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FUNDAMENTOS DE LA SALA:
PRIMERO.- Que, previamente al análisis de la causal denunciada consistente en la
contravención del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú, referidos al
debido proceso y la motivación de las sentencias, es necesario precisar que el debido
proceso tiene por función asegurar los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política del Perú, dando a toda persona la posibilidad de recurrir a la
justicia para obtener la tutela jurisdiccional de sus derechos, a través de un
procedimiento legal en el que se dé la oportunidad razonable y suficiente de ser oído,
ejercer el derecho de defensa, de producir prueba y obtener una sentencia
debidamente motivada.
SEGUNDO.- Que, la doctrina ha conceptuado al debido proceso o proceso justo como
un derecho humano o fundamental que tiene toda persona por el solo hecho de serlo. Y
que le faculta a exigir al estado un juzgamiento imparcial y justo, ante un juez
responsable, competente e independiente, toda vez que el estado no solo está en el
deber de proveer la prestación jurisdiccional a las partes y terceros legitimados, sino a
proveerla bajo determinadas garantías mínimas que le aseguren tal juzgamiento
imparcial y justo; por tanto, aquel derecho no solamente tiene un contenido procesal y
constitucional sino también un contenido humano de acceder libre y permanentemente
a un sistema judicial imparcial y justo.
TERCERO.- Que, asimismo, el control constitucional del proceso está referido a que el
órgano jurisdiccional superior (sea en vía de apelación, de casación, de revisión, de
nulidad, cosa juzgada fraudulenta) pueda reexaminar el proceso, verificando su el
juzgador de instancia inferior ha infringido o no las normas que garantizan el derecho a
un debido proceso, vulnerando alguno de sus elementos; es decir, en el control
constitucional del proceso no hay un cuestionamiento del Juez al legislador, sino que
se cuestiona la conducta procesal del propio juez en la dirección y resolución del
proceso, imputándosele infracciones a las normas imperativas del debido proceso.
CUARTO.- Que, bajo dicho contexto y examinados los presentes autos, la causal de
infracción normativa de carácter procesal acogida ha sido amparada por la infracción
del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, concordante con el
artículo 51 inciso 2 y 194 del Código Procesal Civil. Por ello, al versar el presente
proceso sobre indemnización por daños y perjuicios, se debe señalar que en la doctrina
se ha establecido que son cuatro los elementos que conforman la responsabilidad civil
y estos son: 1) La antijuridicidad, entendida como la conducta contraria a ley o al
ordenamiento jurídico; 2) El factor de atribución, que es el título por el cual se asume
responsabilidad, pudiendo ser éste subjetivo (por dolo o culpa) u objetivo (por realizar
actividades o ser titular de determinadas situaciones jurídicas previstas en el
ordenamiento jurídico);
3) El nexo causal o relación de causalidad adecuada entre el hecho y el daño
producido; y 4) El daño, que es consecuencia de la lesión al interés protegido y puede
ser patrimonial (daño emergente o lucro cesante) o extrapatrimonial (daño moral y daño
a la persona).
QUINTO.- Que, revisada la sentencia de vista, se advierte que contiene la motivación
suficiente que a criterio de la Sala de Vista consideró pertinente para revocar la
apelada y reformándola declararla infundada con los argumentos de hecho y de
derecho que en ella plasmó; que con respecto a la infracción normativa del artículo 194
del Código Procesal Civil, es menester señalar que la Sala de Vista sí valoró el
expediente sobre la demanda de amparo seguido ante el Tercer Juzgado Civil de
Chiclayo, considerando que recién luego de quince años se ha entablado la demanda y
con ello concluir que ni el propio demandante tenía claro si le correspondía tal derecho,
argumentos que la Sala de Vista plasmó a efectos de desestimar la demanda; por lo
que las causales procesales devienen en infundadas.
SEXTO.- Que, respecto a la infracción normativa de carácter material de los artículos
1969 y 1985 del Código Civil[1] , en autos se pretende el pago de una indemnización
por el daño moral y daño a la persona causado al pensionista Ismael Benavides
Rodrigo, a quien la administración previsional le otorgó una pensión bajo los alcances
del Decreto Ley número 19990, sin tomar en cuenta lo dispuesto por la Ley número
23908, que estableció que la pensión mínima es de tres sueldos mínimos vitales para
las personas que adquieren su derecho a pensión antes del dieciocho de diciembre de
mil novecientos noventa y dos. Los daños alegados en la demanda no son de orden
patrimonial (daño emergente o lucro cesante), los cuales han sido debidamente
compensados al demandante mediante el pago de las pensiones dejadas de percibir
más sus respectivos intereses, sino que son de orden extrapatrimonial (daño moral y
daño a la persona), que respecto al daño moral se ha sustentado el primero de ellos en
la aflicción causada debido al desconocimiento de sus derechos pensionarios, y que
produjo menoscabo en su vida personal, toda vez que el monto reconocido por la
administración era insuficiente para satisfacer sus necesidades, afectando su
autoestima y rebajando su nivel y calidad de vida, y recién luego de haber transcurrido
veinte años de percibir una pensión ínfima que no le correspondía mediante sentencia
recaída en el proceso de amparo (Expediente número 2003-5015-0-1701-I-CI-3) se
ordenó el reajuste de su pensión debido a que la Oficina de Normalización Previsional
– ONP se mantuvo renuente a cumplir con el deber jurídico, y estando al carácter
alimentario que tiene la pensión y el estatus de derecho fundamental de la pensión es
evidente que la omisión culposa generó pesar y aflicción.
SÉTIMO.- Que, en cuanto al daño a la persona, y estando a este tipo de daño está
referido al proyecto de vida o a la libertad, el actor no ha precisado cuál es el proyecto
de vida que pretendía realizar. Entonces, el demandante no ha ofrecido las pruebas
pertinentes para tratar de acreditar el resarcimiento por el daño aludido.