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NATURALEZA DE LOS VALORES 217

de los dos principios anteriores: es la inclinación natural de cada cosa hacia su


fin, y es la operación, o la serie de operaciones, en virtud de las cuales una cosa
alcanza su fin o difunde su propia perfección a otras cosas".9
Los tres elementos mencionados por García López, se encuentran, desde
luego, en el valor y ayudan a profundizar en su esencia.
Ahora bien, la sinonimia entre ser y bien es tal, que la extensión de uno y
otro es la misma: todo ser es bueno y todo bien es ser. La diferencia entre am-
bos es de razón, el bien añade al ser la razón de apetibilidad "En efecto, bien y
ser, en la realidad, son una misma cosa, y únicamente son distintos en nuestro
entendimiento. Y esto es fácil de comprender. El concepto de bien consiste en
que algo sea apetecible, y por esto dijo el Filósofo que bueno es "lo que todas
las cosas apetecen". Pero las cosas son apetecibles en la medida en que son per-
fectas, pues todo busca su perfección, y tanto son mas perfectas, cuanto mas
en acto están; por donde se ve que el grado de bondad depende del grado de
ser, debido a que el ser es la actualidad de todas las cosas, según hemos visto.
Por consiguiente el bien y el ser son realmente una sola cosa, aunque el bien
tenga la razón de apetecible que no tiene el ser".10
¿Es así también la sinonimia entre bien, y valor ?
Afirmar que el valor es idéntico al bien no deja de constituir una opinión
respetable, que, como ya se señaló, sostienen eminentes filósofos.
Parece que todo ser es valioso.
En efecto, el valor recorre todas las categorías.
Desde luego parece no limitarse a ser una substancia o un accidente.
Los seres substanciales son valiosos. La existencia de cada ser mejora el to-
do, así sea considerado apetecible en función del omniapetente o de algún ape-
tente singular11. Existir es mejor que no existir. Mas fácil aún es señalar cuan-
tos seres valiosos –mas que buenos– se nos presentan: los padres, los hijos, los
días soleados, las playas tropicales, los delfines, las cotorras, los ruiseñores, los
inventores, los sabios, los prudentes, los santos...
En las nueve categorías del accidente –incluídas las especies positivas de
cualidad–, parecen hallarse también seres valiosos.
Las facultades (potencias activas) son lo más apreciado para las substan-
cias vivientes: La vista, el oído, la inteligencia, la memoria, las potencias loco-
motivas...
Las cualidades posibles como el mejor color de fondo para destacar el tema
principal en una pintura, o los colores de una puesta de sol... se califica como
mas que buenos.

9. García López, Jesús. Lecciones de Metafísica. Ontología. p. 171


10. Aquino, Tomás de. S.T. 1q. 5 a. 1
11. La proliferación de insectos en una casa, siendo una molestia para sus habitantes, significa-
rá, al mismo tiempo, el gozo de vivir de las crías y el regocijo de otros animalitos que pueden con-
siderar a esos insectos como exquisitos manjares. También para el fumigador de oficio el hecho
constituye un incremento en la demanda de su servicio.

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