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El niño ruso de seis años que luchó como

soldado en la Segunda Guerra Mundial


HISTORIA
07 ENERO 2021
BORIS EGOROV

Seriozha Aleshkov recibió la medalla al mérito en el combate, recibió una Browning como
pistola trofeo de manos de un general del ejército e incluso fue “ascendido” al rango de
teniente junior.

La Segunda Guerra Mundial afectó las vidas de millones de personas de todas las edades.
Ancianos, así como jóvenes inexpertos, tuvieron que tomar las armas. Pero sólo un
regimiento del Ejército Rojo en el Frente Oriental tuvo un soldado en sus filas de sólo seis
años de edad.
Hijo del regimiento
En el verano de 1942, Seriozha [abreviatura de Serguéi], del pueblo de Grin en la región de
Kaluga, se encontró completamente huérfano: Su padre había muerto antes de la guerra y
los alemanes, ante los ojos del niño, ejecutaron a su madre y a su hermano por sus vínculos
con los partisanos. Dejado solo, el niño de seis años vagaba sin rumbo por el bosque en
estado de shock cuando, demacrado y hambriento, fue descubierto por un grupo de
reconocimiento del 142º Regimiento de Rifles de la Guardia.

Foto de archivo

El niño rescatado dijo que se llamaba Aleshkin, aunque más tarde se supo que su verdadero
nombre era Aleshkov. Los soldados decidieron mantenerlo en el regimiento e incluso fue
adoptado oficialmente por el comandante del regimiento, Mijaíl Vorobiov.
El chico estaba ansioso por ser útil. Entregaba periódicos y cartas a las subunidades y
volvía constantemente al cuartel general para pedir más instrucciones. Un día, mientras
hacía sus rondas regulares, descubrió a unos vigías de apoyo de fuego alemanes que
estaban escondidos en un pajar y fueron rápidamente neutralizados por los soldados del
Ejército Rojo.
Defensor de Stalingrado

Foto de archivo

A principios de noviembre de 1942, el 142º Regimiento de Rifleros de la Guardia fue


transferido a Stalingrado. Aquí el pequeño soldado realizó una acción heroica por la que
fue premiado con la medalla al mérito en el combate.

Durante un bombardeo de artillería, el padre adoptivo de Seriozha quedó enterrado bajo los
escombros en un refugio. El chico intentó desenterrarlo por su cuenta pero, cuando fracasó,
corrió a buscar unos zapadores. Mijaíl Vorobiov se salvó, aunque conmocionado y herido
por el bombardeo.

“Con su alegría y amor por su unidad y los que le rodeaban, levantó la moral y la confianza
en la victoria en momentos extremadamente difíciles. El camarada Aleshkin es el favorito
del regimiento”, decía la orden que otorgaba el reconocimiento a Serguéi, que acababa de
cumplir siete años.
“Teniente Junior”

Foto de archivo

El camino de guerra de Aleshkov fue duro. Casi se ahogó al cruzar el río Severni Donets y,
en otra ocasión, el vehículo en el que viajaba chocó contra una mina. El niño sobrevivió
milagrosamente.

Una vez, de broma, los soldados le entregaron a Seriozha un uniforme de subteniente y esto
casi le cuesta la vida al niño. Las brillantes correas de los hombros atrajeron la atención de
unos pilotos alemanes, que dispararon una ráfaga de ametralladoras contra el “oficial”. Una
bala, de hecho, impactó contra un talón de Aleshkov. “Mi padre se reprochó mucho
después por ello”, relató Viacheslav Vorobiov, hermanastro de Serguéi.
Foto de archivo

Las aventuras bélicas del pequeño soldado terminaron en Polonia. El General Vasili
Chuikov, comandante del 62º Ejército, en el que sirvió el soldadito, ordenó que el chico
fuera enviado a la escuela militar Suvorov. Como recuerdo, el comandante militar le dio a
Aleshkov una pistola Browning.

Pero Serguéi no tuvo éxito en su carrera militar, ya que su salud le acabó pasando factura
(era adicto al tabaco desde muy joven). Después de obtener el título de abogado, Aleshkov
vivió en los Urales durante el resto de su vida y murió de un ataque al corazón en 1990, con
sólo 54 años.

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