Padre Nuestro, que estas en el cielo y que estas también en la tierra

ahora contaminada e irrespetada

Que estas en nuestras luchas y tareas diarias
Que stas presente cuando plantamos y cuando cosechamos
Santificado sea tu nombre que tu nombrea sea santificado por nuestra
unión y solidaridad santificado por nuestros ideales y por nuestra
vocaion para cultivar la tierra con amor

Venga a nosotros tu reino

Que venga tu reino para los que tienen hambre del alimento sagrado
Para los que están amenazados por la ambición económica y política
Que venga tu reino para todos los que luchan por tener vida digna.
Hagase tu voluntad asi en la tierra como en el cielo
Es tu voluntad sin que haya excluidos que trabajemos la tierra sin
destruirla
Es tu voluntad que en nuestras comunidades nuestros bienes esten al
servicio de todos
Danos hoy nuestro pan de cada día
Danos hoy el alimento; la fuerza, el coraje y la sabiduría para vivir
amigablemente con el ecosistema
Danos hoy el pan de la amistad y el compromiso con la generaciones
futuras
De recuperar y conservar las semillas nativas y la biodiversidad que nos
has regalado
Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos s
ofenden
Perdona nuestra desunión, nuestra violencia, perdona nuestro temos as
er señalados y juzgados
Perdona nuestra agresividad con la naturaleza.
Perdona a quienes su poder y ambición… destruyen la vidad y la madre
tierra
No nos dejes caer en la tentación,
En la tentación de separar de la vida, la fe, el evangelio de la práctica,
Las palabras de las acciones
De no valorar nuestros saberes
De sembrar semillas transgénicas,
De ser indiferentes frente a las tecnologías de muerte
De usar químicos que perjudican la naturaleza y la salud

Y libranos del mal

Libranos del mal de las guerras, de la indiferencia, libranos de las
tecnologías que no respetan la vida
Librános de las tecnolgías que no respetan la vida
Libranos d elas transcionales que destruyen los recursos naturales
De la opresión del poder económico que nos esclaviza, libranos de l todos
los males señor
Padre Nuestro que estás en el bosque,
en el mar, en el desierto y en la ciudad.

Santificada sea tu Creación,

pletórica de desarrollo, fuerza y vida.

Venga a nosotros tu sabiduría,

para proteger y desarrollar la belleza que nos has dado,
que está en la flor y en el arco iris, en el agua,
y en la fértil madre tierra, en el cálido aliento del sol
y en la fresca oscuridad del descanso.

Hágase Señor tu voluntad,

para que seamos personas humanas
a tu imagen y semejanza, los que asumamos el reto
de mantener el proceso vital de tu creación.

Danos hoy el verdor de cada día,

en el prado y en el monte,
en el jardín y en la tierra que agoniza.

Perdona nuestra irresponsabilidad,

al no cuidar lo que nos has dado.
Como nosotros por tu amor
perdonamos a los contaminadores,
y les instamos con vehemencia
a que abandonen su trabajo de destrucción.

Y no nos dejes caer en la desertificación,

que a la muerte conduce,
que niega tu obra y aniquila la vida.

Y líbranos del conformismo,

para que se transformen nuestras vidas
en fuerza dinámica, que reproduce la vida.
Amén.