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MUSICOTERAPIA Y SALUD

A medida que el tiempo transcurre y la ciencia avanza, la concepción del


hombre va cambiando, y la visión que se tiene de éste, se hace cada vez más
compleja, teniendo que ser abarcado para su estudio por distintas
disciplinas.
También las concepciones de salud y enfermedad fueron variando. En la
actualidad los dos modelos predominantes: el Modelo Clínico y el Modelo
Sanitarista ofrecen una visión particular cada uno de ellos con respecto a la
salud- enfermedad. El modelo Clínico sostiene que las causas de la
enfermedad se hallan en el ser humano, mientras que en el modelo
Sanitarista, es considerada como una entidad social porque: “Depende
compone, contribuye y condiciona la salud del conjunto comunitario.”1
Como profesionales de la salud los musicoterapeutas tenemos que tener en
claro no solo el marco teórico al cual adheriremos sino también la
concepción de sujeto y de salud enfermedad.
En los distintos ámbitos del ejercicio de esta profesión tendremos que
considerar el tipo de población sobre la cual trabajaremos como así también
la demanda de la institución.
Las distintas áreas en donde se inserta nuestra práctica harán que como
profesionales de la salud estemos en contacto con otros profesionales.
Muestra tarea será ardua ya que por un lado deberemos dar cuenta de
nuestra disciplina a aquellos profesionales que todavía no saben muy bien de
que se trata nuestro quehacer, y por otro tendremos que realizar nuestra
labor a conciencia demostrando que un musicoterpeuta no es solamente
alguien que sabe cantar y tocar un instrumento, sino que es un profesional
formado para aportar, a partir de experiencias sonoras musicales, aspectos
significativos de la persona que por otro medio no se harían presentes.
Si trabajamos en una institución dentro del área clínica por ejemplo, habrá
otros profesionales de la salud con los cuales compartiremos conocimientos
y opiniones. Si el trabajo se desarrolla en forma interdisciplinaria no va a
estar centrado solamente al aporte individual de cada profesional, sino que
supone una construcción en común en donde la cooperación y la
participación de cada disciplina, producirá un enriquecimiento conceptual y
metodológico en vistas a una mejor atención integral del paciente.
Alicia Stolkiner señala que la interdisciplina “Supone un marco de
representación común entre disciplinas con distintos niveles de análisis y de
interacción
”2
1
SAFORCADA El Factor Humano, una aproximación a la Salud Pública.
2
STOLKINER ALICIA La Interdisciplina entre la epistemología y la Práctica Campo Psi Revista de
información especializada (Abril-Mayo- Junio 1999)
Señala que hay un nivel subjetivo y otro grupal y que todo equipo
interdisciplinario constituye un grupo.
Cada aporte que haga un profesional a partir de sus conocimientos y
experiencias (verticalidad) enriquecerá a los integrantes y al grupo como
totalidad (horizontalidad) en el aquí y ahora y en relación con la tarea.
Stolkiner sostiene que un saber disciplinar en una forma de poder, y que
estas cuestiones de poder siempre aparecen en una relación grupal.
Lo importante en la clínica como en todo otro trabajo interdisciplinario, es
considerar que si estas cuestiones aparecen, no constituyan un obstáculo sino
un enriquecimiento propio. Lo que otros profesionales aporten será de
mucha utilidad, porque en definitiva lo que interesa no es quien maneja
mejor la teoría, sino como ese saber pueda ser utilizado para el proceso de la
cura juntamente con el conocimiento que otros profesionales puedan
aportar.
Dentro de la práctica clínica el trabajo con pacientes con enfermedades
mentales se realiza de acuerdo con las necesidades individuales y con los
objetivos propuestos por el terapeuta y teniendo en cuenta la demanda de la
institución. Se trabaja con lo que el paciente puede hacer, tratando de
rescatar su singularidad. La relación con la música va a estar dada por la
historia sonora individual, dentro de una comunidad, en una cultura
determinada. Las experiencias sonoras musicales, tendrán lugar dentro de
un encuadre y en una relación transferencial con el terapeuta.
Dentro del tratamiento de estos pacientes la Musicoterapia ofrece un espacio
en donde pueda poner a jugar sus escenas. A través de las experiencias
sonoras musicales emergerán los modos expresivos y relacionales no
verbales aún en aquellos pacientes con graves disturbios emocionales, o con
grave deterioro por la enfermedad. Si bien es cierto que no se puede lograr
una total reemisión de la patología, se trata de apuntar hacia una mejor
calidad de vida.
Saforcada sostiene que la calidad de vida depende de los valores
compartidos, que se dan en espacios intersubjetivos en los cuales transcurre
la vida de una persona y que son creadores de salud. En el caso de estos
pacientes en donde es común el aislamiento social, el espacio
musicoterapeútico brinda a través del trabajo grupal un lugar en donde
puedan conectarse con la realidad, interactuar con otros, establecer lazos
sociales.
Un musicoterpeuta dentro de un equipo interdisciplinario de salud mental
aportará desde su quehacer específico una visión distinta de la realidad del
paciente y a su vez tendrá una visón mas completa del mismo. De esta
manera podrá instrumentar las intervenciones necesarias para producir
cambios. De acuerdo a estas necesidades las intervenciones se centrarán en
distintos aspectos, físicos, mentales, conductuales, sociales.
Bruscia Distingue diez tipos de intervenciones con un mayor o menor
involucramiento del terapeuta, de acuerdo a aquellas situaciones que señalen
un mayor estancamiento pasividad o bloqueo del paciente.
A través de las distintas técnicas e intervenciones el musicoterapeuta
sostiene, a través de la mirada, los instrumentos, la voz las palabras, ofrece
un espacio en donde puedan conectarse con el afuera. Introduce
gradualmente a través de lo sonoro musical, nuevas formas de hacer, nuevas
experiencias, nuevas formas de vincularse, apuntando hacia una mejor
calidad de vida.

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