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ENFERMEDAD RENAL AGUDA Y CRONICA

INSTITUTO TECNICO MARIA AUXILIADORA


NORMA 5
2021

1. Describa la anatomía y fisiología renal (funciones de las estructuras


implicadas).

Conceptos generales.
También se le conoce con el nombre de Aparato Excretor. Está formado por
una serie de estructuras cuya función principal es recoger y eliminar todas
las sustancias de desecho resultantes de las reacciones bioquímicas que
tienen lugar en el organismo.

Los órganos principales de este aparato son los riñones que forman la orina
a partir de un proceso de filtración de la sangre. Por tanto, las funciones del
aparato urinario se pueden resumir como:

 Formación de la orina en el riñón. La formación y eliminación de la


orina contribuye a la regulación del medio interno.
 El riñón también se comporta como una glándula endocrina
secretando una hormona, la eritropoyetina, que es necesaria en la
producción de glóbulos rojos (hematopoyesis). También produce
renina que participa en la regulación de la presión arterial.
 Transporte de la orina hasta la vejiga urinaria a través de los
uréteres.
 Almacenamiento de la orina en la vejiga.
 Eliminación de la orina a través de la uretra.

2. Describa la anatomía de la nefrona


La nefrona es la unidad funcional del parénquima renal. En el ser humano
cada riñón contiene alrededor de 1.000.000 a 1.300.000 de nefronas. La
estructura de la nefrona es compleja, se compone de un corpúsculo renal
en comunicación con un túbulo renal. El corpúsculo renal de Malpighi es
una estructura esferoidal, constituida por la cápsula de Bowman y el ovillo
capilar contenido en su interior o glomérulo. La cápsula, revestida
interiormente por un epitelio aplanado, posee dos aberturas: el polo
vascular, a través del cual penetra la arteriola aferente y emerge la arteriola
eferente, y el polo urinario, que comunica con el túbulo renal. Entre la
cápsula y el ovillo glomerular se extiende el espacio urinario, donde se
recoge el ultrafiltrado plasmático.

La nefrona es parte importante del mecanismo homeostático, que regula


mediante filtración, absorción y excreción la cantidad de agua, sales,
glucosa, así como la urea, y muchos otros metabolitos del catabolismo de
grasas, lípidos y proteínas.

Funcionamiento
El funcionamiento de la nefrona está basado en un intercambio de iones
que comienza cuando el plasma sanguíneo ingresa a la cápsula de
Bowman (que contiene los glomérulos) vía arterial aferente. Desde la citada
cápsula de Bowman, el fluido filtrado pasa al tubo contorneado proximal en
el cual se realiza la filtración primaria donde el sodio, agua, aminoácidos y
glucosa se reabsorben parcialmente debido a la composición
semipermeable de las paredes.

A lo largo del recorrido desde el tubo contorneado proximal hasta el


conducto colector, el fluido sufre absorción de sustancias y también el
vertido de otras. Estos cambios se producen en distintas secciones como
son el ya mencionado tubo contorneado proximal, así como en los tramos
descendentes y ascendentes del Asa de Henle y en el tubo contorneado
distal. Los iones de calcio y potasio, así como el exceso de agua y otras
sales (desperdicios), van a parar al conducto colector.

Relevancia clínica
Debido a su importancia en la regulación del fluido corporal, la nefrona es
un blanco común de las drogas que tratan la tensión arterial alta y el
edema. Estas drogas, llamadas diuréticos, inhiben la capacidad de la
nefrona de retener el agua, por lo tanto, aumentan la cantidad de orina
producida.

3. Describa las características del flujo sanguíneo renal y de la irrigación


renal
La sangre entra a cada riñón en el hilio por medio de una arteria renal.
Después de varias divisiones hacia arterias más pequeñas, la sangre llega
a las arterias arqueadas que tienen una trayectoria a través de las partes
superiores de las pirámides, entre la médula y la corteza.

La circulación renal hace referencia a los mecanismos encargados de la


irrigación sanguínea de los riñones. Los dos riñones reciben normalmente
alrededor del 20% del volumen cardíaco; es decir unos 1100-1200 ml/min.
La arteria renal entra en el riñón a través del hilio renal y después se
ramifica progresivamente hasta formar las arterias interlobulares, las
arterias arciformes, las arterias interlobulillares (o arterias radiales) y las
arteriolas aferentes sucesivamente hasta formar los capilares glomerulares.
Es en estos capilares donde comienza el proceso de formación de la orina
al filtrarse grandes cantidades de solutos y líquido (aproximadamente el 10-
11% del flujo sanguíneo renal). Los extremos distales de los capilares de
cada glomérulo coalescen hasta formar la arteriola eferente, que llega a la
segunda red capilar de las nefronas (unidades funcionales del riñón): los
capilares peritubulares, que rodean a los túbulos renales y donde tiene
lugar la reabsorción tubular.

La circulación renal tiene la particularidad de contar con dos lechos


capilares, los capilares glomerulares y los peritubulares, que están
dispuestos en serie y están separados por las arteriolas eferentes, que
ayudan a regular la presión hidrostática en los dos grupos de capilares. De
esta forma al ajustar las resistencia de las arteriolas aferente y eferente, los
riñones pueden regular la presión hidrostática en los capilares glomerulares
y peritubulares, cambiando el filtrado glomerular, la reabsorción tubular o
ambas según se requiera.

4. Investigue sobre el proceso de la formación de orina y las fases


implicadas en el mismo

Filtración, reabsorción, secreción: Los tres pasos de la formación de


la orina.
Los riñones filtran sustancias no deseadas de la sangre y producen orina
para excretarlas. Hay tres pasos principales en la formación de orina:
filtración glomerular, reabsorción y secreción. Esos procesos garantizan que
solo los residuos y el exceso de agua se eliminen del cuerpo.

El glomérulo filtra el agua y otras sustancias del torrente sanguíneo


Cada riñón contiene más de 1 millón de estructuras diminutas llamadas
nefronas. Cada nefrona tiene un glomérulo, el sitio de filtración de la sangre.
El glomérulo es una red de capilares rodeada por una estructura en forma
de copa, la cápsula glomerular (o cápsula de Bowman). A medida que la
sangre fluye por el glomérulo, la presión arterial empuja el agua y los
solutos de los capilares hacia la cápsula a través de una membrana de
filtración. Esta filtración glomerular comienza el proceso de formación de la
orina.

La membrana de filtración mantiene las células sanguíneas y las


proteínas grandes en el torrente sanguíneo.
En el interior del glomérulo, la presión arterial empuja el líquido de los
capilares hacia la cápsula glomerular a través de una capa especializada de
células. Esa capa, la membrana de filtración, permite el paso de agua y
solutos pequeños, pero no permite el paso de las células sanguíneas y las
proteínas grandes. Esos componentes permanecen en el torrente
sanguíneo. El filtrado (el líquido que pasó por la membrana) fluye de la
cápsula glomerular e ingresa a la nefrona.

La reabsorción moviliza los nutrientes y el agua de nuevo hacia el


torrente sanguíneo.
El glomérulo filtra el agua y solutos pequeños del torrente sanguíneo. El
filtrado que se obtiene contiene residuos, pero también otras sustancias que
el cuerpo necesita: iones esenciales, glucosa, aminoácidos y proteínas más
pequeñas. Cuando el filtrado sale del glomérulo, fluye por un conducto de la
nefrona llamado túbulo renal. A medida que se desplaza, las sustancias
necesarias y parte del agua se reabsorben por la pared del túbulo a los
capilares adyacentes. Esa reabsorción de nutrientes vitales del filtrado es el
segundo paso de la formación de orina.

Los iones residuales y los iones de hidrógeno secretados de la sangre


completan la formación de la orina.
El filtrado absorbido en el glomérulo fluye por el túbulo renal, donde los
nutrientes y el agua se reabsorben por los capilares. Al mismo tiempo, iones
residuales e iones de hidrógeno pasan de los capilares al túbulo renal. Ese
proceso se llama secreción. Los iones secretados se combinan con el resto
del filtrado y se transforman en orina. La orina sale del túbulo de la nefrona
a un conducto colector. La orina sale de los riñones por la pelvis renal, pasa
a los uréteres y luego a la vejiga.

El 95% de la orina es agua.


Las nefronas de los riñones procesan la sangre y producen orina mediante
un proceso de filtración, reabsorción y secreción. La orina se compone de
aproximadamente 95% de agua y 5% de residuos. Los residuos
nitrogenados excretados en la orina incluyen urea, creatinina, amoníaco y
ácido úrico. También se excretan iones como sodio, potasio, hidrógeno y
calcio.

5. Describa en que consiste el proceso de filtración glomerular

Filtración glomerular
El proceso inicial en la formación de la orina es la filtración de una fracción
del plasma que atraviesa los capilares glomerulares hacia el comienzo del
túbulo proximal o cápsula de Bowman. En esencia, la filtración glomerular
tiene lugar, al igual que en el resto de capilares sistémicos, como
consecuencia del juego de las llamadas fuerzas de Starling que determinan
el intercambio de agua y solutos entre el capilar y el intersticio. Es decir, las
presiones hidrostáticas y oncóticas en el capilar glomerular y la cápsula de
Bowman.

Se denomina presión efectiva de filtración (PEF) a la fuerza neta que


produce el movimiento de agua y solutos a través de la membrana
glomerular. La PEF depende de dos factores:

 Del gradiente de presión hidrostática (ΔPH) que impele el agua y


solutos fuera del capilar glomerular hacia la cápsula de Bowman. El
ΔPH es la diferencia entre la presión hidrostática del capilar
glomerular (Pcg) y la cápsula de Bowman o parte inicial del túbulo o
proximal (Ptp).
 Del gradiente de presión oncótica (ΔPO) que retiene al agua y
solutos en el interior del capilar glomerular. El ΔPO es la diferencia
entre la presión oncótica del plasma del capilar glomerular (Πcg) y la
de la cápsula de Bowman (Πtp). Esta última es despreciable, ya que
el filtrado glomerular está, en esencia, exento de proteínas.

6. Describa que es la creatinina, funciones y valores normales

Qué es la Creatinina?
La creatinina es un indicador muy sensible de la función de los riñones. Es
producida por nuestro propio organismo y sus niveles no se ven
modificados por la dieta.

Valores normales

 Mujeres: 0,7-1,2 mg/dl (61,8 – 106,8 mmol/L)


 Hombres: 0,8-1,5 mg/dl (70,72 – 132,6 mmol/L)

Con propósitos diagnósticos es más sensible y exacto que el nitrógeno


ureico, debido a que se produce en cantidades relacionadas con la masa
muscular y no depende de la dieta y su índice de excreción es muy
constante.

7. Describa que es el BUN, funciones y valores normales

Descripción general
Un análisis de sangre frecuente, el análisis de nitrógeno ureico en sangre,
revela información importante acerca si tus riñones e hígado funcionan bien.
Un análisis de nitrógeno ureico en sangre mide la cantidad de nitrógeno
ureico que hay en tu sangre.

Esta es la manera en que tu cuerpo generalmente forma y elimina el


nitrógeno ureico:

 Tu hígado produce amoníaco (que contiene nitrógeno) después de


desintegrar las proteínas usadas por las células de tu cuerpo.
 El nitrógeno se combina con otros elementos, tales como el carbono,
el hidrógeno y el oxígeno, para formar la urea, la cual es un producto
químico de desecho.
 La urea se desplaza desde el hígado a los riñones a través del
torrente sanguíneo.
 Los riñones saludables filtran la urea y eliminan otros productos de
desecho de tu sangre.

Los productos de desecho filtrados salen del cuerpo a través de la orina.


Un análisis de nitrógeno ureico en sangre puede revelar que tus niveles de
nitrógeno ureico son mayores de lo normal, lo cual sugiere que tus riñones
o hígado quizás no funcionan correctamente.

Resultados normales

 El resultado normal generalmente es de 6 a 20 mg/dL.

Nota: los valores normales pueden variar entre diferentes laboratorios.


Hable con su proveedor acerca del significado de los resultados específicos
de su examen.

Los ejemplos anteriores muestran las mediciones comunes para los


resultados de estas pruebas. Algunos laboratorios usan diferentes medidas
o pueden evaluar diferentes muestras.

8. Defina enfermedad renal aguda y cronica y para cada una establezca:


epidemiologia, factores de riesgo, causas, clasificación, tratamiento.

Enfermedad renal aguda.


La insuficiencia renal aguda ocurre cuando los riñones pierden de repente
la capacidad de filtrar los desechos de la sangre. Cuando los riñones
pierden la capacidad de filtración, pueden acumularse niveles nocivos de
deshechos, y puede desequilibrarse la composición química de la sangre.

La insuficiencia renal aguda, también llamada lesión renal aguda, se


desarrolla rápidamente, por lo general en menos de unos días. La
insuficiencia renal aguda es más común en personas que ya están
hospitalizadas, sobre todo, en aquellas personas con enfermedades
críticas que necesitan de cuidados intensivos.

La insuficiencia renal aguda puede ser fatal y requiere de tratamiento


intensivo. Sin embargo, la insuficiencia renal aguda puede ser reversible.
Si, en cambio, gozas de buena salud, es posible que recuperes una
función renal normal o casi normal.

Epidemiologia.
La insuficiencia renal aguda adquirida en la comunidad se debe en un
70% de los casos a causas prerrenales y en un 17% a obstructivas. La
insuficiencia renal aguda complica más del 5% de todos los ingresos
hospitalarios y afecta hasta a una tercera parte de los pacientes que
ingresan en unidades críticas.

Factores de riesgo.
La insuficiencia renal aguda casi siempre ocurre junto con otra
enfermedad o cuadro médico. Los factores que pueden aumentar el riesgo
de insuficiencia renal aguda incluyen los siguientes:
 Estar hospitalizado, sobre todo por una enfermedad grave que
requiere de cuidados intensivos
 Edad avanzada
 Obstrucciones en los vasos sanguíneos de los brazos y las piernas
(enfermedad arterial periférica)
 Diabetes
 Presión arterial alta
 Insuficiencia cardíaca
 Enfermedades renales
 Enfermedades hepáticas
 Algunos tipos de cáncer y sus tratamientos

Causas.
La insuficiencia renal aguda ocurre cuando los riñones pierden de repente
la capacidad de filtrar los desechos de la sangre. Cuando los riñones
pierden la capacidad de filtración, pueden acumularse niveles nocivos de
deshechos, y puede desequilibrarse la composición química de la sangre.

Clasificación.

IRA prerrenal.
En determinadas situaciones clínicas en las que la perfusión renal se
encuentra comprometida, existe una respuesta fisiopatológica mediada
por reacciones hormonales y estímulos nerviosos, que condiciona la
disminución del flujo de orina y la eliminación de cloro y sodio por los
riñones. Esta orina, sin embargo, se encuentra más concentrada en
solutos de desecho (urea, creatinina, fosfatos, amonio) por lo que tiene
una osmolalidad elevada.

IRA renal o intrínseca.


Debemos puntualizar que si la causa que ha provocado la hipoperfusión
renal se prolonga en el tiempo o ésta es muy severa, puede desencadenar
un daño hipóxico y oxidativo en las células tubulares renales, con pérdida
de polaridad, necrosis y apoptosis celular, que abocaría en un fracaso
renal establecido. Las porciones más susceptibles a este daño son las
células de la parte recta del túbulo proximal (S3), ricas en peroxisomas, y
las del túbulo colector. Este fallo puede requerir días o semanas para
recuperar su función, a partir de haberse reinstaurado la adecuada
perfusión renal.

IRA posrrenal u obstructiva


Por último, aunque los riñones cumplan inicialmente bien sus misiones de
filtrar, reabsorber y secretar, una obstrucción al flujo urinario acaba
repercutiendo en estas funciones y puede llegar, si es bilateral (o unilateral
sobre un único riñón que funcione) a provocar anuria (definida como la
emisión de orina menor de 100 mL/día). En este caso, se habla de fracaso
renal agudo obstructivo o posrrenal. El grado de reversibilidad es alto y la
función renal retorna con rapidez a sus valores iníciales al corregirse la
causa o facilitar simplemente que la orina salga (mediante sondaje,
cateterización o nefrostomía).

Tratamiento.
El primer eslabón en el tratamiento de la IRA es actuar sobre la causa. En
el fallo prerrenal producido por deshidratación conviene la administración
de cristaloides (Tabla 6) (suero salino fisiológico a concentración 0,9% o
hipotónica al 0,45% o soluciones balanceadas como Ringer® lactato o
Plasmalyte®) o con concentrado de hematíes en hemorragias severas. Es
importante analizar frecuentemente iones en sangre y pH, con especial
atención en el potasio. En hidrataciones cuantiosas se recomienda
monitorizar la presión venosa central (siendo una buena diana: 8 mm Hg=
10 cm H2O).

El cuadro de sepsis se presenta desde las unidades de urgencia y plantas


de hospitalización, por lo que los equipos sanitarios deben estar alerta y
actuar con celeridad, ya que la antibioterapia empírica dirigida, la
resucitación volumétrica y la elevación de la tensión arterial media
[(TAS+2TAD) por encima de 70 o posiblemente incluso por encima de 80
mmHg mejorarán la supervivencia del paciente. No obstante la necesidad
de tratamiento renal sustitutivo es alta y en aquellos pacientes que la
necesitan la mortalidad es más elevada. El pronóstico depende de la
severidad del cuadro y de la reversibilidad de la IRA. En casos severos
que precisan tratamiento sustitutivo y sin recuperación la mortalidad puede
aproximarse al 50%.

En el fallo hepatorrenal la paracentesis para disminuir la presión


intraabdominal, junto con administración de albúmina y terlipresina
presentan los mejores resultados. En casos refractarios, puede estar
indicada la colocación de un shunt Transyugular Portosistémico
Intrahepático (TIP).

En la IRA obstructiva o posrrenal debe entrar el urólogo (con o sin la


ayuda del radiológo) para resolver o paliar la obstrucción con sondaje
uretral, cateterización ureteral, nefrostomía, litotomía o lo que proceda.
Conviene vigilar el estado volémico y electrolítico que sigue a la
desobstrucción, ya que en el caso de azotemia marcada se suele producir
una poliuria osmótica que puede acabar en deshidratación e hipokalemia.
Otras veces se ha producido un daño tubulointersticial que puede hacer
perder agua y/o sal de forma inconveniente.

Enfermedad renal crónica.


La enfermedad renal crónica, también llamada insuficiencia renal crónica,
describe la pérdida gradual de la función renal. Tus riñones filtran los
desechos y el exceso de líquido de la sangre, que luego se excretan con
la orina. Cuando la enfermedad renal crónica llega a una etapa avanzada,
pueden acumularse niveles peligrosos de líquidos, electrolitos y desechos
en tu cuerpo.

En las etapas tempranas de la enfermedad renal crónica, puedes tener


pocas señales o pocos síntomas. La enfermedad renal crónica puede no
manifestarse hasta que la función renal se vea significativamente
afectada.

Epidemiologia.
ERC es un problema creciente a nivel mundial, con una prevalencia
estimada que se aproxima al 10%. Sin embargo, su presencia ha sido
generalmente inadvertida para las autoridades y organizaciones de salud,
los médicos, pacientes y la población general. Se la ha denominado una
epidemia silenciosa. Por ejemplo, en 2005, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) estimó que, de 58 millones de muertes producidas en ese
año, 35 millones podían ser atribuídas a enfermedades crónicas; las
causas que lideraban la estadística eran las cardiovasculares (CV) y el
cáncer. Aunque ERC ni siquiera es mencionada en el informe OMS 2005,
sabemos que ERC es común en personas con enfermedad y riesgo CV,
amplificando en ellas varias veces la probabilidad de un pronóstico
adverso.

Factores de riesgo.
Los factores que pueden aumentar el riesgo de tener una enfermedad
renal crónica son los siguientes:

 Diabetes
 Presión arterial alta
 Enfermedades cardíacas y de los vasos sanguíneos
(cardiovasculares)
 Fumar
 Obesidad
 Ser afroamericano, nativo americano o asiático americano
 Antecedentes familiares de enfermedad renal
 Anomalía en la estructura renal
 Edad adulta avanzada

Causas.
La enfermedad renal crónica se manifiesta cuando una enfermedad o
afección afecta la función renal y causa que el daño renal empeore en
varios meses o años.

Las enfermedades y afecciones que causan enfermedad renal crónica son


las siguientes:
 Diabetes tipo 1 o tipo 2
 Presión arterial alta
 Glomerulonefritis, una inflamación de las unidades de filtración de
los riñones (glomérulos)
 Nefritis intersticial, una inflamación de los túbulos del riñón y las
estructuras circundantes
 Enfermedad renal poliquística
 Obstrucción prolongada de las vías urinarias, derivada de
afecciones como el agrandamiento de próstata, cálculos renales y
algunos tipos de cáncer.
 Reflujo vesicoureteral, una enfermedad que causa que la orina
llegue a los riñones
 Infección renal recurrente, también llamada pielonefritis

Clasificación.
Se distinguen cinco estadios de ERC, en función de la cifra de filtrado
glomerular:

 Estadio 1: Con filtrado glomerular normal o aumentado (FG


superior o igual a 90 ml/min/1,73 m2).
 Estadio 2: coexistencia de daño renal con una cifra de filtrado
glomerular ligeramente disminuida (FG: 60-89).
 Estadio 3: con disminución moderada del filtrado glomerular (FG
30-59).
 Estadio 4: reducción severa del filtrado glomerular (FG 15-29) y
 Estadio 5: con necesidad de inicio de tratamiento de soporte con
diálisis o trasplante (FG < 15).

Tratamiento.
El tratamiento de una enfermedad renal crónica se centra en retrasar el
avance del daño renal, por lo general, mediante el control de la causa no
diagnosticada. La enfermedad renal crónica puede avanzar hasta
convertirse en una insuficiencia renal terminal, la cual es mortal si no se
realizan filtraciones artificiales (diálisis) o un trasplante renal.

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