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Introducción

Los coronavirus son una familia de virus que suelen causar enfermedades en
animales, aunque algunos pueden afectar también a humanos. En las personas
pueden producir infecciones respiratorias que pueden ir desde un resfriado común
hasta enfermedades más graves. En el 80% de los casos, la infección por este nuevo
coronavirus, denominado oficialmente SARS-CoV-2, produce síntomas respiratorios
de carácter leve. Con el nombre de COVID-19 se denomina la enfermedad
respiratoria producida por este virus.

El virus infeccioso afectó de manera inicial a individuos en la ciudad de Wuhan,


sobre todo a personas que trabajaban o frecuentaban ciertos mercados de animales.
Al principio, se pensaba que el virus se propagaba desde los animales (quizá
murciélagos o pangolines) a las personas; sin embargo, pronto comenzaron a
identificarse personas afectadas que no habían estado expuestas a mercados de
animales, lo que indicaba que ocurría transmisión de persona a persona. Además,
algunos estudios indican que el virus permanece estable durante varias horas o días
en aerosoles y en superficies; por tanto, las personas pueden adquirir el virus a través
del aire o después de tocar objetos contaminados. Debido a las numerosas incógnitas
sobre este nuevo coronavirus y la rapidez con que sucede su propagación, los
profesionales de la salud y los epidemiólogos están muy preocupados. El 30 de
enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró que COVID-19 era una
urgencia sanitaria mundial y el 11 de marzo de 2020 anunció oficialmente que
COVID-19 es una pandemia (epidemia mundial).

Este virus y la enfermedad infecciosa que produce son tan "nuevos" y poco
conocidos que vamos avanzando poco a poco en su conocimiento y manejo de la
infección, y vamos actualizando las recomendaciones en función de este
conocimiento.
El coronavirus, COVID-19

Los coronavirus comprenden un grupo principal de virus de animales comunes que


típicamente infecta a mamíferos y aves. El nombre coronavirus (latín corona, que
significa corona o una apariencia de halo) proviene de la forma del virus cuando se
lo observa con el microscopio electrónico. Se ha determinado que menos de 10
coronavirus causan enfermedades en humanos; sin embargo, en el siglo XXI,
algunos coronavirus emergentes causaron enfermedades graves y contagiosas, en
especial neumonía u otras enfermedades respiratorias. El SARS-CoV-19 (COVID-
19) se propaga de persona a persona por el contacto con las gotas respiratorias que
proceden de personas infectadas (al toser, estornudar e incluso hablar) y que se
transmiten directamente a la boca, nariz y ojos de la persona sana. También
mediante las secreciones de la persona infectada que contaminan las manos o los
objetos con los que pueden entrar en contacto: superficies de muebles y objetos,
pomos de puertas, cubiertos, toallas, etc.

También se ha encontrado en la sangre y en las heces, aunque se desconoce el peso


que puedan tener estas vías en el contagio. La evidencia actual pone de manifiesto
que es poco probable el contagio a través de estas gotitas a una distancia mayor de
los 2 metros. Asimismo, se ha demostrado la transmisión de la infección a partir de
casos asintomáticos, en la fase previa (1 - 2 días antes) a la aparición de los síntomas
y hasta 5 -6 días después de la desaparición de los síntomas.

En general, desde que te contagias con el virus hasta que tienes síntomas pasan entre
4 y 7 días de promedio, tiempo que se puede alargar hasta los 14 días. Es por ello
que las cuarentenas se han establecido en este plazo de tiempo. Hasta ahora no se
demostrado que las mascotas y animales de compañía tengan riesgo de padecer la
enfermedad ni que sean capaces de transmitirla a los humanos. Tampoco hay
evidencia de que los alimentos sean una fuente de transmisión del coronavirus.

Las personas infectadas por COVID-19 muestran un amplio espectro de síntomas,


que van desde una enfermedad leve similar al resfriado o la gripe hasta una
dificultad respiratoria grave e incluso la muerte. Los síntomas típicos incluyen tos,
fiebre, acortamiento de la respiración y dificultades para respirar. Aunque son
necesarias más determinaciones, los síntomas han aparecido en tan solo 2 días o
hasta 14 días después de la exposición al coronavirus. Este rango es similar al que se
observa con el periodo de incubación de los virus MERS; sin embargo, el COVID-
19 es diferente del coronavirus que causa MERS o SARS. A pesar de esto, los
análisis genéticos preliminares sugieren que el nuevo virus surgió de un virus
relacionado con el SARS.

La posibilidad de contraer el COVID-19 es baja para las personas que no están


ubicadas en un área donde se experimenta propagación del COVID-19, o para
aquellos que no han viajado desde una de dichas áreas o no han estado en contacto
cercano con alguien que se siente mal. El riesgo se vuelve más grave para aquellos
que se encuentran en un área donde se experimenta un brote del COVID-19; dichas
personas deben seguir los consejos emitidos por las autoridades sanitarias nacionales
y locales. Aunque el COVID-19 sólo causa una enfermedad leve en la mayoría de
las personas, el virus puede enfermar de gravedad a algunos individuos y en un
porcentaje menor de casos, la enfermedad es fatal. Las personas mayores y aquéllas
con afecciones médicas preexistentes (como presión arterial alta, problemas
cardiacos o diabetes) parecen ser más vulnerables. Las recomendaciones estándar
para prevenir la propagación de la infección incluyen lavarse las manos con
regularidad y cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar. También es importante
evitar el contacto cercano con cualquier persona que presente síntomas de
enfermedades respiratorias, en especial tos y estornudos.

Los coronavirus comprenden un grupo principal de virus de animales comunes que


típicamente infecta a mamíferos y aves. El nombre coronavirus (latín corona, que
significa corona o una apariencia de halo) proviene de la forma del virus cuando se
lo observa con el microscopio electrónico. Se ha determinado que menos de 10
coronavirus causan enfermedades en humanos; sin embargo, en el siglo XXI,
algunos coronavirus emergentes causaron enfermedades graves y contagiosas, en
especial neumonía u otras enfermedades respiratorias. Dos de las enfermedades por
coronavirus más importantes son el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), que
se informó de manera inicial en Asia en 2003 y afectó a más de 8000 personas (con
774 muertes) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS), que se informó
por primera vez en Arabia Saudita en 2012 y afectó a más de 2500 personas
(incluidas al menos 860 muertes).

A fines de marzo de 2020, el COVID-19 ya se confirmó en más de 470 000 personas


en todo el mundo, y ya fallecieron alrededor de 21 000 personas. Más de 81 000
personas se infectaron en China, con más de 3200 muertes. Sin embargo, como
resultado de las cuarentenas y las restricciones del movimiento personal, el ritmo de
la infección en China se redujo en forma drástica. 

Causas

La infección con el nuevo coronavirus (síndrome respiratorio agudo grave


coronavirus 2, o SARS-CoV-2), causa la enfermedad por coronavirus 2019
(COVID-19).

El virus que causa la COVID-19 se trasmite fácilmente entre las personas, y, con el
paso del tiempo, se continúa descubriendo más sobre cómo se propaga. Los datos
muestran que principalmente se contagia de persona a persona entre aquellos que
están en contacto cercano (dentro de aproximadamente 6 pies, o 2 metros). El virus
se trasmite por gotitas respiratorias que se liberan cuando alguien que tiene el virus
tose, estornuda o habla. Una persona que está cerca puede inhalar estas gotitas, o las
gotitas pueden caerle en la boca, los ojos, o la nariz.

En algunas situaciones, el virus que causa la COVID-19 puede propagarse cuando


una persona se ve expuesta a pequeñas gotitas o aerosoles que permanecen en el aire
por varios minutos u horas — esto se conoce como trasmisión por el aire. Todavía
no se sabe si es común que el virus se trasmita por este medio.

También puede propagarse cuando una persona toca una superficie o un objeto
donde se encuentra el virus y luego se toca la boca, la nariz, o los ojos, aunque no se
considere que esta sea una de las principales maneras en que se trasmite.

Han ocurrido algunos casos de reinfección con el virus que causa la COVID-19,
pero ha sido poco común.
Factores de riesgo

Los factores de riesgo para la COVID-19 parecen incluir:

 contacto cercano (menos de 6 pies o 2 metros) por más de 5 minutos con alguien que
tiene la COVID-19

 que una persona infectada haya tosido o estornudado muy cerca de ti

Transmisión

De persona a persona

Las rutas de transmisión de persona a persona del agente etiológico SARS-CoV-


2 incluyen la transmisión directa por inhalación de microgotas y aerosoles liberadas
a través de tos, estornudos, la respiración o el habla, o por contacto de las manos con
superficies contaminadas, que luego tocan las membranas mucosas orales, nasales u
oculares. También se puede transmitir a través de la saliva, y posiblemente por
la ruta fecal-oral.

Un estudio con 2143 niños sugiere que este grupo de la población puede ser un
factor crítico en la rápida propagación de la enfermedad.

Persistencia en superficies

De acuerdo con los estudio publicados en las revistas científicas New England


Journal of Medicine (el 17 de marzo de 2020) y The Lancet Microbe (2 de abril), la
persistencia en las distintas superficies es la siguiente:

 Papel y pañuelos de papel**: 3 horas


 Cobre*: 4 horas
 Cartón*: 24 horas
 Madera**: 2 días
 Tela**: 2 días
 Acero inoxidable*: 2-3 días
 Plástico de polipropileno*: 3 días
 Cristal**: 4 días
 Billetes**: 4 días
 La parte de fuera de una mascarilla**: 7 días
(*) De 21º a 23º y a 40% de humedad relativa.
(**) A 71º y a 65% de humedad relativa.

La Organización Mundial de la Salud recomienda por este motivo que se desinfecten


las superficies, especialmente en el entorno sanitario. Fuera de este, el rol que puede
tener la transmisión por fómites es desconocido, pero menos importante que cuando
se produce por contacto estrecho con una persona infectada.

Síntomas
Los signos y síntomas de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) pueden
aparecer entre dos y 14 días después de la exposición al virus. Este período entre la
exposición y antes de la aparición de los síntomas se llama el período de incubación.
Los signos y los síntomas más comunes pueden incluir:

 Fiebre

 Tos

 Cansancio

Los primeros síntomas de la COVID-19 pueden incluir pérdida del gusto o del


olfato.

Otros síntomas pueden incluir:

 Falta de aire o dificultad para respirar

 Dolores en los músculos

 Escalofríos

 Dolor de garganta

 Goteo de la nariz

 Dolor de cabeza
 Dolor en el pecho

 Conjuntivitis

Esta lista no incluye todos los signos y síntomas posibles. Se han reportado otros
síntomas menos comunes, como erupción en la piel, náuseas, vómitos, y diarrea. Los
niños presentan síntomas similares a los de los adultos, y generalmente tienen una
enfermedad leve.

La gravedad de los síntomas de la COVID-19 puede ser de muy leve a extrema.


Algunas personas pueden tener solo unos pocos síntomas, y otras quizás no tengan
ninguno. En algunas personas quizás los síntomas empeoren, como más problemas
para respirar y neumonía, aproximadamente una semana después de comenzar.

Los adultos mayores corren un riesgo más alto de enfermarse de más gravedad con
la COVID-19, y el riesgo aumenta con la edad. Las personas que ya tienen
afecciones de salud crónicas también pueden tener un riesgo más alto de enfermarse
gravemente. Ciertas afecciones de salud que aumentan el riesgo de enfermarse de
gravedad con la COVID-19 incluyen:

 Enfermedades cardíacas graves, como insuficiencia cardíaca, enfermedades de las


arterias coronarias, o miocardiopatía

 Cáncer

 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc)

 Diabetes tipo 2

 Obesidad, u obesidad grave

 Fumar

 Enfermedad renal crónica

 Enfermedad de células falciformes

 Sistema inmunitario debilitado por trasplante de órganos sólidos


El riesgo de una enfermedad más grave puede aumentar por otras afecciones, como
ser:

 Asma

 Enfermedad hepática

 Sobrepeso

 Enfermedades pulmonares crónicas, como fibrosis quística o fibrosis pulmonar

 Afecciones del cerebro y del sistema nervioso

 Sistema inmunitario debilitado por trasplante de médula ósea, vih, o algunos


medicamentos

 Diabetes tipo 1

 Presión arterial alta

Esta lista no incluye todos los signos y síntomas posibles. Otras afecciones de salud
de fondo pueden aumentar el riesgo de enfermarte de gravedad con la COVID-19.

Complicaciones

Aunque en su mayoría las personas con la COVID-19 tienen síntomas entre leves y


moderados, la enfermedad puede llevar a complicaciones médicas graves y, en
algunas personas, causar la muerte. Los adultos mayores o las personas con
afecciones crónicas están a mayor riesgo de enfermarse gravemente con la COVID-
19.

Algunas de las complicaciones pueden incluir:

 Neumonía y problemas para respirar

 Insuficiencia de varios órganos

 Problemas cardíacos

 Una afección pulmonar que hace que poca cantidad de oxígeno pase a través del
torrente sanguíneo a los órganos (síndrome de dificultad respiratoria aguda)
 Coágulos sanguíneos

 Lesión renal aguda

 Infecciones virales y bacterianas adicionales

Las complicaciones incluían el síndrome de dificultad respiratoria aguda (resultado


positivo para RT-PCR en tiempo real en la muestra de plasma), lesión cardíaca
aguda, e infección secundaria. Fueron ingresados en una UCI 13 pacientes (32 %) y
seis murieron (15 %). En un comentario clínico de la misma revista, se presenta una
comparación de la presentación clínica frente a otros coronavirus emergentes
(SARS y MERS); entre otros datos clínicos en los casos estudiados por el momento,
cabe destacar que los síntomas de las vías respiratorias superiores son notablemente
infrecuentes (por ejemplo, ningún paciente presentaba dolor de garganta).

Las complicaciones más frecuentes son neumonía y fallo multiorgánico que en


ocasiones provocan la muerte.

La investigación clínica encontró que se detecta una alta concentración


de citoquinas en el plasma de pacientes críticos infectados con SARS-CoV-2, lo que
sugiere que la tormenta de citocinas se asociaba con la gravedad de la enfermedad

Además, el COVID-19 puede predisponer a la enfermedad tromboembólica arterial


y venosa debido a la inflamación excesiva, hipoxia, inmovilización y coagulación
intravascular diseminada (CID). Sorprendentemente, las
complicaciones trombóticas apenas se han descrito. El conocimiento preciso de la
aparición de complicaciones trombóticas en pacientes con COVID-19 es importante
para la toma de decisiones con respecto a la intensidad de la tromboprofilaxis,
especialmente en pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI)
que tienen un riesgo trombótico más alto. En un estudio publicado el 11 de abril de
2020, se evidenció que había unos 31 % de complicaciones trombóticas en pacientes
con COVID-19 hospitalizados en UCI.

Manejo del brote

Una parte clave de las actuaciones en un brote de enfermedad infecciosa es tratar de


disminuir el pico epidémico, conocido como aplanamiento de la curva epidémica.
Esto ayuda a disminuir el riesgo de que los servicios de salud se vean sobrepasados
y proporciona más tiempo para desarrollar una vacuna y un tratamiento. El
distanciamiento social y el aislamiento de las poblaciones infectadas pueden
contener la epidemia.

Medidas preventivas

Algunas organizaciones internacionales, como la OMS, han publicado medidas


preventivas para reducir la transmisión del virus. Son similares a las que se han
recomendado para prevenir la infección por otros coronavirus e incluyen:

 Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.


 Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con la sangría o fosa cubital (la
concavidad que forma la cara interna del brazo al flexionarlo por el codo).
 Mantener al menos un metro de distancia de otras personas, «particularmente
aquellas que tosan, estornuden y tengan fiebre».
 Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
 Ir al médico en caso de fiebre, tos y dificultad para respirar, llamando con antelación
si se encuentra en zonas donde se está propagando el virus o si se las han visitado en
los últimos 14 días.
 Permanecer en casa si empieza a encontrarse mal, aunque se trate de síntomas leves
como cefalea y rinorrea leve, hasta que se recupere si se encuentra en zonas donde
se está propagando el virus o si se las han visitado en los últimos 14 días.22

Para reducir las posibilidades de infectarse, las organizaciones sanitarias


recomiendan evitar el contacto cercano con personas enfermas; lavarse las manos
frecuentemente con agua y jabón; no tocarse los ojos, la nariz o la boca con las
manos sin lavar; y practicar una buena higiene respiratoria.

Se recomienda a las personas que ya estén infectadas que se queden en casa, excepto
para recibir atención médica, llamar con antelación antes de visitar a un proveedor
de atención médica, usar una mascarilla facial (especialmente en público), tapar la
tos y los estornudos con un pañuelo desechable, lavarse las manos regularmente con
agua y jabón, y evitar compartir artículos personales del hogar. Dependiendo de la
legislación de cada país, el contagio intencionado del virus está penado de acuerdo
al ordenamiento jurídico de donde ocurra el hecho.

Actualmente (2 de abril de 2020) no existe vacuna.


El gobierno de Hong Kong advirtió a cualquiera que viaje fuera de la ciudad que no
toque animales; no coma carne de caza; y evite visitar mercados húmedos, mercados
de aves vivas y granjas No hay evidencia de que las mascotas, como perros y gatos,
puedan infectarse. El gobierno de China ha prohibido el comercio y el consumo
de animales salvajes.

Para los proveedores de atención médica que cuidan a alguien que pueda estar
infectado, se recomiendan precauciones estándar, precauciones de contacto y
precauciones contra los virus transmitidos por el aire así como llevar protección
ocular.

Lavado de manos

Se recomienda lavarse las manos para evitar la propagación del coronavirus.


Los CDC recomiendan:

Lavarse las manos a menudo con agua y jabón durante al menos 20


segundos, especialmente después de ir al baño; antes de comer; y después de
sonarse la nariz, toser o estornudar.

 Si no hay agua y jabón disponibles, usar un desinfectante de manos a base de


alcohol con al menos un 60 % de concentración. Siempre lavarse las manos con
agua y jabón si las manos están visiblemente sucias.

Las personas deben evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca con las manos sin
lavar

El SARS-CoV-2 puede sobrevivir y permanecer contagioso en superficies


inanimadas como metal, vidrio o plástico por varios días. Los métodos para eliminar
el virus de las superficies incluyen desinfectantes a base de cloro, etanol al
75 %, ácido peracético y cloroformo.

Higiene respiratoria

Póster sobre 'Estilos de pelo en la cara y respiradores con máscara filtrante'


publicado por los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU.

Las organizaciones de salud recomiendan cubrirse la boca y la nariz con el codo


flexionado al toser o estornudar o cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo
desechable (que luego debe desecharse de inmediato) y a continuación lavarse las
manos con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón.

Aquellos que sospechan que están infectados deben usar una mascarilla quirúrgica
(especialmente cuando están en público) y llamar a un médico para recibir
asesoramiento médico. Al limitar el volumen y la distancia de viaje de las gotas
respiratorias dispersas al hablar, estornudar y toser, las máscaras pueden beneficiar
la salud pública al reducir la transmisión de aquellos infectados sin saberlo.

Si no hay una máscara disponible, cualquier persona que experimente síntomas


respiratorios debe cubrirse con un pañuelo al toser o estornudar, desecharlo
rápidamente en la basura y lavarse las manos. Si no está disponible un tejido, las
personas pueden cubrirse la boca o la nariz con el codo flexionado.

Las máscaras también se recomiendan para quienes cuidan a alguien que pueda tener
la enfermedad. Enjuagar la nariz, hacer gárgaras con enjuague bucal y comer ajo no
son métodos efectivos.

La OMS aconseja las siguientes mejores prácticas para el uso de mascarillas:

 Coloque la máscara con cuidado para cubrir la boca y la nariz y átela de forma
segura para minimizar cualquier espacio entre la cara y la máscara; mientras esté en
uso, evite tocar la máscara;
 Quítese la máscara usando la técnica apropiada (es decir, no toque la parte delantera
sino que quite el encaje por detrás);
 Después de retirarlo o cada vez que toque inadvertidamente una máscara usada,
limpie las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o jabón y agua
si está visiblemente sucia;
 Reemplace las máscaras con una nueva máscara limpia y seca tan pronto como se
humedezcan;
 No reutilice máscaras de un solo uso; deseche las máscaras de un solo uso después
de cada uso y deséchelas inmediatamente después de retirarlas.

Se recomienda a los profesionales de la salud que interactúan directamente con las


personas que tienen la enfermedad que usen respiradores al menos tan protectores
como el N95 certificado por NIOSH, el estándar FFP2 de la UE o equivalente,
además de otros equipos de protección personal.132133
No hay evidencia que demuestre que las máscaras protegen a las personas no
infectadas con bajo riesgo, y usarlas puede crear una falsa sensación de seguridad.
Las máscaras quirúrgicas son ampliamente utilizadas por personas sanas en Hong
Kong, Japón, Singapur y Malasia.

Autoaislamiento

Además de la guía mencionada anteriormente sobre el lavado de manos y la higiene


respiratoria, los organismos de salud pública aconsejan que las personas enfermas
que sospechan que pueden tener COVID-19 deben restringir las actividades fuera
del hogar, excepto para obtener atención médica:

 No ir al trabajo, la escuela o las áreas públicas. Evitar el uso de transporte público,


viajes compartidos o taxis.
 Llamar con antelación antes de visitar a un médico.
 Separarse de otras personas y animales en el hogar; no compartir artículos
personales; usar un baño separado si está disponible.
 Usar un limpiador doméstico para limpiar todas las superficies que se tocan con
frecuencia (mostradores, inodoros, perillas de puertas, etc.) todos los días.

Medidas de prevención recomendadas por la OMS incluyen el lavado regular de


manos con agua y jabón, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado cuando
se va a toser o estornudar y evitar el contacto directo con personas que muestren
síntomas de enfermedad respiratoria sin medidas de protección adecuadas. Además
se ha recomendado evitar el contacto con animales, tanto vivos como muertos, en las
zonas donde se está propagando el virus y, una recomendación para reducir también
el riesgo de otras enfermedades infecciosas, solamente comer carne o huevos si
están bien asados o cocinados.

Distanciamiento social

El distanciamiento social incluye acciones de control de infecciones destinadas a


retrasar la propagación de la enfermedad al minimizar el contacto cercano entre las
personas. Los métodos incluyen cuarentenas, restricciones de viaje y cierre de
escuelas, lugares de trabajo, estadios, teatros o centros comerciales. Las personas
también pueden aplicar métodos de distanciamiento social limitando los viajes,
evitando áreas llenas de gente y alejándose físicamente de las personas enfermas.
Muchos gobiernos ahora exigen o recomiendan el distanciamiento social en las
regiones afectadas por el brote.

Los adultos mayores y aquellos con afecciones crónicas graves se enfrentan a un


mayor riesgo de enfermedades graves y complicaciones por COVID-19 y los CDC
de Estados Unidos les han aconsejado que eviten las multitudes y se queden en casa
tanto como sea posible en áreas de brote comunitario.

Algunos países, como Canadá o Estados Unidos, emitieron directrices para no darse
la mano, abrazarse o besarse. Algunos países como India han recomendado a sus
ciudadanos que se debe evitar escupir en lugares públicos. La Organización Mundial
de la Salud (OMS) ahora recomienda para la población en general mantener «al
menos 1 metro (3 pies) de distancia entre usted y las demás personas,
particularmente aquellas que tosan, estornuden y tengan fiebre».
Conclusión

La naturaleza de la pandemia y sus graves consecuencias ha obligado a que así sea,


prevaleciendo los estudios observacionales, con los sesgos que estos conllevan, a ser
usados como guías para establecer conductas y justificaciones terapéuticas que con
frecuencia, han requerido ser modificadas o suspendidas en corto plazo. En otras
ocasiones se han  mantenido e inclusive formado parte de protocolos de usos locales
sin sustento real sobre su beneficio, generando en nuestra comunidad médica
confusión y una suerte de vacío en las conductas a tomar en especial en el grupo de
pacientes en fases tempranas de la enfermedad, bien sean asintomáticos o con
síntomas  ligeros.

En el caso de pacientes con síntomas respiratorios que cumplen criterios para


hospitalización o con enfermedad severa o crítica,  si bien no se tiene una terapéutica
definida con beneficios clínicos comprobados, existen protocolos  basados en la
comprensión de los mecanismos de daño (estado pro-coagulantes, condición de
hiperinflamación o tormenta de citoquinas )  que en general son coincidentes en
muchos países e instituciones, por ejemplo el uso de anticoagulacion a dosis
profilácticas o terapeuticas, o el uso de corticoesteroides, así como conductas
definidas ante la presencia de enfermedades subyacentes. 

Nos encontramos en tiempo real tratando de narrar la evolución de esta enfermedad,


entendiendo que el tiempo, como siempre, será el testigo objetivo de la verdad y
juez de nuestros aciertos y desaciertos.                   

Se han autorizado y recomendado en Estados Unidos vacunas para prevenir el


COVID-19. Las vacunas están siendo usadas bajo una autorización de uso de
emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) por la Administración de Alimentos y
Medicamentos (FDA). La FDA determinó que las vacunas cumplen con los
requisitos científicos de seguridad, efectividad y calidad en su fabricación necesarios
para aprobar su uso de emergencia. En la actualidad, el suministro de vacunas es
limitado, por lo que lo que tomará algún tiempo para que se puedan vacunar todas
las personas. Cada vacuna se administra en dos dosis. 

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