Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PRESENTACIÓN
EQUIPO DE TRABAJO
DIRECTOR
SECRETARIO DE REDACCIÓN
INVESTIGADORES ASESORES
ÍNDICE
AFGANISTÁN
Friedrich Engels __________________________________________________________________ 18
Iñaki Urrestarazu
Un poco de historia
¿Cuál es la riqueza del país? ¿Por qué el control de esta región es tan
importante para las grandes potencias?
5
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
6
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
7
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
8
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
9
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
10
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
11
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
12
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
13
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
14
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
relativa por el hecho de que lo que queda son los talibanes-, porque entraron en
Afganistán en 2001 para destruir el Taliban que primero había sido su socio pero
que luego no había entrado en su juego del gasoducto TAPI, y no lo han
conseguido tras 20 años de guerra, dos billones de dólares gastados, y miles y miles
de muertos, exiliados, destrucción del país, etc. Tampoco han logrado la paz, la
democracia, la estabilidad y todas esas cosas que son milongas para los EEUU y en
las que nunca han creído. Hasta el propio Biden dice ahora que no querían llevar la
democracia a Afganistán sino que fueron para impedir que Al Qaeda operara desde
Afganistán (¡!) ¡Cuando Al Qaeda es un instrumento al servicio de ellos! Pero
tampoco han logrado un gobierno no taliban con apariencias democráticas que les
permita a los norteamericanos desestabilizar los países vecinos de una forma clara.
Han conseguido un gobierno absolutamente corrupto, incapaz de llevar ninguna
política en el país, que se ha seguido beneficiando del opio, y con un ejército-
chatarra, absolutamente inútil e incapaz de derrocar a los talibanes, de imponer el
control en el país, por muchos miles de millones que hayan gastado en armas y en
asesoramiento. Han conseguido, eso sí, un estado fallido, empantanado.
Y la lucha que han tenido los talibanes con los EEUU no parece que haya
sido una ficción o una pura parodia, sino una lucha real por echar a los
norteamericanos de Afganistán. Los talibanes a diferencia de Al Qaeda y del ISIS,
no son manipulables o no tan manipulables como estos, y son nacionalistas, muy
ligados a su territorio y a su país, Afganistan y quizá sobre todo al territorio Pastún.
Los EEUU fueron expulsados de Irak en 2011. Se fueron con la intención de volver si
hacía falta, y “tuvieron que volver” porque Irak se les estaba yendo de las manos en
el entretanto con sus relaciones con China. Tras la macabra experiencia del ISIS
iniciada en 2014 y con la que volvieron, se encontraron con el fracaso y la
destrucción del ISIS en Irak y la voluntad unánime del pueblo y de los partidos de
Irak de que los EE.UU se vayan de nuevo, para lo que le están azuzando militar y
políticamente y terminarán por irse, lo cual será otra victoria. También se tendrán
que ir de Siria y esa será otra victoria. Se trata entre otras cosas de ir echando a los
EE.UU de todas partes y de reducir sus campos de maniobra.
Y por otra parte está el tema de que los EE.UU han demostrado ante el
mundo de que abandonan a sus aliados cuando no les interesa, como objetos de
usar y tirar, lo cual puede tener consecuencias importantes y sobre todo en el
15
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
deterioro de la confianza de los países en los EE.UU. Los kurdos del YPG y FDS de
Siria, deberían sacar enseñanzas de esta experiencia. ¿A dónde irán ahora los EEUU
tras salir de Afganistán? Tratarán por supuesto de darle la vuelta al tema, y de seguir
desestabilizando en otras partes, por ejemplo en Asia Central. Tras la derrota
relativa de Afganistán, los norteamericanos no se quedarán quietos, y tratarán de
seguir por otras vías o de otra manera. Pero su salida de Afganistán le puede
suponer un distanciamiento de Afganistán que no quisiera. Y por otra parte, el
control amplio de los talibanes en Afganistan ya existía antes y asimismo su
importante popularidad, entonces ¿Qué es lo que hace que salgan ahora, que no
sea su propia impotencia, cansancio e incapacidad de dominar a los talibanes?
Por otra parte, aun siendo posible, no es seguro el papel de desestabilización
que pueden jugar los talibanes o hasta que punto lo quieren o lo pueden jugar.
Están más por Afganistán y por estructurar el país -a su forma y con sus
planteamientos reaccionarios en muchos aspectos por supuesto-. Como decíamos
no son lo mismo que Al Qaeda o el ISIS, instrumentos apátridas al servicio exclusivo
de los EE.UU, allí donde los necesite, aunque podrían intentar desestabilizar en
China y en Asia Central si se les permite o acoger a Al Qaeda, pero no parece
demasiado probable.
Habrá que ver en que quedan sus afirmaciones de que han cambiado, de
que permitirán a las niñas ir a la escuela o a las mujeres ir a trabajar o el nivel de
represión que puedan ejercer con los no adscritos o sumisos a su versión del Islam,
hombres o mujeres. Han realizado afirmaciones contemporizadoras con respecto a
China, Irán o Rusia, y a las posibles relaciones comerciales y económicas que se
pudieran dar. Estos países desconfían, han adoptado ya medidas militares en las
fronteras y países fronterizos, y esperan a ver cómo se desarrollan los
acontecimientos y en que se plasma su política interior como la exterior. China tiene
el proyecto de la Ruta de la Seda, un proyecto propiciador del desarrollo de los
pueblos, en condiciones de igualdad y de beneficio mutuo, y si entran por él puede
ser un elemento desactivador y neutralizador de cualquier atisbo de agresividad
por parte de los talibanes y una manera de mantenerlos alejados de la órbita
norteamericana. Es de llamar la atención la versión, una vez más, del mercenario
director fáctico de la política internacional de Gara, David Lazkanoiturburu, un
anticomunista y pronorteamericano furibundo, que dice que a China solo le interesa
16
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
que los talibanes no influencien entre los islamistas de Xinkiang, pueblo al que están
supuestamente “colonizando”. Es la enésima vez que lo dice, y la realidad es que
los islamistas radicales y terroristas de Xinkiang -Turkestan Oriental según la
definición turcófila-, han participado por miles en la guerra contra Siria de la mano
del imperialismo y como entrenamiento para el objetivo fundamental de
desestabilizar China a partir de Xinkiang, que es lo que quiere los EE.UU, al igual
que lo intenta con el Tibet, Hong Kong, Taiwan y el acoso en el Mar del Sur de
China.
Fuente: http://lhblog.nuevaradio.org/b2-img/UrrestarazuAfganistanCementerio.pdf
17
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Friedrich Engels
Este artículo de Friedrich Engels, escrito en 1858, relata la derrota del ejército
británico en Afganistán. Parece increíble que esta narración resulte tan actual a la
vista de los sucesos ocurridos durante estas semanas y, más aún, como la agresión
imperialista repite los mismos o parecidos errores. Fue derrotado el ejército
británico; fue una catástrofe la invasión soviética en los años 80 del siglo pasado y
lo ha sido la presencia militar norteamericana, con la participación de tropas
españolas. No se puede oprimir a un pueblo ni se le puede imponer un gobierno
corrupto sostenido por la presencia militar extranjera. Se puede estar muy en contra
de la política de los talibanes pero el destino de Afganistán tiene que estar en manos
de los afganos y afganas.
La conquista británica
18
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Primeras resistencias
La bancarrota
19
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
otros 3.000 se encontraban en el Sind y el paso de Bolan. Los fastos reales del Sha
Soojah, los salarios de los funcionarios y todos los gastos de su corte y su gobierno
eran pagados por el Tesoro indio. En fin, los jefes afganos estaban subvencionados,
o mejor dicho sobornados, por la misma fuente para que se sintieran a gusto.
McNaghten fue informado de la imposibilidad de mantener ese ritmo de gastos.
Intentó restringirlos, pero la única manera de conseguirlo era reduciendo las
asignaciones de los jefes.
El mismo día que intentó hacerlo, los jefes fomentaron una conspiración con
el objetivo de exterminar a los ingleses; McNaghten en persona favoreció la
concentración de fuerzas insurreccionales que, hasta entonces, habían luchado
divididas contra los invasores, sin unidad ni coordinación. No hay ninguna duda de
que en ese momento el odio de los afganos a la dominación británica había llegado
a su apogeo.
En Kabul, los ingleses estaban dirigidos por el general Elphinstone, un viejo
hombre indeciso y completamente desamparado que continuamente daba órdenes
contradictorias. Las tropas ocupaban una especie de campamento fortificado tan
extenso que las tropas apenas llegaban a vigilar las murallas, y aún menos a destacar
hombres para controlar los alrededores. Las defensas eran tan imperfectas que se
podía atravesar a caballo el foso y el parapeto. Como si esto no fuera suficiente, el
campamento estaba dominado, casi a tiro de mosquete, por pequeñas elevaciones.
Para coronar lo absurdo de estas disposiciones, todas las provisiones y el material
médico se encontraban en dos fuertes distintos a cierta distancia del campamento,
que además estaban separados por jardines rodeados de muros y por otro
pequeño fuerte que los ingleses no ocupaban. La ciudadela de Bala Hissar de Kabul
hubiera ofrecido cuarteles de invierno sólidos y espléndidos a todo el ejército, pero,
para dar gusto al Sha Soojah, no estaba ocupada.
La insurrección
20
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
El desastre
21
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
historia. Muchos oficiales fueron hechos prisioneros por los afganos; Jalalabad
estaba ocupada por la brigada de Sale. Se le exigió la capitulación, pero rechazó
abandonar la ciudad, como también hizo Nott en Kandahar. Ghazni también cayó;
ni un solo hombre sabía utilizar la artillería y los cipayos también sucumbieron al
clima.
22
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
El Sha Soojah hacía tiempo que había sido asesinado por ciertos jefes
afganos y desde entonces no había gobierno real en Afganistán. Futteh Jung, su
hijo, no era rey más que de nombre. Pollock envió un destacamento de caballería
para liberar a los prisioneros, pero éstos habían logrado sobornar a sus guardianes.
La derrota
Fuente: https://www.sinpermiso.info/textos/la-derrota-del-imperio-britanico-en-afganistan
23
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Alberto Acosta
Los talibanes controlan Afganistán. Se está escribiendo tanto sobre ello que
casi da vergüenza convertirse en uno más. No obstante, mucho de lo escrito es
superficial y enfocando más hacia el pasado que hacia el presente o el futuro. Y en
ese pasado, desgraciadamente, ni siquiera ha habido referencias a la etapa
revolucionaria de 1978-1992, antes de la primera llegada de los talibanes al poder
de la mano de EE.UU. Pareciese que Afganistán solo ha sido “democrático” (estilo
occidental) con EE.UU y sus vasallos, pero la “democracia estilo occidental” nunca
existió en Afganistán y sí una democracia popular mucho, pero que mucho más
avanzada que la que supuestamente proponían los occidentales, aunque no es el
objetivo de este análisis.
Nada da más asco que la narrativa occidental sobre una "democracia" que
nunca existió y sobre un oscurantismo medieval que regresa de la mano de los
talibanes. Una narrativa que se ha sustentado básicamente en dos cosas: las mujeres
y los colaboracionistas. Que a estas alturas de la historia haya habido gente
supuestamente progresista que se haya tragado tanta sandez causa pasmo. Sobre
todo porque la cuestión de la mujer fue uno de los argumentos esgrimidos por la
CIA en 2001 para arropar la invasión del país y, así, “contrarrestar la oposición a la
invasión”, como en su momento recogieron los documentos filtrados por WikiLeaks.
Nadie se ha hecho una pregunta muy sencilla: ¿representan realmente a Afganistán
un puñado de elegantes mujeres que hablan inglés? Sobre todo, porque los muy
democráticos occidentales, militares y civiles, cooperantes o no, nunca se han
preocupado del grueso de mujeres, esas que viven en el mundo rural y que todavía
hoy suponen el 80% del país. Pequeñas minucias sin importancia para el grueso del
relato.
Causa pasmo la poca memoria que tenemos al creer a los mismos que
adornaron la masacre de Irak en 1991 con la historia de que el ejército de Sadam
24
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Husein sacaba de las incubadoras a los bebés kuwaitíes solo para que se muriesen
y que ahora montan otro espectáculo que ha sido acogido tan acríticamente y con
tanto entusiasmo como lo anterior lo fue en su momento. Los mismos que
impulsaron la invasión y ocupación neocolonial de Irak en 2003 con las "armas de
destrucción masiva", lo han vuelto a hacer y con iguales resultados. Y así hasta la
náusea.
Hemos asistido, y aún sigue coleando, a un espectáculo de la burguesía
afgana, de las mujeres (pocas) que estudiaron, de los escritores que escribían para
ellos y los occidentales, de los activistas que han tenido 20 años para construir algo
que no dependiese de sus patronos occidentales, de…; todos aquellos (pocos) que
son una selecta minoría afgana porque el 87% de la población del país siguió como
estaba antes de la invasión de 2001 (cifras de la ONU). Lo único que no ha sido una
minoría occidental ha sido el cultivo del opio, muy reducido durante los talibanes y
muy acrecentado durante la ocupación.
Ahora bien, si lo que se intenta es hacer ver que Occidente se preocupa por
su minoría, los colaboracionistas, se ha acertado de plano. Esa exquisita minoría que
ha venido colaborando con los invasores durante 20 años es la única que ha gozado
de "derechos" mientras ha durado la ocupación. "Derechos" al mismo tiempo que
privilegios. Es lo que tiene el estar bien apegados al poder, que cuando este termina,
termina todo lo demás y han tenido que salir corriendo. Porque es gente que ha
demostrado que Afganistán no les preocupaba en absoluto. No ha habido ni un
logro colectivo en Afganistán de la mano de los ocupantes occidentales, no ha
habido ningún movimiento real emancipatorio, nada. Quien diga lo contrario vuelve
a la ficción occidental.
Lo (poquísimo) que ha habido no tenía otra base material que la avalancha
de dólares de los ocupantes. No ha habido, por no haber, ni una revolución
burguesa que se preocupase por cambiar las estructuras de la sociedad, esa
"retrógrada y medieval" que ahora parece que les preocupa porque les ha quitado
su chiringuito, por imponer nuevos valores y nuevas relaciones sociales. Esos
colaboracionistas nunca han tenido el menor interés por el resto de compatriotas,
por eso el rápido avance talibán y el desmoronamiento del ejército, de la policía y
de todo este engranaje de cartón piedra que era el Afganistán “democrático” (estilo
occidental). Cientos de miles de millones para militares, policías, contratistas,
25
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
dádivas, regalos, corrupción del que se han beneficiado tanto los colaboracionistas
como, sobre todo, los propios occidentales.
Todo ha sido ficción, circunscrita a Kabul y muy pocos otros lugares. Sitios
donde todos los colaboracionistas no han sido otra cosa que figurantes de la gran
película occidental. Y, como buenos extras, cobraban por ello. Y bien, para los
parámetros afganos. Todos ellos no se han preocupado ni un poco por desarrollar
un país que ahora dicen que nada en la abundancia de minerales y riquezas y que
tanto preocupa caigan en manos chinas. Todo estos colaboracionistas tan
aterrorizados y que tanto han preocupado y preocupan en Occidente mostraron
muy poco interés por el desarrollo del país y si como muestra valen dos botones,
ahí están los magníficos ejemplos del ex presidente pro-occidental huyendo con
dinero (nada menos que 169 millones de dólares que robó) y de su primer ministro,
ese que se refugió en el valle de Panshir y que occidente glorificó como “la
resistencia antitalibán” (que también resultó ser un simple globo) y del que se le
han encontrado casi 7 millones de dólares, además de lingotes de oro, que tuvo
que abandonar al huir del valle ante el avance talibán.
Porque hay hechos incontestables: en 20 años el gobierno pro-occidental
hizo muy poco por el desarrollo del país, por construir escuelas y hospitales, por
construir carreteras. Las escuelas, los hospitales en su gran mayoría fueron
construidos por las ONG y se mantuvieron y mantienen con las limosnas (alguien
dirá que solidaridad) occidental. Esa era la "democracia" afgana (estilo occidental) y
eso es lo que defendían los colaboracionistas que tanta simpatía han tenido y tienen
en Occidente. Eran, a fin de cuentas, “uno de los nuestros”, por utilizar una frase
clásica de la mafia. Su "democracia" no era otra cosa que salario seguro y beneficios
para quienes colaboraban con la ocupación.
Convencidos de la superioridad de Occidente, llegaron a creerse a pies
juntillas el acuerdo firmado en 2012 por el que EE.UU convertía a Afganistán en
“importante aliado no perteneciente a la OTAN” (dejando patente lo que es la
OTAN, un instrumento de la política exterior de EE.UU y donde los europeos son
simples comparsas) y por el que, por supuesto, el país iba a lograr importantes
beneficios. La población nunca los vio, aunque sí los colaboracionistas.
Pero la realidad ha sido otra: la caída de Afganistán y la huida del Occidente
neoliberal es más gráfica que mil palabras. Occidente no es invencible, ni siquiera
26
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
27
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
28
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
porque, de no ser así, indicaría cómo Occidente ha estado mintiendo durante todos
estos años sobre Afganistán porque en caso contrario ¿cómo explicar que ya en el
primer año de la invasión y ocupación occidental fuesen 80.000 las hectáreas
sembradas, según reconoce la propia ONU? Ni qué decir tiene que a medida que
los talibanes iban ganando terreno llegaban a estos cultivos y los mantuvieron
porque no tenían el poder y no querían echarse encima a sus bases campesinas.
Porque esta es otra parte de la realidad de Afganistán tapada: durante los 20 años
de ocupación ha habido casi 10 millones de afganos que han vuelto al campo,
donde en el momento de la derrota vivía el 80% de la población. Era gente que
había abandonado previamente el campo con la invasión, llegado a las ciudades,
viviendo en guetos, malviviendo y volvieron al campo a hacer algo de dinero con
lo fácil, el opio, y que, además era si no alentado al menos no perseguido por los
ocupantes. Es de suponer que una vez en el poder los talibanes repitan lo mismo
que hace 20 años y erradiquen su cultivo.
La explicación al aumento significativo del cultivo del opio y la heroína
durante los años de la ocupación occidental es muy sencilla: la política talibán contra
la droga no gustaba a EE.UU y rápidamente dio el visto bueno al surgimiento del
cultivo del opio y al tráfico de heroína para debilitar a sus enemigos en Asia: China,
Rusia e Irán. El consumo de heroína fue muy fuerte en los países vecinos de
Afganistán; Tayikistán y Uzbekistán sobre todo. Rusia temió que llegase a su
territorio. China lo mismo. Y ambos crearon (2003) la Organización para la
Cooperación de Shanghai que, como gran medida, tuvo el combatir el tráfico de
drogas por la zona de los países que la componen.
Así se puede entender ahora mejor por qué tanto China como Rusia e Irán
tienen mucho interés en que el gobierno talibán se asiente y continúe con su política
de erradicación del cultivo de opio, entre otras cosas. Sobre todo porque, en
paralelo con todo esto, el 11 de agosto la OCS anunció que los países que forman
parte habían llegado a un consenso sobre la admisión de Irán como miembro de
pleno derecho. Si se tiene en cuenta lo dicho antes, que China recibió a los talibanes
el 28 de julio y que Rusia hizo lo mismo el 8 de agosto, se tiene un cuadro más claro
de lo que está pasando y del por qué estos países no ven con malos ojos a los
talibanes.
29
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Son claros síntomas de por dónde van a ir las cosas, guste o no a Occidente.
Y los talibanes ya están dando pasos en esa dirección, hablando de forma clara de
acuerdos con China, Rusia e Irán, países con los que ya antes de su triunfo habían
llegado a acuerdos significativos.
Con China, por ejemplo. Afganistán tiene frontera con Xinjiang, el nuevo
mantra occidental de acusaciones de genocidio contra China, y es ruta casi obligada
para la Nueva Ruta de la Seda hacia Irán. De ahí que China haya estado
coqueteando con los talibanes desde hace un tiempo, hasta el punto de recibir un
par de delegaciones de los talibanes en Beijing antes del 28 de julio, aunque no de
forma tan solemne como en esa fecha. Eso significa que, a diferencia de lo que
ocurrió cuando los talibanes estaban en el poder antes de la invasión del 2001 por
EE.UU y sus vasallos, ahora China está dispuesta a reconocer al gobierno talibán. La
contrapartida es clara: se cierra cualquier hipotético apoyo islámico a los militantes
de Xinjiang (sobre todo si los talibanes combaten contra el llamado Estado Islámico,
y alguna vez lo han hecho estos últimos meses) y se cimenta la Nueva Ruta de la
Seda. Si se tienen en cuenta las excelentes relaciones entre China y Pakistán, que
siempre ha apoyado a los talibanes y que recientemente se ha negado a que las
tropas retiradas de EE.UU se mantuviesen en su territorio, tenemos el cuadro más
claro.
Algo parecido ha sucedido con Rusia, alarmada ante la posible
desestabilización de países como Tayikistán, con quien tiene excelentes relaciones,
a donde ya ha enviado tropas para “proteger las fronteras” y recordando que
Tayikistán es miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. Un
claro aviso a los talibanes para que no se pasen porque Rusia aplicaría los estatutos
de la OCTS para ir más allá con sus tropas. Es, además, un recordatorio a EE.UU de
que si tiene la intención de aprovechar el tema para desestabilizar a las repúblicas
ex-soviéticas de Asia Central, Rusia va a hacerle frente. Y, al igual que China, Rusia
viene manteniendo desde hace años contactos directos con los talibanes hasta el
punto de que Moscú ha sido la sede de unas cuantas reuniones entre los talibanes
y el gobierno afgano en un intento de arreglo pacífico.
30
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
31
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Inversión de roles
32
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Fuente: https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2625
33
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Claudia Antunes
34
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
da nova “guerra global ao terrorismo” declarada pelo presidente Bush, que foi uma
guerra tipicamente imperial, por duas razões fundamentais: dentro dos EUA,
justificou a criação de uma brecha legal que permitia e ainda permite ao governo
declarar guerras e atacar “terroristas” em qualquer parte do mundo sem necessitar
da aprovação prévia do Congresso Americano; e em segundo, durante alguns anos
pelo menos, permitiu que os norte-americanos definissem quem fossem os
terroristas em qualquer lugar do mundo, por cima da soberania dos povos
escolhidos e atingidos pelos ataques punitivos das forças norte-americanas.
A “guerra ao terror” significou um passo à frente no objetivo americano de
criação e consolidação de um império militar global. Tudo isto são fatos que hoje
já pertencem à História. Mas a Guerra do Afeganistão pode e deve ser lida de um
ponto de vista mais amplo e de longo prazo, a partir da própria história de formação
e expansão do sistema interestatal “inventado” pelos europeus. Durante toda a
história desse sistema, sempre existiram Estados ganhadores e Estados perdedores,
e seus “Estados-membros” foram obrigados a competir e fazer guerra para
sobreviver numa disputa permanente pela conquista do poder global, e pela
acumulação de uma riqueza capitalista que se transformou numa peça fundamental
da própria luta pelo poder. Costumo sempre citar um autor alemão, Norbert Elias,
que disse, numa obra clássica, que a regra básica deste sistema interestatal e
capitalista era que nele “quem não subia, caía”; uma regra que se aplica a todos, e
mais ainda para as grandes potências que já se encontram na frente dessa corrida
sem fim. Ou seja, mesmo as chamadas “grandes potências” desse sistema estão
obrigadas a se expandir aumentando seu poder e sua riqueza, para seguir
ocupando as posições que já ocupam. Por isso mesmo, no sistema em que vivemos,
a preparação para a guerra e o início de novas guerras é uma necessidade quase
impositiva de todas as grandes potências e em particular da “potência líder” ou
“hegemônica”, que no caso vem a ser os Estados Unidos. Como escrevo e repito
muitas vezes, o poder é fluxo, é conquista, e só existe enquanto é exercido, e é
imposto, mesmo que seja através de guerras que afinal se transformam em
derrotas, como no caso de quase todas as guerras de que os Estados Unidos
participaram, depois da Segunda Guerra Mundial.
O poder internacional precisa ser temido mais do que amado, como diria
Maquiavel, e ele é temido por sua capacidade de destruição, e não por sua
35
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Você também disse que a chamada “guerra ao terror” era um projeto imperial que
se propunha a combater um “método”, na ausência, naquele momento, de
interesses ou ameaças nacionais concretos que justificassem as guerras que se
seguiram aos atentados. Essa “guerra ao terror” ainda tem a mesma importância e
o mesmo lugar dentro do sistema internacional, já na terceira década do século
XXI?
O “terrorismo” sempre existiu através de toda a História, como uma forma particular
de luta de grupos, etnias, seitas e “nações” em defesa de seus direitos contra
potências mais poderosas. E seguirá existindo, com toda certeza, em qualquer
tempo e em qualquer lugar do futuro, com consequências mais ou menos
dramáticas, mesmo quando não alcancem o nível de intensidade e dramaticidade
do “atentado das Torres Gêmeas”, ou mais ainda, do “atentado de Sarajevo” que
esteve na origem da Primeira Guerra Mundial e, portanto, se poderia dizer também,
do fim de pelo menos quatro grandes impérios multinacionais.
Não há dúvida de que “a guerra global ao terrorismo” declarada pelo
presidente George Bush, em 2001, ocupou um lugar particular na história de
expansão do poder americano. E também é verdade o que você diz, que naquele
momento não havia no cenário mundial nenhum país que pudesse ameaçar o
poder militar dos EUA. Mas hoje a situação é distinta: a guerra global ao terrorismo
acabou se transformando numa “guerra santa” quase inteiramente travada dentro
36
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
37
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
nenhuma exceção. Pode ser uma figura exótica e extremamente inculta, mas não
teria chegado aonde chegou se não fosse a expressão de uma parte importante
não apenas da sociedade, mas também do establishment norte-americano,
incluindo suas elites militares e empresariais. Sua própria estratégia internacional
não caiu do céu, nem saiu de sua cabeça de animador de televisão e especulador
imobiliário. Pelo contrário, seu nacionalismo e seu anticosmopolitismo sempre
existiram e tiveram presença ativa através da história dos EUA, e mesmo no século
XX, quando os EUA se transformaram realmente numa potência global e o liberal-
internacionalismo se transformou na principal bandeira de sua política externa; sua
sociedade seguiu dividida entre esse cosmopolitismo e o nacionalismo provinciano,
tacanho e agressivo de boa parte de sua população, sobretudo das regiões
agrícolas do centro-oeste americano, liberal e em geral mais intelectualizada. Não
há dúvida de que esta divisão e polarização social e política aumentou muito nas
últimas décadas, ao mesmo tempo que a desigualdade e a fragmentação da
sociedade americana atingiram níveis altíssimos, sobretudo depois da grande crise
financeira de 2008. É desse período o aumento do peso das seitas religiosas e do
fanatismo racista que acabou permeando o Partido Republicano com o movimento
Tea Party, até sua culminação com a vitória de um outsider como Donald Trump. A
força desse movimento conservador e de extrema-direita é muito grande e seguirá
atuando e fragilizando internamente o Estado americano e sua própria capacidade
de se impor internacionalmente. Daí vieram a energia e a inspiração do discurso
raivosamente provinciano e antiliberal de Donald Trump – discurso que não morreu
e deverá reaparecer nas eleições parlamentares de 2022, quando o Partido
Republicano deverá recuperar a maioria no Senado e ser capaz de paralisar o
governo Biden.
38
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
É verdade que falei de “buraco negro” num artigo logo antes do início da
guerra do Iraque, em 2003, para chamar a atenção ao fato de que o sistema
interestatal sempre possui algum lugar no mundo onde ode se concentra o seu
“foco bélico”, onde as grandes potências “exercitam” seus novos armamentos e
enviam sinais para seus aliados e inimigos sobre o seu real potencial militar. Foi o
que aconteceu, por exemplo, com a Guerra do Golfo em 1991/2, quando os EUA
expuseram ao mundo seus novos arsenais teleguiados, que deixaram claro o
distanciamento, naquele momento, entre o poder de fogo dos americanos e o dos
demais países e eventuais concorrentes. Esse “buraco negro” se desloca no espaço
e no tempo, exercendo ao mesmo tempo uma espécie de força gravitacional sobre
todo o sistema, mantendo-o junto e hierarquizado. Depois da Segunda Guerra
Mundial, esse centro gravitacional saiu da própria Europa e se deslocou na direção
dos ponteiros do relógio: para o nordeste e sudeste asiático, com as guerras da
Coreia e do Vietnã, entre 1951 e 1975; e depois para a Ásia Central, com as guerras
entre o Irã e o Iraque, e contra a invasão soviética do Afeganistão, na década de 80;
com a Guerra do Golfo, no início dos anos 90; e com as guerras do Iraque e do
Afeganistão na primeira década do século XXI, e depois se transferiu para o Líbia, a
Síria etc. Os ponteiros deste relógio já estão se deslocando para algum novo foco,
mas neste caso, há que distinguir um foco de tensão e negociação permanente,
como é o caso de Taiwan, de um foco de guerra aberta que ainda não está claro
onde se situará agora nesta terceira década. A China já é o novo grande inimigo
bipolar dos EUA, mas com certeza não será o epicentro ou o “buraco negro” do
sistema.
39
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
estratégica entre Alemanha e Rússia. Esta tese for formulada no início do século XX,
mas foi de fato uma sistematização e racionalização daquilo que a Inglaterra já
vinha fazendo desde o fim das Guerras Napoleônicas, quando o Foreign
Office inglês definiu, pela primeira vez, a Rússia imperial dos Romanov como
principal concorrente do poder britânico na Europa, na Ásia Central e, inclusive, na
América. A mesma estratégia depois se manteve no século XX, com relação à Rússia
comunista de Lenin a Gorbachev, e segue vigente hoje, com relação à Rússia
nacionalista e conservadora de Vladimir Putin. No final do século XIX, em particular
durante o século XX, essa estratégia de isolamento da Rússia adquiriu nova
dimensão e um objetivo mais específico, a partir da “primeira unificação” da
Alemanha, em 1871, de não permitir jamais que a Rússia e a Alemanha
estabelecessem entre si algum tipo de aliança estratégica ou integração econômica
que lhes permitisse hegemonizar a Europa e, como consequência, controlar o poder
mundial, segundo a teoria de Mackinder. Essa mesma ideia foi retomada pelo
diplomata americano George Kennan, que defendia a necessidade de “contenção
permanente” da URSS, ideia que foi referendada por Winston Churchill em seu
famoso discurso no Westminster College, na cidade de Fulton, Missouri, em 5 de
março de 1946, quando propôs a criação de uma espécie de “cortina de ferro”
separando a Europa Ocidental da URSS e seus países aliados da Europa Central. E
essa mesma doutrina estratégica segue vigente até hoje, e já se transformou numa
espécie de paradigma ou cacoete mental da maior parte do establishment militar e
diplomático norte-americano.
A estratégia do governo Bush, de ataque e “conversão” do Grande Médio
Oriente, começando pelo Afeganistão e o Iraque, provocou uma fissura grave entre
os EUA e seus aliados europeus continentais. Esta fissura se transformou numa
verdadeiro abismo durante o governo de Donald Trump, que hostilizou
sistematicamente a Alemanha de Angela Merkel. E agora, finalmente, os EUA estão
se retirando do Oriente Médio e da Ásia Central, e deslocando suas linhas de defesa
e ataque para a região do Índico e do Sul do Pacífico, cercando e procurando conter
a China. A diferença é que, neste caso, o país que está sendo cercado é um parceiro
econômico fundamental da economia capitalista mundial e é um parceiro
indispensável da Alemanha, seja como potência exportadora ou como país com
alto potencial tecnológico necessitado dos investimentos chineses. O governo
40
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
41
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
dentro da nova ordem mundial do século XXI. Mais à frente, em 2015, a Rússia deu
um novo passo nessa mesma direção, quando interveio na Guerra da Síria (2011-
2019), sem consultas prévias e sem subordinação a nenhum outro comando que
não fosse o de suas próprias Forças Armadas. Com sua intervenção militar na Síria,
a Rússia já não estava se propondo apenas a vetar decisões e inciativas estratégicas
dos EUA e da OTAN; impôs pelas armas seu direito de também arbitrar e intervir
nos conflitos internacionais, mesmo que fosse contra os mesmos inimigos, e a partir
dos mesmos valores defendidos por europeus e norte- americanos. E a partir de
2013, em particular depois do início da presidência de Ji Xiping, a China também
assumiu plenamente seu projeto de afirmação de sua hegemonia militar regional,
no Estreito de Taiwan e no Mar do Sul do Pacífico. E anunciou sua decisão de ser
uma potência militar global até o ano de 2050.
O território e o armamento desses três países são gigantescos; eles
controlam em conjunto cerca de um quarto da superfície territorial do mundo, e
mais de um terço da população global, e já não admitem mais invasões ou
conquistas do tipo clássico. Por isso, sua luta deve se deslocar para os territórios
periféricos do sistema e para os espaços e fluxos sem fronteiras por onde circulam
os recursos e a energia do sistema interestatal capitalista, onde deve assumir a
forma de uma “guerra híbrida” quase permanente, travada em vários pontos
simultaneamente, com mudanças súbitas e inesperadas de cenário, e com alianças
cada vez mais instáveis, como se todo mundo fosse reproduzir no futuro, e em
escala planetária, o que foi a história da formação da própria Europa.
De qualquer maneira, essa competição subterrânea e contínua entre os “três
gigantes” deverá promover um dos saltos tecnológicos mais espetaculares de toda
a História. E uma vez mais, como sempre ocorreu através dos anos, esse salto
tecnológico deverá ser liderado pela pesquisa e pela inovação da indústria bélica,
envolvendo uma mudança na matriz energética que move atualmente a
infraestrutura militar desses países, e de todo o mundo. Não será uma guerra, mas
uma longa “preparação para a guerra”, uma guerra que talvez nunca ocorra
explicitamente, mas que estará sendo travada de forma oculta, em todos os planos,
na terra, no mar, no ar, no mundo submarino e no espaço sideral. Muito
provavelmente será um destes momentos em que a humanidade estará cruzando
uma das “fronteiras” que alguns analistas chamam de” ponto de singularidade”. Ray
42
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Notas:
(1) Kurtzweil, R. La singularidad está cerca . Nueva York: Viking Books, 2005.
Fuente: https://groups.google.com/g/redgeoecon/c/O7T55yoQC0A
43
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Guadi Calvo
La victoria de los talibanes y la retirada humillante de los Estados Unidos, sin duda
rememora con gruesas diferencias la derrota de la Unión Soviética y la victoria de esa
confederación de los grupos étnicos que podríamos englobar en el concepto que más le
gustaba a la prensa norteamericana y a Ronald Reagan freedom fighters (luchadores por
la libertad) que nunca hubiera conseguido derrotar al ejército rojo de no haber mediado la
intensa colaboración de los Estados Unidos y un importante conglomerado de naciones
además del Reino Unido y Francia. Si no que lo digan el exjefe de la inteligencia francesa, el
conde Alexandre de Marenches, director del SDECE (Servicio de Documentación Exterior y
de Contraespionaje) o al inefable Henry Kissinger (Ver: Safari Club, algo más que un club
de caza). Podríamos agregar, obviamente, a Arabia Saudita, junto a la corte de emiratos
del golfo, Pakistán, Egipto, Israel e incluso China, por lo que podríamos catalogar que lo
que sucedió en la entonces República Democrática de Afganistán entre 1979 y 1992, sin
miedo a exagerar, fue una guerra global contra la Unión Soviética. Una guerra en la que
los muyahidines, no solo afganos sino también los que se conocieron como “árabes
afganos”, que llegaron a ser cerca de 35.000, provenientes de países musulmanes como
Argelia, Túnez, Arabia Saudita, Egipto Chechenia o Filipinas financiados por la
corona saudita y alentados por la fatwa (edicto religioso) del clérigo pakistaní Abdullah
Yusuf Azzam. En este grupo de muyahidines extranjeros a los que se les conoció también
como Ikhwanis (hermanos) se contaba Osama bin Laden, quien comenzaba a dar forma a
la organización que terminó siendo al-Qaeda.
Envalentonados por la derrota soviética, muchos de aquellos miles de
“árabes afganos” se incorporaron a la yihad global pregonada por el ulema Azzam
y se los vio aparecer en conflictos como el de Bosnia-Herzegovina, donde más de
4.000 Ikhwanis lucharon contra serbios y croatas. También se incorporaron al Grupo
Islámico Armado o GIA, participando activamente en la guerra civil argelina (1991-
2002), que se saldó con cerca de 200.000 muertos. Desde Argelia, algunos
permearon hacia el sur y hoy los encontramos como líderes de los grupos que
operan en el Sahel, como a Mokhtar Belmokhtar, quien ha sido dado por muerto
44
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
45
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
46
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Fuente: https://rebelion.org/desde-afganistan-al-mundo-otra-vez/
47
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Xulio Ríos
48
CUADERNOS DE GEOGRAFÍA POLÍTICA | 9
Fuente: https://politica-china.org/areas/politica-exterior/afganistan-limita-con-china
49