Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
• Investigación.
• Lo que creemos.
“por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos
días, pasados los cuales, tuvo hambre”
Lucas 4:2
Se puede afirmar la autenticidad de las tentaciones de Jesús: como el Hijo obediente,
desde el comienzo de su ministerio hasta la cruz, enfrentó pruebas, tentaciones, y
sufrimientos por nosotros. Cualquier punto de vista que minimiza la realidad de sus
tentaciones es inconsistente con la Escritura.
(3) Dios no puede ser tentado por el mal, y Dios no puede pecar.
Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser
misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar
los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es
poderoso para socorrer a los que son tentados.
Hebreos 2:17-18
El reto a que nos enfrentamos es mantener las tres verdades expresadas anteriormente
simultáneamente sin minimizar ninguna de ellas.
LA POSTURA DE LA PECABILIDAD
La postura de la pecabilidad afirma que Cristo podía haber pecado aunque no lo hizo.
Esta es, de lejos, la opinión minoritaria entre los teólogos de hoy. Entre los argumentos
están los siguientes:
1. La plena humanidad de Cristo: Si Cristo, en su encarnación, asumió la plena
humanidad con todos sus atributos, debió tener la capacidad de pecar ya que, en sí
misma, la naturaleza humana no caída es capaz de pecar, como muestra la caída de
Adán y Eva
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que
Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho:
No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del
fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que
está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que
no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe
Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como
Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para
comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la
sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual
comió así como ella”
Génesis 3:1-6
2. La capacidad de Cristo de ser tentado: Cristo fue tentado en todo, igual que los demás
LA POSTURA DE LA IMPECABILIDAD
Esta postura asevera que Cristo era incapaz de pecar. Esta es, con mucho, la opinión de
la mayoría dentro del evangelicalismo pasado y presente. Entre los argumentos a favor
de este punto de vista se encuentran los siguientes:
1. La deidad de Cristo: Dado que Cristo es Dios y que Dios no puede pecar, resulta que
Cristo tampoco podría pecar. Dado que:
Muchos afirman que las tentaciones que se nos narran en Mateo 4.1–11; Marcos 1.12–
13 y Lucas 4:1-13 fueron dirigidas en su totalidad a la naturaleza humana de Jesucristo.
Esto significa que nuestro Señor podía pecar, si no fuera así, dichas tentaciones no
tenían ningún sentido lógico. Pero si hacemos un análisis detenido y minucioso del texto
en Lucas y llegamos a la conclusión de que las tentaciones mayores fueron hechas a su
naturaleza divina y no a su humana. Nótese las palabras que Satanás utiliza. Este hace
uso de una clausula condicional “Si eres Hijo de Dios” que se repite dos veces en las
tentaciones. “Esta es una oración condicional. En otras palabras, Satanás le estaba
diciendo «asumamos por cuestiones de esta discusión que tú eres el Hijo de Dios». Es
más, Satanás estaba desafiando la identidad y la autoridad de Jesús”.
A como notamos, Satanás se dirige a Jesús utilizando el nombre “Hijo de Dios—un título
que indica la divinidad de Cristo”. Vemos que el convertir piedras en pan, lanzarse al
vacío creyendo salir ileso y creer que se le podía dar todo el mundo solo podían ser
realizadas y recibidas por un ser divino y no humano. El problema que muchos
encuentran en mi afirmación se basa en que Dios no puede ser tentado por el mal, según
Santiago 1:13, solo que se omite que lo que dice es no puede ser tentado por el mal, ya
que el mal no habita en Él. Esa es la idea que trata de comunicar Santiago cuando dice
“sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido”, ósea de sus propios deseos, haciendo referencia al ser humano, y nuestra
naturaleza pecaminosa.
LO QUE CREEMOS
A través de este trabajo hemos presentado las dos posturas mas comunes sobre la
posibilidad de que Jesucristo podía pecar.
Claramente los argumentos de la Impecabilidad de Cristo son más numerosos que los
que plantean la posibilidad de Pecabilidad de nuestro Señor Jesucristo.
Entendemos que el poder dar la posibilidad de pecaminosidad a Cristo es ir en contra de
la naturaleza divina del Señor y en el sentido de que la persona de Cristo era un ser
integral con sus dos naturalezas, tanto la divina como la humana. Al manchar con la
suciedad del pecado a este ser integral, se estaría dando por sentado que la naturaleza
divina ya no sería santa y eso sale de todos los parámetros de lo que entendemos que
es Dios.
Por lo tanto la postura aceptada como correcta por mi persona es la de la imposibilidad
de pecar o Impecabilidad de Cristo
Oscar Espinoza
Por medio de las evidencias mostradas en esta investigación la postura que mayormente
cumple mis expectativas, porque no pondría en conflicto lo que entendemos como
atributos absolutos de Dios es la de la Impecabilidad de Cristo.
Tomar partido por la postura de que Cristo podría pecar es tener que contestar
controversias en relación a como un ser divino podría perder sus atributos, siendo que
en la persona de Cristo se encontraban en perfecta armonía las dos naturalezas tanto la
divina como la humana.
Filomena Quispe