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DE LOS PERJUICIOS QUE OCASIONA

EL NARCOTRAFICO
  
EL HOMBRE DEL TRAJE VERDE
 
 

MONOLOGO
 
 
 
FELIPE SANTANDER
 
 
 
INDICACIONES GENERALES:
 
PARA ESTA PIEZA ME ABSTUVE DE ACOTAR POR RESPETO A LA
CREATIVIDAD DEL DIRECTOR.
 
PIENSO QUE LA PUESTA EN ESCENA PODRIA SER AUXILIADA POR
MEDIOS AUDIOVISUALES, COREOGRAFIA, ETC.
 
LOS PERSONAJES Y ACONTECERES SON DE FICCION, COMO LA
FICCION  QUE CADA DIA ESTAMOS VIVIENDO EN ESTE PAIS.
 
ALGUNOS TERMINOS:
 
CACHANILLA: PLANTA. SE LES DICE A LOS NACIDOS EN MEXICALI,
B.C.
LEPE: NIÑA, GUERCA, PLEBE, CRIA.
MUEBLE: AUTO.
BATO: ÑERO, CARNAL, PELADO, JOVENAZO, ETC.
CHUCO: USA.
GABACHO: GRINGO, NORTEAMERICANO.
BORDO: FRONTERA.
GUARURA: GUARDAESPALDA, SICARIO, GATILLERO.
TIRA: POLICIA
BICHIS: DESNUDOS
MOCHAS: SOBORNOS
QUINTO: VIRGINIDAD
PROCU: PROCURADURIA GENERAL DEL ESTADO
JUDY: POLICIA JUDICIAL
BORLO: ESCANDALO, BOCHINCHE
TIRILON: CHOLO, PACHUCO, BATO, CACHANILLA
PENDEJO: SUATO, MENSO, GUEY, BABAS.
BLOQUE: BANQUETA, ACERA.
PEDA, BORRACHERA.
BORLO, ESCANDALO
BOTE: CHIRONA, TAMBO, GALERA, CARCEL.
 
EL LENGUAJE CORRESPONDE A LA ZONA NOROESTE DE MEXICO.
 
LA ACCION EN LOS FATIDICOS NOVENTAS.
 Pues yo aquí, donde ustedes me ven, yo era pero bien chingón!... vayan a creer
que porque ahora me ven todo jodido siempre estuve así; qué va, hubo un tiempo
en que sí la hice, y bien, un tiempo en que era la admiración de cuanto bato me
veía aparecer por la zona con mi traje de seda verde tornasol que parecía flotar
sobre mi cuerpo; el "green-go", me decía la canija raza, por mi afición a lo verde,
y hasta imitaban mi manera de caminar, de entrar al night-club, de hablarle a las
reinas, y aún de pedir mi martell en las rocas; ah pero eso sí, bien que se me
culeaban cuando ya me veían cerca, o al echarles la mirada encima; mirada fuerte
la del pelado, ¿no cabroncitos? y luego con el "Estalone", y el "Niko", siempre a
la distancia, pues no, de gueyes se me aventaban... muchos mitos y leyendas se
fueron creando acerca de aquel galán silencioso, de porte impresionante, y
vestido invariablemente en seda verde tornasol...
      ¡pinche tos!   hasta un corrido me hicieron: "el cachanilla del traje verde"... y
no es que fuera el único traje que tenía, no, pero sí el que más me gustaba, el que
mejor se ajustaba a mi personalidad!... por eso, en cuanto me lo vi puesto, me
mandé hacer una docena de trajes iguales... para qué iba ponerme otra cosa si así
me veía a toda madre, si así le gustaba a la Rubiela... bueno, al menos eso era lo
que ella me decía: que con
aquel, mi traje de seda verde, también mis ojos se veían más verdes...   mis ojos...
ya no tengo los ojos verdes, Rubiela, ya no los tengo verdes!...   por tu culpa,
¡pinche Rubiela!... esa fue la mujer que me dio en la madre, Rubiela; en realidad
se llamaba Mariela, pero en la escuela le empezaron a decir Rubiela, por su
frondosa mata de cabellos rubios que se le enroscaban con los rayos del sol…
¿qué?... oh sí, ya sé lo que están pensando, cachanillas: que cómo pudo una cría
de quince años desmantelarle la vida a un cuerudo tan trajinado como yo, y que
además le triplicaba la edad... tenían que haberla visto: la Rubiela era una niña
con un rostro tan dulce, tierno y candoroso, que bien podía ser utilizado para
adornar retablos de iglesia; pero hacia abajo, la naturaleza la había dotado con
unos senos y un culo que para nada inspiraban sentimientos religiosos; sin
embargo la niña, no del todo consciente de sus atributos corporales, solía recorrer
a brinquitos las baldosas que separaban su casa de la escuela de monjas, -pinches
monjas-, con la más inocente de las sonrisas brillando en su rostro, y un
bamboleo en la planta baja que incitaba a todo tipo de desaguisados sexuales…
era una variedad observar a los padres de familia saludarla con respeto y
afabilidad, y el cambio de expresión en sus ojos cuando de algún modo se las
ingeniaban para volverse a admirarle el trasero... no era fácil para nadie
permanecer indiferente en su presencia; no lo fue para mí, y menos, intimar con
ella... pinche Rubiela, ¿para qué te habré conocido? y qué chingaos tenía yo que
ver con curas y monjas?... yo soy creyente, señor, respeto tus leyes... ¿por qué me
castigas así?... tú sabes que no era mi intención!... yo tenía dos meses apenas de
haber llegado aquí para establecerme -en Sinaloa las cosas habían empezado a
ponerse difíciles, por la competencia oficial que se desató en el ramo- y esa
mañana me dirigía a la agencia... una agencia automotriz que había recién
adquirido, cuando de pronto me asaltó una sensación extraña, como aquella de la
proximidad del venado en nuestras cacerías de madrugada por la sierra de
Majalca;...disminuyo la velocidad y curioso me planto a observar a la gente: sus
ojos me indican que la acción está ocurriendo en el bloque de enfrente, me
vuelvo ¡y allí está ella, iluminando la calle, la ciudad, y el día entero! recién iba
saliendo de su escuela de monjas, -pinches monjas-,  acompañada por un grupo
de amigas que parecían más interesadas en que nos fijáramos en aquella criatura
dorada que casi les sacaba la cabeza, que en ellas mismas... de volada me pegué
al bloque y me puse a seguirlas al ritmo de sus brinquitos; ella no pareció fijarse
en mí... en nadie! pero sus amigas empezaron a sugerirle a codazos que volteara a
verme; más bien, a mi Mercedes Benz convertible que tanto les llamaba la
atención... tras alguna resistencia se dignó a echarme una breve ojeada por sobre
el hombro; después, más pausadamente, recorrió con atención el mueble, y no
fue sino hasta que terminó su inspección automotriz que volvió a clavar sus ojos
azules en los míos... -¡chulada de guerca!- me pareció que brillaba en ellos el
inicio de una sonrisa, para después reanudar a brinquitos su camino... en aquel
instante decidí que tenía que ser mi mujer, a como diera lugar, y por aquella
decisión me llevó la chingada!...¿cómo iba a adivinarlo entonces? ¿ y cómo fue
posible que yo, con tantas cariñosas en la zona que me adoraban, fuera a "darlas"
con una colegiala de bucles?... ¡hacer el oso! porque además, déjenme decirles
mis ilustres cachanillas, que ella no sólo no me peló esa vez ni al día siguiente…
¡es que no me peló nunca!  Cuantas veces traté de abordarla en la calle me mandó
olímpicamente al carajo!... mi primera reacción fue de cólera: ¡chinga a tu madre!
y si no me haces caso por las buenas, que sea por las malas, y decidí
¡robármela!... algo me contuvo: un robo a la malagueña, como lo había hecho
con "la cheneca", o con "la costeña", pondría a Rubiela al mismo al nivel de
aquellas viejas corrientes, ¡y eso no! por Dios, ¡cómo! esta criatura angelical es
distinta!... lo ven?... y es que desde un principio la Rubiela  se me clavó en lo
más profundo de mi ser; a ella quería tenerla conmigo para siempre, hacerla mi
esposa ¡ante Dios y ante la ley!... ¡pendejo!-¡pendejo!-¡pendejo!... -no, si de que
se le mete a uno el diablo!- al rato ya andaba el cabronzote, como púbero
alborotado, indagando todo acerca de su familia, pensando que pudiera ser más
fácil, quizás, conquistar primero a sus padres, -como lo hice con la "Cócona"- y
luego, ya con su bendición, a la que ahora me rechazaba... -háganme el favor las
risiones!-...qué horas serán?... ojalá ya no se tarden... Rubiela era la hija única de
un burócrata-aristócrata venido a menos; don Julio Arteaga y Huicochea, aún con
ciertos aires de grandeza, pero a quien le hacía falta, desesperadamente, aquello
que a mí me sobraba: ¡la lana! esto me abría un flanco amplio para atacar;... en su
mejor época, don Julio había ocupado la oficialía mayor del estado y hasta
soñado con la gubernatura; no se le hizo, un desvío de provisiones que, debiendo
ser recibidos por los damnificados del ciclón Eddy, fueron a dar a casa de
Carmita Romano, su novia, armó un escándalo de la madre que hundió sus
posibilidades electorales... y es que don Julio no supo manejar el asunto; aquella
minucia no debió pasar nunca a mayores; es bien sabido que todos esos auxilios a
menesterosos terminan por lo general en las bodegas de algún funcionario local o
de su querida; en este caso Carmita, la que además, mostrando muy buen ojo para
el "bisnes", instaló un restorán en la huerta de atrás de su casa para sacar
provecho de aquellos trailers con ropa y alimentos que habían sido estibados en
sus dominios; la bronca fue que cuando don Julio se enteró del fandango, ya era
demasiado tarde: los líderes del partido opositor armaron gran escándalo en los
medios y se pusieron a acarrear camiones con damnificados y voluntarios, que se
declararon en huelga de hambre a la entrada del restorán... Carmita no sabía qué
hacer; don Julio, por supuesto, negó tener relaciones amorosas con ella, y además
la acusó de abuso de confianza, jurando que sólo le había solicitado el local para
guardar aquellas provisiones por unos días, mientras realizaba una planeación
acuciosa que permitiera distribuirlas con mayor equidad entre las víctimas; por lo
demás, todo un caballero, se responsabilizó de las mermas que por
almacenamiento y mal uso -de Carmita- le fueren detectadas; de esta manera y
con apoyo de don Espiridión González, director de hacienda en el estado y
compadre suyo, logró el hombre frenar el escándalo y evitar la acción penal en su
contra... pero el mal ya estaba causado, y aquel litigio, además de mermar las
arcas familiares, obligó a don Julio a renunciar poco tiempo después a su cargo, y
casi en definitiva a su carrera política...con estos antecedentes arreglé nuestro
primer encuentro en el café de los vagos, frente al zócalo, donde don Julio solía
reunirse con sus amigos.. ya para entonces había borrado de mi mente la idea de
robarme a la Rubiela... entiéndanlo cachanillas: iba a ser mi esposa, y a la que va
a ser tu esposa no te la robas como a una vaca... -aunque al tiempo comprendí
que eso era lo que debía haber hecho-...  ¿ a qué horas van a venir pues?... ¿o ya
se olvidaron, de mí?... ¡cabrones!...     yo no sé si  puedan ustedes entenderme,
pero, a pesar de mi fama de cabrón y atrabancado, soy capaz de sentir un cariño
limpio y puro, de tener una ilusión, de llorar con una historia de amor, como en
aquella fotonovela de "lágrimas y risas", en la que el gangster y la ciega
renuncian a las hipocrecías del mundo, se casan, y viven felíces el resto de su
vida... en mi caso, ante la imposibilidad de lograr el amor de Rubiela en forma
directa, ni siquiera su amistad, me propuse introducirme en las entrañas mismas
de la fiera y desde allí acometer las empresas necesarias para unirme en nupcias
con la mujer amada.…en aquella primera reunión me presenté ante don Julio y
sus amigos, como inversionista en bienes raíces, -nada crea mayor respetabilidad
que el dinero- y pronto logré crear entre ellos, un clima de admiración hacia
aquel galán vestido invariablemente en su traje de seda verde tornasol, y que
siempre se les anticipaba al pagar la cuenta... nadie preguntó nunca nada acerca
de mi vida privada, ni el tipo de negocios que realizaba; mi agencia de autos y la
cartera repleta de billete grande, fueron siempre mi mejor carta de presentación, y
más tarde, el salvoconducto que me permitiría llegar hasta el cáliz dorado de
Rubiela!...me pongo chinito nomás de acordarme!...el primer bisnes que le
propuse a don Julio fue conseguirme una casa para vivir, asunto que en principio
pareció no interesarle; pero al saber lo que estaba dispuesto a pagar por ella, le
brillaron los ojitos: "para qué quiere una casa tan grande?"... no pienso vivir
siempre solo, don Julio, siento que ha llegado el momento de aplacar cabeza,
formar un hogar... -le dejé resbalar estas ideas para ir preparando el terreno; él no
pareció oírme- "una casa así va a salirle muy cara"... no es mi preocupación,
señor, el dinero va y viene; una casa es para toda la vida; además, hay que pensar
en los hijos... -otra vez insistí en este punto, sin resultados, muy lejos andaba la
mente del hombre- "tiene usted razón, hay que pensar en ellos, yo le aviso
cuando haya algo"... y vaya que me avisó pronto; tres días después ya me estaba
ofreciendo un caserón poca madre, con arcos y columnas griegas flotando sobre
la alberca y hasta con zoológico propio... esa fue la que escogí finalmente; le
sorprendió que la pagara "cash", con el capital tan escaso en el mercado...¿ acaso
no intuía el viejo acerca de mis negocios? ¿o se estaba haciendo el muerto? pues
son estos  tiempos de crisis, precisamente, los más favorables para mis
actividades, ya que me facilitan deshacerme del billete comprando barato,
controlar mercados, y ligarme con cacas grandes -empresarios-banqueros-líderes
sindicales-gente del gobierno-, para diluir el origen del papel y proteger la firma;
además, en tiempo de crisis, la gente anda jodida y el desempleo cunde; es más
fácil reclutar gatilleros, comprar protección, y operar con toda libertad... muy
pronto nuestras relaciones empezaron a tomar otro sesgo; la mejoría económica
de don Julio, bajo mi tutela, revivió sus antiguos sueños de poder; nada guey
Julito, pronto se dio cuenta de que conmigo no sólo mejoraba sus finanzas, sino
que inclusive podía aspirar de nuevo a gobernar su estado; y una noche, por
primera vez, me citó en su casa...¡imagínense pelados! ni soñaba el hombre que
esa era, casi, la única razón por la que le había soltado el billete! ¿qué chingaos
me importaba a mí que él fuera o no el nuevo gobernador? con el que saliera
quedaría yo igual,  y sin tener que arriesgarme con cartuchos quemados!... a
menos, claro está, que surgiera, no sé de dónde, un gobierno que evitara la
especulación financiera y la impunidad bancaria, que iniciara la revisión legal de
cuentas millonarias y sociedades anónimas, que limitara el monopolio de
empresa, y de verdad se propusiera depurar el aparato legislativo y atacar la
corrupción judicial... pero ya estamos hablando de otro país; aquí somos
neoliberales, siempre lo hemos sido, desde antes que inventaran el 
neoliberalismo...!la importancia de que don Julio me invitara a su casa, a trabajar
desde ahí su pre-campaña, es que al fin estaría cerca de Rubiela, acechándola
desde dentro!... ahora sí, aguántame ahí, mamacita, que pronto vas a saber de lo
que este galán vestido de verde es capaz por obtener tus favores!...hasta entonces
yo me había  conformado con ver a Rubiela durante el trayecto de la escuela a su
casa, tocar con mis manos sus manos, aunque sólo fuera al saludarla, y hacerme
puñetas mentales imaginando los olores de su cuerpo, de sus caderas... no, no se
rían cachanillas, escúchenme: cuando se está hasta la madre, como yo lo estaba
entonces, los olores se vuelven aromas-exaltación-ardor-memoria-ensueño-
emoción-caricia; y ahí les va, para que más les gane la risa: uno de mis delirios
más obstinados era poder estar con ella al esparcir su lluvia dorada, besar sus
labios en el preciso instante y empapar mis sentidos con ella… qué quieren,
estaba loco por la cría, por eso su indiferencia me afectaba tanto, sobre todo en
los últimos días, cuando incluso me pareció sentir que mi presencia empezaba a
aburrirla, o al menos despertaba en ella un interés cada vez menor... el sólo
pensarlo me puso como loco!... si no hubiera estado seguro de que mi relación
con su padre mejoraba, que la coyuntura social estaba a mi favor, y  que hasta
podía presionarla a través de su familia, -a la que ya me tenía en un puño- no sé
qué pendejadas hubiera hecho...en esto venía pensando aquella noche lluviosa,
cuando llamó mi atención un auto viejo, con las luces apagadas, aparcado en el
traspatio anexo a la casa de los Arteaga; en seguida me alerté, -soy muy sensible
en eso de advertir muebles extraños por ahí-... un relámpago me hizo notar la
presencia de alguien en su interior; no sé por qué sentí un vacío en la boca del
estómago; no tenía idea de quién podría estar ahí, ni si tan sólo había sido mi
imaginación, pero algo me inquietó, una premonición quizás... con toda cautela
me deslicé hasta donde consideré que podía observar hacia el interior del coche
sin ser visto; no fue fácil, la lluvia y la oscuridad formaban una densa cortina
sobre los vidrios que sólo me permitía figurarme cosas... pero sí, ¡efectivamente
había alguien ahí! se veía como un bato sentado en el asiento posterior del auto
con la cabeza echada hacia atrás... ¿qué hacer? podía ser un ratero-secuestrador-
asaltante-raptor-ganzúa-violador... pero también un familiar-enfermo-visitante-
chofer-chavo banda dándose un pericazo... de cualquier forma tomé
precauciones: saqué el arma, la amartillé, y me disponía a abrir la portezuela,
cuando un nuevo relampagueo me aclaró la situación: el que estaba ahí como
desmayado, con los pantalones hasta los tobillos, era Marco, el hijo del doctor
Rabadán, y frente a él, con la boca llena de aquel miserable, Rubiela, ¡mi niña
adorada!... ¡por poco los agarro a balazos allí mismo! no pude, me ganó el
dolor!... empecé a caminar hacia atrás como un pinche zombie hasta que me caí
en una zanja... me levanté hecho una mierda y empecé a correr-correr-correr, sin
importarme a dónde... no sé cuánto tiempo habré andado por ahí espantando
borracho,  al fin  encontré una cantina, me puse una peda de astronauta, y no
volví a saber de mí en tres días... ¡puta madre, la que pasé!...cuando al fin recobré
el sentido me sentía ¡el pendejo de la esquina!... tuvo que pasar un buen rato para
que pudiera ver las cosas con serenidad, dejar de pensar en traición-venganza-
rabia-muerte-navaja-pistola-tripas-sangre! razón no había, -ella ni enterada estaba
de mi amor- recapacité: chingao, a pesar de todo sigo enculado de ella, quizás
más ahora, agregado el orgullo herido... ¿por qué me tenía qué suceder esto
ahora, cuando al fin había logrado ingresar a la familia? pinche Rubiela
cachonda, la bocota que abría!... pero no, no debo alocarme ahora, perdería todo
lo invertido; al revés, ya entrado en gastos, debo pensar en cómo sacar raja de la
situación, calmar mis impulsos de loco y actuar "cool": decidir, para empezar, si
aún la quiero para casarme o si nada más me la picoteo hasta que se me pase la
calentura y luego! la boto! qué dilema, ¡mierda!... pero no, no le metí tanto papel
y tiempo sólo para echármela de ¡"week-end"! ¡ingrata pérfida! y lo peor es que a
pesar de todo la sigo amando... y es que sí, también ella... encerrada siempre, y
con esos muslotes, claro... y luego el Marquitos ese, bien carita el hijo de puta...
es él! nada más que él, la causa de todas mis broncas, al que debo borrar de su
vida... ¡eso es,! ya está! Marco es hijo de un pinche médico clasemediero que
apenas si logra sobrevivir de su oficio... ¡ya! ¡esa es la clave! ¡un secuestro! con
una bolsa de rescate muy por encima de sus posibilidades... te va a costar cinco
millones recuperar a tu hijo!... está bien, te lo dejo en dos -para el despiste, pero a
sabiendas de que tampoco los podría pagar-... cuál no sería mi sorpresa al ver que
el doctorcito intentaba negociar; porque ahí donde ven, hipotecando casa y
consultorio, había logrado juntar medio "melón", que por supuesto no le acepté,
no se trataba de eso... ah, cómo lloró y suplicó el pinche viejo, al punto de
tocarme el corazón... qué quieren pues, uno es sensible... la neta que hasta llegué
a pensar en dejarlo libre, pero me contuve, ¡no! ¡cómo!...¡está de por medio la
mujer con la que voy a casarme!... volvió a mi mente su imagen, hincada frente a
él, y de nuevo me llené de ira; no podía dejar ese recuerdo vivo por ahí!... ¡aún
así tuve compasión y di mis instrucciones: que lo maten sin dolor!... unos días
después se lo enviamos al doctor Rabadán, envuelto en una  sábana de plástico,
con ocho balas en la cabeza...¿qué?... ¿anda alguien por ahí?... ¿no? ¡no
jodan...!...empecé entonces mi labor de zapa: tenía cerca a Rubiela, y ahora sin
compromisos; ya no me fue tan difícil esta vez lograr su amistad; más bien fue
como una secuela natural, pues, desde que iniciamos los trabajos de pre-
campaña, la necesidad convirtió en hábito que compartiera las cenas familiares
de los Arteaga, en las que parecía yo gozar de una buena aceptación general... la
familia se reducía en realidad a don Julio y su apocada esposa, dos carnales
mayores, bastante suatos por cierto, la esposa de uno de ellos, y un sobrino
maricón que tocaba el piano y recitaba…ninguno de ellos parecía capaz de
estorbar mis planes en modo alguno; ¿y cómo? si al poco tiempo casi todos me
pedían-debían dinero; en esa situación, fue elemental casi que empezara a
cortejar a la pequeñuela, sin que a nadie pareciera preocuparle la diferencia de
edades, ni que al final de la cena me quedara a platicar con ella; al contrario, en
cuanto pasábamos a la sala, la familia entera se retiraba a acostarse, como si de
propósito quisieran dejarnos solos...algo había de anormal en aquella situación,
no creen? me dejaban entrar en su casa como en la mía propia y tener algo más
que una amistad con su querube -a la que de paso cubrí de flores y joyas-, pero
nunca se mencionó, ni se sugirió siquiera, la posibilidad de un matrimonio entre
nosotros, al menos de un noviazgo... en un principio pensé que podía deberse a la
intensa actividad de campaña en que todos estábamos afanados; pero no, no
marchaba por allí la cosa... -pendejo!-...al poco tiempo ya andábamos de manita
sudada por todos lados: en el jardín, sentados a la mesa; hasta al cine llegamos a
ir... -ahí sí, siempre con chaperón-... me daba la impresión de que estaban
dispuestos a aceptar lo que pudiera suceder entre Rubiela y yo siempre y cuando
sucediera dentro de la casa, ¡en familia!... ejemplo obvio era aquella desbandada
familiar con cualquier pretexto en cuanto pasábamos al salón: a nadie parecía
importarle demasiado si me cascaba a la lepe en un closet, sobre el lavabo, o
debajo de la mesa!... y la verdad es que era imposible ignorar que Rubiela, con
todo y su carita de ángel, tenía un arsenal de estímulos visuales como para
despertar los deseos más lúbricos de cualquier santo varón!... no descarté que
chance y estuvieran deseando que me la echara para forzar un rápido y muy
conveniente casorio... imagínense, cachanillas, ¡de lo que  estaba pidiendo mi
bolo!... pero no, había algo más, ya verán, algo que aún no estaba claro; y una
noche, al quedarnos solos, decidí propasarme un poco con ella para indagar
precisamente aquello y algunas cosas más, por ejemplo: ¿qué tanto la atraía?...
¿hasta dónde dejaría llegar mis caricias?... tantear en sus reacciones el posible
juego de alcahuetería familiar... pero sobre todo: ¿qué tanto había logrado
distraer de su memoria a Marco, el hijo del doctor Rabadán...?...mi único
problema para iniciar aquel primer avance romántico con ella, era mi traje de
seda verde tornasol, que no ocultaba mis estados de ánimo, y los que en su
proximidad se alborotaban con gran evidencia!  -la neta, me daba vergüenza que
un garganta como yo pudiera excitarse como un adolescente, y peor aún, que se
me notara- por más que trataba de pensar en otra cosa, la cercanía de aquel
cuerpito ondulado y sus perfumes, agitaban el cochambre de mi mente! por esta
razón terminaba usualmente mis visitas domiciliarias contándole una película, de
vaqueros principalmente, para calmarme y evitar que notara mi abultada y
antiestética carpa al despedirnos... así esa noche, mientras le contaba "El Extraño
Joseph Wales", de Clint Eastwood, empecé a acariciar suavemente su pelo-
cuello-cara-hombros, al tiempo que acercaba mis labios temblantes a los suyos...
al fin, armándome de coraje, deposité un amoroso beso sobre su boca…  casi al
mismo tiempo sentí que una delicada manecita se posaba sobre mi carpa,
desenfundaba la palanca de embrague, y empezaba a cambiar velocidades con
toda su alma!... no pasaron ni tres segundos cuando entre gritos, ayes y gruñidos,
me explotaba el alma sobre mi traje de seda verde tornasol, dejándolo como si
me hubieran atacado todos los perros con rabia de la ciudad...con todo y lo
inesperado, el rompimiento de turrón de nuestra sexualidad, fue el mayor
aliciente que tuve en aquellos tiempos difíciles: y es que, yo no sé de dónde había
sacado don Julio que podía ser gobernador... en el partido ni en cuenta lo
tomaban, mucho menos el presidente... pura perdedera de tiempo, y de plata; lo
más que pude conseguirle, ¡y a qué costo! fue que estuviera entre los
coordinadores de la campaña de don Espiridión González, candidato oficial del
partido…¿para eso le gasté tanta plata, don Julio? comenté esa noche en el bar
del Fiesta  Palace, no creo que vamos a llegar mucho más lejos que a esto... "yo
tampoco lo creo, mi correligionario"... -Don Julio ya estaba "hasta atrás"-... pues
buena la hicimos, señor, y ahora hasta con peligro de que don Espiridión se
entere que le andaba yo poniendo piedritas a su candidatura y ya como
gobernador me haga la guerra... "así son estos avatares de la política: nos
lanzamos a la aventura y perdimos"... pero es que ni siquiera tuvimos la menor
opción de ganar, don Julio... "se equivoca de nuevo, mi glauco amigo: de no
haber seleccionado el partido al buen "Spiri", lo cual dudé siempre, por su edad,
yo habría sido el candidato oficial"... el tópico empezó a jalarme: ¿por qué, don
Julio?... "yo era el único de los precandidatos, además de mi querido Spiri, que
llenaba todos los requisitos... los sentidos se me alertaron como venadito: quiere
decir que si él renunciara a la candidatura, o se enfermara, ¿sería usted el
siguiente en la lista?... “Spiri no renunciará nunca, por ninguna razón; es el sueño
de toda su vida... además está muy sano... y qué bueno, es el mejor hombre para
el estado"... y mientras me echaba un rollo sobre las cualidades de su amigo, el
"Spiri González", en mi mente no dejaban de revolotear sus palabras: "soy el
único candidato además de Espiridión"... y recuperé el optimismo de que don
Julio llegaría a gobernador...¡no, no! tienen que ser dos, mínimo, con estructura
de verdaderos narcos... nada de agentes-policías-madrinas-sardos; tienen la
lengua muy suelta... sólo nosotros, los narcos, nacemos y morimos en el código...
para nosotros delación significa muerte y no sólo para el delator... mientras estás
vivo estamos contigo, luchamos por ti... si te mueres, tus gentes lo heredan todo...
tienen que ser ustedes, Efrén: tú y el "canelo" son jóvenes, de una pieza, sin
fichar, y hasta caritas! provocarán simpatía.… Efrén, eres como hijo mío, sé que
no me vas a fallar; y tú, Canelo, no tienes mucho que perder, el sida no perdona,
tu familia quedará asegurada para siempre... lo demás ya lo saben, lo más seguro
es que vayan a dar a la cárcel, sería lo mejor, pero también es posible que los
maten ahí mismo, y hasta que puedan escapar; en este tipo de operativos nadie
sabe qué hacer, ni lo que puede ocurrir...eso sí, no disparen hasta tenerlo seguro;
luego tiran las armas, se madrean al bato de junto gritándole asesino, y a ver qué
sucede... otra cosa: de esta operación sólo nosotros tres sabemos; nadie más, don
Julio menos que nadie, ¿entendido?… si las cosas salen mal, nos morimos los
tres, pero nada más... la ejecución se llevará a cabo en Tuxpan, el jueves, durante
la campaña, y... buena suerte!
...ora si los oí...¿ya vienen?... ¿no?... ¡pinche rata!...¡serían como las dos de la
tarde cuando nos llegó la noticia del atentado!... no podíamos creerlo, don Julio
se puso como loco... por primera vez salió de su casa en mangas de camisa,
rumbo al IMMS a pesar de haberse confirmado el deceso; regresó desolado;
durante la cena no hizo otra cosa que lamentar la pérdida del compañero de
correrías políticas, casi un hermano para él... externó sus temores de tener que ser
él ahora quien debiera suplirlo... -y parecía sincero el hombre-... se sentía
incapaz... "yo no tengo sus tamaños, Spiri era de otro peso, un candidato
insustituible para el partido" y todo el rollo que ya le había oído en la peda del
Fiesta Palace... cuando se llegó al tema de los posibles implicados, surgieron los
mismos argumentos imbéciles de siempre: el fanático religioso-el ministro que lo
amenazó públicamente-el hermano de la secretaria y amante del jefe-los
comunistas-el FZLN-los que quieren desestabilizar al país-wall street-los
narcos... aquí sentí por un momento la mirada inquisidora de don Julio... se la
sostuve impávido... fue sólo un instante, tenso, pesado, sofocante; después, nunca
más volvimos a tocar el tema…Ora sí los oí… ¿ya vienen?… ¿no?… pinche rata!
casi contra su voluntad, don Julio Arteaga y Huicochea fue electo candidato a la
gubernatura del estado por su partido, y se inició la campaña... no fue nada fácil,
-y menos para mí que la estaba financiando!- muy quemado estaba el viejo, por
lo de Carmita, -la gente no olvida- tuve que meter un madral de papel a los
medios para rehacer su imagen; a Carmita tuve que convencerla-sobornarla-
amagarla, para que ya no levantara más polvo… los gastos se me fueron por las
nubes, y para el fin de campaña había tenido que vender ya Mocorito y San Luis
Río Colorado; sabía que me estaba jugando un albur de la chingada, pero ya
metido en esto hasta la madre, sólo me quedaba echarle el resto a la hora de la
votación, para no perder las elecciones con alguno de los otros partidos, que sin
estar muy fuertes, contaban con el desprestigio de don Julio... repartí mochas
como nunca antes y hasta recurrí a la violencia contra los que nos querían mover
el tapete… habría sido mortal, ahora sí, perder las elecciones; todo se lo había
apostado al viejo; claro que de ganar -iluso-primo-ingenuo-cándido-incauto-
recuperaría mi lana, sería yerno del gobernador, y manejaría la "procu", en uno
de los estados más ricos del país!... no obstante, y les voy a ser bien sincero, es
posible que aún sin tales estímulos hubiera hecho lo mismo: ¿para qué sirve el
dinero si no es para comprar lo que uno quiere? y lo que yo más quería entonces
era casarme con aquella lepe desaforada que me traía hablando solo, y que
siempre me estaba sorprendiendo: por ejemplo, cuando me decía que la excitaba
más envuelto en mi traje verde tornasol, que cuando ya estaba a flor de piel...
porque sí, mis cachanillas, sepan que a partir de aquella noche de las rodillas frías
en que desahogamos al fin nuestra continencia sexual, la sala de los Arteaga se
volvió nuestro circo de tres pistas: en cuanto quedábamos solos, la pequeña
salvaje me caía encima, lanzaba mi ropa a todos rumbos y se ponía a jugar con
mi asta bandera hasta dejarla convertida en un banderín... menos fácil fue para mí
quitarle su uniforme de niña buena del "Vallarta"; no se dejaba, temerosa decía,
de perder su sello de garantía; le juré por mi honor de caballero que nunca le
haría nada que ella no quisiera, y pronto empezó a aflojarse... a la semana
siguiente ya andábamos brincoteando completamente bichis sobre los muebles de
la sala!... y cómo la ven que no entrara nunca nadie. ¿les parece normal?...
hacíamos un barullo del carajo, y más ella, que en cuanto le ponía la lengua entre
las ancas empezaba a relinchar como ¡yegua!... eso sí, no me soltaba el quinto
para nada, por más excitada que estuviera, se apalancaba de pies y rodillas para
impedir que pudiera colarme entre sus piernas, o de plano se tiraba bocabajo... y
claro, la exuberante orografía de aquel paisaje despertó en mí nuevas
expectativas: no pudiendo conquistar su bastión frontal, decidí intentar la almena
posterior... me sorprendió su poca resistencia en este flanco! claro que ya para
entonces, yo había cuidadosamente habilitado con mi boca su pequeño cancel
rosado, el que allané finalmente con gran ternura y paciencia, sin prisas, sin
tiempo… auhhh!... auhhh!... perdón, pero es difícil contener estos, recuerdos... de
aquellos que fueron... los momentos, más felices de mi vida... afuera la guerra,
los bandos políticos se agredían con todo! desaparecieron cortesía-moral-ética-
razón-sensatez-cordura; la demagogia quedó instalada, el pueblo fue marginado -
no podía creer lo que estaba viendo: había más sentido del honor y lealtad entre
los narcos!-... en tal orden de cosas, la característica principal de aquellos
comicios fue el abstencionismo, y Julito el más beneficiado -votantes cautivos-
mochas-transas-sobornos-... los izquierdosos fueron los que más lata dieron, al
grado que empezaron a ponernos nerviosos...a mí no me preocupaba tanto que
otro partido pudiera ganar, me recuperaría a la larga; pero los izquierdosos no,
¡esos sí eran de peligro! pronto empezaron a alborotar la población en contra
nuestra y como por ahí nos cayeron en un par de enjuagues, tomaron fuerza
política... tuve que entrar al quite y reventé a los más liosos, -accidentes-
desapariciones-suicidios-carreterazos- fuera del área de contienda, para evitar
sospechas... luego, con una estrategia de ablandadores-robo de urnas-
intimidación-alquimia, ganamos al fin las elecciones y se inició el reparto de
utilidades... ahí tuve mi primer agarrón serio con el viejo: yo quería la "Procu" y
él me ofreció la "judy"; no me pareció justo, sin mí no hubiera llegado... -si acaso
al bote el cabrón- después de varios días de jaloneo llegamos a un acuerdo: yo no
tendría cargo alguno en su gabinete, pero dejaría a mi gente en puestos clave para
que yo pudiera operar libremente; me pareció perfecto; ¿qué madres tenía yo que
hacer de burócrata? mejor así: el poder desde fuera, ¡podría dedicarle más tiempo
a Rubiela!... ¡todo venía de lujo!... ¿y pues ya ven que sí? ¡pues no! porque con
aquel, mi mayor triunfo político, se inició mi caída hasta llegar a donde hoy me
ven... vaya, ya era tiempo... ¿vienen por mí?... ¿no?... carajo!... pero oigan esto:
una noche, por primera vez, se quedó la familia entera en la sala con nosotros
hasta muy tarde... ¡parecía que no se iban a ir nunca! me puse de un humor de los
mil diablos! no fue sino hasta en la madrugada cuando por fin don Julio, tras un
intercambio de miradas con su hija, dio instrucciones -con un gesto- a la familia,
para que nos dejaran solos; no sé por qué entonces, eufórico de amor y de
champaña, pensé que Rubiela sería mía, sin límites, aquella misma noche, y
empezamos nuestros juegos amorosos; pero no fue así, como antes, siguió
protegiendo su famoso sello de garantía... suspendí mis caricias bruscamente;
aquella forma de hacerle el amor, como a un niño, en un principio me pareció
atractivo por la novedad, y porque además tenía sus encantos: oprimía lindo y la
vista desde allí era incomparable -como estar sobre el cráter ardiente del "Popo",
contemplando la blancura inagotable del "iztaccihuatl"-  pero por qué esa única
opción? -ahora lo quería todo- nunca podía besar sus labios durante el éxtasis, y
así, sentía que algo me faltaba siempre; además, loco de amor como estaba, me
entraron los celos y esa misma noche le rogué que me dejara cortar la flor de su
primavera... su reacción fue abrupta:  lloró, gritó  y pataleó: "¿cómo puedes
pedirme algo así?... tú no me amas!...¿por qué quieres embarazarme"?... traté de
calmarla aclarándole que no todas las relaciones amorosas conducen
necesariamente al embarazo... me salió entonces con otra novedad: "mi virtud
está reservada para el que habrá de llevarme al altar;  ¡sólo a él me entregaré"!...
no me quedó muy clara su filosofía acerca de la virtud, ni sus implicaciones
éticas, pero me alegró que lo mencionara pues pensé, -babas!- que me estaba
sugiriendo una petición de mano, y me lancé como un loco... tengo planeada
nuestra boda para fin de año, cuando la situación política en el estado esté más
tranquila, y también cuando tú, razón de mi vida, habrás cumplido ya tus
dieciséis años! cuál no sería mi sorpresa cuando me salió con que estaba muy
chiquita para casarse, que primero iba a terminar su escuela y que después, ya
veríamos! sentí que la sangre me azotaba la cabeza, pero me contuve... a ver,
explícame: ¿cómo está el rollo ese de tu virtud para cuando te cases?... ¿acaso
tienes dos virtudes? porque una al menos ya me la diste a mí... "tengo sólo una",
respondió sonriendo, "la otra es para divertirme nada más, sin riesgos"... me vio
tan mortificado que aún agregó: "pero mi virtud podría ser también para ti, si  me
esperas"!... y subió corriendo las escaleras llena de gracia dejando todo el
batidero aquí abajo -yo incluido-... cómo que si me espero... ¿esperar a qué?
¿para qué? ¿y por cuanto tiempo? pensé lleno de furia; pero no, no tiene caso
violentarme, alcanzarla y ponerme a discutir con ella o darle de cachazos! aún no
sabe bien ni lo que quiere; además, siendo menor de edad, este es asunto que
tendremos que decidir entre su papá y yo... con estas abstracciones me hice guey
por el momento y en silencio me puse a recoger mi traje de seda verde tornasol,
mis botas vaqueras, mi camisa de animalitos y mi corbata tropical, que se habían
quedado regados por toda la sala; luego, después de confirmar una vez más que
ya no asomaría en la planta alta para intentar detenerme, salí de ahí con una
doliente incertidumbre... esa noche no pude dormir; estaba triste, molesto,
preocupado; sentí que mi vida había caído en un bache; de tener el apoyo de
Rubiela todo habría sido tan sencillo; no que ahora, otra vez como antes, dependo
de la voluntad del viejo para casarme con ella, y esto me jode, porque además,
desde que tomó posesión del gobierno, tal parece que se ha propuesto hacerme
sentir que ya  no me necesita, -no me lo dijo, pero me lo hizo sentir- y que, por el
contrario, empieza a molestarle que la gente lo relacione conmigo... me vale,
pinche viejo: para lo único que te necesito es para que me des a tu hija; más bien
tu permiso, porque resulta que la niña requiere permiso de su papy para poderse
casar!... ¡pinche situación!... me vino en mente el intercambio de miradas con su
hija durante la cena y me entraron nuevas inquietudes: ¿qué tal si fue él mismo
quien le metió en la cabeza que está muy niña para casarse? ¿pero por qué? ¿para
evitar que lo asocien conmigo?.. -es posible; casado con su hija ni modo de negar
la cruz de su parroquia- del resto de los Arteaga ni soñar con que puedan influir
en mi favor; el viejo lo es todo en el clan... además, resulta que los incapacitados
esos de pronto se volvieron cultos, inteligentes y hasta de la "alta"! -lo que hace
el poder!- y por supuesto, en su nuevo ambiente ya no encajo...¡ no! Lo único que
me queda es presionar al viejo para que me suelte a la Rubiela... ayúdeme a
casarme con ella, don Julio, le conviene: aún sin la "procu", sigo siendo el poder
tras el reino, qué caso tiene que entremos en conflicto?... vamos a fijar ahora
mismo la fecha de la boda... ¡este es el punto! si quiero proteger mi relación con
Rubiela es preciso que las cosas empiecen a moverse desde¡ya!...a la mañana
siguiente me fui a ver al viejo... se mostró de lo más sorprendido que le pidiera la
mano de su hija... –mamón-  "me deja usted perplejo, jamás hubiera imaginado
que tuviera una relación más que amistosa con mi hija... ¿cómo fue que se
produjo el romance?"... qué rollo para explicarle mi amor por su hija,  sin poder
recurrir a sus senos, a su cinturita, o a sus caderas interminables como elementos
de seducción, tuve que inventar una retahila de pendejadas para justificarlo... es
que tiene usted una hija muy linda piadosa y con un criterio muy desarrollado…
"y ella qué piensa de casarse con usted"... ella me ama, señor y mucho, pero aún
está un poco indecisa, por la edad... "sí sí, aún es una niña"... pero usted puede
convencerla don Julio, usted tiene gran ascendencia sobre ella, le juro que voy a
hacerla muy feliz!... "es un asunto delicado, debo consultar a la familia"... -¿a los
pendejos esos?- mucho le agradeceré lo que pueda hacer por mí, señor; su hija lo
es todo en mi vida: en sus manos está que sean mi alegría y mi agradecimiento
los que muevan eternamente mis sentimientos hacia usted, o mi amargura.…-no
le pasó de noche la advertencia y me la reviró-: "haré todo lo que sea necesario
para evitar sus amarguras, se lo aseguro"... -luego cambió- "sólo que en estas
lides, es la directamente involucrada quien tiene la última palabra; es de ella, no
de mí, que depende su matrimonio! y al fin se deshizo de mí- dése una vueltecita
por palacio mañana; es posible que ya le tenga, sea cual fuere, la decisión de mi
hija"...¿ por qué hasta mañana, don Julio, y no esta noche, en la cena familiar?...
"esta noche preferimos estar solos, discutir tranquilamente entre nosotros este
asunto que tanto parece afectarle"... y le atinaste, mi rey, después de esta
conversación, no volví a estar en la lista de invitados a las cenas familiares de los
Arteaga...! otra noche en vela! ya se estaban haciendo crónicas; y lo peor,
rumiando puros rencores: ahora sí ya entendí su juego, ¡hijos de puta! mientras
les fui necesario me dieron capotazo: mi asiento junto al de ella, la sala entera
para nosotros, su discreción... si lo pienso bien, hasta los recatos virginales de
Rubiela estaban planeados! -sólo que no imaginaban a su querube tan
despabilada!- de cualquier modo, al día siguiente temprano estaba ya en palacio
esperando al viejo... ¡casi dos horas de antesala!... al fin salió presuroso y me
atendió en un pasillo, en su privado tenía una junta muy importante! -yo
aguantando- "respecto a la niña me malinformó usted: ella me asegura haberle
comunicado su decisión de seguir estudiando"... sí señor, pero... "compréndame,
yo no puedo obligarla a casarse con usted, ni con nadie... y créame que lo siento,
de verdad... ahora, si me permite, tengo un montón de gentes en mi privado"... -
hablaba como si hubiera sido gobernador toda su vida- insistí: es que aún hay
cosas que usted no sabe... "estoy seguro... mire usted, Malena tiene mi agenda,
hágame el favor, pídale una cita, dígale que ya habló conmigo… y ahora con su
permiso"... no me dejó decir más   ¡y se metió en su privado!... me quedé
temblando, a punto del  truene... pinche viejo, ¿a qué te atienes?... no sé de dónde
saqué fuerzas, pero me controlé: aún intentaba salvar mi boda... -¡y dale con eso!-
no podía creer que el viejo me subestimara de tal modo: ¿tanto así se te subió el
poder? nuestras fuerzas aún están niveladas, Julito, tienes mucha gente mía allá
adentro, pueden crearte problemas, mejor seguir aliados como hasta ahora, verás
que todavía puedo serte útil, de verdad... consideré que aún tenía muchas razones
de peso para negociar con él y decidí aceptar la audiencia como último recurso...
¡error! la famosa audiencia no llegó nunca, su agenda estaba siempre cargada, al
menos para mí… llegó el momento en que ni al teléfono se ponía; ¡la prepotencia
total!… una secretaria, siempre la misma, me tomaba nombre-profesión-asunto-
compañía-teléfono-dirección-hora, -y si la dejo me toma hasta el tamaño de mi
pistola!- y todo para decirme luego que no estaba, pero que él se comunicaría
conmigo “a la brevedad posible”... la décima vez que me repitió lo mismo la
mandé a chingar a su madre y decidí ir a plantarme donde sabía que sí lo iba a
encontrar, donde a chaleco tendría que  recibirme...llegué a casa de gobierno
poco después de la hora habitual, previendo que ya estuvieran todos a la mesa; en
recepción saludé al "Teco" y a Matías que estaban ahí de guaruras, después entré
en la casa como si fuera la mía; un mayordomo negro, acharolado como sus
zapatos, intentó detenerme en la puerta; de un empujón lo hice a un lado y me fui
directo al comedor: ¡ahí estaba la sagrada familia! sólo que ahora, en lugar del
hombre del traje de seda verde tornasol, se encontraba el "play boy" Ricky de la
Borbolla, aristócrata de abolengo, heredero de una de las empresas más prósperas
del país; y también, como antes yo, ¡muy de la manita con Rubiela! antes que
pudieran resumir claramente lo que estaba sucediendo, ya les había desmantelado
la mesa! -sin dejar los cubiertos encima- a cachazos le abombé el cráneo al
famoso Ricky y a uno de los hermanos Arteaga que intentó detenerme, y ya para
salir, desgajé de una patada la silla del señor gobernador dejándolo sentado en el
suelo... todo esto sin soltar de la mano a Rubiela, a la que saqué de ahí gritando
como enyerbada, nunca estuve seguro si de terror o de regocijo...a la salida ya me
estaban esperando mis hombres: nos trepamos en el auto del Nikko y esa misma
noche estábamos volando hacia Badiraguato... Rubiela no paraba de reír,
supongo que de nervios, pero acabó por sacarme de quicio: no te rías, cabrona,
que no tardo en regresarte con tu pinche familia, para que puedas casarte con el
maricón de tu Ricky!... yo puras habas que quiero a una mancornadora como tú...
pero eso sí, ahora me vas a dar, a guevo, lo que que antes me negaste por
voluntad!... y así fue: al mes se la regresé al viejo con un duendecillo verde en la
panza, el que abortó poco después, matando así mi última esperanza... ¡apúrense
ya, chingao! qué esperan?... ya no aguanto...! el rapto de la Rubiela inició casi
una guerra civil en el estado: fue don Julio quien abrió el fuego: me acusó de
asalto a mano armada y acopio de armas... -lo usual- no tocó el narcotráfico... -
por temor a que pudiera volteársele?- decomisó luego mis propiedades y cesó a
toda mi gente: a los que ocupaban cargos importantes como Ramón Ugalde, jefe
de la policía estatal, y Elfego Núñez, jefe de aduanas, los metió al bote por
peculado; a los empleados menores los corrió simplemente, eso sí, con harta
alharaca en los medios... -pinche Julito, se sintió muy nalga y quiso matar dos
pájaros de un tiro: vengarse de mí y crearse fama de duro en contra de la
corrupción- a poco se le revirtió al guey: ¿ qué se imaginó que iban a hacer
aquellos policías desempleados?... ¡al rato ya andaban asaltando al que se les 
ponía enfrente!... de las calles tuve que ir a rescatarlos para formar con ellos
bandas de asalto, pero en forma organizada... -nada con drogas por ahora- lo que
dió mejor resultado fueron  los secuestros -con la experiencia del doctor
Rabadán, comprendí que la gente paga cualquier cosa por salvar a sus seres
queridos y los riesgos son menores-... en lo demás, a pesar de la purga, seguimos
teniendo protección desde mero arriba; y es que mucha gente mía quedó en
gobierno... ¿cómo no iba a ser así, después de trabajar en equipo? ¿cómo podía el
viejo distinguir a su gente de la mía, o los que se me unieron luego?... la forma en
que operaba mi gente desde ahí era indirecta, para no despertar sospechas; por
ejemplo: si agarraban a rateros o a delincuentes casuales, los hacían mierda para
mostrar lo “grueso” que estaban atacando al crimen organizado; pero con los
nuestros, alertaban de inmediato a los de derechos humanos para que
intervinieran y al rato ya andaban en la calle otra vez... no tardamos mucho en
convertir ésta, la antes llamada  “ciudad de los paseos", en la capital más violenta
e insegura del mundo! ¡en represalia el Gober. instaló la ley fuga!... -
clandestinamente, of course- la inició con el Niko y el Estalone, a los que
“suicidaron” en sus propias casas... en venganza raptamos a un policía gabacho,
de la agencia antidrogas, con el que ya habíamos tenido negocios, -Julito
incluido- y que después empezó a dar lata... esta vez le dimos plomo en vez de
plata, lo llenamos de evidencias apuntando al viejo y fuimos a colgarlo en el
huerto de Carmita... ¡la bronca que se le armó a Julito!... -a pesar de que el
cadáver apareció en otro lado- desde entonces ya no se pudo quitar a la CIA y al
DEA de encima, desde entonces su  nombre está en la lista de gobernantes
ligados con el narcotráfico...nuestra pugna llegó a su punto crítico cuando el
gobernador puso precio a mi cabeza,  y yo puse precio a la suya!... bueno, que
¿no van a venir…? Ya no me aguanto,  carajo; y le habría ganado la guerra al
viejo; para ello contaba con el apoyo del secretario de gobierno, joven, ambicioso
y quien muerto Julito tomaría la gubernatura! a través suyo obtenía información
privilegiada sobre el viejo; por su conducto me enteré de que  tendría audiencia
con el Presidente el siguiente jueves por la noche y que tomaría el avión de las
doce treinta!... de inmediato nos movilizamos para organizarle su despedida en el
aeropuerto: tres días seguidos estuvimos preparando todo: gente-distribución-
vuelos-entradas-salidas-guaruras-pasaje-horarios-personal-áreas-vigilancia; hasta
los pronósticos del tiempo tomamos en cuenta y nos pusimos a esperar... y ese
pinche cura, ¿de dónde salió?...desde una hora antes la gentes estaban en sus
puestos y permanecían alertas: todo bajo control: las cosas marchaban como lo
habíamos planeado,¡ salvo por el gobernador que no aparecía!… la gente empezó
a inquietarse: ¿qué chingaos está pasando?¿por qué no llega el guey?... sabíamos
que ya casi no informaba de sus actividades-itinerarios por temor a nosotros...
¡pero su avión sale a las doce y media! ¡debía estar aquí cuando menos media
hora antes!…  lo que no sabíamos es que dos horas antes lo habían llamado de
presidencia para posponer su audiencia, ¡por lo que había cancelado su viaje al
DF! ¡y nosotros en la baba!... el secretario Padilla, único que podía habernos
avisado, no estaba enterado, andaba por la costa inaugurando un consorcio
turístico en su representación!... cuando faltaban no más de diez minutos para la
salida oficial del avión, un ronronear en la lejanía nos alertó a todos: "¡ahí está
ya"! susurró el negro Américo, responsable del operativo, y se inició la
movilización de la gente... dos motociclistas aparecieron en la curva escoltando
una columna de autos entre los que destacaba uno blanco, nuevo, igualito al de
los altos jefes de gobierno... lo que ahí sucedió entonces fue el apocalipsis: no se
habían aún estacionado, cuando de todas partes brotaron mis gentes armadas con
"cuernos de chivo", delineando a fuego y fragor el área; en cosa de segundos no
quedó vivo nadie en el interior de aquel Le Barón blanco, ahora moteado de rojo
hasta las llantas...¡Pendejos!... cómo voy a creer que no se dieron cuenta de que
se estaban cargando a un Obispo... ¡no se vale!... ¿ahora qué chingaos hago?...
¡ya me partieron la madre!... todo estaba planeado al detalle para que el secretario
Padilla tomara posesión del gobierno, frenara todas las indagaciones, culpara al
frente zapatista de la violencia en el estado y poco tiempo después diera
carpetazo al asunto... ahora, con la muerte del obispo…¿qué diablos tenía que
estar haciendo allí el cabrón, y en un Le Barón nuevecito?...!puta madre, me van
a echar hasta la interpol! y con el pinche gobernador azuzándolos, si me atrapan
hasta se cubre de gloria el hijo de puta...a partir de entonces mi vida se volvió un
caos: huyendo siempre como perro vareado, ocultándome... ¡y todo por un
accidente!... ¿cómo iba yo a matar a un cura? y menos en una ciudad de fanáticos
religiosos, ¡no soy tan pendejo!... cuando vi que ya no había remedio opté por
cruzar el bordo en uno de mis aviones, para esconderme en Calexico...ni cerca
llegué: Julito se encargó de ligar, con gran borlo, el crimen del obispo con el del
policía antidrogas, -el cambio de cadáver, claro!- con lo que me echó encima a
los "tiras" gringos, que como los nuestros, también quieren dar la impresión de
estar combatiendo el narcotráfico... -sobre todo fuera de su país-... acusado de
narco, de matón de curas, y de cargarme a un "martir" gringo del DEA, fui la
presa ideal para que se adornaran con mi captura, la cual lograron con una
eficiencia impresionante!...según sus propios datos, por cada cien aviones con
droga que entran clandestinamente en su territorio, sólo detienen a uno; en
cambio yo, todavía no aterrizaba, cuando ya estaban todas las agencias policíacas
del país esperándome!...la chinga que me pusieron, ¡y más por patriota!... sí
cachanillas, ¡por mi patriotismo! eso fue lo que más me perjudicó... porque ahí,
donde ven, yo nunca saqué mi lana de México!... ¡pendejo! si la hubiera tenido
en "el chuco" no me habrían extraditado, de gueyes, me habrían dejado allá para
guardarse mis dólares con olor a tierra!... a mí me retacharon fácil, en cuanto
vieron que no tenía depósitos en sus bancos...al llegar a México supe que ya
estaba pelas!... de por sí son cabrones los tiras, imagínense teniendo motivos
religiosos, y un gobernador pasándoles billete para joderme!... lo primero que
hicieron fue sacarme un chingo de fotos para darlas a los medios y tener de
reserva; porque después, con las madrizas que me dieron, mi cara nunca volvería
a ser la misma... yo tenía facciones delicadas, por eso les gustaba a las viejas, no
esta plasta amorfa que me dejaron... a golpes me borraron los ojos, y en vez de
voces sólo escucho zumbidos... mi pierna me la tuvieron que mochar por las
patadas, y mi tos verde no me deja casi respirar por las noches, creo, y digo creo,
porque mi vida es ya sólo una noche eterna... ¿y todo por qué?... les juro que no
sabía que era un obispo... yo siempre fui creyente, les construí su capilla en el
pueblo...ahora, lo único que les pido es que me peguen... péguenme!¡péguenme
más fuerte!...!por favor!... ¡no dejen de pegarme!... en la cabeza, en las sienes, en
el vientre, donde más me duela!... ¡por piedad!... y es que si me siguen pegando
van a matarme, o al menos me volverán loco, y entonces podré al fin descansar...
así que venga, ¡péguenme!... ¡péguenme más fuerte! ¡más!... ¡más!... ¡más!...
 
OSCURO.

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