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Globalización, política educativa neoliberal y el desplazamiento de los valores humanos

María Verónica Vera Vera e Ismael Zebadúa Hernández


[espaciocolect@hotmail.com]

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1. Marco económico, político y social internacional


El regreso de la acumulación capitalista al modelo neoliberal sé dio para superar el estancamiento de las
relaciones de producción y mejorar las condiciones de acumulación de las grandes elites. Se abandonaron
las estrategias keynesianas de desarrollo del “Estado Benefactor” (que pretendía evitar una crisis
generalizada del capitalismo como la que se registró en 1929), y se sustituye por el estadismo
reaccionario del “capitalismo salvaje”, centrado en el neoclasismo económico y el maltusianismo social,
para sustentar el proceso de globalización (Dieterich: 1995)[1]
Con la aplicación del "capitalismo salvaje", como se ha bautizado al neoliberalismo por los países pobres
y los trabajadores del mundo, se han liberado el precio de todas las mercancías e impuesto topes saláriales
miserables; se han celebrado tratados de libre comercio desventajosos para los países pobres; se han
privatizado los bancos, teléfonos, puertos, aeropuertos, medios de comunicación y transportes, se
privatizan las empresas paraestatales, se han incrementado constantemente los impuestos (reforma fiscal)
y se han dado concesiones a la iniciativa privada en los patrimonios culturales, servicios de salud,
educación, entre otros, que aseguran excelentes ganancias a las empresas privadas nacionales y
extranjeras.

Para que se diera esta globalización económica, influyeron factores como la revolución de las fuerzas
productivas. El desarrollo de las tecnologías de comunicación y transporte, proporcionó a los procesos de
producción una movilidad y flexibilidad geográfica nunca antes visto en la historia. Fue esa movilidad
geográfica la que hizo posible la conceptualización y utilización real del planeta como un solo lugar de
producción transnacional (Dieterich: 1995).

Estamos viviendo en un mundo globalizado, donde todos, a través de los medios de comunicación, nos
entrelazamos, viendo los mismos programas de televisión, consumiendo las mismas mercancías,
liberando fronteras para el intercambio comercial entre países, privatizando todos los espacios ( empresas
paraestatales, puertos, aeropuertos, carreteras, servicios educativos, los recursos naturales y el patrimonio
cultural de los pueblos) destruyendo nuestro planeta, con el fin ultimo de obtener grandes ganancias
económicas para el grupo económico hegemónico del capital financiero internacional representados en el
Fondo Monetario Internacional (FMI), en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en la
Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE).

A las transnacionales, poco o nada les interesan el respeto a la vida; a los derechos humanos; a las
garantías individuales. Los valores humanos de la libertad; de la justicia; de la igualdad; de la democracia;
de la responsabilidad; de la sinceridad; del diálogo; de la confianza; de la creatividad; de la paz; de la
amistad; del respeto; de la cooperación; entre otros que se han forjado en miles de años de evolución de la
convivencia de la especie humana, están quedando supeditados a la libre competencia y a la ley del mas
fuerte; al fomento del individualismo y al reino del mercado; a la posesión material como la única medida
de valores en nuestra sociedad actual; que hoy reincide en un modo de producción históricamente caduco
para el bienestar social y la inteligencia humana.

En el análisis de un estudio reciente del Financial Times (suplemento, 10 de mayo de 2002) sobre las 500
compañías más grandes del mundo, con base en criterios de valor, país y sector, viene a esclarecer
quienes gobiernan al mundo y en que estados imperiales se localizan. Este informe nos ayuda a
identificar y entender cuales son los centros neurálgicos del poder político y económico del capital
internacional (La jornada, 31/5/02).

“Casi 48 por ciento de las empresas y bancos más importantes del mundo son de Estados Unidos y 30 por
ciento son de la Unión Europea; solamente 10 por ciento pertenece a Japón. En otras palabras, casi 90 por
ciento de las corporaciones más grandes que dominan los sectores de la industria, los bancos y el
comercio son estadounidenses, europeas y japonesas”. [2]

Estos datos nos demuestran que el poder económico se concentra en las corporaciones multinacionales de
los Estados Unidos, de la Comunidad Económica Europea y de Japón; quienes en nombre de la libertad
de mercado, rompen con las fronteras culturales y los valores que le dan identidad nacional a todos los
pueblos del mundo.

“La concentración del poder económico de Estados Unidos se hace más evidente si se consideran las 10
principales empresas del mundo: 90 por ciento son de origen estadounidense; de las 25 principales, 72 por
ciento son propiedad de Estados Unidos; de las 50 más importantes, 70 por ciento son de ese país, y de las
cien líderes, 57 por ciento también. África y América Latina brillan por su ausencia en la lista. Y los
llamados "tigres asiáticos" cuentan con tres empresas en la lista de las 500 más grandes, esto es,
contribuyen con menos de uno por ciento” [3].

Esta concentración del poder económico es la que imprime a la economía internacional su carácter
imperialista, junto con los mercados que controlan las materias primas que se roban y el trabajo que
explotan a los países del tercer mundo o en vías de desarrollo (La Jornada, 31/5/02).

Así la presencia militar de los Estados Unidos, Inglaterra y Japón en la zona petrolera del Caspio o sus
planes de invadir a Irak son parte del plan para extraer las riquezas energéticas para subsidiar su
desarrollo económico a costa del saqueo de las riquezas naturales y la sobreexplotación de los
trabajadores de los países subordinados. El Acuerdo de Libre Comercio para las Américas forma parte de
esta estrategia: porque pretende monopolizar los mercados latinoamericanos a favor de los Intereses
imperiales de los Estados Unidos (La Jornada, 31/5/02).

La violencia organizada de los estados imperialistas para someter a sus designios económicos y políticos,
a la resistencia de los pueblos del mundo, es la prueba más evidente del culto a la guerra que provocan
cada vez mayor desequilibrio, conflictividad, hostilidad, enemistad, intranquilidad e injusticias.
Manifestándose en el desprecio a la paz como forma de convivencia y como medio de respeto a la
diversidad; de equilibrio y armonía; de cooperación y justicia; de amistad sincera; de buen entendimiento
y ayuda mutua, y, de aceptación de los demás.

El Plan Puebla-Panamá es el prototipo de esta nueva estrategia imperial; se trata de incrementar las
exportaciones estadounidenses directamente a México, mientras que las maquiladoras se trasladan a
mercados laborales más baratos en China, Vietnam, e India. Se pretende la apropiación de los recursos
naturales estratégicos (petróleo, agua, selva) y de nuestros patrimonios culturales ( ruinas, museos,...), al
mismo tiempo que explotan la fuerza humana de trabajo mexicana con la finalidad ultima de seguir
centralizando y concentrando el capital en un grupo cada vez más reducido de banqueros y empresarios
que comandan y gobiernan el mundo con el terrorismo de los estados imperiales (La Jornada, 31/5/02).

Este fenómeno de la globalización a favor de las transnacionales, ha causado un desplazamiento de los


valores humanos que antes se consideraban positivos para el desarrollo armónico de la sociedad. Existe
una grave crisis existencial, el desmoronamiento de instituciones que antes eran válidas, como la familia,
el Estado-nación, la escuela pública, están provocando la perdida de nuestra identidad nacional y
cultural. Existen pueblos que en pleno siglo XXI están regresando a las posiciones racistas y
discriminatorias, como los neonazi en Europa. Estamos viviendo las rupturas nacionales más agresiva en
todos los planos: económicos, políticos, sociales, culturales, ideológicos y educativos orientados por los
organismos de carácter internacional que responden a los intereses del desarrollo del capital.

Los medios masivos de comunicación, como la televisión y cibercultura, ocupan un lugar muy importante
en nuestra vida ( homo videns), y han hecho que vayamos perdiendo la verdadera comunicación con
nuestros semejantes. Se ha distorsionado el diálogo ético, como la primera practica de amor entre los
hombres, sobre todo en los medios masivos de comunicación donde se cultiva la violencia, se ha perdido
la posibilidad de escuchar al otro, de respetarlo, de compartir la reflexión, la crítica y la autocrítica
constructiva, de manifestar nuestros afectos y simpatías con sinceridad.

Otra variable de inmensa importancia fue la disolución del bloque socialista europeo que abrió al gran
capital un potencial de mercado y de fuerza de trabajo que potenció su dinámica de desarrollo (Dieterich:
56: 1995)

La OTAN, ya sin obstáculos, se convierte en la fuerza militar unipolar del capital, en el gendarme del
mundo, pasándose por alto los organismos internacionales y el derecho internacional. La política
intervensionista de los EEUU, respaldada por sus aliados (G-7) [4], está poniendo en peligro la existencia
de las naciones; la conservación de la paz mundial y a la conservación ecológica del medio ambiente;
con el empleo devastador de las armas químicas y nucleares en esta nueva carrera armamentista contra
los pueblos pobres del mundo.

Los imperialistas destruyen a las naciones que defienden un modelo de desarrollo económico diferente al
neoliberal y lo reconstruyen con supuesta ayuda humanitaria subordinándolas a ser colonias del imperio e
imponiéndoles un gobierno que responda a los intereses del Estado global del capital. Al respecto en una
entrevista a Noam Chomsky uno de los principales críticos de la política Internacional de los EEUU,
afirma “ Estamos en el Estado terrorista numero uno del mundo. Oprimimos, torturamos, asesinamos,
hacemos que la gente muera de hambre, hacemos cosas terribles.” [5]

La subordinación al capital del planeta, integrándose un sistema de división internacional y apropiación


del trabajo, cristalizándose en la globalización de la sociedad burguesa, está creando una sociedad
diferente, basada en la información de multimedia, creando contenidos, formas y estilos de vida
homogéneos (Dieterich: 1995)

Formas y estilos de vida que correspondan con los estereotipos de hombre y mujer consumista,
individualista, intolerantes, autoritarios, racistas, acríticos, sumisos y carentes de esperanza de una vida
más justa, digna, libre y democrática. Un Estado fascista, requiere de personas escépticas y enajenadas,
que el Estado global logra a través del consenso o la fuerza de las armas para imponer su modelo de vida
y su concepción del mundo a todos los habitantes del planeta.

Se trata de destruir los valores humanos tan “necesarios en la vida individual y social, porque tienen
enormes potencialidades de constituirse en mecanismos de freno a la violencia de todo tipo: personal,
familiar, política, económica, social, cultural, moral e ideológica. También como mecanismos humanos
contra el estrés, confusión psicológica, suicidio, fantasías destructivas, violaciones, crímenes, guerras,
militarismo, autoritarismo, fascismo y una interminable lista de abusos de poder.”(Moreno:2001:220) [6]

“Todo sistema social clasista se basa en cuatro formas de poder: el económico, el político, el militar y el
cultural... Bajo lo militar subordina en esta discusión lo político, aceptando las acertadas definiciones de
Clausewitz y de Mao Tse Tung, en el sentido de que lo militar es la continuación de la política por otros
medios o, respectivamente, que el poder político nace de los cañones de los fusiles”( Dieterich: 1995: 62)

Esta tesis lo demuestran los hechos recientes en el pueblo de Afganistán, donde bajo el pretexto del
combate al terrorismo y la defensa de la libertad de mercado se destruye a la nación y se aterroriza a todo
el mundo, con la clara pretensión de poner un ejemplo de escarmiento a las naciones del orbe que no se
sometan a los designios del imperio del capital guerrerista liderados por EEUU, Inglaterra y Japón.

“Las formas de lucha por el control del Estado siguen siendo predominantemente nacionales - aunque la
intervención de las potencias hegemónicas en los procesos electorales crece- mientras que su contenido se
determina cada vez más por medio de los intereses y estructuras de la sociedad global” ( Dieterich: 1995:
64)

En Nicaragua, Guatemala, el Salvador, Panamá y otros tantos países de Latinoamérica y de todo el


mundo, son ejemplos de este hecho, así como hoy en la reconstrucción del país Afgano se aprestan a
intervenir de manera descarada, violando el derecho internacional de la SOBERANÍA, impondrán serias
condiciones de carácter económico y político al nuevo gobierno, presionado por la fuerza militar y por la
necesidad de préstamos a los organismos financieros internacionales.
“La importancia de una instancia superior de concentración del poder de las clases dominantes
nacionales, se repite a nivel internacional: El Consejo de Seguridad, el grupo G-7, la Organización del
Tratado de Atlántico del Norte (OTAN), el GATT, el FMI, el BM, etc., son todos ellos constitutivos del
protoestado mundial capitalista que ha comenzado a cumplir las funciones normativas y de imposición
represiva de los intereses transnacionales en el ámbito planetario, mientras no se haya institucionalizado
aún la sociedad política definitiva de la burguesía mundial” ( Dieterich: 1995: 64)

Después de desplome del bloque socialista de la URSS que le hacia contrapeso a los EEUU, ha quedado
una sola superpotencia militan: la OTAN, que con su poder hegemónico sirve al capital sometiendo a los
países del tercer mundo para combatir al “terrorismo” y defender el “libre mercado”, controlar a los
trabajadores y explotar los recursos naturales, como ha sido demostrado de manera más evidente a partir
de la agresión a Irak y ahora con la guerra genocida contra el pueblo de Afganistán.
Una profunda desolación e indignación se apodera de los pueblos del mundo al ver desmoronar sus
valores culturales que les dan identidad personal o colectiva, arrollados por el pensamiento gerencial y de
libertad de expresión mercantil del neoliberalismo que pretende unificar al mundo bajo su visión
posmoderna homogenizadora a través de todos los medios y uno de ellos es: la educación (Moreno:
2001).

2. Política educativa internacional


“En la economía global del siglo XXI, la calificación científica y profesional de la fuerza de trabajo(man-
made comparative advantage) constituye el arma competitiva fundamental, en detrimento de ventajas
comparativas tradicionales como: recursos históricamente acumulados (p.e., el stock de capital
acumulado) o riquezas naturales. Esta creciente importancia de la calidad científica-profesional del factor
humano aumenta, in abstracto, la importancia de los sistemas educativos formales” (Dieterich: 1995: 105)
Los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de la
que México es parte, centra su interés en español, matemáticas y ciencias. Esta tendencia es evidente en
los exámenes de Carrera Magisterial en el magisterio, en las evaluaciones que se les realizan a los
alumnos de educación básica cada año y en la valoración del conocimiento que practican los organismos
internacionales [7].

La segunda tendencia del capitalismo mundial tiene un efecto opuesto a la primera. Por múltiples razones,
el capitalismo actual se caracteriza por una proliferación acelerada y generalizada de un exorbitante
desempleo o subempleo que oscila entre el 7 y 25 por ciento en el Primer Mundo y el 30 y 75 por ciento
de la Población Económicamente activa en América Latina, dicho desempleo crece notablemente en
épocas de crisis o recesión económica, como la que sé esta viviendo actualmente a causa de la recesión
económica de los EEUU (Dieterich: 1995).

Este desempleo suscita en la juventud un sentido de inutilidad y desesperanza frente a la educación y les
conlleva a círculos viciosos de la drogadicción, prostitución, delincuencia, escepticismo, entre otros
(Moreno: 2001).

“Desde el punto de vista del capital, esa población precaria es una población superflua, económicamente
inviable, cuya educación no reditúa beneficios –sino solo costos- para los amos de la sociedad global:
reduce, en consecuencia, la importancia de los sistemas educativos formales generales”(Dieterich: 1995:
105).

De ahí que para las poblaciones más pobres y marginadas solo se utilicen sistemas educativos
compensatorios como telebachillerato, telesecundarias, CONAFE, más para entretener y aparentar de
parte del Estado mexicano que se está cubriendo la demanda potencial que para realmente dar una
educación integral como pregonan. La educación superior en relación con la demanda potencial cada vez
recibe menos presupuestos y la investigación educativa casi no recibe apoyos de la SEP en México.

“La estructura de producción y realización mundial del capital determina la estructura ocupacional
mundial, del cual los sistemas educativos nacionales son funciones o subsistemas dependientes”
(Dieterich: 1995: 105).

En educación, los fines pueden sintetizarse con la pregunta filosófica: ¿hacia donde dirigir el desarrollo
de los alumnos? ¿Qué formación darles?. El sistema educativo actual establece el “manejo de
competencias” como el modelo valorativo típico: competencias fundacionales en educación básica,
laborales técnicas en educación media superior, profesionales en educación superior e investigativas en
postgrado. Se induce principalmente a una formación de “capacidades cerradas”, como habilidades
técnicas instrumentales y conocimientos científicos lógicos y tecnológicos (Moreno: 2001).

La visión de la educación no trasciende a los fines superiores, que implica buscar la respuesta a las
grandes interrogantes, como: ¿Cuál es el sentido último de la vida?. ¿Es la perfección humana, la
felicidad, la acumulación material, etc.? ¿Qué actitudes y conocimientos son valiosos?. Esto es, ¿Hasta
donde es posible llevar el desarrollo de la conciencia humana? ¿Cuál es el punto omega de la mente
humana? (Moreno: 2001).

“Las deficiencias curriculares son otra característica generalizada en América Latina. Anotan los
investigadores de la UNESCO, que los resultados de la investigación sobre los procesos de enseñanza
coinciden en que -No se dan oportunidades para: reflexionar sistemáticamente; Usar el conocimiento
previo que tienen los alumnos sobre el tema; relacionarlo con el contexto local; Discutir en grupos
pequeños sobre los diversos puntos de vista y compartir las reflexiones pertinentes con la familia y la
comunidad”. “Los currículos tampoco utilizan él -saber popular- ni la -tradición oral de la comunidad-
(Dieterich: 1995: 133).

En la hegemonización cultural de los países tercermundistas el BM juega un papel fundamental y utiliza


a la educación como el medio para persuadir al mundo entero, por eso el BM ha incrementado
significativamente sus partidas financieras a partir de la firma del Tratado del Libre Comercio (TLC).

La última tendencia estructural observable es la disminución del papel del Estado en la educación que
está siendo sustituido por el mercado; en las áreas donde le conviene a los intereses dominantes, se
extiende, en México la iniciativa privada está invirtiendo principalmente en educación superior, nivel que
le reditúa ganancias y le permite dar la formación requerida por el Estado global del capital:
recientemente el gobierno de Fox, quiso suprimir 2 años de educación preescolar para ahorrar recursos en
la educación básica, sin embargo la inconformidad de la población y las movilizaciones del magisterio
nacional en oposición a esta determinación, logró que políticamente declararan continuar con la
imparticion de parte de la SEP del Plan Básico de 12 años, aunque aun no se declare obligatoria, en
Chiapas el Congreso local ha hecho una propuesta para que de manera gradual la educación preescolar se
vaya incorporando al carácter obligatorio en sus tres grados a partir del 2008 (Dieterich: 1995).

3. Política educativa nacional


La política educativa neoliberal del estado mexicano es parte del Programa de Ajuste Estructural que el
capital financiero internacional: Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM)
imponen a los países deudores en América Latina desde 1982, con la finalidad de resolver la crisis del
Capitalismo Mundial. Modernizando sus mecanismos de sometimientos económico, político y cultural a
los pueblos expoliados por el imperialismo protagonizado por los EEUU de Norteamérica.
En México con el Gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado y con Jesús Reyes Heroles en la Secretaria
de Educación Pública se inicia este proceso llamándolo de manera pomposa "revolución educativa”
(Reyes Heroles Jesús, Educar para Construir una Sociedad Mejor, 1983) que esencialmente pretendía la
Federalización de la Educación transfiriendo los recursos Económicos y Administrativos de los Servicios
Educativos a los estados y municipios, el control caciquil caduco que Vanguardia Revolucionaria ejercía
sobre los trabajadores de la educación en el CEN del SNTE le costó en el sexenio de Carlos Salinas de
Gortari el cambio de éste por el arribo de Elba Esther Gordillo Morales quién actualizó los mecanismos
de control sindical y se plegó a los nuevos requerimientos y dictados de la Política Educativa Neoliberal
del Estado Mexicano, plasmándose en el Acuerdo Nacional para la Modernización De Educación Básica
y Normales (ANMEBN) en 1992 y con la promulgación de la Ley General de Educación el día 13 de
julio de 1993 donde se fundamenta jurídicamente la Federalización de la Educación.

En la Ley General de Educación se establece que la Educación es una responsabilidad Social, esto implica
que padres de familia, maestros y comunidad conjuntamente con el Estado, tendrán que buscar como
solventar las necesidades del Servicio Educativo, incluso como construcción, remodelación y
mantenimiento de las escuelas, (Ley General de Educación, SEP: 1993).

Sin embargo, fue hasta el 26 de agosto de 1999, cuando se crea el Consejo Nacional de Participación
Social en Educación, a partir de la cual, se están creando los Consejos Estatales y municipales de
participación social, con pretensiones políticas del gobierno en constituir estas instancias como un
contrapeso real para el SNTE. (Gutiérrez Héctor, 1999).

Con el ANMEBN y la LGE, los problemas económicos laborales y sociales de todos los trabajadores de
la educación se transfieren a las diversas entidades, no así la revisión salarial anual que todavía realiza el
CEN del SNTE. En los hechos el Sindicato se ha dividido a escala estatal y existe la clara pretensión de
llevar a sus extremos la Federalización o “Modernización" educativa municipalizando la educación, al
constituir normativamente a los presidentes municipales en autoridades educativas con amplias facultades
no especificadas hasta hoy en la Ley Estatal de Educación de Chiapas. (Albores: 2000).

A la par de este proceso de la Federalización se ha observado una reducción creciente del gasto educativo,
en 1999 en comparación con 1998, hubo un déficit de 8, 500 millones de pesos; para el año dos mil se
logra con la presión de las acciones políticas de las movilizaciones y de la oposición de la cámara de
diputados la reasignación de 15, 500 millones de pesos a favor del gasto público que también incidiría en
el servicio educativo, sin embargo el 1º. De marzo se realizó un recorte de los egresos al gasto público de
7, 623.7 millones de pesos por determinación del gobierno, que tuvieron sus efectos más severos sobre
PEMEX, comunicaciones y educación. El recorte al gasto educativo fue de 1, 200 millones de pesos,
quedando finalmente 216 mil millones de pesos para el año 2000 (La Jornada, 2/3/02).

En el año 2001 el gasto total para la educación fue presupuestado en 249, 989.8 millones de pesos. “Para
el 2002 la propuesta del gobierno federal planteó un gasto total para el sector educativo de 258.7 mil
millones de pesos. En cifras redondas y en términos corrientes (sin descontar el efecto de la inflación), el
presupuesto apenas se incrementaba en 9 mil millones de pesos respecto al del año anterior. Este raquítico
incremento, inferior a cuatro puntos porcentuales, apenas alcanzaría para cubrir el gasto ordinario,
principalmente salarios [8], y limitaba considerablemente las posibilidades de inversión en nuevos
programas o en infraestructura. Respecto al PIB la proporción del gasto público educativo quedaba
inmóvil en torno a la proporción de 4 por ciento, tomando en cuenta el crecimiento nulo del producto en
2001” (La Jornada, 11/1/ 02).

La Cámara de Diputados, bajo la presión del Movimiento de Luchas Populares entre las que destacaba la
Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, juzgó que un incremento de 9 mil millones
de pesos al gasto educativo era notoriamente insuficiente. El aumento distaba de los 65 mil millones de
pesos que el subsecretario de Planeación y Coordinación de la SEP había planteado como necesarios para
alcanzar la meta de 8 por ciento del PIB al final del sexenio y aun de la previsión más reciente de 20 mil
millones de pesos que el secretario de Educación había anotado como indispensable para enfrentar los
retos (La Jornada, 25/8/01).

Con la posibilidad de obtener mayores ingresos a partir de las reformas fiscales y un nuevo marco
tributario del gobierno foxista, el Congreso reformuló el presupuesto. Canalizó a educación, entre
reasignaciones y aumentos, más de 15 mil millones de pesos, como en los años anteriores; en total, el
presupuesto educativo se incrementó 5.5 por ciento respecto al proyecto original del ejecutivo.

Cuadro1
Comparativo del Presupuesto para Educación
(en millones de pesos)
Conceptos Presupuesto 2001 Presupuesto 2002
Proyecto del Ejecutivo Decreto del Legislativo Diferencia
Total 249,989.8 258,715.4 273,752.9 15,037.5
Ramo 11 97,568.6 101,657.9 110,376.5 8,718.6
Ramo 25 24,943.0 19,852.9 21,807.9 1,955.0
Ramo 33 127,478.2 137,204.6 141,568.5 4,363.9
El ramo 11 se refiere al gasto de la SEP.
El ramo 25 es para las aportaciones a educación básica, normal, tecnológica y de adultos.
El ramo 33 contiene las aportaciones a las entidades federativas y municipios.

“Seguramente los aumentos convenidos por los diputados servirán para atender demandas urgentes, como
las presentadas por las universidades públicas del interior del país, y para enfrentar algunas de las
previsiones del Programa Nacional de Educación (PNE). Pero es muy poco probable que tal asignación
resulte adecuada para restituir la pérdida del poder adquisitivo del salario magisterial, para revertir el
deterioro físico de los planteles, para dotar de recursos didácticos a las escuelas o para mejorar la calidad
de la educación en su conjunto” ( Jornada, 11/1/02).

Es importante hacer notar la escasa sensibilidad de la Secretaría de Hacienda sobre la importancia de la


educación y el desarrollo científico de México. No obstante la retórica presidencial y el trabajo de la SEP
en materia de planeación, para las autoridades de hacienda pública el gasto en educación no amerita un
esfuerzo significativo, no es visto como un rubro estratégico para el desarrollo del país y es materia de
recortes a la primera oportunidad, como en los años anteriores, en perjuicio del servicio educativo a la
población mexicana.

Esta reducción del gasto para la educación pública ha provocado un mayor rezago educativo y una taza
escandalosa del analfabetismo en el país y en nuestro estado, al mismo tiempo que abre las puertas a la
inversión de la iniciativa privada en todos los niveles, pero principalmente en educación media y superior.
El nivel educación básica que es obligatoria para el gobierno y la población, se entiende que no debiera
haber selección y debiera cubrirse la demanda potencial, sin embargo la educación para todos no ha
pasado de ser un bello slogan, por la falta de recursos que el Estado determina para este rubro “ El
sistema educativo selecciona al parecer, fundamentalmente, a través de la ausencia de oferta educativa
para población con determinada característica. Al hacerlo excluye. Y es claro, que a quienes excluye es a
los más pobres”( Schmelkes: 1999: 18).

Otra forma encubierta de privatizar la educación en las escuelas oficiales ha sido a través del cobro e
incrementos de las cuotas de los estudiantes de educación media y superior y pasando el costo de este
servicio de manera gradual a los padres de familia; a los estudiantes y a la sociedad. El Estado Mexicano
no cumple con los preceptos constitucionales de dar educación publica gratuita a toda la población
escolar de Educación Básica.

El presupuesto actual para el servicio educativo en nuestro país oscila en un 4% del Producto Interno
Bruto (PIB), que a demostrado ser insuficiente para cubrir las necesidades educativas de la sociedad. En
Chiapas el crecimiento anual de la población es del 5% mientras la cobertura educativa es del 3% anual,
otro elemento que demuestra la necesidad de incrementar el presupuesto educativo para abatir el rezago y
el analfabetismo de la entidad ( Secretaria de Educación: Diagnóstico: 1999).

Actualmente el exrector de la Universidad Autónoma de Nuevo León y químico biólogo, Reyes Tamez
Guerra, es el nuevo Secretario de Educación Publica, y en su discurso de toma de posesión se
comprometió a apoyar la educación laica y gratuita impulsando a la educación pública, pero sin dejar de
ofrecer garantías a la educación privada. En una breve exposición de su programa, resalto que se
garantizará la educación pública de 10 años, del preescolar a la secundaria; enfocará sus esfuerzos a la
población indígena y marginada; establecerá un sistema nacional de becas y consolidará el sistema
nacional de evaluación entre otras acciones.

De hecho esta es una declaración de guerra para el sistema de educación preescolar, pues pretender
reducir este nivel a solo un año de estudio; es una clara advertencia de seguir estrangulando a los niveles
de educación media superior y superior que aún subsisten y la creación de un sistema de evaluación
educativo independiente de la SEP (como la medida principal supuestamente para elevar la calidad de la
educación), en manos de la iniciativa privada y bajo la dirección del capital financiero internacional, hoy
cristalizado en el Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL), con criterios de calificar los
conocimientos, habilidades y destrezas que se establecen en los contenidos programáticos, principalmente
del área de español, matemáticas y ciencias naturales. Las materias de ciencias sociales, artísticas,
educación física entre otras ha pasado a un segundo plano para la política educativa del Estado.

Un ejemplo de lo anterior, es la evaluación realizada por la Organización para la Cooperación y el


Desarrollo Económico (OCDE) a través del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes
(PISA-2000, por sus siglas en ingles). “Los datos son interesantes porque destacan ángulos de nuestra
realidad educativa, detectan debilidades y hacen notar el peso de los factores económicos y sociales en el
rendimiento escolar” (La Jornada, 14/ 12/ 01).

El examen fue aplicado a los jóvenes de 15 años inscritos en la secundaria o bachillerato de los 28 países
miembros de la organización, entre los cuales se encuentra México, más Brasil, Letonia, Liechtenstein y
Rusia, 32 en total; fueron examinados 260 mil estudiantes ( 4 mil 500 participaron de México), los
resultados para México fueron adversos, en todas las calificaciones quedo en el penúltimo lugar.

“Las calificaciones globales muestran que los países en los primeros lugares (Finlandia 546 puntos,
Canadá 534, Holanda 532, Nueva Zelanda 529 y Australia 528) no se separan demasiado de la media y
que en ningún caso el rendimiento podría calificarse de excepcional. En cambio, los últimos lugares
(México 422 puntos y Brasil 396) están lejos del promedio general. En todas las calificaciones México
quedó en el penúltimo lugar; en matemáticas el primer puesto fue para Japón con 557 puntos y México
obtuvo 387; en ciencias ganó Corea con 552 puntos y México quedó en 422” (La Jornada, 14/ 12/ 01).

Cuadro 2
OCDE. PISA 2000. Promedio general de las tres pruebas
Lugar País Puntaje Lugar País Puntaje Lugar País Puntaje
1 Finlandia 546 12 Bélgica 507 23 Liechtentstein 483
2 Canadá 534 13 Islandia 507 24 Hungría 480
3 Holanda 532 14 Noruega 505 25 Polonia 479
4 N. Zelandia 529 15 Francia 505 26 Grecia 474
5 Australia 528 16 EUA 504 27 Portugal 470
6 Irlanda 527 17 Dinamarca 497 28 Rusia 462
7 Corea 525 18 Suiza 494 29 Letonia 458
8 Reino Unido 523 19 España 493 30 Luxemburgo 441
9 Japón 522 20 R. Checa 480 31 México 422
10 Suecia 516 21 Italia 479 32 Brasil 396
11 Austria 507 22 Alemania 474 33 xxx xxx
Nota: el puntaje medio de la prueba es de 500 puntos con una desviación estándar de 100 puntos. Fuente:
OECD, Knowdlege and Skills for Life. First Results from Pisa 2000 (2001)

Por otra parte, el informe analiza algunos factores con incidencia en la calidad educativa. Se demuestra
que las condiciones socioeconómicas de los estudiantes y las de la escuela pesan en el rendimiento. Por
ejemplo, la correlación entre el PIB per cápita y las calificaciones es de 0.53 y la correlación entre gasto
por alumno y calificaciones es 0.47. También es clara la relación entre los niveles de desigualdad
económica y las calificaciones: los países en los primeros lugares no son los más ricos, sino los que
además de contar con economías sólidas distribuyen con equidad los ingresos (como Finlandia, Canadá,
Holanda, Nueva Zelanda y Australia). Países poderosos como Estados Unidos, Francia y Alemania, pero
con niveles de desigualdad mayores, obtuvieron lugares intermedios en la clasificación. México y Brasil
que además de ser pobres tienen niveles de desigualdad extremos, quedaron al final” (La Jornada, 14/ 12/
01).

El informe determina, que las condiciones económicas de las escuelas son importantísimas, de manera
general, los estudiantes que provienen de entornos escolares bien equipados obtienen mejores resultados.
Se supone que la participación mexicana en evaluaciones internacionales, que implica un gasto al
presupuesto publico y tiene efectos políticos importantes, se basa en el interés del gobierno de identificar
el estado de la calidad educativa para mejorarla. Sería lamentable que los resultados se utilizaran sólo
para sugerir mayor control de la docencia sin apoyar las condiciones de escuelas, profesores y
estudiantes; o peor aún que se responsabilice solo a los educadores del bajo aprovechamiento escolar en
las áreas del conocimiento calificadas por estos organismos internacionales, tal y como está sucediendo
en el estado de Chiapas [9]. Los resultados también nos muestran que la peor combinación en la que el
gobierno actual está incurriendo es generar altas expectativas de cambio y un bajo presupuesto para el
servicio educativo, que hará que la educación para todos solo sea un discurso sin bases sólidas que la
sustenten.

“El año entrante se hará la misma prueba en otros países que lo han solicitado, entre ellos Argentina y
Perú, en 2003 se realizará la evaluación de matemáticas y en 2006 la de ciencias” ( La Jornada, 14/12/01).

¿Cuál es el verdadero objetivo de estas evaluaciones? ¿Por qué se denigra y lesiona gravemente la
autoestima de los profesores y de los alumnos de parte del Estado, con los resultados de estas
evaluaciones? ¿Qué fines persiguen realmente la OCDE? ¿Pretenden fiscalizar el resultado de la
orientación de la política educativa internacional a favor del capital? ¿Cuál es la verdadera función
pedagógica de las evaluaciones? ¿Hasta donde lesiona la autoestima de toda la población mexicana, la
comparación con otros países que tienen mejores condiciones económicas y una tradición histórica
cultural diferente a la nuestra? ¿Se pretende justificar el desmantelamiento de la Educación Pública y
gratuita para privatizar la educación en nuestro país?

La trinitaria, Chiapas a 6 de octubre de 2002.

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Notas:

1. Véase Heinz Dieterich Steffan, “ Globalización, Educación y Democracia en América Latina”,Planeta,


Mexicana 1995,p56.
2. Tomada del artículo ¿Quién gobierna el mundo? De James Petras publicado el 31 de mayo de 2002, en
el periódico La jornada, pagina 32, sección sociedad y justicia.
3. Ibidem
4. Dieterich se refiere a EEUU, Japón, Inglaterra, Alemania, Francia, Canadá e Italia.
5. Para sustentar esta afirmación Chomsky cita a la intervención de EEUU en Nicaragua, Chile, Centro
América, Vietnam y Libia. Noam Chomsky habla de América Latina y México. Océano, México l998 p
94.
6. El valor de los valores en la educación, Prudencio Moreno Moreno, coordinador Miguel Ángel
Ramírez Jardines, SEPyC de Sinaloa, México 2001.
7. El 4 de diciembre se dieron a conocer en París los primeros resultados del Programme for International
Student Assessment (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes, PISA por sus siglas en
inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de la que México es
parte. Estos resultados muestran que los estudiantes mexicanos están muy lejos de alcanzar el nivel
educativo del mundo desarrollado y que una proporción no ha logrado el mínimo de comprensión de
lectura esperado. Los datos son interesantes porque destacan ángulos de nuestra realidad educativa,
detectan debilidades y hacen notar el peso de factores económicos y sociales en el rendimiento escolar.
Reporte inicial del PISA-2000 Observatorio Ciudadano de la Educación Comunicado 67
La evaluación educativa de la OCDED.R. Observatorio Ciudadano de la Educación.
8. El 15 de mayo de 2002 el CEN del SNTE y la SEP pactaron el incremento salarial de apenas 5.75 por
ciento al salario base; 1.5 en prestaciones. Que “sólo representa una elevación de seis pesos diarios en su
de por sí deteriorado salario” afirman los propios legisladores de la cámara de diputados y senadores del
PRD y del PRI.
9. El la movilización que tardó 5 días del magisterio chiapaneco durante mayo de 2002, el gobierno del
estado utilizó las evaluaciones realizadas a los alumnos y maestros para denigrar la imagen del maestro
ante la sociedad manipulando los datos y responsabilizando a los educadores del rezago histórico y social
que padece nuestra entidad; además ante su incapacidad de dar respuestas a las demandas del magisterio,
respondió con un pliego petitorio de “la sociedad” a los maestros para exigirles más trabajo y la negación
de las libertades democráticas y el derecho de petición consagrados en la Constitución Política Mexicana.

José Manuel Agüera « Globalización económica» 5-4-2001

Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de León . Consejero de Cajastur y del Grupo Duro
Felguera, además de ostentar la Cátedra Jean Monet de la Unión Europea.

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En primer lugar, quisiera decir que la globalización es un término relativamente difícil de aprehender.
Hay, sobre todo en el contenido de esta palabra, aspectos muy variados, múltiples, de carácter económico,
de carácter político, de carácter cultural, etc. Seguramente que un debate sobre lo que implica la tendencia
a imponer unos estándares culturales determinados nos llevaría bastante tiempo. Yo voy a referirme sobre
todo a los aspectos económicos y políticos del término, lo cual no quiere decir que se agote la dimensión
que tiene la globalización, pero al menos de esa manera podemos abordar los aspectos que yo juzgo más
interesantes y que puedo trabajar con un poco más de nivel y de profundidad.

La globalización, al ser enunciada así, parece que implica un fenómeno que abarca al mundo entero por
igual; y ese es quizás el primer aspecto que esconde una realidad extraordinariamente importante. Porque,
en efecto la globalización, en términos económicos, seria la imposición de un modelo de carácter
económico fundamentalmente anclado en lo que, desde Maes, se conoce como la tríada, es decir: Estados
Unidos, Europa, y Japón. Estos representan lo fundamental de esa globalización. Representan, por
ejemplo, más del 70 % del comercio mundial, y retienen el 83'7 % del ingreso mundial. Es decir, que
aproximadamente un 20 % de la población mundial vive con el 83'7 % del ingreso mundial y el 80 %
restante accede solo al 17'3 % del ingreso mundial. Es una globalización muy desigual. Ahí esta
comprendido todo el fenómeno de atraso económico, de pobreza, de hambrunas, de enfermedades, etc.
que padece ese 80 % de la población mundial que solo tiene acceso al 17'3 % del ingreso mundial. Para
empezar, habría que decir globalización, pero menos. Hay un dominio de los mercados mundiales y, lo
que es más significativo, de la renta que producen, por parte de poderes económicos situados
fundamentalmente en esa tríada que representan Estados Unidos, Europa, y Japón (a los que se añaden
Canadá y algunos otros países más, pero muy pocos).
La segunda cuestión que hay que poner de manifiesto cuando se habla de globalización, es que hay sobre
todo una globalización financiera. ¿Que quiere eso decir? Querría decirlo en pocas palabras y
simultáneamente ser lo suficientemente claro. El sistema financiero era tradicionalmente un instrumento
de apoyo a la inversión productiva, hacia de gran eje transvasador del ahorro a la inversión. Esa era su
función fundamentalmente. La respuesta de muchos estudiantes de Económicas seguiría siendo esta. Pero
lo cierto es que en los últimos veinte años el sistema financiero se ha autonomizado, ha empezado a tener
vida propia al margen del sistema productivo. Este es un fenómenos extraordinariamente importante. De
tal manera que muchas actividades, crecientemente las actividades financieras, tienen objetivos
financieros directos, no productivos. Por ejemplo se compra y se vende dinero, pero no para llevarlo de
Frankfurt a Sydney e invertirlo allí, sino para ganar más dinero y así sucesivamente. Cada día se
intercambian en el mundo aproximadamente 1 billón 300.000 millones de dólares. Esta es una cifra
brutal, sobre todo si tenemos en cuenta que esto representa 60 veces el comercio de bienes y servicios
cada día. Hay un intercambio de productos financieros 60 veces mayor diariamente que los intercambios
de productos que sirven para alimentarse, para vestirse, para disponer de bienes de consumo duradero,
etc. El sistema financiero en escala mundial se ha autonomizado respecto del sistema productivo y tiene
objetivos puramente financieros. Esto no había sucedido nunca antes, y representa una transformación
muy importante del carácter que tiene el fenómeno de mundialización de la economía. Esto implica
también que esa cifra que se mueve diariamente, en tiempo real las veinticuatro horas del día, representa
aproximadamente cinco veces más que las reservas de divisas de los bancos centrales de los países más
industrializados del mundo. Lo cual quiere decir que un movimiento especulativo de esos flujos
financieros en un momento dado, si va a fondo, no puede ser contrarrestado por ningún país en concreto,
ni siquiera por los Estados Unidos de América. Eso sitúa las cosas en un nivel importante, y pone de
manifiesto la debilidad que los estados tienen frente a este tipo de movimientos y la aparición de un
fenómeno que puede poner de rodillas a cualquier poder político, incluso internacional, en un momento
determinado.

Por otra parte, el fenómeno de la globalización tiene también una incidencia muy significativa en los
procesos productivos, en la economía productiva (por oposición a la economía financiera). Tiene una
incidencia muy importante porque desde los años '20, y sobre todo a partir de la II Guerra Mundial (por
razones que aquí no desarrollaremos en profundidad), en prácticamente toda las ramas de actividad ha ido
apareciendo un oligopolio: el control de los mercados por un grupo cada vez mas reducido de grupos.
Esto es llevado al límite, por ejemplo, en la rama de actividad de la aeronáutica comercial, donde en
escala mundial solo existen dos empresas: Boeing (EE.UU.) y Airbus (Europa). A escala mundial, la
competencia se ha reducido a esos dos colosos, y no hay perspectiva de que pudiera aparecer un tercero.
Una de las cosas que la economía neoclásica defiende con más ardor es que la competencia tiene una
válvula de escape fundamental, que es la no existencia de barreras de entrada a los mercados. Pero para
entrar en el mercado de la aeronáutica no basta con ser grande y fuerte, hay que tener muchas raíces de
muchos tipos. Antes de que hubiera dos empresas había tres, dos estadounidenses y una europea. Las dos
estadounidenses tenían sus campos relativamente delimitados, convivían bastante bien. Pero la tercera,
que era McDonell-Douglas, dependía en gran medida de los contratos del Ministerio de Defensa de los
EE.UU. Un contrato para fabricar x aviones da trabajo para unos años, es un mercado absolutamente
cautivo, en el que no hay ninguna posibilidad de tener dificultades. La adjudicación de unos contratos, en
un momento en que habían vencido otros, fue otorgada por el Pentágono a Boeing (por razones que
podemos sospechar, pero que no conocemos a fondo), y automáticamente McDonell-Douglas entró en
quiebra, y fue adquirida por Boeing, reduciendo así el mercado mundial de la aeronáutica comercial a
solo dos empresas. Esto es un ejemplo; podríamos poner muchos. En el mercado del automóvil hay once,
en el aluminio hay tres, en la farmacia hay siete u ocho que controlan el 85-90 % del mercado mundial, en
el neumático hay cinco, etc. El conjunto de la economía productiva ha entrado en una dinámica de
concentración y centralización del capital tan profunda, que en escala mundial aparecen cada vez menos
grupos, y cada vez más poderosos. Lo cual significa que, en escala mundial, un grupo cada vez más
reducido de personas tiene un control cada vez más exhaustivo sobre el movimiento económico. En ese
grupo lógicamente, como ya decía al principio, esta fundamentalmente la tríada (EE.UU., Europa, y
Japón) con alguna salpicadura de capitales procedentes del sur, pero que tienen siempre un papel
subordinado.

Quizás convenga decir aquí, antes de entrar en otra dirección del análisis, que eso no significa que la
economía mundial sea una balsa de aceite gobernada por esos grupos gigantescos, y por esos
manipuladores de las finanzas internacionales, porque la resultante es una economía que tiene problemas
de inestabilidad muy profundos. Sin duda hay esa fosa, que comentábamos al principio, entre los países
del sur y la tríada. Una fosa en el ingreso que es indiscutible, que determina el hambre, el atraso, las
muertes por enfermedad, todo ese fenómeno que afecta tan duramente a África, a Centroamérica (y a una
buena parte del resto de América latina), a una gran parte de Asia, etc. Solo debemos pensar en el
fenómeno que supone que en Asia, antes de que acabe la primera década de este siglo, va a haber
aproximadamente de 2.500 a 3.000 millones de personas viviendo en ciudades, que no están en absoluto
previstas para esa masa de gente. Se calcula que en China a diario se mueven 60 millones de personas
continuamente, buscando horizontes nuevos. Son fenómenos que realmente implican gravísimos
problemas de todo tipo, y una vida muy problemática a quien tenga que vivirla así. Podríamos pensar que
esta es la resultante de esa correlación de fuerzas desfavorable al sur, y que la economía del norte es una
economía saneada, no sujeta a sobresaltos. Pero nada de esto es cierto. Cuando EE.UU. vive la década del
crecimiento, cuando se dice que ya no va a haber ciclos, cuando algunas proyecciones llevan el índice de
la bolsa de Nueva York hasta 100.000 puntos (lo cual supondría multiplicar el índice actual por más de
diez), si despejamos la hojarasca ¿qué se ve realmente?. Pues vemos que en EE.UU., en este momento,
hay un déficit comercial que supera el 5 % del P.I.B., y que implica aproximadamente unos 450.000
millones de dólares. En EE.UU. el ahorro se hace por momentos negativo, es decir, que los
estadounidenses están consumiendo más de lo que producen. Eso ha pasado en 1998, y ha pasado en el
2000; pero en todo momento el ahorro está bordeando el nivel cero. A veces es negativo, y a veces es
positivo, pero bordeando el nivel cero, lo cual es una caso absolutamente particular entre todas las
economías industriales. Eso implica que si uno compra más de lo que vende en el extranjero, y si uno no
ahorra, se hace necesaria una financiación. Esa financiación está exigiendo la participación del resto del
mundo. Su fuente fundamental es el superávit japonés. Normalmente los norteamericanos se quejan de
que los japoneses les venden demasiado, y demasiado barato. Lo cierto es que hay acuerdo secretos entre
EE.UU. y Japón para mantener el superávit japonés, que en definitiva sostiene el déficit norteamericano.
Además, los norteamericanos se encuentran en una situación particular, ya que emiten moneda para
financiar ese déficit. Eso solo lo pueden hacer ellos; pagar con papel sus excesos solo lo pueden hacer los
americanos, porque el dólar tiene una apreciación general. Ningún país que tuviera ese déficit comercial y
esa tasa de ahorro podría tener una moneda como el dólar, lo cual nos invita a pensar que esa moneda está
sostenida sobre bases no estrictamente económicas, sino también políticas y militares lógicamente.

Si miramos a Japón, vemos que hay una década perdida, la década de los '90. Desde 1989 Japón entró en
una situación de bajísimo crecimiento, que le ha llevado a la recesión en alguno de estos años, en el año
1998 en concreto, así como en el año 2000. Japón esta pasando pues una época muy mala. Europa quizás
sea la zona donde hay un equilibrio mayor. Todo esto esta conviviendo con procesos que, después de un
periodo de crecimiento muy fuerte, significan sobre todo políticas que tienden a empeorar las condiciones
de vida y trabajo también en el norte. Una serie de condiciones se han modificado, y en lugar de estar
mejorando en el norte, hay bastantes signos que revelan que están empeorando. Por ejemplo, en EE.UU.
se habla de pleno empleo, lo cual es una pura ilusión estadística. Lo que ha ocurrido en EE.UU. es que el
mercado de fuerza de trabajo ha sido sometido a una sacudida espectacular en los últimos veinte años, y
no es que los americanos creen quince o veinte millones de empleos sobre los que existían, sino que hay
un proceso de creación-destrucción de empleo que da una suma algebraica positiva neta de más empleos,
pero muchísimo más precarios, con un menor sueldo, y en peores condiciones. Para decirlo claramente,
los puestos de trabajo destruidos en EE.UU. en los últimos veinte años eran puestos de trabajo de carácter
indefinido y de dieciocho o veinte dólares la hora, mientras que los puestos de trabajo creados son muy
precarios, de carácter muy temporal, y que no rebasan los cinco o siete dólares la hora, lo cual implica un
proceso de readecuación claramente perjudicial para el conjunto de los trabajadores. Todo esto a veces
nos lleva, en mi opinión, a una cierta posición antiamericana, en la que, siendo los estadounidenses la
cabeza más claramente visible de este proceso de globalización al que nos hemos referido, parecería que
ellos serían la bestia.

Yo querría, a partir de ahora, no ver solo la dinámica en la que los "globalizadores" nos sitúan, sino ver
por qué se produce ese proceso, y cuáles son nuestras responsabilidades y deficiencias como actores de
este panorama político, económico, y social, que nos impiden establecer alternativas a ese proceso tan
sumariamente descrito. La globalización económica es, como todo en esta vida, un problema de
correlación de fuerzas. Por eso, en ultimo término, la globalización es un problema fundamentalmente
político. Porque, en términos políticos, en mi opinión, la globalización es el resultado, en primer lugar, de
la derrota de las fuerzas populares, de las fuerzas democráticas y progresistas, básicamente como
consecuencia del fiasco del socialismo real. Analizar el por qué representa una exigencia de nuestra
propia responsabilidad. La dinámica que está implantando las relaciones de producción capitalistas en
escala mundial en condiciones cada vez más desfavorables para las fuerzas democráticas y progresistas,
es la resultante de su propia fuerza y de su propia capacidad, pero también de la incapacidad y de los
errores de las fuerzas democráticas y progresistas. Esta derrota tiene además, a mi juicio, una
consecuencia bastante grave, porque es una derrota que no se ha digerido y frente a la que no se ha
desarrollado la critica suficiente para salir de ese cerco, y poder reconstruir una teoría y una política que
planteen alternativas a ese proceso de mundialización.

En segundo lugar, tiene una gran importancia la integración de los sindicatos en el engranaje del sistema
económico, y su incapacidad para reaccionar ante lo que podríamos llamar un cambio de paradigma. El
salto político desde el estado social de derecho hacia una configuración neoliberal de los estados, o lo que
es lo mismo, desde el pacto demócrata-cristiano y sindical en el que se desarrolló la economía mundial
después de la Guerra (que configuró la política desde entonces), hasta la ruptura del mismo por una
derecha reconfigurada que propicia una nueva rebelión de los ricos. Los sindicatos están desde entonces a
la defensiva, en el mejor de los casos, al menos los grandes sindicatos.

En tercer lugar, y como síntesis de las anteriores, nos encontramos con la incapacidad de las fuerzas
progresistas para reconstruir una teoría y una política suficientes para enfrentarse a una nueva situación.
No nos referimos a una teoría entendida como una nueva cosmovisión, ni una política que se considere de
nuevo como la única justa y adecuada, sino una teoría y una política propias de esas fuerzas,
contradictorias con las de los adversarios, y que puede y debe construirse en la dinámica y en la acción.
Porque ¿qué es la globalización? Como decía antes, es el proceso de extensión en escala mundial de las
relaciones capitalistas de producción. Estamos pues en un sistema económico de carácter capitalista, y la
substancia de ese sistema sigue siendo la misma: explotadores y explotados. Lo que ocurre es que, en
estos últimos setenta años, se han producido cambios muy importantes, que no pueden dejar de tenerse en
cuenta. Este es uno de los problemas que nos está impidiendo avanzar en este tema. Evidentemente, los
capitalistas pasan las fronteras nacionales, y tratan de instalarse en escala mundial. Van consiguiéndolo
cada vez más profundamente. Ya lo decíamos al principio. Cada vez las grandes multinacionales tienen
una raíz nacional más desdibujada, y desde luego sus intereses se hacen cada vez más planetarios. Por
ejemplo, cuando General Motors concibe su estrategia no esta pensando en Ohio, esta pensando en que
tiene una división europea, una división asiática, una división latinoamericana, y que la dinámica que va a
imprimir a su estrategia económica es una dinámica planetaria. La economía mundial es así un dominio
de los capitalistas, que cada vez son menos y cada vez más grandes, que proceden fundamentalmente de
EE.UU., Europa, y Japón, y que incorporan como apéndice a las clases dirigentes del Tercer Mundo. Los
estados sociales de derecho que mejoraron las condiciones de vida y trabajo en la tríada, integraron a los
sindicatos en el sistema, y también a fracciones muy importantes de las clases populares. En los últimos
veinticinco años, después de la crisis del final de los sesenta, cuando se produjo la nueva rebelión de los
ricos, también se desarrolló una nueva oleada de desarrollo tecnológico que tiene consecuencias muy
importantes.

Las consecuencias directamente productivas de ese desarrollo tecnológico son la mundialización de las
comunicaciones y las telecomunicaciones. Hace solo veinticinco años eran dificilísimo dirigir un negocio
desde Frankfurt teniendo intereses en Asia, por ejemplo, o en América latina. Hoy en día, la revolución de
las comunicaciones y las telecomunicaciones permite trabajar en tiempo real, en escala mundial,
conectando todas las actividades de la empresa, y pudiendo tomar decisiones en tiempo real. La dinámica
del proceso tecnológico permite también una fragmentación del proceso productivo, que contribuye
lógicamente a articular en escala planetaria el proceso de producción. Esta fragmentación del proceso
productivo permite producir partes del producto final en diversos países, en muchos, a veces, decidiendo
el ensamblaje allí donde resulta más conveniente, desde el punto de vista de los mercados de venta. Pero,
esa articulación constituye una dinámica adicional de carácter mundial y planetario. Se inaugura con este
proceso la utilización a escala mundial de la fuerza de trabajo. Pensad por ejemplo que General Electric,
la primera compañía del mundo por capitalización bursátil, tras la caída de Microsoft y de otro par de
empresas de la nueva economía, mantiene conectados en tiempo real a 22.000 ingenieros que diseñan el
producto, controlan la calidad, y dirigen la producción, en tiempo real y en escala mundial. Eso trastoca
las concepciones que teníamos sobre la dinámica de las fuerzas en el ámbito de un Estado, o en el ámbito
de una región. Eso ya funciona así. Por ejemplo, Swiss Air, la compañía aérea suiza, decidió trasladar
todas sus operaciones de administración y manejo de la compañía a la India. Desde la India dirigen la
compañía, siendo una compañía suiza que vuela fundamentalmente con centro en Suiza. Gran parte de los
ordenadores del mundo en estos momentos se reparan desde Bangalore (India). Y por ejemplo (por no
aburriros con más ejemplos), los avisos que se dan en el aeropuerto de Frankfurt se hacen desde
California. Es un proceso como veis, de una extraordinaria amplitud, y de una extraordinaria profundidad.

Las consecuencias se traducen en la vida diaria, y estos meses han sido muy claros: alimentación, salud,
concepción del trabajo, reconfiguración de la empresa (como una empresa red), el proceso de
urbanización (con todas las tragedias humanas que conlleva), y además la rebelión de los ricos. Porque,
desde hace una temporada ya larga, los ricos no quieren pagar impuestos. Como le dice el presidente de
BMW al ministro de Hacienda alemán: "BMW no va a pagar ni un marco más de impuestos". ¿Por qué?
Pues porque, en la medida en que el mundo se abre como estamos exponiendo, uno puede situar los
beneficios de la compañía donde le parezca mejor, y puede situar su sede central en las Islas Vírgenes,
por ejemplo, donde no preguntan de dónde viene el dinero, y donde no hay que pagar ningún impuesto.
Puede uno perfectamente lucir pérdidas en Alemania, y beneficios en las Islas Vírgenes. Esta es una
ingeniería financiera muy fácil de hacer a estas alturas, en la que no vamos a entrar.
Todo este proceso, lógicamente, tiene consecuencias sobre el poder, un poder mucho más abstracto, más
inaprensible, mundial, que se reúne en el llamado Consenso de Washington. Este es una formación que
hizo el profesor Williamson, sobre el hecho de que las decisiones se están tomando en base a unas
políticas económicas y sociales determinadas, en las que habría una coincidencia (por eso lo llaman el
Consenso de Washington) en la que se reúnen todos los poderes del mundo: el Tesoro de los EE.UU., las
empresas multinacionales, los gobiernos de la tríada, los organismos internacionales, así como las elites
políticas del Tercer Mundo. Esto es muy importante. Las elites económicas y políticas del Tercer Mundo
están asociadas a eso, de tal manera que muchas veces cuando se habla del Tercer Mundo y de la
condonación de la deuda, no se tiene en cuenta este proceso. Las catorce familias que controlan
Guatemala, por ejemplo, están absolutamente conectadas. En Guatemala no hay carreteras, no hay
ferrocarriles, no hay hospitales, no hay escuelas porque esas catorce familias no los necesitan para nada.
No necesitan carreteras porque viajan en helicóptero, no necesitan hospitales porque se curan en Houston,
no necesitan universidades porque mandan a sus hijos a Harvard o a Cambridge. Esa asociación de las
elites del Tercer Mundo es muy importante. El último ejemplo de cómo funciona el Consenso de
Washington, y por qué caminos estamos avanzando, es un ejemplo muy gráfico y muy claro. En la
O.C.D.E., la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que reúne al 20 % del mundo,
a los veintinueve países más desarrollados del mundo, se estaba negociando un acuerdo, el Acuerdo
Multilateral de Inversiones (más conocido como A.M.I.), cuya síntesis era que habría posibilidades de
que las empresas inversoras demandasen a los Estados, y ninguna de que estos demandasen a las
empresas inversoras. La cosa llegaba tan lejos que, una empresa que no fuese autorizada a instalarse, por
ejemplo en España, o en cualquier otro país, podía demandar al gobierno de ese país en base a los
beneficios que habría dejado de percibir por no instalarse. Afortunadamente, un grupo canadiense captó
en la red intercambios de información sobre el A.M.I., lo puso a circular, y automáticamente hubo una
respuesta general. El gobierno francés se retiró del proyecto, y como consecuencia quedó paralizado. Pero
es ahí, en esa dinámica en la que están las cosas.

En esta situación, uno de los problemas de no tener teoría ni política, es que la composición de los
antagonistas en el sistema se ha modificado, y ni siquiera nos hemos damos por enterados. Por un lado,
los capitalistas, tal y como hemos visto, se han mundializado y su jerarquía es muy distinta de la que era,
de tal manera que los capitalistas nacionales (no mundializados) están claramente subordinados a los que
establecen sus estrategias a escala mundial. Segmentos enteros de la producción están absolutamente
mundializados, tal y como habíamos visto antes, al hablar de la hipertrofia financiera. Mientras tanto en
las filas antagónicas, en las nuestras, solo hay actividad mundializada muy reciente y muy fragmentaria.
Los sindicatos, por ejemplo, siguen siendo nacionales, actuando como si el único espacio de referencia
fueran los estados nacionales; y a veces ni eso. De tal manera que, por ejemplo, hará unos dos años en el
convenio de Ford Valencia hubo una situación limite, en la que el presidente de la compañía desde
EE.UU. dirigió un video a los trabajadores, conminándoles a que si no firmaban las condiciones que la
empresa les ofrecía trasladarían la producción a otros países de Europa. En ese proceso, los sindicatos
españoles que estaban negociando ese convenio, no obtuvieron ningún apoyo de sindicatos de otros
países donde está instalada la Ford. A veces, ni siquiera el espacio nacional es suficiente. En el último
convenio de Aceralia, no hubo posibilidad de hacer una propuesta que unificase las condiciones de vida y
trabajo de los trabajadores a escala nacional.

Es más, ni siquiera tenemos conciencia de que la vieja definición de la clase obrera y del movimiento
obrero, es cada vez más inservible para definir el mundo de los explotados, de las clases populares, de las
clases que están en contra de este proceso, para identificar sus intereses, y como consecuencia es
imposible establecer estrategias. Por ejemplo, pensad que en estos momentos crece, de manera bastante
importante y por todas partes, el trabajador autónomo, un trabajador que no puede ser incluido en las filas
de los sindicatos, ni de cualesquiera otra organización social. A veces, se vende la idea del trabajador
autónomo como aquel individuo que pone en marcha una empresa, y se convierte en empresario, etc. Este
es el ejemplo porcentualmente más escaso de este grupo social. Porque la mayoría son, por ejemplo,
soldadores que antes trabajaban por un salario y con un contrato de trabajo, y ahora venden su fuerza de
trabajo a través de un contrato de servicios que no les liga en absoluto a la empresa para la que trabajan.
De tal manera que ellos tienen que pagar la seguridad social y todas las otras cargas sociales, y no tienen
ningún derecho (lógicamente, al actuar vía contrato de servicios) para exigirle al patrón ninguna otra
posibilidad, más allá de ese contrato de servicios que se firma. El crecimiento de los trabajadores
autónomos es uno de los elementos clave, pero hay muchos más. Por ejemplo, en estos momentos, están
al margen de cualquier propuesta de organización la mayor parte de los trabajadores que tienen contratos
por tiempo reducido, con horarios variables (teniendo que asistir al puesto de trabajo sin saber a que hora
van a empezar a trabajar), etc. Todos esos trabajadores están al margen de la organización, de cualquier
planteamiento de alternativas. Y, por otra parte, deberían de empezar a considerarse como miembros de
este proceso un conjunto de personas que antes estaban claramente situados en el campo adversario. Por
ejemplo, ELF Aquitain es una empresa de petróleo francesa, que decidió comprar una empresa belga que
se llama Autotanfil. En el momento del anuncio de la compra, el presidente de ELF Aquitain, anunció que
iba a despedir a diez mil trabajadores. Como consecuencia, se produjo una movilización de los sindicatos
contra eso. Pero surgió una sorpresa. ELF Aquitain tiene en Tarles, en el sur de Francia, una sociedad que
es fundamentalmente de investigación y desarrollo, en la cual todos los trabajadores son ingenieros
licenciados. Cuando se dieron cuenta de que ellos también estaban afectados por el proceso de
disminución de la plantilla, contactaron con los sindicatos, y ellos fueron los que ganaron la huelga,
porque automáticamente pararon el funcionamiento informático de la compañía, elaboraron una página
web para informar de la huelga, y colapsaron la compañía. Obligaron a la empresa a negociar.

Eso implica una configuración absolutamente nueva de las clases populares, de las clases alternativas, de
quienes pueden ofrecer una alternativa a este proceso. Y ello obliga a replantearse muy abiertamente esa
configuración, que creo que excede con bastante a lo que era tradicionalmente el movimiento obrero, los
trabajadores de cuello azul, etc. Crecientemente, los trabajadores de cuello blanco son asalariados, y por
lo tanto, contar con esa facción e integrarla resulta absolutamente fundamental, cosa que salvo esos casos
aislados no se ha conseguido hasta hoy. Por eso pienso, como vemos en esta última parte de la
exposición, que la mundialización tiene unas consecuencias más políticas que económicas puesto que, a
pesar de todo, la fuerza económica de las corporaciones transnacionales es mucho menor de la que uno se
imagina cuando da esas cifras espectaculares. Todos los cambios que la globalización ha supuesto son
cambios políticos, como la desregulación, la imposición de políticas económicas como las
privatizaciones, o esa política (que dice que no tiene alternativa) basada fundamentalmente en los
equilibrios financieros y que no se ocupa de los equilibrios reales, el proceso de configuración mundial de
unos medios de comunicación crecientemente concentrados que configuran el pensamiento (eso que
Ignacio Ramonet llamó el "pensamiento único", y que en mi opinión acierta más Emmanuel Etoo cuando
lo llama el "pensamiento cero"), etc. Ese conjunto de cuestiones, consecuencias del proceso de
globalización económica, tienen claramente una raíz política, y nos remiten, como decía antes, a una
determinada correlación de fuerzas, que es lo que yo creo que cambiar.

Mientras tanto, está cambiando a nuestros ojos el papel del estado, pero no en el sentido que pensábamos
hace veinte años (y que gran parte de las fuerzas políticas progresistas sigue manejando como un
fantasma), no en el sentido de que el Estado se va reducir de tamaño, no en el sentido de que el Estado va
a tener menos capacidad de intervención. Eso no se constata en ninguna parte. El Estado sigue siendo en
los países industriales el 45 % aproximadamente del producto interior bruto, maneja el 45 % del P.I.B., y
no hay visos de que eso se vaya a cambiar (aunque hay diferencias claras, pues por ejemplo en Dinamarca
esa cifra sube hasta el 62 %, y en EE.UU. y el Reino Unido está ligeramente por debajo del 40 %). No es
ese el camino. El camino es un cambio en el papel del estado, que trata de hacerlo virar desde un estado
social, un estado que arbitra la redistribución de la renta, y que financia un conjunto de elementos que son
en definitiva salario indirecto (como son la salud, la educación gratuita y generalizada, las infraestructuras
de comunicaciones, las infraestructuras de agua, electricidad, etc. que constituyen conjuntos de bienestar
muy claramente percibidos), hacia otro manejo del estado que por el contrario tienda a ir abandonando
este aspecto redistribuidor, y este aspecto de carácter social, para sostener cada vez más abiertamente la
inversión, para sostener los intereses de esos grupos que son cada vez mayores y que controlan cada vez
fracciones cada vez más importantes de la economía nacional y mundial. En estos momentos en España,
el estado español, en sus presupuestos anuales está concediendo exenciones de impuestos y subvenciones
que pueden alcanzar los tres billones de pesetas, una cifra muy próxima a los niveles más altos de déficit
público que hemos tenido. Hubiera bastado eliminar esas exenciones y subvenciones para equilibrar las
cuentas públicas. Y esa es la dinámica que siguen las cosas, creo yo, en escala mundial. Después, como
consecuencia de eso lógicamente, todos los aspectos de reforma y desarrollo social empiezan a tener
arena en los cojinetes en la mayor parte de los países que habían alcanzado ese nivel, que son los países
industriales (porque en el resto del mundo las cosas, como ya dije al principio, no dan para más).
Además, estamos trabajando en medio de una gravísima desinformación. Cuando en el mundo entero se
apela a la competencia, y a la actuación del mercado como emisor de señales que representa la fijación de
los precios, descubrimos que el 60 % de las exportaciones estadounidenses circulan, no por los mercados,
sino por las redes internas de las grandes compañías. De tal manera que, fijando precios intra firma
funcionan al margen de los mercados, y pueden (como hacia BMW) fijar sus beneficios en el lugar del
mundo que quieran y manejar los precios de los mercados mundiales hasta un nivel muy alto, porque el
60 % es mucho. En Japón esa cifra es menor, pero en Europa estamos muy próximos al 50 %.

En esta situación, ¿cuáles son las esperanzas de alternativas significativas, de cambios? La contradicción
que opone los intereses de quienes organizan hoy la globalización a escala mundial y el resto del mundo,
el resto de las personas, el resto de los grupos sociales, vuelve a generar, sin ninguna duda, respuestas. No
hay teoría, no hay política, pero si hay respuestas, aunque sean fragmentarias. Ha habido, todos lo sabéis,
una confrontación en Seattle, donde los grupos que ponen en cuestión el proceso, tal y como se esta
produciendo, impidieron el éxito de una cumbre mundial de la Organización Mundial de Comercio, que
es la abanderada de los procesos de liberalización y de desregulación que se están planteando. Después de
Seattle vino Washington, donde también se opusieron esos grupos al fenómeno del Fondo Monetario
Internacional y del Banco Mundial como representantes de aquel consenso de Washington y como
promotores de las políticas que están en cuestión. Después vino Praga, Niza, Davos... todo
confrontaciones. Pero finalmente, en el mes de Febrero, se celebró la cumbre de Porto Alegre que fue el
primer intento de configurar un esbozo de alternativa. Ya no se fue a desmontar la cumbre, sino que fue
un intento de mirar hacia dentro, de criticar nuestros propios comportamientos, de buscar alternativas, etc.
Porto Alegre fue elegida como sede del Movimiento social mundial porque es un paradigma de lo que se
puede hacer cuando se trabaja con otros parámetros, con otros planteamientos en política. Porto Alegre
lleva diez años gobernada por una coalición de izquierdas que ha implantado, por primera vez en el
mundo, el establecimiento del presupuesto municipal con carácter participativo. Allí, hay un sistema de
asambleas que asignan el gasto, una vez que los ingresos están fijados. Parece que Porto Alegre presenta
un aspecto muy interesante, y parece una alternativa a cómo hacer las cosas, aunque sea en un
microcosmos. Por eso podemos decir que Porto Alegre es el primer intento de plantear una alternativa
significativa a esta dinámica que hemos señalado y analizado.

Para mí hay, sin embargo, un motivo de esperanza que nadie comparte conmigo, que son los sindicatos de
EE.UU. Los sindicatos de los EE.UU. que, en primer lugar, están siendo los soportes materiales y físicos
de todo este proceso de confrontaciones de Seattle, de Washington, etc. porque sin su aporte esas
protestas masivas no hubieran sido posibles. Esta es una primera cosa importante. A mi juicio, los
sindicatos americanos son importantísimos. Durante 50 años fueron la punta de lanza del anticomunismo
en la guerra fría. Como consecuencia, fueron instrumentos del poder y fueron realmente lo contrario de lo
que uno se imagina que debe hacer un sindicato. Eso es absolutamente verdad. Además,
desgraciadamente no solo siguieron las pautas que les marcaba el poder, sino que entraron en relación con
la mafia, y todo ello transformó su papel. Pero la caída del Muro de Berlín tuvo numerosas
consecuencias, y también las tuvo en este sentido. Por primera vez, en 1994, la dirección que los
dirigentes anteriores proponían como sucesora de la saliente, salió derrotada. Bueno, hay muchas
contradicciones, eso son cosas inevitables. El primer resultado de ese cambio fue probablemente la huelga
más ejemplar que se ha realizado en el mundo en los últimos treinta años, aunque para mucha gente paso
desapercibida. Precisamente el sindicato más penetrado por la mafia, el sindicato de camioneros, organizó
una huelga en la US Postal, la empresa que transporta en los EE.UU. prácticamente el 80 % del correo
que hay allí, desde la cartería a los paquetes. En esa compañía, como en casi todas, crecía
espectacularmente el número de trabajadores precarios. Entonces, propusieron una tabla reivindicativa, en
la que colocaron en primer lugar el transformar en trabajadores fijos a todos los trabajadores precarios; y
ganaron. Después de eso ha habido contradicciones, pero indudablemente se ha iniciado un proceso,
absolutamente desconocido en los 50 años anteriores, por el cual algunos de los departamentos más
interesantes de la universidad americana han empezado a trabajar con los sindicatos, hay relaciones
crecientes en ese sentido. Sin duda, ese cambio que a mi se me antoja importante aunque sea pequeño,
puede ser el origen de un replanteamiento de organizaciones sindicales de carácter mundial, que hoy
resultan imprescindibles si se quiere ser interlocutor de esos gigantes que controlan la economía mundial.
Por ultimo decir que, en ese sentido, son también muy importantes procesos como los que estamos
viviendo en la construcción de la Unión Europea, que desgraciadamente marchan en una dirección
inadecuada, pero que con planteamientos diferentes es una entidad que puede servir de contrapeso en la
negociación con esos gigantes, mientras avanzamos en la búsqueda de una alternativa. Hay que tener en
cuenta que la Unión Europea representa el 27 % del P.I.B. mundial y casi el 25% del comercio mundial.
Estos son pequeños esbozos, pequeñas posibilidades, pequeños pasos que se podrían dar. Pero, desde
luego, si no recuperamos una teoría y una política claras, difícilmente se puede hacer frente a este proceso
que, volviendo al principio, determina hoy por hoy una correlación de fuerzas claramente desfavorable a
las fuerzas populares y progresistas. Muchas gracias.

GLOBALIZACIÓN Y JUVENTUD

Antes de entrar al tema que nos ocupa considero oportuno situar el contexto en el que las y los jóvenes
ejercen su posibilidad de participación social y política, particularmente en lo que se refiere a los rasgos
de la globalización que directamente influyen los mundos de vida de la juventud.

I. GLOBALIZACIÓN Y JUVENTUD

Tres son las características de la globalización que contextualizan las condiciones de las y los jóvenes: el
desempleo masivo/exclusión social, el narcotráfico y el auge de las industrias culturales.

En el terreno económico, la globalizaci6n presenta tres fen6rneres que caracterizan el período actual: el
auge del comercio intraindustria1 e intrafirmas, la expansión del capital financiero más allá de las
fronteras y el boom de las transacciones financieras que se incrementa por el uso de nuevas tecnologías en
el intercambio de información en los mercados de dinero.’ Las consecuencias directas son la
interdependencia extrema de las economías nacionales, la interrelación que desvanece las fronteras de los
Estados-nación y la implementación en todos los países de las políticas llamadas neoliberales de
desregulación, privatización y apertura. Desde luego, esto no quiere decir de ninguna manera que la
globalizaci6n tienda a homologar las condiciones de desarrollo de los países; por el contrario, se agudizan
y exacerban los términos del intercambio desigual entre norte y sur, centro y periferia, desarrollo y
subdesarrollo (o como quiera que se le quiera que se llame a esta relación de poder).

Cuando se habla de globalización es necesario no circunscribirse a los aspectos económicos sino


reflexionar sobre las consecuencias políticas y culturales de dicho proceso. En lo que se refiere a los
aspectos políticos encontramos la creciente inviabilidad de los términos históricos de la soberanía
nacional al introducirse transformaciones en la conformación de las comunidades estatales y al reubicarse
el eje de las decisiones de lo nacional a lo global. Igualmente, en lo cultural se producen las nuevas
derechas con discursos conservadores y moralistas pregonan los valores de la globalización: la
excelencia, la competencia, el individualismo.

En realidad, la llamada globalización de la economía que lleva implícitas las medidas de adelgazamiento
estatal y recorte al gasto público, y con ello el fin del Estado benefactor y de las políticas subsidiarias,
esconde tras del término ’global’ la exclusión de todos aquellos que no pueden acceder competitivamente
al mundo del mercado por la vía de la producción y del consumo. Es decir, globalización implica la
exclusión de millones de personas en el mundo entero por el desempleo masivo y la falta de acceso a los
otrora servicios estatales de vivienda, educación y salud. Eso en el plano nacional. En el internacional
tenemos que regiones enteras han pasado a ser consideradas como prescindibles e irrelevantes en tanto no
son viables para la expansión del capital. Por lo que, la polarización se agudiza en escala nacional e
internacional. Todas estas condiciones influyen y determinan los trayectos de vida de los individuos,
evidentemente también los de los jóvenes. Es cierto que las marcas de la globalización no se imprimen de
la misma manera en los distintos estratos de la población. Las condiciones de género, etnia, raza, clase
social, entre otras, particularizan los efectos del fenómeno. Sin embargo, podemos hablar de algunos
aspectos que por su fuerza están penetrando en prácticamente todos los ámbitos en los que se desenvuelve
la juventud. Como dijimos antes, ellos son el leo, el narcotráfico y la influencia de las industrias
culturales.

II. EL NUEVO PARADIGMA DE LA PARTICIPACIÓN JUVENIL.

Existe toda una mirada desde las ciencias sociales que en su interpretación actual de los movimientos
sociales y las identidades colectivas habla de identidades restringidas, de anomia y sociedades derrotadas
como los signos del momento actual. Si esta perspectiva se combina con aquella que para el caso de los
jóvenes habla de una Generación X marcada por la apatía, el sin sentido y la carencia de utopías,
tendremos un panorama desolador respecto a la participación juvenil. Sin embargo, es necesario indagar,
traspasando la superficie, en los procesos intersubjetivos en los que se generan formas emergentes de
participación juvenil.

En el presente artículo señalamos algunos elementos que encontramos novedosos en la participación de


las y los jóvenes, considerando que éstos coinciden con las características que Claus Offe asocia al
"nuevo paradigma" de los movimientos sociales, característico del nuevo orden mundial. Sin entrar en
una discusión sobre qué formas son más eficaces para la constitución de sujetos y para el cambio social,
encontramos cuatro características de la participación actual de las y los jóvenes que son diferentes a las
de décadas anteriores y que se refieren al por qué, al para qué, y al cómo de la participación: 1) la
novedad de las causas de la movilización; 2) la priorización de la acción inmediata; 3) la ubicación del
individuo en la organización o movimiento; y, 4) el énfasis en la horizontalidad de los procesos de
coordinación.

1. Causas de la movilización

Las teorías que se acuñaron en los setenta con respecto a los movimientos sociales tenían como motivo el
hecho de que nuevas manifestaciones estaban teniendo lugar, luchas que no encajaban en el análisis de la
sociedad capitalista o industrial y que no encontraban explicación suficiente en la relación capital-
trabajo. Para explicarse los movimientos feministas, pacifistas, estudiantiles, las ciencias sociales
construyeron las teorías de los movimientos sociales. Para algunos autores la explicación es que en la
sociedad post-industrial se han rebasado ciertas necesidades materiales, colocándose en asuntos post-
materiales el eje de la acción social. Otros autores hablan de que el eje ha cambiado de la producción al
consumo.

Independientemente de la diversidad de las teorías, lo que en la realidad se ha ido constatando es la


existencia de un sinnúmero de luchas que adoptan nuevas causas. Estas luchas iniciaron en la década de
los sesenta y setenta fundamentalmente en Europa y justamente fueron protagonizadas por amplios
sectores de la juventud. El pacifismo, el feminismo, las luchas estudiantiles tenían como actor
protagónico a las nuevas generaciones.

En nuestro país los movimientos estudiantiles fueron durante décadas, la expresión privilegiada de la
participación juvenil, con demandas sobre las condiciones de la educación y de la democratización de los
órganos de gobierno; girando posteriormente a la participación barrial en organizaciones urbano-
populares, en consejos juveniles y en una variedad de colectivos que demandaban espacios culturales.
Hoy se agregan de manera importante los grupos, redes y colectivos que actúan en torno a: 1) la defensa y
protecci6n del medio ambiente; 2) los derechos sexuales y reproductivos; 3) la promoción y defensa de
los derechos humanos; y, 4) el apoyo a la causa indígena.

2. Priorización de la acción inmediata

En una reflexión sobre las características de los nuevos movimientos, Foucault señala entre otras cosas
que se trata de luchas ’inmediatas’ en la medida que se critica en ellos las formas del poder que están más
próximas y evidentes:

No apuntan al ’enemigo principal’ sino al enemigo inmediato. Tampoco esperan hallar una soluci6n de
sus problemas en una fecha futura (o sea liberaciones, revoluciones, fin de la lucha de clases). Por
comparaci6n con una escala teórica de explicaciones o un orden revolucionario que polarice la historia,
son luchas anárquicas.(9)

Rossana Reguillo señala como características de las culturas juveniles actuales, que el barrio ha dejado de
ser el epicentro del mundo, adquiriendo una conciencia planetaria y una vocación internacionalista, a
pesar de lo cual estos jóvenes "priorizan los pequeños espacios de la vida cotidiana como trincheras para
impulsar la transformación global".(10) Tal vez por ello, el lema acunado por el movimiento ecologista,
considerablemente juvenil, "pensar globalmente, actuar localmente" es el que mejor expresa esta
característica de la participación juvenil.

Las y los jóvenes quieren cambios aquí y ahora. Sus proyectos de futuro tienen que ver más que con
sistemas claramente estructurados, con imaginarios de una sociedad anhelada que representan una
determinante definición ética: la ética de las relaciones con la naturaleza, la ética de la relación entre los
géneros, la ética de la relación con el cuerpo, la ética de las relaciones entre los individuos. Paralelamente,
se considera que la construcción de uninuevo tipo de sociedad, con ordenamientos éticos, empieza en el
aquí y ahora, salvando la vida de las ballenas y de los bosques, liberando presos indígenas, ayudando a
morir en paz a los enfermos de SIDA, etc. Se piensa en el planeta, en la sociedad global, en la utopía,
pero se actúa en el espacio inmediato frente a interlocutores inmediatos, fortaleciendo la organización con
los logros instantáneos. Digamos que los jóvenes buscan la efectividad inmediata de su acción.

3. Ubicación del individuo en la organización o movimiento

Continuando con Foucault, señala que estas luchas "cuestionan el status del individuo, sientan el derecho
de ser diferentes y subrayan todo cuanto hace verdaderamente individuales a los individuos"(11).También
en ese sentido coincide Rosanna Reguillo al señalar con respecto a las nuevas culturas juveniles, que

hay un respeto casi religioso por el individuo que se convierte en el centro de las prácticas. Puede decirse
que la escala es individuo-mundo y que el grupo de pares no es ya un fin en sí mismo sino una mediación
que debe respetar la heterogeneidad.(12)

Efectivamente, las grandes organizaciones juveniles en fas que el individuo quedaba prácticamente
anulado en pro de lo colectivo masificado han dejado de ser de interés para las nuevas generaciones.
Desde luego las federaciones estudiantiles, los consejos populares y las agrupaciones para-partidarias
siguen existiendo gracias a sus aparatos burocráticos de mayor o menor medida. Sin embargo, es evidente
que los jóvenes no se sienten fuertemente atraídos por estas estructuras verticales. No les interesa ser un
militante o afiliado más que pierde su individualidad en la masa. Por ello, la participación juvenil se
expresa hoy día en pequeños colectivos y grupos y, muy claramente en acciones diversas en las que se
participa de manera individual. Como los nuevos movimientos europeos, los jóvenes en nuestro país
establecen mecanismos de participación poco o nada institucionalizados, en los que se permite una gran
flexibilidad de actuación en campañas específicas, en redes de información y en acciones concretas.

9. Foucault, Michael. Discurso, poder y subjetividad. Ediciones El Cielo por asalto, Buenos Aires, 1995,
p. 169.
10. ReguilloReguillo, Rossana. "Taggers, punks y ravers", en Alonso J. y Juan Manuel Ramirez Sáiz. La
democracia de los de abajo. La Jornada- Consejo Estatal del Estado de Jalisco- Centro de Investigaciones
Interdisciplinarias en Humanidades de la UNAM, México, 1997, p. 211
11. Reguillo. Op.cit. p . 169
12. Foucault. Op.cit. p. 169

La juventud y la globalización

Un ensayo del prof. Claus Leggewie

El último estudio Shell sobre la juventud, publicado en el año 2000, constata de forma lapidaria en el
capítulo dedicado a la política: “El interés político de la juventud sigue disminuyendo, lo que se observa
en todos los diferentes subgrupos”. El estudio anterior, de 1997, se había dedicado especialmente al
declinante interés político juvenil, que también se estaba desplazando a otros ámbitos. Sus resultados
fueron bastante insatisfactorios para los partidos políticos. Desde entonces, la distancia entre los jóvenes y
la política ha seguido creciendo, aunque ello no es una particularidad alemana: “Sus causas son, por una
parte, que los jóvenes identifican el término política con el espectro de partidos, gremios, rituales
parlamentarios y aparatos político-administrativos en los que depositan poca confianza. Por otro lado, los
jóvenes consideran la actividad ritual de los políticos poco relevante, desvinculada de la vida real”. Los
jóvenes reconocen y aprueban la democracia, pero no automáticamente las instituciones políticas
“realmente existentes”: el último lugar en la escala juvenil lo siguen ocupando los partidos políticos. Sin
embargo, también se deben constatar grandes diferencias entre Alemania oriental y occidental en el juicio
sobre organizaciones no gubernamentales: en los nuevos Estados federados han perdido confianza de
forma masiva. Los jóvenes las ignoran completamente, afirmando que no “guardan ninguna relación con
su vida presente o futura”.
Direcciones en Internet

Que “la” juventud no existe es un axioma más válido que nunca – la disolución de los entornos sociales
convencionales, la individualización de la vida en sus diferentes fases y la obligación de autoconstruir
“biografías parche” – todos estas circunstancias sacadas a la luz por la sociología afectan también a la
juventud. Por esta razón, entre los jóvenes se encuentran todas las actitudes y opiniones políticas – desde
la letárgica actitud del “no me importa nada” hasta la labor esforzada en las asociaciones juveniles de los
partidos políticos y en las diferentes organizaciones no gubernamentales. Determinante, junto a la
situación socioeconómica y al grado de educación de la generación entre los 15 y los 25 años, es sobre
todo el siguiente factor: la distancia con la política depende en gran medida de si los jóvenes creen que
podrán encarar adecuadamente su futuro personal. Su socialización casi no influye en esa distancia.

Mientras mas incierto les parezca su porvenir, mayor es el rechazo juvenil al clásico quehacer político.
Los planes de estudio en educación política, que apuntan a “ejercitar” la democracia, tienen, por lo tanto,
un resultado bastante modesto. Ante todo, es determinante ofrecer a los jóvenes los recursos y el apoyo
necesarios para resolver su futuro personal.

Evidentemente, desde “arriba” la juventud no espera ese apoyo. La asunción al poder de la coalición del
SPD con los Verdes en 1998 no incentivó la participación de la juventud en los asuntos de la sociedad, a
diferencia de lo ocurrido en los años 60 y 70, cuando surgieron con fuerza no sólo la oposición extra
parlamentaria y los “nuevos movimientos sociales” (feministas, el movimiento contra la energía atómica,
los activistas por el medio ambiente y la paz), sino también cuando se fortalecieron los antiguos y nuevos
partidos de centro-izquierda. En aquella época, el SPD aumentó por última vez el número de sus
militantes jóvenes, mientras que hoy es el partido con la militancia de, en término medio, mayor edad. Y
en el caso de los Verdes, que reclutaban sus militantes y simpatizantes de los nuevos movimientos
sociales, el estudio Shell indica que “han sufrido pérdidas dramáticas de partidarios entre la joven
generación”.

Los jovenes que hoy se adscriben a un partido o a un sector político se inclinan más bien por la derecha;
no obstante, cabe señalar que los estudios sobre la juventud no ven ningún síntoma que indique “un
aumento de la ultraderecha organizada en Alemania”. Por el contrario, en Francia, el Front National (FN)
tiene una considerable influencia entre los adolescentes y los jóvenes electores masculinos, un caso que se
repite en todas las formaciones nacional-populistas que actualmente están haciendo furor en los países
vecinos de Alemania. Sin embargo, también en la República Federal se observa un cierto potencial de
ultraderecha, sobre todo entre los hombres jóvenes, como lo indica su voto sobreproporcional a favor de
formaciones como la DVU (Deutsche Volks Union) en Sajonia-Anhalt o del “partido Schill” (PRO) de
Hamburgo.

Esos resultados se mantienen en el marco de una tendencia que se puede observar desde hace bastante
tiempo: los jóvenes son “demócratas insatisfechos” (Martina Gille/Winfried Krüger), es decir: más que
nunca en la historia alemana aprueban la democracia como forma social y de vida, pero tienen una
desconfianza creciente en las organizaciones políticas tradicionales. Ellos prefieren apostar por las
agrupaciones informales – si es que participan en la vida social – o por una participación puntual, por
ejemplo tomando parte en manifestaciones o en campañas de recolección de firmas, que son actividades
más bien no convencionales. En contra de un prejuicio bastante difundido sobre el supuesto egoísmo de la
juventud, también participa en la esfera caritativa: practicando el amor al prójimo, por ejemplo ayudando
a los necesitados en su entorno social inmediato, o mostrando su solidaridad material con la población de
las regiones pobres del mundo o trabajando para impedir la destrucción del medio ambiente a escala
global. Este tipo de participación social es la que prefiere la juventud, el trabajo concreto en proyectos
limitados en el tiempo.

La disminucion real de la militancia afecta, por una parte, a las antiguas y nobles instituciones de la
sociedad laboral. La organización sindical ya no es para la juventud, o parece no ser, adecuada a la luz de
un mercado de trabajo individualizado. Las organizaciones de los trabajadores no se han adaptado a las
necesidades reales de los jóvenes de ambos géneros que trabajan en el sector de servicios. Sin embargo,
también las organizaciones tradicionales se quejan de que cada vez menos jóvenes participan en sus filas:
los clubes de deportes y los grupos religiosos – más atractivo que el grupo religioso juvenil es el relajado
grupo de autoanálisis, y el torneo de Streetball y el Fitness-Center son más interesantes que el club de
atletismo o de balonmano. Por un lado, la participación de los jóvenes entre 16 y 29 años en las
organizaciones tradicionales en los años 90 se redujo a un mínimo, sobre todo en Alemania oriental – el
estudio del Instituto Alemán de la Juventud indica una disminución del 22 al ocho por ciento – y el grado
de actividad en por lo menos un club o asociación se redujo del 42 al 33 por ciento. Por otra parte, entre
1992 y 1997 la simpatía por los grupos informales como los grupos ecologistas, los proyectos por la paz,
por los grupos de autoayuda y de derechos humanos se mantuvo constante en toda Alemania. Es decir, se
puede constatar que la participación real de la juventud se redujo escasamente; en Alemania occidental
disminuyó del 22 al 21 por ciento, en Alemania oriental del 18 al 14 por ciento.

Cabe constatar que solamente una minoría de los jóvenes entre los 16 y los 29 años de edad participa en
la vida políticosocial, mientras que el consumo de televisión de un gran porcentaje de los escolares de
ambos géneros ya ha sobrepasado las cuatro horas diarias. Sin embargo, también es acertado señalar que
cientos de miles de jóvenes se preocupan activamente de su entorno social y natural, y no se concentran
únicamente en su avance personal, como desde hace años lo insinúa el ideal económico y social
neoliberal de la “sociedad de los carreristas” y de las rápidas ganancias..

Se puede deducir fácilmente que a comienzos de este nuevo siglo, relativamente más jóvenes están
participando en la vida político-social que hace cuarenta años, cuando solamente una “pequeña minoría
radical” de esa fértil generación trataba de alcanzar objetivos que eran mucho más abstractos que los que
actualmente motivan a la juventud. Sin embargo, la información de los medios de comunicación sobre la
participación de la juventud en la vida social y política es mucho menos eufórica que entonces. Ello se
debe a que más de alguna ilusión ha reventado como un globo, y algunas esperanzas han tenido que ser
desechadas (por ejemplo, la esperanza de la revolución socialista). No obstante, es más importante el
hecho de que el escepticismo refleja un empeoramiento verdadero de la situación, principalmente en
cuanto a las considerables diferencias entre el norte y el sur del planeta. Desde luego que la apatía y el
cinismo también están difundidos entre la juventud; pero, los Sondeos Generales de las Ciencias Sociales
(Allbus) de 1992 y 2000 indican que aumenta la participación de la juventud en el este y el oeste del país,
por ejemplo en campañas para recolectar firmas, en proyectos cívicos, manifestaciones y boicots, siendo
muy superior a la actividad que los mayores de 30 años realizan habitualmente en estos campos.

No es exagerado afirmar que la “juventud intranquila” ha retornado. Mientras que los mayores discuten
con desgana en tertulias de televisión y en foros públicos sobre “la escasa participación de la juventud en
la sociedad” – sin perder de vista las actitudes y los motivos de las movilizaciones de la generación del
68, que desembocaron en partidos y movimiento cívicos – la juventud de hoy hace ya mucho tiempo que
está combatiendo el orden mundial neoliberal. En esta lucha, la juventud está trabajando en un sinfín de
proyectos y alternativas concretas, entre los que cabe destacar su labor por un comercio mundial
equitativo, por el desarrollo sostenible, por los derechos humanos, por la diversidad cultural y la igualdad
de derechos de los géneros.

En vista de los enormes problemas existentes, cuya exageración y dramatización mediática sí puede llevar
a la resignación y al fatalismo, es realmente admirable que cientos de miles de jóvenes en todo el mundo
se reúnan y actúen con el lema “Es posible construir otro mundo”.

Este ha sido el lema del foro mundial social anual de Porto Alegre (Brasil), un movimiento global – cabe
destacarlo – que critica la globalización, y que surgió en los años 90, los que supuestamente fueron años
“apolíticos”. Los observadores pasivos se percataron de su existencia recién en las protestas violentas de
Seattle, Davos y Génova en contra de los “caudillos del universo” allí reunidos, como escribió entonces el
Financial Times.

Por cierto que la critica de la globalización no es exclusiva del movimiento juvenil, en ella participan
también los “veteranos del movimiento”, activos desde los años 80 y 90 (por lo que sin razón son objeto
de mofas), así como los pioneros intelectuales (Noam Chomsky, Jean Ziegler, Elmar Altvater, Antonio
Negri, Susan George o Walden Bello) que en parte tienen mucho más de 50 años. Pero también cientos de
miles de adolescentes y jóvenes adultos participan en los movimientos de crítica contra la globalización.
Por primera vez, se organizan de forma “internacionalista”, o mejor dicho, forman una oposición política
transnacional contra un rumbo global de la política económica, social, de derechos humanos y de
seguridad que consideran falso. Operan una red mundial de medios independientes, también en Internet,
que no apuesta por alcanzar un lugar prominente, sino que recalca la creatividad y fantasía de un
movimiento vital.

La critica contra la globalizacion abarca diferentes generaciones y países, pero sus formas de
movilización son “juveniles”, es decir, son puntuales y una respuesta a la situación concreta. Es probable
que ésta sea una forma de participación que se extienda durante el siglo XXI, al igual que el populismo
cargado de resentimientos. Pero no hay que idealizar ese movimiento juvenil: en sus márgenes sufre de
una relación confusa con la protesta militante y la violencia callejera, las que a veces se tachan de
heroicas. Además, este movimiento juvenil también presenta, nuevamente en sus márgenes, antiguas
tradiciones de ultraderecha y ultraizquierda. Cabe destacar que ese “movimiento sin militancia (fija)”
depende, sobre todo, de la resonancia en los medios electrónicos y de la “la atención pública”, en la que a
veces se enreda. Todos estos problemas no son nuevos, pero del destino de algunos movimientos de
protesta antiguos se puede apreciar en cuáles callejones sin salida pueden caer. A menudo se puede
constatar que los jóvenes críticos de la globalización tienen un trato descuidado con las instituciones y los
actores políticos; a veces, hablan con la misma ignorancia y desprecio de la clase política. Así surge
también una apatía electoral que solamente podemos calificar de fatal, pero que también es parte de aquel
“activismo ritualizado” que solamente se reconoce en el bando contrario.

Sin embargo, los partidos políticos también tienen una obligación moral. Las formaciones políticas no
tomaron en serio lo que estaba sucediendo fuera de su mundo y de su horizonte reducido al Estado
nacional, o lo percibieron recién cuando se declaró el estado de emergencia en las grandes cumbres
políticas internacionales de Génova o en la ciudad sueca de Göteborg. A menudo, la política reaccionó
con intentos de aproximación demasiado obvios, tratando de apropiarse del “movimiento”. Sobre todo los
partidos de centro-izquierda, que siempre han apostado por la movilización de las fuerzas del cambio
social, han dejado pasar una promisoria oportunidad de renovarse. Como se vio en la primera vuelta de
las elecciones presidenciales y parlamentarias en Francia, el alejamiento de justamente los jóvenes más
activos del sistema político significó un serio castigo para el “Establishment” socialista. Sin embargo,
cabe también preguntarse: ¿Quién si no los partidos pueden, finalmente, focalizar la voluntad de la
sociedad y preparar las necesarias decisiones políticas? ¿Quién si no los partidos pueden legitimar
democráticamente las organizaciones no gubernamentales, emergentes y de renombre, implementando
sus demandas en contra de la resistencia de grupos sociales mucho más poderosos? Actualmente están
floreciendo miles de sueños provenientes de la fantasía política; pero, llegará el momento en que los
jóvenes actores políticos adopten las virtudes de la militancia y de una organización permanente – quizás,
sencillamente con el paso del tiempo, es decir, dejando atrás su propia juventud.

Resumen de Actividades del Proyecto

"Políticas de Juventud en América Latina: Evaluación y Diseño. Informe Argentina". (1995).


Actividad de consultoría a solicitud de la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ), para la cual
se relevó la totalidad de los programas y acciones dirigidos a los jóvenes desde el Estado Nacional y
diversas jurisdicciones provinciales. Asimismo, se ofreció un cuadro general de la situación de los
jóvenes y una relación del trabajo de las Ong´s de juventud.

Talleres de "Derechos Juveniles". (1997).


Diseño y coordinación, para el Programa de Fortalecimiento del Desarrollo Juvenil (PFDJ) de la
Secretaría de Desarrollo Social (SDS) de un taller sobre "Derechos de los jóvenes", bajo el concepto de
jóvenes como sujetos de derechos.

Consejos Locales de Juventud: Del Debate a la Acción. (1998).


Iniciativa conjunta del Proyecto Juventud de FLACSO y la Mesa de Concertación Juvenil de la Ciudad de
Buenos Aires. El objetivo de estas jornadas fue abordar la problemática de la creación y futuro desarrollo
del Consejo de Juventud local; elaborar estrategias vinculadas a su concreción, buscando crear un espacio
dinámico y participativo para reflexionar acerca del estado de situación de los jóvenes de la ciudad.

Escuela de Gobierno para Jóvenes. (1998 - 1999).


Diseño y constitución del equipo docente del módulo sobre "Juventud y políticas de juventud" de la
Escuela de Gobierno para Jóvenes. Subsecretaría de la Función Pública; Sría. Gral. de la Gobernación;
Prov. de Buenos Aires.

Casa de los Estudiantes (Federación Universitaria de Buenos Aires). (1999).


Diseño del proyecto; puesta en marcha de la casa y elementos de gestión. El concepto general, se asentó
en la experiencia desarrollada a partir de la gestión de Casas de la Juventud.

Proyecto Defensoría Joven. (2000).


La Defensoría Joven es un programa de Promoción de Derechos de los/as jóvenes, pensado como un
espacio de atención personalizada y confidencial donde se brinda asesoramiento en forma gratuita a los/as
jóvenes de la Ciudad de Buenos Aires, en el ámbito de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Buenos
Aires. El Proyecto Defensoría Joven fue diseñado en forma conjunta por la Defensoría del Pueblo y el
Proyecto Juventud de FLACSO. Se desarrollo una metodología de planificación participativa y se trabajó
con los jóvenes porteños y los principales actores sociales vinculados a la problemática de los derechos
juveniles en el diseño y planificación de las principales actividades del programa.

Coordinación del Grupo de Trabajo Juventud - CLACSO (1997 - 2002)


El objetivo principal del Grupo de Trabajo Juventud del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
(CLACSO) es generar un espacio para la discusión teórica y metodológica en relación a los jóvenes en
tanto actores sociales. El GT desarrolla sus actividades a partir del trabajo virtual, a través de un campus,
y de la organización de jornadas de discusión anuales. La reunión anual del año 1999 se desarrolló en
Buenos Aires bajo el titulo "La participación social y política de los jóvenes a fin de siglo", y esta
reflejada en un libro-compilación de igual título. La reunión del año 2000 se realizó en Costa Rica
procurando aportar a un debate sustantivo "El replanteamiento de la transición juvenil: exclusiones y
respuestas". En tanto, la próxima reunión del Grupo se realizará en mayo del 2002, y la temática a
abordar será "Los jóvenes y la sociedad de la información. Globalización y antiglobalización en Europa y
América Latina".
INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS

Primer Informe de Juventud de la Ciudad de Buenos Aires. (1995-1997).


Profundización de la información obtenida en la "I Encuesta de Juventud de la Ciudad de Buenos Aires",
priorizando los aspectos conceptuales por sobre los descriptivos. Objetivos: relevar y generar
conocimiento acerca de la situación de los jóvenes de la Ciudad de Buenos Aires y contrastar la
información obtenida con las políticas de juventud desarrolladas en perspectiva a una optimización de las
mismas.

Los Jóvenes en los Medios. (1995-96).


El proyecto obtuvo una descripción de las imágenes y atribuciones con que los jóvenes aparecen en los
medios de prensa y efectuó un análisis de la contribución de estos medios a la construcción social relativa
a la vida y características del mundo de los jóvenes. Es decir, se generó conocimiento acerca de la(s)
imagen(es) de los jóvenes que producen y ofrecen los diferentes diarios nacionales y describió el
tratamiento que tales medios hacen de los hechos que involucran al mundo de los jóvenes. Para ello, se
relevó la aparición de los jóvenes en éstos medios durante el año 1995.

Políticas de Asistencia y Prevención en Salud Mental para la Adolescencia de los 90 en la Ciudad de


Buenos Aires (1998)
El proyecto se desarrolló en forma conjunta con la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA),
que funcionó como sede.
Objetivo: relevar las instituciones de asistencia y prevención de la problemática adolescente en la Ciudad
de Buenos Aires, analizando la dimensión institucional en el abordaje terapéutico y preventivo de la
problemática adolescente.
Como resultado de la investigación, se obtuvo un pormenorizado relevamiento de la situación de las
políticas de asistencia y prevención implementadas para atender las diversas manifestaciones de la
problemática juvenil, específicamente las crisis que afectan al segmento adolescente en la Capital.

Participación social y política de los jóvenes de la Provincia de Buenos Aires. La experiencia de la


Escuela de Gobierno para jóvenes. Hablan los jóvenes. (1999).
Diseño, ejecución y análisis final de un estudio sobre las características y motivaciones participativas de
los y las jóvenes participantes de la experiencia de la EGJ. Subsecretaría de la Función Pública; Sría.
Gral. de la Gobernación; Prov. de Buenos Aires.

Jóvenes e identidad en el ciberespacio. (1998-2000).


Investigación acerca de la construcción de la identidad de los adolescentes en el ciberespacio y de las
prácticas de uso de los jóvenes de las nuevas tecnologías de la comunicación.

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