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Para analizar dicho fenómeno debemos tener muy en cuenta las problemáticas que puede
estar causando esto y como se va presentando en el infante y/o adolescente, tener en cuenta
cuales son los síntomas que pueden alertar al educador o al psicólogo sobre la depresión.
Depresión Infantil y Adolescente
Cabe aclarar que el termino depresión puede adquirir distintas connotaciones según el
modo como nos referimos a él; puede ser un síntoma (como epifenómeno de otro
trastorno), la disforia en el niño es frecuente en el espectro evolutivo infantil; como
síndrome, alteración del humor asociada a trastornos vegetativos, psicomotores, cognitivos;
o como una entidad nosológica que supone el proceso de enfermar que incluye etiología,
patogénesis, progresión de esta (ánimo deprimido, irritable, disminución de interés y placer,
alteración del peso y sueño, fatiga, sentimientos de desvalorización o culpa, indecisión,
olvidos, disminución de la concentración).
Se postula que la causa de la depresión es multifactorial, es decir que pueden existir una
predisposición genética, como así también estresores ambientales, los cuales pueden ser a
distintos niveles: familiares, sociales, escolares, con pares y por pérdidas. Y además, los
concomitantes biológicos, disminución de catecolaminas, anomalías neuroendocrinas,
aumento de cortisol, hipoglucemia, disminución de la hormona de crecimiento,
modificaciones polisomnográficas.
¿Estos síntomas varían según la edad del niño?
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