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El Kitsch

Todas las artes son géneros inevitablemente productos de una anterior confusión lingüística.
Una mutación, sin la deformación generada por ella, no surge lo diferente, lo nuevo.
Kitsch es una palabra que aparece en el siglo XIX, nacida en Alemania, es una palabra
emparentada
con kitschen, que significa algo parecido a trucho –hacer algo nuevo con algo viejo-. El
kitsch es tan
antiguo como el pecado.
“El kitsch elimina de su punto de vista todo lo que en existencia humana es esencialmente
inaceptable”, Kundera.
Lo que es kitsch es la relación del sujeto con un objeto, artístico o no, con un fenómeno
material o no, con otra persona, cercana o lejana, con su mundo. Cuando exhibimos un
objeto al
mundo con la intención de que todos lo miren y consideren lo bello que es, eso es kitsch, en
cambio
si ese objeto esta exhibido y valorado por el cariño que tiene el mismo no es kitsch.
Comprar objetos
para imitar a alguien o porque alguien lo tiene no es kitsch, comprar objetos a fin de mostrar
las
posibilidades economías y el gusto elevado que se tiene es kitsch.

Las actitudes alienantes de la sociedad de consumo -que nos impone a través de la


publicidad y otros medios, la idea de consumir porque si, sin hacer referencia a las contras
que tiene
ese consumo o lo que implica ser consumidor de determinado producto-, de los líderes
políticos -
que viene con una idea de hacer aquello que no es propio del individuo pero es lo que hay
que
hacer-, entre otros, también se considera como kitsch.
El kitsch es imposible de tipologizar, porque es una actitud, una relación, no un objeto.
Depende de la sintaxis de los elementos que conforman y determinan la existencia de la
obra, de la
relación que el hombre establece con ella. Allí reside la imposibilidad de tipologización del
kitsch,
porque no se puede ordenar ni convertir en tipologías las relaciones humanas y los
sentimientos con
el mundo.
El kitsch se vale de verdades agotadas y peca por obviedad.
En Holanda del siglo XVII, el nuevo dueño del poder, el nuevo amo, es decir la burguesía
protestante, todavía no tenía elaborados sus signos de poder y por ellos desde la forma de
vestirse
hasta su sistema alimenticio, desde su manera de relacionarse socialmente hasta lo objetos
artísticos serán tomados, copiados, imitados de su antiguo amo, el señor feudal. Un nuevo
amo, al
ubicarse en su nueva jerarquía, no tiene signo de poder porque no puede tenerlos. Se
necesita
tiempo para crear los propios y los necesita. El burgués de este siglo no logro tener el gusto
refinado
de los señores feudales, gusto que construyeron a lo largo de 1300 años, pero lo que si
tiene es
mucho dinero. Por este motivo de dinero y de la cantidad de capital que había en Alemania
empiezan a parecer talleres como hongos, de los cuales cada uno tenía y se dedicaba a un
tema
específico.

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