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AREAS DE TRABAJO EDUCATIVO (*)

ÁREA DE LENGUAJE Y COMUNICACIÓN


Hay diferentes definiciones de lenguaje: como condición humana, como
función social, como medio de comunicación, etc., definiciones que dan cuenta
de las diversas posiciones teóricas. Aquí interesa subrayar que el acceso al
lenguaje es el acceso al mundo simbólico, esto es, al orden de la cultura que nos
preexiste y que los .otros» nos transmiten. El lenguaje es, pues, vínculo social.
Un filósofo que se ocupó del tema del lenguaje, Ludwig Wittgenstein,
aporta una categoría, «juegos de lenguaje», que ofrece elementos interesantes
en relación a la cuestión que aquí nos ocupa, Señala Wittgenstein que lo más
primario en el lenguaje no es la significación, sino el uso. Para entender un
lenguaje hay que comprender cómo funciona. El lenguaje puede dar lugar a
diversos «juegos»: entender una palabra en un lenguaje no es comprender su
significación, sino saber cómo funciona, o cómo se usa, dentro de cada «juego».
El lenguaje no es, para Wittgenstein, una trama de significaciones inde-
pendientes de la vida de quienes lo usan, sino una trama de actividades regidas
por reglas (las «reglas del juego»). Por ello, hablar un lenguaje es parte de una
actividad, de una forma de vida.
Los contenidos a plantear en esta área estarán dirigidos a mejorar las
posibilidades de vinculación social y de conceptualización, atendiendo a dife-
rentes tipos de necesidades y de situaciones del sujeto. Apunta al dominio de las
reglas de los sistemas normativos de la lengua a partir de su función social, es
decir, a partir del uso en diferentes «juegos» o situaciones sociales.

1) Comprender los diferentes tipos de mensajes según las situaciones en las


que se producen.
2) Expresarse con coherencia, corrección idiomática y propiedad expresiva.
3) Respetar las opiniones ajenas, manteniendo una actitud tolerante.
4) Argumentar de manera lógica, observar, analizar y sintetizar con
corrección.
5) Concentrarse en la realización de las tareas y en la búsqueda de
soluciones a los problemas que se vayan presentando.
6) Mantener una actitud flexible que permita cambiar el punto de vista en el
enfoque de una situación.
7) Utilizar la lengua oral y escrita como vínculo social: realización de
aprendizajes, análisis de la realidad social, expresión de sucesos posibles o
imaginarios, regulación de la actividad propia y ajena.
8) Beneficiarse y disfrutar de la lectura, escritura y comunicación oral como
forma de vínculo social y de enriquecimiento personal.

ÁREA DE SUJETO SOCIAL Y ENTORNO

Esta área tiene, al igual que la anteriormente presentada, una cierta


transversalidad en el trabajo social educativo. Sin embargo, a los efectos de
ponderar su importancia en este campo se la ha considerado un área específica.
Si entendemos la educación social como práctica que tiende a dotar a los
sujetos de la educación de autonomía o responsabilidad social, esta área es
prioritaria.
Es preciso clarificar sus objetivos para delimitar el alcance (posibilidades y
límites) de la socialización. Se ha de recordar que el proceso de concreción
curricular, en el tercer nivel, llevará al educador a plantear la evaluación
particular de cada sujeto.
El área aquí considerada apunta a que el sujeto de la educación reconozca
cuál es su posición ante lo social, cuáles son las exigencias que lo social le
plantea y cuál es su disposición para trabajar en la adquisición de elementos
culturales de valor social. Se trata de vehiculizar una cierta promoción social, en
el sentido de habilitar a los sujetos para el acceso y la circulación a circuitos
sociales normalizados. Pero en cuestiones de socialización, el trabajo educativo
no sólo deberá tener en cuenta las necesidades del sujeto, sino promover de su
parte la formulación de demandas, es decir, que el propio sujeta busque y
trabaje en aquello que sea de su interés.

1) Identificar y apreciar críticamente las características de la comunidad a la


que se pertenece, conociendo sus proyectos, valores y problemas, así como
los derechos y los deberes sociales e individuales.
2) Apreciar los derechos humanos, los derechos y deberes del ciudadano y
las libertades políticas como un logro de la humanidad.
3) Aceptar el establecimiento de normas y pautas como necesarias para la
regulación de la convivencia humana.
4) Identificar y apreciar el patrimonio cultural, artístico, natural e histórico,
considerando la importancia de asumir responsabilidades en su conservación
y mejora, apreciándolo en su función social y de uso y enriquecimiento
personal.
5) Apreciar el establecimiento de pactos y negociaciones como manera de
resolución de diferencias o conflictos.
6) Abordarla resolución de problemas que plantea la vida social utilizando
diferentes fuentes y medios de información.

ÁREA DE TECNOLOGÍA
Los contenidos de esta área pretenden posibilitar una actitud receptiva
hacia el trabajo manual, técnico e informático. Pretende dotar de capacidades y
hábitos de trabajo, ampliar el bagaje para aumentar las posibilidades de elección
y proveer de recursos para la adaptación a situaciones nuevas.
Esta área aporta contenidos en el dominio de los procedimientos de
resolución de problemas, desarrollando capacidades complejas mediante la
articulación de conocimientos específicos y procedimientos generales. Incre-
menta la funcionalidad de los saberes adquiridos, al permitir poner en práctica
decisiones teniendo en cuenta las posibilidades y las limitaciones de las
situaciones particulares.
La actividad tecnológica se caracteriza por un proceso de resolución de
problemas que va desde la identificación y análisis de un problema, la búsqueda
de informaciones pertinentes y el diseño de soluciones posibles, hasta la
construcción y/o utilización de un objeto, máquina o sistema capaz de resolver
dicho problema.
Los contenidos de esta área se seleccionarán teniendo en cuenta su valor
en lo social amplio y con criterios flexibles, para incorporar los cambios que
redefinen permanentemente el valor y la actualidad de los saberes.

1) Abordar de manera autónoma y creativa problemas tecnológicos sencillos


relacionados con los intereses del sujeto, aplicando la metodología general
propia del proceso de resolución de problemas en el ámbito de la tecnología
2) Planificar y llevar a término proyectos tecnológicos sencillos, anticipando
los recursos humanos y materiales necesarios para su realización, aplicando
las técnicas elementales de documentación y gestión, aplicando
conocimientos y habilidades adquiridos en otras áreas, mostrando una
actitud flexible ante obstáculos e imprevistos y buscando un cierto equilibrio
entre la estética y la funcionalidad.
3) Expresar y comunicar las soluciones adoptadas en el transcurso de la
realización de los proyectos, así como explorar sus alcances y viabilidad,
utilizando recursos gráficos, signos y vocabulario técnico pertinente.
4) Mantener una actitud de indagación y curiosidad hacia los elementos
y problemas tecnológicos del entorno, valorando los aspectos positivos y
negativos de la aplicación de la ciencia y la tecnología en la calidad de vida y
su influencia en los valores culturales vigentes.
5) Valorar la importancia del trabajo en equipo para la planificación y
realización de proyectos tecnológicos, tomando conciencia de la
multiplicidad y diversidad de perspectivas y saberes que ello requiere.
6) Analizar y valorar críticamente el impacto del desarrollo científico y
tecnológico en la configuración del mercado de trabajo, así como en el
empleo del tiempo libre y las actividades de ocio.
7) Acceder a los recursos del entorno social que permitan ampliar los saberes
tecnológicos y poner en práctica los ya adquiridos.

ÁREA DE ARTE Y CULTURA

La cultura muestra diversos caminos posibles para tratar de aliviar el


malestar propio de la condición humana. El arte es uno de ellos. Las diferencias
culturales enseñan que hay diferentes maneras de ordenar (crear, recrear) el
«mundo», de otorgar sentidos a la vida, de producir, de actuar socialmente... La
cultura es un marco (que realiza una cierta homogeneización de los que viven en
ella) dentro del que es posible la articulación de ciertas diferencias. Éste es un
tema fundamental en educación social: cómo trabajar para que los sujetos se
integren en la cultura de su época, siendo, a la vez, tolerantes con las
diferencias: que no recurran al desprecio de aquello que no entienden.
El interés de plantear esta área se hace evidente a partir de las
necesidades de, en primer lugar, desarrollar en los sujetos capacidades de
expresión, análisis, crítica y respeto de las imágenes y manifestaciones artísticas
y culturales de la sociedad a la que pertenecen; en segundo lugar, otorgar a la
información visual la importancia que ha adquirido en los últimos tiempos. Se
trata, en este último caso, de saber recibir la información, saber discriminarla y
saber hacer uso de ella, así como de llegar a producirla (desde los grafitos hasta
los fanzines...).
La informatización de los circuitos sociales y económicos plantea también
nuevos desafíos a la cultura y, por tanto, a la educación. Así pues, la educación
social, en el área de arte y cultura, ha de hacer a los sujetos capaces de asimilar
el entorno cultural y artístico en el que viven, desde una posición reflexiva y
crítica, la cual los habilitará, a su vez, para un futuro que, muy probablemente,
no será ajeno a los efectos de la globalización de la economía y de la navegación
por redes informáticas.
1) Expresarse con capacidad creativa, con los medios técnicos, instrumentos
y sistemas de representación visual y plástica de uso más frecuente en el
entorno social amplio.
2) Respetar y apreciar todo tipo de arte, ya sea del propio marco cultural o
de otros.
3) Respetar y valorar críticamente los aspectos culturales tradicionales y los
más frecuentes del propio marco cultural.
4) Interesarse por participar en las actividades artísticas y culturales que se
realicen en el entorno social con una actitud abierta y receptiva.
5) Valorar el enriquecimiento personal que representan las aportaciones de
los otros.
6) Valorarla importancia del lenguaje audiovisual y plástico como medio para
canalizar la expresión de sentimientos e ideas.

ÁREA DE JUEGOS Y DEPORTES

En términos generales, puede decirse que el juego es uno de los grandes


temas postergados en educación social, pero no así el deporte. Insistiremos, por
tanto, aquí en la importancia del primero. Se trata de un espacio que no sólo
permite que los sujetos «se lo pasen bien», sino que se constituye como espacio
para la simbolización: he aquí su interés.
La conceptualización es una toma de distancia respecto al cuerpo; permite
preparar el hacer, sustituirlo, expresar lo no hecho. Éste es el proceso de
normalización social. El problema estriba en cómo lo se plantea y, en nuestro
caso, cómo la educación social se propone como un espacio para la elaboración
de las problemáticas que el proceso de socialización plantea al sujeto.
El juego y el deporte se postulan como un área para propiciar ese trabajo.
El paso del juego «libre» al juego dirigido (predeportivo) y al deporte responde a
momentos diferentes en el proceso de socialización del sujeto. En la primera
infancia, el primero no puede ser sustituido por ninguno de los otros dos.
A partir de los 12 años, el púber suele abandonarlas formas
«espontáneas» del juego para continuar con sus modalidades más
estructuradas, predeportivas y deportivas. Éstas son siempre un reto: en algunas
prevalece la prueba de fuerza y de rapidez (como, por ejemplo, las carreras, el
patinaje, etc.); otras se desarrollan como sistema organizado de reglas.
Lo que importa como función cultural del deporte es el tránsito de la
diversión momentánea a una organización estructurada, estable (campeonatos,
clubes.:.), donde el sistema de reglas se legitima y estandariza.
La expresión corporal y el teatro son otras maneras de trabajo corporal y
gestual que amplían las posibilidades expresivas, de comunicación y creatividad.
En la actualidad, el juego se amplía hacia la franja de la adolescencia en
dos modalidades: los llamados «juegos de rol» y los emergentes en la aplicación
de las nuevas tecnologías.
Todas las modalidades son de interés para el trabajo de socialización; se
dará prioridad a unas u otras según las particularidades de los sujetos atendidos.

1) Participar, con independencia del nivel de destreza alcanzado, en


actividades lúdicas y deportivas, mostrando una actitud de cooperación y
respeto.
2) Apreciar la riqueza expresiva en los movimientos y en cualquier
manifestación cultural basada en la destreza motriz.
3) Adaptar, variar, componer e improvisar patrones, habilidades y destrezas
expresivas del gesto y del movimiento.
4) Manifestar actitudes de autoexigencia y superación ante las actividades
deportivas y lúdicas, ya sean de tipo competitivo o de participación activa.
5) Valorar los aspectos positivos de la práctica de actividades físicas (tanto
de carácter deportivo como lúdico), en lo que hace a la mejora de la calidad
de vida en los diferentes aspectos.
6) Valorar los aspectos relacionales que tienen las diferentes actividades y,
en particular, los deportes y juegos que vinculan al sujeto con el entorno
inmediato y con lo social amplio.
7) Participar en actividades lúdicas relacionadas con las nuevas tecnologías,
valorando las mismas.

(*) Extracto de NÚÑEZ, V. y PLANAS, T. (1997): “La educación social


especializada. Historia y perspectivas: una propuesta metodológica” en
PETRUS, A. (coordinador): Pedagogía Social. Barcelona, Ariel.

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