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Felipe de Orleans, el hermano homosexual de Luis XIV el rey

sol.
Felipe, al que se conocía en la corte como Monsieur, nació en 1640, solo tres años antes de
la muerte de su padre, el rey Luis XIII. Pará Ana, su madre, fue motivo de alegría, pero su
obsesión por salvaguardar los derechos de su primogénito la indujo a tratar a Felipe de
forma tal que fomentó y posiblemente acentuó un cierto rasgo femenino en su naturaleza.
El sistema adoptado por Ana fue el de seguir vistiendo a Felipe con enaguas pasada la edad
de quitárselas (que era a los cinco años) y tratarle más o menos como a una hija, confiando
que eso le haría dócil y no representara problemas para Luis en el futuro.
La homosexualidad podía no estar reconocida en la Francia del siglo XVII, pero ser el
hermano menor de Luis XIV, el Rey Sol, otorgaba algunos beneficios. Y Felipe, Duque de
Orleáns, supo aprovecharlos para llevar una vida acorde con sus preferencias, pese al
escándalo que podían suponer. El joven príncipe nunca ocultó sus maneras afeminadas ni
su interés por los jóvenes aristócratas de la corte, pero al mismo tiempo se las apañó para
destacar por su valor en el campo de batalla. Hasta el punto de que su hermano acabó por
retirarlo del mando militar, preocupado por acabar eclipsado por su hermano pequeño.
Luis XIV estaba notoriamente en contra del ‘vicio italiano’, como se conocía en la época a
la homosexualidad, pero desde luego no podía hacer mucho cuando su propio hermano
aparecía en las fiestas maquillado y con atuendos de mujer.
La relación entre los hermanos fue bastante buena, tanto de niños como ya de adultos.
Felipe fue siempre leal.
Felipe destacó desde muy pequeño además por su belleza y su inteligencia. Su primer
affaire homosexual notorio tuvo lugar con el sobrino del cardenal Mazarino, el duque de
Nevers, que era un año menor que el príncipe. Según las crónicas el cardenal fomentó esa
relación para mantener el control sobre Felipe, que entonces acababa de cumplir 18 años.
A partir de ese momento, se sucederían los amantes. Uno de los más llamativos fue el
Conde de Guiche, notoriamente bisexual y que acabó expulsado de la corte por empezar a
cortejar a la misma esposa de Felipe, la princesa Enriqueta… y por intentar ganarse el favor
de las amantes del mismo rey Sol. También inició una relación con el Marqués de Effiat,
uno de los capitanes de su casa. Pero su amorío más sonado tuvo lugar con Felipe de
Lorena que llegó a dominar la casa del príncipe y fue su amante más notorio.
La princesa Enriqueta, despechada por verse desplazada inició una relación con el propio
Luis XIV y consiguió que el rey desterrara a Lorena al castillo de If y más tarde a Roma.
Tras la muerte de Enriqueta Felipe se casó con la princesa Isabel del Palatinado en 1671 y
tras muchos ruegos logró que su hermano le devolviera a su amante, el duque de Lorena,
permitiéndole volver a París.
Pese a su homosexualidad, Felipe tuvo varios hijos con ambas esposas. La correspondencia
privada que se conserva de Isabel muestra cómo aceptó la presencia de los amantes
masculinos de su esposo y que no compartieran la cama tras el nacimiento de sus hijos, una
vez cumplido el deber de procrear herederos.
El Rey Sol, fue permisivo con los gustos de su hermano también por una cuestión de poder.
Se trataba de mantener a Felipe alejado de las decisiones políticas. Sin embargo, Felipe de
Orleáns pronto destacó por su valor en el campo de batalla. Ya en las guerras contra España
por controlar los Países Bajos (en 1667) Felipe se distinguió por el valor con que se
conducía bajo fuego enemigo.
Aunque las crónicas de la época también lo pintan al final aburrido de la guerra y ocupado
en decorar su tienda de campaña. Pero Felipe destacó especialmente en las guerras de
Francia contra Holanda y comandó victoriosamente a las tropas galas en la batalla de
Cassel, en 1677, una victoria de gran importancia para el devenir de la guerra. Según las
crónicas de la época, su hermano acabó retirándolo del mando militar por celos, aunque es
posible que Felipe, que tenía otros intereses, se hubiera vuelto a aburrir de la guerra.
A partir de ese momento el Duque de Orleáns se convirtió en una de las figuras más
populares de París. Adquirió varios palacios y destacó por las fiestas y recepciones que
organizaba, siempre con ese toque transgresor que le había caracterizado y que nunca
ocultó. Su labor diplomática también fue muy importante en esos años y se convirtió en el
gran representante del rey en París, ya que Luis XIV prefería residir lejos de la capital.
Finalmente, tras una discusión con su hermano a causa de la Guerra de Sucesión Española,
Felipe murió de un ataque cerebral en 1701.
Luis XIV, Ragnhild Hatton.

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