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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUACACION UNIVERSITARIA.


ALDEA UNIVERSITARIA “HERÒES DE CANAIMA 4F”.
8VO SEMESTRE DE ESTUDIOS JURIDICOS.

EL REGIMEN DE NACIONALIDADY EXTRANJERIAY SUS IMPLICACIONES


EN EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

Profesor: Oscar Ochoa

Triunfadora: Antonieta Aular

Cédula: 7.147.675

Naguanagua, 17 de Diciembre de 2021.


INTRODUCCION
TEMA III

EL REGIMEN DE NACIONALIDADY EXTRANJERIAY SUS IMPLICACIONES EN EL DERECHO


INTERNACIONAL PRIVADO

Módulo II

Las relaciones Sociales Internacionales y sus implicaciones en los particulares

INTRODUCCIÓN

En su acepción más amplia asilo es aquella garantía de los derechos


humanos que consistente en la protección que el Estado presta, dentro de su
ámbito de soberanía, a los extranjeros que hayan penetrado en su territorio para
huir de la persecución política o de las condiciones económicas o
medioambientales de su país de origen. El asilo es hoy una institución
esencialmente jurídica cuya violación acarrea para su autor una sanción; es un
derecho de Estado y de la persona humana misma.

En virtud, de la personalidad jurídica del Estado tiene éste la facultad de


otorgar el Asilo a quien juzgue injustamente perseguido, y el individuo en virtud
del derecho de legítima defensa tiene derecho de buscar asilo contra las
persecuciones de que es víctima, pero es un derecho sui-generis, precisamente
porque no tiene fuerza coercitiva. Es importante porque esta institución se
encarga de ofrecer resguardo a las personas que lo necesitan, en la actualidad el
más común es el asilo político, este es un derecho constitucional y además se
encuentra en tratados y convenios internacionales suscritos por la República en
los cuales se garantiza el respeto por los derechos humano de los individuos que
lleguen al país en esta condición.

A este tenor, tiene relevancia señalar que existen una serie de órganos cuya
función es velar por la protección de dichas personas asiladas en un país, lo que
se busca es determinar si realmente estos organismos brindan la ayuda y
protección que estos individuos, dado que hay razones de orden político, esto
puede generar la desconfianza del asilado referente a la garantía de los derechos
humanos dentro del país receptor.

De allí, que la normativa legal respecto del derecho de asilo que se


encuentra dispersa en diversos Convenios y Tratados Internacionales es
trascendente establecer que limitaciones legales pudieran tener los asilados en
el país que les brinda asilo. El estatuto de refugiado ha cristalizado en un
concepto de refugiado de Derecho internacional general, ampliamente aceptado
por la Comunidad internacional y por la doctrina iusinternacionalista. Por su
parte, el Convenio de Ginebra de 1951 establece la condición de refugiado de la
que, en principio, sólo se van a poder beneficiar aquellos que sean refugiados
como consecuencia de acontecimientos ocurridos con anterioridad al primero
de enero de 1951, (límite temporal). Asimismo, la Convención permite a los
Estados proteger a los refugiados que provengan de cualquier parte del mundo,
o hacerlo únicamente respecto de aquellos que procedan de Europa (límite
espacial).

Finalmente, la realización de la presente investigación tiene como finalidad


presentar un aporte documental respecto a los conflictos sociales y bélicos
consecuencias en materia de Derecho Internacional Privado como el derecho de
asilo, desplazados, exiliados, se busca precisar si los órganos a los cuales les
corresponde velar por el respeto de los derechos humanos de los asilados
efectivamente cumplen con esta labor tan significativa, en la que se trata de
salvaguardar el derecho a la vida, a la libertad y a la integridad física y moral del
asilado.

Los conflictos sociales y bélicos consecuencias en materia de Derecho


Internacional Privado

Conflictos sociales

El derecho internacional de los derechos humanos, va íntimamente ligado


a derecho internacional de los refugiados, el que ha logrado en las últimos
tiempos un significativo avance en cuanto concierne al desarrollo de las normas
legales y la regulación internacional que rigen la materia y en cuanto a la
regulación en los distintos sistemas internacionales. El derecho internacional
surgió de la necesidad de poder conocer cómo se llevaría a cabo la relación entre
países, ya que cada quien tiene sus propias leyes y tenía que existir una manera
de regular el comportamiento en cualquier ámbito internacional, para evitar
problemas que pudieran perjudicar a todos.
De allí, que los conflictos sociales son situaciones en las que dos o más
personas, o grupos, tienen intereses contrapuestos, entre ellos, se tienen,
custodios, Guardia Nacional Bolivariana.

Conflictos

UNIDAD I

Los Conflictos sociales y bélicos. Consecuencia en materia de derecho internacional privado.

INTRODUCCION

La nacionalidad debe ser considerada como el “derecho a tener derechos”, pues es el vínculo
jurídico que garantiza la identidad y el reconocimiento del individuo en una comunidad
nacional organizada en Estado, permitiéndole, al mismo tiempo, cuando se encuentra en el
extranjero, acceder a la protección diplomática. La condición de extranjero, es decir, de no
nacional, en el territorio de un Estado determinado implica una situación de vulnerabilidad
ante las competencias soberanas del Estado soberano en dicho territorio.

Por otra parte, las competencias de un Estado sobre sus nacionales se encuentran muy
debilitadas cuando éstos se encuentran en el extranjero. De todo ello, surge la necesidad de
intervención del Derecho Internacional, estableciendo límites a las competencias exclusivas del
Estado en materia de nacionalidad y, en especial, en el régimen de extranjería, que son
consecuencia, en su mayor parte, de la protección internacional de los derechos humanos.

Las Relaciones Internacionales.

1. Las interacciones sociales y el concepto de relaciones internacionales.


2. Una teoría de la Sociedad Internación obliga a considerar, junto a sus elementos
estructurales, la trama de relaciones que se desarrollan entre sus miembros. Esta
visión dinámica de la realidad internacional descansa en el supuesto de que los grupos
con un cierto protagonismo internacional no pueden permanecer aislados entre sí sin
ver ese protagonismo sensiblemente mermado. En efecto, la Sociedad Internacional,
como cualquier otro tipo de sistema social, nace y subsiste debido a las actuaciones de
sus miembros orientadas a generar vínculos de mutua influencia. Estas actuaciones
recíprocas o interacciones sociales constituyen el sustrato dinámico de todas las
sociedades y, naturalmente, también de la Sociedad Internacional. PARSONS ha
señalado, muy certeramente, que: «El concepto de interacción es el paso de primer
orden, más allá del propio concepto de acción, para formular el concepto de sistema
social. (...) los puntos fundamentales de referencia para analizar la interacción son dos:
1. que cada actor es tanto un agente de actuación como un objeto de orientación para
sí mismo y para los demás; y 2. que, como agente actuante, se orienta hacia sí mismo y
hacia los, otros, y como objeto tiene significado para sí mismo y para los otros en
todos los aspectos y modalidades primarios». A partir de este concepto genérico de
interacción podemos formular una definición de las interacciones Internacionales, que
serán aquellas acciones recíprocas surgidas entre grupos con un cierto poder
autónomo y cuyos efectos se dejarán sentir directamente, tanto en la configuración
del contexto internacional en el que operan como en sus respectivas estructuras
internas. Desde luego la consideración de la realidad internacional, como una tupida
red de interacciones, no excluye la existencia de ciertos actos internacionales de
carácter unilateral, emanados de la autonomía de todo actor internacional. Como
ejemplos podríamos citar la concesión de cierto tipo de ayudas humanitarias en casos
de catástrofes, la ruptura por un país de relaciones diplomáticas, el reconocimiento de
un Estado o de un Gobierno o, el caso menos probable, pero mucho más grave, de un
ataque nuclear estratégico, el llamado «first strike» o «primer golpe». No obstante,
tales actos, además de ser ocasionales, no podrían por sí solos engendrar y sustentar
una auténtica Sociedad Internacional. La consideración de las interacciones
internacionales nos permite dar un paso teórico y proceder a una mayor precisión del
concepto de relación internacional. Podemos afirmar que la relación internacional es
la resultante de la articulación de múltiples interacciones entre determinados actores
internacionales, en un marco espacial y, temporal bien definido, de tal modo que
constituyan un proceso inteligible como un todo y fuera del cual cada una de estas
interacciones carece de significado. Ambos conceptos podemos diferenciarlos en el
plano teórico aunque no siempre sea sencilla su diferenciación práctica. Las
interacciones internacionales constituyen los elementos o componentes de las
relaciones internacionales. Es la diferencia que existe entre la parte y el todo, lo
particular y lo general, lo variable y lo Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit.
Ediciones Ciencias Sociales. Madrid, 1991 2 estable. Las interacciones se desarrollan a
corto plazo, en breves períodos temporales, las relaciones se sustentan durante el
medio o largo plazo. Las primeras nos permiten comprender la coyuntura
internacional, las segundas, en cambio, nos facilitan el conocimiento de las estructuras
internacionales. Esta distinción es fundamental desde las perspectivas metodológica y
gnoseológica. Una adecuada interpretación y periodificación de las secuencias
dinámicas y de las fases evolutivas de una Sociedad Internacional, imponen una
correcta comprensión de las formas y procesos de articulación de las diversas
interacciones internacionales, para dar origen a las relaciones internacionales, tarea
que resulta imposible si previamente no hemos procedido a una distinción conceptual
entre ambos fenómenos. Tomemos algún ejemplo para explicar mejor estas ideas.
Está unánimemente aceptado que las guerras internacionales son una forma ancestral
de relación entre las sociedades, que se caracteriza por el recurso a la violencia y los
poderes militares de tales sociedades. Sin embargo, no todas las interacciones que
integran las guerras quedan reducidas a aquellas que implican el uso de la violencia.
Además de las batallas, los beligerantes recurren también a actuaciones de carácter
económico (embargos, boicots, etc.) o diplomático (negociaciones de alto el fuego, de
intercambio de prisioneros, etc.). Todas estas interacciones forman parte de la relación
bélica, influyendo en su evolución y en sus resultados, aunque cada una de ellas puede
ser diferenciada de las demás. Y sin embargo, la esencia última de la relación bélica
vendrá caracterizada por sus interacciones-clave que son, precisamente, los
enfrentamientos armados que denominamos batallas. Son éstas las que deciden el
curso de la guerra y su resultado final. Como se puede apreciar en el ejemplo anterior,
toda relación internacional conjuga una diversidad de interacciones que constituyen
sus elementos o unidades primarias. La cuestión que se le plantea al analista es la de
determinar las interacciones-clave, es decir, aquellas interacciones que constituyen el
núcleo esencial y diferenciador de cada relación internacional, respecto de aquellas
otras interacciones secundarias cuya presencia o ausencia puede influir en la relación,
pero no define su naturaleza. Este planteamiento ayuda a romper la rigidez de los
esquemas basados en concepciones unilateralistas de las relaciones internacionales,
debidos en gran medida al paradigma estatalista, y nos remite a una concepción de la
realidad internacional en la que el comportamiento de sus actores está condicionado,
no sólo por sus propios actos (y decisiones) sino también por las respuestas que
inducen en los demás miembros de la Sociedad Internacional. En otras palabras, esta
visión teórica nos habla de la interdependencia, tanto o más que de una
independencia o sumisión, más o menos absolutas, y frecuentemente refutadas por la
realidad internacional. 2. Clasificación de las relaciones internacionales. En la medida
en que las interacciones-clave ayudan a descubrir la naturaleza y características de las
relaciones internacionales, podemos proceder a una primera aproximación
estableciendo una clasificación, según diversos criterios: a) Por el número de actores
que intervienen: Podemos distinguir entre las interacciones bilaterales, las
multilaterales y las globales. En las primeras intervienen únicamente dos actores
internacionales. Las multilaterales implican la participación de más de dos actores y,
por último, las Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias
Sociales. Madrid, 1991 3 globales se desarrollan entre la totalidad de los miembros de
una misma Sociedad Internacional, sea ésta regional o mundial. b) Por el grado de
vinculación que establece entre los actores: De acuerdo con este criterio podemos
diferenciar entre las interacciones directas y las indirectas. Desde luego, todas las
interacciones presuponen un cierto grado de reciprocidad entre los actos de los
distintos actores internacionales que participan en ellas. No obstante, esta vinculación
recíproca puede alcanzarse de un modo directo e inmediato, lo que sucede en la
mayoría de las ocasiones, o mediante la interposición de terceros actores
internacionales que actúan de intermediarios entre los creadores y destinatarios de
dichas interacciones. En el primer supuesto se trata de interacciones directas, mientras
que en el segundo caso nos hallamos ante unas interacciones indirectas, ya que
únicamente pueden desarrollarse gracias a la participación de otros miembros de la
colectividad internacional. Hay muchos ejemplos de interacciones directas: el
intercambio de embajadores, la negociación de un tratado, la celebración de una
conferencia de jefes de Estado o de Gobierno, etc. Entre los casos de interacciones
indirectas podemos mencionar la mediación, la conciliación, etc. c) Por la naturaleza
de las interacciones: Las interacciones internacionales varían en función de su
naturaleza política, económica, jurídica, cultural, etc. Cabe también la posibilidad de
que se produzca una combinación de interacciones de distinta naturaleza, de modo
que un actor opere en un ámbito determinado a condición de que el otro actúe en un
ámbito diferente. En estos casos podremos referirnos a unas interacciones de
naturaleza mixta. Esto ocurre, por ejemplo, cuando un país concede a otro un crédito
o ayuda económica, a cambio de que le confiera ciertos derechos de, utilización de su
territorio para fines militares. Todas estas clasificaciones tipológicas de las
interacciones internacionales solamente tendrán validez en la medida en que nos
faciliten una mejor comprensión y análisis de las relaciones internacionales. Son estas
las que constituyen el objeto preferente de nuestra disciplina. Fundamentalmente
podemos agruparlas en cuatro grandes categorías: las relaciones de cooperación, las
relaciones de conflicto, las relaciones de asociación y las relaciones de comunicación.
En la complicada maraña de vínculos internacionales entre los miembros de la
Sociedad Internacional, no cabe esperar la existencia de relaciones que respondan
plenamente a uno u otro de los modelos ideales que acabamos de mencionar. Es
precisamente en este contexto en el que las interacciones-clave constituyen una
herramienta eficaz para delimitar la esencia y características de unas relaciones
internacionales frecuentemente confusas y siempre complejas. 3. Las relaciones
internacionales de cooperación Tradicionalmente los aspectos teóricos de la
cooperación internacional han sido relegados o subestimados por los analistas. Ello ha
sido el resultado de la excesiva importancia atribuida a los conflictos internacionales y,
muy especialmente, a lo conflictos bélicos, a una visión distorsionada del poder de los
estados. Semejante visión conflictiva de la vida internacional no puede ser sostenida
hoy en día tras las aportaciones de diversas doctrinas, como el estructuralismo, el
funcionalismo, el análisis de sistemas o, más recientemente, las investigaciones para la
paz. Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias Sociales. Madrid,
1991 4 Por cooperación internacional entendemos toda relación entre actores
internacionales orientada a la mutua satisfacción de intereses o demandas, mediante
la utilización complementaria de sus respectivos poderes en el desarrollo de
actuaciones coordinadas y/o solidarias. Este concepto de cooperación internacional
deriva del concepto general de cooperación, desarrollado por la sociología para definir
una diversidad de relaciones surgidas en o entre los grupos sociales. Cabría afirmar
que la cooperación internacional es la cooperación que se desarrolla en el seno de la
Sociedad Internacional. HOLSTI ha abordado detalladamente los elementos o fases
que configuran una relación de «colaboración internacional» (término que utiliza en
lugar de cooperación internacional), distinguiendo entre: a) La percepción de que dos
o más intereses, valores u objetivos, coinciden y pueden ser alcanzados, promovidos o
satisfechos por ambas partes de modo simultáneo. b) La percepción o expectativa de
una de las partes de que la actuación seguida por la(s) otra(s) parte(s), en orden a
lograr sus objetivos, le ayuda a realizar sus propios intereses o valores. c) La existencia
de un acuerdo (expreso o tácito) sobre los aspectos esenciales de las transacciones
entre dos o más actores, con objeto de alcanzar sus objetivos comunes o coincidentes.
d) La aplicación de reglas o pautas que dominarán las futuras transacciones con vistas
a cumplir el acuerdo. e) El desarrollo de las transacciones para cumplir el acuerdo. El
correcto análisis de los elementos fundamentales para la cooperación internacional
elaborado por HOLSTi, nos permite considerar dos tipos de planteamientos erróneos
que comúnmente se realizan al explicar esta categoría de relaciones. Uno de tales
planteamientos identifica la cooperación internacional con unas relaciones igualitarias
(justas) o, por lo menos, equilibradas. Sólo cuando los actores cooperantes gozan de
un poderío similar, aspiran mediante su colaboración a unos objetivos justos o existe
un cierto equilibrio entre sus aportaciones y las compensaciones que reciben a
cambio, se estima que puede hablarse, en sentido estricto, de cooperación. La otra
concepción interpreta que existe cooperación entre los actores internacionales,
cuando sus relaciones revisten ciertas formas no violentas y cumplen ciertos requisitos
de reciprocidad, sin entrar a considerar o valorar el contenido y efectos de tales
relaciones. En una Sociedad Internacional cuyos miembros presentan una notable
diversidad y desigualdad de poderes, la primera de las concepciones apuntadas
constituye más la expresión de unos deseos o aspiraciones que la interpretación
teórica de una realidad internacional. La segunda, en cambio, con su perspectiva
formalista, desconoce algo tan evidente como es el hecho de que ciertos objetivos
antagónicos o determinados resultados de una relación pueden desvirtuar su
dimensión cooperativa, aunque se sigan manteniendo los aspectos puramente
externos de cooperación. En el primer caso se identifica la cooperación con igualdad o
justicia, en el segundo, con reciprocidad y ausencia de violencia. Calduch, R.-
Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias Sociales. Madrid, 1991 5 Y sin
embargo, podemos verdaderamente hablar de cooperación internacional en la
inmensa mayoría de los intercambios comerciales que se producen diariamente entre
los países ricos (desarrollados) y las sociedades más atrasadas. Existe también
cooperación entre actores en los que las aportaciones de alguno de ellos supera con
creces las compensaciones o ventajas que recibe. Pero análogamente no podemos, en
rigor, considerar como relaciones cooperativas ciertas formas de vinculación política
(por ejemplo, el régimen de protectorado) o económica (por ejemplo, el monopolio en
la explotación de recursos energéticos o materias primas), cuando tales relaciones se
mantienen gracias a la permanente amenaza o intervención de una sociedad sobre
otra. Como lo ha apuntado KNORR las asimetrías en las capacidades y/o necesidades
de los actores internacionales no conduce necesariamente a la explotación,
permitiendo en muchas ocasiones una colaboración entre ellos. Sin embargo, sería
necio negar o desconocer la evidencia de que tales desigualdades afectan a las formas
que adquirirán las relaciones de cooperación y condicionarán sus resultados. No se
puede esperar que la cooperación tecnológica entre Estados Unidos y Japón se
desarrolle siguiendo los mismos mecanismos y ocasionando los mismos resultados,
que si la cooperación tecnológica se desenvuelve entre Japón y Filipinas. Las relaciones
de cooperación internacional varían en función de los actores cooperantes, del
contenido y formas que adquiera la relación, de los objetivos perseguidos, etc.
Podemos diferenciar las siguientes categorías de relación cooperativa: 1. Por el
contenido a) Según la amplitud del ámbito de la cooperación se distingue entre la
cooperación de carácter general y la cooperación de carácter sectorial. b) Atendiendo
al grado de compromiso de los miembros participantes en la relación de la
cooperación, podemos diferenciar entre la cooperación decisional, destinada a lograr
la adopción de decisiones colectivas entre los actores internacionales, pero cuya
ejecución será realizada por cada uno de ellos de modo independiente-, la
cooperación normativa, cuya principal finalidad es la adopción de normas comunes
(jurídicas o no) reguladoras de la conducta de los actores internacionales, y la
cooperación operativa, cuyo objetivo es la colaboración entre diversos actores
internacionales para llevar a cabo ciertas acciones coordinadas o ejecutar
determinados programas internacionales. 2. Por las formas de cooperación: a) Según
el grado de institucionalización de la relación cooperativa, podemos diferenciar entre
la cooperación informal y la cooperación orgánica. La primera se desarrolla a través de
cauces de actuación que no requieren la existencia de alguna forma de estructura
orgánica internacional. Por su parte, la segunda se desarrolla gracias a la creación o
mediante el funcionamiento de una estructura orgánica internacional con carácter
estable, bien sea una organización, una comisión o una conferencia. Conviene precisar,
sin embargo, que el carácter no orgánico de la cooperación informal no equivale a
desorganizado. La cooperación informal se desarrolla siempre siguiendo formas
organizadas de las interacciones entre sus miembros, incluso formas organizadas
según ciertas normas jurídicas, pero sin que ello suponga el concurso de ningún tipo
de estructura orgánica internacional. Por ejemplo, una empresa multinacional puede
ejecutar un programa de inversiones en colaboración con un estado, mediante un
sistema de cooperación informal o recurriendo a una organización intergubernamental
como la Corporación Financiera Internacional. Calduch, R.- Relaciones Internacionales.-
Edit. Ediciones Ciencias Sociales. Madrid, 1991 6 b) En función del número de
participantes podemos hablar de cooperación bilateral o multilateral. 3. Por la
naturaleza de los actores participantes, diferenciamos entre: a) Cooperación
interestatal, establecida entre los estados. b) Cooperación organizativa, surgida entre
diversas organizaciones intergubernamentales. c) Cooperación transnacional,
desarrollada entre los actores transnacionales, por ejemplo, empresas multinacionales
y organizaciones no gubernamentales. d) Cooperación combinada, entre actores
pertenecientes a diversas categorías. Existe, sin embargo, una forma de relación
cooperativa que por su importancia y particularidades ha atraído la investigación de
los teóricos internacionalistas, muy especialmente durante las cuatro últimas décadas.
Se trata de los procesos de integración internacional, sea esta de carácter político,
económico o técnicoadministrativo. En general, podemos definir la integración como
aquella relación de cooperación mediante la cual dos o más grupos sociales funden sus
estructuras y transfieren sus poderes, total o parcialmente, para dar origen a una
nueva colectividad que goza de poderes propios y asume el desempeño de ciertas
actividades de los grupos integrados. Cuando el actor resultante de la integración goza
de poderes y ejerce funciones de alcance transnacional, la calificaremos de integración
internacional. Suele distinguirse entre la integración-proceso y la integración-situación.
La primera se refiere a la existencia de un flujo permanente de fenómenos
integradores. La segunda, en cambio, describe el estado alcanzado por la integración
en un momento determinado. Las integraciones se pueden desarrollar tanto entre
estados, dando origen a la llamada integración supranacional, como entre otros
actores internacionales. Constituyen ejemplos frecuentes de integración internacional
entre actores no estatales: la fusión entre empresas multinacionales o entre
organizaciones intergubernamentales, por ejemplo, la fusión entre la Unión Telegráfica
Internacional y la Unión Radiotelegráfica Internacional para dar origen a la Unión
Internacional de Telecomunicaciones en 1932. 4. Las relaciones internacionales de
conflicto. En el extremo opuesto del espectro nos encontramos con las relaciones de
carácter conflictivo, con los conflictos internacionales. Aunque generalmente se asocia
este término con los conflictos bélicos internacionales, existen muchas formas de
relación internacional conflictiva que no entrañan el uso de la violencia. Ello nos obliga
a formular un definición mucho más general. Así pues, el conflicto es una relación
social por la que dos o más colectividades aspiran a satisfacer intereses o demandas
incompatibles, utilizando sus desigualdades de poder para mantener actuaciones
antagónicas o contrapuestas, recurriendo, en último extremo, a la violencia. Cuando el
conflicto se desarrolla entre actores de la Sociedad Internacional lo denominaremos
un conflicto internacional. La relación conflictiva entraña una oposición objetiva y/o
perceptiva, entre los intereses o demandas que cada actor aspira a lograr, pero
además exige el uso de ciertos medios o la práctica de unas actuaciones antagónicas,
en la medida en que Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias
Sociales. Madrid, 1991 7 cada parte en el conflicto intenta dificultar o impedir el logro
de los fines perseguidos por los restantes actores. Esta apreciación es importante, ya
que sólo la oposición o contradicción de intereses no basta para generar una relación
conflictiva. Existen muchos casos que demuestran que cuando dos o más actores
aspiran a lograr unos objetivos que resultan incompatibles entre sí, pueden recurrir a
interacciones distintas del conflicto, como ocurre con la negociación. Análogamente, el
carácter antagónico de las actividades o medios utilizados por los actores en sus
relaciones no bastan para convertirlas en conflictos. Supuestos, tales como los de la
libre competencia, contienen ciertas interacciones antagónicas que no nos autorizan a
considerarla como una relación conflictiva. La incompatibilidad entre los intereses o
demanda! de los actores puede deberse a razones estrictamente objetivas. Esto
sucede cuando el objeto o bien que cada actor participante aspira a lograr únicamente
puede alcanzarse limitando, reduciendo o impidiendo a otro(s) participante(s) alcanzar
dicho objeto, o bien, esta situación se presenta cuando los actores persiguen bienes
materiales, por ejemplo, un determinado territorio fronterizo entre dos países, el
acceso preferente o exclusivo a ciertas materias primas o recursos energéticos, etc.
Pero ocurre con frecuencia que la incompatibilidad entre los intereses de los diversos
actores responde a motivaciones estrictamente subjetivas o de valoración. En otras
palabras, que el conflicto nace porque los actores sustentan valores que consideran
incompatibles o perciben sus intereses como antagónicos. Ejemplos de esta categoría
de los conflictos los encontramos en los conflictos de origen ideológico o religioso.
COSER se ha referido a ambos tipos de conflictos sociales denominando a los primeros
conflictos realistas y a los segundos conflictos no realistas, y señalando que: «(...)
resulta útil distinguir entre el conflicto realista y el conflicto no realista. El primero
surge cuando los hombres chocan por aspiraciones y expectativas de ganancia. Los
participantes lo consideran como un medio para el logro de objetivos específicos; un
medio que podría abandonarse si se encontraran otros más eficaces. Por el contrario,
el conflicto no realista, que nace de impulsos agresivos que buscan expresión,
cualquiera que sea el objeto, no permiten alternativa funcional de medios, dado que
no tiende a alcanzar un resultado concreto, sino a liberar impulsos agresivos. (...) Así
pues, en un conflicto no realista hay alternativas funcionales para el objetivo, mientras
que en el conflicto realista hay alternativas funcionales para los medios usados.» Esta
distinción apuntada por COSER resulta significativa cuando se estudian los conflictos,
especialmente los bélicos, como parte de la política exterior de los estados. Es
imprescindible, en un análisis profundo de los conflictos internacionales, apreciar el
alcance de los intereses objetivos y/o valorativos de los actores, porque de ellos
dependen, en buena medida, sus estrategias, los costes humanos y materiales que
están dispuestos a asumir en el conflicto, y en último extremo, su disposición a utilizar
otros tipos de relación no conflictiva para satisfacer sus respectivos intereses. En todo
conflicto podemos distinguir los siguientes elementos o etapas: a) La existencia, o
percepción por cada actor, de intereses u objetivos incompatibles con los de otro(s)
actor(es). b) El uso de medios o la adopción de conductas antagónicas por los diversos
actores. Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias Sociales.
Madrid, 1991 8 Existen diversos criterios para distinguir los tipos de conflictos. Ello ha
dado origen a innumerables categorías, a través de las cuales los autores intentan
reflejar las diferencias y similitudes que existen entre los conflictos sociales.
Intentando resumir y simplificar tales categorías, proponemos la siguiente
clasificación: 1. Por los objetivos Podemos diferenciar entre conflictos por recursos y
conflictos por valores. En los primeros se pretenden alcanzar recursos materiales,
humanos u organizativos, mientras que en los segundos se intentan defender,
imponer, o modificar valores o ideas. Esta distinción resulta importante por cuanto en
los conflictos por recursos el objetivo es mucho más preciso y cuantificable, lo que
facilita una valoración de pérdidas y ganancias, en virtud de la cual es mucho más
sencillo conocer cuando es necesario concluir el conflicto o, por el contrario, cuando
resulta útil mantenerlo. Por el contrario, los conflictos de valores, dada la naturaleza
del objetivo perseguido, resultan menos precisos, y difícilmente cuantificables las
pérdidas o ganancias. En semejantes conflictos la valoración de los medios empleados
no se realiza en función de su mayor o menor coste, sino en función de su idoneidad
para alcanzar el valor perseguido. Por esta razón, son conflictos mucho más complejos
a la hora de buscar fórmulas de llevarlos a término. Dado que resulta excepcional que
en los conflictos internacionales concurran exclusivamente objetivos de una sola de
ambas categorías, podemos establecer como criterio general que los objetivos-valores
suelen imponerse, durante el proceso de toma de decisiones, a los objetivos-recursos,
dentro de los límites necesarios para garantizar la existencia de los actores en
conflicto. Ejemplos de conflictos por recursos los encontramos entre las empresas
multinacionales cuando pugnan por incrementar sus beneficios mediante la
introducción de nuevos productos o la penetración en nuevos mercados; entre países,
como consecuencia de movimientos migratorios (refugiados, emigrantes), de reajustes
territoriales. Análogamente, como ejemplos de conflictos por valores, podemos
mencionar los conflictos por motivos étnicos, religiosos o lingüísticos; las pugnas entre
miembros de O.I.G. por lograr la supremacía o control de éstas, los antagonismos
entre países con sistemas políticos y económicos diferentes, etc. 2. Por los medios
Existe una clara distinción entre los conflictos violentos y los conflictos pacíficos. En los
primeros, los actores recurren al uso de la violencia, entendida como el poder de
generar efectos destructivos humanos y/o materiales en el adversario. Dentro de la
categoría de conflictos violentos resulta imprescindible señalar la distinción entre
conflictos bélicos (guerras) y conflictos no bélicos (terrorismo, revueltas, golpes
militares, etcétera). Los conflictos pacíficos suponen el uso de medios económicos,
políticos, jurídicos, culturales, diplomáticos, etc., que si bien pueden ocasionar
pérdidas a( adversario no provocan directamente su destrucción, total o parcial.
Contrariamente a lo que habitualmente se piensa, los conflictos pacíficos son mucho
más frecuentes que Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias
Sociales. Madrid, 1991 9 los conflictos violentos y, desde luego, que los conflictos
bélicos. No obstante, la importancia y características de estos últimos nos obligan a
darle un tratamiento diferenciado. 3. Por la naturaleza de los actores. Podemos
diferenciar los conflictos en tres categorías: conflictos interestatales, conflictos
transnacionales y conflictos supranacionales. Los conflictos interestatales son aquéllos
cuyos protagonistas son entidades estatales soberanas. A esta categoría pertenecen
cualquiera de los conflictos, sean pacíficos o violentos, que en la actualidad enfrentan
a dos o más países del contexto internacional. Los conflictos transnacionales son los
que enfrentan a actores no estatales entre sí o a éstos con los estados. Ejemplos
característicos de este tipo sah el conflicto entre las empresas multinacionales y los
estados, o los conflictos entre pueblos y/o naciones dominados con los estados
colonizadores. Finalmente, los conflictos supranacionales son aquéllos en los que
interviene una o más entidades con poderes supranacionales. Como, por ejemplo, el
conflicto comercial que enfrenta a Estados Unidos con la Comunidad Europea. 4. Por la
extensión del conflicto De acuerdo con este criterio, los conflictos pueden ser:
conflictos bilaterales y conflictos multilaterales. Los conflictos bilaterales se desarrollan
entre dos actores de la Sociedad internacional, mientras que los multilaterales surgen
entre varios de sus miembros, afectando de modo decisivo a las estructuras de la
Sociedad Internacional en la que dichos conflictos se producen. Casos singulares de
conflictos multilaterales son los que involucran a todos los actores internacionales de
un área o región específicas del sistema internacional, son los conflictos regionales,
respecto de aquellos otros que enfrentan a la totalidad o a la inmensa mayoría de los
actores de la Sociedad Internacional, y que podemos denominar conflictos mundiales.
Como ejemplos de conflictos regionales, podemos citar el conflicto árabe-israelí o el
conflicto centroamericano. Por su parte, el conflicto entre países ricos y países pobres
constituye un caso de conflicto mundial. 5. Las relaciones internacionales asociativas y
de comunicación Existen ciertas relaciones internacionales cuya naturaleza y
características les diferencian tanto de la cooperación como del conflicto. No obstante,
la doctrina ha desconocido tradicionalmente la singularidad de tales relaciones
asignándolas a una u otra de ambas formas de relación. Creemos que semejante
planteamiento no corresponde íntegramente a la realidad del mundo internacional, y
proponemos atribuirles una autonomía conceptual, pasando a denominarlas
relaciones asociativas. Las relaciones asociativas son aquellas relaciones surgidas de la
desigualdad de poder imperante entre los actores internacionales, que tienen como
principal finalidad garantizar la coexistencia pacífica entre ellos a través del
mantenimiento de un orden jerárquico internacional, y a imposición de ciertas normas
e instituciones que permitan el ajuste entre los diversos intereses o demandas de los
miembros de la Sociedad Internacional. En otras palabras, las relaciones asociativas
tratan de garantizar la configuración y funcionalidad de las estructuras internacionales
con unos niveles de violencia e inestabilidad que no resulten destructivos para la
propia Sociedad Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias
Sociales. Madrid, 1991 10 Internacional, y con unos niveles de colaboración entre los
actores internacionales suficiente para impedir la desaparición de la mayoría de ellos.
Para alcanzar esta finalidad, los principales actores que dominan cada una de estas
estructuras jerarquizadas proyectan su poder mediante una combinación de acciones
persuasivas y coactivas, destinadas a imponer y mantener sus particulares intereses
como intereses generales de toda la Sociedad Internacional. Al actuar de este modo
los actores más poderosos están garantizando su propia hegemonía sobre el resto de
los miembros internacionales, pero también están generando un orden internacional
en el que la estabilidad general, en el sentido de ausencia de guerras generalizadas, y
la implantación de instituciones y normas de actuación garantizan una cierta
satisfacción de los intereses y objetivos de los actores más débiles, principalmente su
propia supervivencia y sus demandas de cambio. Las relaciones asociativas se
caracterizan por la articulación de interacciones cooperativas con otras de naturaleza
conflictiva, dando origen a procesos relacionales profundamente arraigados en las
estructuras internacionales. Con frecuencia hacemos referencia a ellas bajo diversos
términos como los de: influencia, hegemonía, dominación; o desde la perspectiva
opuesta, dependencia, sumisión, explotación, etc. A lo largo de la historia se han
desarrollado múltiples formas de relaciones asociativas internacionales. Entre ellas
podemos citar: los protectorados, el régimen de mandatos, los sistemas de «puerta
abierta» y de «zonas de influencia», el establecimiento de «tratados desiguales», etc.
En el ámbito de la estructura económica una de las principales formas de relación
asociativa es, sin duda, la relación de libre competencia, pero junto a ella podríamos
citar también la relación de oligopolio o de monopolio. En el sistema internacional en
curso podemos mencionar como relaciones asociativas: la disuasión nuclear, la política
de alianzas institucionalizadas, la neutralidad de ciertos países como, por ejemplo,
Austria, el régimen de administración fiduciaria o la política de no proliferación
nuclear. Cuando algunos de los actores internacionales se encuentran marginados o
sometidos hasta el punto de que el logro de sus objetivos prioritarios, o la creencia de
que la satisfacción de tales objetivos, no puede alcanzarse en el seno del orden
internacional imperante (político, económico o cultural), tales actores generarán unas
relaciones conflictivas con los demás países, principalmente con las principales
potencias beneficiarias, con objeto de alterar las instituciones y relaciones asociativas
que sustentan dicho orden internacional. Los ejemplos de la Francia revolucionaria y
napoleónica, de la Rusia bolchevique, de la Alemania hitleriana, y más recientemente
del Irak de Sadam Hussein, constituyen otras tantas pruebas de estados que han
cuestionado seriamente un determinado orden internacional, y de la reacción general
que se ha desarrolladó por la mayoría de los miembros de la Sociedad Internacional,
bajo el liderazgo de las principales potencias del momento. Las relaciones asociativas
podemos diferenciarlas teóricamente de los otros dos tipos (conflicto y cooperación).
Respecto de la cooperación, la dimensión coactiva o compulsiva que existe en las
relaciones asociativas requiere una voluntad expresa de utilización del poder para
limitar, condicionar o constreñir la autonomía de los actores más débiles. De esta
forma, mientras que en la cooperación los actores internacionales buscan expresa y
voluntariamente alcanzar un beneficio mutuo, resulta Calduch, R.- Relaciones
Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias Sociales. Madrid, 1991 11 inevitable que se
produzcan efectos negativos involuntarios y/o no previstos para algunos de los
participantes en la relación cooperativa. En las relaciones asociativas los actores
participantes utilizan sus desigualdades de poder para establecer consciente y
voluntariamente unos sistemas de dominación y/o control mutuo. Pero junto a estos
fenómenos, también resulta imposible de evitar que los miembros de estas relaciones
colaboren entre ellos ocasionando, de modo involuntario o inconsciente, ciertos
beneficios o resultados favorables a todos los actores partícipes de la asociación.
Ciertamente, una de las causas más frecuentes de los conflictos internacionales la
encontramos en las relaciones de dominación de unas sociedades sobre otras. Sin
embargo, la identificación automática entre dominación y conflicto resulta incorrecta.
En realidad, la dominación conduce al conflicto cuando alguna o la totalidad de los
actores sometidos cuestiona la legitimidad de semejante dominación. Por el contrario,
cuando el dominio está legitimado y es aceptado por todos los miembros de la
relación, conduce a la autoridad que no sólo no resulta conflictiva sino que además
facilita la resolución de numerosas formas de conflictividad. Junto a estas tres
categorías de relaciones internacionales existe una forma de relación que por su
importancia y especificidad debe ser considerada como una categoría propia. Se trata
de la relación comunicativa. La relación social de comunicación constituye junto con
las relaciones del poder social, los dos pilares sobre los que se construye todo el
entramado relacional que genera y mantiene a una sociedad. La comunicación social
exige, como veremos más adelante, una comunidad cultural entre los participantes en
el proceso comunicativo. También requiere un mínimo de colaboración operativa para
que el mensaje (información) sea efectivamente transmitido del emisor al receptor, y
sea decodificado o interpretado adecuadamente. La relación comunicativa
internacional o, simplemente, comunicación internacional, la hemos definido como:
«Aquel proceso relacional en virtud del cual dos o más actores internacionales,
partiendo de experiencias históricas compartidas y bases culturales comunes, son
capaces de intercambiarse información, influyéndose recíprocamente y
contribuyendo, gracias a dicho intercambio, a modificar la estructura y dinámica de la
Sociedad Internacional en la que se encuentran inmersos». La principal característica
de la comunicación internacional es la de que constituye una relación de carácter
instrumental, en el sentido de que gracias a ella es posible desarrollar otras formas de
relación cooperativa, conflictiva o asociativa. Desde luego todas estas categorías de
relación internacional responden, en su descripción teórica, a lo que WEBER calificaba
como «tipos ideales». En otras palabras, se trata de modelos teóricos de relación
internacional que sólo de forma excepcional se dan en la realidad. La utilidad de
recurrir a tales modelos relacionales se debe a que gracias a su conocimiento podemos
desentrañar, con mayor facilidad y rigor, la auténtica naturaleza, contenido y
motivaciones de los actores internacionales. 6. Las relaciones internacionales y el
fenómeno de la interdependencia. La consideración de las relaciones como un
conjunto articulado de interacciones no sólo nos permite resaltar la dimensión de
reciprocidad que subyace Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones
Ciencias Sociales. Madrid, 1991 12 en el comportamiento de los actores
internacionales, quebrando la visión centrada en la unilateralidad e independencia del
paradigma estatalista, sino que además nos permite abordar un aspecto decisivo de la
vida internacional: el fenómeno de la interdependencia. La consideración y estudio de
la interdependencia como fenómeno «natural» de las relaciones internacionales, es un
acontecimiento muy reciente en la doctrina. En esta nueva percepción del mundo
internacional han influido decisivamente algunos de los principales retos surgidos en el
seno de la Sociedad Internacional actual. Principalmente podemos referirnos a los
siguientes fenómenos: a) La creciente interpenetración de las economías nacionales.
b) El desarrollo de la amenaza nuclear como resultante de la carrera de armamentos y
de las sucesivas doctrinas político-militares imperantes en las dos superpotencias. c) La
universalidad de la descolonización. d) La aceleración científico-tecnológica, con
especial énfasis en el desarrollo de los medios de transporte y comunicación a escala
planetaria. La idea de la interdependencia ha arraigado hasta tal extremo que no han
faltado autores que se han atrevido a incorporar la interdependencia como uno de los
elementos definidores de la vigente Sociedad Internacional. ¡Cómo si la
interdependencia no se encontrase presente en las relaciones internacionales
anteriores al siglo XX! Situadas en su contexto histórico, las relaciones entre la
Cristiandad medieval y el Islam o el Imperio Bizantino, fueron, probablemente, tan
interdependientes como puedan serlo en nuestros días las relaciones entre ambas
superpotencias. Otra cosa es que tengamos una visión más profunda de estas últimas
por sernos más próximas a nuestra experiencia directa. No obstante debemos
interrogarnos sobre el significado que damos al término interdependencia. Desde
luego la doctrina internacionalista no ha sido muy pródiga en los esfuerzos por
alcanzar una precisión definitoria de este término. Por ejemplo, DEUTSCH en una de
sus últimas obras se refiere a la interdependencia económica, estratégica e
informativa, pero no aborda una conceptualización de cada una de las mencionadas
formas de interdependencia.

Por su parte KEOHANE y NYE abordan la idea de interdependencia en el plano político-militar.


Según estos autores lo que denominan interdependencia compleja muestra tres
características: a) La existencia de múltiples canales de vinculación entre las sociedades. b) La
ausencia de una jerarquía, entre las decisiones. c) Un menor papel de la fuerza militar. Tal vez
haya sido KNORR uno de los autores que más extensa y profundamente haya abordado el
estudio de la interdependencia internacional. Según este autor: «Interdependencia significa
literalmente dependencia mutua, es decir, dependencia uno del otro. Es lo opuesto de
aislamiento, de autonomía completa, de independencia total. La interdependencia
internacional significa que la vida de las sociedades organizadas en Estados soberanos se torna
más o menos condicionada por la vida de otras sociedades. Significa que el esfuerzo de las
sociedades por lograr objetivos, y sus partes, son más o menos interdependientes; en verdad,
esto es lo que torna interesante en el análisis presente el uso del concepto. Nuestra definición
comprende las implicaciones tanto conflictivas como cooperativas». Calduch, R.- Relaciones
Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias Sociales. Madrid, 1991 13 Para KNORR las principales
propiedades de la interdependencia internacional, valorables en términos de más o menos,
son las siguientes: dominio, alcance, densidad, intensidad, nivel, mutualidad, jerarquía,
homogeneidad, libertad, estabilidad, organización y valor. GALTUNG ha estudiado la
interdependencia en relación con los diversos proyectos de pacificación en la Sociedad
Internacional. En este contexto la define como: «(…) la interacción en la que se intercambia un
valor positivo de cualquier tipo…». Estos fenómenos de interdependencia difieren entre sí en
función de tres variables: la frecuencia (cada cuánto tiempo), el volumen (en qué cantidad) y el
ámbito (qué valores se intercambian). Agrega este autor que cabe diferenciar entre el modelo
de interdependencia mínima, según el cual cada país es autónomo y autosuficiente, lo que
permite que ningún país interfiera en los demás, y el modelo de interdependencia máxima en
el que los países mantienen «un máximo de interacción con los demás, por lo que se refiere a
la frecuencia, el volumen y el ámbito». Nuestra concepción de la interdependencia deriva de
las reflexiones previas sobre los conceptos del poder y de las relaciones sociales. El punto de
partida es siempre el mismo. La realidad nos pone en evidencia que los grupos sociales, igual
que ocurre con los individuos, no pueden ser plenamente independientes porque carecen de
las capacidades y recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas. Como
consecuencia de ello las sociedades organizadas han enfrentado unas limitaciones objetivas
que han tratado de superar manteniendo relaciones con otras sociedades, con el fin de
integrar o agregar sus desiguales capacidades y poderes. En estos procesos relacionales se ha
desarrollado una división social de funciones o tareas, una especialización .funcional de las
sociedades que les ha beneficiado a todas ellas aunque no necesariamente en la misma
medida. Gracias a esta especialización funcional intersocietaria, la humanidad ha ido
progresando históricamente hacia formas cada vez más complejas de organización social,
creadas para realizar tareas y/o resolver problemas. En una palabra, la especialización
funcional intersocietaria es causa y consecuencia del desarrollo, pero también de la
interdependencia asociada a él. STOJANOVICH ha analizado detenidamente cómo el proceso
de división del trabajo, a través de sus distintas expresiones históricas, como parte esencial de
los sistemas de producción, ha ido generando diversas formas de interdependencia a escala
internacional. La interdependencia se constituye como un concepto alejado igualmente de la
visión del mundo a partir de un conjunto de grupos sociales independientes, actuando
unilateralmente, como de una concepción internacional en la que unos pocos actores
hegemónicos imponen unas relaciones de dependencia al resto de las sociedades. La
interdependencia forma parte del proceso de desarrollo y universalización de la sociedad
internacional Se puede contemplar como una mutua vulnerabilidad de los actores
interdependientes o como un ejercicio recíproco de su poder. Pero, en cualquier caso, la
interdependencia afecta y se desarrolla en todas las formas de relación (cooperación,
conflicto, asociación y comunicación). Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones
Ciencias Sociales. Madrid, 1991 14 Podemos afirmar que existe interdependencia entre dos o
más actores internacionales cuando las decisiones y actuaciones de cada uno de ellos están
condicionadas de forma decisiva en sus resultados por las decisiones y actuaciones del resto
de los actores. La interdependencia exige, por tanto, una relación recíproca pero también la
posibilidad de que cada actor pueda influir de modo significativo en los efectos derivados de
esa relación. Por ejemplo, en un conflicto bélico cada beligerante está condicionado en su
estrategia y tácticas por las actuaciones de sus enemigos. En tales circunstancias no Sólo hay
reciprocidad sino también interdependencia. La interdependencia exige también una
diferencia de funciones y/o una desigualdad de poderes entre los actores. Por eso no
compartimos las afirmaciones de LEURDJIK cuando señala que el concepto de
interdependencia se ha utilizado para referirse: «(...) ya sea a una dependencia mutua, ya sea a
un fenómeno que se reduce, en realidad, a una dependencia unilateral. Ciertamente, ambas
acepciones del término se oponen a la noción de independencia o de autonomía, pero no en
los mismos casos: la oposición recae en la interdependencia cuando existe una relación
horizontal entre unidades de las mismas dimensiones n de la misma potencia, y sobre la
dependencia cuando se trata de una relación vertical entre unidades desiguales. En la primera
situación, hay reciprocidad sobre la base de relaciones de coordinación (igualdad de rango); en
la segunda, hay relación unilateral de dependencia sobre la base de una subordinación
(desigualdad de rango)». En efecto, podemos considerar que la interdependencia puede darse
entre dos o más actores en una misma relación o en ámbitos distintos. Por ejemplo, un estado
puede ser interdependiente con una empresa multinacional, aunque el primero opere en el
terreno de las relaciones políticas, y la segunda, en las relaciones económicas. Por último,
conviene no asociar interdependencia con anarquía o descentralización del poder. Una
potencia mundial puede mostrar una fuerte interdependencia en las relaciones con una
colectividad de actores internacionales, aunque no necesariamente respecto de alguno de
ellos en concreto. Por ejemplo, las potencias coloniales eran fuertemente interdependientes
de sus colonias, lo que era compatible con una relación de dominación con cada una de ellas,
en particular, como se puso de manifiesto a medida que se consolidó el proceso de
descolonización. Concluyendo, podemos decir que el estudio de la interdependencia
constituye un avance respecto de las doctrinas defensoras, tanto del paradigma de la
independencia absoluta como de aquellas otras que intentan explicar el mundo internacional a
partir de esquemas simplificadores de dominación-dependencia. Ambos fenómenos existen
ciertamente en las relaciones internacionales, pero ello no permite excluir un buen número de
situaciones en las que el criterio de la interdependencia resulta insustituible.
Desplazamientos
A principios de los años noventa y finales de la Guerra Fría proliferó un nuevo tipo
de conflictos internos, que dio lugar a un fuerte aumento del número de personas
desplazadas dentro de su propio país. Las expresiones "conflictos de identidad", "conflictos
étnicos" o "conflictos religiosos" se usan actualmente con el fin de caracterizar la índole de
esas nuevas confrontaciones. El control de los recursos naturales se ha convertido más que
nunca, a menudo con apoyo extranjero, en un objetivo de las partes en conflicto.
1.2- Desplazados Internos o Desplazados
Los desplazados internos, o simplemente desplazados, son personas obligadas dejar sus
hogares por alguna crisis. Pero a diferencia de los refugiados, permanecen dentro de las
fronteras de su país de origen. A finales de 2006 se estimaba que su número total ascendía
a 24.5 millones repartidos en 52 países: alrededor de la mitad de los cuales serían africanos.
Según la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados) en
el informe realizado con cifras del año 2007, Colombia es el segundo país después de Sudán
con mayor número de desplazados a nivel mundial.
1.2.- Definición de Desplazados
No hay ninguna definición legal para desplazado, como allí es para un refugiado, sin
embargo, un informe de los Naciones Unidas, Guiando los Principios en los usos del
Desplazamiento Interiores la definición,: las personas internamente cambiadas de sitio son
personas o grupos de personas que han sido forzadas o se han obligado huir o dejar sus
casas o lugares de residencia habitual, en particular como resultado de o para evitar los
efectos de conflicto armado, situaciones de violencia generalizada, las violaciones
de derechos humanos o los desastres naturales o humano-hecho, y quién no ha cruzado
una frontera Estatal internacionalmente reconocida.
1.3.- Países con poblaciones de Desplazados Internos significantes
Azerbaiyán tiene unos 800,000 desplazados internos debido a la ocupación de Alto
Karabaj, Agdam y territorios circundantes por las fuerzas armenias desde comienzos de los
años '90.
Birmania (Myanmar) debido a décadas de una larga guerra civil y represión del gobierno a
minorías étnicas, así como causa del Ciclón Nargis, 1,5 a 3 millones.
Cachemira ocupación por parte de la India debido a la insurgencia.
Chad debido a su proximidad con Darfur y a la guerra civil en el Este de Chad.
Colombia debido al conflicto entre el gobierno, las FARC, responsables del mayor número
de los casos, motivadas con la posibilidad de hacerse al control de las tierras donde
cometían las masacres. Las FARC de forma indirecta, sosteniendo combates con el ejército
y otros grupos armados paramilitares en presencia de la población civil, sin
mostrar interés alguno en proteger a los habitantes de los municipios afectados por el
conflicto.
Costa de Marfil producto de la guerra civil en ese país desde 2002 cerca de 4 millones de
personas han debido dejar sus hogares.
Chipre debido a las explosiones de violencia intercomunitaria de 1963 y 1967 y a la invasión
turca de 1974 y sus consecuencias.
República Democrática de Congo debido a la Segunda guerra del Congo han sido
desplazadas cerca de 3 millones de personas.
Eritrea por la guerra con los etíopes más de un millón de civiles fue desplazada.
Etiopía debido a la pobreza, los desastres naturales y al conflicto de Ogden.
Georgia debido a la población de etnia georgiana que huyó de Abjasia posteriormente a la
guerra civil de 1991-93.
Irak debido al desplazamiento forzado de población durante el régimen de Saddam
Hussein, y la lucha entre la Fuerza Multinacional y los grupos insurgentes iraquíes, cerca de
4 millones.
India unas 50 millones de personas fueron internamente desplazados desde 1950 debido
a proyectos industriales.
Israel entre 150,000 y 420,000 palestinos internamente desplazados y beduinos, que
forman parte de la población árabe israelí.
Serbia debido a varios conflictos a partir de la caída de la Yugoslavia socialista.
Somalia debido a la Guerra Civil Somalí de 400 mil a 1,9 millones de afectados.
Sri Lanka debido a la guerra civil entre el Gobierno de Sri Lanka y el LTTE se cree que son
más de 300 mil.
Sudán debido a los conflictos civiles en el Sur y Darfur en el Oeste, cerca de 2 millones en el
oeste y 4 millones en el sur.
Tayikistán debido a la guerra civil de 1992 a 1998 entre el gobierno laico y fundamentalistas
islámicos cerca 1,5 millones de personas debieron dejar sus hogares.
Uganda debido a la insurgencia del ERS ha sido desplazado cerca de 1 millón de personas.
Francia alrededor de 6 a 9 millones de franceses, belgas y holandeses huyeron desde el
norte al sur ante la invasión alemana en 1940.
Polonia = tras la Segunda Guerra Mundial cerca de 2 millones de polacos fueron al oeste
desde las regiones anexadas por la URSS.
Finlandia = cerca de 400 a 500 mil finlandeses huyeron de las zonas perdidas ante la URSS.
Pakistán = 3 millones de desplazados por la guerra contra los talibanes desde 2004 en el
norte del país.

Refugiado
Se denomina refugiado a la persona que debe abandonar a la fuerza su hogar porque la
persiguen, así sea individual o colectivamente, debido a problemas políticos, religiosos,
militares o de cualquier índole.
A pesar de que la definición de refugiado varía de acuerdo con la época y el lugar, la
creciente preocupación internacional por la difícil situación de los refugiados ha generado
un consenso general. La Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados (la
Convención de los Refugiados), define a un refugiado como la persona que:
 "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de
raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u
opiniones políticas, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y no puede o no
quiere acogerse a la protección de tal país o no quiere regresar a él a causa de dichos
temores..."
A pesar de que la definición de la Convención de los Refugiados es empleada
por organizaciones internacionales tales como las Naciones Unidas, este término se sigue
empleando mal y con frecuencia se utiliza de manera contradictoria en el
Lenguaje corriente.
Los medios de comunicación, por ejemplo, a menudo confunden a los refugiados con las
personas que emigran por razones económicas ("emigrantes por motivos económicos") y
con grupos de perseguidos que permanecen dentro del país sin atravesar ninguna frontera
("desplazados internos").
La Convención relacionada con el estatuto de refugiados de las Naciones Unidas es una
convención internacional que define quien es un refugiado, y decide las reglas de los
individuos a los que se les garantiza el asilo y las responsabilidades de las naciones que
garantizan el asilo. La convención también decide que personas no se consideran como
refugiadas, tales como criminales de guerra. La Convención también asegura (prevé)
algunos viajes sin visado para los que portan documentos de viaje, conforme a la
convención
2.1.- Causas de persecución de un Refugiado.
Las causas de persecución deben coincidir con uno de los cinco puntos siguientes que
figuran en el Artículo 1 A (2) de la Convención de los Refugiados:
 Raza: se emplea en el más amplio sentido e incluye a los grupos étnicos y a
los grupos sociales con ancestros comunes.
 Religión: también se emplea en un amplio sentido. Incluye la identificación con
un grupo que tiende a compartir creencias o tradiciones comunes, así como la práctica
activa de una religión.
 Nacionalidad: incluye la ciudadanía de las personas. A la persecución de los
grupos étnicos, lingüísticos y culturales dentro de una población también se la considera
como persecución basada en la nacionalidad.
 Grupo social determinado: se refiere a las personas que comparten
antecedentes, costumbres o posición social comunes. Por lo general, esta categoría
comparte elementos con la persecución basada en alguno de los otros cuatro puntos.
Esta categoría se ha aplicado a las familias de los capitalistas, terratenientes,
homosexuales, empresarios y antiguos miembros de las fuerzas militares.
 Opiniones políticas: se refiere a ideas que las autoridades no toleran, entre las
que se incluyen las opiniones que enjuician los métodos y políticas gubernamentales.
Las personas que no han expresado sus opiniones políticas antes de huir del país
podrían ser elegibles para el refugio si pueden demostrar la posibilidad de que cuando
regresen a su patria los van a perseguir debido a sus opiniones.
El papel de las definiciones es fundamental cuando los países y las organizaciones tratan de
precisar quién es refugiado y quién no lo es. Los solicitantes de asilo, o sea, aquellos que
solicitan que se les considere como refugiados en otro país, por lo general deben demostrar
de manera individual que su temor de ser perseguido está bien justificado y someterse a
un proceso jurídico mediante el cual el país de destino decide si el peticionario califica como
tal. Sin embargo, en el caso de una afluencia colectiva, puede que no sea posible para el país
anfitrión llevar a cabo un chequeo individual.
En estas condiciones y en particular cuando los civiles huyen por causas similares, se puede
declarar 'en grupo' la condición de refugiado, mediante la cual todos los civiles de dicho
grupo se consideran refugiados, a no ser que se demuestre lo contrario.
2.2.- Propuestas de las Organizaciones que protegen a los refugiados
Las organizaciones que ayudan y protegen a los refugiados generalmente propenden por
tres "soluciones duraderas" para mejorar la suerte de los refugiados:
? La repatriación voluntaria: el refugiado puede regresar a su país de origen porque
cesaron las circunstancias que amenazaban su vida y libertad.
? La integración local: el gobierno del país de destino permite que el refugiado se integre al
país donde solicita asilo por primera vez.
? La reubicación en un tercer país: la repatriación lo pondría en peligro y el país donde
solicitó asilo por primera vez se niega a la integración local.

Exilio
El exilio es el estado de encontrarse lejos del lugar natural (ya sea ciudad o nación) y puede
definirse como la expatriación, voluntaria o forzada, de un individuo. Algunos autores
utilizan el término "exiliado" con el sentido de "refugiado". Aunque el exilio por
antonomasia es ese desplazamiento fuera del país, también se habla de un «exilio interior»
respecto a personas que se ven obligadas a reasentarse dentro del propio país de residencia
(deportaciones) o bien que, estando en el mismo, se ven cortadas sus posibilidades de
actuaciones a través de prohibiciones de desarrollar sus actividades (generalmente
literarias o artísticas) o de manifestar públicamente la disensión respecto al régimen.

Asilados
El asilo político es el derecho que tiene una persona a no ser extraditado de un país a otro
que lo requiere para juzgarle por delitos políticos.
Cuando el asilo político se concede a personas que se encuentran en lugares que por las
convenciones diplomáticas se consideran una extensión del territorio nacional, tales como
la sede de embajadas o consulados, la residencia del embajador o los buques de guerra
anclados en puertos extranjeros, se lo denomina asilo diplomático.
La ley internacional acepta el derecho a pedir asilo, pero no obliga a ningún Estado a
concederlo. Hay ocasiones en que los países ofrecen 'protección temporal' cuando enfrentan
un ingreso repentino y colectivo de personas y los mecanismos regulares de asilo se saturan.
Por medio de este mecanismo las personas pueden ingresar de manera ágil en
países seguros, pero sin ninguna garantía de obtener asilo permanente. Por la tanto, la
'protección temporal' es útil tanto para los gobiernos como para los solicitantes de asilo en
circunstancias especiales. Aunque es tan sólo un complemento, no sustituye las amplias
medidas contenidas en la Convención de los Refugiados.

Extradición
La extradición es el procedimiento por el cual una persona acusada o condenada por
un delito conforme a la ley de un Estado es detenida en otro y devuelta para ser enjuiciada o
que cumpla la pena ya impuesta.
Si bien existe una cooperación internacional muy activa para la represión de los delitos,
continúa existiendo la regla de que un Estado está obligado a conceder la extradición de un
delincuente extranjero, solamente si existe tratado internacional con el Estado que requiere
la extradición. Cuando no hay tratado, el Estado requerido está facultado para acordar la
extradición, pero no está obligado a concederla.
5.1- Requisitos para la Extradición
En la mayor parte de los tratados de extradición se requiere que el Estado que la pide
demuestre la existencia de causa para enjuiciar o castigar al requerido; que el delito
imputado se haya tipificado como tal tanto en la legislación penal del Estado requerido
como en la del Estado requirente.
Se establece la extradición con respecto a las personas procesadas o condenadas por las
autoridades de un Estado y que se encuentre en el territorio de otra. Para ello se requiere
que la condena o proceso en el otro Estado sea de cierta gravedad; una condena superior a
un año o un proceso por un juicio del que puede resultar sanción superior a dos años. Se
solicita además que el Estado requirente tenga jurisdicción para conocer y fallar el delito.
No se extraditará hacia los Estados que tengan pena de muerte y en caso de que el mismo
delito por el que se requiere a un individuo ya haya sido juzgado en el Estado requerido.
5.2.- Clasificación de la Extradición
Activa: acto de petición del país requirente al país donde se encuentra el individuo.
Pasiva: Es la que recae en el Estado captor o poseedor de la persona requerida.
La extradición de los nacionales: La extradición, en la mayor parte de los tratados en
vigor experimenta ciertas limitaciones, Una de ellas y tal vez la de mayor relevancia, es la de
la nacionalidad de la persona requerida.
Por regla general, la mayoría de los Estados niegan la extradición de sus propios nacionales,
Solamente hay seis estados que se han mostrado dispuestos a acordar la extradición de sus
propios nacionales, a saber: Reino Unido, Estados Unidos, Argentina, República
Dominicana, Uruguay y Colombia. Los demás niegan la extradición de sus nacionales e
incluso tienen disposiciones constitucionales por las que se prohíbe. En cuanto al derecho
internacional se establece la obligación de extraditar; pero cuando se trata de nacionales del
Estado requerido la entrega se torna facultativa, queda a juicio del Estado, pero con la
obligación subsidiaria, que en el caso que no se entregue, se enjuicie al nacional delincuente
y comunicar el fallo al Estado requeriente.
Extradición por delitos políticos: La doctrina llama "delitos políticos puros" a los que
son delitos contra la organización política interna y el gobierno de un estado, y que no
contienen elemento alguno de delincuencia común y por otro lado están los llamados
"delitos políticos relativos" que son infracciones en las cuales un delito común está
involucrado o conectado con el acto inspirado en un móvil político. En el segundo caso se
trata de delitos que lesionan a la vez el orden político y el derecho común, como
el homicidio de un Jefe de Estado, y delitos conexos a la delincuencia política, como por
ejemplo, los actos terroristas.

Señalamiento Histórico y camino recorrido en la regulación


de los Derechos Humanos de los Refugiados en Venezuela
A partir del año 1986, Venezuela se adhiere al Protocolo sobre el Estatuto de Refugiados de
1967, y lo publica en la Gaceta Oficial de la República Nº 33.503, de fecha 2 de julio de
1986, por lo cual, las normas sobre refugio consagradas en dicho instrumento y la
Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, adquieren plena vigencia en
nuestro ordenamiento jurídico desde 1986, con obligación para el Estado de adoptar la
terminología y mecanismos internos necesarios para la aplicación de las normas
consagradas en dicho instrumento. A lo cual, se suma la ausencia o poco manejo
de conocimiento del tema por los funcionarios, tanto civiles como militares del país, la
mayor tendencia a militarizar la frontera, la intención estatal de decretar una suspensión de
garantías constitucionales en los Estados fronterizos venezolanos y la falta
de documentación adecuada que acredite la condición de solicitante en el país, generando
una mayor vulnerabilidad, especialmente, en la zona fronteriza.
Desde el año 1.998 la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados) presta su asesoría a las instituciones nacionales encargadas de atender a la
población desplazada, como ente interlocutor de la comisión nacional para los refugiados,
como observador imparcial sin vos ni voto.
Los DDHH en materia de refugio han sido reconocidos en el ordenamiento Jurídico
Venezolano dentro de un Estado Social, de Derecho y Justicia, de conformidad a lo
dispuesto en nuestra Constitución vigente.
Uno de los hechos más resaltantes, que originó esta necesidad de revisar las normas y
lograr un mayor respeto a los derechos de los refugiados (as), se produjo en el año 1999,
cuando nuestro país fue testigo del ingreso de varios grupos de personas necesitadas de
protección. De los cuales, un primer grupo, compuesto por cerca de 2.230 personas, entró
al territorio venezolano el 02/06/99, un segundo grupo de aproximadamente 650 personas,
ingresó al territorio venezolano el 05/06/99, por la zona conocida como La Vaquera, a
orillas del Río de Oro, Municipio José María Semprún (Edo. Zulia), y un tercer grupo
compuesto por aproximadamente 700 personas, llegó el 29/06/99, a La Vaquera
procedente de otras zonas de la misma región, En los tres casos (9), las familias fueron
devueltas confirmándose con relación al primer grupo la voluntariedad de ello y el acceso
de las organizaciones de DDHH y el ACNUR, pero con relación a los últimos dos grupos de
familias, se efectuaron reuniones a puerta cerrada, entre las autoridades venezolanas y
colombianas, excluyendo al ACNUR y a las ONGs, y decidieron devolver a todo el grupo,
denominándolos "desplazados en tránsito".
En este sentido, el camino de protección de los derechos de los refugiados en Venezuela a
transitado desde un espacio meramente normativo, de reconocimiento de derechos
contenidos en Convenios del Derecho Internacional de los Refugiados, lo que ha supuesto,
la regulación constitucional, pasando por la vigente ley orgánica interna Publicada en
Gaceta oficial en Octubre de 2001 denominada: LEY ORGÁNICA SOBRE REFUGIADOS O
REFUGIADAS Y ASILADOS O ASILADAS y el recientemente promulgado reglamento
general en la materia, todo lo cual, integra actualmente el marco normativo interno de
protección de refugiados (as), en Venezuela, hasta llegar a la situación actual en la que nos
encontramos con la instalación formal del órgano administrativo designado para el estudio
y tramitación de las solicitudes de refugio, denominado "Comisión Nacional para los
Refugiados" creada en el año 2003.
Actualmente residen en Venezuela aproximadamente 1332 personas que han "solicitado
formalmente" el reconocimiento del estatuto de refugiado al Estado. Esta cifra, otorgada
por la oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas (ACNUR Informe 2010), en
Venezuela y organizaciones de derechos humanos que trabajan el tema en el país no
necesariamente se corresponde con la cantidad real de personas que ha ingresado a nuestro
territorio en busca de protección, y ello a consecuencia del miedo a que al ser reconocido
como refugiado (a).

Estatus Jurídico de los refugiados bajo el sistema venezolano


Como sabemos dentro del derecho a buscar y recibir asilo, el principio de no
devolución permanece como el pilar fundamental del Derecho Internacional de
Refugiados, en tanto garantía de protección a la vida e integridad de los refugiados.
Ahora bien, el desplazamiento forzoso y refugio no son problemas locales o estáticos, razón
por la cual, el verdadero desafío en una comunidad globalizada radica en la implementación
de una solidaridad internacional fundada en el respeto y vigencia de los DDHH, que
abarque integralmente el tratamiento del tema desde una perspectiva de protección de la
persona humana a permanecer con seguridad en el país de origen o residencia, - derecho
a permanecer-, lo que implica la prevención ante las causas que originan el
desplazamiento. Así como, el salir del país de origen o residencia y ser recibido en el país
asilante, -derecho a buscar y recibir asilo- lo que supone la protección de la persona
durante la etapa en que debe vivir como refugiado en país extranjero, y por
último, poder regresar en condiciones de seguridad y dignidad al país de origen o
residencia, -derecho a retornar-.
En este contexto, el desarraigo, como principal consecuencia del desplazamiento forzoso y
del refugio, es una tragedia humana que requiere de una verdadera nueva forma de
solidaridad y protección que abarque desde la protección de los derechos humanos y
reducción de las causas que originan los flujos migratorios en los países expulsores,
incluyendo la responsabilidad internacional del mismo, hasta un adecuado tratamiento de
la situación de refugio en los países asilantes, lo que supone necesariamente la revisión de
la definición y alcance de protección actual.
Las consecuencias del desarraigo, con la pérdida de elementos propios y cotidianos que dan
a cada persona el sentido de vida, de utilidad y productividad, futuro y perspectivas, origina
en los refugiados, un sentido de exclusión y vulnerabilidad en la comunidad receptora. Lo
que aunado, a políticas de cierre de fronteras, militarización o medidas de restricción o
suspensión de derechos y garantías, sin la adopción de medidas de protección sobre todo en
países en donde existe debilidad institucional, en la presencia de órganos civiles del poder
público, o inseguridad en sus zonas fronterizas por la presencia de actores armados, deja a
los refugiados y defensores de derechos humanos en una grave situación de vulnerabilidad
y desamparo.
Las condiciones de vida actuales de los solicitantes de refugio en Venezuela están marcadas
por la incertidumbre, y la sobrevivencia denotándose diferencias, según se trate de
refugiados urbanos o residentes en zonas rurales fronterizas. En el primero de los casos, las
necesidades más urgentes corresponden a la ayuda humanitaria financiera, dado el poco
margen de inserción laboral en la sociedad, con el contrapeso de contar con la cercanía de
los órganos del Poder Público y la emisión de un documento, que aunque inadecuado, al
menos ha servido para dejar constancia de la cualidad de solicitante ante el Estado
venezolano.
Los márgenes de inserción laboral, auto sostenimiento, y asistencia de los niños al colegio
están dados por una mayor dificultad de producción económica, necesidad de acudir a
la economía informal, aún en los casos de profesionalización del solicitante y mayor
dificultad para la inscripción en colegios.
La República Bolivariana de Venezuela no produce refugiados, porque en nuestro país no se
persigue a nadie por su religión, sexo, raza, grupo social o ideas políticas. Pero si somos un
país receptor. La causa fundamental de este hecho es la situación que vive Colombia desde
antes de que existiera el ACNUR. Ya son más de cuatro millones de colombianas y
colombianos que, huyendo de la pobreza y la violencia, encontraron en Venezuela una vida
digna, y hoy comparten con nosotros hogar, esperanza y futuro.Pero aunque el fenómeno
lleva décadas desarrollándose, fue a partir de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que se creó un sólido sistema sobre refugiados.
En nuestro ordenamiento jurídico el refugio tiene el más alto rango posible: desde 1999 la
Constitución prevé ese derecho –Art. 69, se cuenta s con una Ley Orgánica sobre
Refugiados o Refugiadas y Asilados o Asiladas (2001) que ha sido calificada recientemente
por el Representante de ACNUR en nuestro país como la más avanzada por él conocida.
(Mohammed Alwash Representante ACNUR en Venezuela, 07/11/11, extraído de
www.http/radiofeyalegrianoticias.net)
Contamos con una Comisión Nacional de Refugiados de rango presidencial, que es
la autoridad competente en la materia, a cuyas reuniones asiste el Representante de
ACNUR en calidad de observador.Es bueno señalar que, tanto a las personas refugiadas
como a las que han solicitado ese estatus, les asisten los principios de no sanción, no
devolución, no discriminación, debido proceso, confidencialidad y unidad familiar; este
último le ha garantizado a refugiados y solicitantes traer a sus familiares y mantener la
sagrada unidad de la familia. Ello ha permitido que cientos de niñas, niños
y adolescentes accedan a todos los derechos que les consagra el Estado de justicia que rige
en nuestro país al influjo de la Revolución Bolivariana.Todas estas personas están
incorporadas a las masivas e inclusivas Misiones Sociales de la Revolución Bolivariana que
les garantiza acceso gratuito sin discriminación a los servicios de salud con la Misión Barrio
Adentro que llevamos a cabo con apoyo de la República de Cuba, o el derecho a la
educación pública y gratuita en todos los niveles de nuestro sistema educativo y con las
Misiones Robinson, Rivas, Sucre, Cultura y otras. Estos hermanos compran
sus alimentos en la Misión Mercal y los Abastos Bicentenarios, que son un mecanismo
masivo de comercio justo ejecutado por el Gobierno Bolivariano junto a las organizaciones
del Poder Popular. También acceden a energía y transporte baratos subsidiados por el
Estado.

Instrumentos internacionales sobre refugiados pertinentes


para Venezuela
8.1.- En el sistema universal:
1. Declaración Universal de Derechos Humanos, Art. 13 y 14.
2. Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados.
3. Protocolo de 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados.
4. Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 relativo a la protección debida a las personas civiles
en tiempo de guerra, títulos I y III, art. 44, y su Protocolo Adicional de 1977, art. 73.
5. Convención de 1954 sobre el Estatuto de los Apátridas.
6. Convención de 1961 para reducir los casos de apátrida.
7. Declaración de la Naciones Unidas sobre el asilo territorial de 1967.
8. Declaración sobre los derechos humanos de los individuos que no son nacionales del país
en que viven, de 1985.
8.2.- En el sistema interamericano:
1. Convención Americana de Derechos Humanos, art. 22.
2. Declaración de Cartagena sobre los refugiados, de 1984.
3. Convención de Caracas sobre asilo territorial, de 1954.
4. Convención interamericana para prevenir y sancionar la tortura
5. Presencia tripartita en firma del acuerdo de repatriación
Todo acuerdo para retorno voluntario de refugiados a su país de origen, requiere de la
presencia de ACNUR y de los gobiernos involucrados. En la negociación de Colombia y
Venezuela ha participado ACNUR, como instancia internacional de protección a los
refugiados.

Bibliografía
 Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados de 1967.
 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
 Ley Orgánica sobre Refugiados o Refugiadas y Asilados o Asiladas. Gaceta Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela N° 37.296 de fecha 3/10/2001.
 La situación del refugio en Venezuela derechos humanos, estado y condiciones de
vida, Programa Andino de DDHH, UCAB, ULA 2010 por Barbara Nava
 Revista Aportes Andinos Nº 7. Globalización, migración y derechos humanos.
Octubre 2003
 http://www.uasb.edu.ec/padh
 http://www.acnur.com.ve
 http://www.wikipedia/asilopolitico
 Manrique, Miguel. "La Participación Política de las Fuerzas Armadas Venezolanas
en el Sistema Político(1998-2001)",
 Manrique, Miguel. Las Fuerzas Armadas en la Región Andina. ¿No Deliberantes o
Actores Políticos?
 Comisión Andina de Juristas, Diciembre de 2001.
 Herrera Jiménez, Héctor, "La Doctrina Militar Bolivariana. El Nuevo Sistema de
Seguridad y DefensaVenezolano", Noviembre de 2006
 www.http/radiofeyalegrianoticias.net
 

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