Está en la página 1de 3

EL ALEJAMIENTO PRÁCTICO DE DIOS COMO NUEVO FENÓMENO DE

MASAS
Partiendo de la lectura del tema, El alejamiento práctico de Dios como nuevo fenómeno
de masas. Podemos decir que la increencia, es un fenómeno social que se ha venido
extendiendo a través de los años, teniendo su inicio en el renacimiento en Europa,
intensificándose en el siglo XVIII, por el racionalismo ilustrado.
Teniendo en cuenta la célebre frase “Sapere Aude”, atreverse a pensar por sí mismos y
quitar toda muleta y caminar por sí mismos, buscar la autonomía y ser dueños de nuestra
vida, liberarnos del peso de la autoridad y de la tradición de la que ha sido esclava la
humanidad a través de los siglos. Immanuel Kant.
De cara a la sociedad podemos identificar aspectos influyentes, que han sido los
responsables de promover la increencia, como algunas características que son propias del
increyente, entre ellas: el narcisismo, el consumismo y el hombre melancólico.
La increencia en nuestro tiempo ha ido tomando formas muy variadas, de estas se destacan
dos de las principales: en primer lugar mencionamos, la actitud diversa del hombre hacia
Dios, se hace difícil el establecimiento de vínculos directos, porque el hombre se desvía del
camino que lo conduce hacia Dios. La segunda dificultad, depende de la libertad que el
hombre posee, la cual puede ser muy cambiante en sus diferentes actitudes, puede ser ateo
o creyente, decir un sí o un no.
Entonces ante esta problemática tan compleja, la actitud de la iglesia es movida a dar una
respuesta, la Gaudium Et Spes, nos dice que el ateísmo es uno de los fenómenos más graves
de nuestro tiempo. Como respuesta la Iglesia debe de tener un espíritu de apertura al mundo
y una actitud de diálogo.
Nos parece de mucha importancia, no olvidar que la Iglesia por naturaleza es misionera, y
debe de cumplir con su tarea evangelizadora, a pesar de las circunstancias que se le
presenten, de ahí que la oferta de salvación, de la misma ha de ser universal. Es por eso que
la Iglesia tomó a bien en su momento, crear el secretariado para los no creyentes, su tarea
fue estudiar el fenómeno de la increencia y promover el diálogo.
Cuando nos referimos al alejamiento práctico y teórico hacemos alusión automáticamente
al ateísmo, este es solo una parte del fenómeno de la increencia. Es por eso que no podemos
reducir el fenómeno de la increencia a un modo de ella, porque el término ateísmo hace
referencia propiamente a la negación de Dios, y cuando hablamos de alejamiento práctico
se refiere a la indiferencia hacia la religión. Este hecho no se da sólo en la conciencia
individual, si no que tiende a implantar un estilo de vida, una cultura que descarta y saca de
ella a Dios.
En esta sociedad se hacen notar factores que han intervenido, a lo largo de la historia en el
desarrollo de la misma, los cuales se mencionan a continuación. Olvido de las raíces
Cristianas: Cabe recordar que en la época antigua, se buscaba la verdad de las cosas, y en
la época medieval, la verdad se encontraba en la trascendencia, por lo tanto venimos de
Dios, ya en la época moderna, es otra realidad, la relación del hombre con la transcendencia
ya no es vista de la misma manera, la religión no es concebida como un bien, sino como un
obstáculo que dificulta el progreso y coarta la libertad de las diversas ideologías.
La Reducción del Cristianismo a ética. Cuando el autor de este documento dice que el
Cristianismo se reduce a ética, señala que solo bastaría cumplir con las normas
establecidas, y que a través de ese cumplimiento se obtendría la salvación. Según la
concepción Kantiana el cumplir el deber por el deber y situándonos desde la postura del
alejamiento práctico de Dios, podemos decir que el Cristianismo es una imposición, donde
no hay libertad. Negación de la especificidad ética.Cuando se niega la especificidad ética,
se afirma que las normas no se reducen solamente a los cristianos, si no a todas las
personas, en este punto se contradice lo que se dijo en la reducción del cristianismo a ética.
Cuando se niega que existen normas cristianas se facilita el olvido de las mismas.
La Jibarización de la ética, llega hasta el punto de volverla irrelevante, donde lo que prima
es la propia felicidad, todo y cuando no afecte al otro. Por otra parte se cae en la
irrelevancia cultural del cristianismo, cuando ya se ha quitado el valor la ética. Tanto la
modernidad como la posmodernidad, han jugado un papel muy importante en la pérdida de
validez del cristianismo y esto ha llevado a una desafección religiosa. En la posmodernidad
existen factores que han contribuido a esta transformación cultural. Dichos factores son los
siguientes:
Abordaremos en primer lugar, La disolución del sujeto: Según el escritor Oppenheimer, en
su libro Sálvese quien pueda, la máquina llegará hasta el punto de sustituir a los hombres,
es necesario ir a la historia, donde encontramos la industrialización del siglo XVIII,
entonces con certeza podemos decir que la máquina ha estado presente hasta nuestros días.
El problema es que la relación del sujeto con la naturaleza es de un carácter mecánico y
utilitarista, ya no es como antiguamente, una relación de admiración respeto por lo creado,
como segundo factor. La renuncia a la verdad:En la posmodernidad ya hemos quitado a
Dios y hemos colocado al hombre en el centro de todo, entonces cuando quitamos a Dios,
que es la verdad y nos quedamos con un concepto de verdad reducido al ámbito científico,
ese concepto queda vacío.
Como tercer factor encontramos El adiós a la historia:Como ya es sabido que el siglo de
las luces, rechaza todo lo pasado y la historia, y la considera vacía, los pensadores incluidos
en este periodo, comienzan de nuevo, según ellos. Es aquí donde caemos en un grave error,
al no darle a la historia la importancia que se merece, nos comportamos como mal
agradecidos y como unos ingratos. Los tres aspectos del pensamiento posmoderno, han
aportado a nuestra sociedad, una mentalidad de una época poscristiana, haciendo cada vez
más evidente el alejamiento práctico de Dios. Si Dios no existe, todo está permitido; y si
todo está permitido la vida es imposible, Fiodor Dostoyevski.
Podemos decir, que ante esta problemática muy compleja, la Iglesia ahora más que nunca,
debe tomar una actitud práctica y no solo quedarse en ideales, es necesario que las
intenciones bajen del corazón a la acción. Los dirigentes de la Iglesia deben entregarse sin
medida, salir al encuentro del hombre y fomentar el diálogo, especialmente con los
increyentes. El Papa Francisco nos lo dice, que necesitamos una Iglesia herida, golpeada,
pero al encuentro del hombre, no una Iglesia encerrada en sí misma, enferma, sino una
Iglesia en salida, con los brazos abiertos, al encuentro del que más lo necesita.

También podría gustarte