OBJETIVO: Reconocer el sobrenatural poder de Jesús para pedir un pronto auxilio en
nuestra necesidad física o espiritual. INTRODUCCIÓN: Este es uno de los pasajes controversiales de la Biblia, pues algunos eruditos manifiestan que la última parte del v. 3 y el v.4 no se encuentra en los mejores manuscritos, y que es posible que fuera una interpolación posterior para explicar la presencia de tantos enfermos. Pero por encima de esta creencia que parece una superstición están los eruditos que piensan que sencillamente eso fue un acto soberano de Dios y una manera única y particular como Él a veces actúa. Lo importante es que en esta historia vemos claramente las condiciones en que operaba el poder de Jesús: daba la orden a la gente, y en la medida en que le obedecían el poder actuaba en ellos.
I. JESÚS EMPEZÓ POR PREGUNTARLE AL HOMBRE SI QUERÍA SER
SANADO. V.6 1. No era una pregunta absurda como parece. Aquel hombre había estado esperando 38 años ser sanado, y bien podía ser que hubiera perdido toda esperanza y se encontrara sumido en una desesperación triste y, pasiva. 1. En lo íntimo de su corazón, el hombre podía haberse resignado a seguir inválido; porque hay enfermos para quienes la invalidez no es desagradable, porque viven a expensas de otros que trabajan y se preocupan. * Seguramente nosotros también somos testigos de algunas personas inválidas que se aprovechan de su situación para no laborar, sino vivir a expensas de los demás y estas personas en lo íntimo de su corazón no desean ser sanadas por Jesús.
II. JESÚS SE DIRIGIO AL HOMBRE PARA DECIRLE QUE SE
LEVANTARA. V. 8 1. Fue como si Jesús le dijera: "¡Hombre: aplícale tu voluntad, y tú y yo lo conseguiremos!". El poder de Dios nunca exime al hombre del esfuerzo. 2. Es cierto que debemos darnos cuenta de nuestra insuficiencia; pero en un sentido muy real, también es cierto que los milagros suceden cuando nuestra fe y voluntad cooperan con el poder de Dios para hacerlos posibles. 3. Leer Efesios 4:22-32 Colosenses 3:5-14 4. Los milagros y cambios en nuestras vidas no se darán si no hacemos los que nos corresponde. Dios siempre pone su parte en favor de los hombres; pero éstos, también tienen que poner su parte yendo al encuentro con Dios como sucedió entre el padre y el hijo pródigo.
III. JESÚS HIZO QUE EL MILAGRO SE REALIZARA DE UNA MANERA
INMEDIATA Y ASOMBROSA. V. 9 2. Dios obró al instante, y el hombre también lo hizo y el milagro se produjo y tomó su lecho o camilla y anduvo. ¡Qué maravilla poder hacer esto después de 38 años de enfermedad! 3. El Señor Jesús nunca manda a nadie que haga algo sin darle la capacidad para hacerlo. Al hablar al paralítico, llegó a este hombre nueva vida y fuerzas. Fue sanado inmediatamente. No fue una recuperación gradual. Miembros que habían sido inútiles o que habían estado inactivos durante años ahora palpitaban con poder. 4. En ocasiones los milagros se realizaron en procesos, los procesos también son métodos que Dios utiliza para hacer su obra.