LA REVELACIÓN Ainhoa García Morato

04/01/2022

Aprendizaje Esperado:
Reconozco las vías por las que Dios se revela a los hombres, para
tomar conciencia de que Él, al buscarnos de manera personal, nos
hace capaces de conocerle y amarle, guiándome por una fe alegre y
fiel que me acerque a Dios, con una actitud humilde
DIOS SE REVELA A LOS
HOMBRES
Dios se manifiesta los hombres de todos los
tiempos a través de las criaturas. El ser humano
es la criatura que revela a Dios en mayor grado.
La Revelación divina se realiza con palabras y
obras y manifiesta al mismo tiempo una
dimensión objetiva.
LA SAGRADA ESCRITURA,
TESTIMONIO DE LA
REVELACIÓN
A través de la Sagrada Escritura, las palabras de Dios se
manifiestan con palabras , hasta asumir, en el Verbo
Encarnado. Dios esel autor de la Sagrada Escritura, que
los autores sagrados, también ellos autores del texto
que redactaron con la inspiración del Espirritú Santo
LA REVCELACIÓN COMO HISTORIA DE LA
SALVACIÓN CULMINADA EN CRISTO
La historia de la salvación se manifiesta como una hermosa
pedagogía divina que apunta hacia Cristo. Jesucristo es
simultáneamente mediador y plenitud. La realización y
plenitud de la Revelación divina se manifiestan en el misterio
Pascual de Jesucristo, es decir, en su pasión, muerte y
resurrección como palabra definitiva de Dios.
LA TRANSMISIÓN DE LA
REVELACIÓN DIVINA
La Revelación Divina esta contenida en las Sagradas
Escrituras y en la Tradición. La Tradición fue fundada
sobre la predicación apostólica, testimonio y
transmite de modo vivo y dinámico cuanto la Escritura
ha recogido a través de un texto .
EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA, CUASTODIO E INTÉRPRETE
AUTORIZADO DE LA REVELACIÓN
«El oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios escrita
o transmitida ha sido
confiado exclusivamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya
autoridad se ejercita en
nombre de Jesucristo». Este oficio del Magisterio de la Iglesia es
un servicio a la palabra divina y tiene como fin la salvación de las
almas.
LA INMUTABILIDAD DEL DEPÓSITO DE
LA REVELACIÓN
Los principales contenidos de la predicación apostólica
fueron puestos por escrito, dando origen a las profesiones de
fe exigidas a todos aquellos que
recibían el bautismo, contribuyendo así a definir la identidad de
la fe cristiana.