par�s, la ville de la Lumiere, la ciudad de la luz, es la capital tur�stica del

mundo. Y si Francia es el principal pa�s tur�stico del mundo se debe en buena parte
a la historia, a los monumentos y al aura de Par�s.

Esta ciudad de or�genes romanos, Lutecia, se ha convertido gracias a los franceses,

pero sobre todo a los extranjeros, en el referente mundial del buen gusto, de la
cultura y de la libertad. Como en todo hay exageraci�n, pero cierto es que la
ciudad cumple en buena medida las expectativas que desde todo el mundo se han ido
creando. En estas p�ginas les mostraremos todo ello, destacando el lado bueno, pero
sin ocultar los problemas que toda urbe tur�stica tiene. Con todo, a pesar de sus
problemas Par�s es una ciudad que acoge y ense�a. Que acoge, porque sigue
recibiendo a los franceses de toda Francia y a los extranjeros de todo el mundo. Y
ense�a, porque a pesar de la intolerancia, el racismo y los fundamentalismos de
todo tipo, Par�s sigue de p�e mostrando al mundo que lo mejor de Francia es el
universalismo, la ilustraci�n, la raz�n, la tolerancia y la meritocracia. Siempre
nos queda Par�s.

Par�s es la capital de Francia, se sit�a al noreste del pa�s, ocupando una posici�n
exc�ntrica que no impide su hegemon�a incontestable sobre Francia. Francia es Par�s
y provence (la provincia), pero para gran parte del planeta sobre todo Par�s. El
centralismo franc�s puede, en este caso, ser criticado, pero muestra bien la
posici�n de referente y de preponderancia de Par�s como centro pol�tico, econ�mico
y cultural. Par�s recibe millones de visitantes a lo largo del a�o, que no se
quieren perder la magia de la ciudad. Y Par�s se la concede, con sus monumentos,
sus tiendas, sus espect�culos y con una vida cultural y social muy alejada de los
c�nones del centro de Europa. Puede que a los espa�oles la ciudad les parezca
dormida, sobre todo a partir de las 6 de la tarde, pero en comparaci�n con otras de
Francia y del resto de Europa, Par�s est� muy viva.