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14TOLEDO LA TRIBUNA DE TOLEDO DOMINGO 10 DE MAYO DE 2009

4HOMENAJE INTERNACIONAL DE LOS SUPERVIVIENTES DE MAUTHAUSEN: 8 DE MAYO.

El ordenanza de

Mauthausen

El campo de concentración de Mauthausen se levantó en 1938 en tierras austríacas. /LT.

MARTA GARCÍA/ TOLEDO Ramón Bargueño ‘Mermelada’ fue uno de los pocos supervivientes que relató su experiencia reciente-

E
l castigo que le aplicaron a Ra- mente en La Tribuna y no ha queri-
món en el campo de toledanos • Su historia se cruza con la del fotógrafo Francesc Boix do perderse la cita a pesar de sus 99
Mauthausen suena a capri- años. Coincidió en el campo de con-
cho. Mientras cientos de personas centración con varios toledanos, en-
se morían de hambre, se dejaban de la gente que escuchó más de una tre ellos, FélixYébenes, que trabaja-
caer acurrucados por el frío, las en- vez sus vivencias, como los alum- ba allí como barbero, y Ramón Bar-
fermedades, la pena y las duras con- nos del colegio Fontiñas, en Santia- gueño, que en principio no le
diciones, a este toledano le ocurrió Cuando los nazis vinieron a go de Compostela, que tuvieron el sonaba hasta que se enteró que era
lo contrario. La gusa confundía el buscar a los comunistas, privilegio de contar con su testimo- el famoso ‘Mermelada’. Aseguró que
guardé silencio,
peligro de los que nada tenían que porque yo no era comunista. nio un año antes de su muerte, ocu- le haría mucha ilusión saber noti-
perder tras aquellos muros levanta- rrida en 2003. Este toledano siem- cias de él porque no volvió a verle
dos para rentabilizar el exterminio y Cuando encarcelaron a los pre aderezaba sus recuerdos con tras la liberación. Ignoraba que Bar-
dejaba rastros demasiado eviden- socialdemócratas, ciertas dosis de humor, quizá una li- gueño murió en 2003. Le recuerda
tes. De vez en cuando, Ramón y al- guardé silencio, cencia intencionada para apaciguar con cariño y con cierta envidia sana
porque yo no era
gún deportado republicano más se socialdemócrata. los cinco años que pasó en aquella por su puesto de ordenanza en los
acercaban a las cocinas del campo monstruosa fortaleza de piedra. calabozos de Mauthausen, bajo las
central, cerca de las cámaras de gas, Cuando vinieron a buscar a Bargueño, nacido en Recas, sa- órdenes del mando austríaco de la
para robar comida, pero estos fuga- los sindicalistas, bía que la suerte caía más veces del SS Niedermayer, a partir de 1943.
ces atrevimientos los pagó caros. no protesté, lado de los españoles y se conside- Cargo que le permitió no pasar
porque yo no era sindicalista.
Los guardianes le sorprendieron un raba afortunado. «Con los judíos se hambre, pero no le evitó cierto su-
día y le obligaron a tragarse cinco Cuando vinieron a buscar a ensañaban bastante, pero a noso- frimiento cuando supo que bajo el
kilos de mermelada como castigo. los judíos, tros nos respetaban más». Pero la suelo de los calabozos se encontra-
Sin duda, ninguno de los maltrechos no protesté, historia de cada uno de los deporta- ban los crematorios y el acceso a la
y consumidos compañeros se hu- porque yo no era judío. dos se cuenta según las propias vi- cámara de gas, de la que muchos es-
biera puesto en su pellejo porque al Cuando vinieron a buscarme, vencias. El toledano sufrió lo suyo, pañoles preferían no hablar.
toledano le faltó poco para morir de no había nadie más que sin duda, pero otros compañeros se La historia de‘Mermelada’ es co-
una indigestión. A partir de aquel pudiera protestar. convirtieron en la diana de los guar- nocida por un hecho singular. Se sir-
momento, a Ramón Bargueño, el dianes de la SS, unos 10.000 solda- vió de su puesto de ordenanza para
deportado número 3.183, le apoda- Martin Niemöler dos controlaban Mauthausen y los ocultar parte del material fotográfi-
ron ‘Mermelada’. campos anejos, entre ellos Gusen, co del catalán Francesc Boix, un
Al campo de concentración de uno de los recintos que acumularon buen amigo suyo que conoció en
Mauthausen, levantado en Austria mayor número de muertes de repu- una compañía de trabajadores en
en 1938, suele acompañarle mejor blicanos españoles. Francia, meses antes de su traslado
fama que a los levantados en Polo- sus famosas inyecciones intracar- a Mauthausen. El fotógrafo trabaja-
nia, donde las cámaras de gas y los diacas de benceno. RECONOCIMIENTO ba en el servicio de identificación y
crematorios trabajaban sin descan- Mauthausen fue acumulando Mauthausen es uno de esos lugares tenía acceso a los laboratorios, don-
so. Sin embargo, los españoles que horrores según avanzaron los años que aún traslada el horror a los tu- de se revelaban imágenes de la vida
sobrevivieron a la crudeza del im- gracias a sus alambradas electrifica- ristas, pero sobre todo, a los super- diaria en el campo y otras de tortu-
perio nazi recuerdan un gran nú- das, su cámara de gas, sus hornos vivientes españoles y de otras na- ras y humillaciones. El catalán pro-
mero de muertes por hambruna, crematorios y una sala de ejecucio- cionalidades que regresan cada 8 de puso un día a otros deportados,
por frío y por enfermedades.Y otras nes, estrenada en 1942, para acabar mayo, fecha en la que Alemania fue miembros de la resistencia, el robo
tantas por trabajos forzados y por con los prisioneros mediante un ti- derrotada, como parte de la Histo- de parte de ese material en el que se
los experimentos médicos que apli- ro en la nuca, práctica que los espa- El toledano Ramón Bargueño. ria reciente. Asisten a los actos pro- dejaba constancia de los asesinatos,
có el abominable Aribert Heim, co- ñoles conocían bien por las barbari- gramados, se juntan a compartir ex- una iniciativa que causó cierta sor-
nocido como el‘Doctor Muerte’, que dades de la represión franquista. periencias y a homenajear a los que presa en un primer momento.
llegó al campo de concentración en «Había que resistir el suicidio, no món Bargueño un día a un grupo de murieron en la inmensa fortaleza. La derrota de los nazis en Stalin-
octubre de 1941, un mes antes que caer en la tentación, como les ocu- escolares. Dejó escrita su historia En este viaje se ha embarcado grado fue acompañada de la des-
Bargueño, y en sólo un par de me- rría a los que se lanzaban contra las en su libro de memorias ‘Mauthau- Esteban Pérez, el número 5042, de trucción de este material brutal y
ses asesinó a 300 deportados con vallas electrificadas», comentó Ra- sen ¡Nunca más!’ y en el recuerdo Portillo de Toledo. Un superviviente comprometido, pero Boix y Bargue-

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