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Moral. Moral y educación.


i
Moral y profesión.
I

1.-La categoría de los estudios universitarios nos dispensa


[.
de
úoÉ¿s\oÑ
Ar'\"'-x¡tca Q investigar la etimología de las palabras : moral, étíca y deontología,
I
y de confrontar la precisión y la vigencia de su significado.

\\.."""G'-§r s u:e , s'A' oJ.L-*-1 Respetando los méritos de la erudición en esta materia, pres-
t \ -ü;,;
¿-¡eero
tr*L á'cq' ü" ,corLoo,,b .
cindimos ocasionalmente de ella.
Prescindimos igualmente de las tempestuosas vicisitudes his-
tóricas de la "filosofía moral," que son capaces de hacer vacilar las
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endebles convicciones del estudiante poco avisado que cree since-
I

ramente que la Filosofía Ie ofrece la oportunidad de encontrar con


I facilidad una regla estable, cierta y precisa de su conducta.
Z.-La filosofía se ha esforzado (de distintas maneras y con
i.
éxito desigual) por establecer lo que se ha llamado "El Estatuto
Ontológico del Hombre": precisando los fines, los atributos y los
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límites de la naturaleza humana.
Aunque es evidente (y demasiado olvidado) que la responsa-
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bilidad en educación moral descansa directa y básicamente sobre
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la familia y la comunidad religiosa a que ella pertenece; y aunque
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se afirme (y hay que admitirlo) "que la responsabilidad básica y
Ii directa de la Escuela no es moral, sino de naturaleza intelectual",
ll' o sea responsabilidad por el desarrollo normal de la inteligencia de
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los estudiantes y adquisición de conocimiento articulado y sufi-
li, cientemente universal (Maritain), sería absurdo pensar que una
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escuela renunciara a semejantes preocupaciones y se limitara ex-
clusivamente a la enseñanza científica.
Tal vez sea más exacto, por lo tanto, afirmar: que la familia
ti ' tiene la responsabilidad natural de la educación moral. Natural
a) porque opera espontánéamente; á) sobre un individuo que ella
i misma engendra; c) porque está estupendamente dotada para in-
fluir sobre los conocimientos, afectos y tendencias del indivicluo
desde la más remota evolución vital, cuando necesita de la familia
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para su normalidad psicofisiológica.
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4 * Ertce PnonpsroNll MoRAr. MoRAL y E»ucncróN. MoRAL y pnorrsróN * s

La universidad tiene la responsabilidad social de la educación 3'-La moral es una probremática que se plantea
moral. Social a) porque es un organismo integrado por una se- cia del profesionista, y que surge del Zrden á i"iit", ra concien-
natural;
lección intelectual cuyo compromiso es con la Colectividad, o di- mientras que Ia ética profesionar á, ,.,a problemática
que empeña
rectarnente, o indiréctamente a través del Estado; b) el alumnado la inteligencia dei, profesionista y que surge, no sóro
de ras vertien_
está constituido (debe estarlo) por una seiección y representación tes del derecho naturar, sino también de át.o.
.r"-.nto. sociares,
privilegiada (de hecho, no de derecho) de todos los sectores so- como Io veremos en el capÍtulo siguiente.
ciales; c) por disponer, colno organismo de Enseñanza Superior, más que peligroso, indecoroso para un profesionista
^Sería,
de los dos medios más eficientes de influencia psicológica y social: universitario sumergirse en una casuísticá específic'amente pro-
la Organización y Ia Cultura. fesional,- sin recapacitar previamente sobre
Ios fundamentos filo
Sobre todo la universidad tiene que sentir, Por encima de sóficos de Ia moral.
cualquier divergencia ideológica, la importancia esencial del im- Reuniendo todas Ias cátedras de morar de cuarquier
pacto Que ejerce permanentemente el intelecto sobre la salud de
\ cia histórica y de cuarquier posición ideorógica - proceden-
.
espiritualista; religiosa t*ut"riurista o
Ia volunta d, y la responsabilidad de una tarea moral básica que o racionarista); po, ¿;l;, desacr¡er-
cumplir. dos verbales y las desavenencias es.olásti.ur,".,ü*u
rruy ,"á Joir.iaencia
Esta tarea tal vez se puede reducir al establecimiento y de- unánime sobre dos puntos fundamentales:
a) ú"o, aá- orden teó-
fensa de los fundamentos intelectuales de Ia vida moral, y aI des- rico: "La sabiduría requiere er dominio der eipírit:r, iour"
ros sen-
arrollo del sentido de aquellas realidades que son espirituales por tidos." (Conste que tenemos present"
yr_u moral tan preocupada
del placer sensible, como la de Epicuro);
naturaleza, como la verdad y la belleza. b) otrlo, a" ola"r, prácti-
Nosotros creemos que se puede hacer bastante más; o, al me-
co: Hacer el bien y evitar el mal,,; o, más concretamente,,,Hel
el bien a tus semejantes."
nos, que se debe intentar hacer algo más.
No es posible recapitular aquí los fundamentos
Pero, advierte Maritain, (quien ciertamente no es un univer- pero es suficiente para nuestra más elemental
de la moral;
sitario improvisado): "Esta tarea moral de la educación se está cultura frofesional,
recordar que esos puntos fundamentales de Ia moral se mani-
convirtiendo hoy en más y más importante: ya Que el hombre es- .dos
fiestan al género humáno
tá confrontando con filosofías materialistas o positivistas que rela- en Ía forma categórica de un precepto
imper ativo ineludible.
tivizan completamente los patrones morales, y con la mentalidad vale Ia pena detenernos en este imperativo categórico,
dirigida por terceros o mentalidad de borregos que nuestra civili- do terminología kantiana) y someterro a un breve
(usan-
zación industrial o tecnológica tiende a desarrollar. Si una con- que han de conducirnos ros más experimentados
inári.ir, ..,
formación mental semejante (para la cual la única cosa esencial moraristas con- "l
temporáneos.
es ajustarse al medio ambiente) dominara, la moralidad humana
AsÍ veremos: a) La naturaleza cle los d.iferentes
descenderia hasta elegir conscientemente como patrón ético el a que está sometido er
imperativos
hombre: á) las características, y c) las con-
comportamíento promedio descrito en el "Kinsey Report," y ol- diciones del imperativo moral.
vidaríamos que no puede haber sociedad de hombres librres sin el
fermento de las conciencias personales, que no se ajusten a lo que 4'-El hombre experimenta constantemente Ia coacción
de
las rodean, sino que resisten al medio ambiente y prefieren obe otros imperativos que presionan internamente
y se manifiestan por
decer la ley de Dios antes que la ley de los hombres." preceptos, 1o mismo que ra morar: son
ros i";pur";;;;; sociares y
Creemos que es suficiente lo expuesto anteriormente para jus- religiosos.
tificar ya un curso de ética profesional- sino el esfuerzo uni- Todos estos imperativos aparecen como
-nopor crear y prestigiar una cátedra seria (y aun un hechos y se imponen
versitario como verdades. pero, no obstante su analogía,
hay ,.ra p.ofrndu
departamento) de educación moral. fliferencia entre ellos.

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6 * ÉTrca PRoFESToNAL

MoRAL. MoRAL y r¡uclcróN. y pnorestóN *


a) El precepto social es impuesto por el medio social. El que MoRAL 7
quiere permanecer en ese medio, debe someterse a sus reglas
carencia de sentido morar. su regra de vida es ajustarse
de urbanidad, de higiene y de conveniencias sociales. escrupu-
losamente a Ias costumbres der medio ambiente. su
b) El precepto religioso es impuesto por la divinidad, y hay supremo es: "todo el mundo hace tal cosa,,, o,,nadie
argumento
que cumplirlo en la medida en que se desea mantener t¡nenas jante cosa." Ni se les ocurre jamás contraponer hace seme_
relaciones con la divinidad. ras exigencias de
su conciencia a las costumbres perniciosás que pauratinamente
c\ El precepto moral es de naturaleza bien diversa. No co- van minando y dislocando las familias y los puebl,os.
rresponde ni a una presión social, ni a una presión divina,
aunque pueda confundirse con ambas. Su coacción y su exi-
Y por fin, (y. aunque parezca purudO¡i"o), existen personas
con sentido religioso, pero vacías de sentido moral.
gencia no proviene del exteríor, sino de la misma entraña de Es el escán_
daio permanente en una sociedad cristiana, e., ra qre
Ia naturaleza humana que se revela cuando un desorden se ha nos toca ser
testigos de conductas descaradamente inmorares pá.
introducido en ella. pu.,. de hom-
bres y mujeres que no experimentan mayor repugnancia
espontá-
Aunque en una sociedad cristiana no es extraño que práctica- nea ante el robo, Ia.mentira, la holgazanería o el
adulterio; pero
mente lleguen a identificarse el mal moral (atropello a la propia tiemblan ante las ideas de Juicio, i.rfi...ro o Red"ncián,
y có¡ni-
naturaleza) y el pecado (desacato a la Divinidad), nadie va a sen- camente procuran evitar er infierno tratando de
sobornar a Dios
tir comprometida su conciencia, ni siquiera al morirse de vergüen- por medios religioso s no morales, ingeniándose pu.u ;to.r.eguir,,
za y ridículo por haber contravenido escandalosamente una regla indulgencias, "encargando" misas y Éasta p.u"ti.urao
ejercicios
v. gr. de cortesía. Y aun cuando los estados de espíritu originados de piedad, sin ocurrírseres renunciar ar pecado
v u tu vida licen-
por la trasgresión de un precepto sean pasmosamente similares, ciosa que los absorbe.
nadie va a identificar Ia vergüenza y la humillación de una inmo- ordinariamente y_ entre ras gentes normares ros tres
sentidos
ralidad con la vergüenza y la humillación de una "plancha." e imperativos se confunden y confirman mutuamente;
y er acuer-
do entre los tres imperativos es ra mejor señal de
S.-Estos estados de conciencia correspondientes a cada uno una formación
equilibrada, tanto en el más brillante universitario,
de los imperativos anteriormente expuestos, son los que dan lugar como en el más
humilde ciudadano.
a una sensibilidad peculiar relacionada con la valuación que cada
individuo tiene de la realidad. Así hab-amos de w sentido moral, 6.-Para un interectuar o un profesionista no es suficiente
decoroso conformarse con ra comprobación de ni
de un sentido social o de un sefitido religioso; que consisten en la ra existencia de
sensibilid^ad o facilidad de percepción más o menos pronunciada ese imperatiuo moral qué norma su conciencia
y su conducta.
respecto a cada grupo de imperatlvos. En algunas personas llegan ¡Aún más! serÍa tar vez muy eregante pero poco honrado
de-
a confundirse los tres imperativos, mientras que en otras se de- tenerse exclusivamente er aspecto ferom"rroügico de este im_
-en
perativo, analizando sólo las caracterÍsticas psicJlógicas
sarrolla uno solo, o al menos aventaja a los demás. propias
Así no es raro encontrar personas dotadas de un sobresalien- de ese estado de conciencia, como ro hacen po.Jr-iilósofos y
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te sentido moral, pero casi totalmente desprovistas de sentido so- moralistas modernos. Lo lógico y "o
Jo intelectuarmente honrado
cial y religioso. Son escrupulosamente rectas y puras y capaces de (y io- único que permite descender -hasta er fondo de ese estado de
aceptar sufrimientos antes que traicionar el imperativo moral; es enfrentarnos a esa nueva rearidad. que desrumbra
pero en cambio no sienten la mínima necesidad del culto re'ligioso i_"l!i"l.i")
ra concrencta.
y se burlan de las "exigencias sociales," menospreciando todo lo Esa realidad, eI imperatiuo moral, se imporfe tan
espontánea_
que sea etiqueta, oportunidad, refinamiento y urbanidad. mente al hombre común desprovisto de formación
.i"r'riri.u, .o-
Otras, por el contrario, (y es un síntoma peligroso de la vida mo al universitario más eminénte.
moderna), están superdotadas de sentido social, con una absurda
Este ünperativo es: a) (Jniversar, en er sentido
de que se im-
ponga a todo ser humano, sin tomar en cuenta
Ia citegoría o
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8 * Érrca PRoFtssroNAL MoRAL. MoRAL y roucacróN. MoRAL y pnor.rsróN * 9
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el número de las personas. ("Cuantitativa y cualitativamente


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ral y la sanción, reaccionando con el escdndalo ante el delincuente
consideradas," como decíamos en ética general). impune.
b) Gratuito y categórico: sin tomar en cuenta a los demás Y cuando la impunidad del delincuente hace permanente el es-
hombres, como el imperativo social, y sin la consideración de
i
cdndalo, el sentido moral se manifiesta por la indignación r,.ue
la divinidad como en el imperativo re'ligioso. Para descubrir
l
explota, a veces, con la pública yindicta.
" El sentido moral de un profesionista universitario no puede,
el imperatiyo moral basta y sobra consultarse a sí mismo, y
sin tener en cuenta a nada más que a sí mismo. por lo tanto, limitarse a una benevolencia altruista y.sentimental.
c) Es tan firme, que se mantiene incólume y en toda su rea- Debe saber fundamentar racionalmente el imperativo de su con-
lidad aun contrariando los más vehementes deseos y las más ciencia y la verticalidad de su conducta. ¡Aún más!
urgentes inclinaciones y prepotencias del apetito. El impera- Aunque Nietzsche haya proclamado crudamente que el deber
tivo se impone implacablemente, y se expresa comunmente es deber y el pecado pecado; que lo que es pecado o d"b., pu.a
en las fórmulas: "Yo debo," "yo puedo," "yo quisiera hacer uno lo es igualmente para todos. Aunque el Kempis y Séneca ala-
ésto o aquello, pero no puedo." ben la independencia aristocrática del sabio u-urri" del aislamien-
to de los hornbres, el profesionista universitario debe comprender:
El niño o el hombre común podrá explicarse
I

este hecho razo-


nando que no puede robar o fornicar por que así se lo han enseña-
i
I 1) Que su responsabilidad moral es mayor que la del simple
do desde chico; pero un universitario discretamente culto y lógi-
I
ciudadano por la dotación de conocimientos que ha recibido
l

y la capacidad que se le ha creado.


co no batallará para descubrir 1o contr4rio: "¡&le lo han enseñado
desde chico, por qué no puedo fornicar ni robar!" Y partiendo de
I
2) Que si Platón y Aristóteles establecen como ei objetivo
fundamental del pensamiento "la organización de la ciudad,"
esta comprobación, ya no es difícil asomarse al fondo metafísico
no le es lícito al profesionista (y mucho menos al profesionis-
del fenómeno moral. Bueno o malo se predica de cuanto se rela-
ta cristiano) encastillarse en su torre de marfil ignorando las
ciona con el ser.
miserias humanas, aunque sea con el pretexto de una mayor
Lo que de cualquier manera conspira contra la existencia, Ia intimidad con Dios.
integridad o la perfección del ser es intrínsecamente malo. Lo que 3) Que la moralidad y su función no puede hoy reducirse a
respeta esas cualidades es bueno: (esencialmente bueno, si se tra- la aureolada pasividad del buen ejemplo, sino que tiene la in-
ta de cualidades esenciales, o secundariamente bueno si se trata surrogable responsabilidad de la acción; y
de cualidades accidentales).
4) Que la acción especÍfica que todo er mundo espera de su
7.-y llegamos al final de este razonamiento. Como e:l impe- capacidad profesional es la orientación ideológica; tanto cuan-
rativo moral no se da sino en 'los hombres, con exclusión de las do se trata de investigar y descubrir rutas salvadoras, como
bestias y las cosas, ya es posible darnos cuenta de las condiciones cuando se trata de resistir o combatir a los piratas de nuestra
de la moralidad. civilización y nuestra cultura cristiana.
I
La autonomía interior que supone un acto moral engendra
úl;.a responsabilidad, a condición de que un ser sea inteligerr.te y le Nota.-.Este último párrafo no es hueca declaración.
sea posible la intencionalidad, que es la esencia subjetiva del acto ' Es lastimoso comprobar la escasa reacción en los círculos intelectuales
ante el impudor de elegantes escritores y ante el cinismo de filósofos con-
moral, que entraña libertad y responsabilidad. temporáneos.
La noción de responsabilidad nos descubre la necesidad de Ia No hace mucho R.ertrand Russer pubricaba un nuevo ribro: .,por qué
sanción, aunque los filósofos no se pongan de acuerdo al determi- no soy cristiano." Dejando de lado su escasez de lógica y su exuberancia
nar su gravedad, monto y naturaleza. Y todos los pueblos y todas sofística, no se puede reprimir 1a indignación ante Ia cinicas andanadas
las literaturas del mundo proclaman la validez del imperativo mo- del neorrealista inglés.
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10 * Érrcn PRoFESToNAL
2
Dice, por e¡emplo, que "la conciencia es una guía muy engañosa, por
que consiste en reminiscencias de preceptos conocidos en la primera ju-
ventucl; de manera que no es ciertamente más prudente que una nurse o Corncepto de Etica profesional.
Su objeto.
una madre." (Página 80).
Sobre la ética sexual, sobre la licitud del adulterio y la disolubilidad del
Su importancia en eI orden espeaulativo.
matrimonio dice tales cosas como parer justificar las represalias del público. Su importaneia en eI orde¡r práctico.
Basta decir que llega a desear que sea abolido el nombre de padre (Pág.
157) y que la maternidad sea considerada como "una profesión bien remune-
rada." (Páe. 153).

BIBLIOGRAFIA 8' siempre recarcamos una vieja advertencia


alumnos: que Ia diferenciu a. ,o-.ncratura a nuestros
Aunque hay abundancia de textos de filosofla moral, no hay tanta abun- y ética profesionar, y Ios distintos cursos entre filosofÍa morar
dancia de "actualidad" en la catalogaoión de Ias doctrinas. Hay métodos ob- asignados a esas mate-
soletos en la investigación de los principios y esquemas fósiles en Ia exposi- p";; rh enseñanza, .,o i*pii.an
ción filosófica. I1?l;ji.1?ll;venia¡osos alguna
Por nuestra parte creemos que un profesionista se puede honrar si tie- La ntoral es t
ne en su biblioteca, con el honor de la intimidad las siguientes obras: á ii?;;,i ffi
r an to ru * o
1T T:.",aH: i
teológica, o desem-boca en la ri¿u,
j: J.,:l",iH::?
".
"Lrs GneNors LfNEAs DE LA FrLosoFfA MoRAL," de Jacques Léclercq. No o ro;il;;';#.
tenemos la Editorial Española. Solo poderiros proporcionar la francesa: La decepción de ros estudiará,
q.," se inician en un curso de
Librairie Philosophique J. Vrin. 6, Place de la Sorbonne. París. 5. filosofÍa morar proviene ("";;
i;;r"d"
fesor dedicado no- sóro a lu ,,utáiu pro-
"L'HoMME Co¡¡rsr,fponerN ET LE Pnosmlvf MoRlL," de Gerard Petit. E,di- que"o*p."ur. "rrrquier
imparte, sino también a
tions Fides. 3425 rue S. Denis. Montreal, Canadá. Ios muchachos), de que b"r;;-;i;;eramenre
que toda su vida, y terminan.ó1. una regraque abar-
"Tnlrroo nr Frrosorfn Monar," por Rdgis lolivet. Ecliciones Carlos Lohlé.
fragmentarias. Les inquieta, y u ,""",
ilt";;;;ro.'^,áílr ro"io.,.,
Buenos Aires. les desespera
gunos casos se convierte en que en al_
"LEccroNes ¡p Drnrc¡¡o NATURAL," por Jacques Léclercq, Societé d'etudes desértica y mastodóntica digestión
de principios, cuando r" pr.á""pu.iár,
morales, sociales et juridiques. 11, Rue des Recollets. Louvain, Belgique.
vigilia de su graduación is er problema-a. honda y lacerante en Ia
A quien Ie interese conocer la doctrina del máximo doctor católico se pero ra-vida profesionar d,esu vida profesionar.
bre el tema, le recomendamos Ia obrita: es pr:obt"*o.*Ir'a"""preocupar
r'
solamente en tres sentidos:
"Le Vroa Mon,rr, srcrJx Sro. TouÁs DE AeurNo," por Enrique Nobte. F;di-
ción francesa de P. Lethielleux. Rue Cassette, 10. Paris,6. a) ¿Cómo se triunfa social y económicamente?
Para una persepectiva histórica de las ideas morales, de actualidad y
b) ¿Cómo se triunfa cientifiáairente?
responsabilidad intelectual :
c) ¿Cómo es oosible .or;.rg*-"rtos triunfos
ter Ia conciencia y Ia dilnidad humana? sin comprome_
"HrsronrA DE LA Frlosorfl," de Miguel Federíco Sciacca. Luis Miracle,
Editor. Barcelona, España. " Aparte de una exigencia metodorógica intrínseca
"CrENcre, FrrosorÍa y Llrcrsuo," de Washington Paullier. Ediciones de cias morales, ra ética de ras cien-
la Sociedad Amigos del Libro Ríoplatense. Montevideo. Buenos Aires.
!roferi;;;ih;^"acido
seo de colmar esa lagüna en parre der buen de_
Los cursos de étia pr_ofesional,
cad.a vez más extendidos
reclamados en ras univeriidad.r
á" áa, saneado prestigio, son a ,
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dentemente ra manera más nobre evi_


de cumprir con su responsabiri-
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dad educariva (que vimos
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