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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Filosofía y Letras

Teoría y Fundamentos de la Traducción

Docente: María Eugenia Martínez Flores

Grupo: t31

Traducción del texto: Beyond Botox

Alumna: Ina Sassia Campos González

Matrícula: 1970093

San Nicolás de los Garza, Nuevo León. A 19 de noviembre de 2021.


El negocio de los procedimientos cosméticos

Más Allá del Botox


LONDRES Y SAN FRANCISCO
La rápida innovación le está dando un impulso lucrativo al negocio de la cirugía estética.

¿Qué sucede cuando mezclas Big Brother con ER? El resultado es Extreme Makeover, un
popular reality show popular de la televisión estadounidense que promete llevarte a tener una
experiencia parecida a la de Cenicienta, al cambiar por completo tu apariencia, transformar tu vida y
tu destino, y hacer tus sueños realidad. No es solo cuestión de un corte de cabello, ropa nueva o asistir
al gimnasio: las participantes aparecen antes, durante y después de la liposucción, rinoplastias,
implantes de senos y cirugía plástica de abdomen.

Hasta hace poco, gran parte de la sociedad desaprobaba a aquellos quienes se hacían un
aumento de senos o una rinoplastia; ahora las "mejoras" estéticas ya no están mal vistas, y no porque
a los clientes se les haya quitado quirúrgicamente la capacidad de fruncir el ceño. Los tratamientos
estéticos se han hecho casi comunes, gracias al cambio de actitudes y presiones sociales y, sobre todo
a la innovación técnica que ahora empieza a desarrollar su potencial. Como resultado, en los
próximos años, la industria que provee productos y servicios de mejoras estéticas debería ver mejoras
en las ventas y las ganancias, tan favorables como los cuerpos de sus clientes.

Hace una década, el negocio era en gran medida una cuestión de un cirujano y su bisturí, por
ello era más caro, por ejemplo, un estiramiento facial tradicional podía exceder los $20,000 dólares
una vez que se incluyeran los honorarios del cirujano y los costos hospitalarios. La recuperación era a
menudo larga y dolorosa, con resultados satisfactorios no garantizados, difíciles o imposibles de
revertir en caso de decepción.

Hoy en día, sin embargo, la tecnología y productos nuevos hacen de los procedimientos
cosméticos más baratos, menos "invasivos" y cada vez más comunes. De acuerdo con Ronald Moy,
cirujano dermatólogo en la meca de cambios de imagen de Los Ángeles, Estados Unidos: Esto les ha
dado a los clientes lo que quieren, algo que los hace lucir bien y perdura por años, pero sin la molestia
de las largas operaciones y recuperaciones.

Esto ha hecho que sea mucho más fácil para los clientes “afinar” sus cuerpos con cambios un
tanto frecuentes, que a menudo comienza a partir de los veinte años, en lugar de esperar por un
tratamiento más radical una vez que su cuerpo empiece a envejecer. Como consecuencia, los clientes
son y se ven más jóvenes; y cada vez hay más de ellos.

El año pasado, se realizaron alrededor de 6.9 millones de procedimientos cosméticos tan solo
en Estados Unidos, más de tres veces del número que se realizaron en 1997, según la Sociedad
Americana de Cirugía Plástica Estética. El negocio se ha estado expandiendo a nivel mundial, sobre
todo en Asia, donde una mirada occidentalizada es cada vez más atractiva, y en América latina. Mike
Moretti de Medical Insight, una empresa de investigación, estima que el mercado global en
procedimientos cosméticos poco invasivos vale un aproximado de $6.5 mil millones de dólares, y
cada año aumenta más del 25% a su valor.
El tratamiento cosmético más popular (con casi un 1.7 millones de intervenciones en Estados
Unidos el año pasado) es para atenuar las arrugas mediante inyecciones de Botox, una potente
neurotoxina que está a la vanguardia de la revolución de los procedimientos poco invasivos. El Botox
le da $600 millones a su fabricante, Allergan, en ventas mundiales. Corey Davis, analista en JP
Morgan, prevé que los ingresos se incrementen en un 20% para el próximo año, pues a medida que
crece la demanda del Botox para sus aplicaciones cosméticas, que van desde la escultura de las cejas
hasta el levantamiento de labios caídos y otros, las aplicaciones médicas de Botox se expanden, como
puede ser para tratar migrañas y detener la sudoración excesiva. Si bien Allergan tiene la mayor parte
de este mercado, eso podría cambiar, al menos en Estados Unidos, si otra versión de la toxina,
Dysport, que ha sido producida por Beaufour Ipsen, una empresa farmacéutica francesa, tiene éxito en
los ensayos clínicos que se están realizando en este momento. Esta toxina podría estar en el mercado
estadounidense para el 2005 si obtiene la aprobación de la Administración de Alimentos y
Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Pero el Botox está ganando contra el Dysport en
Europa, donde su rival ha estado disponible desde hace mucho tiempo.

Otras innovaciones están siguiendo el camino trazado por el Botox. El 21 de noviembre, se


esperaba que el panel asesor en cirugía plástica de la FDA considerara recomendar la aprobación de
un nuevo grupo de productos inyectables de "rellenos dérmicos" diseñados para restaurar la firmeza
juvenil del tejido perdido a medida que los componentes de la piel se descomponen con la edad.
Durante años, los cirujanos estéticos y dermatólogos estadounidenses han utilizado colágeno bovino
para agrandar los labios y rellenar los pliegues faciales. Sin embargo, algunos pacientes son alérgicos
al colágeno bovino y otros son muy quisquillosos, a raíz de la enfermedad de las vacas locas, para
quererlo debajo de su piel. Los nuevos productos, de Q-Med, una compañía sueca, e Inamed,
establecida en California, utilizan ácido hialurónico, una molécula natural que ayuda a agrandar los
labios en su plenitud.

No obstante, a diferencia de la silicona, el ácido hialurónico no es un tratamiento a largo


plazo; según Richard Glogau, cirujano dermatólogo en San Francisco, los efectos de las inyecciones
de ácido hialurónico duran hasta por seis meses. Él desconfía de los materiales que permanecen
mucho tiempo en el cuerpo y no envejecen con lo que la naturaleza proporciona. Otros doctores no
están de acuerdo, pues están agrandando los labios y borrando líneas con rellenos "permanentes", con
nombres como Radiance (más fácil de recordar que hidroxiapatita de calcio), que los críticos, como el
doctor Glogau dice, se arriesgan a dejar bultos y protuberancias antiestéticas que pueden requerir
cirugía más adelante.

Mientras que algunas empresas apuestan por la química para ganar dinero en el negocio de los
procedimientos cosméticos, otras apuestan a la física. Los láseres se utilizaron por primera vez en la
década de los 80 para "rejuvenecer" la piel a través del brutal proceso de quemar las capas superiores
con el fin de revelar la piel nueva de abajo. Esto no solo significaba pasar semanas en recuperación,
sino que también tenía efectos desagradables en la piel no blanca, a menudo los pacientes asiáticos
quedaban con manchas oscuras en la piel.

Algunas empresas que venden láseres para el rejuvenecimiento de la piel, como Israel’s
Lumenis y America’s Candela, han entrado al negocio del fotorrejuvenecimiento, utilizando
tecnologías láser más nuevas para quitar las arrugas por medio de la estimulación de la piel para
producir colágeno. Estos láseres también se utilizan para tratar el acné, remover el vello y hacerse
cargo de las venas antiestéticas.
El año pasado, Thermage, una compañía estadounidense, lanzó el "estiramiento facial sin
bisturí", con un nuevo dispositivo que utiliza la radiofrecuencia para calentar el colágeno de la piel,
que luego tensa la cara. Esto tiene un costo aproximado de una décima parte de lo que cuesta un
estiramiento facial convencional.

Light BioScience, una empresa emergente en Estados Unidos afirma que exponer la piel a
pulsos específicos de un diodo emisor de luz (algo parecido a lo que encontramos en un control
remoto de TV) estimula las células para producir nuevo colágeno, al igual que inhibe su
descomposición; la empresa dice que está esperando la aprobación de la FDA para comercializar su
dispositivo de "fotomodulación" como un reductor de arrugas. Rick Krupnick, jefe de la empresa
mencionada, considera que estos dispositivos podrían venderse para uso doméstico.

En los Ojos del Espectador

No todo el mundo ve cada uno de los aspectos del auge de la tecnología poco invasiva como
algo relacionado a la belleza. Las técnicas poco invasivas también son más fáciles de ofrecer, lo que
ha incrementado el rango de personas dispuestas a someterse a estas técnicas. Los médicos de
cabecera e incluso los cosmetólogos han entrado a este negocio, lo cual no ha complacido a los
titulares, quienes en algunos estados estadounidenses han estado presionando para que las leyes
limiten a cirujanos cosméticos y dermatólogos calificados en la realización de estos procedimientos.

También existe una creciente inquietud en Estados Unidos por el uso de materiales que (aún)
no han sido aprobados, a menudo metidos de contrabando por médicos y pacientes desde mercados
menos regulados y menos litigiosos en Europa, Asia y América Latina, donde son aprobados más
rápido. Hay un mercado negro en auge en Estados Unidos de rellenos importados de ácido
hialurónico.

El uso no autorizado por médicos creativos puede ser un motor de innovación clínica. El
Botox, por ejemplo, fue aprobado en Estados Unidos para el tratamiento del espasmo ocular, solo
para que los médicos le dieran un uso cosmético más lucrativo (sin aprobación, pero no prohibido).
Por otra parte, Ana Tenstam-Lundvall, vicepresidenta de estética de Q-Med, dice que el uso no
autorizado desde luego que puede dañar la reputación de un producto e irritar las regulaciones.

Aun así, todo esto será difícil de detener mientras que los pacientes así lo quieran y, aunque
suene extraño, este es un medicamento por el cual pagan el costo completo ellos mismos. Como Art
Caplan, un bioético de la Universidad de Pensilvania, dice: "en la cirugía estética, el médico se
convierte en un mesero, y el paciente es un cliente que simplemente ordena de un menú de
tratamientos". Haz de él un mesero rico.

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