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PSICOLOGIA GENERAL

EVA GARCIA GONZALEZ

CAPITULO 3

PERCEPCION

Los procesos cognoscitivos permiten el conocimiento y la adaptación al


medio. Se han dividido en tres grandes rubros: percepción, aprendizaje y
pensamiento.

La percepción es el proceso de extracción de información del medio; consta


de cuatro etapas: entrada o estímulo, transducción sensorial, actividad
intercurrente del cerebro, y salida o respuesta.

Estímulo es cualquier cambio de energía capaz de excitar a un receptor.

Cuando las condiciones estimulantes se mantienen constantes, se deja de


percibir, y a este fenómeno se le llama aislamiento sensorial.

El proceso perceptual se inicia con un estímulo o entrada de energía con un


valor umbral.

A los límites entre sentir o no sentir se les denomina umbrales.

El umbral absoluto inferior es la mínima cantidad de energía capaz de excitar


a un receptor.

El umbral absoluto superior es la máxima cantidad de energía que resiste un


receptor antes de dejar de percibir o destruirse.

El umbral diferencial es la mínima diferencia entre dos estímulos (DAN


diferencia apenas perceptible o DAP diferencia apenas perceptible).

La transducción sensorial es la segunda etapa de la percepción, se realiza


directamente en el receptor y se refiere al cambio de energía que existe en el
medio con energía bioeléctrica, esta última es el impulso nervioso.

La salida o respuesta es la etapa final de la percepción, cuando el sujeto presenta


una respuesta o experiencia.

El proceso es indivisible; esto es, si alguna de las etapas no se presenta no


habrá percepción, por lo cual se denomina proceso de sensopercepción.
La jerarquía perceptual nos señala que no toda la información tiene la misma
calidad, la duración e intensidad del estímulo determina que el organismo extraiga
más o menos información.

Detección, segregación, discriminación o determinación de algunos rasgos


permiten la identificación del modelo con el que existe una certeza de lo percibido
y, finalmente, la identificación individual y la manipulación de la información son
los niveles de la jerarquía perceptual.

Las modalidades perceptuales, visión, audición, tacto, etc., al actuar de


manera interrelacionada nos permiten extraer información compleja sobre el matiz,
la forma, el espacio, el movimiento, el tiempo y los acontecimientos sociales.

El color o matiz es la interpretación psicológica de los cambios en la longitud de


onda de la luz, éstos llegan a los conos y bastones de la retina y transforman la
energía en impulso nervioso, que es conducido hasta la zona visual de la corteza
occipital.

El estímulo luminoso tiene cambios en su amplitud de onda, lo que es interpretado


como intensidad o brillantez, y la pureza de la onda como saturación.

Los colores que pueden ser apreciados en el espectro electromagnético son


rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y violeta.

La gran variedad de matices que el ojo puede discriminar se logra a través de


mezclas de colores por adición y sustracción.

Los colores que se encuentran diametralmente opuestos en el círculo de colores


se llaman complementarios, porque al mezclarse sólo resulta gris neutro.

Según las posimágenes negativas, un estímulo de color desaparece si se


observa el complementario por algunos segundos.

La visión fotópica requiere de mucha luz, la realizan los conos de la retina del
ojo, y da como resultado la discriminación de color y detalles finos.

La visión escotópica requiere de bajos niveles de luz y la realizan los bastones


de la retina, pues no se obtiene percepción de color ni detalles finos.

Los colores reflejan un campo visual de distintas dimensiones en donde pueden


ser percibidos; de manera que el azul, el anaranjado y el amarillo son vistos en un
campo visual muy amplio; en cambio, el verde y el café tienen que estar enfrente
de los ojos para ser discriminados.
La ceguera al color es el nombre genérico de un defecto genético del ojo
humano;

el ojo normal es tricromático (discrimina el rojo, azul y verde, y todas sus


mezclas).

Cuando uno de los tres colores básicos o los tres no son percibidos de manera
adecuada se presenta la ceguera al color.

A los colores, por aprendizaje, se les han dado significados profundos y


característicos, relacionados fundamentalmente con estados emocionales.

La percepción de la forma se logra al poder segregar la figura del fondo, lo que


está determinado por la configuración del estímulo.

La figura tiende a ser más pequeña, encerrada, delimitada y percibida como más
próxima al observador que el fondo.

La tendencia organizadora de los elementos determina el fondo y la figura.

La teoría de la Gestalt considera que existen principios como semejanza,


cercanía, continuidad, cierre, etc., que determinan la percepción de la figura,
además del aprendizaje.

La percepción de espacio relaciona las tres dimensiones: largo, ancho y


profundidad, o lo que es lo mismo: verticalidad, horizontalidad y distancia.

Esto se logra a través de claves o indicios monoculares si se usa sólo un ojo, o


binoculares si se requieren los dos.

La interposición, la perspectiva lineal, el tamaño relativo, el sombreado e


iluminación, la elevación y el gradiente de textura, son sólo claves pictóricas
monoculares.

La perspectiva aérea, el paralaje de movimiento y la acomodación, son


monoculares, pero no pictóricas.

Las claves binoculares que requieren la actividad conjugada de los dos ojos son la
convergencia y el paralaje binocular.

La interpretación de la información que proporcionan las claves espaciales puede


llevar al fenómeno normal llamado ilusiones perceptuales.

La percepción de movimiento, cuya base neuronal son las unidades detectoras


de sensibilidad direccional, y la estimulación sucesiva de una imagen en puntos
retinales vecinos es esencial para la supervivencia.
Existen tres sistemas en la percepción de movimiento: el sistema imagen-
retina, en el que la imagen cambia sobre puntos sucesivos de la retina; el sistema
ojo-cabeza, en el que los ojos se fijan en una imagen aunque se mueva la cabeza,
y la pauta de estimulación retinal, en la que el aumento o disminución sucesiva del
tamaño de la imagen da la clave de movimiento de alejamiento o aproximación.

El movimiento aparente se presenta cuando estímulos estacionarios, debido a


las claves que en otro momento nos permiten percibir el movimiento, son
percibidos como en desplazamiento.

El fenómeno Phi es uno de los más comunes.

La percepción de tiempo o protensidad es el fenómeno que nos permite tener


la experiencia del paso del tiempo, que es afectada por variables de motivación,
fatiga, aprendizaje, enfermedad, etc.

Las teorías más importantes acerca de la percepción del tiempo son las
biológicas, que suponen que los cambios rítmicos de las funciones biológicas
marcan el paso del tiempo, y las cognoscitivas consideran que el paso del tiempo
está relacionado con la cantidad y complejidad de la información que se presenta
en un lapso determinado.

La percepción social o de las personas es diferente a la de objetos, porque en


ella no sólo se percibe a la persona como un objeto físico, sino que se interpreta
su comportamiento de manera causal, lo que se denomina atribución.

Las variables físicas que intervienen son: distancia inicial entre los objetos,
el momento en que empiezan a moverse, la velocidad, el tiempo de respuesta,
la naturaleza del contacto, la dirección y la distancia.

La percepción es el proceso de extracción de información.

Es un proceso cognoscitivo que permite la adaptación al entorno.

Estímulo es cualquier cambio de energía capaz de excitar un receptor.

Si la energía de un estímulo se mantiene, se convierte en constante, y entonces


la información desaparece.

Si un estímulo es percibido y provoca una respuesta se convierte en información.

El proceso de percepción tiene cuatro etapas: entrada o estímulo,


transducción sensorial, actividad intercurrente del cerebro y la respuesta o
salida.
La entrada de un estímulo está relacionada con el límite entre sentir y no
sentir y es denominado umbral;

si un estímulo tiene un valor fuera del umbral, no será percibido.

Umbral absoluto inferior es la mínima cantidad de energía necesaria para


excitar a un receptor.

El umbral absoluto superior es la máxima cantidad de energía a la cual


puede responder un receptor.

Umbral diferencial (DAN-DAP) es la mínima cantidad de diferencia entre dos


estímulos que puede ser notada.

La transducción sensorial es la transformación de la energía existente en el


medio a impulso nervioso (energía eléctrica), que se lleva a cabo directamente en
el receptor sensorial.

La actividad intercurrente del cerebro permite que el estímulo convertido en


impulso nervioso sea analizado, comparado, clasificado, almacenado y enviado en
forma de respuesta a un efector.

La salida o respuesta es la última etapa de la percepción, y se lleva a cabo


cuando se presenta la experiencia.

La cantidad de información que se puede extraer en una experiencia perceptual


varía notablemente, por lo que se ha propuesto una jerarquía perceptual en la que
en cada ocasión se extrae y se puede manejar mayor información.

En el primer escalón de la jerarquía encontramos informaciones muy pobres, en


las que sólo se puede detectar la existencia de un estímulo, pero no se precisa
forma, volumen, ni se identifica un modelo.

En el segundo nivel se hace una discriminación entre la figura y su fondo, por lo


que podemos informarnos de su tamaño aproximado.

En el tercero, se determina una figura diferenciada, con algunos detalles finos, y


pueden plantearse algunas hipótesis acerca de lo que es.

En el cuarto nivel ya se puede identificar un modelo y reconocer el estímulo


como perteneciente a una clase conocida.

Por último, el nivel más elevado de la jerarquía permite la identificación de la


individualidad; aquí se puede desarrollar la percepción social.
Cada nivel está determinado por la intensidad y duración del estímulo, y por
la cantidad de actividad que realiza el organismo. A mayor dimensión, mayor
generalización, aprendizaje y manejo complejo de la información.

La información contextual determina la asociación de un producto o estímulo


central con su contexto.

No es subliminal y no modifica la conducta ni motiva, sólo asocia.

La percepción de color (matiz), forma, espacio, movimiento, tiempo y social son


tipos de información que pueden ser extraídos por más de una modalidad
sensorial: visión, gusto, olfato, tacto, audición, cinestesia, etcétera.

El color o matiz es una interpretación psicológica de los cambios en la longitud de


onda de un estímulo luminoso.

El brillo es la interpretación de la amplitud de onda, y la saturación se refiere a la


cantidad de luz blanca agregada a una longitud determinada.

Los colores espectrales son cinco: rojo, amarillo, verde, azul y violeta; el resto de
las tonalidades es percibido gracias a las mezclas de colores, tanto sustractivas
como aditivas.

Las posimágenes se presentan cuando un estímulo cesa, pero la imagen se


conserva por algunos segundos.

La posimagen negativa se presenta cuando se observa un color, y en el


momento en el que cesa el estímulo se percibe el color contrario o
complementario.

La visión fotópica requiere de mucha luz, permite la visión de color y detalles


finos, y se logra por el funcionamiento de los conos de la retina.

La visión escotópica resulta de la actividad de los bastones y requiere de poca


luz, pero no detecta color ni detalles fi nos.

El campo visual de los colores varía de mayor a menor en el orden siguiente:


azul, amarillo, naranja, rojo, blanco, café y verde.

La alteración o anomalía en la percepción del matiz, también llamada ceguera


al color, es conocida por el público como daltonismo.

En su mayoría dicha alteración es determinada genéticamente y se deriva de la


imposibilidad de percibir uno de los tres colores básicos: rojo, azul o verde y todas
sus mezclas.
La percepción de forma se logra por el contorno y el contraste de las superficies,
en esencia está determinada por la visión, pero también pueden intervenir otras
modalidades.

Según la escuela de la Gestalt, para la percepción de la forma es necesario


realizar una configuración u organización de los elementos aislados que la
componen, y estas configuraciones presentan regularidades o principios que todas
las personas utilizan: buena configuración, cercanía, semejanza, continuidad y
destino común.

La predisposición perceptual señala que la percepción no sólo depende del


estímulo físico y de los mecanismos receptores adecuados, sino de procesos más
complejos de aprendizaje y disposición ante los estímulos.

La percepción del espacio se logra a través de diversas modalidades


sensoriales: visión, audición, tacto, etc.

Se determina por claves o indicios que nos muestran las tres dimensiones:
vertical, horizontal y profundidad o distancia.

Las claves pueden ser mono culares (basta tener un ojo) como la
interposición, perspectiva lineal, tamaño relativo, sombreado e iluminación,
elevación, perspectiva aérea, gradiente de textura, paralaje de movimiento,
acomodación.

La convergencia de los ojos y el paralaje binocular son binoculares


(requieren de dos ojos).

Las ilusiones visuales son fenómenos normales que se presentan en todas las
personas cuando hay una interpretación especial de la información por la
presencia de claves que pueden ser interpretadas de diferentes maneras.

La percepción de movimiento, fundamental para la supervivencia, se basa en


las unidades detectoras del mismo que son sensibles de manera direccional, y en
patrones de estimulación con características específicas, como la estimulación
sucesiva de una imagen en sitios retinales vecinos, la fijación de un estímulo en
una parte de la retina con movimiento de la cabeza, y el aumento o disminución
del área retinal estimulada.

El movimiento aparente se presenta cuando no existe un desplazamiento físico


real de objetos, pero las pautas de estimulación se dan en condiciones semejantes
a las del movimiento real.
Existen dos aproximaciones diferentes para explicar la percepción de tiempo o
protensidad; una se basa en condiciones biológicas, como los ritmos
circadianos, el ritmo electroencefalo gráfico, etc.

La otra, la aproximación cognoscitiva, se refiere a la cantidad y calidad de la


información que se procesa en un determinado lapso.

También se reportan variables de personalidad, motivación y aprendizaje que


alteran la protensidad.

La percepción social o de personas es diferente a la de objetos en la


interpretación y la atribución de causalidad a los estímulos percibidos.

Está determinada por las variables de tiempo y movimiento interpretadas por el


observador.

CAPITULO 4

El aprendizaje es un proceso psicológico básico, muy amplio y complejo, que se


refiere a todos los cambios de conducta relativamente permanentes dados por la
experiencia y que no se deben a la maduración o estados temporales del
organismo.

Las funciones son: el conocimiento del medio y la adaptación a través de la


adquisición de conductas y conocimientos que sirvan para la resolución
efectiva de problemas de la vida diaria.

El condicionamiento clásico, llamado también respondiente, de Pavlov, o


reflejo condicionado, se establece por la asociación de un estímulo condicionado
con uno incondicionado, y después de repetidas asociaciones el estímulo
condicionado logra provocar una respuesta condicionada.

Regido por la ley de la asociación, sus respuestas son de tipo visceral, reflejas y
ya conocidas por el individuo.

Entre las respuestas condicionadas con este modelo se encuentran


fundamentalmente los miedos irracionales o fobias.

El condicionamiento proactivo, retroactivo, demorado o de huella se refieren


al momento en que se presenta el estímulo condicionado y el
incondicionado.
La extinción de una respuesta condicionada clásica consiste en dejar de
asociar el estímulo condicionado e incondicionado.

La recuperación espontánea se presenta cuando una respuesta extinguida


aparece de nuevo sin razón aparente.

La generalización de estímulos se refiere al hecho de que los estímulos


similares presentes durante el condicionamiento también provocan la respuesta
condicionada.

La discriminación es cuando se logra responder a un solo estímulo, aunque sea


muy similar a otros que están presentes durante el condicionamiento. Thorndike,
trabajando con su caja enigmática y algunos gatos, describió la ley del efecto, que
explica que el efecto de satisfacción de una respuesta exitosa aumenta la
probabilidad de repetición de la conducta.

Skinner, teniendo control del medio, del animal y de las consecuencias de su


comportamiento, estableció los principios del condicionamiento operante, y definió
el refuerzo como cualquier evento, estímulo o consecuencia que aumenta la
probabilidad de que se repita una conducta.

En el condicionamiento operante, la extinción de una respuesta condicionada se


logra al suprimir el reforzador de la conducta.

El reforzador positivo implica la presencia de un estímulo para lograr el aumento


de probabilidad de la respuesta.

El reforzador negativo también aumenta la probabilidad de repetición de una


respuesta, pero en este caso es porque se logra evitar o eliminar un estímulo
desagradable.

Cuando el reforzador negativo logra eliminar un estímulo desagradable que está


presente se denomina condicionamiento de escape.

Cuando logra evitar que se presente en un futuro se llama condicionamiento de


evitación.

La desesperanza aprendida o estado de indefensión es cuando una persona o


animal ya no reacciona para evitar una situación desagradable, porque sus
conductas anteriores han sido insuficientes para lograr el reforzador.

El castigo intenta disminuir la aparición de una conducta con consecuencias


desagradables o dolorosas.
Las características importantes del castigo es que sea inmediato, suficiente,
relevante, constante y cierto. Su efecto es dudoso, por lo que se recomienda
cambiarlo por un procedimiento de extinción de respuesta, dejando de reforzarla,
por lo cual para los conductistas el castigo es la ausencia total de reforzadores.

Los programas de reforzamiento pueden ser continuos o discontinuos, entre


éstos se encuentra el de razón fija y variable, que dependen del número de
respuestas que el sujeto tiene que dar antes de ser reforzado. Las de intervalo fijo
y variable dependen del tiempo en el cual el reforzador está disponible. Las
diferencias entre los programas se reflejan en la tasa de respuestas y en su
resistencia a la extinción.

La biorretroalimentación o neurociencia emplea principios básicos del


condicionamiento, en los que la observación de la propia ejecución y de los
procesos internos permiten controlar y modificar algunas respuestas involuntarias.

El aprendizaje cognoscitivo toma en cuenta los procesos psicológicos de


manejo y estructuración de la información.

Basados en la teoría de la gestalt explican la manera en que el sujeto organiza los


elementos fundamentales que lo llevan al aprendizaje, al igual que a la percepción
y la solución de problemas.

El concepto fundamental es el insight o discernimiento, momento en que se


organizan los elementos en un todo significativo gracias a la comprensión
repentina de la relación de los elementos, y esto al aprendizaje o solución del
problema.

El aprendizaje latente, descrito por Tolman, considera que existe un


aprendizaje almacenado de algún modo que se manifiesta sólo en el momento
necesario, sin que se haya realizado con anterioridad.

Los mapas cognoscitivos o imágenes mentales pueden evocarse en el


momento necesario para resolver un problema de aprendizaje cuando las
condiciones ambientales lo requieren.

El aprendizaje social se logra por la observación de la conducta de otras


personas y sus consecuencias, por lo que se le llama aprendizaje observacional,
por modelamiento o imitativo.

La memoria es la capacidad de hacer uso de la información almacenada. Se


manifiesta a través del recuerdo (o rememoración), el reconocimiento y el
reaprendizaje.
El efecto de la posición serial influye en el recuerdo de listas de palabras o de
información, porque lo primero (primacía) y lo último (recencia) es más recordado
que lo intermedio.

El fenómeno “en la punta de la lengua” es un problema de almacenamiento, en


el cual la persona no puede reintegrar o recuperar la información, aunque se tiene
la certeza de su existencia.

Las claves del recuerdo son estímulos del ambiente que están presentes en el
momento del aprendizaje y sirven como ganchos para reintegrar la información.

La técnica del ahorro de tiempo en el reaprendizaje, de Ebbinghaus, indica


que la información se conserva a largo plazo aunque parezca olvidada, por eso,
cada vez que se reaprende se ahorra tiempo y va quedando información
almacenada en cada ensayo.

El olvido o pérdida de la información tiene muchas causas: el paso del tiempo,


la falta de atención durante el aprendizaje o en el momento en que se intenta la
recuperación, la interferencia con otros recuerdos, y los factores emocionales y
orgánicos.

La amnesia es el olvido parcial o total resultado de enfermedades, heridas o


cirugías cerebrales.

La teoría de Atkinson y Shiffrin de procesos o almacenamientos múltiples


considera que existen tres almacenes de memoria: sensorial, a corto y largo
plazos, determinados por el tiempo que dura la información en cada uno de éstos.

La teoría de la profundidad del procesamiento acepta la existencia de los tres


almacenes de memoria, pero considera que la elaboración de la información en
representaciones más complejas es lo que determina el paso de la memoria a
corto o largo plazo.

La profundidad y la codificación lógica y significativa que se lleva a cabo


durante su elaboración, favorecen la transferencia a la memoria a largo plazo.

La mnemotecnia es el conjunto de métodos o técnicas que ayudan a mejorar la


memoria, basados fundamentalmente en el buen uso de claves y estrategias de
almacenamiento.

Aprender a aprender es el nombre genérico de la aplicación de los principios


del aprendizaje y la memoria en el estudio.

Los autores sugieren un gran número de estrategias, entre las cuales destaca el
estudio de un libro.
CAPITULO V

La psicología cognoscitiva estudia el procesamiento de información y la


cognición a los procesos de pensamiento.

El proceso cognoscitivo nos lleva al conocimiento del mundo para adaptarnos


al ambiente.

Los tres principales subconjuntos del proceso cognoscitivo son la


percepción, el aprendizaje y el pensamiento, éstos interactúan y se afectan
entre sí.

El pensamiento se puede definir como la actividad de manipulación de una


información codificada en la memoria.

La información codificada es una representación simbólica de una experiencia,


del estado del mundo, o de un estado imaginario del mundo.

El pensamiento puede ser dirigido y éste es el que tiene un objetivo o meta


determinada, con un control estricto, vinculado a situaciones específicas.

El pensamiento no dirigido o espontáneo se presenta sin propósito conocido,


sin orden, no obedece a controles ni está vinculado con situaciones específicas.

Las estructuras básicas del pensamiento son las imágenes y los conceptos.

La imagen es un recuerdo de una experiencia sensorial y sirve para pensar en las


cosas sin expresarlas verbalmente.

El concepto es una categorización que nos sirve para clasificar personas, cosas o
eventos específicos con características comunes y nos sirve para dar orden al
mundo que nos rodea y ahorrar esfuerzo.

Los contenidos del pensamiento pueden ser imágenes, conceptos o


proposiciones, que son formas de codificación que no son verbales ni
perceptuales, pero que permiten encontrar relaciones, reglas, regularidades,
etc., sin necesidad de traducirlas a palabras o imágenes.

Uno de los objetivos más importantes del pensamiento dirigido es la solución


de problemas, cuyas situaciones requieren respuestas nuevas.

Los pasos para resolver un problema son: definición, representación o


interpretación, plan de resolución y evaluación de las soluciones.
Para lograr una buena interpretación del problema hay que tener una
representación correcta de la estructura o espacio, es decir, una comprensión y
organización de todos los elementos de acuerdo con el tiempo y el espacio.

En el plan de resolución o producción del problema se establecen soluciones


generales o estrategias, tales como los algoritmos, la heurística o el ensayo y
error.

Los factores más frecuentes que impiden o dificultan la solución de un


problema son la disposición negativa, la fijeza funcional y la transferencia
negativa.

La creatividad es un proceso que surge de la necesidad de resolver problemas,


consistente en encontrar usos, aplicaciones, combinaciones o soluciones nuevas
para objetos o problemas ya conocidos.

Las soluciones creativas en las ciencias, las artes, los inventos o


descubrimientos se producen en cuatro etapas: preparación, incubación,
iluminación y verificación.

El desarrollo del pensamiento, según el psicólogo suizo Jean Piaget, pasa


por cuatro etapas: sensomotriz, preoperacional, de operaciones concretas y
de operaciones formales.

El proceso de crecimiento cognoscitivo o adaptación se realiza por los


proceso de asimilación y acomodación.

Los componentes de la inteligencia son la resolución de problemas


prácticos, capacidad de expresión, desempeño social e inteligencia práctica,
que nos permite manejar cualquier situación, saber cómo alcanzar objetivos
y mostrar interés por el mundo.

La inteligencia tiene un componente innato y otro aprendido de aptitudes


diferentes: aptitud lingüística, lógico-matemática, espacial, corporal-cinestésica,
sensibilidad hacia otras personas y conocimiento de sí mismo.

Las pruebas de inteligencia son semejantes y miden las conductas


inteligentes que se presentan en un sinnúmero de formas.

Los resultados se expresan en edad mental o en cociente intelectual.

El lenguaje es un proceso cognoscitivo íntimamente relacionado con el


pensamiento.
El ser humano almacena los elementos que codifica mediante descripciones
verbales, por esto el lenguaje ayuda a pensar sobre las experiencias.

La productividad de los lenguajes se refiere al número ilimitado de nuevas


oraciones que pueden crearse y al hecho de que se pueden expresar las mismas
ideas en cualquier lengua, aunque sea necesario utilizar varias palabras.

Los rasgos fundamentales que comparten los lenguajes son: fonemas,


morfemas, dualidad de estructura, asignación arbitraria y combinación
sistemática.

El lenguaje es la comunicación más compleja que relaciona sistemáticamente


símbolos con sonidos, letras, signos con sus significados, y establece reglas para
combinar estos símbolos a fi n de manejar diversos tipos de información.

Hasta los animales presentan una forma simple de lenguaje o comunicación, que
es innata y refleja. Consiste en pautas de conducta estereotipadas como gestos
expresivos, ademanes y signos externos de emoción.

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