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INICIATIVA QUE REFORMA EL ARTÍCULO 12 DE LA LEY GENERAL PARA PREVENIR Y

SANCIONAR LOS DELITOS EN MATERIA DE SECUESTRO, REGLAMENTARIA DE LA FRACCIÓN


XXI DEL ARTÍCULO 73 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS, A CARGO DE LA DIPUTADA MARÍA EUGENIA OCAMPO BEDOLLA, DEL GRUPO
PARLAMENTARIO DE NUEVA ALIANZA

Quien suscribe, María Eugenia Ocampo Bedolla, diputada federal e integrante del Grupo Parlamentario Nueva
Alianza en la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, con fundamento
en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II y 72 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
artículos 6, numeral 1, fracción I; 77, numeral 1, y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados del honorable
Congreso de la Unión, somete a consideración de esta soberanía la presente iniciativa con proyecto de decreto por
el que se reforman el párrafo segundo y tercero del artículo 12 de la Ley General para Prevenir y Sancionar los
Delitos en Materia de Secuestro, Reglamentaria de la Fracción XXI del Artículo 73 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, al tenor del siguiente

Planteamiento del problema

Los delitos de secuestro, extorsión, homicidio, delincuencia organizada, trata de personas, entre otros, son
calificados con la categoría de alto impacto social; esto es así, porque lastiman seriamente los valores de la
colectividad.

La leyi que regula estos comportamientos delictivos fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado
30 de noviembre de 2010, con tan solo una reforma publicada en el mismo medio el día 19 de enero del año en
curso, a la cual se le puede considerar como una ley especializada que busca tutelar bienes jurídicos fundamentales
para las personas como es su integridad, libertad y la vida de las víctimas, condición que ya ha superado el perfil
que antaño eran considerados los más susceptibles de ser sujetos de un mal social como el secuestro,
considerándose entre ellos a personajes que solían desarrollar actividades de carácter económico como son los
empresarios, industriales, comerciantes, artistas e incluso políticos, por citar algunos; y decimos superado, en
función de que en la actualidad, cualquier persona, sea obrero, campesino, ama de casa, estudiante, trabajadores de
oficina o prestadores de servicios, entre muchos más, somos potenciales sujetos de sufrir la vulneración de los
bienes jurídicos arriba señalados.

La privación de la libertad es un ilícito penal que regularmente no se denuncia, en virtud de que la mayoría de las
veces se llega a una negociación que implica el pago del rescate, pues lo buscan los autores de tal delito es la
obtención de dinero; sin embargo, independientemente del carácter y medios con los que se busque la liberación de
la víctima, los resultados son funestos pues quienes son privados ilegalmente de su libertad, así como sus
familiares y conocidos, son sometidos a constantes estados de zozobra, mismos que desestabiliza sus estados
psicoemocionales, los cuales perduran por tiempo indefinido.

La ley en cita, en su artículo 12, establece diversas hipótesis legales que conceden beneficios a los partícipes o
autores del delito de secuestro cuando proporcionen información o noticias a la autoridad investigadora. Sin
embargo, consideramos que en la forma en que está redactado el numeral aludido, resulta insuficiente para lograr el
objetivo que se pretende, consistente en lograr la libertad de la víctima; asimismo, que su liberación se desarrolle
con la conservación de la vida.

En tal sentido, la presente expresión legislativa tiene el propósito de fortalecer el marco jurídico con las adiciones
que se plantean y, con ello, ampliar el escenario para que dicha información sea oportuna, genuina y real, orientada
a lograr el menor daño posible a las personas privadas de su libertad, pero que, concomitantemente, ve en riesgo su
integridad e incluso, su vida; lo anterior, bajo la consideración que la norma vigente es omisa en ese sentido.
Argumentación

En los tiempos actuales, el delito de secuestro se ha convertido en una industria que propicia que los enemigos del
orden social obtengan considerables ganancias, traducidas en millones de pesos. Las autoridades han realizan
esfuerzos descomunales para abatir el fenómeno; sin embargo, la complejidad que muestra su investigación ha
diversificado las estrategias de detección oportuna a fin de evitar que las víctimas implicadas sufran daños en su
patrimonio, integridad personal e, incluso, la pérdida de sus vidas.

Los secuestradores actúan con mecanismos sofisticados para no ser detectados y detenidos por los agentes
aprehensores; ante ello, la respuesta de la autoridad ministerial para erradicar este flagelo no se ha hecho esperar,
observable en la conformación de fiscalías especializadas, además de significativos esfuerzos de capacitación para
los operadores de la seguridad pública.

No se puede negar que este delito adquiere relevancia en cuanto su incidencia, por lo que otro factor que
obstaculiza su investigación y persecución es la elevada tasa negra que presenta, al ser un gran porcentaje de las
víctimas o afectados que no denuncian, fenómeno que se explica al preferir no delatar la ocurrencia del delito por
temor al cumplimiento de las amenazas de los implicados en el mismo, que muchas de las veces, consisten en
privar de la vida a la persona secuestrada.

Así también, no se da cuenta a la autoridad por desconfianza, por temor a la impunidad, miedo a la extorsión o,
porque considera que sólo va a ser tiempo perdido, pues la actuación de los servidores públicos encargados de la
investigación puede llegar a ser lenta, burocrática y prepotente, además de la desconfianza de que los mismos no
estén coludidos con los implicados en este delito.

La Encuesta Nacional de Victimización y Seguridad estimó que en 2015 se cometieron 64 mil, 459, ii delitos de
secuestro, cifra muy superior a las 1,535 carpetas de investigación por secuestro del fuero común y federal en ese
mismo año y a sus 1,839 víctimas; dicha estimación equivale a una tasa de 53.27 delitos por cada 100 mil
habitantes, superior a la tasa oficial de 1.56 víctimas del fuero federal y común en 2015.

Atento a lo datos proporcionados, se puede afirmar que en 2015 ocurrieron en promedio 177 delito de secuestro
por día y sólo se denunció en 1 de cada 60.41, delitos de esta naturaleza; es decir, que por cada denuncia que
recibieron las autoridades, hubo 59.41 casos que nunca serán investigados.iii Si a esto se le agrega la complicidad
que desarrollan algunos malos elementos guardianes del orden, podemos colegir que las bandas criminales que
perpetran este ilícito actúan con plena impunidad.

Por ello, a través de la presente unidad legislativa, Nueva Alianza promueve la cultura de la denuncia, a fin de que
los agentes delatores, cuando develen datos o información de víctimas secuestradas, lo hagan con argumentos
sólidos que permitan que la autoridad persecutora actúe de manera plena, eficaz y oportuna, en su tarea de rescate
y/o salvaguarda de la vida de aquellas personas víctimas de este ilícito.

En el Grupo Parlamentario de Nueva Alianza estamos convencidos que en la medida en que se fomente la cultura
de la denuncia, y en este caso en particular, proporcionar información precisa del acto criminal a la autoridad
procuradora de justicia, se abatirá potencialmente el delito de secuestro y, por antonomasia, la impunidad; con ello,
hacemos patente nuestro compromiso de cumplir con las exigencias de la sociedad, con el objetivo de que
experimenten una vida llena de seguridad, orden y paz públicos.

Fundamento legal
Por las consideraciones anteriormente expuestas, en mi calidad de Diputada Federal e integrante del Grupo
Parlamentario Nueva Alianza en la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la
Unión; con fundamento en lo dispuesto por la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y los artículos 6, numeral 1, fracción I; 77, numeral 1, y 78 del Reglamento de la Cámara de
Diputados del honorable Congreso de la Unión, presento ante esta soberanía la siguiente iniciativa con proyecto de

Decreto por el que se reforma el artículo 12 de la Ley General para prevenir y sancionar los Delitos en
Materia de Secuestro, Reglamentaria de la Fracción XXI del Artículo 73 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos

Artículo Único. Se reforman el párrafo segundo y tercero del artículo 12 de la Ley General para Prevenir y
Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, Reglamentaria de la Fracción XXI del Artículo 73 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:

Artículo 12. ...

La misma pena se aplicará a aquél que habiendo participado en la planeación de alguna de las conductas a que hace
referencia el presente Capítulo, dé noticia oportuna de ese hecho a la autoridad y la víctima sea rescatada con
vida.

La pena señalada en el párrafo primero de este artículo se aplicará a aquél que habiendo participado en la comisión
de alguna de las conductas a que hace referencia el presente Capítulo, dé noticia oportuna de ese hecho a la
autoridad para evitar que se cometa, se siga ejecutando o se eviten los efectos d el delito y proporcione datos
fehacientes o suficientes elementos de convicción contra los demás, autores o participantes del hecho o, ya
cometido, antes de que se libere a la víctima, proporcione, los datos o elementos referidos, además dé información
eficaz para liberar o localizar a la víctima.

...

Artículo Transitorio

Único. El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Notas

i Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, Reglamentaria de la Fracción XXI del Artículo
73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

ii Visto en http://www.eluniversal.com.mx/blogs/observatorio-nacional-ciudadano/2017/06/21el-sec.

iii Enpive 2016, citada por el Universal en http://www.eluniversal.com.mx/blogs/observatorio-nacional-


ciudadano/2017/06/21/el-secuestro-en-mexico-y-su-realidad

Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, a los 19 días del mes de abril de 2018.

Diputada María Eugenia Ocampo Bedolla (rúbrica)

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