Está en la página 1de 2

Pídeme lo que quieras que yo te de

1. Oración inicial
«Amado Padre, si me hicieras la misma pregunta que le hiciste a Salomón, yo sólo
quiero pedirte que me des mucha sabiduría para vivir mi vida cristiana, que me
enseñes a hacer tu voluntad, te pido por mi familia, por los que no te conocen, por
sanidad y liberación de los que están enfermos y atados al pecado. Te pido Señor que
suplas todas mis necesidades para vivir en tranquilidad, dame lo necesario para no
quejarme y lo justo para no vanagloriarme y desviarme de tu camino. En el nombre
de Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te
dé. Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a
mí me has puesto por rey en lugar suyo. Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu
palabra dada a David mi padre; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo
numeroso como el polvo de la tierra. Dame ahora sabiduría y ciencia, para
presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo
tan grande?” 2 Crónicas 1:7-10
“Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas,
bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que
has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he
puesto por rey, sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y
gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que
vengan después de ti”. 2 Crónicas 1:11-12
3. Reflexiona
Si el Señor se nos apareciese una noche como a Salomón y nos hiciera esta pregunta
¿Qué pediríamos? ¿Nos hemos puesto a pensar en eso? Quizás pediríamos dinero,
salud, un esposo o esposa, éxito, poder, o bienestar para vivir tranquilamente. Como
seres humanos sería lo más lógico que fueran estas cosas las que vinieran a nuestra
mente.
Ante esta pregunta Salomón pidió sabiduría para gobernar a Israel. Su desinteresado
pedido agradó tanto a Dios que Él le prometió mucho más de lo que había pedido. Le
dio riquezas, honor y le dio un corazón sabio y entendido para gobernar a su pueblo.
Quizás la sabiduría es lo que deberíamos pedir siempre ya que la realidad demuestra
que no podemos vivir la vida cristiana por nosotros mismos y por eso Dios nunca nos
ha pedido que así sea. Nos ha pedido que permitamos que Él viva esa vida, en y a
través de nosotros. Recordemos que cuando oramos debemos estar seguros de que
entramos a la presencia del Padre, al Dios Todopoderoso y Creador de todo, por eso
debemos estar confiados que siempre está expectante y anhela que le busquemos y que
le pidamos. El Señor Jesús dijo en Mateo 7:7 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá”.
Él sabe lo que necesitamos, lo que deseamos, y lo que es bueno para nosotros, y nos lo
dará. Cuando el Señor nos dé la oportunidad de tener lo que más deseamos en el
mundo, no llenemos nuestra lista de oración de cosas banales y perecederas, pensemos
también en lo eterno, en hacer la voluntad de Dios, pidamos crecimiento espiritual,
conocimiento de Él y pidamos por la salvación de muchas almas.
No debemos pedir que haga lo que nosotros podemos hacer. Él siempre hará por
nosotros lo que nosotros no podemos hacer, lo que se sale de nuestras manos. Allí es
donde se manifiesta su poder sobrenatural.
Para orar:
Dios, yo creo que tú existes y que me amas. Creo que enviaste a Jesús para salvarme y
para darme la vida eterna. Quiero vivir para agradarte. Por favor, ven a transformar
y a guiar mi vida para que yo pueda vivir para agradarte. Ayúdame a tener más fe en
ti y a confiar todas las áreas de mi vida en tus manos. En el nombre de Jesús, amén.

También podría gustarte