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Formacion para La Muerte Herran y Cortina
Formacion para La Muerte Herran y Cortina
409-424
Resumen Abstract
¿Qué justifica hurtar al niño el derecho a What justifies to steal to the boy the right
saber qué es y no es la muerte? Se puede edu- that is to say what is and it is not the death?
car con y para la muerte, porque morir es tan It is possible to be educated with and for the
frecuente como vivir, y mutuamente se generan death, because to die it is as frequent as to
y contienen. Se pretende reflexionar sobre esta live, and mutually they are generated and they
verdad que escamoteamos, y dar pistas para contained. It is tried to reflect on this truth
replantear el sentido de lo que hacemos desde that we retracted, and to give tracks to reframe
la Educación, sobre todo en momentos en que the sense of which we do from the Education,
debemos ayudar a asumir una muerte en un mainly at moments at which we must help
aula o centro escolar. Se intenta normalizar to assume a death in a classroom or school
la referencia objetiva a la muerte y se ofrecen center. It is tried to standardize the objective
contenidos inéditos para abordar esta realidad, reference to the death and unpublished con-
con un enfoque complejo-evolucionista, com- tents are offered to approach this reality, with
prendido como paradigma emergente, promo- an approach complex-evolucionist, understo-
tor de una Educación de la Conciencia. od like emergent, promotional paradigm of an
Education of the Conscience.
Palabras clave: Educación, didáctica, for-
mación, enseñanza, muerte, conciencia. Key words: Education, didactics, forma-
tion, teaching, death, conscience.
Correspondencia:
Agustín de la Herran
Facultad de Formación de Profesorado y Educación
Universidad Autónoma de Madrid
Carretera de Colmenar Viejo, Km. 15,500 (28049 Madrid).
E-mail: agustin.delaherran@uam.es
410 Agustín de la Herrán y Mar Cortina
qué tanto énfasis en educar para la posible?, sino si ¿No es ésta una rareza
vida? Habrá que educar para cambiar- formativa? Pues bien, ese hacer como
lo casi todo, y hacerlo para mejorar la si la muerte no existiera, trasladado al
vida incluyendo la muerte. A los adultos ámbito personal, es un típico comporta-
“nunca les han dado un método para miento adolescente. Y sin embargo, se
enfrentarse a la muerte. La sociedad les contradice con el hecho de que el niño
ha preparado para la vida, pero nadie de 3 años y ocho meses sepa que to-
les ha enseñado a estar preparados para dos los seres vivos mueren alguna vez.
la muerte. Necesitan tanto educación Aunque el niño de esta edad no pueda
para la muerte como para la vida”(2). La comprender que el golpe de la muer-
“Educación para la Muerte” podría ser te es siempre inesperado, irreversible y
uno de esos temas a la vez esenciales que le puede concernir, este hecho nos
e inexistentes de la educación. No sólo está indicando que muy pronto apare-
el cambio climático debería encender la ce una capacidad autoformativa que ni
alarma de la sensatez. Por desgracia, los la sociedad detecta ni la educación ha
cambios más anhelados suelen ser sólo retomado con normalidad. Además, el
periféricos y objetales. Pero somos par- tabú social de la muerte se refleja en
te del paisaje. Empecemos por el paisa- la escuela como un tabú profesional.
je interior. Uno de sus indicadores es su ausencia
casi total en los proyectos educativos
La muerte no se expresa en la enseñanza y curriculares de etapa de los centros
planificada docentes.
Pautas de actuación para los centros familia. Los detalles de esta coor-
docentes: dinación durante la enfermedad y
después de ella pueden estar así
– Pautas de actuación hacia las fami- mismo planificados de antemano.
lias: Los centros docentes, desde – Coordinación escuela-hospital
el adecuado liderazgo del direc- puede optimizarse estableciendo
tor/a, pueden asumir las siguien- comunicación clara entre tutor-fa-
tes pautas de actuación: milia, tutor-profesor hospitalario,
· Previsión de la respuesta de tutor-niño, niño-amigos, etc. Des-
la escuela a las situaciones de de aquí:
eventualidad trágica: flores, · Se pueden programar una co-
comunicación al tutor/a y a los municación abierta con el tu-
demás profesionales del equi- tor, algún profesor, compañe-
po educativo, llamadas, visitas, ros, amigos, etc.
etc. · Se pueden desarrollar múl-
· Pretender con la familia la tiples actividades, como el
identidad o al menos la cohe- intercambio de información
rencia entre versiones. Si no (“Messenger”, “Chats”, correo
fuese posible, respetar la ver- electrónico, etc.), información
sión e intención de los padres, de actividades de clase al niño,
aunque pueda pactarse y enri- sobre todo cerca del momen-
quecerse dicha versión. to de la salida, para favorecer
· Inmediato intercambio de in- adaptación antes de su incor-
formación detallada del tutor/a poración, intercambio de ta-
a los componentes del equipo reas escolares con compañe-
educativo, para su conocimien- ros, tutor, etc., las visitas del
to y para evitar que la noticia tutor y amigos, principalmen-
sea la comidilla te: Pueden ser buenas mane-
· Acomodación de la programa- ras de favorecer la motivación
ción de aula y de las propuestas y evitar el aislamiento afectivo,
metodológicas en desarrollo a el intercambio de objetos: ju-
las necesidades actividades in- guetes, dibujos, programas,
dividuales y de grupo revistas, música, películas...,
· Atención especial a su segu- el intercambio de imágenes:
ridad emocional y al conoci- vídeo, fotos, etc. bueno para
miento de todos, hasta su nor- la adaptación de todos, sobre
malización o fortalecimiento todo si el niño o el adolescen-
· Observación del niño y evalua- te ha experimentado cambios
ción global y emocional, en co- físicos.
ordinación con el orientador/a – Incorporación del niño al cen-
– Pautas de actuación para la coor- tro(6):
dinación centro-hospital-familia: · Intercambio de información
En el caso de niños gravemente precisa familia-escuela-hospi-
enfermos —por ejemplo, de cán- tal, para conocer los requeri-
cer infantil—, es especialmente mientos terapéuticos, el in-
importante la adecuada comuni- terés de las familias y las ac-
cación entre escuela, hospital y tuaciones del centro y de los
La educación para la muerte como ámbito formativo: más allá del duelo 419
dimiento escolar y en las notas, retraer- afecto del niño, normalmente es con
se durante largos períodos de tiempo, la que tiene mejor vínculo y es con la
falta de interés por los amigos y por las que pasa más tiempo; el tutor es la fi-
actividades habituales que le atraían, gura que enlaza básicamente al centro
frecuentes pesadillas y problemas de docente y a la familia; es quien podría
sueño, pérdida de peso, apatía, insen- desarrollar más claramente una labor
sibilidad y falta de interés general por formativa con la familia; es quien mejor
la vida, y pensar negativamente sobre puede observar al niño; es quien incor-
el futuro durante mucho tiempo (p. 94 pora mayor potencial normalizador, y
adaptado). Desde nuestra experiencia, es con quien ha podido trabajar con el
para que indicadores como los ante- niño la Educación para la Muerte con
riores puedan ser bien interpretados y un enfoque previo.
aplicados, es importante el conocimien-
to previo del niño. CONCLUSIÓN
4. Herrán A. de la, González I, Navarro MJ, 6. Federación de Padres de Niños con Cán-
Freire M.V., Bravo, S. ¿Todos los caraco- cer. Educar a niños y niñas con cáncer.
les se mueren siempre? Cómo tratar la Guía para la familia y el profesorado.
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5. Herrán, A. de la, Cortina, M. La muerte tral de Publicaciones del Gobierno Vas-
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