Está en la página 1de 1

Tu vida no depende de tus bienes.

1) Codicia material: Refería a cuando toma tu corazón lo material. En donde es como que te querés
morir y te cambia el caracter el solo hecho de encontrar un rayón o una raspadura en tu auto, ese
sólo hecho ya te arruinó el día y te permite andar con voluntad de perro. Es cuando tu vida y tu
ánimo pasa a depender de lo material y tu hablar, como tu vivir depende de ello. Esto no implica solo
de aquellos que tienen muchas cosas, ¡no!, es peor de aquellos que no tienen muchas cosas, pero
viven añorando o lamentandose, podría decir alguien: «padre, ni se preocupe, que ni llego a fin de
mes» sí, pero bien que todo el tiempo te estás quejando del dinero que te falta, de lo que no tenés o
de lo que te gustaría tener. En fin, como diría San Francisco «pobres son aquellos que no saben
compartir». Porque cuando uno más tiene, más esclavo de ello es.

2) Codicia física: referirá a cuando tu vida pasa por las miradas, por los likes de face o por los
corazoncitos en Instagram. Es la persona que tiene un interés extremo en el cuidado de su cuerpo;
donde su vida pasa por la selfie y es capaz de hacer una super producción de fotos para poner todos
los días fotos suyas en el estado de wp. Cuando buscas que todas las miradas estén alrededor tuyo y
en donde tu vida es el gym, ropita que marque tu cuerpo y en donde la gran tragedia es que tengas
en tu control diario de peso 100gm más. Esta codicia no es tanto en el cuidado de belleza, sino en
buscar tener todas las miradas hacia vos y como sea llamar la atención.

3) Codicia afectiva: Es cuando quiero que la persona dependa de mí, que todos me quieran y
logrando entrar en la vida de los otros. Es como que busco adeptos a mi vida, algo así como una
campaña política, en donde busco reclutar más gente para mi. Eso es peligroso, porque puedo
convertirme en un tinte de camaleón, ya que seré cambiante según la persona que tenga en frente
mío, con tal de agradarle y tenerla cerca mío le diré lo que quiere escuchar y no lo que
verdaderamente pienso o soy. A esto le llamo «síndrome super start» porque es como los artistas:
llenan estadios de gente que les gritan que los aman, pero terminado el show están solos. A nosotros
nos puede pasar lo mismo, siempre con gente pero estamos solos y vacíos.
Hoy pidamos a Jesús que nos ayude a amar la vida, a tener lo justo y necesario para ser feliz. No
tener todo lo que quiero, pero amar todo lo que tengo; valorarla a la vida y empeñarme en dar lo
mejor de mí cada día.

También podría gustarte