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ÁMBITO FARMACÉUTICO

ETNOFARMACIA

La farmacopea tibetana
MANUEL PIJOAN
Biólogo y químico.

Plantas medicinales,
en un tratado tibetano
del siglo XVII.

Perdido en el corazón de Asia, en una inmensa meseta de unos 4.000 metros


de altitud media, el Tíbet está rodeado de cadenas montañosas entre
las cuales figuran algunas de las cumbres más altas del planeta.
En este lugar único se desarrolló una compleja medicina que todavía
es practicada por los tibetanos exiliados en la India. Sustancias
tan heterogéneas como plantas, piedras preciosas, metales triturados,
orina de vaca, orugas infectadas de hongos o incluso bilis de elefante
forman parte de su farmacopea.

A pesar de su áspero clima y de


padecer temperaturas extre-
mas, el Tíbet ha sido repetidas
pas y montañas nevadas, en esta tie-
rra inhóspita y yerma, tan difícil de
colonizar? Quizá lo mismo que nos
impresionado por las enseñanzas
de uno de sus lamas, un religioso
de la secta Sakya-pa, que, tras con-
veces codiciado por sus vecinos, en impacta a nosotros, la felicidad vertir a éste en su preceptor impe-
particular por los mongoles, que lo interior de unas gentes que viven rial, decretó que el lamaísmo sería
invadieron en el siglo XIII, y por los desprovistas de toda riqueza mate- la religión oficial del Celeste
chinos, que lo incorporaron a su rial y el poder espiritual de un sis- Imperio. Kublai Kan no se limitó
territorio en el XVIII y lo mantuvie- tema religioso, el lamaísmo, que a dar preponderancia a los Sakya-
ron aislado del resto del mundo hizo del Techo del Mundo el sím- pa, sino que invistió además a su
hasta principios del siglo XX. ¿Qué bolo mismo de la espiritualidad. primer lama principal de un ver-
veían mongoles y chinos en este El emperador mongol Kublai dadero poder temporal en trece
esplendor vacío de ilimitadas este- Kan, en todo caso, quedó tan provincias tibetanas, sentando así
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los fundamentos de una teocracia


que durante siglos habría de llevar
las riendas del Tíbet. A mediados
del siglo XIV, sin embargo, el clan
de los Sakya-pa, privado de la
ayuda militar de unos kanes mon-
goles demasiado ocupados en
luchar con la creciente oposición
nacional en China, perdió su poder
temporal en beneficio de otra
familia, los Lang, que controlaron
todo el Tíbet central y se erigieron
en herederos de la antigua monar-
quía tibetana.
A finales del siglo XIV, mientras
los Lang afianzaban su poder en el
Tíbet y los Ming iniciaban su rei-
nado en China, Tsong Kapa, un
gran reformador religioso, fundó la
secta Dge-lugs-pa o de los Gorros Médico y chamán, sanador del cuerpo y del espíritu.
Amarillos, que pronto había de
convertirse en la principal secta importante de su historia —no por colaboración futura entre ambos
lamaísta. En 1578, el tercer suce- casualidad lo designan como el países.
sor reencarnado de Tsong Kapa Gran Quinto— extendió su Gran constructor y monarca
recibió del emperador mongol influencia hasta los confines de erudito, Ngag-dbang-blobzang edifi-
Altan Kan el título de dalai-lama Asia central, cubriendo la superfi- có en Lhassa, sobre las ruinas del casti-
o lama oceánico, esto es, el lama cie entera del Tíbet y gran parte llo de los primeros reyes del Tíbet, el
cuya sabiduría es tan vasta y pro- de los territorios dominados por célebre Potala. Frente a este impo-
funda como el océano. Su sucesor, los clanes mongoles. En 1644, nente edificio que sirvió de palacio
el cuarto dalai lama reencarnado, cuando los manchús se adueñaron de verano a los sucesivos dalais
fue un biznieto del emperador del trono de China, instaurando la lamas, sobre la Colina de Hierro
Altan, lo que contribuyó todavía dinastía de los Tsing, la influencia de evocativo nombre, el Gran
más a consolidar la secta de los del quinto dalai lama no decayó Quinto construyó el Chapkori, la
Gorros Amarillos. un ápice; más bien al contrario, ya primera gran escuela de medicina
Aunque el tercer sucesor de Tson que con él se inició la relación reli- del Tíbet. Lustros después, a prin-
Kapa fue el primero en recibir el giosa entre los dalai lamas y los cipios del siglo XX y durante la
título oceánico, esta designación se emperadores chinos que marcó la segunda y breve época de indepen-
otorgó luego, con carácter póstumo,
a sus dos predecesores. Así se explica
que al biznieto de Altan Kan no se
le considere como el segundo dalai
lama sino como el cuarto, y que el
primer detentor mítico de este
título fuera el nieto de Tsong
Kapa, su primer sucesor y el único
que tuvo con él un parentesco de
sangre.

Las escuelas de medicina


Más importante que estos prime-
ros sucesores de Tson Kapa fue, no
obstante, Ngag-dbang-blobzang,
el quinto dalai lama e iniciador
real de una teocracia que, pese a
las numerosas revueltas y altibajos,
consiguió regir los destinos del
Tíbet casi sin interrupciones hasta
1950. Hábil político y religioso
ferviente, este lama al que los tibe-
tanos consideran como el líder más Un chamán aspira las impurezas causantes de la enfermedad mediante un cuerno de cabra.
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sikhang. Pero la segunda escuela


de medicina de Lhassa languideció
pronto y finalmente perdió su
papel docente en 1959, cuando los
cien mil seguidores del décimo-
cuarto dalai lama emprendieron su
azaroso viaje hacia la India. Una
vez instalados en Dharamsala, los
30.000 tibetanos que sobrevivie-
ron a la travesía de los collados
más altos del mundo y a los pri-
meros años de exilio construyeron
monasterios para sus monjes y sus
maestros tántricos. Y, lo que es
más importante para los propósi-
tos de este artículo, el dalai lama
mandó construir la escuela de
medicina en Dharamsala a imagen
y semejanza de los antiguos cen-
tros médicos de Lhassa.
Por tercera vez en su historia, los
monjes tibetanos disponen desde
entonces de una escuela en la que
pueden aprender las 84.000 enfer-
medades del hombre, descritas
junto con sus tratamientos en los
Cuatro Tantras o Gyudshi, cada uno
de los cuales contiene 60.000 ver-
sos. Para dominar estos textos
médicos esenciales, el alumno debe
aprenderlos de memoria, al igual
que otros textos budistas. Y, como
sucede con estos otros textos, los
cuatro Gyudshis apenas se consultan
una vez finalizado su estudio, ya
que todo maestro que se precie
puede memorizar cada uno de sus
detalles para utilizarlos durante la
práctica médica o para transmitir-
los oralmente a sus discípulos.
Aunque incorpora asimismo téc-
nicas indias, chinas, persas, nepale-
Árbol que muestra las posibles evoluciones de diferentes enfermedades. sas e incluso griegas, la medicina
tibetana es, ante todo, fruto del
encuentro entre una religión filosó-
dencia plena del Tíbet moderno, el a restablecer el orden cósmico, fica —el lamaísmo— y de la rique-
decimotercero dalai lama fundó la como los chinos taoístas o los hin- za natural del Himalaya, cuyos ele-
segunda escuela de medicina. Se dúes de tradición ayurvédica, con- mentos vegetales, animales y mine-
trataba del Mentsikhang, un cen- siguieron dominarla por completo. rales han sido desde hace milenios
tro médico construido en Lhassa y Menos respetuosos de la tradi- su fuente de medicamentos. Si el
que, al igual que el Chapkori, ción que sus predecesores taoístas, lamaísmo, una rama del budismo
impartía las enseñanzas de una confucionistas o budistas, los chi- que conserva todavía muchos ele-
medicina original y compleja, que nos de la República Popular que mentos mágicos del antiguo cha-
había sido elaborada progresiva- invadieron el Tíbet en 1950 no manismo bonpoba, ha inspirado el
mente durante más de un milenio tardaron en arrasar el antiguo conjunto de las artes terapéuticas
de transmisión oral. De una medi- Chakpori de Lhassa y en sustituir- que conforman la medicina tibeta-
cina tan íntimamente ligada a la lo por un hospital moderno. En el na, su farmacopea, como sucede
vida cotidiana del Tíbet y, por nuevo hospital se permitió la prác- con muchas otras medicinas tradi-
tanto, a su religión y a su mística, tica de la medicina tradicional cionales, se nutre con los numero-
que ni siquiera sus vecinos más pero no su enseñanza, la cual, sos frutos de una tierra que, pese a
espirituales, más persuadidos de durante unos pocos años, se siguió su severidad y adustez, es inespera-
que la acción terapéutica equivalía impartiendo en el cercano Ment- damente pródiga.
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La importancia de la religión en
la medicina tibetana determina
que todos sus practicantes sean
monjes, lo cual no quiere decir
por supuesto que todos los mon-
jes puedan convertirse en médi-
cos. Para poder ejercer esta prácti-
ca, el monje tiene que estudiar los
Gyudshi y muchos otros textos,
completar su formación médica
con astrología y otras materias de
carácter más o menos mágico y,
sobre todo, con meditaciones
y rezos.
Durante los 5 años de estudios
en el centro médico de Dharamsa-
la, las jornadas semanales comien-
zan a las cinco de la mañana con
oraciones y meditación y terminan Representación de las enfermedades relacionadas con los trastornos del aire.
a las ocho de la noche con nuevas
plegarias. Los sábados se dedican a
la preparación de los medicamen- los, entre ellos muchos de los tibe- desorden de la bilis no necesaria-
tos, según técnicas a menudo len- tanos e indios que frecuentan las mente alude a la vesícula que
tas y complejas. Para aprender la largas aulas vacías del nuevo segrega este fluido, sino que puede
difícil farmacopea, el alumno uti- Mentsikhang de Dharamsala, y estar hablando asimismo del intes-
liza numerosos textos complemen- por supuesto todos los occidentales tino delgado, de los pulmones o
tarios, además de los Cuatro Tan- que, acudiendo a las mismas aulas, incluso de la vista.
tras o Gyudshi. Estos últimos sue- intentan desentrañar los secretos Así pues, los significados de estos
len ser bastante explícitos en cuan- de la medicina tibetana, sólo con- tres humores son muy amplios, tan
to a síntomas y tratamientos: en sigue conocer meros fragmentos de amplios como complejas y distin-
uno de ellos, por ejemplo, se ve a estas complejas enseñanzas. tas son las funciones que aseguran.
un monje que vomita en un campo Pese a su abrumadora compleji- No es de extrañar, por tanto, que
y en la leyenda se lee el tratamien- dad y a la diversidad de los modos esta complejidad se refleje en los
to prescrito. En otra lámina del de tratamiento, desde la moxibus- Gyudshi, y más específicamente en
mismo libro, una pareja hace el tión y el masaje hasta la adminis- el más introductorio y breve de los
amor, una escena que más parece tración de píldoras, la medicina cuatro, que es el Tantra Raíz, en el
aludir a la alegría de vivir que a un tibetana se basa en un modelo apa- que se explica que cada uno de los
estado patológico; pero lo que se rentemente simple. Más que el tres humores se divide, de hecho, en
pretende transmitir con esta ilus- diagnóstico y el tratamiento con- cinco tipos principales. Así, por
tración es el peligro que entraña la cretos de cada una de las miles de ejemplo, el viento puede ser susten-
actividad sexual excesiva —o más enfermedades que aparecen en los tador de vida, ascendente, penetran-
genéricamente el exceso de una Gyudshi, lo realmente importante te (esto es, que existe en todas las
actividad física— para el desequi- para los médicos del Tíbet es el partes del cuerpo), acompañante del
librio de los humores del cuerpo. mantenimiento y la restauración fuego —es decir, digestivo— o
Una vez formado, el monje del equilibrio entre tres factores vaciador hacia abajo. Análogamen-
médico accede a una posición físicos o humores: el viento o aire, te, la bilis puede ser digestiva, regu-
jerárquica tan sólo inferior a la del la bilis y la flema. ladora del color de la piel, determi-
lama. A veces, incluso, cumple las Cuando un médico tibetano nante visual (que permite ver) o res-
mismas funciones que este último, diagnostica una dolencia como ponsable del aclaramiento de la tez.
lo que incrementa su rango, aun- viento, suele referirse a un desor- Del equilibrio de los tres humo-
que no todos los médicos tibetanos den funcional, a un trastorno del res o, mejor dicho, del de los quin-
acceden al mismo nivel de conoci- sistema digestivo, del corazón o ce tipos en los que se subdividen
mientos. En vida, cada maestro del aparato circulatorio, a una estos tres, depende en definitiva la
elige, en efecto, un único discípulo afección del intestino grueso o a salud del individuo. Si, por algún
al que transmite todo su saber. Así un problema psicológico. Cuando factor externo, tal como una ropa
las cosas, el número de personas este mismo médico habla de un inapropiada para el clima, una
cuya elección por un maestro les trastorno de la flema, se refiere dieta inapropiada o un «espíritu
ha permitido aprender de memoria sobre todo a una condición no repentino» —esto es, un factor al
los conocimientos médicos trans- inflamatoria o a una afección cró- que, en términos más modernos,
mitidos y elaborados durante nica del estómago, del bazo o de denominaríamos infección bacte-
siglos no supera, según se estima, los riñones. Y en fin, cuando diag- riana o vírica—, se activa alguna
el centenar. El resto de los discípu- nostica una enfermedad como de las emociones aflictivas graba-
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las dos primeras ya hemos hablado


Mano derecha Mano izquierda
implícitamente al mencionar los
Bazo desequilibrios humorales; se trata
Intestino Intestino Hígado
Estómago delgado grueso de las rama causal y condicional,
Vesícula biliar
Riñón (masculino) (masculino) cuyas hojas indican los factores que
izquierdo Corazón (masculino) Riñón derecho
Vesículas
Pulmones (femeninos) ayudan a la maduración de las cau-
seminales/ Intestino Intestino
Vejiga sas y a que éstas se manifiesten
matriz grueso delgado como una enfermedad. Concreta-
Tierra (femenino) Madera
Fuego (femenino) Hierro Agua
Agua mente, la rama de las causas tiene
Pulmones (masculino)
Corazón (femenino) tres hojas: el deseo, el odio y el oscu-
recimiento, emociones o causas aflic-
tivas que, en uno u otro momento
de la vida, quedaron grabadas en el
karma. Otras ramas de este tronco
son la de entrada de las enfermeda-
des, la de los lugares donde éstas se
asientan, la del tiempo de manifes-
tación y la del efecto fatal o de las
dolencias incurables.
De las otras dos raíces, la más
La mano derecha del médico lee el brazo La mano izquierda del médico lee el brazo
izquierdo del paciente derecho del paciente importante es, quizá, la de diagno-
sis, que soporta tres troncos, ocho
Fig. 1. Las yemas de los dedos sirven a los médicos tibetanos para diagnosticar ramas y 38 hojas. Aunque no tanto
las dolencias de los diferentes órganos. como el de la raíz corporal, este
sistema es extremadamente com-
das en el karma, este frágil equili- hojas, que son la sangre, la carne, plejo; al igual que aquél, su estu-
brio se destruye y aparece la enfer- la grasa, el hueso y la médula. dio se inicia en el Tantra Raíz y
medad. Curiosamente, este último compo- prosigue en el Tantra Explicatorio.
Para facilitar la trasmisión de sus nente es, según los Gyudshi, el res- Sin embargo, el tema de la diag-
complejas enseñanzas, los Cuatro ponsable de la producción del flui- nosis no se agota con el árbol ilus-
Tantras incluyen unas ayudas do regenerador, lo que en cierto trado de la medicina. Los médicos
visuales en forma de árboles, los modo significa que los tibetanos tibetanos dan una gran importan-
denominados «árboles ilustrados supieron intuir el mecanismo de la cia al análisis de orina y a la toma
de la medicina». En su libro de hematopoyesis o formación de de pulso, formas de diagnóstico
introducción a la medicina tibeta- células sanguíneas a partir de la que se detallan en el cuarto libro o
na1, el Dr. Yeshi Donden, uno de médula ósea. Tantra Final. Los alumnos de ter-
los médicos personales del dalai El segundo tronco que brota de cer año que se inician en estos
lama, explica que los textos descri- la raíz corporal es el del cuerpo complejos métodos de diagnosis
ben tres raíces de las cuales salen enfermo. Tiene nueve ramas y de aprenden a fondo los tres niveles de
nueve troncos, que a su vez gene- pulso —uno para cada humor—, la
ran cuarenta y dos ramas; estas velocidad del pulso, que determina
últimas poseen, a su vez, 224 la condición del paciente, su fuer-
hojas, dos flores y tres frutos. za, su debilidad o su estado de ten-
La primera de las raíces, la cor- sión que afectan a los distintos
poral, soporta dos troncos: el del diagnósticos, etc. Los estudiantes
cuerpo sano y el del cuerpo enfer- aprenden también cuáles son los
mo. El primer tronco tiene a su puntos de las yemas de los tres
vez tres ramas: la de los humores, dedos centrales de cada mano que
con tres hojas (los ya descritos el médico utiliza para auscultar los
viento, bilis y flema), la de los distintos órganos, y a qué falange
componentes físicos con siete hojas de estos mismos dedos correspon-
y la de las excreciones con tres. Al de cada uno de los cinco elemen-
contrario que esta última rama, tos, lo que luego les resultará toda-
cuyas hojas corresponden a las vía más útil para establecer sus
heces, la orina y la transpiración, diagnósticos (fig. 1).
la segunda soporta hojas con equi- Y los futuros médicos aprenden
valencias físicas tan poco traduci- también aspectos tan aparente-
bles a la medicina occidental como mente peregrinos de esta comple-
la esencia nutritiva y el fluido ja metodología como los siete
regenerador. Más familiares nos pulsos maravillosos (familiar, del
parecen, en cambio, los compo- El yarshagompa es una planta medicinal enemigo, del espíritu maligno,
nentes físicos de las otras cinco tibetana utilizada como afrodisíaco. del embarazo, etc.) que se utilizan
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en adivinación. Gracias a esta sor-


prendente técnica divinatoria, el
Dr. Tenzin Wangpo, de la clínica
Kunphen, puede decir a las muje-
res cuáles son los días más propi-
cios para concebir un hijo o una
hija o predecir el sexo de su futu-
ro hijo a las embarazadas que no
han concluido el primer mes de
gestación.

Una elaborada farmacopea


Una vez terminada su formación,
la vida profesional del médico
tibetano transcurre en tres etapas
sucesivas: una época de recolección
y de preparación farmacéutica en
las altas mesetas del Himalaya,
otra de atención a los enfermos y
una tercera y última etapa de ense-
ñar a los discípulos. La recolección
de plantas, según pudo comprobar
sobre el terreno Kate Roddick,
una escocesa fascinada por la medi-
cina tibetana, es una expedición
farmacológica y a la vez un alegre
peregrinaje. Kate, quien acompañó
al lama Trogawa y a sus 13 estu-
diantes hasta el final del valle de
Kulu, en el Himalaya indio, a unos
4.500 m de altitud, explica en una
entrevista2 algunas anécdotas de su
experiencia iniciática: los paseos
matinales por la montaña guiados
por el maestro, que se detenía de
tanto en tanto para recoger hierbas
medicinales y mascarlas; los comen-
tarios del maestro sobre el sabor, las
propiedades y las virtudes terapéu-
ticas de estas plantas; el fervor de Los chamanes alejan los espíritus maléficos soplando en una flauta hecha de un fémur
los alumnos que escuchaban sus humano y agitando una campanilla.
pláticas. Kate relata asimismo
cómo transcurrían las tardes tras la hasta 80 ingredientes, si bien el Además de plantas, entre los
vuelta al campamento; cómo se promedio se sitúa en torno a los ingredientes de las pociones figu-
combinaban, indisociables en esen- 25. Hacen falta muchas horas, a ran piedras preciosas, metales tri-
cia, los cursos de medicina con las veces varios meses, para elaborar turados, tierras medicinales natu-
enseñanzas budistas, y cómo con- una poción o una píldora y cual- rales, exudados de rocas, savias y
cluían las veladas frente a la hogue- quier interrupción del proceso secreciones vegetales. Algunos
ra, entre los cantos y los bailes de puede reducir o incluso anular su preparados, y sobre todo los de
los futuros médicos. eficacia. En la elaboración de los carácter mágico, contienen tam-
Cuando la expedición regresa a medicamentos intervienen, pues, bién orina de vaca, rana de las nie-
Dharamsala, prosigue Kate Rod- varios equipos de estudiantes que ves triturada, orugas infectadas de
dick, la primera operación es el se relevan unos a otros. Las ins- hongos (véase recuadro) o incluso
secado de las plantas. A continua- trucciones de preparación precisas bilis de elefante. Más específica-
ción se separan los tallos, hojas y se guardan bajo secreto y el maes- mente curativas, las llamadas píl-
raíces y se descartan los elementos tro sólo las transmite a sus estu- doras preciosas contienen cantida-
inútiles o tóxicos. Las siguientes diantes tras largos años de estudio des infinitesimales de oro, plata,
operaciones son el molturado y la y de trabajo, y siempre bajo jura- cobre y plomo, polvo de coral, de
preparación de las pociones. Un mento para mantener la tradición turquesa, de perla y de lapislázuli,
solo medicamento puede contener en toda su pureza. junto con clavo, médula de bambú
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menos para Tendzin Cheudrak, que


ahora imparte sus enseñanzas en
Dharamsala, donde también tiene
su consulta, contribuyendo así a que
la medicina tibetana no desaparezca.
Lejos están para él los años de pri-
sión que tuvo que sufrir en China
por el único crimen de haber trata-
do al líder espiritual de los tibeta-
nos; pero atrás quedan también, por
desgracia, las montañas de Lhasa y
su proverbial riqueza, ya que en su
exilio indio los monjes médicos
deben contentarse con apenas 300
especies de plantas medicinales.
En el Himalaya indio, los médi-
cos tibetanos intentan conseguir
Los médicos tibetanos utilizaban más de 2.000 especies de plantas que recogían las plantas que forman la base de
en las cercanías de Lhassa. En la actualidad, exiliados en la India, sólo utilizan su farmacopea. En torno al Ment-
unas 300 especies. sikhang de Dharamsala, en una
ladera montañosa orientada a sur,
han construido invernaderos con
y otros elementos vegetales. Una Aunque el calor estival atempera- objeto de obtener algunas de las
de ellas, el cristal de luna purifica- ba la rudeza del clima, en algunas especies indispensables que no cre-
do, contiene incluso mercurio, de estas vertientes todavía soplaba cen en estas tierras. Por ejemplo,
metal cuya gran toxicidad sólo un viento glacial. En las laderas de una euforbiácea de flores rojas a la
puede eliminarse tras 6 meses de solana, por el contrario, el sol era que atribuyen cualidades poco
trabajo e innumerables operaciones abrasador. Pero como buen tibeta- menos que milagrosas contra las
laboriosas. Si se toman en el día no, a Tendzin apenas le perturbaban afecciones pulmonares. Pero muchas
propicio del mes lunar y se siguen estos contrastes climáticos. Como la de estas tentativas se saldan con fra-
todas las prescripciones del médico de los demás estudiantes, su tarea casos y así, unas cuatro veces al
—seguir una dieta estricta, abste- recolectora prosiguió sin tregua año, pequeños grupos de monjes
nerse de alcohol y de todo ejercicio durante varios días. Finalmente, expertos en botánica se ven obliga-
excesivo—, la eficacia de estas píl- dos a cruzar la frontera. Algunos
doras en la cura de trastornos tan de ellos no vuelven jamás a Dha-
distintos como desequilibrios ner- ramsala, pero éste es el precio que
viosos, sordera, miopía grave, debe pagarse para que su hospital
anosmia, tuberculosis e incluso En el Himalaya indio, continúe funcionando.
ciertos estados cancerosos, es tan Por lo demás, los monjes que
sorprendente como innegable. los médicos tibetanos cruzan la frontera se encuentran
En una entrevista más reciente intentan conseguir las con un mundo empobrecido,
recogida en la misma revista3, Tend- plantas que forman la saqueado por más de 40 años de
zin Cheudrak, otro de los médicos deforestación intensiva. Antes de
personales del Dalai Lama, recuerda base de su farmacopea la última y más definitiva invasión
una de las últimas excursiones en china de 1959, el Tíbet era una
busca de plantas medicinales inmensa reserva natural en cuyos
emprendidas desde el Mentsikhang 225.000 km2 de bosques crecían
de Lhassa. En julio de 1958, Tend- millares de especies vegetales.
zin preparaba sus tiendas y pertre- como venía sucediendo desde tiem- Hoy, sus escasos 35.000 km 2 de
chos para partir hacia las montañas pos inmemoriales, el fruto de esta superficie todavía no deforestada y
junto con otros 40 estudiantes de recolección a gran escala que se sus ilimitadas estepas cuentan con
esta facultad de medicina que tam- repetía cada 2 años fue poco menos una vegetación visiblemente
bién hacía las veces de hospital. Tras que inmejorable: las plantas recolec- empobrecida y con una flora bas-
largas horas de marcha, los estudian- tadas, de excelente calidad y aptas tante menos diversificada que la
tes de medicina instalaron su cam- para elaborar muchas de las píldo- que existía antaño.
pamento en una zona poblada de ras, decocciones y ungüentos que se Por lo que respecta a las plantas
lobos y de leopardos de las nieves. La describen en los Cuatro Tantras, per- que crecen en el Himalaya indio o
recolección, de acuerdo con lo que tenecían a un buen número de las en el vecino Nepal, cabe decir que
prescriben los textos sagrados, se casi 2.000 especies medicinales algunas de ellas son bien conocidas
efectuó sobre todo en las frías laderas existentes en la meseta del Tíbet. por la medicina tradicional india y
de umbría, donde crecían las hierbas Hoy, sin embargo, esta naturaleza en particular por la ayurvédica.
de mejor calidad. idílica pertenece al pasado. Por lo Entre ellas figuran el ácoro (Acorus
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Yarsa-Kumbu, a la vez oruga y hongo


no de los ingredientes más curiosos de las medicinas tibetana y china
U es el yarsa-kumbu, un extraño organismo mitad insecto y mitad planta
que sólo se encuentra en el Tíbet, en la India, en Bhután y en Nepal, entre
los 4.500 y los 5.000 m de altitud. Esta «hierba de verano, insecto de in-
vierno» —éste es el significado de su nombre tibetano— es en realidad
una oruga infectada por un hongo. Transportadas por el viento, las esporas
del hongo parásito Cordyceps sinensis se posan sobre la cabeza de las
orugas de una mariposa nocturna no identificada, enraizándose rápida-
mente dentro de su cuerpo y presionando luego hacia el exterior. Final-
mente, el carpóforo o cuerpo fructificante sale de la cabeza del insecto, pe-
ro, a pesar de su espectacularidad, esta lesión no causa su muerte. Ésta
no se producirá, de hecho, hasta que el hongo haya extraído todos sus ju-
gos vitales. Entretanto, y pese a la mortal infección que la corroe por den-
tro, la parte externa de la larva permanece intacta, de tal forma que en la
«raíz» del yarsa-kumbu fresco, o incluso en la del seco, todavía pueden
apreciarse los segmentos corporales, los grandes ojos, las patas minúscu-
las e incluso algunos leves movimientos.
Una vez seco, el yarsa-kumbu es un poderoso tónico y, según afirman
los nómadas tibetanos, un afrodisíaco no menos potente que suele consu-
mirse deshidratado, reducido a polvo y mezclado con miel o con leche. Los
dolpo-pa o habitantes del Dolpo, el país escondido del noreste de Nepal,
prefieren mezclarlo con una cabeza de golondrina y con orina de rana de
las nieves. Si uno no se encuentra en compañía de su mujer tras ingerir
esta pócima, aseguran esos nepaleses de origen tibetano a los hombres
occidentales que consiguen adentrarse en sus tierras, que es muy posible
que enloquezca. ■

El yarsa-kumbu, que es planta en verano e insecto en invierno, se utiliza


en la medicina tibetana por sus supuestas propiedades afrodisíacas.

calamus), de comprobada actividad (Piper nigrum) que, además de su


bactericida contra Bacillus subtilis y reconocido efecto terapéutico contra
Staphylococcus aureus; la combretácea la hepatitis vírica, entra junto con la
Terminalia bellerica, de actividad asi- cúrcuma (Curcuma longa) en la com-
mismo comprobada —y a dosis posición de la D-400, una compleja
mucho menores— contra estas bac- preparación herbomineral de acción
terias y también contra Pseudomonas antidiabética.
aeruginosa y Escherichia coli; la Algunas de estas especies vegeta-
pimienta larga (Piper longum), cuyos les forman parte de la farmacopea
frutos se utilizan en la medicina china. Por ejemplo, el ácoro que
ayurvédica y otras medicinas tradi- los chinos utilizan como digestivo,
cionales indias como remedios con- expectorante y estimulante contra
tra los trastornos intestinales y la la epilepsia, la diarrea y varios
malaria crónica; y la pimienta negra trastornos digestivos. O la codo-
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nopsis (Codonopsis clematidea), cuya cinas indias utilizan con frecuencia.


raíz se utiliza como tónico y que la Entre ellas figuran la adulasa o vasa
medicina tradicional china se utili- (Adhatoda vasica), de conocidos
za ocasionalmente como sustitutivo efectos antibronquíticos, antiasmá-
del ginseng. O bien las distintas ticos y antipiorreicos; la kath o
clemátides (Clematis sp.), que tanto kushtha (Saussurea lappa), que se
tibetanos como chinos utilizan utiliza como broncodilatador y
como antirreumáticos, analgésicos antiespasmódico; el cardamomo, el
y antipiréticos. El ejemplo del clavo y otras especias con propieda-
ácoro muestra la importancia que des medicinales; el cártamo (Cartha-
podrían tener las dosis, la época de mus tinctorius); la nuez vómica
recolección y otros factores empíri- (Strychnos nuxvomica), que se utiliza
cos en una medicación correcta. en dermatología, y la burserácea
Esta planta contiene, en efecto, un Commiphora mukul, una planta
componente de comprobado efecto similar a la mirra de comprobada
carcinogénico y, dado que tanto la actividad hipolipidémica.
medicina china como la tibetana y Más particular es el caso de las
la india continúan recomendando plantas que, si bien son específicas
su uso, todo parece indicar que, tras de la medicina y de la meseta tibe-
numerosos siglos de prueba y error, tanas, pueden recolectarse sin tener
estas tres medicinas han conseguido que cruzar la frontera china, ya que
establecer dosis inferiores a la tóxi- crecen o son propias de esa prolon-
ca sin que mengüen por ello los gación geográfica y cultural del
efectos curativos de la planta. Tíbet en la India que es el Ladakh.
Además de la ya citada Codonopsis
clematidea, son ejemplos de esta par-
ticular flora el enebro (Juniperus
El ejemplo del ácoro macropoda), una clemátide endémica
muestra la importancia de la zona (Clematis ladakhiana) y la
que podrían tener compuesta Leontopodium brachyactis,
una especie estrechamente empa-
las dosis, la época rentada con la conocida edelweiss.
de recolección y otros Algunas de estas plantas de
Ladakh, del Dolpo, de Bhután y de
factores empíricos otras zonas apartadas del Himalaya
en una medicación son importadas de tanto en tanto,
a veces incluso recolectadas, por
correcta los médicos de Dharamsala, enri-
queciendo así la empobrecida far-
macopea del actual Mentsikhang.
Muchas otras plantas son especí- Otras, más comunes en las laderas
ficas de la farmacopea tibetana, cercanas a Dharamsala, han susti-
pero aun así existen varios casos de tuido con éxito a algunas plantas
especies que comparten el mismo específicas de la farmacopea tibeta-
género en las farmacopeas vecinas. na, poniendo su granito de arena a
Artemisia, Aconitum, Clematis, Cory- la perpetuación de la milenaria
dalis, Delphinium y Swertia son medicina del Tíbet. ■
ejemplos de géneros vegetales que
aparecen en las farmacopeas tanto
indias como china, en tanto que Bibliografía
Emblica, Ephedra y Saussurea se uti-
lizan principalmente en la India. 1. Donden Y. Health through balance. An
Algunos de ellos, como Saussurea y introduction to tibetan medicine.
Swertia, son bien conocidos por los Nueva York: Snow Lion Publications,
masajistas tibetanos, ya que entran 1986 (traducido al español y editado en
en la composición del poderoso 1992 por Editorial Océano Ibis).
2. Adler L. Tibet: rencontre avec les
agente calmante denominado aqui- médecins du Toit du Monde, entretien
laria A. Además de contener, como avec Kate Roddick. Terre Sauvage
es obvio, una aquilaria (Aquilaria 1993; 73 (mayo).
agallocha), este calmante incluye en 3. Matheny A, Waintropp M. Les méde-
su fórmula varias especies que la cins du Toit du Monde. Terre Sauvage
medicina ayurvédica y otras medi- 1999; 36 (febrero).
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