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La suplencia de los registros

C.F.

Se pasa por alto, por regla general, la posición que ocupan los registros en
Proposition. Los tres se ubican en la extensión y, para colmo de males, como
denegaciones del deseo del analista. En cambio, se parte con comodidad de la
conferencia de 1953 sobre real, simbólico e imaginario. Inaugural, si se quiere.
Se produce así un abrochamiento, un capitoné del Seminario, rápido y hasta
cierto punto correcto, pero que deja de lado casi todos los problemas en
cuestión.
Esta observación cobra importancia cuando ponemos en serie las
elaboraciones sobre los nudos borromeos con los dos modelos que ocupan al
Seminario desde el XVI en adelante. En efecto, tanto los discursos como las
fórmulas de la sexuación son suplencias. En los discursos, el Rey y la Reina, el
maestro y el alumno, etc., en el piso superior, suplen la imposibilidad de la
relación sexual. Las fórmulas, lo hemos demostrado en otro lugar 1, suplen la
falta de significante sexual. No existe un significante que nos otorgue posición
en un sexo y las fórmulas con la excepción y el no-todo abastecen y duplican
esta falta.
Desde el ’67, y a partir del plano proyectivo (la articulación mayor de
Proposición2) el Seminario se compromete en la extensión. Finalizado el largo
recorrido del órganon y los cinco seminarios siguientes (grupo combinatorio,
grupo de Klein y algoritmo de la transferencia hacen sistema en los tres
últimos), la teoría del final del análisis y el pase llegan a su término. Se tratará
de la Escuela, el pase, el matema, es decir, de la transmisión en general. El
Seminario, lo subrayo una vez más, carece de períodos. Está partido por el
medio en función de una sola demostración3.
Como era de prever, atendiendo a este curso que toma Lacan, los nudos, el
último desarrollo del Seminario, son también suplencia.
Básicamente lo que encontramos en la extensión es la diferencia de los sexos
y su problemática; esto se contrapone a la $, la falta de significante, que deduce
Proposición resumiendo los primeros quince seminarios4.

Intención Extensión
$ ≠ sexos

Ya hemos dicho cómo se ocupan de este tema discursos y fórmulas. Los


nudos la abordan en la medida en que abrochan uno de los redondeles como
faltante. Se trata, como lo indica Lacan, del Otro. El Otro es menos uno.
Inmediatamente, una vez consideradas las cosas en esta perspectiva, caemos
en la cuenta de que el particular anudamiento que nos presenta Lacan lleva, sin
más, al síntoma (la suplencia por excelencia). El tres es un cuatro. Pero,
asimismo, el goce fálico y el goce del Otro quedan perfectamente dibujados por
el -1 (son los campos de existencia del nudo). Así como su abrochamiento
implica al sentido. El goce fálico queda tomado en el nudo por su carácter
parasitario. El goce del Otro por su inexistencia. En los nudos, y de manera muy
clara, se trata de la diferencia de los sexos y de la realidad humana (o bien, y
para decirlo de otra forma, lo mental=sinthome).
Se comprenderá que todos estos desarrollos de Lacan no tienen
consecuencias clínicas, ni sobre la concepción del pase 5. Una lectura incorrecta
del Seminario, no ubicar la serie del seminario (a la que Lacan concedió
siempre una gran importancia), lleva a este tipo de errores. Una lectura de
conjunto del Seminario, la aprehensión de su sentido, ahorraría innumerables
disparates6.
Se entenderá, asimismo, por qué el seminario XXI dedica sus primeras cinco
lecciones al límite del sentido (el sentido no es sexual, suple a lo sexual que
falta). Y por qué culmina sobre el parasitismo del goce fálico y su vinculación
con lalengua.

Notas
1.
La demostración se hallará en “XIX. El Uno y el decir”, en Compilación de ilaciones de
seminarios, grupo Textos, en Archivos.
2.
Proposition du 9 octobre 1967 sur la psychanalyste de l’École, J. Lacan, en Scilicet n˚ 1,
Seuil, París, 1968, p. 27.  “Conforme a la topología del plano proyectivo, es en el horizonte
mismo del psicoanálisis en extensión, que se anuda el círculo interior que trazamos como
hiato del psicoanálisis en intención. Este horizonte, quisiera centrarlo sobre tres puntos de
fuga perspectivos, remarcables por pertenecer cada uno a uno de los registros cuya colusión
en la heterotopía constituye nuestra experiencia.”
3.
Cf. Las dos vueltas del Seminario. Formalización, Carlos Faig, grupo Textos, en
Archivos.
4.
Lo simbólico en páginas 27-28 de Proposition, lo imaginario en página 28, y lo real en
página 29.
5.
Para otra opinión: J. Allouch en su prólogo al texto de José Attal, La passe a plus d’un
tittre, cahiers de l’Unebévue, París, 2012. Este autor considera que Lacan pudo haber
reescrito y actualizado la Proposición, al menos, año tras año.
6.
Por ejemplo, nos enseñaría que el binarismo y las disyunciones no son una buena entrada
a la enseñanza de Lacan. El pasaje de la falta se pierde.

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