necesitan (por ejemplo, 24 horas por día, 365 con dichos criterios dada la dificultad de esta-
días alaño). blecer una relación normativizada entre tipos de
Derechos Deberes
problemas y las estrategias de intervención más
• Derecho a recibir información suficiente y en modo comprensible sobre • Deber de observar una conducta basada en el respeto, • Accesibilidad: Grado con que los usuarios eficaces, como ya se hace en el campo de la sa-
los servicios y las prestaciones disponibles, así como de los mecanismos la tolerancia y la colaboración con los profesionales del consiguen contactar con el servicio en el pe- lud. La variabilidad de unos y de otras es tal en
de presentación de quejas y reclamaciones. servicio para facilitar la atención de su caso. ríodo en que está disponible (por ejemplo, las áreas de intervención psicosocial que han
• Derecho a recibir por escrito y en lenguaje claro y comprensible la valo- • Deber de respetar la dignidad y los derechos civiles y la- número de tentativas para obtener una co- de buscarse otros criterios de evaluación basa-
ración de su situación y, en su caso, la valoración de las necesidades psi- borales de los profesionales del servicio. nexión con éxito). dos en la eficacia de los resultados, el tiempo de
cosociales, teniendo en cuenta su punto de vista y opiniones al respecto. • Deber de facilitar información veraz y actualizada, así dedicación a los casos, el grado de colaboración
• Derecho a disponer, tras la preceptiva valoración, de un plan consen- como comunicar las variaciones que se produzcan, sobre • Confort: Grado en que los usuarios son reci-
suado con la familia de atención individual personal y/o familiar acorde sus circunstancias personales, familiares y sociales rele- bidos en instalaciones adecuadas, cómodas,
con la valoración de su situación. vantes para conocer la situación de los menores a cargo, limpias, accesibles y en un ambiente agrada- Un aspecto clave es la evaluaciòn de
ble.
• Derecho a participar en la toma de decisiones sobre el proceso de in- para poder valorar y llevar a cabo el plan de actuación. la calidad técnica, lo cual pasa por tener
tervención y en la elección de los servicios y prestaciones de entre las • Deber de cumplir las normas, requisitos, condiciones y
opciones presentadas por los servicios sociales. procedimientos establecidos en las prestaciones y servi- • Difusión de la información: Existencia de una definiciòn operativa de los criterios
• Derecho a disponer de las ayudas y de los apoyos necesarios para la cios y seguir el plan de atención negociado y las orien- una cartera de servicios y recursos de la co-
comprensión de la información, con el fin de garantizar el ejercicio de taciones establecidas, comprometiéndose a participar munidad y el grado en que usan las tecnolo- esenciales para valorar la calidad de una
sus derechos y facilitar la participación plena en el proceso de informa- activamente en el proceso. gías de la información para facilitar el acceso intervención psicosocial
ción y de toma de decisiones. • Deber de acudir a las entrevistas a las que sea citado por a la información en el servicio (página web,
• Derecho al acceso, en cualquier momento, al Expediente Administrati- los profesionales de los servicios sociales, así como parti- blog, etc.).
vo, de acuerdo con lo establecido en la legislación vigente. cipar en aquellas actividades, sean individuales o grupa- de los usuarios, la optimización en el uso de los
• Derecho a la asignación de una persona profesional de referencia que les, previstas y consensuadas en el plan de atención. • Cortesía: Grado con que el servicio demues- recursos de apoyo, la eficiencia en el trabajo del
sea la interlocutora principal y que vele por la congruencia del proceso • Deber de comparecer ante la Administración a requeri- tra un tratamiento cortés y profesional. equipo, etc. También se puede hacer una evalua-
48 de atención y su coordinación con el resto de sistemas dirigidos a pro- miento del órgano competente, habiendo sido informado ción centrada en los objetivos del plan de traba- 49
mover el bienestar social. de la necesidad y motivos de la comparecencia, siempre • Agilidad: Grado con que el servicio satisfa- jo alcanzados y aquellos que no se consiguieron
• Derecho a recibir servicios de calidad, a conocer los estándares aplica- que sea viable el desplazamiento y permitiendo el acceso ce la solicitud de sus usuarios ( por ejemplo, como indicador de la eficacia de la intervención,
bles a estos efectos y a que se tenga en cuenta su opinión en el proceso de un acompañante. porcentaje de casos resueltos en un tiempo pero sabiendo que son muchos los factores que se
de evaluación de los mismos. determinado). nos escapan y que pueden estar pesando en los
resultados alcanzados. También son muchos los
• Confianza: Grado con que el profesional de- resultados intangibles y difíciles de evaluar pero
rreno de la ética, correspondientes a las creen- de los derechos y deberes de los usuarios de los muestra poseer las habilidades para prestar el debemos hacer un esfuerzo de imaginación para
cias tipo 1. En ella se observa la importancia de servicios sociales. Esto es muy importante para servicio prometido, de manera precisa y con- recurrir en estos casos a indicadores cualitativos
establecer una buena base de información y de todo tipo de familias pero es crucial cuando se fiable. que permitan apresar mejor estos aspectos. El
comunicación centrada en el respeto y la colabo- trata de familias vulnerables en situación de des- caso es poder contar con criterios consensuados
ración mutua, la creación de una relación de apo- ventaja psicosocial en los que es muy fácil que • Competencia: Grado con que el profesional para evidenciar la eficacia de nuestras interven-
se acerquen al servicio pidiendo favores y sin demuestra poseer las habilidades y los cono- ciones. Existen más experiencias de evaluación
sentirse ciudadanos con derechos y obligaciones cimientos necesarios para prestar el servicio. en lo que se refiere a la evaluación de programas
Evidentemente el tipo 4 es muy extremo que cumplir. En estos casos hay que cuidar muy (Rodrigo et al., 2010b) pero todavía queda mucho
y seguramente hay pocos ejemplos especialmente que no se vulneren sus derechos • Comunicabilidad: Grado con que el profesio- que recorrer. En suma, la posibilidad de valorar la
y que cumplan sus obligaciones. Solo se detallan nal se comunica con los usuarios a través de calidad técnica, pasa por un fuerte impulso de la
de este tipo de creencias pero los en el Cuadro 10 aquellos derechos y deberes que un lenguaje simple, claro y de fácil entendi- investigación aplicada a los problemas psicoso-
miento. ciales. Asimismo, es necesario un importante es-
otros son mucho más frecuentes tienen una relevancia más directa para la prácti-
ca profesional (Rodrigo y Máiquez, 2007). fuerzo en los profesionales para incorporar a sus
Evidentemente el punto de vista del usuario so- hábitos cotidianos la cultura de la evaluación de
yo basada en valores como la que hemos descrito Respecto a la calidad percibida del servicio por bre el servicio es clave pero no agota todos los as- su actividad en aras a contar con un sistema de
en el anterior apartado del documento, así como los usuarios es muy importante su evaluación de pectos que deben tenerse en cuenta para evaluar servicios sociales cuya calidad sea constatable y
el compromiso con la buena práctica y la calidad acuerdo a criterios de gestión de calidad (Setién la calidad de un servicio. Un aspecto clave es la contrastable. Hacemos también aquí referencia a
del servicio. y Sacanell, 2003), tales como: evaluación de la calidad técnica, lo cual pasa por la necesidad de evaluar, entre otros aspectos or-
tener una definición operativa de los criterios ganizacionales, la calidad de la gestión adminis-
Un servicio centrado en la valoración del usua- • Disponibilidad: Grado con que un servicio esenciales para valorar la calidad de una inter- trativa llevada a cabo en el servicio y que tanto
rio requiere además una vigilancia continuada está disponible, siempre que los usuarios lo vención psicosocial. Estamos lejos aún de contar redunda en la satisfacción del usuario.
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Conclusiones y retos para


el futuro
Llegamos a este último documento de la serie
sobre parentalidad positiva con la convicción de
que hemos cubierto todo un ciclo. Comenzába-
mos introduciendo el concepto de parentalidad
positiva en los servicios sociales de las corpora-
ciones locales y reflexionábamos sobre el nuevo
marco de actuaciones de apoyo a las familias
que se ha creado al amparo de este concepto y
cómo éste debe inspirar y orientar las políticas
locales de apoyo a la parentalidad positiva. Entre
sus novedades anunciábamos ese énfasis en la
prevención y promoción, ese abrir los servicios
sociales a un amplio rango de familias y añadir
la «s» al término de familia para abarcar toda la
diversidad de formas existentes en la actualidad.
Propugnábamos la adopción de un enfoque evo-
lutivo-educativo y comunitario para no perder
de vista que tanto las figuras parentales como los
menores están embarcados en un proceso evo-
lutivo que hay que promover, así como hay que
tender las redes sociales que les van a permitir
llevar a cabo sus tareas evolutivas soportados por
aquellas personas e instituciones que les pueden
brindar sus apoyos en toda su trayectoria vital.
Precisamente en el segundo documento desta-
cábamos la necesidad de contribuir a estos pro-
cesos evolutivos mediante programas grupales
que permitan desarrollar las capacidades de las
personas y favorezcan su integración comuni-
taria. Así, caracterizábamos a los programas de
educación parental como verdaderos recursos
psicoeducativos con los que pueden y deben con-
tar las familias para favorecer el ejercicio de la
parentalidad positiva.

Para terminar el ciclo hemos sentido la necesidad


de profundizar sobre los profesionales y los ser-
vicios, sin perder de vista la importancia que és-
tos tienen para procurar una buena atención a los
usuarios. Así, hemos puesto el acento en la for-
mación de los profesionales de ayuda definien-
do aquellas habilidades que se requieren para el
trabajo con familias. Nos hemos adentrado en el
concepto de buenas prácticas enumerando aque-
llas que el consenso de los profesionales y los re-
sultados de investigación han señalado como las
más efectivas, tanto en la prevención y promo-
ción como en la intervención de caso. También
señalábamos la importancia de acercarnos a la

Comenzábamos introduciendo el
concepto de parentalidad positiva en
los servicios sociales de las
corporaciones locales y reflexionábamos
sobre el nuevo marco de actuaciones de
apoyo a las familias y còmo éste debe
inspirar y orientar las políticas locales
de apoyo a la parentalidad positiva

intervención familiar desde la cultura del respe-


to a las familias, a su historia personal, a su modo
de contarnos su realidad y a la necesidad de bus-
car sus potencialidades aún en los casos más gra-
ves. Poníamos el acento en todo ello para superar
el punto de vista egocéntrico del profesional que
se siente seguro en su saber de experto y tiene
muy claro lo que la familia debe hacer. Para ello
el profesional debe recibir con humildad y afán
exploratorio la experiencia del otro para poder
establecer una relación de ayuda verdadera-
mente provechosa y capacitadora. Por último,
nos hemos adentrado en la vida del equipo para
reflexionar sobre el mejor modo de organizar la
atención a los menores y las familias. Hemos des-
tacado también la importancia de introducir aire
fresco en el servicio, introduciendo la cultura de
la innovación y de la búsqueda permanente de la
calidad del servicio.

Sin duda hay que hacer adaptaciones importan-


tes para implantar dicha cultura de la calidad en
el ámbito de la intervención psicosocial y de los
servicios sociales. Aquí todavía es muy incipien-
te el movimiento de las prácticas y de los progra-
51
mas basados en evidencia. También nos consta nales y proporcionarles un marco estable de tra- ocasiones, en servicios modernos de apoyo a las
que es difícil instaurar los sistemas de calidad en bajo con el fin de que puedan dedicar espacios familias adaptados a las nuevas demandas y ne- Para terminar el ciclo hemos sentido la
los servicios sociales haciendo una simple tras- para la reflexión sobre la práctica que les permi- cesidades que éstas tienen en la sociedad actual. necesidad de profundizar sobre los
lación de la aplicación de estos sistemas en ám- tan dibujar objetivos de mejora de la calidad téc- En estos servicios, las familias deben sentir que
bitos más tecnológicos. Pero la realidad es que, tienen voz y que se estimula su participación en
profesionales y los servicios, sin perder
aunque requiere adaptaciones, este es un proce-
En el segundo documento destacábamos la toma de decisiones importantes para su vida. de vista la importancia que éstos
so imparable. Debemos pues enfrentar los retos No solo porque situar al usuario en el centro del tienen para procurar una buena
que ello comporta. la necesidad de contribuir a estos sistema es la primera premisa en la implantación
procesos evolutivos mediante programas de un sistema de calidad, sino porque este tipo atenciòn a los usuarios
En primer lugar, debemos vencer la inercia y de colaboración es imprescindible para llevar a
los obstáculos que ralentizan todavía la incor- grupales que permitan desarrollar las cabo el trabajo con las familias. ca de estos principios y recomendaciones. Desde
poración de los servicios sociales al proceso de capacidades de las personas y estas páginas deseamos que este salto a la prácti-
modernización de la administración pública Esperamos que este documento tenga la buena ca no se haga esperar y que en un futuro próximo
en general. Abandonar antiguas mentalidades
favorezcan su integraciòn comunitaria acogida que han tenido los anteriores y que una podamos ya contar con múltiples experiencias
y creencias que anclan a los profesionales a la vez trazado el camino, consensuado por todos, de apoyo a la parentalidad positiva en todos los
práctica disgregada, atomizada y falta de valida- nica. También se deben dedicar esfuerzos para podamos adentrarnos ya en la aplicación prácti- municipios y provincias de nuestro país.
ción y de consenso. Abandonar también procedi- lograr una organización óptima de los equipos
mientos de gestión en los que los usuarios no se basada en la coordinación interna, así como para
sienten en el centro del sistema. El fin último de lograr un trabajo cooperativo y en red con los de-
todo ello es mejorar la visibilidad, planificación, más recursos de la zona.
52 gestión y evaluación de los servicios y programas 53
para que presten el mejor servicio a las familias. En tercer lugar, se debe incluir el fomento de las
buenas prácticas y de los programas basados
En segundo lugar, debemos abrir puertas a la in- en evidencia en los planes y actuaciones de las
novación facilitando la identificación y transmi- políticas locales de apoyo a las familias. La im-
sión de buenas prácticas entre los profesionales periosa necesidad de hacer un uso responsable
y asegurando canales continuados de colabo- de los fondos públicos aconseja una escrupulosa
ración con aquellas instituciones dedicadas a selección de aquellos programas y protocolos de
la investigación en el ámbito de la intervención actuación de los profesionales que más hayan
psicosocial. Es mucho lo que hay que trabajar en recibido constatación de su eficacia y eficiencia.
este sentido rompiendo y salvando las barreras Asimismo, la adopción de esta racionalidad téc-
naturales que separan los nuevos resultados de nica no debe suponer el olvido de los valores éti-
investigación de su aplicación en el mundo de la cos que deben inspirar el trabajo con las familias.
práctica profesional. Dichas instituciones tienen Éstos deben ser un norte inspirador y una parte
también mucho que decir y que aportar a la for- integrante del concepto de buena práctica pues
mación y actualización del saber profesional. En el fin último de nuestras acciones debe ir enca-
este sentido, es necesario contar con estándares minado al bienestar de las familias.
de cualificación para los profesionales que tra-
bajen en el ámbito de la familia, procedentes de Por último, queda por hacer una gran operación
diversas formaciones académicas. Ello facilitaría de imagen de los servicios sociales removiendo
asegurar una atención de calidad cualquiera que aquellos obstáculos que impiden a los ciudada-
sea el servicio de apoyo a la familia. Asimismo, nos conocer y utilizar los servicios y recursos
para garantizar los procesos de innovación hay comunitarios que necesitan. Los servicios socia-
que aquilatar la carga de trabajo de los profesio- les deben convertirse, lo hemos dicho en varias
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