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1 Tiene aplicación al respecto la Jurisprudencia 1ª. /J.

14/2001 de la Novena
Época del Semanario Judicial y su Gaceta, Tomo XIV, Septiembre de 2001,
Página: 175, con número de registo:188832, bajo el rubro y tenor literal siguiente:
ESTADO DE CUENTA CERTIFICADO POR EL CONTADOR PÚBLICO
FACULTADO POR LA INSTITUCIÓN DE CRÉDITO. PARA ESTABLECER SU
VINCULACIÓN CON EL CONTRATO O PÓLIZA EN QUE CONSTA EL
CRÉDITO, NO SE REQUIERE DE DATO ESPECÍFICO Y DETERMINADO, SINO
DE AQUELLOS QUE SEAN SUFICIENTES PARA DEMOSTRARLA. El artículo
68 de la Ley de Instituciones de Crédito confiere la calidad de título ejecutivo a la
vinculación de estos dos documentos, a saber: el contrato o la póliza en el que se
haga constar el crédito otorgado por la institución, y si bien no proporciona ni
sugiere dato o requisito formal alguno para demostrar la unión o el vínculo entre
ambos documentos, es necesarios que en ellos se contengan los elementos
indispensables para poder ejercer las acciones que deriven del incumplimiento de
las obligaciones que aquéllos generen; de modo que el Juez habrá de ponderar en
cada caso de qué elementos se trata, pero no es dable exigir alguno específico y
determinado para demostrarlo, toda vez que si en el precepto aludido el legislador
no lo estableció, no hay razón alguna para que el intérprete los establezca, ni
siquiera en aras de procurar certeza jurídica, pues se correría el riesgo de
desvirtuar la finalidad de esa disposición, ya porque, en ciertos casos, pese a estar
reunidos los requisitos expresamente pedidos no se demuestra la identidad, o bien
porque, aunque no se cumplan todos, la identificación esté plenamente
demostrada, con el adicional inconveniente de que se discriminaran otros datos
que, utilizados en ciertos casos peculiares o surgidos de los avances tecnológicos,
podrían ser igualmente idóneos para este fin. Por ello, ni el nombre de todos los
deudores ni cualquier otro dato específico y determinado puede considerarse
como elemento necesarios y suficiente para demostrar la correspondencia entre
ambos documentos, lo mismo que tampoco cualquiera de ellos puede ser
ignorado, salvo que sean varios los acreditados y sólo se demande a algunos de
ellos puede ser ignorado, salvo que sean varios los acreditados y sólo se
demande a algunos de ellos, pues entonces sí, de optar por el nombre de los
deudores como medio de identificación, debe indicarse expresamente cuando
menos el de todos aquellos contra los que se ejerza la acción.
2 Aplicación directa de la tesis de la Novena Época, con número de registro
169769, sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
Nación y publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gatea, tomo
XXVII, de abril de 2008, visible en su página 360 y bajo la tesis 11. XXXI/2008, con
el rubro y texto que dicen: “VÍA EJECUTIVA MERCANTIL. PARA SU
PROCEDENCIA, EL CONTRATO DE CRÉDITO PREVISTO EN EL ARTÍCULO
68 DE LA LEY DE INSTITUCIONES DE CRÉDITO CONSTITUYE UN TÍTULO
EJECUTIVO ÚNICAMENTE CUANDO SE PRESENTA JUNTO CON EL ESTADO
DE CUENTA CORRESPONDIENTE. En los contratos de crédito, sean simples o
en cuenta corriente, el estado de cuenta certificado por el contados facultado por
la institución acreedora es el documento que sirve de base para determinar el
monto a cargo de los acreditados respecto del crédito otorgado por aquélla. Esto
es, al ser instrumento que contiene el desglose y soporte documental de las
diversas operaciones bancarias que originan el saldo a pagar, el estado de cuenta
dota liquidez y de certeza a las obligaciones contenidas de manera más abstracta,
en los contratos de crédito. Por tanto, para la procedencia de la vieja ejecutiva
mercantil, el contrato de crédito previsto en el artículo 68 de la Ley de Instituciones
de Crédito constituye un título ejecutivo únicamente cuando se presenta junto con
el estado de cuenta correspondiente, pues sólo así puede considerarse como un
documento autosuficiente para

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